AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Cyclamen [Julien]
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Cyclamen [Julien]
Recuerdo del primer mensaje :
Las violetas eran la planta preferida de su abuelo. Lo primero que aprendió fue acerca de estas… Cyclamen… la violeta de los alpes o violeta persa. La había usado más de una vez en sus experimentos y justo ahora observaba una flor, tan colorida aún, con toda su belleza a pesar de ya estar muerta al llegar a sus manos. Las flores eran un medio, sus venenos no salían realmente de ellas, sino la mayoría de las veces era una combinación más macabra, más compleja. Las plantas eran su dominio, su mayor fuerza. Lo que sabía de botánica, todo lo que su abuelo le había enseñado. Lo que jamás olvidaría, pues era parte de su ser, de una forma tan literal como era posible.
Su cuerpo, como en todos los que desarrollaban ese arte en su familia, poseía ese veneno, latente en su ser. Transpiraban una sustancia tóxica por los poros de la piel, años, generaciones de estar probando sobre sus propios cuerpos, llegando a 'evolucionar' de esa manera, de una forma diferente, el veneno que corría por ellos, como el agua que lo hacía a través de su cuerpo, contaminada a través de los tiempos. Era por eso, que su vida podía a veces transformarse en un problema en determinadas circunstancias, o más bien, que tuviese algún problema gracias a su naturaleza. Él era un simple ser humano, podía morir como cualquier otro, tal vez lo único que no podía matarlo sería precisamente un veneno. Incluso si le administraban uno lo suficientemente fuerte, era muy difícil encontrar alguno que le dañara mortalmente e hiciera un efecto rápido en él. Más difícil aún era capturarlo.
Esa noche se había ido a la taberna y ahora había terminado por llegar a esa mansión, a ese espacio personal que había creado en ese jardín que ahora parecía tan descuidado, allí, en el sótano estaba todo que podía describir lo que hacía, cada veneno en la repisa y sus antídotos, sin ninguna etiqueta, sin ningún indicio de su contenido, estaba tan acostumbrado que no necesitaba algo como eso. Solo el color, aunque en apariencia fueran iguales, y el olor que en algunos escapaba incluso si estaban cerrados.
La noche había caído. Se estiró casi de forma felina. Al verle, muy pocas personas imaginarían lo que era, un asesino bien entrenado, a pesar de su sonrisa y su servicial carácter. Ese carácter risueño, sin embargo, no era ninguna mentira. Después de varios días intentando dejar la mansión como había estado cuando su dueño llegase a vivir en ella tiempo atrás, al menos había logrado que pareciera habitable. Los jardines aún no tenían el esplendor que quisiera. Había estado tratando de distraerse con aquellas labores, además de que era algo que quería dejar en óptimas condiciones. Dormiría allí esa noche, aunque para eso aún faltaba, aún estaría ahí, haciendo algunas mezclas antes de dejarse atrapar por el sueño. No había ninguna tarea o misión que debiese cumplir y por ahora quería olvidar la imagen de la persona en su mente que parecía torturarle. Aún no abría las rejas exteriores cuando se acomodó el abrigo que traía puesto, casi como un reflejo de sus movimientos. Buscó las llaves del candado. En realidad aquel lugar tenía recuerdos de un encuentro que no quería olvidar, pero que le torturaba un poco recordar con tanta claridad, por eso sus movimientos fueron lentos, sin ninguna clase de prisa. No la había. Era como verse repitiendo algo pero tenía esa sensación de algo que ya no volverá a suceder jamás. Eso era de algún modo triste para él, pues antes nunca había creado lazos que creyera tan fuertes con personas ajenas a su real familia.
Las violetas eran la planta preferida de su abuelo. Lo primero que aprendió fue acerca de estas… Cyclamen… la violeta de los alpes o violeta persa. La había usado más de una vez en sus experimentos y justo ahora observaba una flor, tan colorida aún, con toda su belleza a pesar de ya estar muerta al llegar a sus manos. Las flores eran un medio, sus venenos no salían realmente de ellas, sino la mayoría de las veces era una combinación más macabra, más compleja. Las plantas eran su dominio, su mayor fuerza. Lo que sabía de botánica, todo lo que su abuelo le había enseñado. Lo que jamás olvidaría, pues era parte de su ser, de una forma tan literal como era posible.
Su cuerpo, como en todos los que desarrollaban ese arte en su familia, poseía ese veneno, latente en su ser. Transpiraban una sustancia tóxica por los poros de la piel, años, generaciones de estar probando sobre sus propios cuerpos, llegando a 'evolucionar' de esa manera, de una forma diferente, el veneno que corría por ellos, como el agua que lo hacía a través de su cuerpo, contaminada a través de los tiempos. Era por eso, que su vida podía a veces transformarse en un problema en determinadas circunstancias, o más bien, que tuviese algún problema gracias a su naturaleza. Él era un simple ser humano, podía morir como cualquier otro, tal vez lo único que no podía matarlo sería precisamente un veneno. Incluso si le administraban uno lo suficientemente fuerte, era muy difícil encontrar alguno que le dañara mortalmente e hiciera un efecto rápido en él. Más difícil aún era capturarlo.
Esa noche se había ido a la taberna y ahora había terminado por llegar a esa mansión, a ese espacio personal que había creado en ese jardín que ahora parecía tan descuidado, allí, en el sótano estaba todo que podía describir lo que hacía, cada veneno en la repisa y sus antídotos, sin ninguna etiqueta, sin ningún indicio de su contenido, estaba tan acostumbrado que no necesitaba algo como eso. Solo el color, aunque en apariencia fueran iguales, y el olor que en algunos escapaba incluso si estaban cerrados.
La noche había caído. Se estiró casi de forma felina. Al verle, muy pocas personas imaginarían lo que era, un asesino bien entrenado, a pesar de su sonrisa y su servicial carácter. Ese carácter risueño, sin embargo, no era ninguna mentira. Después de varios días intentando dejar la mansión como había estado cuando su dueño llegase a vivir en ella tiempo atrás, al menos había logrado que pareciera habitable. Los jardines aún no tenían el esplendor que quisiera. Había estado tratando de distraerse con aquellas labores, además de que era algo que quería dejar en óptimas condiciones. Dormiría allí esa noche, aunque para eso aún faltaba, aún estaría ahí, haciendo algunas mezclas antes de dejarse atrapar por el sueño. No había ninguna tarea o misión que debiese cumplir y por ahora quería olvidar la imagen de la persona en su mente que parecía torturarle. Aún no abría las rejas exteriores cuando se acomodó el abrigo que traía puesto, casi como un reflejo de sus movimientos. Buscó las llaves del candado. En realidad aquel lugar tenía recuerdos de un encuentro que no quería olvidar, pero que le torturaba un poco recordar con tanta claridad, por eso sus movimientos fueron lentos, sin ninguna clase de prisa. No la había. Era como verse repitiendo algo pero tenía esa sensación de algo que ya no volverá a suceder jamás. Eso era de algún modo triste para él, pues antes nunca había creado lazos que creyera tan fuertes con personas ajenas a su real familia.
Última edición por Junno Kimura el Vie Mayo 15, 2015 4:43 pm, editado 1 vez
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Cyclamen [Julien]
Fue como si el tiempo se hubiese ralentizado un momento antes de que se acercara a su piel. Pudo ver con claridad, con detalle cómo sus colmillos traspasaban su piel, haciéndole sentir como si dos agujas se clavaran en ella. Sintió su cuerpo reaccionar, tensándose de inmediato, pero fue solo un segundo, suspiró calmándose y todo parecía tan irreal, algo en él se estremeció mientras su sangre corría por sus venas y era absorbida por aquellos labios.
La sensación iba más allá de lo que hubiese imaginado, el ligero dolor que había sentido en un inicio había sido reemplazada con una totalmente diferente, pero no logró discernir o darle un nombre, aunque sabía bien qué clase de sensación era. Pasó duro mientras entrecerraba los ojos cuando pasaron varios segundos, podía oír su propio corzón, el constante palpitar en sus oídos. Y su mente, aunque intentó no pensar en nada concreto, empezó a divagar. Esta vez no era él e cazador, se sentía en el lado contrario, era la presa, aunque él mismo se había puesto allí.
No se había dado cuenta que había aguantado la respiración hasta que soltó el aire que había estado conteniendo, justo para ver lo que le pasaba al vampiro y el retrocedía cuando se empezó a sentir indefenso. Le vio caer al piso y entre los muchos pensamientos que cruzaron por su mente, el que ganó fue justo el que solía predominar cuando era plenamente consciente de sus acciones -¿Se encuentra bien? - Se sentía un poco aturdido, pero ignoró la sensación y el repiqueteo incesante en su cabeza.
Pero por una razón que no comprendió, vino a su mente un suceso que había tenido lugar en París muchos años atrás, o más bien vino a él la imagen de aquella persona que había apreciado en su infancia. Cuando el apenas era un chiquillo le había acompañado a la ciudad mientras le ayudaba con su trabajo. Las cosas habían salido mal, pero no por lo que debían hacer, les habían traicionado. Su tío había sido una persona diestra con las armas, para él había sido y siempre lo conservaría en su memoria como el mejor.
Pero esa noche en que tuvo que despedirse de él, sintió una culpa que no había podido quitarse nunca, había sido por él, por salvarle a él que había muerto. Y mientras los recuerdos se hilaban en su mente, miró a quien estaba con él. No creía que fuese por él, pero estaba ahí, afectado después de beber su sangre y sabía casi a ciencia cierta que su cuerpo no podía producir el veneno suficiente para matarlo o hacerle algún daño significativo.
La sensación iba más allá de lo que hubiese imaginado, el ligero dolor que había sentido en un inicio había sido reemplazada con una totalmente diferente, pero no logró discernir o darle un nombre, aunque sabía bien qué clase de sensación era. Pasó duro mientras entrecerraba los ojos cuando pasaron varios segundos, podía oír su propio corzón, el constante palpitar en sus oídos. Y su mente, aunque intentó no pensar en nada concreto, empezó a divagar. Esta vez no era él e cazador, se sentía en el lado contrario, era la presa, aunque él mismo se había puesto allí.
No se había dado cuenta que había aguantado la respiración hasta que soltó el aire que había estado conteniendo, justo para ver lo que le pasaba al vampiro y el retrocedía cuando se empezó a sentir indefenso. Le vio caer al piso y entre los muchos pensamientos que cruzaron por su mente, el que ganó fue justo el que solía predominar cuando era plenamente consciente de sus acciones -¿Se encuentra bien? - Se sentía un poco aturdido, pero ignoró la sensación y el repiqueteo incesante en su cabeza.
Pero por una razón que no comprendió, vino a su mente un suceso que había tenido lugar en París muchos años atrás, o más bien vino a él la imagen de aquella persona que había apreciado en su infancia. Cuando el apenas era un chiquillo le había acompañado a la ciudad mientras le ayudaba con su trabajo. Las cosas habían salido mal, pero no por lo que debían hacer, les habían traicionado. Su tío había sido una persona diestra con las armas, para él había sido y siempre lo conservaría en su memoria como el mejor.
Pero esa noche en que tuvo que despedirse de él, sintió una culpa que no había podido quitarse nunca, había sido por él, por salvarle a él que había muerto. Y mientras los recuerdos se hilaban en su mente, miró a quien estaba con él. No creía que fuese por él, pero estaba ahí, afectado después de beber su sangre y sabía casi a ciencia cierta que su cuerpo no podía producir el veneno suficiente para matarlo o hacerle algún daño significativo.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Cyclamen [Julien]
No podía recordar cuanto tiempo hacia que estaba yaciendo en el piso, pero parecían horas cuando dejó de sentir esa punzada en la boca del supuesto estómago -y digo supuesto porque ese órgano no parecía funcionar desde hace un año más o menos - pero había revivido por unos instantes y como si estuviera vivo tuvo deseos de devolver la comida. La cabeza le latía un poco pero era tolerable, había dolores peores...
¿Como esta Junno? Le susurró una voz en su interior y esto hizo que se levantara de pronto como poseído, aún no comprendía como podía hacer esas cosas tan rápido ¿se veían a ojos ajenos tan anormales como él las sentía? Era por esto que buscaba mantener sus movimientos a raya, antes no reparaba en estas cosas, la postura, los reflejos y hoy en día era casi una obligación para no pasar por un bicho raro en las reuniones.
