Una vez más apareces frente a mi | Týr

por **Morgan Fliórov** Jue Feb 20, 2014 7:34 pm

La puerta del carruaje se abrió y los zapatos de varias personas aparentemente jóvenes tocaron el suelo, uno a uno salían de aquel que había sido su transporte hasta el Palacio Royale. Todos eran hombres y caminaban alrededor de una hermosa joven, las miradas estaban sobre ella y sabía a la perfección la razón de que le observaran tanto, su apariencia siempre había sido la misma, parecía una muñeca de porcelana, de esas que solían regalara a las niñas ricas. Ella misma tenia varias de aquellas muñecas, pero Oliver, uno de los que iba a su lado siempre decía que ninguna muñeca se asemejaba a ella y Gemma siempre le creía a Oliver, por algo era después de todo, su creador.

Todos aquellos que iban a sus costados se desplazaron lejos de ella si bien les lanzo una mirada que apenas había sido de reojo, dejándole a ella y Oliver a solas. - ¿Algo te preocupa muñequita? - susurro tan bajo que nadie más que ella fue capaz de escuchar aquella pregunta y con una alegre pero fingida sonrisa le miro - Oli, ya sabes que no hay nada que pueda perturbar la paz de mi mente - soltó una risita que disimulo cubriendo sus labios, mientras que el vampiro que le acompañaba rió más abiertamente - Te conozco y sabes que no puedes engañarme. Sigues pensando en aquel mortal pero es inútil ya debe de estar lejos de aquí o con una familia de por medio y ya sabes lo que opino de quienes tienen familia y tu de las mujeres - su creador le dirigió una mirada cargada de crueldad. Ya una vez le había notado ilusionada y se encargo de alejarle de aquel joven, su nombre era Týr y solo le basto estar un rato con él para saber que le quería a su lado, solo que en aquellos entonces fueron alejados y no le vio más. Su clan viajo por varios lugares y finalmente Oliver le guiaba de nuevo a París - No necesitas recordármelo siempre Oli - le dedico una sonrisa y le acomodo la camisa, recibiendo un suave beso en los labios y antes de que su creador se alejara dejándole sola.

Más miradas estaban sobre ella que no tardo en buscar refugio en una orilla. Esa esquina donde las cosas habían comenzado y finalizado en un abrir y cerrar de sus ojos, el tiempo había pasado ella era la misma y aquel humano, tenía que tomar por seguro que las cosas habían cambiado para él y que seguramente le había olvidado. Su mirada viajaba por todo el salón de baile, notaba como los demás danzaban y Oliver se divertía hasta que noto un grupo de mujeres que parecían estar sobre un hombre, típico de los bailes pero cuando algunas de ellas comenzaron a correrse a los costados los ojos azules de la inmortal se abrieron como nunca y entreabrió sus labios, aquello que veía no podía ser cierto. En aquel grupo, justo como la primera vez que le vio, estaba Týr, más adulto pero tan guapo como la primera vez que le vio.

por **Týr Von Streigner** Lun Mar 03, 2014 1:18 pm

Era otra de esas fiestas en las que iba con una hermosa acompañante como su novia. Mucho tiempo había pasado, sí, pero él había re-hecho su vida y había en parte, olvidado a Gemma, aquella mujer que no le dio más que esperanzas nulas. Cuando todas las muchachas se apartaron de su vista, al fondo, como la primera vez, vio a Gemma como la última vez que la vio. Estaba en blanco, pero pensó si era el destino que se reunía de nuevo el uno con el otro, pero tenía la firme idea de pasar de largo, ser uno de los invitados de aquella sala y hacer como que no la había visto.

-Hola…-asentía con su amada al lado suya-….ella es Amarein..-Dijo Týr con cierto orgullo.

