AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Lo mío es mío (Priv. Löwe)
2 participantes
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
Lo mío es mío (Priv. Löwe)
Recuerdo del primer mensaje :
A pesar de lo alejada que se encontraba aquella propiedad de cualquier lugar de algún modo otro gato macho había llegado hasta allí, se trataba de un animal que se encontraba en un estado tan salvaje como el de cualquier otra criatura silvestre, su aroma contaminaba mi territorio así que a pesar de normalmente llevarme bien con otros gatos, mis instintos lo reconocieron como un invasor, haciendo de la necesidad de expulsarlo una urgencia compulsiva. Ese era mi hogar, mis arboles, mis arbustos, mis ardillas, mis aves, mis macetas, mis humanos y especialmente mi amo, todas esas cosas estaban allí, ningún gato iba a venir a poner su marca sobre ellas y salir alegremente.
Arquee mi lomo con los pelos erizados y mis colmillos mostrándose con cada siseo amenazante, el otro felino se mostraba igualmente agresivo, con su pelaje pardo dándole un volumen considerable. Por un rato intercambiamos zapatos al aire y seseos enloquecidos, pero luego la lucha se torno más seria y nos enzarzamos en un revoltijo de mordidas y arañazos, nuestros gritos llenaban el aire, un canto de guerra ancestral contenido en nuestras voces.
La lucha se prolongo, ninguno de los dos quería rendirse, especialmente yo, aquel era mi lugar y no estaba dispuesto a ser expulsado por un desconocido, nuevamente caímos uno sobre el otro renovando los gritos junto con las heridas hasta que finalmente el intruso emprendió la huida haciendo que lo persiguiera un tramo para asegurarme de que no regresaría.
Orgulloso de mi victoria regrese cojeando a la mansión, tenia mordidas en mi cuello, mi pata y otras partes, además de la nariz cruzada por un profundo arañón, pero me sentía orgulloso de exhibir tales heridas, eran la prueba de mi victoria. Dentro de la mansión fui a uno de los bonitos sofás de tapizado claro, subiéndome sobre el para lamer mis heridas y poner algo de orden en mi pelaje, las mucamas no estarían felices si me veían allí, pero que vinieran si tenían el valor, las enfrentaría como el gran guerrero que era y saldrían arrastrando sus escobas con las narices arañadas.
A pesar de lo alejada que se encontraba aquella propiedad de cualquier lugar de algún modo otro gato macho había llegado hasta allí, se trataba de un animal que se encontraba en un estado tan salvaje como el de cualquier otra criatura silvestre, su aroma contaminaba mi territorio así que a pesar de normalmente llevarme bien con otros gatos, mis instintos lo reconocieron como un invasor, haciendo de la necesidad de expulsarlo una urgencia compulsiva. Ese era mi hogar, mis arboles, mis arbustos, mis ardillas, mis aves, mis macetas, mis humanos y especialmente mi amo, todas esas cosas estaban allí, ningún gato iba a venir a poner su marca sobre ellas y salir alegremente.
Arquee mi lomo con los pelos erizados y mis colmillos mostrándose con cada siseo amenazante, el otro felino se mostraba igualmente agresivo, con su pelaje pardo dándole un volumen considerable. Por un rato intercambiamos zapatos al aire y seseos enloquecidos, pero luego la lucha se torno más seria y nos enzarzamos en un revoltijo de mordidas y arañazos, nuestros gritos llenaban el aire, un canto de guerra ancestral contenido en nuestras voces.
La lucha se prolongo, ninguno de los dos quería rendirse, especialmente yo, aquel era mi lugar y no estaba dispuesto a ser expulsado por un desconocido, nuevamente caímos uno sobre el otro renovando los gritos junto con las heridas hasta que finalmente el intruso emprendió la huida haciendo que lo persiguiera un tramo para asegurarme de que no regresaría.
Orgulloso de mi victoria regrese cojeando a la mansión, tenia mordidas en mi cuello, mi pata y otras partes, además de la nariz cruzada por un profundo arañón, pero me sentía orgulloso de exhibir tales heridas, eran la prueba de mi victoria. Dentro de la mansión fui a uno de los bonitos sofás de tapizado claro, subiéndome sobre el para lamer mis heridas y poner algo de orden en mi pelaje, las mucamas no estarían felices si me veían allí, pero que vinieran si tenían el valor, las enfrentaría como el gran guerrero que era y saldrían arrastrando sus escobas con las narices arañadas.
Mauren Morgan- Cambiante Clase Baja
- Mensajes : 279
Fecha de inscripción : 03/04/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Lo mío es mío (Priv. Löwe)
Cuando me baje del vehículo vislumbre la ciudad por primera vez en meses, fue inevitable sentir un breve e intenso acceso de ira hacia mi amo por mantenerme alejado de todo eso. Lo primero que hice fue apropiarme del periódico que un hombre llevaba bajo el brazo sin que este se diera cuanta, lo abrí haciendo uso de mi visión nocturna para distinguir las palabras en la escasa iluminación que ofrecían las farolas. Una sucesión de chismes y crónicas policiales fueron rápidamente recogidas de aquellas hojas.