El chico le preguntó si estaba bien así que respondió lo más rápido que pudo - Si ¿tu como éstas? - y se vio tras él en el espejo reflejado aún mas blanco que antes, estaba pálido. Se levantó y fue a su encuentro con el reflejo tocando el brazo del joven a su paso y corroborando que su corazón aún latía fuera de peligro. Después con precaución de acercó al espejo que le devolvió la imagen de su rostro más demacrado, se notaban más sus pómulos y los huesos de su cara en general, lo mismo pasaba con sus manos y la blancura era la de un papel. Se sorprendió como por sus venas corría lentamente la sangre de Junno y esta reparaba lentamente estos cambios. Se sonrió al ver que había sobrevivido a eso, había sido arriesgado para ambos y la prueba le daba mucho para investigar. Volvió nuevamente con paso firme y cerca del joven le agradeció - Gracias Junno, no todos me permiten hacer este tipo de pruebas por más extrañas que parezcan - aclaró con un movimiento de su cabeza que entendía lo extraño que podía verse eso como una prueba.
- Verás... Me gusta realizar pruebas de todo tipo con humanos y seres sobrenaturales por así decirles. Cuando estaba vivo era limitado, hoy en día tengo muchas más posibilidades y eso me agrada.
A lo que voy con esto es que te admiro... hacemos lo mismo ambos, esa vocación que tenemos me hace encontrarme en ti. ¡Te admiro por más descabellado que suene eso! - y se detuvo a ver que decía el joven. Estaba extasiado por la emoción y se notaba en su semblante a pesar de la mala imagen que ofrecía.
- Espero que me tengas en cuenta para cualquier investigación futura que tengas ¿quien sabe? Algo me dice que va a llegar un momento en el que nuestras investigaciones se mezclen. Hoy no hay demasiada luz sobre todo esto pero estoy seguro que no tardarán en aparecer financistas que busquen más conocimientos sobre nuestros campos de estudio Junno - suspiró, había tenido una revelación, así se le manifestaban. Algo en la peligrosa sangre del chico le dejó en claro esto que le comentaba. Ambos eran extraños y pacientes, observaban el mundo desde otro lado, desde el conocimiento.
Se volvió a su lugar, tranquilamente se sentó una vez más en la mesita y nuevamente acomodó el mantel. Y de quedó sumido en pensamiento sobre lo que había visto a través de la sangre. Había gritos, una puerta y un hombre. Frunció el ceño concentrándose y soltó - Hay un momento que dolió... Había gritos y por lo que de sentían era de un hombre, allí ... Sufrías...- buscó las palabras que podían definir ese recuerdo al que había tenido acceso.
¿Como esta Junno? Le susurró una voz en su interior y esto hizo que se levantara de pronto como poseído, aún no comprendía como podía hacer esas cosas tan rápido ¿se veían a ojos ajenos tan anormales como él las sentía? Era por esto que buscaba mantener sus movimientos a raya, antes no reparaba en estas cosas, la postura, los reflejos y hoy en día era casi una obligación para no pasar por un bicho raro en las reuniones.
El chico le preguntó si estaba bien así que respondió lo más rápido que pudo - Si ¿tu como éstas? - y se vio tras él en el espejo reflejado aún mas blanco que antes, estaba pálido. Se levantó y fue a su encuentro con el reflejo tocando el brazo del joven a su paso y corroborando que su corazón aún latía fuera de peligro. Después con precaución de acercó al espejo que le devolvió la imagen de su rostro más demacrado, se notaban más sus pómulos y los huesos de su cara en general, lo mismo pasaba con sus manos y la blancura era la de un papel. Se sorprendió como por sus venas corría lentamente la sangre de Junno y esta reparaba lentamente estos cambios. Se sonrió al ver que había sobrevivido a eso, había sido arriesgado para ambos y la prueba le daba mucho para investigar. Volvió nuevamente con paso firme y cerca del joven le agradeció - Gracias Junno, no todos me permiten hacer este tipo de pruebas por más extrañas que parezcan - aclaró con un movimiento de su cabeza que entendía lo extraño que podía verse eso como una prueba.
- Verás... Me gusta realizar pruebas de todo tipo con humanos y seres sobrenaturales por así decirles. Cuando estaba vivo era limitado, hoy en día tengo muchas más posibilidades y eso me agrada.
A lo que voy con esto es que te admiro... hacemos lo mismo ambos, esa vocación que tenemos me hace encontrarme en ti. ¡Te admiro por más descabellado que suene eso! - y se detuvo a ver que decía el joven. Estaba extasiado por la emoción y se notaba en su semblante a pesar de la mala imagen que ofrecía.
- Espero que me tengas en cuenta para cualquier investigación futura que tengas ¿quien sabe? Algo me dice que va a llegar un momento en el que nuestras investigaciones se mezclen. Hoy no hay demasiada luz sobre todo esto pero estoy seguro que no tardarán en aparecer financistas que busquen más conocimientos sobre nuestros campos de estudio Junno - suspiró, había tenido una revelación, así se le manifestaban. Algo en la peligrosa sangre del chico le dejó en claro esto que le comentaba. Ambos eran extraños y pacientes, observaban el mundo desde otro lado, desde el conocimiento.
Se volvió a su lugar, tranquilamente se sentó una vez más en la mesita y nuevamente acomodó el mantel. Y de quedó sumido en pensamiento sobre lo que había visto a través de la sangre. Había gritos, una puerta y un hombre. Frunció el ceño concentrándose y soltó - Hay un momento que dolió... Había gritos y por lo que de sentían era de un hombre, allí ... Sufrías...- buscó las palabras que podían definir ese recuerdo al que había tenido acceso.
Julien- Vampiro Clase Alta
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Re: Cyclamen [Julien]
Junno era una persona que pocas veces había dejado que algún sentimiento le dominara, salvo cuando era pequeño. Pero conforme creció, su carácter se fue forjando y los pasos que siguió le habían convertido, si bien en alguien amable, también en una persona que no dejaba que otros se acercaran demasiado a él. Las razones eran diversias, con lo que hacía, no podía involucrar a cualquiera, ni tampoco debía dejar que la información en sus manos pudiese escabullirse entre sus dedos. Por otro lado, pocas veces había sentido tal aprehensión como la que sentía ahora. No atinaba a decirlo. Su mente no le mostraba los recuerdos claros que hubiese querido, lo que si tenía bastante certero era el sentimiento que le oprimía el pecho.
El movimeinto repentino del otro le hizo casi saltar, apenas había podido reprimir el impulso. Pero no había perdido la noción de la realidad, así que le dejó acercarse, parecía 'preocupado', por decirlo de algún modo, en un nivel que tal vez no era el que se hubiese esperado.
-Estoy bien.. -Repitió como convenciéndose a sí mismo, sentía el latir de su propio corazón en sus oídos, amortiguando todo lo demás. Aspiró y le escuchó y aunque supo que su rostro no lo denotaba, lo cierto es que mientras el vampiro hablaba, él no podía sino sorprenderse.
Y a pesar de lo calmado y serio que resultaba a veces, esta vez ni todo lo que había pasado por su entrenamiento ni nada que lo hubiese preparado le hizo ocultar su sorpresa. Solo fue un instante sin embargo, luego sonrió como solía hacerlo -Justamente por la extrañeza de sus peticiones es que nadie debe querer hacerlo... -Respondió tratando de recobrar la compostura. PEro si antes se había sentido atraído a esos ojos, al verlo hablar con esa emoción, no pudo sino quedarse en silencio con toda su atención en él, tratando de descifrar sus palabras. Y cuando vio que esperaba una respuesta de él, no supo si lo había comprendido, pero su semblante se suavizó.
-Tal vez no deba esperar el día en que nuestras investigaciones se crucen, podría ser algo peligroso para usted -Dijo en un ligero tono despreocupado. Lo cierto es que tal vez tenía razón en algo. Los dos tenían aquella mente llena de curiosidad, que les permitía seguir por ese camino, intentando descubrir cada vez más. Pero decir que lo admiraba era demasiado, no lo comprendía -Pero esto que soy... se lo debo a generaciones en mi familia... y a ellos debo mi lealtad y mi obediencia -Había que dejarlo claro, incluso si había algo que no le pareciera, si su clan lo demandaba, él acataría las órdenes, en eso creía eran sus códigos muy distintos entre sí. Familia, lealtad, disciplina. Estaba regido por ello. Y la única vez que pensó en abandonarlo todo, había sido hacía poco, cuando creyó que había quebrantado su propio orgullo y traicionado el honor que debía poseer. Pero algo tan lejano como le había parecido el amor le había hecho darse cuenta que a pesar de todo estaba ahí y solo podía seguir adelante. Y sus palabras diciendo aquello le hicieron sentir de alguna forma indefenso -Gritos... llanto... Los he escuchado, visto tantas veces... pero si ha sido mi sufrimiento, las opciones se reducen... y creo saber qué recuerdos están grabados en mi alma con fuego... - un ligero cambio en sus facciones al recordar algo que había creído enterrado en el fondo de su ser. ¿Cuánto tiempo había pasado? Su venganza nunca se llevó a cabo -¿Quiere saberlo?
El movimeinto repentino del otro le hizo casi saltar, apenas había podido reprimir el impulso. Pero no había perdido la noción de la realidad, así que le dejó acercarse, parecía 'preocupado', por decirlo de algún modo, en un nivel que tal vez no era el que se hubiese esperado.
-Estoy bien.. -Repitió como convenciéndose a sí mismo, sentía el latir de su propio corazón en sus oídos, amortiguando todo lo demás. Aspiró y le escuchó y aunque supo que su rostro no lo denotaba, lo cierto es que mientras el vampiro hablaba, él no podía sino sorprenderse.
Y a pesar de lo calmado y serio que resultaba a veces, esta vez ni todo lo que había pasado por su entrenamiento ni nada que lo hubiese preparado le hizo ocultar su sorpresa. Solo fue un instante sin embargo, luego sonrió como solía hacerlo -Justamente por la extrañeza de sus peticiones es que nadie debe querer hacerlo... -Respondió tratando de recobrar la compostura. PEro si antes se había sentido atraído a esos ojos, al verlo hablar con esa emoción, no pudo sino quedarse en silencio con toda su atención en él, tratando de descifrar sus palabras. Y cuando vio que esperaba una respuesta de él, no supo si lo había comprendido, pero su semblante se suavizó.
-Tal vez no deba esperar el día en que nuestras investigaciones se crucen, podría ser algo peligroso para usted -Dijo en un ligero tono despreocupado. Lo cierto es que tal vez tenía razón en algo. Los dos tenían aquella mente llena de curiosidad, que les permitía seguir por ese camino, intentando descubrir cada vez más. Pero decir que lo admiraba era demasiado, no lo comprendía -Pero esto que soy... se lo debo a generaciones en mi familia... y a ellos debo mi lealtad y mi obediencia -Había que dejarlo claro, incluso si había algo que no le pareciera, si su clan lo demandaba, él acataría las órdenes, en eso creía eran sus códigos muy distintos entre sí. Familia, lealtad, disciplina. Estaba regido por ello. Y la única vez que pensó en abandonarlo todo, había sido hacía poco, cuando creyó que había quebrantado su propio orgullo y traicionado el honor que debía poseer. Pero algo tan lejano como le había parecido el amor le había hecho darse cuenta que a pesar de todo estaba ahí y solo podía seguir adelante. Y sus palabras diciendo aquello le hicieron sentir de alguna forma indefenso -Gritos... llanto... Los he escuchado, visto tantas veces... pero si ha sido mi sufrimiento, las opciones se reducen... y creo saber qué recuerdos están grabados en mi alma con fuego... - un ligero cambio en sus facciones al recordar algo que había creído enterrado en el fondo de su ser. ¿Cuánto tiempo había pasado? Su venganza nunca se llevó a cabo -¿Quiere saberlo?
Última edición por Junno Kimura el Dom Nov 08, 2015 10:06 pm, editado 1 vez
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Cyclamen [Julien]
Los ojos de Julien asintieron por él cuando Junno le dijo lo realmente extrañas que eran sus propuestas, de seguro sería lo mismo con la petición de esos somníferos que le había pedido en primera instancia. Se sonrió al pensar cómo se vería ese pedido del otro lado. Su madurez en el tema era un beneficio por su parte, sabia ocultar perfectamente esas caras de sorpresa y consideraba que eso había sido cuestión de práctica además de la formación de familia que tenia heredada el joven.
Éste confirmaba que era cuestión de lealtad y obediencia ¿era solo eso en lo que se basaba su compromiso con estas prácticas? Esperaba y ansiaba que no fuera solo eso, una persona como él, con su mente no podía desperdiciarse en el mundo. Pero lo escuchó con respeto ¿quién era él para definir las cuestiones que atañen a la vida de los demás? Tenía el infinito -si eso era posible- y con ello la posibilidad de hacer cuanto quisiese o cambiar incluso sus aficiones. Junno después de todo era mortal y quizá su vida la consideraba cumplida solo con saberse leal a sus principios.
