Lisa Lëichtsinstein

GUSTOS

DISGUSTOS

MANÍAS O VICIOS

■ Siente un gran amor por la literatura. Es un ratón de biblioteca.
■ Gusta de las tardes tranquilas donde puede escribir y/o tocar el piano en la salita de estar

■ Gusta de aprender cada día más pues siente una gran necesidad casi obsesiva de conocimientos.

■ Las injusticias y los tratos abusivos con los demás. La desigualdad social.
■La gente conformista, en encierro eterno y la privación de libertad.

■ Su vicio más secreto es el chocolate amargo.
■ Tiene la manía de coleccionar libros y ordenarlos alfabéticamente

HOBBIES

VIRTUDES

DEFECTOS

■ Leer libros de todo tipo. Donde se le vea ella siempre está acompañada de un fiel libro.
■ Dar largos paseos por el prado y contemplar la naturaleza y sus beneficios

■ Es muy apasionada por lo que siente motivación. Gusta aprender todo el tiempo, asistir a tertulias y tocar el piano.
■ Quizá sea una persona que critique mucho, pero siempre intenta ver el lado destacable de una persona o situación

■ Puede ser una persona demasiado idealista que aspira a la utopía imposible de la igualdad de condiciones
■ A veces es demasiado soñadora. Pese a todo lo negativo que ha leído en la interminable lista de novelas que han pasado por sus manos aún confía en la humanidad aunque diga lo contrario.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Lisa no es del tipo de muchachas parlanchinas que quieren llamar la atención constantemente, más bien es una joven de pocas palabras analíticas que habla en el momento adecuado y de forma prudente. Tampoco es el tipo de mujer que se sienta en la salita a bordar y cantar a la espera del hombre de su vida, tiene muy en cuenta que es mejor, en todos los casos posibles, aventurarse a salir y descubrir las maravillas del mundo por si sola y sin necesidad de un hombre.
Gracias a su aprecio por los libros tiene un amplio diccionario lingüístico y tema de conversación pero gracias a esto mismo el número de amigos es reducido a muy pocos pues la mayoría de los jóvenes la consideran aburrida y ella suele tener la sensación de que los demás hablan de temas superficiales sin ápices de reflexión. Si bien tiene pocos amigos y no es una persona muy efusiva, es  comprensiva y generosa con su entorno. Siempre lleva el emblema de la filantropía que su padre le inculcó, espera mucho de las personas y suele confiar que pueden sacar un lado brillante aunque estén envueltos en oscuridad.  Es por eso que se frustra cuando alguien juega con su confianza o la estafan. No le gustan las personas que se divierten con la miseria de los demás, tampoco le agradan los abusos con los más débiles.  Piensa que ese tipo de personas carece de aprecio propio, incluso.