- Al parecer el costo del maíz subirá de nuevo - le dije a mi amo golpeándolo en el pecho con el periódico enrollado - Quiero beber algo, para empezar - sin esperarlo camine con paso ágil hacia uno de los bares más cercanos. Fuera del local había una mujer de apariencia desalineada, como si se hubiese levantado de la cama hace muy poco tiempo, incluso su vestido tenía profundas arrugas en todo el material, se trataba de una prostituta, una de las baratas, sin embargo le sonreí dejando ver un vislumbre de mis blancos y perfectamente alineados dientes.
- El caballero necesita compañía esta noche? - pregunto jugueteando con su escote con la intención de atraer la mirada a aquella parte.
- La compañía siempre es bienvenida - respondí rodeando su cintura con un brazo y llevándola al interior antes de que mi amo pudiese protestar - Mi amigo invita a una ronda a todos! - anuncie al entrar, señalando a Löwe que venia junto detrás.
Nada era más divertido que hacer enfadar a mi señor, se volvía demasiado sexy cuando aquel brillo asesino dominaba su mirada y su boca se curvaba de aquel modo perversamente cruel. Me aseguraría de hacerlo sufrir lo suficiente para poder perdonarlo por mantenerme en aislamiento.
- Whisky para nosotros! sus 5 mejores botellas, por favor - como cambiaformas tenia una gran resistencia al alcohol, empezando con tanto era justamente porque quería atontar mis sentidos, lo necesitaría para no perder el valor cuando mi amo empezase a fruncirme el ceño.
Me divertiría al máximo sin pensar en nada más ya que sólo tenía esa noche para hacerlo, mañana me preocuparía de las consecuencias de todo lo que tenia pensado.
- Al parecer el costo del maíz subirá de nuevo - le dije a mi amo golpeándolo en el pecho con el periódico enrollado - Quiero beber algo, para empezar - sin esperarlo camine con paso ágil hacia uno de los bares más cercanos. Fuera del local había una mujer de apariencia desalineada, como si se hubiese levantado de la cama hace muy poco tiempo, incluso su vestido tenía profundas arrugas en todo el material, se trataba de una prostituta, una de las baratas, sin embargo le sonreí dejando ver un vislumbre de mis blancos y perfectamente alineados dientes.
- El caballero necesita compañía esta noche? - pregunto jugueteando con su escote con la intención de atraer la mirada a aquella parte.
- La compañía siempre es bienvenida - respondí rodeando su cintura con un brazo y llevándola al interior antes de que mi amo pudiese protestar - Mi amigo invita a una ronda a todos! - anuncie al entrar, señalando a Löwe que venia junto detrás.
Nada era más divertido que hacer enfadar a mi señor, se volvía demasiado sexy cuando aquel brillo asesino dominaba su mirada y su boca se curvaba de aquel modo perversamente cruel. Me aseguraría de hacerlo sufrir lo suficiente para poder perdonarlo por mantenerme en aislamiento.
- Whisky para nosotros! sus 5 mejores botellas, por favor - como cambiaformas tenia una gran resistencia al alcohol, empezando con tanto era justamente porque quería atontar mis sentidos, lo necesitaría para no perder el valor cuando mi amo empezase a fruncirme el ceño.
Me divertiría al máximo sin pensar en nada más ya que sólo tenía esa noche para hacerlo, mañana me preocuparía de las consecuencias de todo lo que tenia pensado.
Mauren Morgan- Cambiante Clase Baja
- Mensajes : 279
Fecha de inscripción : 03/04/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Lo mío es mío (Priv. Löwe)
Muchas veces había escuchado la frase: “ se desató el infierno”, pero ese concepto iba a adquirir un nuevo cariz si aquel pestilente borracho seguía acercando sus zarpas, ya que sería demasiado amable llamar a aquellas extremidades mugrientas, algo similar a una mano. Era tan terrible su visión que deseaba poder tener a mano su abrecartas para sacarse sus ojos y comérselos. Esos cabellos largos y desaliñados, probablemente llenos de grasa por no lavarlos durante semanas. Apestando a colonia barata, seguramente robada a alguna fulana.