-Es un placer…-Dijo Amarein con una leve reverencia perfecta, limpia y suave, pero enseguida, esta fue despedida sobre Týr, tirándose sobre su amado y creando un escándalo frente a todos ya que Týr estaba sonrojado, sujetando ambos senos de su amada y la rodilla ajena cerca de su entrepierna-…que-querida…puedes…-Pero lo siguiente que él obtuvo fue un bofetón plano y seco sobre una de sus mejillas, vio sorprendido como su amada le tiraba el anillo de compromiso a la cara entre lágrimas y salía –andando rápido- con elegancia de aquella sala con todos los invitados mirándole, unos con cierta pena en el rostro, otros con una risa contenida. Týr se levantó del suelo con cierta torpeza, con ayuda de algunas de las muchachas con las que antes había estado platicando.

El anillo le había costado una fortuna y no lo había comprado al por menor. Se había recorrido varias ciudades hasta dar con el adecuado para su amada. No se lo pensó. Salió con prisa de aquella sala, buscando a Amarein por todos lados, pero no por todos ya que los guardias de aquel palacio le limitaban el paso. Escucho de uno de los sirvientes que habían visto a una muchacha de oscuros cabellos correr escaleras abajo, directamente hacia los enormes jardines. Týr salió corriendo, yendo hacia los jardines, buscándola, pero para cuando encontró a Amarein, estaba tirada al suelo, amordazada y sus ropas estaban raídas, manchadas de su sangre virginal –Dios….no…Ame….-Rápidamente fue a cogerla en sus brazos- ¿Por qué te fuiste sin dejar que me explicara? Fíjate lo que te ha pasado…-Mientras Týr replicaba a su amada, ella lloraba sobre su camisa y reclamaba varias disculpas que se entrecortaban por el esfuerzo de su voz quebrada –Vam…vámonos a casa…-Tomándola en sus brazos, se fue directamente hacia la gran sala donde estaba todo el mundo, en contra de los deseos de su amada, él la llevo en brazos para que todos vieran el “fastuoso” trato que le dieron a su amada, a su futura esposa.

Más que el trato de todos, Týr dirigió su mirada a Gemma quien se encontraba hablando con uno de sus jóvenes sirvientes. En su mirada no había nada de satisfacción, nada del cariño que antaño sintió por esa mujer y mientras aun con su amada en brazos, se dirigió hacia ella, hacia Gemma hasta estar a diez pasos de ella -….¿Te parece divertido? –Seguramente lo era para la diversión ajena, pero no para él. Jugar con un ser vivo ¿Qué sentido tenia eso? - ….Recuerdo que antaño tú me dejaste con esperanzas de volver a verte algún día….-su mandíbula se tensó ligeramente, sujeto con más fuerza el cuerpo tembloroso de su amada que sujetaba en brazos-….Nunca apareciste de nuevo….-Replico-…pero ella si….-Lo siguiente que hizo fue mirar a los que estaban detrás de ella -….-Y finalmente miró a Gemma, mirándola por última vez – No sé a qué vas a jugar esta vez….pero déjanos en paz a mí y a mi futura esposa… -Con aquellas palabras fue dándose la vuelta, esperando a que no hiciera nada en su defensa como tirarle una copa o algo similar, él ya cruzo el umbral con su amada en brazos pero entonces fue cuando él no vio, que a quien llevaba en brazos echó una mirada sagaz, en su rostro surcaba una sonrisa llena de soberbia, dirigida hacia Gemma para después decirle con la mirada “Yo gané, vampira….” casi riéndose de su victoria por haberse llevado todo aquello que Gemma quería para sí ya que era una conocida enemiga que siempre conseguía lo que quería para hacerla mas daño.

por **Morgan Fliórov** Jue Mar 20, 2014 10:12 pm

Se miraron y solo eso fue requerido para que en Gemma las esperanzas muertas de antaño renacieran cual ave fénix; le dedico una sonrisa tímida a Týr como respuesta no obtuvo nada. Hasta donde se encontraba era capaz de escuchar perfectamente como presentaba a la otra mujer y solo cuando escucho aquella voz fue cuando presto atención a ella. Se llamaba Amarein o al menos en esos momentos era su nombre y ella había sido parte de los subordinados de Oliver en aquellos tiempos cuando ambos no sabían que hacer con los inmortales que no ocupaban más. Durante aquellos entonces ella trato de derrocar a Gemma con ayuda de algunos otros, creyendo como todos el cuento de que la joven de rostro angelical y temperamento explosivo era la líder de todo, para suerte de ellos se dieron cuenta de aquellos planes y a partir de ese momento comenzaron a matar a las creaciones que aburrían. La tal Amarein de la cual no podía recordar su nombre real había escapado y al parecer estaba buscando la manera de herir a Gemma con aquello que más amaba. Para la muñequita no importaba realmente aquella enemiga inmortal, lo que le pesaba era que estuviese con Týr y jugara de aquella manera tan sucia.

