Las obras son parecidas a las palabras || Libre

por **Cora A. Samaras** Mar Abr 08, 2014 7:14 pm

”Atravieso por una transición, busco amor, deseo y pasión, me ato fácilmente a una ilusión, encuentro lo que anhelo con facilidad en una reflejada en una pintura, esa es mi razón de vivir: el arte”
— Cora Anastajia Samaras

La luna en lo alto, me indicaba que ya podía salir, sin temor del sol, que podría comenzar a lastimar la sensible piel que poseía y proporcionarme un dolor que no deseaba experimentar. Mi garganta pedía sangre, aquel vital y exquisito liquido que me mantenía viva. Era una sanguijuela en este mundo, pero no me importaba en lo más mínimo, pues había aprendido que había belleza en ser una hermosa dama, en el cual se escondía un monstro chupa sangre. No podría describir lo que era para mí el cazar, muy pocas veces lo hacía al frente de alguien, no porque me molestara que me vieran, más bien porque sentía que era un acto intimo, casi tan personal como una relación sexual, entre la víctima y yo, así que me incomodaba que un tercero mirara, cuando mis delicados labios buscaban la yugular palpitante de mi amado, por una noche.

Estire mi cuerpo de aquella tumba improvisada en donde me tuve que resguardar, todo por culpa del tiempo que me dio una mala jugada, pero no me arrepentía de haberme perdido en mis pensamientos, al menos había logrado mi objetivo y ahora mi preciosa pieza de arte estaba en el pequeño cuarto que ocupaba en parís, la enviaría pronto a mi gran mansión, apenas volviera nuevamente a pisar aquella habitación, comenzaba a pensar que vivirá otro tiempo en ese lugar, pero no lo sabía, podría mudarme, así que no buscaba un mobiliario demasiado grande. Sumergí de la tierra como un verdadero muerto viviente, sacudí suavemente mis cabellos llenos de tierra, buscaría algo con que alimentarme e iría a mis aposentos a asearme y botar aquel vestido maltrecho.

Deje salir un leve rugido, parecía que la bestia en mi le decía al mundo que estaba despierta, viva y hambrienta, los animales nocturnos parecieron callarse al escuchar mi aviso, miedosos de que fuera yo tras ellos en un acto de desesperación, pero no, aunque en ocasiones se necesitaba un poco de sangre animal, prefería la sangre humana, aquella que me volvía más hermosa y temporalmente humana.

Un crujido, un aroma extraño y para mi atrayente [/B]―¿Hum?― [/B] me hizo mirar mi alrededor con más detenimiento, deje salir un leve gruñido algo no estaba bien, alguien rondando peligrosamente estaba, tal vez sería esa mi cena, pero también podría ser yo la que saldría perjudicada en todo eso, pero el tiempo lo diría… ahora solamente un suspiro salió de mi, desviando la mirada entrecerrada hacia lo más alto del cielo, en donde la hermosa luna me anunciaba que no estaba sola.

por **Gianluca Audittore** Miér Abr 09, 2014 10:18 am

La noche era ideal para pasear alejado de la a veces ajetreada noche Parisina, así que decidí hacerlo. Tome el carruaje y le dije a Jean Luc que me llevara al cementerio, era un lugar ideal para pasera tranquilamente y pensar en mis temas, tenía en mente una inversión pero no estaba seguro al cien por cien de ello y para pensar me encantaba andar por aquel lugar, aunque obviamente reconocía que podía ser peligroso, pero la verdad era que llegado el momento todo era peligroso.

Al llegar baje del carruaje, como era de esperar el silencio inundaba el lugar, el olor de aquel sitio no era el más ideal, pero no me era molesto, quizas si no hubiera sido lo que era habria notado algo de frio. Comencé andar entre las lapidas "¿Cuantas historias esconderían esas lapidas?¿Cuántas vidas interesantes ocultarían?" Me pasaba siempre que estaba en un cementerio, observando las tumbas. Continúe caminando apoyándome en mi bastón, con andares elegantes, mirando a ambos lados, observando con calma y sopesando el asunto de mi posible inversión.

Aunque de repente un sonido extraño me asalta y me devuelve al cementerio, no era lo habitual, asi que me puse en alerta, pero dejo de oírse "¿Quizás paranoia?" Lo dudaba. Alguien como yo nervioso en un lugar asi era imposible. Así que continúe andando con cuidado.

por **Cora A. Samaras** Mar Mayo 06, 2014 3:27 pm

Vi una silueta comenzó a formarse a mi vista y el sonido de un bastón chocando con la tierra, me daba una idea de quién podría ser, mis colmillos nacieron, llamados por el hambre que carcomía mi ser, trate de no ser impulsiva, de verificar de quien se trataba primero, antes de cometer el pecado de quitarle la vida a un ser humano, pero en ese momento, en la euforia de la sed, la cordura se pierde, salte hacia un lugar más cercano a él, pero antes de poder abalanzarme hacia su yugular, me siente y debo esconderme como una rata en algún agujero.

Ese lapso de tiempo me ayuda a notar que es un vampiro, uno joven, comparado conmigo, me siento desilusionada por un momento, pensaba que era sangre humana, pero no importaba, matar a alguno que otro de mi misma especie, ya era algo común en mi comportamiento. Sigo sus pasos con cuidado, mi vestido maltrecho me hace parecer una verdadera muerte viviente salida de su tumba.

La prometida suicida, me llegaba a la mente, me hacía reír, el pensar la posible historia que la prometida suicida podría contar, mi presencia se hizo más fuerte, claro estaba más cerca de él, decidí mostrarme, gracias a mi rapidez, pronto estaba detrás de él, sonriente, con mi vestido hecho trizas y mi rostro lleno de mugre ―Aun debéis ser muy joven, querido ― comente mirándolo de arriba abajo, mientras mis manos entrelazadas por detrás de la espalda, jugaban con mis uñas, sacando el mugre que había dentro de ellas.

― Los vampirillos jóvenes son muy ricos ― sonreí macabramente, dejando ver mis colmillos y mis intensiones, debía ser sincera, no era por él, era simplemente mi deseos de alimentarme lo que me llevaba a ese estado de locura, en el cual no me importaba si era de mi misma especie de quien me alimentaba.

Y con mi rapidez y mi fuerza lo ataque, fue hacia él, aferrando mis uñas en sus hombros, mientras lo empujaba al piso, mientras mis dientes se mostraban como si se tratara de una fiera, caímos los dos, puse sentir el polvo de mi vestido levantándose, mientras forcejeaba con el vampiro ― Vamos, no te dolerá tanto, prometo no dejarte morir, como lo hacemos con nuestras victimas ― susurre, dentro de mi me reía. ¡Que cínica era¡ claro que no lo dejaría morir así, le arrancaría su sexo y le exploraría su cabeza; esa si era una muerte digna de recordar.

Off: de verdad mis disculpas si te parece que he respondido muy tarde, tengo varios personajes y me debo encargar de ellos, pero no te preocupes, no abandonare :)espero que sigas queriendo rolear

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