Aunque si otro estuviese viendo la escena no manchada por los celos, vería a un caballero lo demasiado estúpido como para acercarse a un joven que ya tenía dueño. Su voz era melodiosa, aunque cargada con un acento dudosamente irlandés, como para cumplir con su presentación como joven inglés. Sus cabellos eran tan largos como los de una mujer, peinados con espero y adornados con un lazo azul en su nuca. Su olor era agradable, aunque excesivamente cargado, como si quisiese borrar la presencia del alcohol o el tabaco de él. Y su belleza era notable, al menos dentro de aquel lugar. Pero eso no era lo que le molestaba al vampiro, podría ver cómo Maurice dejaba a la prostituta acariciarlo descaradamente delante de todos, dando a entender que estaba dispuesta a trabajar todo lo que quisiera su comprador. Ni siquiera el hecho de que todos los hombres parecían estar siguiendo su noche de borrachera a costo de su monedero. Era la sencilla razón de que su esclavo no le prestara la más mínima atención.
A riesgo de agarrar al jovencito inglés y jugar a los indios con él, arrancándole la cabellera, se levantó y fue a buscar una copa de alcohol. Como un caballero, se encendió un cigarro con esa extraña habilidad de sacar un encendedor de la nada, como si siempre tuviera uno guardado en la manga de su camisa, esperando ser utilizado. Se sentó en el asiento de la barra y miró directamente hacia Maurice, ignorando a todo el que estuviese a su alrededor, actuando como una estatua que se movía con total cálculo para atraer la mirada de quien quiera que estuviese allí.
Sus labios se abrieron para exhalar el humo del cigarrillo fino que había encendido para él, dejando que un pequeño gemido escapara de su garganta por el placer que le evocaba el sentir la caricia que creaba al salir el humo del interior de su cuerpo. Era como una caricia venenosa, cosa a la que estaba acostumbrado gracias a aquella cruel criatura de cabellos dorados.
- Si retiras la botella te mato.- Dijo al camarero con una sonrisa mientras tomaba la copa que le había servido con la mano con la que sostenía el cigarrillo, deleitándose con la cara pasmada del hombre que soltaba la botella, sorprendido de que él supiese que iba a quitarla de encima de la barra.
Ignorándolo de nuevo, ahora que sabía que iba a tener una botella para él solo, volvió a mirar a Maurice, dejando que sus ojos lo quemasen por encima del borde del cristal, haciéndole saber que estaba dejándolo jugar fuera de la jaula a pesar de que sus deseos eran otros.
Volvió a dar una calada a su cigarro, dejando la copa sobre la barra de madera. Aunque, como si fuera un accidente, sus ojos fueron hacia los de la hija del mesero, una muchacha rubia de labios llenos que estaba interrumpiéndole la visión de Maurice al ir y venir sirviendo copas. Pero no esperó que esta, al ver que los ojos de ambos conectasen, dejara caer la jarra al suelo, creando una escena que atrajo el interés de todos hacia ella, quién presurosa y sonrojada, intentaba recoger los restos de la vasija. Eso lo hizo reír por lo bajo, al menos alguien en aquella sala no perseguía a Maurice como si fuera una deidad. Maldita sea, iba a terminar a alguien si no controlaba sus celos animales.
Aunque si otro estuviese viendo la escena no manchada por los celos, vería a un caballero lo demasiado estúpido como para acercarse a un joven que ya tenía dueño. Su voz era melodiosa, aunque cargada con un acento dudosamente irlandés, como para cumplir con su presentación como joven inglés. Sus cabellos eran tan largos como los de una mujer, peinados con espero y adornados con un lazo azul en su nuca. Su olor era agradable, aunque excesivamente cargado, como si quisiese borrar la presencia del alcohol o el tabaco de él. Y su belleza era notable, al menos dentro de aquel lugar. Pero eso no era lo que le molestaba al vampiro, podría ver cómo Maurice dejaba a la prostituta acariciarlo descaradamente delante de todos, dando a entender que estaba dispuesta a trabajar todo lo que quisiera su comprador. Ni siquiera el hecho de que todos los hombres parecían estar siguiendo su noche de borrachera a costo de su monedero. Era la sencilla razón de que su esclavo no le prestara la más mínima atención.
A riesgo de agarrar al jovencito inglés y jugar a los indios con él, arrancándole la cabellera, se levantó y fue a buscar una copa de alcohol. Como un caballero, se encendió un cigarro con esa extraña habilidad de sacar un encendedor de la nada, como si siempre tuviera uno guardado en la manga de su camisa, esperando ser utilizado. Se sentó en el asiento de la barra y miró directamente hacia Maurice, ignorando a todo el que estuviese a su alrededor, actuando como una estatua que se movía con total cálculo para atraer la mirada de quien quiera que estuviese allí.
Sus labios se abrieron para exhalar el humo del cigarrillo fino que había encendido para él, dejando que un pequeño gemido escapara de su garganta por el placer que le evocaba el sentir la caricia que creaba al salir el humo del interior de su cuerpo. Era como una caricia venenosa, cosa a la que estaba acostumbrado gracias a aquella cruel criatura de cabellos dorados.