Rogó que no fuera asi de todas formas... encontrar gente con sus gustos por las investigaciones no era normal, mucho menos alguien curioso por naturaleza como él y con tal empeño. Se dio vuelta y volvió sin emitir palabra hasta la mesita donde después le preguntó por el recuerdo, lo extraño era recordarlo si pensaba un poco mas podía tener mas información, pero a veces era mejor omitir algunas cosas para no meterse en el plano personal de las reservas que éste podía tener por apenas conocerlo. Algo los unía pero no sabía a ciencia cierta que tan fuerte era ello como para arriesgarse a pedir más datos para saciar sus dudas y solo para ese fin.
"...Grabados en mi alma con fuego..." debía ser algo importante y por eso había salido a la luz de esa manera.
- Si, por favor - instó el vampiro apoyando sus codos en la pierna y volviéndose más hacia el lado de Junno, con ánimos de escuchar la historia detrás del recuerdo.
Éste confirmaba que era cuestión de lealtad y obediencia ¿era solo eso en lo que se basaba su compromiso con estas prácticas? Esperaba y ansiaba que no fuera solo eso, una persona como él, con su mente no podía desperdiciarse en el mundo. Pero lo escuchó con respeto ¿quién era él para definir las cuestiones que atañen a la vida de los demás? Tenía el infinito -si eso era posible- y con ello la posibilidad de hacer cuanto quisiese o cambiar incluso sus aficiones. Junno después de todo era mortal y quizá su vida la consideraba cumplida solo con saberse leal a sus principios.
Rogó que no fuera asi de todas formas... encontrar gente con sus gustos por las investigaciones no era normal, mucho menos alguien curioso por naturaleza como él y con tal empeño. Se dio vuelta y volvió sin emitir palabra hasta la mesita donde después le preguntó por el recuerdo, lo extraño era recordarlo si pensaba un poco mas podía tener mas información, pero a veces era mejor omitir algunas cosas para no meterse en el plano personal de las reservas que éste podía tener por apenas conocerlo. Algo los unía pero no sabía a ciencia cierta que tan fuerte era ello como para arriesgarse a pedir más datos para saciar sus dudas y solo para ese fin.
"...Grabados en mi alma con fuego..." debía ser algo importante y por eso había salido a la luz de esa manera.
- Si, por favor - instó el vampiro apoyando sus codos en la pierna y volviéndose más hacia el lado de Junno, con ánimos de escuchar la historia detrás del recuerdo.
Julien- Vampiro Clase Alta
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Re: Cyclamen [Julien]
Por única ocasión se sentó frente a su invitado, olvidándose de que debía comportarse como el mayordomo que era. Suspiró acomodándose en aquel sitio. Sentía una cierta pesadez mientras su mente comenzaba a sumergirse en recuerdos de un pasado lejano.
Era algo que no quería dejar en el olvido, y sin embargo, algo que había caído en segundo plano muchos años atrás -El tiempo puede hacer que cosas que creíste importantes parezcan difuminarse en recuerdos confusos... a veces incluso te permite olvidar aquello que creíste jamás podrías sacar de tu mente - Comenzó a hablar tras un par de minutos. Aunque era costumbre mirar a su interlocutor mientras conversaban, esta vez no lo hizo y se permitió además perder aquella postura perfecta, incluso se sintió algo desprotegido, no físicamente, pero revelar aquello, no se lo había imaginado nunca, no estaba seguro de por qué estaba haciéndolo ahora. Estaba algo nervioso, se dijo, eso era todo. Habían pasado muchos años, no era como si fuese a revivir aquella situación ahora, no era la misma persona.
Ni siquiera había comenzado y aquella sensación en su pecho empezó a parecerle algo abrumadora –Cuando era pequeño, había alguien a quien admiraba por sobre los demás… incluso más que a mi abuelo, porque los niños ven las cosas de la misma manera y no le dan importancia a la sabiduría frente a otras cosas que les parecen más divertidas… Tenía alrededor de ocho años cuando sucedió… Tal vez debiese hablarle de mi familia, pero me temo eso llevaría más tiempo… Lo resumiré en que somos un clan extenso, claro que no todos son como yo, no… somos una parte especial, por así decirlo –Sentía que estaba desviándose un poco, pero sería difícil abordar el tema si no hacía aquello –Tenía un tío, era el mejor tirador que había visto en mi vida… tenía una fama sin precedentes entre los nuestros… incluso ahora, dudo haber visto a alguien como él… puntería perfecta y el conocimiento de armas de todo tipo… Aunque probablemente habla aun mi admiración por él… -Hay cosas con las que no se podía ser objetivo y para él probablemente era el recordarlo de esa manera –Hasta entonces yo no había conocido ciertas facetas del ser humano… era algo ingenuo al juzgar a otros, aún poseía la inocencia de quien no ha visto el mundo en todas sus caras, de quien no conoce lo más oscuro del ser humano… - Sincerarse no estaba resultando algo fácil. Siendo quien era, no debería sentirse como lo hacía en ese momento, como si fuese alguien normal, cosa que sabía que no era, lo deseara o no, desde que había nacido con aquella sangre no lo había sido jamás.
-En una ocasión, me llevó con él a un trabajo que mi abuelo le había encomendado… Yo era aún inexperto y lo más difícil en nuestra formación es acostumbrarse a la muerte. Comprenderá, supongo, que mis superiores estuviesen preocupados acerca de si podría o no pasar el primer paso para convertirme en lo que soy ahora… -Porque debía ser capaz de asesinar sin que su conciencia o algún sentimiento contradictorio apareciera, porque era su deber y no podría evitarlo en algún momento, fuese su víctima humana o sobrenatural la sensación que producía el llevarte una vida podía conllevar un peso que no todos soportarían –Así que me enviaron una temporada con él, al principio no me dejó ir y ver la forma en que desempeñaba sus tareas, pero paulatinamente empezó a dejarme ver aquella parte que no había visto hasta entonces. Se me había enseñado el valor de una vida, pero también había crecido creyendo en que si llegaba a tomar alguna, sería por una causa, por un bien necesario… -Eso había sido ingenuo realmente, pero lo cierto es que aún creía que lo que hacía era por un bien, tal vez no para la humanidad, pero si para quienes consideraba importantes –Mentiría si dijese que no estaba asustado, pero aún no eran mis manos las que estaban manchadas. Y sus palabras tranquilizaban mi alma… Y si se lo pregunta, no, no vi nunca cómo asesinaba… Pero estuve en la escena más de una vez, esperando por él, sólo escuchando el sonido sordo de algún disparo que parecía romper el ambiente tranquilo del lugar… -Porque no lo había dicho, pero había sido un tiempo en un poblado pequeño y tranquilo, un lugar que estaba lejos de su tierra natal, casi tanto cmo lo estaba ahora, posiblemente aún más – Pero no estábamos ahí solo nosotros, había otros cuatro hombres, también miembros de la familia… y el día en que todo ocurrió era una noche tranquila, en la que se habían reunido para jugar cartas –Dijo con una ligera sonrisa en el rostro –Solían hacerlo a menudo cuando no había ninguna orden que cumplir… -Y su sonrisa se borró al instante.
Pasó saliva y por fin miró al vampiro y sonrió –Espero no estarle aburriendo… Es difícil llegar a esa parte que desea saber… -A cada palabra sentía un hueco en el estómago, sus recuerdos estaban intactos, lo notaba mientras iba hablando y había interrumpido su propio hilo de pensamiento tratando de no alterarse en lo más mínimo.
Era algo que no quería dejar en el olvido, y sin embargo, algo que había caído en segundo plano muchos años atrás -El tiempo puede hacer que cosas que creíste importantes parezcan difuminarse en recuerdos confusos... a veces incluso te permite olvidar aquello que creíste jamás podrías sacar de tu mente - Comenzó a hablar tras un par de minutos. Aunque era costumbre mirar a su interlocutor mientras conversaban, esta vez no lo hizo y se permitió además perder aquella postura perfecta, incluso se sintió algo desprotegido, no físicamente, pero revelar aquello, no se lo había imaginado nunca, no estaba seguro de por qué estaba haciéndolo ahora. Estaba algo nervioso, se dijo, eso era todo. Habían pasado muchos años, no era como si fuese a revivir aquella situación ahora, no era la misma persona.
Ni siquiera había comenzado y aquella sensación en su pecho empezó a parecerle algo abrumadora –Cuando era pequeño, había alguien a quien admiraba por sobre los demás… incluso más que a mi abuelo, porque los niños ven las cosas de la misma manera y no le dan importancia a la sabiduría frente a otras cosas que les parecen más divertidas… Tenía alrededor de ocho años cuando sucedió… Tal vez debiese hablarle de mi familia, pero me temo eso llevaría más tiempo… Lo resumiré en que somos un clan extenso, claro que no todos son como yo, no… somos una parte especial, por así decirlo –Sentía que estaba desviándose un poco, pero sería difícil abordar el tema si no hacía aquello –Tenía un tío, era el mejor tirador que había visto en mi vida… tenía una fama sin precedentes entre los nuestros… incluso ahora, dudo haber visto a alguien como él… puntería perfecta y el conocimiento de armas de todo tipo… Aunque probablemente habla aun mi admiración por él… -Hay cosas con las que no se podía ser objetivo y para él probablemente era el recordarlo de esa manera –Hasta entonces yo no había conocido ciertas facetas del ser humano… era algo ingenuo al juzgar a otros, aún poseía la inocencia de quien no ha visto el mundo en todas sus caras, de quien no conoce lo más oscuro del ser humano… - Sincerarse no estaba resultando algo fácil. Siendo quien era, no debería sentirse como lo hacía en ese momento, como si fuese alguien normal, cosa que sabía que no era, lo deseara o no, desde que había nacido con aquella sangre no lo había sido jamás.
-En una ocasión, me llevó con él a un trabajo que mi abuelo le había encomendado… Yo era aún inexperto y lo más difícil en nuestra formación es acostumbrarse a la muerte. Comprenderá, supongo, que mis superiores estuviesen preocupados acerca de si podría o no pasar el primer paso para convertirme en lo que soy ahora… -Porque debía ser capaz de asesinar sin que su conciencia o algún sentimiento contradictorio apareciera, porque era su deber y no podría evitarlo en algún momento, fuese su víctima humana o sobrenatural la sensación que producía el llevarte una vida podía conllevar un peso que no todos soportarían –Así que me enviaron una temporada con él, al principio no me dejó ir y ver la forma en que desempeñaba sus tareas, pero paulatinamente empezó a dejarme ver aquella parte que no había visto hasta entonces. Se me había enseñado el valor de una vida, pero también había crecido creyendo en que si llegaba a tomar alguna, sería por una causa, por un bien necesario… -Eso había sido ingenuo realmente, pero lo cierto es que aún creía que lo que hacía era por un bien, tal vez no para la humanidad, pero si para quienes consideraba importantes –Mentiría si dijese que no estaba asustado, pero aún no eran mis manos las que estaban manchadas. Y sus palabras tranquilizaban mi alma… Y si se lo pregunta, no, no vi nunca cómo asesinaba… Pero estuve en la escena más de una vez, esperando por él, sólo escuchando el sonido sordo de algún disparo que parecía romper el ambiente tranquilo del lugar… -Porque no lo había dicho, pero había sido un tiempo en un poblado pequeño y tranquilo, un lugar que estaba lejos de su tierra natal, casi tanto cmo lo estaba ahora, posiblemente aún más – Pero no estábamos ahí solo nosotros, había otros cuatro hombres, también miembros de la familia… y el día en que todo ocurrió era una noche tranquila, en la que se habían reunido para jugar cartas –Dijo con una ligera sonrisa en el rostro –Solían hacerlo a menudo cuando no había ninguna orden que cumplir… -Y su sonrisa se borró al instante.
Pasó saliva y por fin miró al vampiro y sonrió –Espero no estarle aburriendo… Es difícil llegar a esa parte que desea saber… -A cada palabra sentía un hueco en el estómago, sus recuerdos estaban intactos, lo notaba mientras iba hablando y había interrumpido su propio hilo de pensamiento tratando de no alterarse en lo más mínimo.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Cyclamen [Julien]
El vampiro calló y prestó su entera atención a la presencia del joven que parecía sincera y concienzuda. Había tomado posición junto a él en la pequeña mesa, allí donde había una silla mas se apostó con la sutileza y determinación que ya notaba como marca personal.
Lo nota pensativo, algo en su actitud, incluso en sus ojos había cambiado, su mirada era mas introspectiva ahora y comenzó a hablar. Allí sentado bien podía verlo como cualquier cercano mas que escuchaba atentamente cuando de alguna noticia mala lo llevaba a conversar o bien cuando algo malo había pasado y era necesario evacuarlo como medida terapéutica. De inmediato pudo verlo como un hermano en pleno acto de «sincericidio» aunque esto era mucho más profundo de lo que imaginó. Tomó nota mental de lo que este le decía. Imaginó las situaciones a medida que este las narraba.