Una vez que el drama entre la pareja ocurrió Gemma estaba por ir tras Týr cuando una mano que conocía a la perfección le detuvo - Le hara daño Oli y lo sabes tan bien como yo - su creador se mantuvo en silencio, sujetando el brazo de su querida muñequita y de hecho para evitar que siguiera a aquel humano que creía le había arruinado le llevo a la pista de baile - Muñequita mía. Sabes que solo quiero hacerte feliz, eres de lo más importante para mi pero ya te dije que no me gusta que estés tras ese patético humano que ahora quiere estar tras esa arpía - un beso fue posado sobre la piel de Gemma y el silencio se hizo entre creador y creación mientras el baile continuaba.

Terminaban aquel baile y sonrío a su creador antes de escuchar los cuchicheos de los presentes que miraban en dirección a la salida a los jardines donde apareció aquel humano al que amaba con la vampira en los brazos. Su mirada de un perfecto azul se dirigió a su creador - Esta jugando con él, ¿piensas permitirlo? - aquel perfecto color comenzaba a inyectarse de un profundo color rojo - Gemma, guarda silencio y calma tu estado emocional. No quiero que nada te afecte - Oliver permanecía como si nada hubiese ocurrido e incluso permitió que aquel humano se acercara a su preciada muñeca.

- Týr yo no… - se sintió la vampiresa más tonta, quedando muda frente a un simple mortal mientras su creador le vigilaba de cerca - …no estoy jugando y… ¿esposa? - una sola palabra y el mundo se le derrumbaba como si en la realidad necesitara del mundo para sobrevivir. Se quedo quieta, no dijo ni hizo nada y solo cuando cuando aquella vieja rival le miro con superioridad una lágrima carmesí cruzo su rostro pero fue retirada antes de que alguien se diera cuenta por Oliver - Querías deshacerte de ella desde hace mucho tiempo mi querida muñequita - le acomodo los cabellos a un costado antes de acercarse más a susurrarle - este es tu momento.

Tenía permiso y eso era lo que necesitaba. La música se reanudo mientras que las personas hablaban y el grupo de vampiros rodeo a Gemma - Nadie me moleste, esa es mía - dicho aquello se dirigió a uno de los balcones y salto desde ahí para seguir a la pareja que pronto sufriría de su ira.

Les vio subirse al carruaje que les llevaría lejos de aquella fiesta y apenas unas calles más adelante y usando su ILUSION hizo que el cochero abandonara el carruaje, solo para con andar pausado y esa perfecta forma de muñeca lograr acercarse. De golpe abrió la puerta aquella y su mirada no se tomo tiempo para pararse en Týr sino que fue a la vampiresa - Tanto tiempo sin verte - sonrió de manera algo infantil - me alegra que hayas venido, me has ahorrado el trabajo de buscarte para asesinarte traidora - aquello ultimo iba cargado con toda la ira de su inmortalidad. Estaba dispuesta a matar a aquella mujer y recuperar a Týr.

por **Týr Von Streigner** Mar Abr 01, 2014 5:46 pm

En esos momentos Týr estaba por interrumpir de nuevo a favor de la defensa de su prometida o de quien sería su esposa, pero al ver que su prometida reía y parecía dar la razón a los comentarios de Gemma, este se preguntó si era de verdad la mujer con la que había contraído el compromiso. Aquello le pilló por sorpresa al escuchar de sus labios toda una historia entre Gemma y ella misma, de cuando estaban juntas y ahora parecía haber usado a Týr como señuelo, pero claro, el mismo, como tonto, le había seguido el juego sin más. No tenía conocimiento de que era todo aquello, solamente se bajó del carruaje por el otro lado, pero enseguida encontró a varios de los jóvenes que habían estado al lado de Gemma, en una esquina aguardando por alguna señal en la que les dijeran que se acercasen hasta ese momento.