- Si retiras la botella te mato.- Dijo al camarero con una sonrisa mientras tomaba la copa que le había servido con la mano con la que sostenía el cigarrillo, deleitándose con la cara pasmada del hombre que soltaba la botella, sorprendido de que él supiese que iba a quitarla de encima de la barra.
Ignorándolo de nuevo, ahora que sabía que iba a tener una botella para él solo, volvió a mirar a Maurice, dejando que sus ojos lo quemasen por encima del borde del cristal, haciéndole saber que estaba dejándolo jugar fuera de la jaula a pesar de que sus deseos eran otros.
Volvió a dar una calada a su cigarro, dejando la copa sobre la barra de madera. Aunque, como si fuera un accidente, sus ojos fueron hacia los de la hija del mesero, una muchacha rubia de labios llenos que estaba interrumpiéndole la visión de Maurice al ir y venir sirviendo copas. Pero no esperó que esta, al ver que los ojos de ambos conectasen, dejara caer la jarra al suelo, creando una escena que atrajo el interés de todos hacia ella, quién presurosa y sonrojada, intentaba recoger los restos de la vasija. Eso lo hizo reír por lo bajo, al menos alguien en aquella sala no perseguía a Maurice como si fuera una deidad. Maldita sea, iba a terminar a alguien si no controlaba sus celos animales.
Löwe Von Meer- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 236
Fecha de inscripción : 12/01/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Lo mío es mío (Priv. Löwe)
Se sentía tan bien ser el centro de atención, mi espíritu ronroneaba en mi interior mientras me paseaba con la prostituta colgada de mi brazo y todos aquellos ojos pendientes de mi, incluso mi amo que parecía a punto de cruzar la habitación y arrancar mi cabeza aun con todos esos testigos, eso sólo me estimulaba a seguir adelante con mi propósito de empujarlo al borde mismo del limite de su paciencia, lo quería furioso y semi enloquecido, quería ver en sus ojos ese brillo mortífero con el que me miraba cuando no había en su mente otro pensamiento más que yo, incluso si esos pensamientos era sobre maneras en las cuales podría matarme.
Había algo retorcidamente atractivo en la idea de ser asesinado por sus manos, si mi vida tenia que terminar de alguna manera, esa seria la forma que elegiría, de poder hacerlo. No quería ver mi belleza consumida por el tiempo, o extinguirme de la misma manera que lo hacían las aves que me comía en el desayuno, anónimamente, sin ser amadas u odiadas, sirviendo apenas al propósito de preservar la cadena alimenticia.
- Mi señor, te vas a quedar bizco - le dije volviendo con el y tocándole el fruncido entrecejo - algo esta mal? No parece muy contento? - le interrogue fingiendo inocencia - mi amiga es muy divertida, cuenta historias muy interesantes, y no son tan caras - dije dándole unas monedas a la mujer con lo cual ella se aproximo a Löwe para susurrarle las anécdotas más obscenas que alguna vez me hubiesen contado, sospechaba q algunas solo podría haberlas imaginado, pero valía la pena tratar de imaginar semejante situaciones.
Había algo retorcidamente atractivo en la idea de ser asesinado por sus manos, si mi vida tenia que terminar de alguna manera, esa seria la forma que elegiría, de poder hacerlo. No quería ver mi belleza consumida por el tiempo, o extinguirme de la misma manera que lo hacían las aves que me comía en el desayuno, anónimamente, sin ser amadas u odiadas, sirviendo apenas al propósito de preservar la cadena alimenticia.
- Mi señor, te vas a quedar bizco - le dije volviendo con el y tocándole el fruncido entrecejo - algo esta mal? No parece muy contento? - le interrogue fingiendo inocencia - mi amiga es muy divertida, cuenta historias muy interesantes, y no son tan caras - dije dándole unas monedas a la mujer con lo cual ella se aproximo a Löwe para susurrarle las anécdotas más obscenas que alguna vez me hubiesen contado, sospechaba q algunas solo podría haberlas imaginado, pero valía la pena tratar de imaginar semejante situaciones.
Mauren Morgan- Cambiante Clase Baja
- Mensajes : 279
Fecha de inscripción : 03/04/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Lo mío es mío (Priv. Löwe)
Amaba a Maurice. No había duda de ello, ya que si otro hubiera hecho siquiera una mínima parte de todas sus fechorías, no sólo estaría muerto, sino que se habría encargado de que numerosas generaciones posteriores sufrieran por culpa de aquella persona capaz de enfrentarlo. Sin embargo, había veces en las que se planteaba la indiscutible idea de que su amante era un adorable masoquista. No sólo estaba llevándolo al límite de su paciencia, sino que lo estaba guiando como si fuera un muñeco, actuando para él en una función de títeres que el cambiaformas movía a su antojo.