Asintió a las aclaraciones, algo respecto a ser varios miembros de un clan podía comprender. Su familia solía ser numerosa y tener varias ramificaciones como un vetusto árbol, seguramente de ello hablaba cuando se trataba de clan numeroso.
Al ver como Junno se sinceraba, Julien optó por tomar una postura mucho mas encorvada hacia el otro, como si se tratara de un secreto que merecía ser reservado solo para el oído de ambos, lejos de las distracciones ajenas a ellos dos. Aunque bien sabía que la Mansión de la Medianoche estaba vacía. Cuando se acercaba mas al encuentro del recuerdo doloroso se podía sentir ese sentimiento pesado y abrumador en su voz, en sus expresiones. Aun más atento continuó e invitó con tranquilidad para no romper el momento a continuar con el relato.
- Por favor Junno… continúa. Tomate el tiempo que sea necesario – pidió sin cambiar la postura que había adoptado. Tomó aire… innecesariamente, una práctica de su antigua vida, una maña que aun no podía quitarse, pero que le ayudaba a asimilar tanto el relato como lo que podía pasársele por la cabeza a un niño en esa situación.
Lo nota pensativo, algo en su actitud, incluso en sus ojos había cambiado, su mirada era mas introspectiva ahora y comenzó a hablar. Allí sentado bien podía verlo como cualquier cercano mas que escuchaba atentamente cuando de alguna noticia mala lo llevaba a conversar o bien cuando algo malo había pasado y era necesario evacuarlo como medida terapéutica. De inmediato pudo verlo como un hermano en pleno acto de «sincericidio» aunque esto era mucho más profundo de lo que imaginó. Tomó nota mental de lo que este le decía. Imaginó las situaciones a medida que este las narraba.
Asintió a las aclaraciones, algo respecto a ser varios miembros de un clan podía comprender. Su familia solía ser numerosa y tener varias ramificaciones como un vetusto árbol, seguramente de ello hablaba cuando se trataba de clan numeroso.
Al ver como Junno se sinceraba, Julien optó por tomar una postura mucho mas encorvada hacia el otro, como si se tratara de un secreto que merecía ser reservado solo para el oído de ambos, lejos de las distracciones ajenas a ellos dos. Aunque bien sabía que la Mansión de la Medianoche estaba vacía. Cuando se acercaba mas al encuentro del recuerdo doloroso se podía sentir ese sentimiento pesado y abrumador en su voz, en sus expresiones. Aun más atento continuó e invitó con tranquilidad para no romper el momento a continuar con el relato.
- Por favor Junno… continúa. Tomate el tiempo que sea necesario – pidió sin cambiar la postura que había adoptado. Tomó aire… innecesariamente, una práctica de su antigua vida, una maña que aun no podía quitarse, pero que le ayudaba a asimilar tanto el relato como lo que podía pasársele por la cabeza a un niño en esa situación.
Julien- Vampiro Clase Alta
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Re: Cyclamen [Julien]
En realidad, mientras hablaba, había algo en él que parecía estar volviendo a la superficie. Se sabía fuerte, pero en los últimos meses habían pasado tantas cosas que dudaba ser el mismo de antes. Sonrió ante la forma en que él parecía escucharle con suma atención y su aparente preocupación mientras él continuaba. Sacó una carta de alguno de sus bolsillos, era un as, una carta común y corriente.
-Esa noche mientras jugaban y hablaban animadamente, uno de ellos le pidió sus armas, reían y se divertían... - Hizo una pausa y una sombra apareció en su mirada -en algún punto de la noche, se quedaron sin ningún aperitivo, me enviaron a coseguir en las casas de otros familiares algo que pudiesen beber también. Mientras me marchaba pensaba que aquel ambiente era mejor de lo que esperaba. Cuando niño, nunca tuve amistades demasiado cercanas, pero ellos lo parecían - Nunca podías juzgar algo por la apariencia. Hizo una pausa y dejó de ver a su interlocutor, los recuerdos que habían sido enterrados por todo ese tiempo empezaban a cobrar la claridad que mucho tiempo habían tenido mientras le atormentaban siendo más joven. Un suspiro, como de fastidio, pero que no era sino frustración -Por las altas horas de la noche, tardé en volver y cuando lo hice, le vi a metros de distancia. No estoy muy seguro de cómo sucedió -Frunció ligeramente el ceño -Había una sonrisa en su rostro, se suponía que en ese lugar estábamos a salvo, porque solo habia familiares cercanos... -Estaba alargando las frases mientras en su mente se reproducía una escena que le hacía sentir ajeno y débil -Esos cuatro hombres, los vi venir tras él, mi mirada se dirigió a ellos y llamó la atención de mi tío, quien estando ya cerca de mí, los vio, pero tenían sus propias armas en las manos además de las suyas -Ladeó el rostro y sintió un escalofrío recorrerle -Y entonces todo lo que supe fue que se escucharon disparos, me cubrió con su cuerpo, así que no hay seña en mí de aquella noche... -Se llevó una mano a la cabeza, echando los mechones de cabello hacia atrás en un claro intento de parecer despreocupado -Sangre... sólo recuerdo la sangre... - El shock probablemente le había hecho incapaz de captar alguna otra cosa -Y sus palabras... -Sonrió con cierta amargura -Me dijo que estaría bien... Que no me moviera... Y eso hice mientras ellos nos dejaban atrás... Hasta el momento en que amaneció y los demás aparecieron... No recuerdo mucho de ello... - Se enderezó mientras tomaba aire, aquella era la parte difícil de la historia. Si él quería saber más, tendría que guiarlo con preguntas porque no sabía qué más decir. Espero por sus palabras o sus cuestionamientos. Lo que había pasado a partir de ahí, lo que había planeado, lo que había sido en realidad, justo ahora, si él lo quería, se lo contaría todo. Era la primera vez que habia contado aquello y con ello, ya no le importaba revelar nada sobre sí mismo, después de todo, incluso si lo sabía, no es que cambiara demasiado. Pero solo había dos hechos marcando su vida, aquel era lejano, aunque le traía un mal sabor de boca, el dolor desde aquel tiempo había aminorado, ya no era una carga pesada por la cual quisiera guiar sus actos.
Sonrió -Siéntase libre de hacer cualquier pregunta, de decir lo que quiera... -Era un momento en el que ya no era el mayordomo o el asesino que solo haría lo necesario. Desgracias ocurrían por todos lados, a cualquier persona, él no era la excepción, a veces incluso se sentía afortunado. Pero París le había marcado en más de un sentido. Con aquel vampiro que los había hecho parte de su juego y siendo él el causante de las muertes de quienes había pensado protegería, poco había pasado y apenas recuparaba su sitio, su convicción. Se había quebrado pero no se había permitido ser arrastrado por las circunstancias. Pero había sido difícil.
-Esa noche mientras jugaban y hablaban animadamente, uno de ellos le pidió sus armas, reían y se divertían... - Hizo una pausa y una sombra apareció en su mirada -en algún punto de la noche, se quedaron sin ningún aperitivo, me enviaron a coseguir en las casas de otros familiares algo que pudiesen beber también. Mientras me marchaba pensaba que aquel ambiente era mejor de lo que esperaba. Cuando niño, nunca tuve amistades demasiado cercanas, pero ellos lo parecían - Nunca podías juzgar algo por la apariencia. Hizo una pausa y dejó de ver a su interlocutor, los recuerdos que habían sido enterrados por todo ese tiempo empezaban a cobrar la claridad que mucho tiempo habían tenido mientras le atormentaban siendo más joven. Un suspiro, como de fastidio, pero que no era sino frustración -Por las altas horas de la noche, tardé en volver y cuando lo hice, le vi a metros de distancia. No estoy muy seguro de cómo sucedió -Frunció ligeramente el ceño -Había una sonrisa en su rostro, se suponía que en ese lugar estábamos a salvo, porque solo habia familiares cercanos... -Estaba alargando las frases mientras en su mente se reproducía una escena que le hacía sentir ajeno y débil -Esos cuatro hombres, los vi venir tras él, mi mirada se dirigió a ellos y llamó la atención de mi tío, quien estando ya cerca de mí, los vio, pero tenían sus propias armas en las manos además de las suyas -Ladeó el rostro y sintió un escalofrío recorrerle -Y entonces todo lo que supe fue que se escucharon disparos, me cubrió con su cuerpo, así que no hay seña en mí de aquella noche... -Se llevó una mano a la cabeza, echando los mechones de cabello hacia atrás en un claro intento de parecer despreocupado -Sangre... sólo recuerdo la sangre... - El shock probablemente le había hecho incapaz de captar alguna otra cosa -Y sus palabras... -Sonrió con cierta amargura -Me dijo que estaría bien... Que no me moviera... Y eso hice mientras ellos nos dejaban atrás... Hasta el momento en que amaneció y los demás aparecieron... No recuerdo mucho de ello... - Se enderezó mientras tomaba aire, aquella era la parte difícil de la historia. Si él quería saber más, tendría que guiarlo con preguntas porque no sabía qué más decir. Espero por sus palabras o sus cuestionamientos. Lo que había pasado a partir de ahí, lo que había planeado, lo que había sido en realidad, justo ahora, si él lo quería, se lo contaría todo. Era la primera vez que habia contado aquello y con ello, ya no le importaba revelar nada sobre sí mismo, después de todo, incluso si lo sabía, no es que cambiara demasiado. Pero solo había dos hechos marcando su vida, aquel era lejano, aunque le traía un mal sabor de boca, el dolor desde aquel tiempo había aminorado, ya no era una carga pesada por la cual quisiera guiar sus actos.
Sonrió -Siéntase libre de hacer cualquier pregunta, de decir lo que quiera... -Era un momento en el que ya no era el mayordomo o el asesino que solo haría lo necesario. Desgracias ocurrían por todos lados, a cualquier persona, él no era la excepción, a veces incluso se sentía afortunado. Pero París le había marcado en más de un sentido. Con aquel vampiro que los había hecho parte de su juego y siendo él el causante de las muertes de quienes había pensado protegería, poco había pasado y apenas recuparaba su sitio, su convicción. Se había quebrado pero no se había permitido ser arrastrado por las circunstancias. Pero había sido difícil.
Última edición por Junno Kimura el Jue Dic 03, 2015 11:37 pm, editado 1 vez
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Cyclamen [Julien]
Le era muy difícil imaginarse en esa situación a un niño como Junno en su octavo cumpleaños. Era realmente traumático y ahora si podía llegar a comprender la orientación de su vida, sus deseos de preservar las vidas humanas y posiblemente comprendiera que en su sangre el veneno no era solo genética sino un mecanismo de defensa innato.
Si le hubiera pasado algo semejante su cabeza hubiera borrado todo tipo de recuerdos, dejando solamente los mas tranquilos y aceptables de todos ellos.
Su tío, un referente de pequeño, había muerto salvándole la vida, ¿qué acto de entrega más honrado que ese? Y sin embargo algo totalmente incomprensible a la vida del vampiro que veía en cada vida un rastro de sangre o un corazón bombeante mas que un complejo enlace de sentimientos y pensamientos encontrados. Era una lucha interna que le complicaba sus meditaciones diarias.
- Es realmente fuerte esto que cuentas Junno – afirmó después de una pausa de cortesía, había que recuperar el habla después de estas narraciones, su compañero había cambiado también, su actitud no era la misma. Posiblemente era algo que había dejado enterrado dentro de sí mismo por mucho tiempo y llegaba el momento de sacarlo a la luz una vez mas para superarlo o aplacarlo, eso solo dependía de él. Lo cierto era que eso habia aparecido una vez mas después de tanto tiempo, y ese llanto que había oído, esos gritos tenían ahora un rostro de dolor y un sentido mas completo.
Le había ofrecido expresarse cosa que no era muy difícil de aceptar, si algo tenia dentro Julien era un montón de preguntas que por solidaridad y por respeto a veces acallaba hasta que estas le eran aceptadas y podía vislumbrar el haz de luz al final del túnel antes que murieran en la oscuridad.
- Los demás… ¿pensaron que moriste o volvieron por ti? ¿Qué hiciste solo después de incidente? – preguntó al ver a Junno sumido en sus propios pensamientos, sabia por lo aprendido que un momento importante para el avance siempre era la introspección, era doloroso normalmente pero completamente necesario para avanzar.
Era extraño, apenas había visto al joven en un primer momento no había imaginado dicho trauma sino que había asociado su servilismo con sus actitudes respetuosas y calmas.
De pronto sentía el silencio sepulcral de la casa mientras este respondía, antes no había tenido aguzado el oído al máximo, de seguro por su recuperación, estaba seguro que si contemplaba su rostro vería una mejora considerable en él.
Si le hubiera pasado algo semejante su cabeza hubiera borrado todo tipo de recuerdos, dejando solamente los mas tranquilos y aceptables de todos ellos.
