Tomando responsabilidades (Gerard)

Recuerdo del primer mensaje :

Nunca se le cruzó tan siquiera la remota posibilidad de que alguna vez llegaría a compartir su casa con alguien más. Ni estando vivo ni en su existencia como vampiro. Pero los sucesos de ese último mes también habían sido completamente impredecibles. Nunca se hubiera imaginado que en Paris iba a conocer tanta gente que lograra entrar un poco más allá de esa corteza exterior con la que se protegía de la gente y lo peor de todo era que esas personas, eran todas humanas. Estaba jugando con fuego, un juego peligroso que podía terminar bastante mal si no iba con cuidado. Gerard se había quedado esa noche a dormir y no sabía por cuanto tiempo aquello duraría ni como lo resolvería, pero de alguna manera algo en él se había tranquilizado de saber que el chico estaba a salvo. Por lo menos estando cerca, se aseguraría de que ningún peligro le atosigara.

Una vez el chico se había quedado dormido en su habitación, había salido a alimentarse, había perdido bastante sangre gracias a las estacas y no quería tener la tentación de la sangre de Gerard, porque aquello era algo que no se permitiría nunca. Había regresado un poco menos de media hora antes del amanecer y se había metido en la habitación, observando en la penumbra al chico apasiblemente dormido, que tan frágil se veía allí acostado, suspiró y se metió bajó la cama, moviendo las tablas corredisas falsas y metiéndose en el agujero. Se aseguró de que las tablas estuvieran en su lugar y finalmente cerró los ojos en la oscuridad, acostado cuan largo era en el compartimiento secreto.

***

Despertó como un reloj a eso de las 6:30 y lo primero que se le vino a la mente fue ¡Gerard! corrió las tablas rápidamente y salió debajo de la cama, en la oscura habitación. Una vez fuera de ella comenzó a buscar al chico, pero no sentía su presencia en la casa, no debía tardar en llegar, o eso esperaba, comenzaba a sentirse nervioso ante la posibilidad de que pudiera haberle pasado algo mientras estuviera dormido. Notó encontes lo que parecía ser una maleta de cuero, fisgoneó un poco sin poder aguantar la curiosidad y vio que se trataba de algunos objetos personales de Gerard, alzó el rostro y algo llamó su atención, en la mesa había una nota en un pedazo de papel.

"He comprado un par de cosas, están en la cocina, por si no lo recuerdas, los humanos tienen que comer - Toulouse"

Arrugó el puente de la nariz y se metió la nota en el pantalón holgado de la pijama de rallas que usaba, caminó hasta la cocina dejando escapar un bostezo y efectívamente vio sobre la mesita de madera, al lado del horno unas papas, pimentones, cebollas y tomates, también había un pescado colorado de rio y una gran barra de pan fresco. Dejando escapar un suspiro se remangó las mangas de la pijama, tomó el cuchillo que estaba empolvado de no ser usado nunca y comenzó a cortar las patatas en trozos, puso agua en una olla y por primera vez en todo el tiempo que llevaba viviendo en esa casa, prendió fuego a la leña del horno para poder cocinar.

(( En el otro post, mencionaste que traerías unas cosas, supuse que una maleta con ropa o lienzos para trabajar ))

A veces se le olvidaba, que existían personas de corazón tan puro y de intenciones limpias. La reacción de Gerard era tan fácil de leer y tan obvia, que por unos momentos se arrepintió por haberle dicho aquello, aunque era necesario que el chico enfrentara la realidad y abriera los ojos. Saber de la existencia de seres sobrenaturales era un asunto peligroso y no un camino de rosas, los vampiros y los hombres lobo no eran como los pintaban en las novelas rosas para quinciañeras enamoradas, ellos eran creaturas asesinas que usaban su apariencia seductora como arma. Engañar y manipular era parte de sus conductas y naturaleza, Gerard debía comprender todo el nuevo mundo que se abría ante él y las nuevas posibilidades.

Aquello era cruel, pero necesario. Le vio beber el vino y supo que aquello le había perturbado en demasiado. Pobre Gerard, pensó, siente demasiado, vive demasiado, no es sangre lo que corre por sus venas, es pasión.