Siempre supo que la bestia interior de aquel hombre le traería problemas, lo que no parecía entender Maurice, era que, a veces, aquello que deseaba, tan solo era un capricho que duraba a penas un par de segundos. Pero si aquel astuto gato deseaba realmente que él jugase, iba a darle exactamente lo que quería. ¿ Escuchar a la prostituta?. Por supuesto que lo haría.
Sonrió con esa mueca rebelde que prometía que se iba a arrepentir de aquello que le había pedido, y, simplemente, se centró en la prostituta. Sus ojos azules miraron a la mujer con intensidad, ofreciéndole una gran sonrisa, como si realmente fuera algo mínimamente interesante como para atraer su atención y fingió que realmente aquello que soltaba por sus labios era sumamente increíble.
Con crueldad, se separó ligeramente de Maurice para poder sentar a la mujer sobre sus piernas. Le separó el pelo de su rostro y se rió sobre la piel de sus hombros cuando dijo alguna obscenidad sin clase alguna.
- Cuéntame más. – Le susurró a la mujer, mientras ignoraba por completo a Maurice. Él había deseado que jugara, así que le estaba dando lo que había pedido. ¿ O no?.
- ¿No tienes sed?- Le preguntó a la mujer de repente, interrumpiéndola al colocar sus dedos sobre los labios humanos, creando un dulce gemido cuando le dejó una caricia en el labio inferior al pasar uno de sus dedos sobre él.
- Vino dulce para la hermosa cuentacuentos.- Dijo a Maurice dándole su propio vaso de cristal, aunque sus ojos permanecieron en el rostro de ella en todo momento, escuchándola, viendo cómo se sonrojaba al ver que sus ojos se deslizaban lentamente de los labios humanos al escote, como si hubiera algo allí que se le hubiese perdido.
Siempre supo que la bestia interior de aquel hombre le traería problemas, lo que no parecía entender Maurice, era que, a veces, aquello que deseaba, tan solo era un capricho que duraba a penas un par de segundos. Pero si aquel astuto gato deseaba realmente que él jugase, iba a darle exactamente lo que quería. ¿ Escuchar a la prostituta?. Por supuesto que lo haría.
Sonrió con esa mueca rebelde que prometía que se iba a arrepentir de aquello que le había pedido, y, simplemente, se centró en la prostituta. Sus ojos azules miraron a la mujer con intensidad, ofreciéndole una gran sonrisa, como si realmente fuera algo mínimamente interesante como para atraer su atención y fingió que realmente aquello que soltaba por sus labios era sumamente increíble.
Con crueldad, se separó ligeramente de Maurice para poder sentar a la mujer sobre sus piernas. Le separó el pelo de su rostro y se rió sobre la piel de sus hombros cuando dijo alguna obscenidad sin clase alguna.
- Cuéntame más. – Le susurró a la mujer, mientras ignoraba por completo a Maurice. Él había deseado que jugara, así que le estaba dando lo que había pedido. ¿ O no?.
- ¿No tienes sed?- Le preguntó a la mujer de repente, interrumpiéndola al colocar sus dedos sobre los labios humanos, creando un dulce gemido cuando le dejó una caricia en el labio inferior al pasar uno de sus dedos sobre él.
- Vino dulce para la hermosa cuentacuentos.- Dijo a Maurice dándole su propio vaso de cristal, aunque sus ojos permanecieron en el rostro de ella en todo momento, escuchándola, viendo cómo se sonrojaba al ver que sus ojos se deslizaban lentamente de los labios humanos al escote, como si hubiera algo allí que se le hubiese perdido.
Löwe Von Meer- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 236
Fecha de inscripción : 12/01/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Lo mío es mío (Priv. Löwe)
Sentí fuego corriendo por mis venas y subir rectando a través de mi piel para envolver mis pensamientos en una destructiva marea de pensamientos asesinos. Prácticamente arranque el vaso de su mano "¿Cómo se atrevía a poner el juego contra mi?". Ya no era divertido, ni la mujer, ni el lugar, ni las miradas que ahora eran acompañadas de ligeras muecas de burla en las sonrisas de esos ebrios que se atrevían a ver a través de mi, mis celos expuestos en toda su horrible apariencia, y la humillación que sentía al ver cuan fácilmente era capaz de quitarme su atención y ponerla en una sucia mujerzuela cualquiera.
Eso no se quedaría así, en definitiva no seria mi orgullo el único magullado, fui hasta el cantinero y le pedí que me sirviera vino, mientras llenaba el vaso con el obscuro liquido, mi mente divagaba, imaginaba el rostro enfadado de Löwe cuando lo bañara con la bebida, pero inmediatamente la fantasía se volvió insatisfactoria cuando aquel descarado vampiro imaginario lamia el vino de la piel de la mujer y ella le ofrecía asearse en una de las habitaciones de arriba. Volví a la realidad sintiéndome más furioso, pero bañarlo en vino ya no parecía la mejor venganza.