Su tío, un referente de pequeño, había muerto salvándole la vida, ¿qué acto de entrega más honrado que ese? Y sin embargo algo totalmente incomprensible a la vida del vampiro que veía en cada vida un rastro de sangre o un corazón bombeante mas que un complejo enlace de sentimientos y pensamientos encontrados. Era una lucha interna que le complicaba sus meditaciones diarias.
- Es realmente fuerte esto que cuentas Junno – afirmó después de una pausa de cortesía, había que recuperar el habla después de estas narraciones, su compañero había cambiado también, su actitud no era la misma. Posiblemente era algo que había dejado enterrado dentro de sí mismo por mucho tiempo y llegaba el momento de sacarlo a la luz una vez mas para superarlo o aplacarlo, eso solo dependía de él. Lo cierto era que eso habia aparecido una vez mas después de tanto tiempo, y ese llanto que había oído, esos gritos tenían ahora un rostro de dolor y un sentido mas completo.
Le había ofrecido expresarse cosa que no era muy difícil de aceptar, si algo tenia dentro Julien era un montón de preguntas que por solidaridad y por respeto a veces acallaba hasta que estas le eran aceptadas y podía vislumbrar el haz de luz al final del túnel antes que murieran en la oscuridad.
- Los demás… ¿pensaron que moriste o volvieron por ti? ¿Qué hiciste solo después de incidente? – preguntó al ver a Junno sumido en sus propios pensamientos, sabia por lo aprendido que un momento importante para el avance siempre era la introspección, era doloroso normalmente pero completamente necesario para avanzar.
Era extraño, apenas había visto al joven en un primer momento no había imaginado dicho trauma sino que había asociado su servilismo con sus actitudes respetuosas y calmas.
De pronto sentía el silencio sepulcral de la casa mientras este respondía, antes no había tenido aguzado el oído al máximo, de seguro por su recuperación, estaba seguro que si contemplaba su rostro vería una mejora considerable en él.
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Re: Cyclamen [Julien]
Junno le observó ladeando ligeramente el rostro. Podía ser algo que había considerado más íntimo, un suceso que habia guardado en su propia mente como algo lejano, no ajeno a él, pero cuyas repercusiones había intentado no tomar en cuenta. Ahora que él preguntaba eso, se dio cuenta de que había algo en todo eso que no había pensado antes -Probablemente no les importaba en absoluto si vivía o moría... No se preocuparon por comprobarlo -Él lo habría hecho si hubiese estado en su lugar, no había que dejar cabos sueltos, a menos de que éstos no significaran una amenaza latente fuese en tu presente o tu futuro.
Se enderezó en su sitio, el se preocupaba mucho por cómo lucía, era por ello que cuidaba su forma de moverse, para ser un mayordomo él consideraba que debía tener siempre una imagen impecable, un porte elegante. Si no era de ese modo le parecía que estabas insultando la posición de la persona a la que servías. Él había crecido preparándose para ser el mejor, no quería olvidarlo, ni siquiera por un instante.
Suspiró y sonrió como solía hacerlo, sonreía demasiado, eso decía aquel licano que ahora extrañaba, aunque nunca lo diría en voz alta.
-Mis familiares me encontraron junto al cadáver al día siguiente... Dicen que pasaron días antes de que saliera de aquel trance en el que al parecer me había perdido... -No lo recordaba, para él había sido como despertar un día, darse cuenta de que el tiempo no se había detenido, pero él sólo sentía aquella especie de vacío en su interior. Bajó la mirada.
-¿Sabe? Me han enseñado que la muerte es parte indispensable de la vida, no temo a ese día en el que deba partir de este mundo, incluso si sé que probablemente no será en mi caso algo tranquilo. Pero es diferente ver cómo alguien a quien aprecias es asesinado frente a tus ojos. De no haber sido por eso, probablemente no habría comprendido nunca la ira, la impotencia y el deseo de venganza... -Era la primera vez que confesaba también aquello -Mi abuelo era un hombre sabio, él supo orientarme mientras crecía... Pero él nunca supo que durante mucho tiempo pensé en ir tras aquellos hombres y cobrar con sus vidas lo que me habían arrebatado... -Porque no había sido solo una vida a su propio parecer, había visto cómo podían traicionarte sin ninguna clase de remordimiento -Pero estar con alguien como él calmó mis ansías conforme los años pasaron... Incluso si él no lo sabía, debió haberlo notado. Somos asesinos, pero él me enseñó que el valor de una vida no puede medirse... Me enseñó todo lo que sabía sobre venenos diciéndome que no solo podía matar con esta habilidad, sino que podía elegir el camino a seguir cuando llegara el momento adecuado...- Y se detuvo de golpe al decir eso, su expresión cambió ligeramente, él nunca había sufrido tano como en los últimos meses, se daba cuenta ahora, que incluso el peso de sus recuerdos no era tanto como el de lo que había hecho hace poco o lo que había perdido en el proceso.
-Como le decía, mi familia no es tan común, tenemos una deuda que nunca terminará de pagarse, hemos jurado lealtad a un ser que puede vivir eternamente...- Sonrió de nueva cuenta. No podía decirle exactamente por qué, eso era algo que se les contaba a corta edad, una especie de cuento que había pasado por generaciones. Él sabía que esas palabras estaban adornadas con la idoatría y conforme el tiempo había transcurrido habían perdido el sentido inicial. Pero ellos vivían así, había querido ser el mejor y por eso estaba en aquel país ahora. Su objetivo era estar junto a esa persona, servirle directamente se había vuelto un honor que solo algunos cuantos conseguían y él estaba orgulloso de quién era ahora. O lo había estado, al menos. Estaba intentando mantener la calma desde aquel incendio, estaba intentando con todas sus fuerzas creer que estaba bien estar vivo, pero aunque no podía percibirlo, sus emociones empezaban a desbalancearse. Había creído que tras despedirse en aquel cuarto vacío, esperando a alguien que ya no volvería más había logrado regresar a su punto de equilibrio, pero era imposible para él saberlo con seguridad. Aún se sentía vacío y no quería admitirlo.
Se enderezó en su sitio, el se preocupaba mucho por cómo lucía, era por ello que cuidaba su forma de moverse, para ser un mayordomo él consideraba que debía tener siempre una imagen impecable, un porte elegante. Si no era de ese modo le parecía que estabas insultando la posición de la persona a la que servías. Él había crecido preparándose para ser el mejor, no quería olvidarlo, ni siquiera por un instante.
Suspiró y sonrió como solía hacerlo, sonreía demasiado, eso decía aquel licano que ahora extrañaba, aunque nunca lo diría en voz alta.
-Mis familiares me encontraron junto al cadáver al día siguiente... Dicen que pasaron días antes de que saliera de aquel trance en el que al parecer me había perdido... -No lo recordaba, para él había sido como despertar un día, darse cuenta de que el tiempo no se había detenido, pero él sólo sentía aquella especie de vacío en su interior. Bajó la mirada.
-¿Sabe? Me han enseñado que la muerte es parte indispensable de la vida, no temo a ese día en el que deba partir de este mundo, incluso si sé que probablemente no será en mi caso algo tranquilo. Pero es diferente ver cómo alguien a quien aprecias es asesinado frente a tus ojos. De no haber sido por eso, probablemente no habría comprendido nunca la ira, la impotencia y el deseo de venganza... -Era la primera vez que confesaba también aquello -Mi abuelo era un hombre sabio, él supo orientarme mientras crecía... Pero él nunca supo que durante mucho tiempo pensé en ir tras aquellos hombres y cobrar con sus vidas lo que me habían arrebatado... -Porque no había sido solo una vida a su propio parecer, había visto cómo podían traicionarte sin ninguna clase de remordimiento -Pero estar con alguien como él calmó mis ansías conforme los años pasaron... Incluso si él no lo sabía, debió haberlo notado. Somos asesinos, pero él me enseñó que el valor de una vida no puede medirse... Me enseñó todo lo que sabía sobre venenos diciéndome que no solo podía matar con esta habilidad, sino que podía elegir el camino a seguir cuando llegara el momento adecuado...- Y se detuvo de golpe al decir eso, su expresión cambió ligeramente, él nunca había sufrido tano como en los últimos meses, se daba cuenta ahora, que incluso el peso de sus recuerdos no era tanto como el de lo que había hecho hace poco o lo que había perdido en el proceso.
-Como le decía, mi familia no es tan común, tenemos una deuda que nunca terminará de pagarse, hemos jurado lealtad a un ser que puede vivir eternamente...- Sonrió de nueva cuenta. No podía decirle exactamente por qué, eso era algo que se les contaba a corta edad, una especie de cuento que había pasado por generaciones. Él sabía que esas palabras estaban adornadas con la idoatría y conforme el tiempo había transcurrido habían perdido el sentido inicial. Pero ellos vivían así, había querido ser el mejor y por eso estaba en aquel país ahora. Su objetivo era estar junto a esa persona, servirle directamente se había vuelto un honor que solo algunos cuantos conseguían y él estaba orgulloso de quién era ahora. O lo había estado, al menos. Estaba intentando mantener la calma desde aquel incendio, estaba intentando con todas sus fuerzas creer que estaba bien estar vivo, pero aunque no podía percibirlo, sus emociones empezaban a desbalancearse. Había creído que tras despedirse en aquel cuarto vacío, esperando a alguien que ya no volvería más había logrado regresar a su punto de equilibrio, pero era imposible para él saberlo con seguridad. Aún se sentía vacío y no quería admitirlo.
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Re: Cyclamen [Julien]
Los recuerdos no podía verlos ahora que no estaba su sangre como narradora, sin embargo podía medir un poco por sus emociones y respuestas como se sentía de momento. Había mucho mas allá. Más aun de lo que contaba por mas fuerte que ello fuera, y a pesar de todo no podía creer lo recto que podía mantenerse Junno, como si se tratara de un árbol que parece joven a la vista pero que por debajo de sus ramas se encontraran todo tipo agresiones, cortes, dobleces y demás que lo herían desde lo mas profundo pero que frente a ello se mantenía en sus raíces.
- Aun cuando no tenías chances, saliste victorioso…- comentó a modo agregado después del comentario en un tono sereno y ensimismado.
El vampiro no podía comprenderlo, posiblemente por la falta de memoria sobre sus propias raíces, era vital que localizara las suyas también en algún momento para no perder esa fuente de energía que parecía mantener al humano mas vivo de lo que debería estar. Esa fortaleza era algo que no había tenido en cuenta en ningún momento y que posiblemente terminara por salvarle la vida el día de mañana. Orgullosa sangre vampírica que no le permitía aferrarse a ello. Simples recuerdos vanidosos de su propio crecimiento pero poco sobre sus verdaderos amores que eran sus padres.
Algo que su mente respetaba eran los recuerdos mas fríos y oscuros, los mas siniestros.
- Creo que si aun estas vivo es porque algo le estas debiendo al mundo – confirmó sin mirarlo a los ojos, conjeturando la respuesta dada, no podía ser de otra forma sino. Seguían enfrentados a la mesa mientras el silencio los envolvía.
Cuando hablaron de la muerte Julien no pudo mas que clavarle la mirada. Ya no pensaba como un humano, toda su vida como tal había soñado con una muerte normal, algo simple a cualquier otra y esto se vio truncado apenas unos años antes de partir con su conversión. Nunca lo había buscado al menos de forma consciente.
- Yo que tu, no me quedaría esperando una muerte traumática o ejecutándola con mis propias manos en un último acto, tienes mucho mas de lo que crees. Eres poderoso Junno, no lo desperdicies… - le habló como le hubiera hablado su padre o abuelo en otros tiempos. Algo en él lo llevaba a preservarlo a como dé lugar.
La deuda del joven y familia era algo eterno, si de vampiros se trataba nunca podría saberse. Hoy era París, mañana Egipto, pasado… ¿quién podía saberlo?
- Te refieres al dueño de la Mansión… ¿Qué es de él? – aventuró en la pregunta. Quizá solo quería un descendiente directo de los Kimura y luego mantener a Junno para él por siempre. ¿Acaso no era algo habitual en los vampiros adultos?
- Aun cuando no tenías chances, saliste victorioso…- comentó a modo agregado después del comentario en un tono sereno y ensimismado.
El vampiro no podía comprenderlo, posiblemente por la falta de memoria sobre sus propias raíces, era vital que localizara las suyas también en algún momento para no perder esa fuente de energía que parecía mantener al humano mas vivo de lo que debería estar. Esa fortaleza era algo que no había tenido en cuenta en ningún momento y que posiblemente terminara por salvarle la vida el día de mañana. Orgullosa sangre vampírica que no le permitía aferrarse a ello. Simples recuerdos vanidosos de su propio crecimiento pero poco sobre sus verdaderos amores que eran sus padres.