Al parecer, habían seguido a su señora Gemma sin reproches pues parecía que ella era el salvavidas de aquellos que la seguían a todas partes. Bueno, al parecer querían atraparle, querían hacer de las suyas con él y llevárselo hacia Gemma, pero no, no llegaría a permitírselo, no llegaría a permitirle que le tocaran ni un pelo, ni siquiera que le clavaran los colmillos que absorbían la fuerza vital de los mortales, convirtiéndolo en uno de ellos.

Jamás lo permitiría, pero ahora parecía estar siendo acorralado conforme estaba pensando en cómo poder parar la pelea que estaba a punto de comenzar entre ambas mujeres por un solo hombre: Por él….aunque, para ser sinceros, cuando Týr viro sus ojos hacia Gemma y su acompañante, parecía que había mucho más trasfondo de historia que el que él ya conocía de hecho.

-¡No! ¡ Amarein! –Enseguida Týr se puso entre ambas mujeres que parecían querer cogerse de los pelos de cada una. Amarein parecía hacer pucheros en los que termino abrazándose al brazo de Týr, pero se zafo de ese agarre, Amarein lo miro sin entender demasiado. Týr no estaba de parte de ninguna, tan solo las miraba fijamente a cada una, pensando en las palabras para poder parar la pelea-….Basta…-Miró hacia Amarein para después fijarse en Gemma -…..Sé su historia la cual está relacionada contigo…-negó-….pero debes entender Gemma que ha pasado demasiado tiempo desde que nos vimos, te estuve esperando día y noche, rechazando cada invitación o cada propuesta de matrimonio porque esperaba a que aparecieras alguna noche…pero nada.... Llegue a estar a caballo solo para encontrarte por las noches…pero siempre veía la luna pero tú nunca estabas ahí por donde te buscara….-Suspiró-….Sé qué historia tienes con ella….una antigua sirvienta quizás….que quiso derrocarte….pero…que ahora busca hacerte daño usándome….-suspira-…Date cuenta de una cosa, Gemma……-Tomo del mentón de Gemma-….Tu al igual que ella me habéis usado cual trapo de feria. Ella me uso para ponerte celosa y tu usaste mis esperanzas y las oportunidades que ahora alguna de ellas, podría haber aprovechado…..-Termino por acariciarle la mejilla con lentitud, le beso la frente con cuidado, se fue separando de Gemma con cierta lentitud para que ambas miradas celestes se cruzaran con tristeza la cual en ambos corazones, aunque en uno de ellos fuera de piedra, ambos corazones sentían ganas de llorar a medida que se iban destruyendo en silencio.

-Adiós….-Y con una sola palabra, se dirigía hacia uno de los carruajes, sin volver la mirada hacia atrás. Sin dejar de mirar al suelo. Triste. Destrozado.

por **Morgan Fliórov** Vie Abr 04, 2014 11:40 pm

Estaba feliz y al tiempo molesta por aquello que se había encontrado. Molestias que le impedían poder estar al lado de aquel que tanto amaba, Gemma le perdió una vez pero una segunda ocasión no estaba dispuesta a hacerlo pues en esos momentos estaba dispuesta incluso a pelear contra Oliver para que no le alejasen de Týr, por eso era que si ni su creador podía mantenerle lejos de él, mucho menos aquella traidora que solo buscaba hacerle daño y vengarse de cosas sin sentido. Oliver y el resto de los vampiros estaban cuidando a Gemma de la distancia, no porque lo necesitara sino porque siempre eran demasiado sobreprotectores al creer que la muñeca era su creadora.