Termine entregando la bebida sin incidentes, sintiendo mis entrañas retorcerse de disgusto cuando ella río chillonamente por algo que Löwe susurro en su oído.
"¡Maldito mil veces!" Lo odiaba cuando jugaba de esa manera conmigo, sabiendo cuanto detestaba ser ignorado, más aun si la razón era una mujer en su regazo. Si esa era su revancha por obligarlo a llevarme a la ciudad cuando el quería quedarse en la casa, sin duda estaba teniendo éxito.
Prácticamente daba la noche por perdida y empezaba a pensar en excusas para que volviéramos a casa cuando un grupo de caballeros juerguista entro al lugar. Eran jóvenes y estaban algo ebrios, pero rondaban los 20 y 25 años, luciendo atractivos en sus trajes hechos a medida, me distraje observándolos hasta que uno noto que los miraba, quizás era el alcohol el sus venas, pero sus ojos estaban descaradamente sobre mi. Le sonreí y me sonrío de vuelta, realmente era difícil sentirse atraído por cualquier otro hombre luego de haber estado con mi amo, cada parte del vampiro sólo podía definirse como perfecta, sus ojos de un azul tan claro que helaba el alma cuando mostraba disgusto, la mueca de sus labios al sonreír, el contorno perfectamente marcado de su cuerpo, sin embargo toda su "perfección" estaba ahora prestándole atención a alguien que no era yo, y si bien aquel humano ni siquiera podía compararse a una sombra suya, bien podía servir para al menos restauran mi magullado ego.
No se quedaron por mucho tiempo, pero cuando se estaban yendo el chico con quien intercambie algunas miradas me hizo señas para que los siguiera. Me gire a ver que cara debía estar poniendo mi amo en esos instantes, sin embargo parecía demasiado entretenido con la mujer para enterarse de nada más. Eso me dio el impulso que necesitaba y me levante para irme tras aquel tipo, al menos estaba seguro de que sus ojos estarían en mi la mayor parte del tiempo.
Eso no se quedaría así, en definitiva no seria mi orgullo el único magullado, fui hasta el cantinero y le pedí que me sirviera vino, mientras llenaba el vaso con el obscuro liquido, mi mente divagaba, imaginaba el rostro enfadado de Löwe cuando lo bañara con la bebida, pero inmediatamente la fantasía se volvió insatisfactoria cuando aquel descarado vampiro imaginario lamia el vino de la piel de la mujer y ella le ofrecía asearse en una de las habitaciones de arriba. Volví a la realidad sintiéndome más furioso, pero bañarlo en vino ya no parecía la mejor venganza.
Termine entregando la bebida sin incidentes, sintiendo mis entrañas retorcerse de disgusto cuando ella río chillonamente por algo que Löwe susurro en su oído.
"¡Maldito mil veces!" Lo odiaba cuando jugaba de esa manera conmigo, sabiendo cuanto detestaba ser ignorado, más aun si la razón era una mujer en su regazo. Si esa era su revancha por obligarlo a llevarme a la ciudad cuando el quería quedarse en la casa, sin duda estaba teniendo éxito.
Prácticamente daba la noche por perdida y empezaba a pensar en excusas para que volviéramos a casa cuando un grupo de caballeros juerguista entro al lugar. Eran jóvenes y estaban algo ebrios, pero rondaban los 20 y 25 años, luciendo atractivos en sus trajes hechos a medida, me distraje observándolos hasta que uno noto que los miraba, quizás era el alcohol el sus venas, pero sus ojos estaban descaradamente sobre mi. Le sonreí y me sonrío de vuelta, realmente era difícil sentirse atraído por cualquier otro hombre luego de haber estado con mi amo, cada parte del vampiro sólo podía definirse como perfecta, sus ojos de un azul tan claro que helaba el alma cuando mostraba disgusto, la mueca de sus labios al sonreír, el contorno perfectamente marcado de su cuerpo, sin embargo toda su "perfección" estaba ahora prestándole atención a alguien que no era yo, y si bien aquel humano ni siquiera podía compararse a una sombra suya, bien podía servir para al menos restauran mi magullado ego.
No se quedaron por mucho tiempo, pero cuando se estaban yendo el chico con quien intercambie algunas miradas me hizo señas para que los siguiera. Me gire a ver que cara debía estar poniendo mi amo en esos instantes, sin embargo parecía demasiado entretenido con la mujer para enterarse de nada más. Eso me dio el impulso que necesitaba y me levante para irme tras aquel tipo, al menos estaba seguro de que sus ojos estarían en mi la mayor parte del tiempo.