Algo que su mente respetaba eran los recuerdos mas fríos y oscuros, los mas siniestros.
- Creo que si aun estas vivo es porque algo le estas debiendo al mundo – confirmó sin mirarlo a los ojos, conjeturando la respuesta dada, no podía ser de otra forma sino. Seguían enfrentados a la mesa mientras el silencio los envolvía.
Cuando hablaron de la muerte Julien no pudo mas que clavarle la mirada. Ya no pensaba como un humano, toda su vida como tal había soñado con una muerte normal, algo simple a cualquier otra y esto se vio truncado apenas unos años antes de partir con su conversión. Nunca lo había buscado al menos de forma consciente.
- Yo que tu, no me quedaría esperando una muerte traumática o ejecutándola con mis propias manos en un último acto, tienes mucho mas de lo que crees. Eres poderoso Junno, no lo desperdicies… - le habló como le hubiera hablado su padre o abuelo en otros tiempos. Algo en él lo llevaba a preservarlo a como dé lugar.
La deuda del joven y familia era algo eterno, si de vampiros se trataba nunca podría saberse. Hoy era París, mañana Egipto, pasado… ¿quién podía saberlo?
- Te refieres al dueño de la Mansión… ¿Qué es de él? – aventuró en la pregunta. Quizá solo quería un descendiente directo de los Kimura y luego mantener a Junno para él por siempre. ¿Acaso no era algo habitual en los vampiros adultos?
Julien- Vampiro Clase Alta
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Re: Cyclamen [Julien]
Junno no pudo evitar sorprenderse ante aquel comentario de que si seguía vivo era porque debía algo al mundo, y lo que siguió le hizo reírse, no porque le causara real gracia, era la primera vez que escuchaba palabras como aquellas, era bastante curioso a decir verdad -¿No es acaso darle demasiada importancia a una persona? –Pasó una mano por su rostro. Él tenía un ego alto si tenía que decirse algo al respecto, pero últimamente había perdido más de lo que podría aceptar.
Miró a Julien y en ese momento la sonrisa se borró de su rostro. Incluso si tenía alguna habilidad ‘especial’, ¿Qué podría hacerlo mínimamente importante? ¿Cómo es que podía perdonarse el estar vivo ahora? Se recargó en el respaldar sentándose recto en la silla. Bajó la mirada, solo un instante. Él no lo sabía, nadie lo sabía, justo ahora sentía que a pesar de todo, su existencia no era tan valiosa, hasta ahora que él decía eso que se daba cuenta de sus propios pensamientos.
Recuperó la compostura con aquella pregunta –Si, es el dueño de este lugar… -Se quedó un par de segundos en silencio. Habían abandonado aquella mansión, él había regresado hacía poco, buscando el camino que creía debía seguir –Ha encontrado un lugar al cual pertenecer… por ahora no puedo acercarme a él –Había muchas cosas de por medio, además, aún se sentía incapaz de presentarse, y aunque lo hiciera, lo cierto es que esa persona había sufrido también un cambio tras aquel incendio.
Suspiró casi sin darse cuenta –Hace mucho tiempo… él estaba junto a mi familia, pero decidió cambiar su forma de vida, y aunque nos liberó de la deuda que teníamos, lo cierto es que nuestra gratitud será eterna… Fui enviado a este lugar para servirle directamente. Es algo que ocurre rara vez, y para ello todo el clan debe estar de acuerdo en que eres la persona más capaz de la que disponen… pero desde hace un tiempo las cosas han cambiado mucho… Incluso yo estoy lejos de la persona que debo servir –No era indispensable para él, después de todo. Era un ser humano que perecería, alguien más ocuparía su lugar si era necesario.
Pero estaba adentrándose peligrosamente en aquellos sentimientos que se mantenían ocultos en él desde hacía un par de meses, así que decidió desviar un poco la atención de sí mismo -¿Puedo preguntarle algo? Esos venenos que me ha pedido… ¿Qué hará con esas personas? –No quería inmiscuirse mucho, pero ciertamente habían pasado el límite de lo que hubiese estado dispuesto a hablar con un desconocido.
Estaba a punto de hacer una petición irracional si se daba la oportunidad. Había algo en ello, como si su propio ser quisiera buscar en otros lo que no podía en sí mismo. Él era muchas cosas, buenas o malas, y justo ahora necesitaba respuestas a su propia naturaleza. Aquel sujeto, no sabía si era también alguien en quien podía confiar, pero no temía de ello. Sentía curiosidad, como cuando no puedes detener un impulso, por muy irrazonable o ilógico pueda parecer -¿Cree que pueda presenciarlo?-Entendía que probablemente por la cantidad, no sería algo tan sencillo, y que si iba a haber más vampiros, estaba poniendo en riesgo su propia seguridad -¿Me llevaría con usted?- Lo normal sería que se negara, había muchas razones justo para decirle que no. Aún así por alguna razón quiso que su respuesta fuese positiva. Estaba buscando en él lo que había perdido, porque justo ahora ya no se sentái como cazador sino como una presa.
Miró a Julien y en ese momento la sonrisa se borró de su rostro. Incluso si tenía alguna habilidad ‘especial’, ¿Qué podría hacerlo mínimamente importante? ¿Cómo es que podía perdonarse el estar vivo ahora? Se recargó en el respaldar sentándose recto en la silla. Bajó la mirada, solo un instante. Él no lo sabía, nadie lo sabía, justo ahora sentía que a pesar de todo, su existencia no era tan valiosa, hasta ahora que él decía eso que se daba cuenta de sus propios pensamientos.
Recuperó la compostura con aquella pregunta –Si, es el dueño de este lugar… -Se quedó un par de segundos en silencio. Habían abandonado aquella mansión, él había regresado hacía poco, buscando el camino que creía debía seguir –Ha encontrado un lugar al cual pertenecer… por ahora no puedo acercarme a él –Había muchas cosas de por medio, además, aún se sentía incapaz de presentarse, y aunque lo hiciera, lo cierto es que esa persona había sufrido también un cambio tras aquel incendio.
Suspiró casi sin darse cuenta –Hace mucho tiempo… él estaba junto a mi familia, pero decidió cambiar su forma de vida, y aunque nos liberó de la deuda que teníamos, lo cierto es que nuestra gratitud será eterna… Fui enviado a este lugar para servirle directamente. Es algo que ocurre rara vez, y para ello todo el clan debe estar de acuerdo en que eres la persona más capaz de la que disponen… pero desde hace un tiempo las cosas han cambiado mucho… Incluso yo estoy lejos de la persona que debo servir –No era indispensable para él, después de todo. Era un ser humano que perecería, alguien más ocuparía su lugar si era necesario.
Pero estaba adentrándose peligrosamente en aquellos sentimientos que se mantenían ocultos en él desde hacía un par de meses, así que decidió desviar un poco la atención de sí mismo -¿Puedo preguntarle algo? Esos venenos que me ha pedido… ¿Qué hará con esas personas? –No quería inmiscuirse mucho, pero ciertamente habían pasado el límite de lo que hubiese estado dispuesto a hablar con un desconocido.
Estaba a punto de hacer una petición irracional si se daba la oportunidad. Había algo en ello, como si su propio ser quisiera buscar en otros lo que no podía en sí mismo. Él era muchas cosas, buenas o malas, y justo ahora necesitaba respuestas a su propia naturaleza. Aquel sujeto, no sabía si era también alguien en quien podía confiar, pero no temía de ello. Sentía curiosidad, como cuando no puedes detener un impulso, por muy irrazonable o ilógico pueda parecer -¿Cree que pueda presenciarlo?-Entendía que probablemente por la cantidad, no sería algo tan sencillo, y que si iba a haber más vampiros, estaba poniendo en riesgo su propia seguridad -¿Me llevaría con usted?- Lo normal sería que se negara, había muchas razones justo para decirle que no. Aún así por alguna razón quiso que su respuesta fuese positiva. Estaba buscando en él lo que había perdido, porque justo ahora ya no se sentái como cazador sino como una presa.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Cyclamen [Julien]
No pudo opinar mas, obviamente había oscuros en medio de la historia que de momento desconocía pero que con el tiempo pretendía darles luz. El relato del joven había despertado algo más que simple curiosidad en su frio ser. Estaba convencido que Kimura no entendía el verdadero sentido de ser quien era…aunque, Julien no se sentía lo suficiente como para poder convencerlo de lo contrario.
De todas formas… ¿Quién era él para dar consejos sobre la vida? Así que optó solamente por elevar una ceja a modo cómplice, eso no cerraba una conversación sino que por el contrario ponía en una silenciosa tela de juicio la palabra del humano, de una manera respetuosa y sin mostrarse dueño de la verdad.
Su siguiente mirada baja le dio la fuerza para confirmar sus suposiciones. Sin palabras, con él solo bastaban algunos gestos que indicaban cuando se llegaba a ese punto de inflexión que lo reconocía solo por verse a sí mismo haciéndolo cuando algo lo llevaba a tales reflexiones sobre su pasado que últimamente se estaba difuminando en lo mas profundo de su mente.
- Ojala regrese y te haga cambiar de opinión, confío mas en su juicio por elegirte. Sin ofender…- comentó al terminar de referirse a la ausencia del dueño de la Mansión y a su lejanía uno de otro.
Notó un cambio en su semblante, el tema de conversación cambiaba pero con ello se encontraba un ápice de curiosidad en su rostro que ya comenzaba a resultarle como un libro atrapante.
- Será simplemente para sedarlos, mi temor pasa por lo que sus psiquis recuerden, es mas un método de precaución. Conozco algunos de mis límites, pero no todos – afirmó con sencillez, no tenia porque ocultarse con él. Aunque seguía sin entender el por qué de tal confianza en un humano.
Meditó la respuesta apenas se la planteó. Había riesgos, pero no lo notaba inofensivo como para no poder lidiar con ellos. Los vampiros preguntarían de seguro, pero Junno era leal a su amo, sabía perfectamente como era tratar con un par de ellos con mucha mas edad que Julien asi que respondió sin mucha demora.
- No veo porque pueda negarme a tal pedido, de todas formas el que realiza la magia aquí eres tú… - dijo sin mas señalándolo acomodándose en el respaldo de la silla como si se tratara de una imitación.
- Eres bienvenido a mi casa Junno. Solo debo pedirte un favor…- señaló elevando un dedo con una mirada que solía caracterizarlo como cómplice.
De todas formas… ¿Quién era él para dar consejos sobre la vida? Así que optó solamente por elevar una ceja a modo cómplice, eso no cerraba una conversación sino que por el contrario ponía en una silenciosa tela de juicio la palabra del humano, de una manera respetuosa y sin mostrarse dueño de la verdad.
Su siguiente mirada baja le dio la fuerza para confirmar sus suposiciones. Sin palabras, con él solo bastaban algunos gestos que indicaban cuando se llegaba a ese punto de inflexión que lo reconocía solo por verse a sí mismo haciéndolo cuando algo lo llevaba a tales reflexiones sobre su pasado que últimamente se estaba difuminando en lo mas profundo de su mente.
- Ojala regrese y te haga cambiar de opinión, confío mas en su juicio por elegirte. Sin ofender…- comentó al terminar de referirse a la ausencia del dueño de la Mansión y a su lejanía uno de otro.
Notó un cambio en su semblante, el tema de conversación cambiaba pero con ello se encontraba un ápice de curiosidad en su rostro que ya comenzaba a resultarle como un libro atrapante.
- Será simplemente para sedarlos, mi temor pasa por lo que sus psiquis recuerden, es mas un método de precaución. Conozco algunos de mis límites, pero no todos – afirmó con sencillez, no tenia porque ocultarse con él. Aunque seguía sin entender el por qué de tal confianza en un humano.
Meditó la respuesta apenas se la planteó. Había riesgos, pero no lo notaba inofensivo como para no poder lidiar con ellos. Los vampiros preguntarían de seguro, pero Junno era leal a su amo, sabía perfectamente como era tratar con un par de ellos con mucha mas edad que Julien asi que respondió sin mucha demora.
- No veo porque pueda negarme a tal pedido, de todas formas el que realiza la magia aquí eres tú… - dijo sin mas señalándolo acomodándose en el respaldo de la silla como si se tratara de una imitación.
- Eres bienvenido a mi casa Junno. Solo debo pedirte un favor…- señaló elevando un dedo con una mirada que solía caracterizarlo como cómplice.
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Re: Cyclamen [Julien]
Sonrió ante su comentario, no le ofendía, estaba consciente que si lo hubiese conocido un poco antes se habría mostrado como una persona segura en su totalidad, sin un ápice de duda,con el ego y la confianza que le daba saber lo que podía hacer. Empezaba a parecerle durante la plática que lo que había creído era un problema menor en él ya no era tan pequeño. ¿En dónde estaba el mayordomo que había llegado con toda la fuerza de su juventud? Era irónico que justo hablando con él se estuviese dando cuenta de ello, se sentía acabado, eso no era bueno, no importaba como lo viese.
