El sabor del agua... (Claude)

por Invitado Sáb Ago 28, 2010 12:07 am

¡Ah!, ¿cuantas noches había perseguido un aroma humano para alimentarme de él?, ya había perdido la cuenta... Mis silenciosos pasos me llevaron hasta ese lugar. Un hombre elegante, con el porte de un distinguido caballero, vestido con las mejores telas, dejando su cabellera alborota al viento, con la mano enguantada y posándose en un bastón de roble y oro; sí, ese era yo.

Me dispuse a entrar en esa cafetería, el aroma de aquel humano se entremezclaban con el del café y los dulces pastelillos del lugar, un aroma realmente agradable para seros sincero, pero la verdad prefería encontrar aquel singular olor que había seguido con fervor desde las oscuras calles parisinas.
Me dirigí a la mesa más alejada del lugar y pedí un simple "café solo", como lo estaba yo, aquel pensamiento se me antojó gracioso y una ligera sonrisa apareció en mis labios, pero prontamente se esfumó, como se esfuma el humo del café al soplarlo...

Los aromas se confundían en el aire y sin embargo yo intentaba distinguirlos. "Esto es una tontería", pensé, di un ligero golpe con el bastón en el suelo y me levanté de un brinco para dirigirme a la barra y pagar el café, pero un chico interrumpió mi paso derramándome la bebida caliente por todo el pecho, manchando mi chaleco y mi camisa de seda, el enfado se hizo presente en mi pasando por un instante de ira...

-Serás imbécil- resoplé para el chico cogiendo una servilleta y limpiándome la mancha, el hecho de haberme manchado no me molestaba, si no el hecho de que nuestros cuerpos chocasen y sentirlo tan cerca, eso me irritaba ligeramente, odiaba que las personas me tocasen sin dar mi aprobación. Clavé mi mirada en la del chico, podía sentir el susto y la vergüenza en él, mi mirada severa se tornó despreocupada al instante. Pude sentirlo, olerlo y saborearlo, era él, el aroma que me había cautivado emanaba de él y ahí estaba, ligeramente tembloroso ante mi y ahí estaba yo, embriagándome con su olor.

por **Claude Lessex** Sáb Ago 28, 2010 8:21 am

Era ya de noche, se supone que todas las personas estarían en sus correspondientes hogares cenando, en familia o con los amigos. Quizás incluso esa noche se estuviese celebrando una fiesta en alguna parte de la ciudad. Pero yo... No me apetecía volver a mi piso, sabiendo que no habría nadie esperándome, y que tendría que volver a cenar solo. Así que me dirigí a una de las cafeterías que yo conocía, a tomarme un café y quizás alguno de esos dulces bollos que la dueña preparaba.
Entré, apenas había gente y eso en cierto modo me consolaba. No habría muchos testigos de mi soledad y desasosiego. Me acerqué al pequeño mostrador de cristal, que guardaba en su interior miles de dulces que serían la perdición de cualquier niño. Pedí un café, un bollo de chocolate y me dispuse a buscar una mesa en la cual sentarme. Vi una junto a la ventana que daba a la calle, y me pareció una buena opción. Así podría entretenerme viendo el exterior mientras tomaba mi peculiar cena.
Caminé en esa dirección, sumido en mis pensamientos hasta tal punto que no me percaté de que pasaba cerca de otro de los clientes de la cafetería, con tan mala pata que mi codo chocó con su hombro... y todo mi café se derramó por encima de su ropa. Intenté disculparme, pero su enfado realmente me dejó medio paralizado. Cuando pude hablar, saqué un pañuelo de tela y me agaché para limpiarle, o al menos intentarlo, la ropa.

-Lo siento mucho, Monsieur... No... no me había fijado en que estaba usted aquí...-musitaba yo, notablemente nervioso. Mis mejillas se habían sonrojado de forma intensa.

por Invitado Sáb Ago 28, 2010 8:46 am

-Lo siento mucho, Monsieur... No... no me había fijado en que estaba usted aquí...- musitó el muchacho, tomé su mano con descaro evitando así que siga limpiando el desastre en mi camisa.