HISTORIA

Un hombre prodigio solía observar en una perspectiva apartada a las parejas danzar en el salón de baile del palacio real. Aquel hombre de ojos azules era un erudito entre los jóvenes, un hombre cuya inteligencia era inalcanzable y digna de admiración. Aquel joven provenía de una adinerada familia, el futuro brillante de una mente esplendida e ilustrada como la suya prometía mucho para los de su apellido.
Una promesa, una codiciada promesa, existía para él la cual consistía en ser uno de los investigadores estudiosos, científico e inventor del castillo real. Su futuro debía construirlo en base a una vida entre nobles y ceremonia de alta alcurnia. Cualquiera envidiaría su ya prescrita vida.  Esa idea invadía su mente cada vez que, desde lo más apartado del salón, permanecía taciturno observando como las parejas bailaban agraciadas piezas de baile. Siempre llegando a la misma conclusión; él no pertenecía allí. Ese no era su lugar. Entonces, ¿Cuál era su lugar?
Se imaginaba a sí mismo recorriendo el mundo como un peregrino aventurero deseoso de nutrirse de conocimientos y sólo equipado por su morral y, quizás y por qué no, un fiel canino que secundara sus pasos. Así se idealizaba, como un hombre de conocimiento y nómade, sin ataduras en la vida más que el hambre por el conocimiento.
Tenía veintidós años de edad y era un sabio entre sabios. Los reyes y demás nobles de su país se embelesaban escuchando sus charlas sobre las nuevas ciencias que vendrían a abrir los ojos, hasta entonces cubiertos con vendas que les enceguecían. Hubo quienes chismoseaban que este joven era un discípulo de satanás, sobre todo los más conservadores religiosos y chapados a la antigua. Pero la simple verdad de su existencia era ser un hombre libre y enamoradizo. Pues la primera vez que vio a aquella jovencita, una alemana de cabellos negros y ondulados, cuyos ojos verdes le dejaron prendado no pudo jamás sacarla de su corazón. Todas sus teorías sobre el amor el cual para él, hasta entonces, consistían en una composición química que engañaba la percepción del humano se desplomaron al quedar cautivado por aquella muchacha. Pero los padres de este joven investigador no permitirían que la promesa de la familia se relacionara con una simple bibliotecaria. Sus padres le prohibieron verla, pero era demasiado tarde pues el corazón insensato de ambos tórtolos los había unido en sagrado matrimonio secreto.
Él fue castigado al deshonrar a la familia con una unión tan vulgar, fue desheredado por sus progenitores y borrado del árbol familiar. Sin una sola moneda en los bolsillos, el joven y su esposa se fueron de la gran ciudad alemana cambiando la vida urbana por una más rural en los Alpes Bávaros y dejando toda su vida anterior atrás. Si bien muchos nobles se interesaron por auspiciarlo económicamente, él desechó todas esas ofertas pues no tenía interés en trabajar para los aristócratas.
En los Alpes Bávaros, la pareja se situó en una cabaña pequeña pero acogedora, vivían de lo que cultivaban y de los animales que cuidaban. Pese a las carencias, los dos vivían muy felices en su pequeña fantasía. Él se dedicaba a reparar las máquinas y mueblería de los demás campesinos como también a inventar herramientas más eficaces para el trabajo en el campo, ella en tanto se encargaba del hogar y de la recién nacida hija de ambos.
Así fue que el mundo recibió a Lisa Lëichtsinstein, quien desarrolló toda su infancia temprana entre el sur de Baviera, desde Lindau a orillas del Lago Constanza hasta Berchtesgaden junto al lago Königssee.
Lisa amaba su vida en Alemania, le encantaba salir de la comodidad rústica de su hogar y correr largamente por los Alpes hasta que sus piernas le suplicaran ya no más. A veces sus padres le daban permiso para aventurarse a ir un poco más lejos y su curiosidad la llevaba a ir más allá de las cumbres donde los pueblos eran más prolíferos y con más adelantos venidos de las ciudades más civilizadas. Allí la pequeña alemana se deleitaba con el canto y la sinfonía de los músicos que alegraban a quien pasase por las cercanías, otras veces asomaba la nariz por las cervecerías y tabernas clásicas alemanas y observaba a los hombres chocar sus jarrones cerveceros y brindar. Por supuesto, ella no probaba ni una gota de aquel elixir color de oro, pero invadía con preguntas a los consumidores sobre su proceso y creación. Las personas en el pueblo conocían a la pequeña Lisa por quien sentían gran cariño al igual que por su madre y por el gentil y bien educado padre de la pequeña “Sabionda”  
Cuando estaba en casa, Lisa y sus padres aprovechaban el tiempo que estaban los tres juntos. A veces la pequeña ayudaba a su madre a hornear los pasteles de zarzamora que tanto le gustaba a su padre, otras veces madre e hija salían a incursionar los prados, su madre le enseñaba todos los beneficios de la naturaleza la cual la empleaba como medicina tradicional. Cuando estaba con su padre éste le enseñaba todo tipo de sabidurías, desde historia mundial, poesías, literatura europea, y todo lo que él sabía. Cuando estaban los tres se divertían con juegos familiares o simplemente escuchando una historia alrededor de la chimenea. La vida de campo era encantadora.

Pero los Alpes también guardan recuerdos de inviernos crudos. Fue el invierno más frío de todos los que hicieron enfermar a la madre de Lisa quien cayó en cama y de ella nunca más se levantó. La tos la consumió a ella quien no pudo sobrevivir a ese invierno. Su esposo lloró la pérdida de su amada mujer a quien sepultó en el lugar que ella más apreció y en donde vivió los momentos más felices de su vida; los Alpes Bávaros.
La situación económica era precaria pero jamás faltó el alimento en la mesa, Lisa jamás pasó hambre gracias a su padre y nunca fue una muchacha inculta debido a las grandes enseñanzas de su progenitor y a la cantidad de libros que su padre coleccionaba en su pequeña biblioteca personal. Pero ella veía con preocupación cómo su padre se desgastaba trabajando, hubo muchas noches en las que él se amanecía terminando de arreglar alguna pieza o inventando alguna herramienta útil. De día, su padre trabajaba como cartero y Lisa asistía a la pequeña escuela del lugar. A veces ella le enseñaba a los niños más pequeños y los padres de estos le daban una pequeña bonificación por su trabajo.
Fue la misma Lisa la que alentó a su padre de aceptar un empleo mejor pagado que le ofrecían desde París. Si bien ambos miraban con tristeza el hecho de dejar el sepulcro de la madre en tierras alemanas, no podían despreciar la oportunidad que se les estaba dando. Guardaron todo lo necesario en sus baúles de viajes, vendieron a bajo precio la cabaña a uno de los buenos vecinos de su padre y se despidieron de su madre antes de partir.
Al llegar a Francia todo resultó completamente nuevo, casi un shock y quiebre tremendo con su acostumbrada manera de vivir la vida. En París la gente era más osada y elegante. Su padre conocía la elegancia rimbombante de los más adinerados debido a su pasado entre los nobles pero para Lisa era algo completamente nuevo. En un comienzo la vida más acelerada en tierras francesas le causaba malestar a la joven  que incluso llegó a experimentar el síndrome de Ulises pero la adaptación no demoró en llegar y el buen manejo del idioma francés ayudó bastante. Aun así sigue siendo demasiado ¨alemana¨ para el resto de franceses.
Lisa ahora, con sus dieciocho años de edad,  es una joven llena de valores y aprecio por el mundo. En parte se debe a la crianza inocente que su filántropo padre le dio toda su vida. De tal palo a tal astilla, la joven es una rata de biblioteca al igual que su padre. Es del tipo de muchachas que prefieren leer un buen libro que aceptar ir a una fiesta. Tal vez por este motivo no es una persona con muchos amigos y es muchas veces  considerada como aburrida y una ¨vieja¨ en el cuerpo de una joven pero eso poco le importa a ella.
Lleva en sus venas el deseo del saber, le gusta aprender de distintas culturas, enterarse de las ideologías de los nuevos pensantes, leer la columna de críticas en el periódico, gastar más dinero en libros que en atuendos. Además heredó el espíritu explorador y curioso de su padre, más de alguna vez la llevará esta curiosidad a meterse en problemas sobre todo ahora que se ha interesado por conocer más sobre las criaturas nocturnas que tanto aterran a las personas.

