Mi intención una bala, tu cuerpo el dedo que aprieta el gatillo {Epoch}

por **Payne Manie Folie** Miér Sep 01, 2010 4:49 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Siento la lluvia en mi cara. Eso no es lluvia, es un río. Siento el río bajo mis pies. Eso no es un río, es el mar. Siento el mar golpeándome. Eso no es el mar, es tu conciencia. Tic, tic, tic, como un pájaro carpintero taladrando y taladrando, abriendo un orificio que puede ser luego cerrado, pero que nunca quedará igual, porque dejará una huella, y aunque sea para tu ojo imperceptible, está allí. Recordándote cuando el ave cumplía su función. Tenemos conciencia, pero tú eres más inconsciente, yo te manejo y tú me obedeces, como siempre, sin que se note, todo en silencio.

Camino descalza sintiendo el suelo conocido bajo mis pies, dos piedras más adelante tenemos la que nos hizo la herida en el dedo, tres a la izquierda esa que tiene una forma más aplanada que el resto. Sólo podemos llegar hasta ahí, ya te lo advirtieron, no puedes salir todavía, te dijeron que si no seguías escuchándome podrías ir a dar unas vueltas a la ciudad. ¿Podríamos mentir no? Podríamos decir que yo desaparecí y que sólo tú sigues.

Esperemos que no se den cuenta, dicen ser expertos, pero ya sabes que muchas veces los hemos engañado. Fue así como te fuiste la última vez. Nos encerraron como si eso sirviera de algo, espera, deja de gritarme, deja de hablarme, no soy yo, ¿entonces quien? – ¿Alguien anda por ahí? ¿Alo? ¿Hola? ¿Alguien? – nadie al parecer, te lo dije, pero yo estoy segura de haber escuchado algo, claro que puede ser un animal o el viento, podría ser también otro de nosotros.

Menos piedras, más tierra, más pasto, nos estamos alejando, pero el sonido se oye más cerca. – En serio, no muerdo, ¡quiero saber si alguien anda por ahí! – me miré pero no tengo nada extraño a lo de siempre, mi pantalón está en su lugar y la camiseta casi transparente también, mi pelo sin peinar como de costumbre llega debajo de mi cintura. – Bueno si alguien está y no quiere hacer que está no tengo problema, pero si alguien no está y quiere hacer que está, entonces si puedo tener problemas – dos pasos más y el cerco, lo que divide afuera de adentro.

Pude contar cincuenta y dos respiraciones, no se cuanto será eso en tiempo, no tengo idea de las horas, apenas distingo el día de la noche, miré adelante y miré atrás, busqué encontrar un elemento real que me dijera que no estábamos locas. Si lo estamos, si lo sé, pero déjame soñar. – Me voy a sentar aquí, entre estas dos piedras, lo digo por si alguna cosa quiere acercarse, estaré esperando, me quedan más días que el sol en este lugar. - ¿quieres tenderle una trampa? O eres tu el anzuelo, mañana llegarán a buscarte, siempre caminamos por el sendero en el límite del terreno, van a comenzar a sospechar.

por **Payne Manie Folie** Miér Sep 15, 2010 9:03 pm

Frío, porque sin ti no somos nada, nunca lo hemos sido, no lo éramos, ya lo somos, soñamos que esto no es un sueño, nuestra piel se ha vuelto adicta, tu toque sutil, tu toque áspero, es el fuego, es el hielo, es otoño, es primavera, ni las flores enredadas en nuestro cabello pueden compararse. ¿Alucinamos? No queremos despertar, no sabemos que dormimos, sólo la sensación de vacío es la que nos hace volver, como nunca, como siempre, quisimos despertar, abrir nuestros ojos y encontrar otros color de hojas secas. En cambio estabas lejos, queriendo hacernos pensar que nada había sucedido.

Nos aprendimos de memoria los contornos de tu cuerpo, hiciste nacer algo que no sabíamos que existía, ¿Amor? ¿Es así como lo llaman? Lo llamamos Epoch, porque es el nombre que sale de nuestros labios cuando pensamos en ello. Vamos lento, las imágenes pasan rápido, viento pero la brisa no corre, queremos gritarlo, lo hacemos, despertamos, vamos a desaparecer y necesitamos que él nos retenga, nos queremos ir, pero necesitamos que nos mantenga a su lado. Las voces nos dicen que volvamos de donde salimos, a aquel lugar del que nos sacaste, tú nos llamabas, ellas nos llaman, no escuchamos.

Todo comienza a aparecer de nuevo, nuestro brazo se estira en tu búsqueda, gritamos otra vez, con los ojos cerrados, gritamos porque el silencio no sirve, nuestros ojos parecen haber cambiado de color, como si fueran la señal de lo oculto, porque ya no somos la misma, porque ahora somos uno menos, volvimos a despertar pese a que nunca lo hemos querido, - Epoch… - susurro, no nos queda más para gritar, repetimos tu nombre para asegurarnos que nuestra creación no se ha ido, lo repetimos como una plegaria enseñada, el aire vuelve a nuestros pulmones, no sabemos si nosotros hemos vuelto, lo queremos.

Realidad, - ¿Por qué aún estamos aquí? ¿No dijo que nos llevaría con usted? Vamos, adelante, vamos, nosotros, vamos a otro lugar cuyo nombre saldrá de sus labios, vamos amor, porque es así como hemos decidido llamarlo, vamos, vamos, - insistencia, demasiada realidad, no es un buen día, necesitamos salir porque la conciencia a tomado un puesto mayor en este día, nos damos cuenta que nuestra mente debería ser un elemento singular, no plural, nos damos cuenta que hemos escapado, nos damos cuenta que podrían volver a encerrarnos, - vamos de la mano, vamos amor, vamos señor Epoch.-

por **Epoch** Sáb Sep 18, 2010 5:48 am

De nuevo le percibo intranquila, como en aquella prisión de donde salió y de la que no ha querido mencionar nada. Ha despertado mucho antes de que comenzara a hablar. A llamarme por mi nombre. Se ha quedado en silencio y su silencio se pobló de murmullos bajo las venas inquietas.

- Amor me llamas y con ello me haces existir. Ven, es hora de movermos de este lugar.

Tomo su mano con suavidad y le ayudo a incorporarse, le llevo afuera a la mañana que ha nacido para nuestros ojos. Los caballos se alegran de retomar el camino; por que de nada valdrían la pena los bosques a mitad del otoño, los talúdes de resina cayendo hasta el mediodía, sin el camino. De nada valdrían los pasos convergentes, la estudiada afluencia de los seres hacia un mismo punto, sin la causa.
Mire a los ojos de Folie y vi en ellos reflejada a la Naturaleza.

- Cuando no te tenía, amaba a la Naturaleza como un monje apacible a su Dios. Ahora la amo como si fuese mi Madre; religiosamente, a mi modo, como antes, pero de otra forma más conmovida y próxima.
Veo mejor el afluente de este río ahora que voy contigo por los campos hasta la ribera; sentado a tu lado observando las nubes las observo mejor.

Corre por los vagos campos hasta mí una ligera brisa. Pienso en ti y no soy yo: soy feliz.

No me quitaste la Naturaleza, la has cambiado. Trajiste la Naturaleza junto a mí; por existir tú la veo mejor, aunque la misma. Por amarme tú; la amo del mismo modo, pero más; por escogerme tú para tenerte y amarte, mis ojos la contemplaron más amorosamente sobre todas las cosas.

No me arrepiento de lo que en otro tiempo fui, por que aun lo soy, ahora que estas aquí y nos hemos encontrado ¿Híjos de qué improbable choque?

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