-Déjalo - susurré para él; noté como sus mejillas se sonrojaban ligeramente a causa de lo sucedido, eso hizo que en mi apareciera una leve sonrisa. Dejé la servilleta en la mesa y aparté la cubertería que se había caído al suelo con el pié, miré de nuevo al muchacho y le indiqué que me siguiera. Éste obedeció tontamente como si fuera una marioneta cuyos hilos los guiaba yo.

- Perdone lo sucedido señorita, pero deseo volver a pedir el pedido del joven que por culpa mía terminó en el suelo. - me disculpé con la encargada quien muy sonriente negó con la cabeza indicando que no sucedía nada. -llévelo a mi mesa por favor- volví a ordenar pagando el pedido y dirigiéndome a la mesa.

Indiqué al joven muchacho que se sentara, yo hice lo mismo, me acomodé en la silla y apoyé los codos en la mesa, entrelazando las manos frente a mi rostro, eso me daba un cierto aire de misterio y seriedad según Vithori y era algo que me encantaba; parecer misterioso y severo era mi mejor escudo contra la realidad.

por **Claude Lessex** Sáb Ago 28, 2010 10:11 am

Me quedé realmente sorprendido cuando me tomó la mano, haciendo que dejase de limpiar su ropa. Además la forma en que me miraba era, si podía catalogarse siquiera, bastante misteriosa. Cualquier otra persona, habría seguido gritándome y me habría hecho pagarle la reposición de la ropa. No comprendía por qué ese hombre de repente se había quedado callado, y me había impedido seguir con el intento de arreglar mi desaguisado. Y si eso me había dejado patidifuso lo que hizo a continuación fue la gota que colmó el baso... Se dirigió a la barra, yo siguiéndole a modo de disculpa, por si quería seguir regañándome... y en lugar de eso volvió a pedir mi café, como si yo no hubiese sido el causante de la incómoda situación que ambos acababamos de vivir.

-No... no se moleste... no ha sido culpa suya...-dije tartamudeando, no sabía como afrontar todo lo que estaba sucediendo en ese momento. Lo seguí hasta la mesa de nuevo, y cuando me senté dirigí la mirada al suelo. Mis mejillas todavía estaban rojas, y yo quería que la tierra me tragase en ese momento-. No debería haberme invitado de nuevo... Ha sido culpa mía por no mirar al frente mientras caminaba, realmente lo siento mucho monsieur...-decía yo una y otra vez, finalmente volví a mirarle, sólo para ver si estaba enfadado.

por Invitado Sáb Ago 28, 2010 12:03 pm

Sus palabras llegaron a mis delicados oídos como tintineo de campanas, sonreí plácido al notar su extrema vergüenza, se disculpaba una y otra vez por lo sucedido que tuve que alzar una mano en señal de alto para que dejase de tartamudear. Éste hizo caso a mi mano y bajó ligeramente la mirada.

-La culpa es de ambos y prefiero pagaros vuestra cena, que empezar una absurda discusión - dije, en un intento por parecer más amable, no pretendía desmoralizar ni avergonzar a aquel joven, simplemente seguir disfrutando de su excéntrico aroma a lavanda y miel, aroma que por cierto me encantaba.

Clavé la mirada en sus ojos pardos, esperando que dejase de negarse a mis acciones. Estiré una mano y muy suavemente dije: -Mi nombre es Threishan. ¿Con quién tengo el placer de estar esta noche?- pregunté con un desdén seductor, dejando de lado el halo misterioso que me rodeaba y dando paso a un trato más cordial.

por **Claude Lessex** Sáb Ago 28, 2010 2:02 pm

Me sorprendió su insistencia en asegurar que él también tenía parte de culpa de lo que había pasado... pero después de haberle tirado el café encima, lo mejor que podía hacer era darle la razón a lo que dijese, por muy sorprendentes que fuesen sus acciones. Vi que me tendía la mano y se presentaba, evidentemente no iba a ser menos. Si algo había aprendido a lo largo de mi vida, era a ser educado con las personas, las conociese de antes o no. Le estreché la mano, que al contacto con mi piel me pareció... extremadamente fría. ¿Estaría enfermo? Pensé en preguntárselo, pero luego supe que no era un asunto precisamente mío.

-Yo soy Claude Lessex... quizás me conozca de haber ido a alguna obra en el Teatro...-le sonreí. Estaba muy nervioso, y no sabía qué decir. Era la primera vez que me quedaba con un hombre completamente a solas. La cafetería poco a poco se había vaciado, y la camarera se había puesto a leer el periódico del día detrás del mostrador. Tomé mi taza de café y le di un largo sorbo. La calidez de ese amargo líquido me inundó al instante, y sonreí. El café era algo que me recordaba a la calidez de un hogar de verdad, de una familia y unos amigos. Era algo que yo deseaba con ahínco, y quizás por eso el café fuese una de mis aficiones.

por Invitado Sáb Ago 28, 2010 2:43 pm

Sonreí cálidamente al muchacho mientras negaba con la cabeza. -Me encantaría decir que he tenido el gusto de veros en una obra de teatro, pero os mentiría vilmente, soy nuevo en la ciudad y aún no me ha dado tiempo a ver absolutamente nada- respondí con suma tranquilidad.

Me recosté por el respaldero de la silla mientras cruzaba las piernas, posé una de mis manos en el bastón y la otra la dejé sobre la mesa, golpeándola con los dedos como intentando esperar una respuesta del joven, aun que a decir verdad no esperaba nada, simplemente estar allí, observarlo; me recordaba a mi querido... No, no me recordaba a nadie...

Suspiré profundamente y entorné los ojos buscando algo que me distrajera, pero nada había en nuestro alrededor que captara mi atención, nada ni nadie más que el chico de ojos pardos.

por **Claude Lessex** Sáb Ago 28, 2010 2:48 pm

Asentí. Si era nuevo, seguramente estuviese aún adaptándose al ritmo de París, a sus calles y la gente que las cruza. Lo último que haría sería ir al teatro a verme precisamente a mí en una de mis obras. Dejé la taza y tomé el bollo de chocolate, que era lo único que había quedado vivo de mi primer y catastrófico pedido. Le di un mordisco... Como siempre, estaba delicioso. Jamás me decepcionaba la bollería de esa cafetería. Ese sabor dulce y empalagoso habría alegrado el día a cualquier persona... Dejé de nuevo el dulce sobre su platillo, y volví a mirar al hombre que tenía ante mí.

Parecía pensativo... incluso algo melancólico... y me sorprendí a mí mismo preguntándome interiormente qué pasado tendría, qué le producía esa congoja que podía verse levemente reflejada en su rostro. Suspiré y volví a tomar un sorbo de café. Intentaba entretenerme con algo hasta que se me ocurriese algo que decir, una conversación que tener con ese semi-desconocido.

-¿Y... de dónde ha venido, si puedo preguntarle claro?-murmuré finalmente, creía que era un modo seguro de entablar una amigable conversación. Además, en el fondo, tenía curiosidad de artista por conocer algo más de él.

por Invitado Sáb Ago 28, 2010 3:31 pm

-¿Venir?... vengo de muchos sitios querido amigo- dije en un suspiro, intentando evitar mi típica ausencia en la mirada. -Pero pasé gran parte de mi vida en las frías estepas de Finlandia- volví a decir esta vez clavando mi mirada en la del joven, con un cierto aire ausente en ella.

Sonreí levemente al indagar en sus pensamientos, le resultaba interesante, eso me pareció halagador.
-Admito que sería un placer poder deleitarse con vuestra actuación, amo el teatro y lo que ello conlleva - volví a decir guiñando un ojo con cierto tono de complicidad, el cierto tono de sorpresa en su mirada hizo que sonriera, los halagos no eran muy comunes para el chico y yo era un romántico halagador. Una combinación realmente exótica y paradójica en ambos que resultaba realmente atrayente.

Me acomodé en mi sitio y me aclaré la garganta, con el fin de decir algo, pero de mis labios no salieron ni una sola palabra, tal vez esperara una respuesta del chico, o simplemente quedarme callado observándolo y ambas ideas me parecían complacientes, pues el aroma que emanaba de él me encantaba, ya esté callado o hablando, su simple presencia mejoraba mi típico humor irónico y egoísta.

por **Claude Lessex** Sáb Ago 28, 2010 3:42 pm

Lo escuché atentamente. Había pasado gran parte de su vida en Finlandia, quizás por eso estuviese tan blanco y con una piel tan fría... Aunque me parecía un poco estúpido pensar ese tipo de cosas, así que me obligué a mí mismo a dejar de indagar si no quería terminar en un manicomio. No sabía qué tenía ese hombre, pero a su alrededor parecía haber un aura de misterio que lo rodeaba, y que causaba en mí una intriga de tal magnitud que me costaba contenerme y avasallarlo a preguntas. Luego escuché lo que dijo sobre verme en el Teatro... y mi rostro se iluminó, y se dibujó una sonrisa en mis labios. Mis actuaciones para mí eran como una cura de la realidad, una forma de evadirme. Me encantaba mi trabajo, y yo era tan expresivo que dudaba que alguien no notase el cambio que se producía en mí con apenas mencionarlo.

-La verdad, no es por darme aire de superioridad monsieur, pero las obras en las que participo son bastante conocidas, y se venden muchas entradas... Si desea alguna, sólo dígamelo y yo se la reservaré-mi sonrisa se amplió un poco más.

Cogí de nuevo mi taza de café y le di esta vez un sorbo más largo, dejándola por la mitad. No comprendía el motivo, pero me sentía en confianza con el tal Threishan, parecía amable... y no me había reprochado el hecho de haberle estropeado la ropa. Al pensar en esto reaccioné al instante, sintiéndome mal.

-Respecto a la ropa... Si quiere yo le pagaré la nueva, no se preocupe...

por Invitado Sáb Ago 28, 2010 4:40 pm

Sonreí de nuevo ante su invitación, el escuchar los pensamientos del joven me resultaban sumamente gracioso y admito, con un deje de inocencia en él.
-Por favor, será un placer deleitarme con alguna de vuestras obras y me halaga gustosamente vuestra invitación.- volví a sonreír, el encanto natural del joven me atraía profundamente, pero el ligero tono infantil en sus palabras me resultaba casi tierno en él.

-Respecto a la ropa... Si quiere yo le pagaré la nueva, no se preocupe...- volvió a disculparse, yo negué instantáneamente con la cabeza haciendo callar al joven.

-No tiene por qué disculparse, la ropa es algo banal, ahora mismo podría andar desnudo por la calle si quisiera, pero el escándalo que armaría para con las demás personas no sería muy correcto por mi parte.- sonreí para que el joven apreciara la broma en mis palabras. -Aun que os confieso que ganas no me faltan.- volví a decir guiñándole el ojo con picardía y un deje de gracia.

por **Claude Lessex** Dom Ago 29, 2010 9:23 am

No supe por qué, pero en cuanto dijo que a él le gustaría ir desnudo por la calle... me hice una idea de la que sería una curiosa escena, y al mismo tiempo una muy excitante. Tragué saliva con fuerza, y aparté la mirada sonrojado. Agradecía que mis pensamientos no pudiesen ser escuchados o vistos, porque habría sido muy difícil para mí explicar esa jugarreta que me había planteado mi imaginación. Cogí la taza de café, y me tomé todo lo que quedaba de un sólo trago, esperando con ello despejarme y pensar menos tonterías. También me terminé el bollo, haciendo tiempo a que se me pasase la vergüenza y al mismo tiempo a pensar un nuevo tema de conversación, ya que me había quedado claro que ese que estábamos tratando no era la mejor opción para mí.
Dejé el platillo y la taza a un lado y lo miré.

-¿Sería una osadía por mi parte preguntar por su empleo, monsieur?-comenté, por hablar de una cosa cualquiera que no fuese el clima... Me parecía un tema de charla bastante usual y estúpido.

por Invitado Dom Ago 29, 2010 10:13 am

Los pensamientos del joven se me antojaron divertidos y un tanto atrevidos aun que confieso que los míos no eran precisamente menos que los suyos, de hecho se me venían a la cabeza mil y una formas de "diversión" con aquel muchacho.

Al acabar su café y su bollo volvió la mirada hacia mi, aún tenía las mejillas algo sonrojadas, algo que me dio aspecto de ternura en él; entreabrió ligeramente los labios y el sonido que emanaba de él parecía una sutil música para mis oídos.
-¿Sería una osadía por mi parte preguntar por su empleo, monsieur?- preguntó, intentando buscar un tema menos comprometedor y algo más sutil que el anterior.

-Me dedico a observar la vida pasar...- comenté con tono despreocupado y casi aburrido. -Tengo tanto dinero que no necesito trabajar y si no tuviera dinero tampoco trabajaría, me dedicaría la vida a leer libros y ver obras de teatro y si eso fuera un empleo yo sería el mejor pagado- volví a decir mientras en mis labios se dibujaba una media sonrisa un tanto irónica.

por **Claude Lessex** Lun Ago 30, 2010 8:29 am

Me sorprendió mucho su respuesta, pero me pareció que sería mala educación preguntarle cómo había obtenido la inmensa fortuna de la cual presumía. Supuse que sería herencia familiar, o los frutos de un antiguo negocio que había cerrado tras alcanzar el estrellato mercantil. Maldije el momento en el que me había terminado mi aperitivo: estaba tan nervioso que necesitaba tener algo entre las manos, un objeto con el que pudiese entretenerme. Saqué un pañuelo de tela de mi bolsillo, me limpié las comisuras de los labios, y empece a jugar con él entre los dedos.
Ese hombre parecía sabio, parecía que había visto mucho mundo... y la verdad, a su lado me sentía pequeño, más aún teniendo en cuenta que yo no era rico, sólo era un desdichado actor, que llegaba justo a pagar las deudas de fin de mes. Me gustaba mi vida, pero debía reconocer que a los ojos de alguien como el señor Threishan, parecería patética, e incluso vulgar.
Tragué saliva, y decidí mirar por la ventana. Una mujer, aparentemente adinerada, regañaba a su hijo pequeño por haberse caído, manchando así sus pantalones. Yo sonreí, era una escena tierna y familiar... algo que yo ni siquiera recordaba, o no había vivido.

por Invitado Lun Ago 30, 2010 8:47 am

Sonreí plácidamente ante la ternura de sus ojos al observar tras los cristales, sus recuerdos no eran precisamente muy bonitos, aun que tampoco lo eran los míos pero no tenía por que comprar.

-¿Os apetece pasear?, la noche está bonita como para disfrutarla.- pregunté al chico, estar sentado no era precisamente una de mis comodidades, prefería mantenerme en movimiento, hacer alarde de mi estatura y mirar a las personas por encima de mi hombro. Sí, era un egocéntrico y un tanto artificial muchas veces, pero también era cierto que podía conmoverme hasta una rosa, aun que no lo demostraba; todo aquello daba puntos a mi locura y mi extrema bipolaridad.

Como humano me pasaba el día admirando las plantas, moldeándolas y cuidándolas y cuando quería desconectar simplemente me sumía en mis libros, ahora solo admiro a los que son realmente feliz y por que no decirlo, los envidio, envidio esa facilidad para con la vida, en cambio yo solo me refugio en mi altanería y mal humor para no recordar eso que tanto daño hace, eso que soy incapaz de olvidar y lo deseo febrilmente, eso a lo que comúnmente llaman Amor...

por **Claude Lessex** Mar Ago 31, 2010 10:12 am

Escuché su proposición, y miré a la calle mientras le daba vueltas. Por una parte, la voz de la razón me decía que no podía irme con un hombre que casi era desconocido para mí. No sabía qué intenciones podía tener, quizás fuese un asesino en serie y yo en mi inocencia no estaba al corriente de ello... Quizás fuese un loco que me iba a apuñalar en cualquier callejón. Pero de nuevo, mi curiosidad fue superior a cualquier reflejo inteligente que yo pudiese demostrar, así que me levanté, en señal de que aceptaba sus planes. Aunque claro... habría sido un maleducado si no le respondía verbalmente.

-Vayamos afuera entonces, será bueno estirar las piernas y respirar aire puro... Aunque he de reconocerle que el aroma de los dulces que inunda este lugar tampoco es de mi desagrado-dije sonriendo, intentando recuperar esa alegría y soltura que me caracterizaba, y que parecía haber perdido desde el mismo momento en el que me había chocado con él, y le había tirado encima el contenido de mi taza.

Caminé hacia la puerta, esperando que me siguiera, y a los pocos segundos me encontré en el exterior. Una suave brisa, ni cálida ni fría, me sacudió ligeramente los cabellos e hizo que me estremeciera. La luna brillaba en lo alto, llena y llena de majestuosidad. De pequeño, yo solía pensar que la luna era como una bombilla, y que de día alguien la apagaba... En esos momentos, pensé en lo horribles que habrían sido mis noches de pesadillas sin esa luna en el cielo, que me miraba como un ángel protector, algo que dada mi situación por aquel entonces necesitaba mucho.

por Invitado Mar Ago 31, 2010 10:54 am

Asentí sonriente tras las palabras del muchacho y me levanté de mi asiento. Salimos fuera y comenzamos a caminar por las oscuras calles, la luna y las estrellas lo iluminaban absolutamente todo, algunos faros de aceite iluminaban pequeñas esquinas en las calles, pero el cielo estaba tan despejado que la oscuridad no era del todo completa.

-Espero no os haya parecido mal mi proposición.- Dije mirando al joven, quien anteriormente se había puesto a deliberar internamente sobre aceptar o no mi proposición. -Yo hubiese dudado de acompañar a un completo extraño, sobretodo de noche.- volví el rostro al camino y una sonrisa de medio lado se dibujaba en mis labios. La inseguridad de aquel joven se me antojaba divertida y la diversión era algo que me encantaba por sobre muchas otras cosas.

por **Claude Lessex** Miér Sep 01, 2010 11:02 am

Le escuché, y me sonrojé casi al instante percatándome del significado de sus palabras. ¿Quizás había notado mi incomodidad? No creía que la hubiese exteriorizado mientras aún estábamos en la cafetería, pero a lo mejor yo no era tan bueno como pensaba actuando en la vida real. Le sonreí de forma amable y abierta, como sólo yo podía hacer. Sí que era cierto que en su momento me lo había pensado mucho... pero no me arrepentía de la decisión tomada. Llevaba mucho tiempo sin salir, ni siquiera para dar un paseo. El teatro me había tenido absorto ensayando nuestra última obra en cartelera, y mi tiempo de diversión personal se había visto reducido drásticamente. Gracias a ese hombre, había vuelto a recordar lo bien que se sentía uno cuando salía a la calle una noche sin compromisos a la vista.

-No, no me ha incomodado para nada... Es más, hace una buena noche para pasear, y necesito estirar las piernas después de tanto tiempo sentado en esa silla de la cafetería...-sonreí y le miré la ropa, volviendo a sentirme arrepentido por haber propiciado ese desastre. Aparté la mirada, pues sabía que si yo seguía insistiendo el terminaría por enfadarse y se marcharía... Y por extraño que pareciese, me apetecía estar esa noche acompañado y no solo como siempre.

por Invitado Miér Sep 01, 2010 11:25 am

Sonreí de medio lado, creo que las sonrisas completas en mi rostro solo se tornaban en situaciones irónicas y desafiantes, pues era cuando más me divertía; yo era un demonio en toda regla y los demás solo eran y seguirían siendo mis víctimas.

-Tiene usted razón, monsieur Lessex, hoy hace una noche estupenda, ideal de ser admirada- dije asintiendo lentamente sin mirar al joven, pues en eso estábamos de acuerdo, era una noche fresca de principios de otoño, ni el calor era sofocante ni el viento muy frío, la noche ideal para la diversión, la persuasión y la perversión.

Seguimos caminando hasta llegar a un parque con vistas preciosas, vistas que no dudaba que bajo al luz del sol se tornen perfectas, pero para mis ojos vampíricos la perfección estaba diseñada en cada perímetro del lugar. Le temple des amants, pensé y entorné la mirada hacia mi joven compañero, que seguía sumido en sus pensamientos, pensamientos casi inocentes para mi.

-Dígame monsieur, ¿cuando será vuestra próxima obra?- pregunté para romper aquel silencio, aun que a mi no me desagradaba del todo, pues se me antojaba quedar mirando la belleza natural del parque y el rostro inmaculado e infantil del muchacho, que para mi eran perfectos para ser detallados en un retrato, pues era un pecado que los demás se perdieran tal cuadro de belleza, aun que eso también me hacía el único privilegiado de presenciar aquella imagen y guardarla solo para mi.

por **Claude Lessex** Miér Sep 01, 2010 11:35 am

Caminé a su lado, mirando a la gente que pasaba junto a nosotros, que no era mucha teniendo en cuenta que ya eran altas horas de la noche, quizás incluso se habían pasado la noche. No sabía cómo había podido pasar, pero en la cafetería había perdido la noción del tiempo entre el incidente del café y la charla con Threishan el desconocido... que cada vez lo era menos. Por cómo hablaba, por cómo caminaba conmigo, casi empezaba a verlo como un nuevo amigo y no como un chico al que apenas conocía. Además se expresaba de forma educada, cortés y había sido muy benevolente conmigo después de haberle manchado su ropa, que seguramente era un traje que yo no podría pagar ni haciendo cien obras teatrales. Todo ello, hacía que empezase a confiar en él, y a no dudar de sus intenciones. Sonreí cuando me preguntó por mi próxima obra... justo en lo que había estado pensando segundos antes, como si me estuviese leyendo el pensamiento en todo momento.

-Queremos que se estrene la semana que viene, el viernes... pero no sabemos si vamos a llegar a tiempo. Como es una obra de bajo costo, nos está costando mucho poner en orden el decorado ya que no contamos con técnicos para ello... Aún así, creo que gracias a este esfuerzo titánico que estamos realizando la obra nos saciará mucho más de lo que lo haya hecho ninguna otra antes...-sonreí pensando en el teatro, mientras miraba al estanque del parque, con las pupilas perdidas en mis reflexiones-. Me imagino toda la sala repleta... gente que nos aclama, gente que valora el trabajo que hemos hecho... Tengo ganas de poder mostrar mi arte al mundo, de enseñar la habilidad que puede tener una persona de convertirse en una completamente distinta... de evadirse de la realidad mediante monólogos y acciones fingidas... Siempre me ha gustado pensar que muchas personas acabarán... admirándome por esa capacidad mía... Aunque, claro está, siendo como soy un actor de poca monta no puedo esperar mucho del futuro... seguramente ni siquiera salga de París.

por Contenido patrocinado

El sabor del agua... (Claude)

El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)

Re: El sabor del agua... (Claude)