-No me ofende... Aunque cabe decir que él no me eligió... Fueron los altos rangos de mi familia... Él solo tiene la confianza ciega de que quien haya sido enviado a él es lo mejor que tenemos y que puede confiar en que no fallarás... -Era algo que había notado al llegar, a pesar de las cosas que hacía, nunca habían dudado de él, probablemente había visto un atisbo de preocupación en el vampiro cuando le dejo en manos de quien había iniciado aquel proceso de cambio en todos ellos, pero solo fue en ese instante,porque aquel otro ser tenía una fuerza y presencia a la que ninguno de ellos podía oponerse. También sabía que de darse el caso le habrían salvado,pero de todos sólo quedaban ellos dos y la culpa estaba haciendo estragos en lo profundo de su ser sin que lo notara en realidad. Creía que estaba bien, no se daba cuenta de lo que sucedía consigo mismo, no era tan fácil como notarlo en otros.
Habría mentido si dijese que había estado tranquilo antes de recibir una respuesta a su petición, incluso cuando pensaba que no sabía a qué se refería o qué era lo que realmente haría con ellos, su mente se concentró en las palabras, buscando en el momento anterior a su siguiente frase lo que podría suceder. Había aguantado la respiración por un par de segundos, evitando alterarse de algún modo. Le vio acomodarse como él y sonrió de nuevo, sus movimientos eran diferentes a pesar de que parecía simular la forma en la que él lo había hecho. Un suspiro apenas perceptible de alivio al no ser una negativa, sabía que el otro podía notarlo, no olvidaría por un segundo cómo podían llegar a ser los sentidos aumentados de un ser como él.
-¿Qué clase de favor sería ese? -Preguntó sin realmente esperar que él continuara por su propia cuenta. Notó también que aunque no había sobrepasado los límites, estaba tratándolo casi de manera informal -Haré lo que pidas -Dijo sin realmente pensarlo mucho justo ahora lo que quería descubrir parecía más cercano, tal vez podría equivocarse, pero tomaría el riesgo. Sus ojos habían buscado los ajenos desde que preguntara por aquello y ahora le observaban con atención, a la expectativa.
-No me ofende... Aunque cabe decir que él no me eligió... Fueron los altos rangos de mi familia... Él solo tiene la confianza ciega de que quien haya sido enviado a él es lo mejor que tenemos y que puede confiar en que no fallarás... -Era algo que había notado al llegar, a pesar de las cosas que hacía, nunca habían dudado de él, probablemente había visto un atisbo de preocupación en el vampiro cuando le dejo en manos de quien había iniciado aquel proceso de cambio en todos ellos, pero solo fue en ese instante,porque aquel otro ser tenía una fuerza y presencia a la que ninguno de ellos podía oponerse. También sabía que de darse el caso le habrían salvado,pero de todos sólo quedaban ellos dos y la culpa estaba haciendo estragos en lo profundo de su ser sin que lo notara en realidad. Creía que estaba bien, no se daba cuenta de lo que sucedía consigo mismo, no era tan fácil como notarlo en otros.
Habría mentido si dijese que había estado tranquilo antes de recibir una respuesta a su petición, incluso cuando pensaba que no sabía a qué se refería o qué era lo que realmente haría con ellos, su mente se concentró en las palabras, buscando en el momento anterior a su siguiente frase lo que podría suceder. Había aguantado la respiración por un par de segundos, evitando alterarse de algún modo. Le vio acomodarse como él y sonrió de nuevo, sus movimientos eran diferentes a pesar de que parecía simular la forma en la que él lo había hecho. Un suspiro apenas perceptible de alivio al no ser una negativa, sabía que el otro podía notarlo, no olvidaría por un segundo cómo podían llegar a ser los sentidos aumentados de un ser como él.
-¿Qué clase de favor sería ese? -Preguntó sin realmente esperar que él continuara por su propia cuenta. Notó también que aunque no había sobrepasado los límites, estaba tratándolo casi de manera informal -Haré lo que pidas -Dijo sin realmente pensarlo mucho justo ahora lo que quería descubrir parecía más cercano, tal vez podría equivocarse, pero tomaría el riesgo. Sus ojos habían buscado los ajenos desde que preguntara por aquello y ahora le observaban con atención, a la expectativa.
Última edición por Junno Kimura el Miér Dic 30, 2015 10:19 pm, editado 1 vez
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Cyclamen [Julien]
Asintió con la explicación del joven. Aunque en el fondo sentía que estaba predestinado para esa función. No conocía a su familia pero podría afirmar que la vocación que este tenía era impecable. Si era un puesto ganado, se había esforzado lo suficiente como para tener que estar mas que conforme consigo mismo. Su labor no dejaba de ser impecable, lo había notado apenas lo vio en el jardín tras la verja.
El rostro del sangre fría se suavizó acto seguido, su petición era tan simple que el hecho de generar expectativa solía agradarle a veces aunque bien sabia que este caso no lo ameritaba.
- Simplemente… No me juzgues por lo que puedas llegar a ver allí… - comentó con una tranquilidad y sinceridad que pocas veces se le podía notar en el rostro tan seco que portaba a menudo. Posiblemente el pedido era por una cuestión de imagen, una necesidad de no ser ajuiciado por otros o quizá algo mas profundo que no llegaba a conocer aun. Lo cierto era que no lo sabía, pero el pedido por mas extraño que era ya estaba hecho.
Sintió que su mirada se relajaba, posiblemente pensaba que la petición de este iba a ser mucho mas bizarra y eso no era nada extraño para ser sinceros.
- Junno, solo dime que es lo que precisas para esos venenos y lo tienes mañana por la mañana – alguien podría pasar por el envío de cualquier suministro extra o incluso por el pago – Y ya que estamos también me gustaría saber si te interesa mantenerte alejado de los demás vampiros en la velada o si prefieres estar visible. No creo que sea necesario custodia en tu caso, pero si la requieres sabes que cuentas con lo que necesites de mi parte. Hasta donde sé van a haber esclavos de sangre pero todos ellos marcados como tales – comentó ultimando esos detalles que parecían obvios pero que prefería mantener explícitos solo para no ganarse un enemigo, no lo había hecho hasta el momento y no tenía ganas de comenzar hoy. Aguardó su respuesta o cualquier otra consulta adicional antes de levantarse para dejarlo con sus pensamientos de una vez por todas. Ya podía sentir como se inmiscuía en su vida demasiado y a veces algo de reflexión con uno mismo no venia nada mal. Su sangre aun corría por su cuerpo, ya no era ajena y todo rastro agresivo había sido suprimido de la misma. Pudo observarla en las venas de sus manos que ahora había cambiado de color, las rotó y las observó distante por un momento.
El rostro del sangre fría se suavizó acto seguido, su petición era tan simple que el hecho de generar expectativa solía agradarle a veces aunque bien sabia que este caso no lo ameritaba.
- Simplemente… No me juzgues por lo que puedas llegar a ver allí… - comentó con una tranquilidad y sinceridad que pocas veces se le podía notar en el rostro tan seco que portaba a menudo. Posiblemente el pedido era por una cuestión de imagen, una necesidad de no ser ajuiciado por otros o quizá algo mas profundo que no llegaba a conocer aun. Lo cierto era que no lo sabía, pero el pedido por mas extraño que era ya estaba hecho.
Sintió que su mirada se relajaba, posiblemente pensaba que la petición de este iba a ser mucho mas bizarra y eso no era nada extraño para ser sinceros.
- Junno, solo dime que es lo que precisas para esos venenos y lo tienes mañana por la mañana – alguien podría pasar por el envío de cualquier suministro extra o incluso por el pago – Y ya que estamos también me gustaría saber si te interesa mantenerte alejado de los demás vampiros en la velada o si prefieres estar visible. No creo que sea necesario custodia en tu caso, pero si la requieres sabes que cuentas con lo que necesites de mi parte. Hasta donde sé van a haber esclavos de sangre pero todos ellos marcados como tales – comentó ultimando esos detalles que parecían obvios pero que prefería mantener explícitos solo para no ganarse un enemigo, no lo había hecho hasta el momento y no tenía ganas de comenzar hoy. Aguardó su respuesta o cualquier otra consulta adicional antes de levantarse para dejarlo con sus pensamientos de una vez por todas. Ya podía sentir como se inmiscuía en su vida demasiado y a veces algo de reflexión con uno mismo no venia nada mal. Su sangre aun corría por su cuerpo, ya no era ajena y todo rastro agresivo había sido suprimido de la misma. Pudo observarla en las venas de sus manos que ahora había cambiado de color, las rotó y las observó distante por un momento.
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Re: Cyclamen [Julien]
Parpadeó un par de veces. Juzgarlo por lo que viera. Por supuesto que no pretendía eso, sin embargo eso le hacía prepararse mentalmente para aceptar cualquier cosa que viese, sabiendo que no tenía porque intervenir de ninguna manera.
No era nada descabellado, porque uno nunca podía anticiparse del todo a sus propios pensamientos o acciones pero podías ser lo suficientemente consciente para evitar hacer algo que no debería. Al menos a él le funcionaba aunque a veces no pudiese evitar sentimientos encontrados por lo que enfrentaba.
Asintió como cerrando el trato -De acuerdo... -Dijo y sin darse cuenta pasó saliva. Julien le devolvió al tema inicial y eso le dijo que estaba pronto a marcharse ¿Qué hora sería en ese momento?
-No necesito nada, todo lo tengo a mi alcance -Sonrió. Las plantas o algunas mezclas ya estaban preparadas y su lugar de trabajo estaba en el sótano listo para usarse -Preferiría cualquier cosa que no atrajera la atención a mi persona –Probablemente verlo rodeado de gente era algo sospechoso ¿no? -Y preferiría estar cerca... -No tenía sentido ser un expectador si apenas ibas a estar presente. Pero había algo intrigándole ahora -¿Cómo son marcados los esclavos de sangre? - Preguntó casi sin darse cuenta.
Él había estado conviviendo con vampiros, pero ellos no hablaban de nada como eso, sabía lo que era un esclavo de sangre, su familia se lo había dicho, pero el no tenía idea de cómo es que te convertías en uno realmente, así que la pregunta tuvo que ser formulada -¿Eso me haría diferente a los ojos de los vampiros en un lugar como ese? -En realidad eso era lo que debería importarle. Los vampiros no eran diferentes a las personas, solo poseían capacidades sobrehumanas, pero mentalmente él no veía diferencia alguna en ello, la forma de pensar al ver que él no era uno de ellos podría ser un problema.
No era nada descabellado, porque uno nunca podía anticiparse del todo a sus propios pensamientos o acciones pero podías ser lo suficientemente consciente para evitar hacer algo que no debería. Al menos a él le funcionaba aunque a veces no pudiese evitar sentimientos encontrados por lo que enfrentaba.
Asintió como cerrando el trato -De acuerdo... -Dijo y sin darse cuenta pasó saliva. Julien le devolvió al tema inicial y eso le dijo que estaba pronto a marcharse ¿Qué hora sería en ese momento?
-No necesito nada, todo lo tengo a mi alcance -Sonrió. Las plantas o algunas mezclas ya estaban preparadas y su lugar de trabajo estaba en el sótano listo para usarse -Preferiría cualquier cosa que no atrajera la atención a mi persona –Probablemente verlo rodeado de gente era algo sospechoso ¿no? -Y preferiría estar cerca... -No tenía sentido ser un expectador si apenas ibas a estar presente. Pero había algo intrigándole ahora -¿Cómo son marcados los esclavos de sangre? - Preguntó casi sin darse cuenta.
Él había estado conviviendo con vampiros, pero ellos no hablaban de nada como eso, sabía lo que era un esclavo de sangre, su familia se lo había dicho, pero el no tenía idea de cómo es que te convertías en uno realmente, así que la pregunta tuvo que ser formulada -¿Eso me haría diferente a los ojos de los vampiros en un lugar como ese? -En realidad eso era lo que debería importarle. Los vampiros no eran diferentes a las personas, solo poseían capacidades sobrehumanas, pero mentalmente él no veía diferencia alguna en ello, la forma de pensar al ver que él no era uno de ellos podría ser un problema.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Cyclamen [Julien]
No podía sacar de su rostro esa mirada de complacido… Junno era sumamente eficaz, no requería nada y era muy predispuesto ¿Qué más podía pedírsele?
Ya estaba levantado de la mesa cuando recapacitó que este quería permanecer cerca, pero lo que mas le conmovió es su interés por saber cómo estaban marcados los esclavos. Posiblemente creía que el joven conocía todos y cada uno de los secretos de los seres de la noche, pero esto había superado su conocimiento.