Su padre, fiel ratón de biblioteca e investigador voluntario, realizó una búsqueda de su árbol genealógico. Tal fue su sorpresa al encontrar a una antepasado de hace unos trecientos años la cual fue idéntica físicamente a su hija Lisa. Aquella mujer correspondía al nombre de ¨Löri¨. En un comienzo encontró aquel detalle agradable sonriendo torpemente pero al investigar más encontró que aquella bella mujer había sido borrada de los registro debido a un tormentoso romance que tuvo con un hombre del cual se especulaba que era un vampiro. Además, encontró también información de que ella murió  en misteriosas condiciones el día de su boda con su prometido humano.  Löri fue una dama refinada y de admirable inteligencia, hija única de un matrimonio conformado por padres de clase media que aspiraban a escalar alto en el estatus social. Con el tiempo se volvió más evidente los dotes brujeriles de Löri y sus padres comprendieron que debían hacer algo para frenar el deseo de ella por convertirse en una sanadora mágica. Löri fue comprometida entonces con un joven de clase alta, él era amable y estaba perdidamente enamorado de ella desde siempre pero Löri no de él. Es más, sentía cierto rencor por él pues no deseaba casarse con alguien a quien no amaba. En cambio, sentía atracción por un chico extraño y huraño del cual el pueblo hablaba muy mal de él. Resultó ser que aquel chico era un hombre lobo. Ellos dos planean a huir juntos de la ciudad y formar su vida aparte pero aquel joven huraño comprende que Löri jamás tendrá una vida respetable junto a él y prefiere alejarse desapareciendo de su vida sin previo aviso. El día del matrimonio de Löri se acerca y su prometido se hace más presente y ella prefiere pasar largas horas en el subterraneo secreto de la biblioteca de la ciudad estudiando extraños libros sobre magias. Prefiere eso a comportarse como una mujer pronto a casarse, pues gracias a lo sucedido siente aversión al compromiso. Su prometido, quien siempre fue tolerante y paciente con Löri, comienza a enterarse de que ella presta más atención a los recuerdos que le dejó un afuerino que al compromiso de ellos y comienza a engendrar una obsesión por Löri pero no es lo suficientemente cruel para hacerle daño a ninguno de los dos. Pero entonces regresa el joven del que Löri estaba enamorada y ve con malos ojos todo lo que está sucediendo (Ha seguido los movimientos desde las sombras) Finalmente, llega el momento en que los tres se enfrentan justo el día de la boda. Las cosas salen mal, el prometido de Löri temiendo por la seguridad de su futura esposa avisa a la policía sobre la naturaleza del hombre lobo, posiblemente se produjo una pelea entre los tres protagonistas de la historia y los policías.  Una serie de mal entendidos culmina con la muerte de Löri en extrañas condiciones.
Hasta ese momento el señor Lëichtsinstein no se arriesgaba a creer en la existencia de esas criaturas, y aún no quería hacerlo, pero en su corazón creció el temor de creer que esa criatura  pudiese seguir viva o, en su defecto, haber reencarnado su alma en otro ser  y que viera en Lisa a la mujer que alguna vez amó y al mismo tiempo le condenó. Es por eso que es un padre sobreprotector con su única hija pues teme perder a ¨Lo único bueno que ha hecho en su vida¨, su mejor amiga y su motivo de existir.

DATOS CURIOSOS

■ Siempre usa el collar con relicario que le obsequió su padre. Es un misterioso collar de plata cuyo relicario guarda una extraña jema.
■ Cosecha la esperanza de escribir alguna vez su propio libro.
■Tiene un diario de vida en el que escribe todos acontecimientos, descubrimientos y reflexiones diarias.
■Pasa gran parte del tiempo en la biblioteca leyendo y trabajando en ese sitio. Piensa en la tentativa de convertirse en enfermera para ganar un mejor sueldo.
■Siente gran curiosidad por descubrir los secretos que envuelven a los vampiros, licántropos, brujos y cambiaformas.
■ Algún día espera trabajar para el diario de París.