Amarein se rio de manera descarada de ella y Gemma estaba por lanzarse a arrancarle la cabeza cuando la voz de Týr le hizo detenerse. Ese hombre se ponía entre ambas y solo por ese motivo la vampira se detuvo. Mataría a cualquiera, haría un sin fin de cosas por su bien y el del clan pero sobre todo protegería a Týr contra todo. Una sonrisa se extendió por el rostro perfecto de la muñeca cuando le vio alejarse de su rival pero después todo aquel enorme sermón que vino después de que se sentía victoriosa termino por herirle mucho más que el hecho de que Amarein tratara de robárselo. Sus ojos se posaron sobre los de su amado cuando este le tomo por el mentón, deseaba darle explicaciones y decirle que había sido obligada a dejarle pero con Oliver vigilando sus movimientos y los demás miembros del clan escuchando sus palabras le era imposible tratar de explicarse - Týr no, las cosas no son así como crees… - solo sintió como le besaba la frente y se alejaba de ella. Gemma dio un paso en dirección a él pero aquel adiós la derrumbo.

Sumergida en su tristeza Gemma dejo escapar algunas otras lagrimas carmesí y se dejo caer en el suelo comenzando a llorar - ¡OLI! - grito entre sollozos, sintiendo como la mano de su creador retiraba las lagrimas de sus mejillas y apenas pudo verlo un poco, se lanzo a sus brazos, mirando después al resto del clan que esperaban que les diera una señal de que hacer - ¡LARGO! - grito entonces al grupo que rápidamente desapareció entre las sombras de la noche - Tranquila, yo estoy aquí - Oliver abrazo a su muñequita, esa que era la única capaz de comprenderle de la manera en que lo esperaba - Muñequita, si te he dejado matar a Amarein es porque tienes mi permiso para estar con ese humano, así que - le tomo del mentón y termino de limpiarle el rostro - has lo que mejor sabes - dicho eso se alejo de ella y antes de irse del todo fue que se dirigió a Amarein que permanecía mirando a Gemma con sonrisa triunfal - un desperdicio… - susurro Oliver que de un movimiento veloz quebró el cuello de la inmortal - yo me encargare de ella - finalizo al pasar junto a Gemma.

Con cuidado se levanto de aquel lugar en el que se había dejado caer y miro en dirección a donde se había alejado su amado que estaba por subir a uno de los carruajes. Se echo a correr, yendo a una velocidad adecuada para darle alcance justo cuando estaba por subirse en su transporte. Gemma se aferro a la cintura de Týr, rodeándole desde la espalda - No… no me dejes - susurro, notando como nuevamente quería llorar - Quédate conmigo, yo nunca te use y si me das una oportunidad de explicarme contigo lo comprenderás - esperaba sinceramente que él creyera en sus palabras - no quiero terminar por llevarte a la fuerza conmigo, tu eres mío Týr no permitiré que nadie más te tenga - le soltó y dio un paso atrás - Mirame… cree en mi… se mío como antaño y te aseguro que sabrás todo lo que deseas de mi… la verdad de todo - por él estaba dispuesta a arriesgarse a que Oli le maltratara.

por **Týr Von Streigner** Lun Abr 28, 2014 8:06 am

Los pasos hacia Gemma resonaron por la tierra de arena seca que había en el patio frontal, allí donde estaban los carruajes esperando por los demás de los invitados de la fiesta- ….Gemma….-murmuro aquel nombre como si quisiera quitárselo del pecho, pero igualmente no podía ya que le era imposible sentirse culpable de amarla a pesar de los años que habían pasado. Aquella oferta era demasiado tentadora como para no rechazarla, pero estaban aquellos que parecían besar los pasos de Gemma allá por donde fuera. Se giró en el sitio para por fin mirar hacia Gemma. Se quedó observándola detenidamente.

– Estas…horrible cuando lloras….-Sus manos delinearon la suavidad de las mejillas rosadas de Gemma con detenimiento, pensando en que quería sujetarle el rostro para poder acceder a un beso lento pero tierno, pero solo dejo las manos sobre los volantes de los hombros de aquel vestido -…No sé…Primero desapareces varios años y ¿Después quieres que vuelva contigo como si nada hubiera pasado? –Estaba volviendo a ser tozudo como antes, pero es que era la pura verdad, se sentía dolido y temía equivocarse, pero si era verdad lo que estaba diciendo y que le diría el porqué de su ida, entonces podría hacer el esfuerzo de recapacitar y quizás perdonar a Gemma, pero vamos, esto era de locos. Un humano como él siendo víctima de nuevo del amor.

