Caminata por paris...

La tenaza de una mano que deseaba reprender, destrozar… eso era la mano de la vampiresa que aun no aplicaba del todo su fuerza en aquella labor. El fino cuello de la joven era a su manera un manjar de su propia sangre. Sentía el flujo por esas venas pero la idea le repugnaba así como lo hacia la misma doncella. Una mente forjada al parecer para no mirar más allá pero tal razón se justificaba así como las suyas propias no. Y que importaba? Su mano se tensaba mas, la amenaza creciente se acrecentaba y en su rostro se formaba un rictus de mórbida satisfacción, vería esa carne desgarrarse ante ella y bañarla como lo hacia la lluvia con sus diminutas gotitas frías. Estas serian tibias y serian suyas… Pero se produjo la intervención.

Como un caos que se desencadena para devorarlo todo, así contemplo el torbellino que se cernió sobre ella con la violencia suficiente como para liberar su presa y convertirla a ella en el ser enjaulado. Ya su expresión no era más que una máscara desencajada de incredulidad. Ese perrillo osaba tocarla… y su agarre era lo suficientemente fuerte para mantenerla allí?! Más que asombrada aquello le perturbaba. Su cuerpo de inmediato comenzó a debatirse con furia su cabeza baja por la manera en que la posicionaba el brazo del varón intentaba alzarse, sus brazos se agitaban como posesos tratando de alcanzarlo a él, y sus piernas se aplicaban contra el suelo tratando de elevarse, de moverlo!
Un gruñido se ahogo en su garganta antes de que tras otro intento fallido por zafarse se llevara a cabo sin resultado. Las palabras que el usaba no servían de nada y le importaban aun menos sus suposiciones. Siempre se cuenta con el hecho de todos piensen y juzguen como mejor les conviene.

Cuando él le hablo a la chica diciéndole que el mantendría todo bajo control para que ella pudiera preguntar Kamaria estuvo a punto de soltar una carcajada. Qué ridícula actuación era aquella? Un teatro de enajenados mentales? " Te hablo, te pregunto, me doy la vuelta, no me interesa lo que digas, luego te vuelvo a preguntar cuando ya demostre antes que me vale una raiz lo que digas? " Qué auténticamente irónica manera de cambiarle el humor por lo que optó por calmarse solo un poco mientras con la mirada atravesaba a la jovencita escudriñando sus expresiones faciales luego atendiendo medianamente a su voz y a la recién formulada pregunta. “ Por qué las destruiste?” Uhmm… la retahíla seguía y ahora era su culpa que las siete pequeñas hubieran nacido. Una sonrisa menuda curvo sus labios creando una mueca sardónica de medio lado.

Un perro aulló en la distancia como si diera un aviso. El chillido de un gato en celo estallo en sus oídos casi al mismo tiempo en que escuchaba lo que parecía ser el inicio de una amenaza – Una vez cumplida tu promesa…- repitió ella en un tono bajo, casi meditabundo sin mirarla sino con la mirada perdida en el infinito como una mujer que de pronto pierde la razón y la voluntad. – Cumplida tu promesa…- volvió a pronunciar casi en un débil canturreo melancólico.

La luna se mostro brevemente tras las nubes iluminándolo todo con su radiante luz, bañando con su halo blanco cada rincón desde el cielo como si lo bendijera. Pero cuando la oscuridad volvió a caer los ojos fieros y camaleónicos de la bestia observaban de lleno a la otra vampira. Bien abiertas esas ventanas del alma enseñaban un destello que más que mortecino y lúgubre parecía avisar sobre el infierno mismo y el fragor de las llamas que no mueren jamás. – Cuando quieras realmente saber algo. Haz la pregunta y luego cállate de la boca. – aconsejo con brevedad seca y punzante… la antesala inmediata a una orquesta de agites salvajes en ese cuerpo que casi convulsamente buscaba liberarse. La melena se batía, el cuerpo se retorcía y los pies se clavaban más al piso… Un perrillo… un perrillo que conocería algo nuevo. El cuerpo tenso pareció ligero, las manos aplicaron las palmas hacia abajo mientras el deseo de elevarse se convertía en el motor de impulse… - Suéltame!. – ordeno antes de que sus pies dejaran el suelo y aunque aplicando más cantidad de poder a su maniobra, consiguiera alzarse a dos metros de altura con el vampiro a cuestas.