Mauren Morgan- Cambiante Clase Baja
- Mensajes : 279
Fecha de inscripción : 03/04/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Lo mío es mío (Priv. Löwe)
Sus ojos captaron el momento en que Maurice levantó su cuerpo lejos del asiento. Sabía perfectamente que iba a hacer, precisamente porque él lo había provocado. Pero no hizo nada absolutamente por detenerlo. Algo hoy no estaba bien con él. Quería divertirse, pero también tenerlo a su lado. Él debía saber perfectamente que ambas cosas no eran compatibles si había celos de por medio. Era un hombre de sentimientos intensos, si estaba pensando en arrancarle la cabeza del cuerpo a todos aquellos que mirasen a su amante, no podía reírse al mismo tiempo de sus tonterías. El no funcionaba así.
Suspiró y apartó a la mujer, dándole una suave palmada en su cabeza antes de dejarla atrás sin que le importase lo más mínimo qué sentía ella al descartarla con tanta rapidez. Solo caminó pensativo detrás de Maurice, sabiendo que podía alcanzarlo cuando quisiera. Porque el muchacho olía para él de una forma tan agradable y exótica, que podría encontrarlo así como alguien podría distinguir una oveja negra entre el resto del rebaño.
- Maurice. - Susurró apoyándose en la puerta de la salida de aquella taberna. Sus brazos se cruzaron sobre su estómago, evidenciando que estaba tenso, pero relajado. Algo extrañamente compatible que el vampiro siempre conseguía mantener gracias a que jamás se mantenía totalmente alejado de sus instintos asesinos. Siempre estaba preparado por si ocurría algún problema y tenía que luchar. Se había acostumbrado a ser un león y, aunque lo quisiera, no podría ser una oveja. Por mucho que fingiese serlo.
- Veo que has encontrado algo interesante. - Le lanzó una pequeña bolsa de terciopelo con unas pocas monedas y lo miró a los ojos verdes. Varias emociones pasaron por el vampiro, pero solo quedó el astío y cierta decepción.
- Diviértete. Si querías jugar solo, deberías haberlo dicho.Espero que merezca la pena, no querría verte llorar. - Le lanzó una última mirada fría, antes de que, simplemente se diera la vuelta y tomara el camino más alejado de ellos. Se había cansado de correr tras él, de intentar llamar su atención. No le gustaba sentirse en medio de un juego que no entendía, mucho menos cuando sabía que estaba perdiendo.
Sacó un cigarrillo del interior de su chaqueta y lo encendió, fumando mientras se sentía extrañamente vacío. Había esperado realmente el divertirse con Maurice. El hacer miles de locuras en la noche, pero él estaba demasiado ocupado jugando con cualquiera menos con el vampiro que siempre tenía en casa. Así que le daba lo que quería, solo esperaba que terminase siendo lo suficiente interesante como para que valiese la pena dejarle atrás.
Suspiró y apartó a la mujer, dándole una suave palmada en su cabeza antes de dejarla atrás sin que le importase lo más mínimo qué sentía ella al descartarla con tanta rapidez. Solo caminó pensativo detrás de Maurice, sabiendo que podía alcanzarlo cuando quisiera. Porque el muchacho olía para él de una forma tan agradable y exótica, que podría encontrarlo así como alguien podría distinguir una oveja negra entre el resto del rebaño.
- Maurice. - Susurró apoyándose en la puerta de la salida de aquella taberna. Sus brazos se cruzaron sobre su estómago, evidenciando que estaba tenso, pero relajado. Algo extrañamente compatible que el vampiro siempre conseguía mantener gracias a que jamás se mantenía totalmente alejado de sus instintos asesinos. Siempre estaba preparado por si ocurría algún problema y tenía que luchar. Se había acostumbrado a ser un león y, aunque lo quisiera, no podría ser una oveja. Por mucho que fingiese serlo.
- Veo que has encontrado algo interesante. - Le lanzó una pequeña bolsa de terciopelo con unas pocas monedas y lo miró a los ojos verdes. Varias emociones pasaron por el vampiro, pero solo quedó el astío y cierta decepción.
- Diviértete. Si querías jugar solo, deberías haberlo dicho.Espero que merezca la pena, no querría verte llorar. - Le lanzó una última mirada fría, antes de que, simplemente se diera la vuelta y tomara el camino más alejado de ellos. Se había cansado de correr tras él, de intentar llamar su atención. No le gustaba sentirse en medio de un juego que no entendía, mucho menos cuando sabía que estaba perdiendo.
Sacó un cigarrillo del interior de su chaqueta y lo encendió, fumando mientras se sentía extrañamente vacío. Había esperado realmente el divertirse con Maurice. El hacer miles de locuras en la noche, pero él estaba demasiado ocupado jugando con cualquiera menos con el vampiro que siempre tenía en casa. Así que le daba lo que quería, solo esperaba que terminase siendo lo suficiente interesante como para que valiese la pena dejarle atrás.