-¿Y tu novio? –Pregunto refiriéndose a Oliver-…No sé si le hará mucha gracia en que de verdad quieras a un humano insignificante como yo…¿No crees? –Termino por ver que un grupo de jóvenes de su quinta se acercaban hacia quien supuestamente era su señora, pero de inmediato, Týr tomo de la cintura a Gemma, acercándola contra su cuerpo para que pudiera sentir su calidez bajo esas ropas que le cubrían en la velada de la noche, pero en cuanto vio a uno de aquellos jóvenes, tomar del brazo de Gemma y tirar de ella lejos de el mismo, se sintió contrariado, como si le hubieran quitado un caramelo, Týr frunció el ceño, pero no se movió porque la verdad, estaba sorprendido de haber descubierto que aun deseaba a Gemma como de su propiedad.

-Señora, creemos que es la hora de irse….-murmuro cerca uno de los jóvenes criados del séquito de aquella mujer a la que servían, pero aquel criado termino en el suelo con las fosas nasales despidiendo hilillos de sangre. Týr se quejó tras golpear en la nariz a aquel tío que aparto a Gemma de su lado, volvió a tomar a Gemma y esta vez de la mano para después caminar con pies ligeros hacia un claro que había en los jardines de aquella mansión, yendo hacia donde encontró precisamente a Amarein- Ya no volveré a tocar el piano por el puñetazo…-murmuro aun quejándose mientras aun buscaba un lugar alejado de las personas que pudieran curiosear, encontró un banco de piedra dentro de un pórtico.

-Aquí estaremos al menos sin nadie que nos interrumpa….-se quedó mirándola con un gesto serio, inquisitivo si podría llamarse así -…..Dispara…soy todo oídos….-Termino por fijarse en Gemma y lo hermosa que estaba con ese vestido y ese peinado que le iba a juego, pero se fijó en su mirada celeste. Como le brillaba en este instante -….Como te brillan los ojos….-murmuro mientras se sentaba en aquel banco -…Pero dime, venga….¿Cómo es que apareces de la nada sin más? Oh ¿Me buscaste para que viniera a esta fiesta? –Preguntas y mas preguntas habían en su cabeza que no estaban siendo respondidas, se levantó del banco para cogerla de los hombros y sacudirla -…¡Vamos! ¡Dime! –Acabo por ponerla contra una de las columnas de aquel pórtico, sujetándola ahí, desesperado por saber -…¡¿Por qué me dejaste?! –Aquella pregunta fue como un grito de guerra que una súplica, había pasado demasiado tiempo sin ella y ahora quería saber que había pasado en los años que se habían distanciado.

por **Morgan Fliórov** Vie Mayo 02, 2014 10:41 pm

Unicamente necesitaba escuchar su nombre de entre aquellos labios y toda ella se derretía por él. Es que para cualquier otro inmortal semejante amor debería ser ridículo, pero para Gemma era lo que necesitaba, le quería a él sobre todas las cosas; siempre fue así y siempre sería así. Amaba a su creador, claro que si, Oliver había sido aquel que estiro su mano hasta ella y le mostró un mundo mucho mejor al que había conocido, un mundo en el que había logrado conocer a Týr. No le importaba si es después de hablar con el mortal que amaba Oliver decidía que no le servia más, no le importaba si le golpeaba hasta dejarle desear la muerte antes que la inmoralidad, soportaría lo que fuera por él.

- He llorado por tu culpa, tu fuiste quien me ha hecho llorar - iba a llevar sus manos hasta su rostro para eliminar las lágrimas carmesí, sin embargo, dejo que las calidad manos de Týr se encargaran de eso y de delinear su rostro. Cuanto le había extrañado. Le miro implorante, esperando que creyera en sus palabras más que en la de cualquier otra persona - Por eso es que cuando te diga que es lo que ha pasado me comprenderás, estoy segura de ello, así que déjame decirte que es lo que ha pasado en este tiempo que nos hemos mantenido separados - una sonrisa apareció en sus labios perfectos, tratando de esa manera de convencer a aquel hombre de confiar una vez más en ella y en el profundo amor que sentía por él.

