Nada es casualidad [Privado]

por **A. Siren Skjaldmö** Vie Sep 26, 2014 11:01 pm

El día entero había sido hermoso, con un sol cálido que acariciaba tu piel calentándola, las nubes tapando lo necesario permitiéndole a los niños y a ella tomar la siesta en el jardín junto al azulado cielo brillante y espléndido. Había pasado parte de la mañana y toda la tarde en el orfanato aprovechando su día libre en el burdel y escapándose del ’bruto sarnoso’ como le gusta llamarlo, y de la nada... Lluvia, mucha lluvia por todos lados.

Los apresurados pasos de la joven rubia parecen no ayudar en nada al hecho que esta mas que empapada de pies a cabeza –Demonios...– exclama intentando que la tela de la falda deje de pegársele en las piernas y le permita apresurar mas el paso por las desoladas calles parisinas bajo la lluvia torrencial. ¿Porque precisamente ese día tenia que caer la peor de las lluvias? Pasa la mano por el rostro tallándose los ojos. Falta mucho para llegara a la que ahora es su nuevo ‘hogar’ junto a Varg. Hastiada se da por vencida llegando a un callejón refugiándose inútilmente en uno de los pequeño techo esperando que la tormenta mengue un poco –‘Detesto que toque dormir en la calle, ¡Infiernos!’– Mira a su alrededor abrazándose, parecería ser que es la única loca que se le ocurría vagar a esas horas y en aquel lugar. Tiembla por el frió y humedad –‘Ha de estar hecho una furia el perro’– piensa riendo a sus adentros antes de percatarse que alguien mas parece padecer las mismas circunstancias que ella. Duda por un momento y aun asi mordiéndose los labios y esperando que no sea la peor decisión que haya tomando le llama –Ey! Por aqui– pide llamándolo con una seña. Claramente es un chico, alto, empapado al igual que ella, las gotas le escurren por los mechones de cabello corto. Seguro su clase social es igual que la de ella.

por **Eslatan Pilligram** Lun Sep 29, 2014 1:52 pm

Como detestaba el tiempo de Paris. Alla en su tierra natal podia predecir bastante bien cuando iba a llover y cuando no. Sin embargo, en Paris pocas veces acertaba los pronosticos.
Ese dia habia estado soleado y calido. Con apenas nubes manchando el cielo, pero sin embargo en el atardecer las nubes se agolparon en el cielo y una lluvia torrencial castigo a todos los tranceuntes.
El chaparron habia sido tan repentino que antes que siquiera pensara en buscar refugio, ya estaba empapados.
Caminaba por los callejones tratando de evitar a la gente, que solia mirarlo con asco. Sin embargo en esta ocacion, la señorita Summer le gritaria si entrara asi, chorriando agua, a su lujoso hogar.
Cuando de repente, alguien lo llamo. Era una muchacha empapada igual que el, que se guarecia de la lluvia a medias, bajo un pequeño techo. Mis ojos recorrieron el cuerpo de la chica, que se traslucia bajo su ropas mojadas, mostrando un hermoso y sensual cuerpo.
Se acerco a la chica, tratando de mirarla solo a la cara, para no ser descortes.
-Buenas tardes señorita. Hemos tenido mala suerte, esta lluvia repentina ha estropeado nuestras ropas.
Sonrei, mientras miraba a ambos lados de la calle. La mire tratando de hacerme una idea de si era una mala persona, pero ya tenia una impresion.
- Aca a una cuadra esta el negocio donde trabajo. Podriamos ir a ahi y esperar a que pase la lluvia. Esta cerrado y no hay comodidades, pero al menos tendremos un techo sobre nuestras cabezas.

por **A. Siren Skjaldmö** Sáb Oct 11, 2014 7:41 pm

Efectivamente era un chico, alto que ahora se acerca, esta mojado de pies a cabezas al igual que ella. En definitiva no hay suficiente espacio y no es que sirva de mucho el techo para refugiarse, pues sigue mojándosele la falda del vestido y tiene los zapatos llenos de agua. En fin seguro que si no ha de ser una de sus mejores ideas, se sabe defender... un poco.

