Un olvido mediocre en un lugar de ensueño -Libre-

Guiada por la luz de la luna logra llegar a su refugio. El árbol hueco que ella y su hermano habían encontrado hacia tanto tiempo y donde dejaban todos sus tesoros. Al meter la mano ahora tan solo logra tocar el bulto de ropa que es una capa vieja y envuelven un pantalón , una camisa y un par de botas viejas. Su disfraz. La vía que ayudaba a conseguir lo necesario para llegar a su hermano.

Su vida, tal como la había vivido hasta ahora había acabado. Pacifica ya no era una palabra para descifrarla, tranquila mucho menos. Tremulosa, activa… tremendamente cambiante, ninguna llegaba a ser la expresión que Gillian buscaba en su mente.

Ya no podía estar segura que le deparaba la noche y debia admitir que había algo en todo ello que le agradaba.

Nunca había deseado ligarse a nadie. Anhelaba la libertad como otras mujeres anhelaban desposarse y engendrar. Pero el destino no pregunta lo que deseamos y en ocasiones es caprichoso –“¿sino como se explica que yo mima me encuentre decidida a vestirme de hombre?”- pero era verdad. El destino bien podría haber pasado de largo sobre ella esta vez. Había sido su propia decisión tomar el camino que la ligaba a otro y ahora la mantenía adentrándose en el bosque ocultando su rostro.

Pero claro, Gillian conocía a este hombre, lo adoraba… -“y es por eso por lo que me encuentro en tales dificultades”- ríe en su mente, pues el hombre es su hermano,y por consiguiente, sus decisiones, esta vez la llevaba a continuar sus pasos.

Una idea se cruza en su mente y tiene que llevar una mano sobre su boca para que su risa no se expandiera por los alrededores y viajara junto al viento. -"si pienso con claridad, mi destino siempre estuvo junto a el..."- Al menos así había sido la mayor parte de su vida hasta su desaparición, y Gillian no iba a permitir que tal cosa cortase la unión que había luchado por mantener con su hermano por algo como el destino. No sin una explicación.

Se sienta sobre la raíz del árbol y comienza a calzarse las botas desaciendose de su calzado, demasiado vistoso y colorido para lo que pretendía.  

Se disponía a cambiarse de ropa cuando el viento arrastra lo que parecen acordes de gitarra hasta sus oídios. Alertándose rápidamente toma sus zapatillas y el bulto de ropa, escondiéndolo en el hueco del tronco antes de quedar quieta intentando descifrar cuan cerca se encuentra el intérprete.

-“no lo hagas, no ahora. No te expongas!”- reza una voz en su cabeza mientras se pregunta quien podría ser. Ya hace unos minutos que ha decidido que su interprete no está avanzando hacia ella, que no es un peligro. Pero entonces surge otra cuestión en su cabeza, la curiosidad por saber quién es y el porqué de que las notas suenen de tal manera. Es lastimero, sin dejar de ser hermoso y en un segundo Gillan se encuentra caminando sobre las botas de su hermano que por suerte permanecen tapadas por el multicolor de su falda hasta el origen de la música llegando hasta el linde del lago. Escucha el suave susurro del agua acompañando las notas y no puede evitar cerrar los ojos un segundo y apreciar la combinación.

De repente la música cesa y ella salta cuidadosamente tras un árbol temiendo haber sido descubierta, pero pasan los segundos y nadie la acusa por estar allí espiando. La figura se pone en pie y aun si solo logra ver su espalda sabe que era uno de los suyos. -"¿quién más?"- La privacidad era importante, aun así, aun sabiendo que estaría mejor corriendo en la otra dirección no puede evitar salir de su escondite –Sonaba realmente precioso- la sonrisa en su rostro refleja el hecho de que no había querido interrumpir.