Ladeo el rostro confusa cuando pregunto de su novio, pero no tardo mucho en captar la idea que él tenía acerca de Oliver y Gemma negó suavemente - Te equivocas Týr , él no es mi novio. No existe nadie para mi que no seas tu, aunque no me creas ahora te juro que eres el único que siempre ha estado en mis pensamientos - no mentía, desde que partiera de París con el corazón destrozado, solo había esperado volver a verle y ahora que sus sueños se veían tan cerca no les dejaría ir por nada del mundo, no soltaría aquel sueño aunque eso significase su propia muerte. Iba comenzar a explicarle la verdad de la situación en la que se hallaba enfrascada cuando los pasos del grupo de inmortales llego de nuevo hasta ella y soltó un suspiro - disculpa unos segundos - iba a girarse para decir a todos ellos que le dejaran en paz, que tenía cosas más importantes que hacer que estarles viendo, pero antes de girarse termino cerca de Týr , muy cerca. De haber poseído un corazón que latiera, se hubiese acelerado ante la cercanía de aquel que aun humano le nublaba los sentidos; la necesidad de rodearle el cuerpo con sus manos se vio interrumpida por la manera en la que uno de aquellos que creían ser sus subordinados tiro de ella para alejarle del mortal.

Un gesto de molestia apareció en el rostro de Gemma que no necesito expresar que les quería fuera pues de un segundo a otro, el puño de Týr se había impactado en el rostro ajeno y una sonrisa se le escapo de los labios, sujetandose a la mano de él mientras se giraba a los otros - Quien vuelva a interrumpirme sepa que le matare - aquella advertencia pareció ser suficiente para todos los demás, que se acercaron a ver como estaba su compañero. Gemma miro a quien le guiaba y no pudo evitar desear ver más de él. La edad le había sentado excelente y ella solo podía acelerarse más al estar tan cerca - Has hecho algo muy tonto, yo pude haberme deshecho de ellos sin necesidad de que te lastimaras. Aunque me ha gustado sentirme… celada por ti - se le escapaban las sonrisas gracias a aquel mortal, ese hombre que sería suyo.

Ambos se miraron y la vampiresa suspiro para dar inicio a su relato, solo que antes escucho la manera en que hablaba de sus ojos y se sintió avergonzada. Muchos podían decirle miles de cumplidos, pero él era el único que causaba esos efectos en ella. Una tras otra venían las preguntas y el tiempo para que ella respondiera era tan corto que Gemma se quedo en silencio, se mantuvo de esa manera hasta que su espalda se encontró contra la columna del pórtico y sus ojos seguían los de Týr. La mano de Gemma se dirigió l rostro masculino y sus fríos dedos delinearon aquellos labios - No sabía que iba a encontrarte en esta fiesta, yo te hacía muy lejos ya de París y me dije a mi misma que lo mejor era olvidarte a hacerme más daño tratando de buscarte, pero llegaste hasta mi de nuevo - le sonrió con tristeza - yo no te deje Týr, nunca lo hubiera hecho si Oliver no me lo hubiera pedido y no es porque él sea mi novio como tu piensas - agacho la mirada - la verdad es que… Oliver es mi creador, Týr , él me convirtió en lo que soy y cuando me aleje de ti fue porque él dijo que si… - se le hizo un nudo en la garganta de recordar aquello y la manera en que su Oli le había roto el corazón al alejarle de él - dijo que si volvía a verte él te mataría y… - otra lágrima carmesí rodó por una de sus mejillas - yo haría cualquier cosa porque no te hicieran daño, si Oliver me pidiera matarme con tal de no hacerte daño yo lo haría - levanto su mirada hasta él - todo porque te amo demasiado.