- Verás, es fácil reconocerlos por sus ansias de sangre. Algunos de ellos además poseen marcas de sus antiguos amos, otros solamente los notas por lo serviles – se puso a pensar si alguien atacaría de todas formas a Junno, él no hubiera podido a menos que le diera su consentimiento, además por miedo a morir probando sangre envenenada. Pero no faltaban las posibilidades. Iba a ser necesario ser preventivo en esto.
- Igualmente tengo gente de confianza que no osaría atacarte, ellos estarán en la fiesta. Además he enviado las invitaciones a todos los vampiros que se localicen en Francia por lo que espero que Koizumi se presente también. De ser asi él no permitirá que te toquen- y esto lo llevó a preguntarse algo mas, mas allá de lo que él con su corto tiempo de vampiro no conocía.
- ¿Él ya probó tu sangre, verdad? – y se sorprendió al verse algo afectado por tal pregunta. No entendía el motivo pero algo en el fondo parecía dolerle al hacerla real y la respuesta que esta podía tener. Esto le daría tiempo de conocer un poco mas sobre esta reacción mas tarde. Ahora solo prefería mantenerla en la periferia. Ojala esto fuera tan simple como decirlo.
Ya estaba levantado de la mesa cuando recapacitó que este quería permanecer cerca, pero lo que mas le conmovió es su interés por saber cómo estaban marcados los esclavos. Posiblemente creía que el joven conocía todos y cada uno de los secretos de los seres de la noche, pero esto había superado su conocimiento.
- Verás, es fácil reconocerlos por sus ansias de sangre. Algunos de ellos además poseen marcas de sus antiguos amos, otros solamente los notas por lo serviles – se puso a pensar si alguien atacaría de todas formas a Junno, él no hubiera podido a menos que le diera su consentimiento, además por miedo a morir probando sangre envenenada. Pero no faltaban las posibilidades. Iba a ser necesario ser preventivo en esto.
- Igualmente tengo gente de confianza que no osaría atacarte, ellos estarán en la fiesta. Además he enviado las invitaciones a todos los vampiros que se localicen en Francia por lo que espero que Koizumi se presente también. De ser asi él no permitirá que te toquen- y esto lo llevó a preguntarse algo mas, mas allá de lo que él con su corto tiempo de vampiro no conocía.
- ¿Él ya probó tu sangre, verdad? – y se sorprendió al verse algo afectado por tal pregunta. No entendía el motivo pero algo en el fondo parecía dolerle al hacerla real y la respuesta que esta podía tener. Esto le daría tiempo de conocer un poco mas sobre esta reacción mas tarde. Ahora solo prefería mantenerla en la periferia. Ojala esto fuera tan simple como decirlo.
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Re: Cyclamen [Julien]
Así que no era algo como lo que él había pensado, que tal vez era como llevar un símbolo que llamara la atención a todos los demás. Entendía lo de las marcas, pero habría creído que sería físico como en ese caso, si se trataba de ser serviles, probablemente no había diferencia con lo que él podía hacer en apariencia.
En su semblante se dibujó una expresión ligera de asombro -¿Ha invitado a todos los vampiros de Francia? -eso sonaba más grande de lo que hubiese esperado. Y un momento. Si su 'amo' estaría ahí aún no lo sabía, pero ciertamente él tenía razón, dudaba que algo le pasara en aquel sitio si era así. Junno sabía en donde se encontraba el vampiro al que servía, sabía cada movimiento, todo lo que pasaba con él, sin embargo no creía ser capaz de acercarse aún. Además estaba el asunto de que si iba, no iría solo. De algún modo algo en él se alarmó. Sabía que tenía que reunirse con él, pero no esperaba que bajo esas circunstancias. Tal vez tendría que ir a verlo directamente y ver su estado. En ese momento no sabía que las piezas se acomodarían para que lo que debía suceder, simplemente sucediera.
Junno le miró ladeando el rostro -¿si la ha probado? En un inicio los más cercanos eran sus donadores, sin embargo eso ha cambiado, desconozco las razones... La ha probado, pero nunca directamente de mi...- De hecho, si se lo hubiese preguntado, Koizumi probablemente no la habría aceptado, pero la había mezclado con vino, era algo bastante común, sin embargo, el vampiro decía que prefería otra sangre que no fuese la suya, y al parecer no era porque le desagradara, solo que había algo cuando lo decía, como si quisiera evitar algún tema del pasado. Y él, bueno, él no tenía ningún derecho de preguntar, según su propio parecer -Solo en un par de ocasiones... -Aclaró sin saber por qué le decía eso -Mezclada con el vino que le ofrecía... - Estaba mirándole fijamente mientras le hablaba, como si realmente fuese capaz de ver a través de él mientras lo hacía. Lo cual estaba bastante lejos de la realidad, pero en ocasiones podías notar algún atisbo de alguna actitud o sentimiento en los otros al observarlos -¿Es un problema si lo ha hecho? -No estaba seguro de por qué la pregunta era o no relevante. De hecho, probablemente en su familia habría sido un privilegio ser un donador antes, sin embargo, lo cierto es que además de todo estaba el asunto de no saber qué pasaría si alimentaba continuamente con su sangre envenenada a un vampiro.
Se levantó al fin, dispuesto a dejarle marchar, dirigiéndose a la salida para escoltarlo -Tendré su pedido listo con anticipación... -Le confirmó como si eso fuese realmente necesario. El jamás quedaría mal en ese sentido. Incluso si estaba un poco confuso, no dudaba de que era el mejor en el campo.
En su semblante se dibujó una expresión ligera de asombro -¿Ha invitado a todos los vampiros de Francia? -eso sonaba más grande de lo que hubiese esperado. Y un momento. Si su 'amo' estaría ahí aún no lo sabía, pero ciertamente él tenía razón, dudaba que algo le pasara en aquel sitio si era así. Junno sabía en donde se encontraba el vampiro al que servía, sabía cada movimiento, todo lo que pasaba con él, sin embargo no creía ser capaz de acercarse aún. Además estaba el asunto de que si iba, no iría solo. De algún modo algo en él se alarmó. Sabía que tenía que reunirse con él, pero no esperaba que bajo esas circunstancias. Tal vez tendría que ir a verlo directamente y ver su estado. En ese momento no sabía que las piezas se acomodarían para que lo que debía suceder, simplemente sucediera.
Junno le miró ladeando el rostro -¿si la ha probado? En un inicio los más cercanos eran sus donadores, sin embargo eso ha cambiado, desconozco las razones... La ha probado, pero nunca directamente de mi...- De hecho, si se lo hubiese preguntado, Koizumi probablemente no la habría aceptado, pero la había mezclado con vino, era algo bastante común, sin embargo, el vampiro decía que prefería otra sangre que no fuese la suya, y al parecer no era porque le desagradara, solo que había algo cuando lo decía, como si quisiera evitar algún tema del pasado. Y él, bueno, él no tenía ningún derecho de preguntar, según su propio parecer -Solo en un par de ocasiones... -Aclaró sin saber por qué le decía eso -Mezclada con el vino que le ofrecía... - Estaba mirándole fijamente mientras le hablaba, como si realmente fuese capaz de ver a través de él mientras lo hacía. Lo cual estaba bastante lejos de la realidad, pero en ocasiones podías notar algún atisbo de alguna actitud o sentimiento en los otros al observarlos -¿Es un problema si lo ha hecho? -No estaba seguro de por qué la pregunta era o no relevante. De hecho, probablemente en su familia habría sido un privilegio ser un donador antes, sin embargo, lo cierto es que además de todo estaba el asunto de no saber qué pasaría si alimentaba continuamente con su sangre envenenada a un vampiro.
Se levantó al fin, dispuesto a dejarle marchar, dirigiéndose a la salida para escoltarlo -Tendré su pedido listo con anticipación... -Le confirmó como si eso fuese realmente necesario. El jamás quedaría mal en ese sentido. Incluso si estaba un poco confuso, no dudaba de que era el mejor en el campo.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Fecha de inscripción : 22/03/2011
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Re: Cyclamen [Julien]
Imitó su mirada de asombro como si se tratara de un espejo. No era por molestarlo sino porque sonaba magnifico. Francia no era Rusia. Sus costumbres estaban arraigadas aun a ese país. Allí era cortesía invitar a todos cuantos quisieran acudir, mas aun teniendo un titulo de barón y lo había visto hacer en su seno familiar incontables veces. Motivado por esa escuela había hecho exactamente lo mismo en esta tierra aunque bien sabia que las condiciones de Francia no eran las mismas al igual que su gente, si bien la temperatura era fría en Rusia aquí lo era la gente.
- Estimo que solo tendremos el agrado de ver a algunos por la Mansion Burke, no todos – afirmó el vampiro para luego bajar la vista notando lo altruista que debería de verse la invitación a vista de cualquier parisino – Estoy conforme con cumplir con las tradiciones de mis raíces Junno, es algo a lo que no podía escapar, estoy apenas comprendiendo a los parisinos y es… complicado – comentó con cierta vergüenza y duda marcada en el rostro.
Escuchó atentamente la información del joven como si fuese sumamente importante el dato que le había ofrecido, sabiendo perfectamente que era producto de la curiosidad propia que tenia por la sangre del chico. Buscó ocultar un gesto de satisfacción al saber que no era parte de las costumbres de Koizumi la de hacer de Junno una mascota. Aunque aun estaba contradictorio por tal hecho. Esto no le había afectado con otros humanos hasta entonces y se concentraba mucho en estos cambios tan psíquicos que no entendía del todo.
Hizo lo propio, con una sonrisa en el rostro tranquila y apacible como su temperamento, se levantó del asiento y con pasos decididos recorrió el lugar hasta la puerta por la que había entrado. Una ola de sinsabor lo invadió pero prefirió omitir tales comentarios al respecto y optó por responderle – Gracias Junno, se que lo harás – comentó tomándolo por los hombros. Como un impulso besó la mejilla del joven oriental manteniendo su pulso en el oído para llevarse ese repiqueteo como recuerdo de la noche. Tomó una de las tarjetas donde tenía anotada su dirección por si era necesaria y se la dio en el umbral de la puerta – En la semana estarás recibiendo tu invitación y tendrás el lugar a tu disposición. Por si no llegas a ir con Monsieur Koizumi, tendré listo alguien de seguridad, solo por si acaso – informó restándole importancia. Dudaba mucho de poder asustar a un joven que había visto la muerte de cerca, sin embargo lo considero preciso.
Sin mas cruzó por completo el umbral con el aroma de las flores del jardín en su nariz, teniendo presente una en particular, motivo de sus consultas en un primer momento, una violeta digna de recordar y tan especial como el joven que la cuidaba… Cyclamen.
- Estimo que solo tendremos el agrado de ver a algunos por la Mansion Burke, no todos – afirmó el vampiro para luego bajar la vista notando lo altruista que debería de verse la invitación a vista de cualquier parisino – Estoy conforme con cumplir con las tradiciones de mis raíces Junno, es algo a lo que no podía escapar, estoy apenas comprendiendo a los parisinos y es… complicado – comentó con cierta vergüenza y duda marcada en el rostro.
Escuchó atentamente la información del joven como si fuese sumamente importante el dato que le había ofrecido, sabiendo perfectamente que era producto de la curiosidad propia que tenia por la sangre del chico. Buscó ocultar un gesto de satisfacción al saber que no era parte de las costumbres de Koizumi la de hacer de Junno una mascota. Aunque aun estaba contradictorio por tal hecho. Esto no le había afectado con otros humanos hasta entonces y se concentraba mucho en estos cambios tan psíquicos que no entendía del todo.
Hizo lo propio, con una sonrisa en el rostro tranquila y apacible como su temperamento, se levantó del asiento y con pasos decididos recorrió el lugar hasta la puerta por la que había entrado. Una ola de sinsabor lo invadió pero prefirió omitir tales comentarios al respecto y optó por responderle – Gracias Junno, se que lo harás – comentó tomándolo por los hombros. Como un impulso besó la mejilla del joven oriental manteniendo su pulso en el oído para llevarse ese repiqueteo como recuerdo de la noche. Tomó una de las tarjetas donde tenía anotada su dirección por si era necesaria y se la dio en el umbral de la puerta – En la semana estarás recibiendo tu invitación y tendrás el lugar a tu disposición. Por si no llegas a ir con Monsieur Koizumi, tendré listo alguien de seguridad, solo por si acaso – informó restándole importancia. Dudaba mucho de poder asustar a un joven que había visto la muerte de cerca, sin embargo lo considero preciso.
Sin mas cruzó por completo el umbral con el aroma de las flores del jardín en su nariz, teniendo presente una en particular, motivo de sus consultas en un primer momento, una violeta digna de recordar y tan especial como el joven que la cuidaba… Cyclamen.
Julien- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 17/02/2014
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