- Cuando un joven arista pinta un cuadro, pone su alma y corazón en ello - Comenzó a decir, caminando hasta él y bordeándolo - Luego el profesor admira la obra y le da una crítica aspera, seca y cruel, que le hace deprimirse por horas y le llena de rabia - Agrega acercándose a la puerta con él - Si el profesor pusiera su corazón en cada trabajo de un alumno antes de criticarlo, no podría ser objetivo y decir las cosas con claridad - Caminó através de la puerta saliendo primero, la casa quedaba bastante alejada de la ciudad en algo así como los suburbios y daba de frente contra la pared de una construcción de 3 pisos, que la mantenía completamente en la sombra.

- Cuando dije que te protegería, iba en serio, cuando dije que sería tu profesor... iba en serio también - Agregó, girándose para encararle y cerrár la puerta con llave - La realidad en la que tu vives es como ese cuadro en el que pones tu alma y corazón, pero mi realidad... es una aspera, seca y cruel - Dictaminó, levantando su rostro al cielo para ver la posición de la luna y las estrellas, la cita con Anuar era a las 8 en punto, tenían menos de 15 minutos y debían recorrer casi todo Paris - Siento mucho ser tan duro... pero soy un profesor -

Y le bordeó por la cintura en un abrazo que por unos momentos pareció una muestra de cariño, pero segundos después el vampiro había saltado con todas sus fuerzas, cargando al joven pintor por los aires, por unos instantes el cielo se desdibujó y se convirtió en una mancha borrosa de negro y azul turbio, para momentos después materializarse, una vez los pies de Soren tocaban la corniza de una casa vecina.

- Sube a mi espalda - Agregó con una media sonrisa - No me gusta llegar tarde a una cita -

(( muahaha :3 terminemos de escribir aqui un par de post, de como llegamos hasta el café y abrimos el tema con Anuar en ese lugar ¿ok? ))

(Aún sin casa!!!!! esto es el destiiino)

Ahora sí que parecía la cría de un koala.

EPIC.

Le dio risa la manera en como se resistió un poco y bueno, era normal, no todos los días los profesores te hacían peticiones tan raras como esa de llevarte en la espalda, pero a al final el joven se había montado, usó sus brazos para sostener sus piernas y evitar que se delizara, la espada escondida bajo el gabán le incomodaba un poco, dio un saltito como para comodarse bien al chico en su espalda. El calor que le producía la cercanía de su cuerpo era reconfortante, le traía una sensación contradictoria, le recordaba lo que era estar vivo y al mismo tiempo que él ya estaba muerto.

Le gustaba sentir ese calor, cerró los ojos por unos instantes sitiéndo la briza fría otoñal golpeando su rostro desde la cornisa.
-No te caerás - Murmuró al viento aunque sabía que Gerard le había escuchado - Nunca dejaré que caigas - Agregó, aunque ya no estaba pensando directamente en caer desde los techos. - ¡Bien aquí vamos! - Anunció comenzando a correr por el techo, tomando impulso para saltar a una nueva casa, sintiéndo el delicioso vacío que le producía ir por el aire, sintiendo la libertad que sólo la noche podía otorgarle de esa manera.

- Quiero presentarte a otro pintor - Comentó mientras corría a gran velocidad - Un chico que conocí en este tiempo loco en el que no pude ir a la universidad - Agregó aterrizando en un nuevo techo - Es... es... mi amigo - Murmuró no muy seguro de como debía llamar la relación que tenía con Anuar.

- Es maravilloso como a través del arte he tenido la oportunidad de conocerlos a ambos - Agregó más como una reflexión para si mismo - Creo que... nunca me había sentido tan vivo...-

Corrió y saltó tan rápido como pudo, con una sonrisa de tonto, grabada en sus labios, nada podría salir mal esa noche.

¿O si?

(( Bien, respondes tu para cerrar esto y abrimos en el café con San-Anuar de la inmaculada concepción ))

[xDDD tengo unas comparaciones !!! ]]