por **Týr Von Streigner** Mar Sep 23, 2014 3:07 pm

El relato que le contaba bien podría servir para una obra de teatro. Bien podría ser especialmente para un guion entre dos amantes que no se pueden ver por el destino u otras variables. Él mismo, que había peleado con su familia por Gemma pero que al encontrar a otra persona, este al parecer, había sido perdonado. Ahora estaba frente a Gemma y si todo lo que le había dicho era verdad, pues ¿Por qué no le besaba ahora mismo? ¿Por qué no se defendía de los golpes que le estaba dando? -…¿tu creador? ¿A qué te refieres Gemma? –Pregunto algo confuso -...Es tu tutor o alguien que te educo en tu educación…¿es eso? –Se rasco con más calma la nuca. Esperaba que le explicara eso que no entendía -…¿Sabes lo que estuve haciendo para poder recuperarte? –Musito mirando al suelo de cemento, subió su rostro mientras se lamia los labios, preparándose para hablar.

-…¿Acaso sabes que tuve que empapelar toda la ciudad con tu cara? Casi tuve suerte en una muchacha que me dijo que había visto un rostro parecido pero salió pitando de mi lado dejándome con la miel en los labios. Después ¿eh? ¿Sabes lo que hice? –Golpeo la palma de su mano contra la columna de piedra que había al lado de la cara de Gemma, su otra mano se metió en el bolsillo izquierdo del pantalón-…Seguí buscándote maldita sea…te di por muerta…-En ese momento su voz sonaba atrofiada, como que tropezaba pues él mismo no quería llorar en ese momento -…Si me hubiera dejado mi familia, me habría suicidado y quizás podría estar contigo…pero no, aquí estas…viva al fin y al cabo…-suspiro pues ya notaba sus ojos a punto de llorar, se pasó la mano por los ojos y así lo hizo. Se giró en el sitio cruzando los brazos sobre su cuerpo.

No sabía cómo decírselo que habían estado demasiado separados y que si se juntaba con ella, seguramente alguien intentaría separarlos. Ese…”Oliver” uno que se mete en todos los fregaos en donde nadie le ha llamado. Ahora no estaba entre ambos, era verdad, pero tenía que esperar a ver que ocurría si hacia lo siguiente - ¿Te fugarías conmigo? Podríamos ir por el día a ver las tiendas que tanto os gustan a las mujeres y hacer cosas de parejas…-Metió las manos dentro de los bolsillos, ladeo su rostro esperando la respuesta de ella, aunque hubo un momento de impaciencia, él saco una mano de sus bolsillos y la puso sobre el mentón de Gemma, alzándolo para acercar sus labios a los de Týr, para besarla lentamente mientras ahora sacaba la mano que faltaba para rodearle la cintura y atraerla hacia su cuerpo y aplastarla contra la pared de aquella columna.

Pero seguía escuchando el silencio a su alrededor aun haberse separado varios milímetros de los labios ajenos -..Vamos…¿No deseabas que te besara? –Murmuro lentamente sobre aquellos labios, los lamio lentamente mientras que a su vez arrastraba una mano dentro de aquella falda, subía y subía la mano, encontrando un liguero rizado y después metió la mano dentro de su falda, bien al fondo, acariciando su nalga izquierda-…Aah..que suave tienes la piel….Vamos…Seguro que deseas que te lo haga aquí mismo….-Susurro sobre la piel de su cuello que comenzó a besar lentamente, pero justo cuando estaba por meter la mano dentro del cullotte fue estampado hacia el otro lado de aquel porche, contra otras columnas hasta que le dejaron inconsciente boca abajo.

-TE lo Advertimos humano…-Dijo uno de los criados que había seguido a la pareja a escondidas y por órdenes de Oliver. Se acercó a su señora Gemma y terminaron por llegar el resto de los criados. El más mayor y el único moreno del grupo, observo a su señora y asintió a modo de que todo estaba bien, que el humano no había llegado demasiado lejos -…Señora, tenemos que llevarla con Oliver, dice que está muy preocupado….-Dijo el moreno con voz apaciguadora a su señora -…Nosotros nos ocupamos del humano…-Murmuro besando el dorso de la mano de Gemma, mostrándose confiado, pero debía intuir que seguramente, su señora se renegaría de dejarles tal tarea.

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