Consequences of falling [Privado]

por **Leonora d'Epirro** Dom Sep 07, 2014 11:04 pm

Finalmente se encontraba en paz. En la biblioteca no tenía que estar observando la cara de su hermana y mucho menos a los fastidiosos Chevigne. Con cada día que pasaba creía que le era mucho menos soportable estar en París, al lado de todos ellos. Lo único que Katya deseaba era regresar a casa, que la pobreza que amenazaba con dejar a su familia en la calle fuera una mentira y realmente tuvieran el dinero necesario como para llevarle de regreso, pero no, nada era como ella esperaba. Su familia estaba por caer en la deshonra de la pobreza y la única salvación que tenían era el dinero de los Chevigne que por derecho creía que pertenecía a su hermana, pese a que los hijastros del difunto marido dijeran lo contrario.

La rusa se dispuso a caminar dentro de aquella gran biblioteca, en busca de un libro que le entretuviese bastantes horas ahí. Un libro que además le ayudara a obtener más conocimientos y formas de manipular al hombre que se ganara su interés. Katya tenía la vista puesta en todo aquel que ostentara un puesto importante y el suficiente dinero como para hacerla vivir de la manera en que estaba acostumbrada por el resto de sus días. Si bien hasta esos momentos su plan no iba del todo mal, esperaba aún encontrar a quien le pidiera matrimonio pronto. El sonido de sus pasos se escuchaba entre las estanterías de libros, sus ojos iban leyendo cuidadosamente los títulos en el lomo de cada uno de los libros y uno de sus dedos acariciaba suavemente la cubierta de aquellos que iba pasando. De esa manera recorrió por un buen rato las estanterías, sin encontrar un libro que le pareciera adecuado.

Estaba por pasar a otro estante cuando su curiosa mirada se poso en una parte del estante que ella nunca alcanzaría y un libro color verde esmeralda llamo su atención. Desde donde se encontraba no podía leer el titulo, así que se paro de puntas y estiro el brazo solo para sentirse humillada ante si misma al quedar aún demasiado lejos del libro que había elegido. Maldijo por lo bajo antes de que una brillante idea inundara su mente y la sonrisa surcara su rostro.

Tomo un libro de uno de los estantes más bajos y aprovechando la soledad del lugar lo coloco en el suelo, después hizo lo mismo con algunos otros, hasta formar una pequeña pila de libros sobre los cuales podría subir para alcanzar el que tenía en la mira. Sin prestar cuidado alguno, Katya subió un pie sobre aquellos libros que se tambalearon pero la atención de ella estaba tan enfocada en el libro que se limito a subir ambos pies sobre la frágil torre, e incluso se tomo el descaro de pararse de puntas hasta que su mano alcanzo al libro.
– Eres mío – dijo para notar como los libro cedían y entonces ella comenzaba a caer. La rusa cerro los ojos y se aferro al libro, aguardando por sentir el golpe que se llevaría pero para su sorpresa, su cuerpo termino por estrellarse en algo increíblemente blando. Temerosa abrió un ojo y se encontró entonces un rostro masculino que provoco un sonrojo en sus mejillas al ser descubierta en semejante acto de imprudencia por un desconocido.

por **Ásbjörn y Sylmeria Dogli** Sáb Sep 27, 2014 7:39 pm

-AGH! –Algo pesado le cayó encima que no le dio tiempo a ver que había sido, pero se rio por dentro cuando vio que era una hermosa joven aproximadamente cerca de los veinte si es que no los había cumplido ya – Agh ¡DIOS! –Intensamente su interés se intensifico cuando vio que aquella muchacha se había caído sobre él mismo y se había colocado sin ser intencionado en una postura poco casual entre sus piernas y precisamente su hombría -¿Es que no puedes….? agh! – Ásbjörn se quedó riendo finalmente en el suelo y debido a que estaba en esa posición tan sugerente él se tomó la libertad de poder probar el volumen de aquellas nalgas para finalmente dar la vuelta rodando y quedar sobre ella - ¿Señorita? Menuda manera de hacer nuevos amigos…-Termino con la risa que había mantenido hace un momento, pero este la ayudo a que se pudiera levantar del suelo y que pudiera seguir con la búsqueda en la sección de medicina.

Si hubiera podido llevar su boina la hubiera inclinado un poco para hacerle una reverencia pero a pesar de que habían recuperado algo de sus pertenencias aun no tenía el closet completo. Estaba cada vez menos limitado con las ropas y eso le agradaba en sobremanera. Hace poco, su hermana había sufrido dolores por el continuo crecimiento de su barriga por el embarazo y debía ir a por algo de información ya que apenas aún pueden cobrarse un médico. Tenían una ayuda que era la que les ofrecía los hermanos Lanagan a distancia desde un país extranjero a la vez que Ásbjörn podía trabajar en la taberna, en el mercado ambulante o en otro tipo de pluriempleo con el que pudieran traer dinero a casa. Estaban bien abastecidos de comida y su hermana tenía que cuidarse. Él mismo sentía que su embarazo podría ir mal o a mejor. No lo sabía. Lo único que tenía a mano ahora era una biblioteca y la inteligencia.

-Podría haberme pedido ayuda si necesitaba ayuda con coger el libro… -Se quedó mirándola fijamente desde la distancia pues a lo mejor por sus pintas podría pasar por un descarado – cosa que no lo era – que tenga un buen día señorita…-Hizo una leve reverencia hacia la muchacha de cabellera castaña y Ásbjörn siguió su búsqueda para problemas contra el parto. Solo estaba seguro que le costaría demasiado tiempo encontrar algo, pero estaba buscando en la sección equivocada. Seguramente no averiguaría nada sobre partos o embarazos en esa sección. Estaba planteándose preguntar a la joven que se cayó encima y no se lo pensó otra vez.

–Perdona mi intrusión pero me preguntaba si podría un ángel ayudarme con un problema que tengo…-Obviamente lo de ángel se refería a ella pues había caído sobre él no hace menos de un cuarto de hora – Tengo un problema bastante serio y temo que estoy perdido en lo que busco…-Suspiraba para encontrar la calma, se echó al lado para dejar pasar a una ancianita con varios libros pero Ásbjörn volvió a fijarse en la muchacha – Busco algo sobre embarazos o partos…mi hermana…está teniendo problemas….-dijo directo con su problema y quería referirse a que su hermana lo estaba pasando mal y que necesitaba urgentemente la ayuda de alguien.

por **Leonora d'Epirro** Vie Oct 10, 2014 11:04 pm

Los ojos de Katya abiertos cual platos mostraban más que nada la sorpresa que le provocaba haber terminado de aquella manera sobre alguien y mucho más sorprendida estaba de que fuera un hombre. De igual manera estaba agradecida por no haber terminado estrellandose de lleno contra el suelo ya que el daño que se hubiera hecho, sería terrible.
– Lo lamento, no ha sido mi intención la verdad es que he hecho una tontería – se excuso rápidamente y apenas se movía unos centímetros, apartando su cuerpo del masculino cuando la mano ajena se sitió en una zona que no era apropiada a que un hombre le tocara y el sonrojo le llego esta vez de una manera tan intensa que sintió le explotaban las mejillas. Ni siquiera fue capaz de notar cuando terminaron de manera inversa, con él cuerpo del desconocido sobre el suyo y únicamente cuando se encontró de pie, gracias a la ayuda masculina fue que la molestia le inundo por completo.

Aparte de tener el atrevimiento de tocarla, aquel hombre le decía que bien podría haberle pedido ayuda para bajar el libro y ahí fue cuando Katya respondió.
– ¿Ayuda a usted? No gracias, ya he visto la forma en la que se cobra los accidentes – hacía mención a la forma en que antes le había tocado – no quiero saber como es que se cobra los favores entonces – y sin más que decir, agradeció que él pasara a despedirse mientras la dejaba ahí, molesta por su torpeza y por los atrevimientos que aquel hombre había tenido sobre su persona. Si bien Katya no era ninguna santa cuando trataba con hombres, la verdad es que nunca había permitido que alguno le tocara de manera impropia y esa era la primera ocasión que alguien se atrevía a hacerlo, lo que aseguraba que el rostro del hombre aquel no se le olvidara nunca.

La rusa busco algunos otros libros hasta que termino por detenerse en un pasillo y permaneció inmóvil, observando el libro que fuera la causa de su desgracia de ese día, culpándole de todo lo que había sucedido cuando la voz masculina la saco de su ensimismamiento y dio un respingo. Se giro rápidamente para toparse de nueva cuenta con el caballero de antes e hizo una mueca de molestia.
– Se ha equivocado de sección entonces, los ángeles están por aquel lugar – dijo señalando con el dedo unos estantes más lejanos donde se encontraban dos chicas observando un par de libros, sin embargo, él continuo ahí dando una explicación que ella no requería oír. No se fue porque la anciana que pasaba le impidió el paso, así que debió quedarse hasta escuchar toda la explicación. Suspiro. Aquel hombre podría ser un atrevido, pero a lo que Katya correspondía una mujer siempre debía apoyar a otra; era de hecho lo que hacía ella con su media hermana aunque no le agradara del todo – Venga, sé donde esta lo que busca – avanzo entonces presurosa entre los estantes, hasta llegar a una zona más alejada y solitaria – ¿Qué es exactamente lo que busca? – dijo sin mirarlo, observado los títulos de la sección médica – ¿Qué tiene su hermana? Si es que no me miente y es en realidad su esposa a quien necesita atender – Desconfiaba de aquel hombre, no podía negarlo pero en cierta menear tampoco se veía como que realmente fuera tan malo.

por **Ásbjörn y Sylmeria Dogli** Lun Oct 27, 2014 6:59 pm

Bueno, simplemente aquello no se lo esperaba. Creía que al final iba a dejarle colgado como la mayoría de la gente de la biblioteca había hecho con él – Bueno…No quiero ser demasiado directo pero no hace mucho….mi hermana fue violada y ahora por nuestra mala suerte, tiene problemas en el embarazo..-se tensó al pensar que podría volver a pasarle lo mismo de siempre, lo mismo que le pasaba desde el día que encontraron a los hermanos Lanagan. Ella estando fuera en el jardín y él llegaba en caballo pero enseguida comenzaron las contracciones. No estaba lista para un parto y tenía que descansar. Ahora su médico andaba desaparecido y estaban todos un poco perdidos – No creo que sea algo grave que no se pueda solucionar…-Rio brevemente para después tener que volver a dar la vuelta hacia la pila de libros que estaba acumulada en las estanterías.

Comenzó a observar libros y libros que podrían orientarle pero seguía igual de perdido. Necesitaba una señal en la que pudiera saber que él tendría a su hermana sana y salva. Tenía en cuenta que todo se debía a un descuido del médico por dejarse secuestrar pero estaba convencido por una parte que alguien estaba tras el secuestro. Pensó en su tío, pensó en alguien que pudiera también querer la muerte de ambos hermanos. En el momento no se le ocurría quien podía ser, pero ahora era el presente y tenía que atarse a las consecuencias. Seguramente la medicina para principiantes habría algo útil, algún remedio calmante para con los dolores, o simplemente ¡ALGO! ¡Quería algo!

Se dio la vuelta para observar a la joven que se había acercado a ayudarle a pesar de que había estado matándole con la mirada que le estaba echando pero algo en él mismo quiso saber algo más sobre ella. Así que dejo el libro en algún lugar que pudieran verlo y se acercó a la muchacha – Me llamo Ásbjörn Dogli ¿Y usted? – Levanto ambas manos para que viera que iba en serio, para que se diera cuenta de que no estaba con alguien maligno o que quisiera hacerla algún daño – Perdona si se me fue la mano…-tuvo que reír pues parecía que seguía notado la tersidad de aquella nalga bajo el pomposo vestido que en la tarde llevaba.
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