–Buenas tardes… casi noches – responde tratando de no sonar impresionada, no parece un chico de buena posición social, su ropa y facha lo permiten ver; sin embargo su habla es correcto, cortes y pulcro algo a lo que no está acostumbrada para nada y mucho menos la llamen señotita –Si, hemos tenido mala suerte – expresa con el asentó que la caracteriza, sonríe, un fuerte trueno se escucha y permite que la voz del chico continúe fluyendo. –Te agradezco, eres muy amable al no conocerme y ofrecerme un refugio, tratare de no incomodar mucho.– continua abrazándose a su misma, apretando ligeramente los pechos. Aquel día prometía tanto que no se le paso llevar algo que tapar, ahora claro, sufría las consecuencias. Se acerca a su lado permitiendo que la guie –... Soy Siren… ¿Eres de aquí? Quiero decir que… – Lo ultimo lo dice tartamudeando un poco coloreándosele las mejillas por la pena de ser tan entrometida y el frio que le recorre el cuerpo–Si eres Francés… llevo varios años aquí y aun me cuesta trabajo hablarlo – camina a su lado haciendo un gracioso gesto torciendo la boca y rolando los ojos al sentirse un poco torpe.

por **Eslatan Pilligram** Sáb Oct 18, 2014 8:06 pm

Apuro el paso mientras buscaba avanzar bajo el reparo de las paredes, aunque en gran parte, los sobre techos no alcanzaba a parar la lluvia. Cada varios pasos miraba para atrás entrecerrando los ojos para ver si lo seguía.
Tuvo que levantar la voz, para hacerse oír sobre el crepitar de la lluvia.

-No. Hará apenas un año que estoy acá. A veces mezclo español con francés, pero al menos consigo hacerme entender.

Habla con su propio acento, y no de una manera fluida, deteniéndose a pensar ciertas palabras, que escoge con cuidado

-Dar amparo a una persona, es casi una obligación. Sería incorrecto dejarla ahí, pudiendo ofrecerle un techo.

Sonríe, tratando de ser simpático, para que la joven no se sienta incomoda.
Luego de caminar unas cuadras y quedar sumamente empapados llegan frente a un almacén que ya esta cerrado, con las luces apagadas. En él se lee pintado de negro y en cursiva “Sir Anton. Envios marítimos”
Cuando la chica lo alcanza, la dirige hacia una callejuela lateral a donde confluyen algunas puertas laterales. Se dirige a una de ellas y la abre con una llave que saca del bolsillo.

-por favor, adelante.

Se hace a un lado, para dejarla entrar, con el agua recorriendole la cara y haciendole entrecerrar los ojos

por **A. Siren Skjaldmö** Sáb Dic 27, 2014 7:41 pm

Apresura el paso siguiéndole con apremio. Mira de vez en cuando para ver si aún le sigue. –Hablas muy bien para llevar tan poco tiempo por estos lados– exclama acercándose a el. –También se me dificultan varias palabras aun, pero como dices logro hacerme entender– y claro no es que en el burdel necesite hablar muy adecuadamente y con cordialidad en aquel lugar si lo que mas usa son bajas palabras, groserías y uno que otro golpe que la rubia se a obligado a dar para defenderse de aquellos malditos asquerosos. –Gracias, pero no cualquiera es buena gente entre nosotros los de esta clase– dice mas para ella misma que para él.

Mira la acción de aquel que le acompaña, la lleva a un costado y con una llave abre la puerta de aquella bodega. Pasa aguantando la respiración –Permiso– susurra quedándose un momento en la entrada recogiendo la falda y exprimiéndola un poco, al igual que sus magas y el delgado chal que llevaba tapándose –En cuento pare la lluvia me retirare, no quiero causarte molestias– sonríe en agradecimiento. No solo es la molestia lo que le preocupa, es aquel que desde hace unos meses la llama ‘su hembra’ si no la ve, saldrá a buscarla y pasara lo mismo que la ultima vez. La llevara de los cabellos derechito a la que ahora debe llamar su casa.

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