Löwe Von Meer- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 236
Fecha de inscripción : 12/01/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Lo mío es mío (Priv. Löwe)
Estaba a punto de volver a su lado, pedirle que me perdonara y proponerle ir al teatro juntos, sin embargo la mujerzuela de la taberna salió en ese momento y fue a colgarse de su brazo como una sanguijuela que se aferra a la carne, inmediatamente comprendí que el también procuraría diversión por su cuenta, haciendo que se esfumara el sentimiento de culpa de mi interior.
Aferre la bolsita con monedas hasta que pude sentirlas arqueándose en el interior por la presión de mi mano. Sí, iba a divertirme y en grande, corrí detrás de los humanos que se habían alejado cuando me detuve a escuchar las palabras de mi amo. Esta era una rara oportunidad, una noche de libertad que no dejaría arruinarse por nada, ni siquiera por el conocimiento de que una ramera estaba en compañía de mi señor.
Con desesperación procure que esa promesa se hiciera realidad.
Acompañe a los humanos hasta un burdel de buena categoría con mujeres que vestían reveladoras prendas de encaje y corsé que hacían más apetecible sus de por si generosas curvas, exactamente como un pastelillo con glaseado, pero la suavidad de sus cuerpos, i las insinuación en sus sensuales miradas no lograban excitarme.
La bebida tenía un sabor amargo en mi garganta, la risa de "mis amigos" solo me irritaba. Era imposible llevar la farsa adelante, sólo quería llorar cual cachorro perdido, abandone las ultimas monedas despidiéndome escuetamente del grupo. Tal vez aun podía alcanzar a mi amo, era una esperanza ridícula luego de pasar tanto tiempo alejado tratando de divertirme cuando me era imposible, no obstante me aferre a esa idea.
Corrí atravesando la calle, apenas me fijaba en el transito, empuje personas a un lado e ignore gritos e insultos, pero cuando apenas estaba a un par de calles del ultimo sitio donde nos vimos cruce frente a un carruaje imprudentemente. El caballo me derribo duramente cuando choco contra mi cuerpo, caí bajo sus patas quedando totalmente tonto luego de que pateara mi cabeza dejando un agudo pitido en mis oídos que apagaba todos los demás sonido por el grito de los transeúntes, la calle pareció quedarse completamente a obscuras, pero mi mente estaba demasiado aturdida para sentir pánico pese a aquella obscuridad que precedió a la inconciencia.
Aferre la bolsita con monedas hasta que pude sentirlas arqueándose en el interior por la presión de mi mano. Sí, iba a divertirme y en grande, corrí detrás de los humanos que se habían alejado cuando me detuve a escuchar las palabras de mi amo. Esta era una rara oportunidad, una noche de libertad que no dejaría arruinarse por nada, ni siquiera por el conocimiento de que una ramera estaba en compañía de mi señor.
Con desesperación procure que esa promesa se hiciera realidad.
Acompañe a los humanos hasta un burdel de buena categoría con mujeres que vestían reveladoras prendas de encaje y corsé que hacían más apetecible sus de por si generosas curvas, exactamente como un pastelillo con glaseado, pero la suavidad de sus cuerpos, i las insinuación en sus sensuales miradas no lograban excitarme.
La bebida tenía un sabor amargo en mi garganta, la risa de "mis amigos" solo me irritaba. Era imposible llevar la farsa adelante, sólo quería llorar cual cachorro perdido, abandone las ultimas monedas despidiéndome escuetamente del grupo. Tal vez aun podía alcanzar a mi amo, era una esperanza ridícula luego de pasar tanto tiempo alejado tratando de divertirme cuando me era imposible, no obstante me aferre a esa idea.
Corrí atravesando la calle, apenas me fijaba en el transito, empuje personas a un lado e ignore gritos e insultos, pero cuando apenas estaba a un par de calles del ultimo sitio donde nos vimos cruce frente a un carruaje imprudentemente. El caballo me derribo duramente cuando choco contra mi cuerpo, caí bajo sus patas quedando totalmente tonto luego de que pateara mi cabeza dejando un agudo pitido en mis oídos que apagaba todos los demás sonido por el grito de los transeúntes, la calle pareció quedarse completamente a obscuras, pero mi mente estaba demasiado aturdida para sentir pánico pese a aquella obscuridad que precedió a la inconciencia.
Mauren Morgan- Cambiante Clase Baja
- Mensajes : 279
Fecha de inscripción : 03/04/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» LA BELLA FLOR VIKINGA (LOWË) + 18
» Agobiante monotonia [Priv. Löwe][+18]
» Rentrer à la Maison (Priv. Löwe)
» The time has come [Löwe]
» Siluetas [Löwe Von Meer]
» Agobiante monotonia [Priv. Löwe][+18]
» Rentrer à la Maison (Priv. Löwe)
» The time has come [Löwe]
» Siluetas [Löwe Von Meer]
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour