AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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¿Primos? [Privado - Desari]
2 participantes
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¿Primos? [Privado - Desari]
Quienes hablan contra la familia no saben lo que hacen, porque no saben lo que deshacen.
Gilbert Keith Chesterton
Los encuentros familiares de pospusieron por un tiempo, quizás un tiempo demasiado largo. El propósito de todo eso era únicamente que todos olvidaran lentamente como es que era exactamente Alaric Delay, para que de esa manera él pudiera pasar desapercibido como parte de la familia. Cada vez que se desarrollaba una reunión de los Delay, sus “padres” inventaban excusas para justificar la ausencia de Alaric en las reuniones pero ya era la hora.
Las semanas antes de esa reunión se encargaron de darle a memorizar todo aquello que se consideraba necesario como para que pudiera tener charlas decentes con cada uno de los miembros de la familia, en especial con aquellos que el verdadero Alaric había sido cercano. Entre esos y seguramente la que según el señor Delay y su esposa, sería la más complicada de convencer, sería Desari.
Si bien Alaric no vio jamás a ninguno de los miembros de la familia a la que ahora pertenecía, no consideraba un gran reto el tener que convencerlos de que era parte de ellos. Estaba sumamente seguro de todo lo que había aprendido en el tiempo viviendo en aquel hogar y siendo alguien que realmente ya no existía en aquel mundo. Con una sonrisa trato de tranquilizar a los Delay y se dedico entonces a lo suyo. Se paso perfeccionado los conocimientos sobre cada miembro y solo para tranquilizar más a quienes tan amablemente le tenían en su hogar como si fuese su hijo, presto especial atención a Desari.
El día tan esperado de la reunión familiar, se encontraba sumamente orgulloso de si mismo y de todo lo que hasta aquel momento había sido capaz de lograr. No existía nada que arruinara la coartada que habían formado de manera tan perfecta al pasar el tiempo y mientras el carruaje avanzaba por entre las calles de la alta alcurnia de París; Alaric se concentraba en volver a fingir.
Una vez que el carruaje se detuvo frente a una lujosa mansión y todos bajaron, Alaric ya se encontraba completamente en su papel, avanzando con orgullo y mirando todo a su alrededor como si lo conociera desde siempre.
Las puertas de la mansión se abrieron ante ellos para que todo el grupo de los Delay que se encontraba en aquel lugar se acercaran a saludarles y la mayoría miraron con curiosidad en dirección a él. De manera amable y como era lo esperado, comenzó a saludar a todos, recibiendo por su parte comentarios sobre lo mucho que había crecido, o que lucía mucho más guapo de lo que se recordaba, otros hablaban sobre que debía estar aprendiendo mucho sobre los negocios de su padre y algunos le felicitaron por haberse comprometido.
Todo parecía ir viento en popa, hasta que la mirada de Alaric se topo con la de una mujer que parecía estar analizando cada movimiento y cada una de las palabras que decía. No requirió que le dijesen nada sobre ella, supuso de manera acertada que se trataba de Desari; incluso la descripción que recibió de ella con anterioridad era demasiado acertada por lo que pidiendo disculpas a todos camino en dirección a ella.
– Ha sido un largo tiempo sin que nos viéramos – le miro y sonrió de manera ligera – ¿Cómo has estado, Desari? – pregunto sin más, aguardando para ver si es que lo convencía o ella parecía dudar más de él que nadie en aquel lugar.
Gilbert Keith Chesterton
Los encuentros familiares de pospusieron por un tiempo, quizás un tiempo demasiado largo. El propósito de todo eso era únicamente que todos olvidaran lentamente como es que era exactamente Alaric Delay, para que de esa manera él pudiera pasar desapercibido como parte de la familia. Cada vez que se desarrollaba una reunión de los Delay, sus “padres” inventaban excusas para justificar la ausencia de Alaric en las reuniones pero ya era la hora.
Las semanas antes de esa reunión se encargaron de darle a memorizar todo aquello que se consideraba necesario como para que pudiera tener charlas decentes con cada uno de los miembros de la familia, en especial con aquellos que el verdadero Alaric había sido cercano. Entre esos y seguramente la que según el señor Delay y su esposa, sería la más complicada de convencer, sería Desari.
Si bien Alaric no vio jamás a ninguno de los miembros de la familia a la que ahora pertenecía, no consideraba un gran reto el tener que convencerlos de que era parte de ellos. Estaba sumamente seguro de todo lo que había aprendido en el tiempo viviendo en aquel hogar y siendo alguien que realmente ya no existía en aquel mundo. Con una sonrisa trato de tranquilizar a los Delay y se dedico entonces a lo suyo. Se paso perfeccionado los conocimientos sobre cada miembro y solo para tranquilizar más a quienes tan amablemente le tenían en su hogar como si fuese su hijo, presto especial atención a Desari.
El día tan esperado de la reunión familiar, se encontraba sumamente orgulloso de si mismo y de todo lo que hasta aquel momento había sido capaz de lograr. No existía nada que arruinara la coartada que habían formado de manera tan perfecta al pasar el tiempo y mientras el carruaje avanzaba por entre las calles de la alta alcurnia de París; Alaric se concentraba en volver a fingir.
Una vez que el carruaje se detuvo frente a una lujosa mansión y todos bajaron, Alaric ya se encontraba completamente en su papel, avanzando con orgullo y mirando todo a su alrededor como si lo conociera desde siempre.
Las puertas de la mansión se abrieron ante ellos para que todo el grupo de los Delay que se encontraba en aquel lugar se acercaran a saludarles y la mayoría miraron con curiosidad en dirección a él. De manera amable y como era lo esperado, comenzó a saludar a todos, recibiendo por su parte comentarios sobre lo mucho que había crecido, o que lucía mucho más guapo de lo que se recordaba, otros hablaban sobre que debía estar aprendiendo mucho sobre los negocios de su padre y algunos le felicitaron por haberse comprometido.
Todo parecía ir viento en popa, hasta que la mirada de Alaric se topo con la de una mujer que parecía estar analizando cada movimiento y cada una de las palabras que decía. No requirió que le dijesen nada sobre ella, supuso de manera acertada que se trataba de Desari; incluso la descripción que recibió de ella con anterioridad era demasiado acertada por lo que pidiendo disculpas a todos camino en dirección a ella.
– Ha sido un largo tiempo sin que nos viéramos – le miro y sonrió de manera ligera – ¿Cómo has estado, Desari? – pregunto sin más, aguardando para ver si es que lo convencía o ella parecía dudar más de él que nadie en aquel lugar.
Alaric Bowlby- Humano Clase Baja
- Mensajes : 36
Fecha de inscripción : 04/09/2013
Re: ¿Primos? [Privado - Desari]
El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera.
Alexander Pope
Alexander Pope
La mansión siempre antes silenciosa, justo en aquel día era un remanso de felicidad, un paisaje repleto de risas alegres y reencuentros de toda una familia que hacía años no se veían. La multitudinaria reunión donde se iban a encontrar toda la familia Delay en una jornada de comidas abundantes y entretenimiento, como la cacería de un ciervo para los hombres de la familia, apenas era un pequeño entrante para lo que aquella reunión iba a significar a largo plazo.
La familia se unía y con ellos cada una de sus empresas. Aquella era el motivo oculto en el alegre evento que empezaba, manteniendo a una Desari ocupada atendiendo y saludando a todos sus familiares de un lado para otro, mientras su padre se dedicaba a ser un anfitrión ejemplar; Lo que en su papel de padre carecía. Por suerte el papel de su padre en la vida de la joven, quedaba en tercer lugar, la que solo podía pensar como hacía dos semanas anteriores a la reunión en la alegría que suponía para ella volver a ver a todos. Contando con la visita finalmente de su primo Alaric, con el que hacia demasiados años no se encontraba de nuevo, y del que tenía muy buenos recuerdos de pequeños.
La gente no se hizo de rogar, y antes de la hora acordada, tras los últimos preparativos para acomodar la gran mansión, los primeros invitados llegaron.
— Señorita Desari, sus invitados empiezan a llegar. - la voz de Delaide, una de sus doncellas la hizo volverse hacia la ventana sonriente, descubriendo que en efecto el carruaje que recién se detenía ante los jardines, era el de sus abuelos. – Delaide, ve a avisar a mi padre y dile que empiezan a venir. —Le dijo viendo como tras el carruaje, se asomaban dos carruajes más. La doncella asintió y Desari bajando las escaleras de la mansión, se dirigió hacia los jardines a darles las bienvenidas.
Hacía mucho tiempo esperaba un día como aquel.
— ¡Williams! —Saludó efusiva yendo hacia los brazos de uno de sus tíos tras salir por la gran puerta de entrada. Al llegar a él, fue alzada como si solo fuera una niña por los brazos masculinos. Sonrío sintiendo la mirada ajena sobre la suya y asintió ante sus palabras. — Yo también me alegro de verte. —Contestó bajando de su abrazo yéndose a saludar a sus abuelos que venían detrás de él. Con una gran sonrisa les acompañó hasta el salón donde esperaban los sirvientes para acomodarlos y solo llegar a pisar la mansión, no tuvo ni tiempo de oír los halagos de su vestido azul de cintas blancas que enseguida tuvo que volver a salir para recibir los que seguían viniendo.
Finalmente tras nueve carruajes, su padre decidió entrar en escena envuelto en un elegante y costoso traje con el que esperaba asombrar a todos, para allanar el camino de las empresas. Enseguida todos llegaron y entre sonrisas, halagos y abrazos fue que entrevió como el último de los carruajes llegaba, el de su primo.
Era tan la expectación de ver de nuevo a Alaric, que todos los familiares al verlos entrar en la mansión se les echaron encima. Viéndolo desde lejos, Desari aguardó el momento para verle en solitario, observándolo atentamente. Pese a la sonrisa de sus padres, de la buena acogida y lo bien que se desenvolvía en aquella reunión, desde el principio hubo algo que la alarmó. ¿Por qué no me busca? ¿Tan pronto se ha olvidado de mí? Pensó mordiéndose el labio inferior, viniéndole a la memoria aquellos encuentros anteriores, en que como dos pequeños y grandes amigos se buscaban en cada una de las reuniones en que ambas familias coincidían.
— Desari, pequeña... ¿Estáis bien? — Las palabras ajenas, la hicieron volver a la realidad, y sonriendo en una silenciosa disculpa se escaqueó de las amistades de su padre, acercándose a Alaric con cierta desconfianza. Había algo que no la convencía, sin embargo aún no podía descubrir el qué. Pasó por entre la gente, hasta que coincidiendo con la mirada jovial de su primo, se quedó en el lugar esperando que se acercara a ella. Al tenerle frente de sí, le sonrío y asintió. —Demasiado tiempo Alaric…habéis cambiado tanto, que no puedo creerme que seas tú. —Se pronunció con una suave sonrisa en sus labios. – He estado bien primo, como siempre. Debo decir por esto que aqui el ausente has sido tú estos últimos años. ¿Que os pasó? Aunque bien veo que no puedes estar mejor. No pareceís enfermo, todo lo contrario, pareceís repuesto por completo. — Le miró fijamente con sus azules claros ojos en los de él y negó, intentando ver aquel niño en el hombre que se había convertido. — En efecto ya no eres aquel niño junto al que correteaba por los montes en la Vila de verano. — Sonrío y aguardó a volver a oírle, y así deshacerse de sus dudas o por lo contrario acrecentarlas hasta descubrir que había de mal. Porque aquel que tenía delante de sí, parecía muy contenido con ella, y no solo era la voz lo que le había cambiado al paso de los años. Todo él parecía cambiado.
Desari Delay- Humano Clase Alta
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 12/06/2013
Re: ¿Primos? [Privado - Desari]
La mirada celeste de aquella miembro de los Delay era más inquisidora que la de nadie. Todos tenían sus dudas acerca de él, sobre su desaparición repentina de las reuniones y los motivos por los cuales se dieron esas ausencias suyas. Había tratado de dar respuestas a todas ellas con sus comentarios, incluso antes de que alguien formulase las preguntas y la mayor parte de los Delay parecieron creer esa historia. Todos menos los que conocían la verdad, aquellos quienes se suponía que eran sus padres y obviamente, gracias a su mirada, supo que también Desari dudaba de él.
Estaba listo a ponerse a prueba a si mismo y esos años fingiendo ser el perfecto Alaric Delay, todo aquello sería evaluado por quien fuera, la más importante de la familia para el difunto y verdadero Alaric.
La ligera sonrisa que le dedico, fue únicamente para tantear el terreno y con su comentario que rompía el hielo entre ambos, le cedió el inicio del interrogatorio a ella.
– El tiempo algunas veces nos hace malas pasadas con el cambio, pero veo con agrado que ese no es tu caso – sonrió más ampliamente, estirando su mano en dirección a ella para que la tomara – eres como siempre la más hermosa de todas mi querida Desari; tu al contrario de mi, pareces no haber cambiado en nada y estoy seguro que si en algo has cambiado ha sido únicamente para bien – se desenvolvía a la perfección, tal y como sus “padres” lo esperaban de él. Cuando la delicada mano de Desari fue entregada a él, deposito un suave beso en ella dejando después en libertad la mano ajena.
Suspiro con pesar ante las preguntas que ya se esperaba y que si ella hubiera estado cerca de todos no hubiese tenido que escuchar. Agradeció aún así que ella no estuviese cerca de todos y que ahora pudiera resolver sus dudas de manera más personal.
– Ciertamente, ahora ya no parezco enfermo y he de agradecer eso a las atenciones que recibí y que seguí las indicaciones de los médicos al pie de la letra. Hubiera querido no alejarme de la familia pero estaba preocupado por mi salud al igual que mis padres y sé que no te hubiera gustado verme en mis peores momentos prima, por eso es que hasta ahora soy capaz de venir a verte – sus ojos llegaron hasta encontrarse con los azules de Desari y no los alejo ni un segundo de los de ella – lamento si te has preocupado por mi y mis ausencias, pero ahora eso no pasara nuevamente. No me alejare de la familia y mucho menos de ti ahora que me encuentro recuperado.
Toda la familia parecía sumida en sus propios asuntos, todos se saludaban y charlaban alegremente. Incluso Alaric estaba comenzando a contagiarse de la familiaridad de todo aquel grupo y eso le ayudo a relajarse mucho más al lado de su prima.
– Bueno, ya no somos unos niños pero sigo apreciandote como en esos tiempos y aún podemos corretear por la Villa, solo espera a que vayamos y veras que lo haremos – estiro su mano y acaricio con suavidad la mejilla de aquella desconocida. Eso era realmente ella, una desconocida de quien solo había escuchado historias y datos de importancia que era necesario que conociera; sentía una profunda tristeza por tener que mentirle a alguien de esa manera. En todo lo que llevaba, a muy pocos parecía afectarles de tal manera su cambio pero al mirar aquellos ojos que reconocían que algo no estaba bien, se le oprimía el pecho – Y para esta fiesta ¿Qué ha planeado tu padre? – le miro, alejando aquellos pensamientos y el dolor que sentía dentro. Quizás no fuera verdaderamente Alaric Delay, pero para todos ahí lo era y seguramente como el verdadero Delay lo hubiera hecho, estaba decidido a proteger a Desari, contra lo que fuera, hasta contra él mismo.
Estaba listo a ponerse a prueba a si mismo y esos años fingiendo ser el perfecto Alaric Delay, todo aquello sería evaluado por quien fuera, la más importante de la familia para el difunto y verdadero Alaric.
La ligera sonrisa que le dedico, fue únicamente para tantear el terreno y con su comentario que rompía el hielo entre ambos, le cedió el inicio del interrogatorio a ella.
– El tiempo algunas veces nos hace malas pasadas con el cambio, pero veo con agrado que ese no es tu caso – sonrió más ampliamente, estirando su mano en dirección a ella para que la tomara – eres como siempre la más hermosa de todas mi querida Desari; tu al contrario de mi, pareces no haber cambiado en nada y estoy seguro que si en algo has cambiado ha sido únicamente para bien – se desenvolvía a la perfección, tal y como sus “padres” lo esperaban de él. Cuando la delicada mano de Desari fue entregada a él, deposito un suave beso en ella dejando después en libertad la mano ajena.
Suspiro con pesar ante las preguntas que ya se esperaba y que si ella hubiera estado cerca de todos no hubiese tenido que escuchar. Agradeció aún así que ella no estuviese cerca de todos y que ahora pudiera resolver sus dudas de manera más personal.
– Ciertamente, ahora ya no parezco enfermo y he de agradecer eso a las atenciones que recibí y que seguí las indicaciones de los médicos al pie de la letra. Hubiera querido no alejarme de la familia pero estaba preocupado por mi salud al igual que mis padres y sé que no te hubiera gustado verme en mis peores momentos prima, por eso es que hasta ahora soy capaz de venir a verte – sus ojos llegaron hasta encontrarse con los azules de Desari y no los alejo ni un segundo de los de ella – lamento si te has preocupado por mi y mis ausencias, pero ahora eso no pasara nuevamente. No me alejare de la familia y mucho menos de ti ahora que me encuentro recuperado.
Toda la familia parecía sumida en sus propios asuntos, todos se saludaban y charlaban alegremente. Incluso Alaric estaba comenzando a contagiarse de la familiaridad de todo aquel grupo y eso le ayudo a relajarse mucho más al lado de su prima.
– Bueno, ya no somos unos niños pero sigo apreciandote como en esos tiempos y aún podemos corretear por la Villa, solo espera a que vayamos y veras que lo haremos – estiro su mano y acaricio con suavidad la mejilla de aquella desconocida. Eso era realmente ella, una desconocida de quien solo había escuchado historias y datos de importancia que era necesario que conociera; sentía una profunda tristeza por tener que mentirle a alguien de esa manera. En todo lo que llevaba, a muy pocos parecía afectarles de tal manera su cambio pero al mirar aquellos ojos que reconocían que algo no estaba bien, se le oprimía el pecho – Y para esta fiesta ¿Qué ha planeado tu padre? – le miro, alejando aquellos pensamientos y el dolor que sentía dentro. Quizás no fuera verdaderamente Alaric Delay, pero para todos ahí lo era y seguramente como el verdadero Delay lo hubiera hecho, estaba decidido a proteger a Desari, contra lo que fuera, hasta contra él mismo.
Alaric Bowlby- Humano Clase Baja
- Mensajes : 36
Fecha de inscripción : 04/09/2013
Re: ¿Primos? [Privado - Desari]
No te dejes llevar por la simple apariencia, busca más allá.
Alexander Pope
Alexander Pope
En aquellos momentos le era imposible no recordar cómo años atrás había jugueteado por los jardines con su primo. Como corriendo, jugando a las escondidas él siempre la encontraba, terminando en la mayoría de veces ambos jóvenes rodando colina abajo, terminando por echar a reír ambos al detenerse llenos de hierbas y con las ropas tintadas de otros colores, nada parecidos a los que antaño habían dado color a las prendas. Eran pequeños, y verdaderamente para Desari aquellos veranos lejos de su padre, rodeada de la calidez de la familia y de su primo, era uno de sus mejores y más dulces recuerdos. Después, cuando cumplió los doce años, padre ya no la dejó volver más a alejarse del hogar. Esencialmente en verano que era cuando con más fiestas en el orden del día, más posibilidades tenia para alardear de hija y quizás encontrar quien le interesara para concertar unos años mas tarde un ventajoso matrimonio.
Volviendo la atención a su primo, asintió a sus palabras, sonrojándose como era costumbre en ella ante sus elogios, ofreciéndole su mano y observando cómo le besaba la misma, con un cierto ligero rubor que hizo que sus mejillas se lucieran sonrojadas ese instante.
— Ambos hemos mejorado, y ya no soy esa niña pecosa, eso sin duda. —Sonrío acordándose que de pequeña su nariz había sido algo pecosa y río suavemente. —Todo y que ya no debemos de ser los mismos ingenuos de aquel entonces ¿verdad?
Con una sonrisa, destensó el ambiente entre ambos primos y se relajó al paso que en su rostro se formaba una mueca de preocupación. Su padre siempre había tenido los mejores médicos a su alcance, aun cuando andaba buscándole un matrimonio ventajoso, siempre se podía permitir sus lujos. Como los médicos, los artistas, sus cortesanas en las noches, y sobretodo el juego o fiestas como en las que se encontraban. — De haber sido tan grave primo, habernos avisado. Nuestros médicos son los mejores y están siempre ociosos conmigo, no les habría molestado acudir a visitaros y a trataros o a daros una segunda opinión. Y hasta podría haber acudido a haceros compañía en esos momentos. Sabes que no me habría importado verte mal. — Sin pensarlo demasiado, se acercó lo suficiente a él y le besó en la mejilla, siendo aquel contacto simplemente uno fraternal y cargado de cariño como de preocupación. A pesar de que tuviera sus dudas, él podía ser verdaderamente Alaric y si lo fuera, le habría gustado haberle mostrado su cariño nuevamente tras tanto tiempo sin contacto.
— Además, intenté entrar como enfermera en el hospital de París, aunque mi padre no me dejó exponerme a las enfermedades que por allí corren, sabes que me gusta cuidar de la gente. —Le recordó, tras que un verano se pasara todo los días cuidando de él de pequeños, cuando en uno de sus paseos, el cayera del caballo, dañándose la rodilla, quedando en cama un mes entero bajo sus cuidados o más bien, bajo su molestosa lengua que parecía no descansar de hablar ni un segundo.
Aceptó de buen grado su caricia, dudando en aquellos instantes hasta de sí misma y de su desconfianza hacia él. El Alaric que conocía solía acariciarle la mejilla y de la misma forma.
— Te tomaré la palabra primo. No me gustaría volver a perderte tras tantos años de ausencia. Y acudir este verano de nuevo a la villa, nada más me gustaría que ello. Hasta la villa debe de echarnos de menos. Solo nosotros solíamos romper la calma y tranquilidad de aquel alejado lugar. —Dijo sincera con una sonrisa observándole fijamente, mirando a sus ojos, viéndose a sí misma reflejada en ellos.
Suspiró confundida, por las razones en las cuales él era su primo y por las cuales desconfiaba mucho de él. Si era un farsante, sin duda sabía hacer muy bien su papel, para engañar también a sus tíos. Alrededor de ellos, la familia empezó a alejarse, momento que aprovechó para tomar a su primo del brazo y llevarlo por el lado contrario a ellos.
—Se dirigen hacia las nuevas cocinas de la casa y de allí al jardín, donde en breves nos dejaran allí a las damas y ellos saldrán a cazar. — Explicó caminando con él por la otra salida que llevaba al mismo lugar; al jardín. Solo que aún no habían salido de las cocinas y se encontraban solos en aquel jardín llenos de rosas y verde por doquier. — Para luego mi padre tiene preparado como he dicho, una cacería de un jabalí o venado. Supongo que será lo primero que avistéis en la persecución, y de mientras las señoritas nos quedaremos junto al lago de los cisnes o por los jardines. —Se encogió de hombros paseando por entre los rosales sin separarse de él, mirándole de reojo a veces sin dejar de lado su sonrisa. —Luego comeremos en el salón y a partir de allí, solo él lo sabe. A veces es muy quisquilloso en compartir sus secretos, todo y que creo que os reunirá a todos en el despacho e intentará volver a unir el apellido Delay en las empresas. — No es que a ella le importara mucho, su padre había dicho desde un buen principio que sería su marido – en caso de tenerlo algún día- quien heredaría su empresa y la llevaría antes que ella, por lo que… ¿Para qué mostrar interés en la empresa que jamás podría sentirla como suya?
—Y han llegado a mis oídos las buenas nuevas primo. ¿Es verdad, que en breves heredarás las empresas del tío? Si es así, me alegro mucho…debes de estar muy alegre, y serás el indicado para ello, estoy segura.— Y con ello concluyó su narrativa con su dulce y suave sonrisa, dejando que ahora fuera él quien siguiera y a poder ser se pudiera en evidencia. Sin embargo la prueba donde se vería de verdad quien era, aún no llegaba y cada vez deseaba que llegara aquel momento en que pudiera o disculparse y abrazarle con cariño o por lo contrario, desenmascararlo.
Desari Delay- Humano Clase Alta
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 12/06/2013
Re: ¿Primos? [Privado - Desari]
Desari estaba ahí, brindándole la confianza que pensó le sería lo más complicado obtener de ella. Nada era como lo pensó y eso era demasiado bueno para ser verdad, para él, claro estaba. ¿Qué pasaría si Desari se enterara de que no era su primo? Seguro que ella sería de todos los Delay la que más traicionada se sintiera, más herida y por sobre todas las cosas trataría de descubrir que había sido de su verdadero primo ¿Le llevarían algún día a la tumba del verdadero Alaric Delay? Eso estaba fuera de los planes de todos ellos, pero principalmente de los que fingían tan bien que era su hijo.
Por segunda ocasión desde que adoptara aquella personalidad, le pesaba ser quien no era. No quería mentir a alguien como Desari sobre alguien a quien se notaba que ella apreciaba tanto, pero no tenía otra alternativa; hasta esos momentos era lo único que podía hacer, nada más ni nada menos que eso.
– Ya no queda mucho de aquellos chiquillos, eso es cierto y claro que no somos más ingenuos o al menos yo no lo soy más – le sonrió – quizás tu sigas siéndolo un poco, el sonrojo en tus mejillas me lo indica – decía aquello como si las bromas entre ellos fueran algo usual, fingiendo que aquello le era natural y que no existía nada de malo en él ni en la manera de comportarse. En su favor juzgaba el tiempo que paso sin ver a ningún Delay, así fácilmente que se pudieron olvidar de los detalles que le descubrieran como un impostor.
– No era necesario y no quería que te preocuparas de más. Te aseguro que si me hubieses visto en aquellos entonces no pensarías que fuera buena idea, estaba algo diferente y baje de peso, así que mejor que me veas como ahora. De esta manera puedes sonreírme en lugar de hacer una cara preocupada por mi – le miro. Agradeciendo con sus ojos aquel beso cariñoso que era depositado en su mejilla. Sentirse realmente parte de una familia y que a alguien le importaba tanto como para hablar de aquella manera – No pensemos más en el pasado y veamos al futuro – sonrió en dirección a ella – Tu padre siempre se preocupa demasiado por ti, pero diré que tampoco me sentiría comido sabiendo que serias enfermera. No importa cuanto te guste cuidar de otros, no me gusta pensar en que te arriesgarías a contraer alguna clase de enfermedad extraña y menos considerando que quien ha estado enfermo y sabe de eso soy yo – Aquella mentira era funcional en situaciones como aquella donde les daba una familiaridad que no poseían y una preocupación que rayaba entre lo real y lo ficticio.
Asintió con energía. La decisión de convertirse en el Alaric que Desari recordaba y a quien deseaba ver estaba tomada, no importaba que necesitara hacer, lograría ocultarle por el resto de su vida la verdad que podría destrozar el corazón de la mujer que tan alegremente le abría su corazón.
– Más vale que me la tomes, sino, te juro que me molestare mucho contigo. La villa merece una visita nuestra y cuanto más pronto la llevemos a cabo será mucho mejor – la sinceridad en la voz y la mirada de Desari, era regresada con las palabras de Alaric. Aquello no sería la mejor decisión que hubiera hecho, pero era la decisión necesaria.
Cuando aquella que era su prima le tomo por el brazo, lanzo una mirada hacia donde se encontraban todo el grupo de los Delay reunidos. No pudo resistencia a ir con ella, se dejo arrastrar.
– ¿Tienen cocinas nuevas? Vaya que me pierdo de mucho con solo algunos años de ausencia a las reuniones de la familia – continuo detrás de ella, escuchando atentamente cada una de las palabras y sin prestar atención realmente a lo que iban pasando y dejando tras de si, andaba completamente a ciegas sin saber que en la mente de aquella mujer estaba la firme convicción de saber si era realmente su primo o un impostor. Lo que ella no sabía era que se preparo tanto tiempo para aquello y que su propia familia estaba enterada de eso; después de todo, aquellos a quienes llamaba padres fueron los creadores originales de aquella gran idea – Tu padre tiene un gran recorrido entonces para el día de hoy – le sonrío en cuanto se detuvieron y suspiro ante las palabras finales de ella – Has escuchado bien. Dentro de poco deberé hacerme responsable de todo y la verdad es que no es algo que me entusiasma demasiado – ahora que se encontraba libre del agarre de Desari, bajo la mirada, como si cargara con un enorme peso sobre su espalda. Aquello no estaba lejos de la verdad – Gracias por confiar en mi, sé que todos tienen esperanzas puestas en que seré un digno heredero de la familia pero… – con la mirada plantada en el suelo, avanzo un poco. No sabía para donde se dirigía, solo caminaba – Sabes también que ahora estoy comprometido – dijo aquello más alegre. Elisha era, junto a Desari quienes le mantenían fingiendo aquello más que nada y que nadie.
Por segunda ocasión desde que adoptara aquella personalidad, le pesaba ser quien no era. No quería mentir a alguien como Desari sobre alguien a quien se notaba que ella apreciaba tanto, pero no tenía otra alternativa; hasta esos momentos era lo único que podía hacer, nada más ni nada menos que eso.
– Ya no queda mucho de aquellos chiquillos, eso es cierto y claro que no somos más ingenuos o al menos yo no lo soy más – le sonrió – quizás tu sigas siéndolo un poco, el sonrojo en tus mejillas me lo indica – decía aquello como si las bromas entre ellos fueran algo usual, fingiendo que aquello le era natural y que no existía nada de malo en él ni en la manera de comportarse. En su favor juzgaba el tiempo que paso sin ver a ningún Delay, así fácilmente que se pudieron olvidar de los detalles que le descubrieran como un impostor.
– No era necesario y no quería que te preocuparas de más. Te aseguro que si me hubieses visto en aquellos entonces no pensarías que fuera buena idea, estaba algo diferente y baje de peso, así que mejor que me veas como ahora. De esta manera puedes sonreírme en lugar de hacer una cara preocupada por mi – le miro. Agradeciendo con sus ojos aquel beso cariñoso que era depositado en su mejilla. Sentirse realmente parte de una familia y que a alguien le importaba tanto como para hablar de aquella manera – No pensemos más en el pasado y veamos al futuro – sonrió en dirección a ella – Tu padre siempre se preocupa demasiado por ti, pero diré que tampoco me sentiría comido sabiendo que serias enfermera. No importa cuanto te guste cuidar de otros, no me gusta pensar en que te arriesgarías a contraer alguna clase de enfermedad extraña y menos considerando que quien ha estado enfermo y sabe de eso soy yo – Aquella mentira era funcional en situaciones como aquella donde les daba una familiaridad que no poseían y una preocupación que rayaba entre lo real y lo ficticio.
Asintió con energía. La decisión de convertirse en el Alaric que Desari recordaba y a quien deseaba ver estaba tomada, no importaba que necesitara hacer, lograría ocultarle por el resto de su vida la verdad que podría destrozar el corazón de la mujer que tan alegremente le abría su corazón.
– Más vale que me la tomes, sino, te juro que me molestare mucho contigo. La villa merece una visita nuestra y cuanto más pronto la llevemos a cabo será mucho mejor – la sinceridad en la voz y la mirada de Desari, era regresada con las palabras de Alaric. Aquello no sería la mejor decisión que hubiera hecho, pero era la decisión necesaria.
Cuando aquella que era su prima le tomo por el brazo, lanzo una mirada hacia donde se encontraban todo el grupo de los Delay reunidos. No pudo resistencia a ir con ella, se dejo arrastrar.
– ¿Tienen cocinas nuevas? Vaya que me pierdo de mucho con solo algunos años de ausencia a las reuniones de la familia – continuo detrás de ella, escuchando atentamente cada una de las palabras y sin prestar atención realmente a lo que iban pasando y dejando tras de si, andaba completamente a ciegas sin saber que en la mente de aquella mujer estaba la firme convicción de saber si era realmente su primo o un impostor. Lo que ella no sabía era que se preparo tanto tiempo para aquello y que su propia familia estaba enterada de eso; después de todo, aquellos a quienes llamaba padres fueron los creadores originales de aquella gran idea – Tu padre tiene un gran recorrido entonces para el día de hoy – le sonrío en cuanto se detuvieron y suspiro ante las palabras finales de ella – Has escuchado bien. Dentro de poco deberé hacerme responsable de todo y la verdad es que no es algo que me entusiasma demasiado – ahora que se encontraba libre del agarre de Desari, bajo la mirada, como si cargara con un enorme peso sobre su espalda. Aquello no estaba lejos de la verdad – Gracias por confiar en mi, sé que todos tienen esperanzas puestas en que seré un digno heredero de la familia pero… – con la mirada plantada en el suelo, avanzo un poco. No sabía para donde se dirigía, solo caminaba – Sabes también que ahora estoy comprometido – dijo aquello más alegre. Elisha era, junto a Desari quienes le mantenían fingiendo aquello más que nada y que nadie.
Alaric Bowlby- Humano Clase Baja
- Mensajes : 36
Fecha de inscripción : 04/09/2013
Re: ¿Primos? [Privado - Desari]
Dicen que los accidentes ocurren y que de ellos muchas verdades se asoman.
Anónimo.
Anónimo.
Jamás podría olvidarse del sonrojo característico de sus mejillas. Ellas siempre parecían traicionarla a la mínima situación que pudiera ofrecer aquel color a su blanca y suave piel. No odiaba sus continuos sonrojos, lo que sí que le molestaba es que aun pasando el tiempo no pudiera controlarlos, ni haber aprendido a ser menos fácil de leer. Todos decían que su rostro era fácil de descifrar. Era autentica y todo y que escondía bajo una máscara de cortesía todo el dolor que le hacia su padre, solía ser la dulce y amable joven que siempre había sido e inocente. La que se sonrojaba cada vez que le decían lo hermosas que eran sus mejillas con el color del atardecer.
— Temo que mis mejillas permanecerán así el resto de mis días. —Sonrío y negó con la cabeza divertida. — He intentado que se vuelvan más frías, pero enseguida ellas me traicionan. Así que deberás acostumbrarte, sin duda alguna hay cosas que jamás cambian y esta es una de ellas. — Añadió sonriente sintiendo sus mejillas ardiendo bajo la piel. — Y claro que era necesario. Seguro habrías estado mejor cuidado y atendido de los que fuiste sin mí y en presencia de los médicos. No siempre suelen ser tan cuidadosos y atentos como deberían y te hablo también desde la experiencia. — terminó su réplica junto al beso en la mejilla de su primo que cariñosamente sintió que debía ofrecérselo.
Cuando habló de su padre, como siempre que hablaban de él y lo elogiaban de lo buen padre que era y lo mucho que la amaba y cuidaba, se mordió la lengua y por unos segundos sus ojos se humedecieron con rabia. ¿Cómo podía ser su padre tan cruel? De cara al mundo era el mejor padre, pero de puertas adentro solo era un maldito maltratador que entre tanto le buscaba un marido adinerado mientras él la lastimaba, de formas no siempre visibles para los demás. Conservar su imagen de padre y señor intachable era lo único que le quedaba, por ello se sacrificaba y los días importantes dejaba a su hija en paz.
— Mi padre y también tú por tus palabras, intuyo que pensáis que no soy fuerte, pero mi cuerpo lo es y mucho. No contraigo enfermedades rápidamente como otras jóvenes tan delicadas y jóvenes como yo Alaric, así que tengo la certeza de que no me sucedería nada. — Aquel era su sueño imposible, ser enfermera. Y junto aquel sueño, su vía de escape, lejos de su padre y de sus manos. — Además me sentiría muy realizada y útil y estoy segura que aprendería mucho sobre la vida y a disfrutarla más mientras doy el cariño a otra gente que no tienen quien los ame. — Sus ojos al hablar de ello, relucían ilusionados y esperanzados. Ella de por si era tan servicial, que se preocupaba por todos y cada uno. En una ocasión había sido voluntaria en un orfanato, solo que su padre la pilló y tras semanas encerrada, le prohibió acudir a cuidar a niños como aquellos o a cualquier otro lugar. Solo que claro, nadie más que los de dentro la casa, sabia de ello.
Poco a poco se iba abriendo a Alaric, aún desconfiada, quizás con la esperanza de que alguien fuera consciente de lo que ocurría y que toda la felicidad era sencillamente falseada por las órdenes de su padre.
Tras asentir a lo de que debían volver a la villa a pasar algún verano como antaño, lo llevó hacia los jardines donde le puso al tanto de la celebración y lo que haría aquel día, lo que estaba preparado.
— Sí, mi padre pretende cansaros para luego hablar con más calma de negocios, o por lo menos eso dice mi intuición femenina… pero ya sabes, no me hagáis caso. — Dijo riendo suavemente viéndole para luego fruncir el ceño. ¿No deseaba llevar la empresa?— Sois el mejor Desari en asuntos de negocios, tienes instinto para ellos, te saldrá todo bien, Entiendo que es una gran responsabilidad, aún así deberíais estar feliz…no es lo que siempre quisiste? — Ahí iba la primera prueba de que algo no iba como debía de ir, todo y que tampoco quería decir demasiado, por lo que Desari descartó toda duda de ello y se centró en llevarle, tomándolo del brazo nuevamente hacia el resto de la familia, que se encontraban ya en las cuadras. — Lo sé, y felicidades primo. Ya le dije a tus padres por carta los deseos que tenía por conocer a tu prometida y lo feliz que eso me dejaba al saber de tu felicidad. El amor es maravilloso, no creéis? La amaís mucho, primo?— Le preguntó dichosa de aquel enlance y noticia. Sonriendo dulcemente tras unos breves segundos, le empujó con el hombro y antes de que se lo devolviera, lo soltó y se alejó corriendo esperando que la siguiera hasta llegar a las cuadras, donde la familia río al verla tan feliz y ella se detuvo, esperando que Alaric la alcanzara.
—Y aquí está mi amada hija, la que parece no desear cambiar ni un ápice. — Dijo la voz grave de su padre riendo acercándose a Desari a la que abrazó ante los demás. Desari se sintió incomoda y sin querer buscó los ojos de Alaric, desviando la mirada cuando los brazos de su padre dejaron de abrazarla, de tocarla. —Ahora que estamos todos, por favor señores... una cacería nos espera. — Anunció él, subiendo a su corcel mientras los hombres de la reunión subían también a los caballos que unos mozos de cuadra, les habían acercado, incluyendo a Alaric, que le dieron un oscuro corcel para que les acompañara en el deporte de la cacería.
— Madeimoselle, señoritas, siento dejaros sin la presencia de vuestros maridos. Os los devolveremos enseguida y a nuestra vuelta la comida estará preparada. — Anunció. Tras sus palabras las mujeres siguieron a las sirvientas y doncellas de la casa que las guiaron hacia los jardines donde les esperaba un pequeño tentempié y distracciones mundanas, sin embargo Desari se quedó y esperó hasta que su primo subió a su caballo para echarse atrás y dejarle vía libre, siendo Alaric el último en montar.
— Cuídate y no te arriesgues, por favor… no quisiera perderte de nuevo tras haberte recuperado. — Le susurró antes de verle partir y justo fue cuando el corcel de su primo se alejó, que aprovechando la ausencia de los demás en las caballerizas, preparó a su blanca yegua para salir con ella. Iba a perseguir a Alaric, a espiarlo y ahí descubriría quien era realmente y si de verdad, podía confiar plenamente en él. No tardó mucho en tenerla preparado y al hacerlo, subiendo a su lomo se dirigieron al galope hacia los bosques. Sabiendo las rutas de cacería, no le costaría mucho llegar hacia donde se encontraban.
Desari Delay- Humano Clase Alta
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 12/06/2013
Re: ¿Primos? [Privado - Desari]
Las mentiras únicamente engendrarían más mentiras, eso era algo que tenía bastante en claro. Pero decirle la verdad a Desari solo terminaría por dañarle más. Debía concentrarse en que únicamente estaba haciendo lo que le pidieron, eso que ya llevaba tiempo ejerciendo y nada más que eso. No debía entrar en los sentimentalismos de sentirse culpable, debía sentirse Alaric Delay y nada más que eso.
Sonrió ante la sinceridad de la joven y su manera de lentamente parecer abrirse más a cada una de las cosas que le decía así que se dejo llevar por la conversación, creyendo para si mismo que la realizaron millones de ocasiones antes de esa.
– No me será complicado acostumbrarme, son parte de ti y ellas siempre me harán pesar en ti como la prima pequeña que obviamente ya no eres – se encogió de hombros, restando importancia a su mentira, aquella que era la realidad de todos menos de los padres el verdadero Alaric y de él mismo – Pero yo no quería que corrieras ninguna clase de riesgo al estar cerca de mi, de haberlo hecho seguro te hubieras preocupado más de la cuenta. Mira ahora, eso ya ha paso y aún parece afectarte bastante. Así nunca buscaría que me vieras en una situación desafortunada, quiero evitar que te preocupes demasiado Desari, quiero que seas feliz y en lugar de esas caras horrendas me regales sonrisas – le miraba como si realmente fueran primos y la misma sangre corriera por las venas de ambos. En más de una ocasión se sentía verdaderamente unido a aquella familia, con más razón cuando notaba esa clase de preocupaciones.
Suspiro y se acerco a ella para darle un abrazo, le resultaba tierna la manera en la que se empeñaba en que era verdaderamente fuerte cuando a los ojos de Alaric era una joven bastante afortunada.
– Igual prefiero prevenir a saber que te pasaría algo por mi culpa, no soportaría esa clase de cosas así que dame al menos la seguridad de que no será por mi, por quien termines enferma – tomo aire y fingió indignación – ¿Así que me cuidarías solo porque crees que no soy querido? Tienes razón, soy odiado por la familia entera y menospreciado por mi prima la más querida – hacía una voz que demostrara lo falsamente dolido que estaba con ella.
Caminaba de su lado sin prestar atención a donde se dirigían, simplemente la seguía porque creía estar ganando algo de terreno. Enarco la ceja, captando entre las palabras que parecían un elogio algo parecido a una pregunta que no sabía como responder. Suspiro.
– No se si es lo que quiero o no ahora. Las cosas son complicadas, de más joven podía decir que si lo quería o que no; pero las cosas se vuelven mucho más serias conforme pasan los años. Un compromiso, los negocios familiares, la falta de contacto con todos ustedes… las cosas no son sencillas y me siento como un completo extraño. ¿Te has sentido así alguna vez? – le miro con la confusión escrita en el rostro, eso no era necesario que lo fingiera, pues si de verdad meditaba todas aquellas situaciones se sentía profundamente agobiado por el papel que debería tomar en una familia que no era la suya. Hablar de Elisha en cambio, era algo que le animaba hasta en las más profundas tristezas; pese a que no fuera digno merecedor de su amor, quería a esa mujer sobre todas las cosas – Eso es o único certero ahora Desari, que el amor es maravilloso y que Elisha es la mujer con quien deseo pasar el resto de mis días, hasta que alguno de los dos perezca. Ella es… – la mirada se le ilumino mientras observaba a la Delay – maravillosa, desearía que pudieras conocería pronto y que me digas que es lo que piensas de ella, tu opinión siempre será importante para mi y tú ¿Tienes algún pretendiente al que deba analizar? – La intención de aquellas palabras era también, lograr que su prima confiara más en él, tal y como él decía hacerlo para con ella.
Dicho aquello sobre lo acontecido en parte de sus vidas, Desari se echo a correr y como buen hombre fue tras ella, sin darle alcance de inmediato, solo le alcanzo cuando se encontraron en las cuadras y toda la familia estaba reunida ahí. Cuando quien se suponía era su tío abrazo a su prima, noto como ella lo miraba, como si de alguna manera le pidiera ayuda y dijera que aquello no le gustaba. Alaric frunció el ceño y pensaba acercarse nuevamente a ella cuando recibió aquel caballo de pelaje oscuro para que fuera de caza al lado de todos los hombres. Conocía lo básico sobre aquello, pero no era precisamente algo que deseara llevar a cabo, prefería continuar con Desari y aprender más de ella pero eso no iba a ser posible. Con pesar vio como todos montaban y fue él quien lo hizo de ultimas. Dirigió una mirada a Desari que le hablaba de manera preocupada.
– No me pasara nada, estaré de regreso antes de lo que imaginas además… – se inclino ligeramente, compensando su peso sobre el caballo para no acabar cayendo pero estar más cerca de su prima – quiero hablar acerca de tu padre. He notado tu mirada y esa manera tan rígida e incomoda de estar – se alejo – Regresare pronto, anda con cuidado – y sin más que decir, se alejo.
El grupo de hombres andaba por los bosques, con un grupo de perros entrenados para aquello de la cacería pero la mente de Alaric estaba enfocada en Desari. Sin duda alguna la familia Delay poseía más secretos de los que hubiese esperado, él entre ellos. Se encontraba tan sumido en sus cavilaciones cuando los perros comenzaron a ladrar y correr detrás de un animal que él no alcanzo a ver. El grupo de hombres grito, se hicieron los disparos y los caballos comenzaron a andar a mucha mayor velocidad, mientras que él seguía a su ritmo. Ya inventaría algo para excusar el que desapareciera del grupo, así que se dedico a andar un poco más y bajo del caballo; le acaricio el costado al majestuoso animal y suspiro.
– Esto, es mucho más complicado a medida que pasa el tiempo. Debería irme y abandonar todo – hablo para el animal, quien era en aquellos bosques el único al que le podía contar la verdad, con la certeza de que nadie le escucharía.
Sonrió ante la sinceridad de la joven y su manera de lentamente parecer abrirse más a cada una de las cosas que le decía así que se dejo llevar por la conversación, creyendo para si mismo que la realizaron millones de ocasiones antes de esa.
– No me será complicado acostumbrarme, son parte de ti y ellas siempre me harán pesar en ti como la prima pequeña que obviamente ya no eres – se encogió de hombros, restando importancia a su mentira, aquella que era la realidad de todos menos de los padres el verdadero Alaric y de él mismo – Pero yo no quería que corrieras ninguna clase de riesgo al estar cerca de mi, de haberlo hecho seguro te hubieras preocupado más de la cuenta. Mira ahora, eso ya ha paso y aún parece afectarte bastante. Así nunca buscaría que me vieras en una situación desafortunada, quiero evitar que te preocupes demasiado Desari, quiero que seas feliz y en lugar de esas caras horrendas me regales sonrisas – le miraba como si realmente fueran primos y la misma sangre corriera por las venas de ambos. En más de una ocasión se sentía verdaderamente unido a aquella familia, con más razón cuando notaba esa clase de preocupaciones.
Suspiro y se acerco a ella para darle un abrazo, le resultaba tierna la manera en la que se empeñaba en que era verdaderamente fuerte cuando a los ojos de Alaric era una joven bastante afortunada.
– Igual prefiero prevenir a saber que te pasaría algo por mi culpa, no soportaría esa clase de cosas así que dame al menos la seguridad de que no será por mi, por quien termines enferma – tomo aire y fingió indignación – ¿Así que me cuidarías solo porque crees que no soy querido? Tienes razón, soy odiado por la familia entera y menospreciado por mi prima la más querida – hacía una voz que demostrara lo falsamente dolido que estaba con ella.
Caminaba de su lado sin prestar atención a donde se dirigían, simplemente la seguía porque creía estar ganando algo de terreno. Enarco la ceja, captando entre las palabras que parecían un elogio algo parecido a una pregunta que no sabía como responder. Suspiro.
– No se si es lo que quiero o no ahora. Las cosas son complicadas, de más joven podía decir que si lo quería o que no; pero las cosas se vuelven mucho más serias conforme pasan los años. Un compromiso, los negocios familiares, la falta de contacto con todos ustedes… las cosas no son sencillas y me siento como un completo extraño. ¿Te has sentido así alguna vez? – le miro con la confusión escrita en el rostro, eso no era necesario que lo fingiera, pues si de verdad meditaba todas aquellas situaciones se sentía profundamente agobiado por el papel que debería tomar en una familia que no era la suya. Hablar de Elisha en cambio, era algo que le animaba hasta en las más profundas tristezas; pese a que no fuera digno merecedor de su amor, quería a esa mujer sobre todas las cosas – Eso es o único certero ahora Desari, que el amor es maravilloso y que Elisha es la mujer con quien deseo pasar el resto de mis días, hasta que alguno de los dos perezca. Ella es… – la mirada se le ilumino mientras observaba a la Delay – maravillosa, desearía que pudieras conocería pronto y que me digas que es lo que piensas de ella, tu opinión siempre será importante para mi y tú ¿Tienes algún pretendiente al que deba analizar? – La intención de aquellas palabras era también, lograr que su prima confiara más en él, tal y como él decía hacerlo para con ella.
Dicho aquello sobre lo acontecido en parte de sus vidas, Desari se echo a correr y como buen hombre fue tras ella, sin darle alcance de inmediato, solo le alcanzo cuando se encontraron en las cuadras y toda la familia estaba reunida ahí. Cuando quien se suponía era su tío abrazo a su prima, noto como ella lo miraba, como si de alguna manera le pidiera ayuda y dijera que aquello no le gustaba. Alaric frunció el ceño y pensaba acercarse nuevamente a ella cuando recibió aquel caballo de pelaje oscuro para que fuera de caza al lado de todos los hombres. Conocía lo básico sobre aquello, pero no era precisamente algo que deseara llevar a cabo, prefería continuar con Desari y aprender más de ella pero eso no iba a ser posible. Con pesar vio como todos montaban y fue él quien lo hizo de ultimas. Dirigió una mirada a Desari que le hablaba de manera preocupada.
– No me pasara nada, estaré de regreso antes de lo que imaginas además… – se inclino ligeramente, compensando su peso sobre el caballo para no acabar cayendo pero estar más cerca de su prima – quiero hablar acerca de tu padre. He notado tu mirada y esa manera tan rígida e incomoda de estar – se alejo – Regresare pronto, anda con cuidado – y sin más que decir, se alejo.
El grupo de hombres andaba por los bosques, con un grupo de perros entrenados para aquello de la cacería pero la mente de Alaric estaba enfocada en Desari. Sin duda alguna la familia Delay poseía más secretos de los que hubiese esperado, él entre ellos. Se encontraba tan sumido en sus cavilaciones cuando los perros comenzaron a ladrar y correr detrás de un animal que él no alcanzo a ver. El grupo de hombres grito, se hicieron los disparos y los caballos comenzaron a andar a mucha mayor velocidad, mientras que él seguía a su ritmo. Ya inventaría algo para excusar el que desapareciera del grupo, así que se dedico a andar un poco más y bajo del caballo; le acaricio el costado al majestuoso animal y suspiro.
– Esto, es mucho más complicado a medida que pasa el tiempo. Debería irme y abandonar todo – hablo para el animal, quien era en aquellos bosques el único al que le podía contar la verdad, con la certeza de que nadie le escucharía.
Alaric Bowlby- Humano Clase Baja
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