Olvida el pasado, disfruta el presente [Privado, +18]

por **Akseli Nygard** Jue Feb 12, 2015 10:45 pm

Las resistencia para mantenerse viviendo eternamente radicaba meramente en que los inmortales aprendieran a dejar ir al pasado, vivir siempre en el presente y tratar de adaptarse a ese presente lo mejor posible. Si acaso algún inmortal se estancaba en alguna época de su eterna vida, ya se veía venir el final de su vida por su propia mano o claro, la locura que eventualmente llevaría a una captura y posteriormente a una ejecución, ya fuera por inquisidores o cazadores. Y si de algo se encontraba seguro Akseli, era que no pensaba dejarse morir por el simple hecho de que Jarko les hubiese dejado en la mansión para estar completamente solos. Se sentía culpable de todo aquello, pero por un lado se encontraba consciente de que todo era su culpa y que merecía aquel rechazo por parte de su hermano; sin embargo, lo que no comprendía del todo era porque también había abandonado a Lanna y mucho menos porque le decía que ambos eran iguales.

Desde que llegara la joven a la mansión, fue más que evidente que la relación que mantenían ella y Akseli era mucho más llevadera que con Jarko, pero aún así, Lanna se esforzaba por agradar al mayor de los hermanos y cumplir las expectativas de él con tal de que no le echara de la casa. Hasta aquellos momentos había funcionado y funciono al punto de que ahora, eran únicamente ellos dos en la casa. La ausencia de su hermano era pesada para él, pero también lo era para la joven que era parte ya de la familia y las primeras noches se dedico a tratar de evitar estar a solas en aquella mansión, así que ese día se decidía por pasar la noche en casa y por supuesto al lado de Lanna. Desde su regreso no habían hablado y de cierta manera, necesitaba hablar con ella; disculpase por todo lo que hasta ese momento había sucedido y sobre todo, recordarle que aun a pesar de lo que sucediera, aquella sería su casa y siempre tendría su apoyo en todo lo que fuera a hacer.

Apenas existió la carencia de luz en la mansión y se decidió a ir en busca de ella. Andando con pasos calmos, como quien aún se siente un completo intruso y trata de hacer que su presencia sea lo menos molesta posible. Con todo y eso fue hasta la habitación de la mortal que habitaba en aquella mansión y toco a la puerta.
– ¿Lanna? – en otras circunstancias hubiese simplemente entrado sin importarle nada más, pero después de todo, no podía ser un completo bruto con ella. Había perdido parte importante de su vida y para poder avanzar, aún necesitaba de la presencia femenina de Lanna cerca; al menos hasta que ambos se adaptaran a las nuevas situaciones o la presencia de Jarko volviera a rondar por la casa.

por **Lanna** Dom Feb 22, 2015 10:54 pm

¿Qué había pasado? Apenas si lograba recordar aquella imagen borrosa corriendo por las calles hasta desaparecer, como si la muchacha de ropas anchas fuera una peste. Ese vivo recuerdo podía hacer que Lanna quisiera irse de nuevo de la casa pero ¿Para qué? Ella seguía percibiendo un sueldo y en algún momento se metió en muchos problemas por no haber obedecido, ahora sentía un vacío enorme y la culpa que lapidaba minuto a minuto su cuerpo, haciéndola bajar la mirada como tantas veces se lo pidieron. Tampoco existían las ganas de hablar, no, ni siquiera de reír o jugar, Max lo había resentido y tal vez la casa también, pero ¿Quién se daría cuenta? Nadie, porque la mujer nunca había interesado en lo más mínimo y Jarko se había encargado de que lo entendiera a las malas.

Terminó con sus labores como era costumbre y sacó al perro al patio para que no hiciera destrozos, sabía que Akseli andaba por la casa, lo había escuchado en días anteriores rondar mientras salía, pero ella no se lo había querido topar y parecía que también eran los deseos de él ¿Ahora también tendría que llamarle "señor"? Parecía muy lógica aquella apreciación, tal vez era lo mejor, sí... Tenía que comportarse pues si el mayor de los hermanos volvía, quería que viera que había aprendido algo, a mal tiempo, cuando quizá ya no fuera necesario, pero quería que la perdonara y ella estaba segura de que podría pedir perdón de rodillas, aunque él nunca mirara hacia el piso.

Comenzó a desatar las horquillas de su cabeza cuando escuchó una voz detrás de la puerta y se enderezó del banquillo para salir, sin siquiera ponerse los zapatos, abrió la pesada madera para observar a Akseli delante de ella, parecía más acabado o tal vez eran suposiciones, tal vez estaba enfermo pero ¿Los vampiros enferman? No lo sabía -Dígame, señor, ¿Le puedo ayudar en algo?- aquello era enfermizo, se sintió tan mal, tan ajena, tan extraña, pero así era, así siempre debió haber sido, porque ella no era más que la sirvienta, no una amiga, no una conocida y mucho menos una familiar. Parecía siempre que en sus ojos se seguían guardando las lágrimas que no había podido sacar en todo ese tiempo, pero siempre se esforzaba por retenerlas un poco más. De haber sido otra situación, hubiera saltado a sus brazos, preguntarle por qué se había ido,, que fuera a buscar a Jarko, pero el gesto más cercano que ella podía hacerle a un Nygard tal vez sería una simple reverencia. Se quedó de pie junto a la puerta mirando al vampiro delante de ella esperando alguna orden o tal vez, ¿Por qué no? un regaño.

por **Akseli Nygard** Lun Abr 20, 2015 10:45 pm

Todo era tan complicado sin tener a Jarko cerca. Aquella casa parecía muerta y lo más probable es que también lo pareciéramos Lanna y yo, así que al tocar a su puerta, existía cierto temor en mi interior de verla a ella como la sombra de la mujer que era, aquella chica entusiasta que me había convencido con apenas una mirada de llevarla hasta mi hogar y hacerla parte de nuestra familia. Esperaba estar equivocado y que mis pensamientos fueran en una dirección completamente opuesta a la realidad como solía pasar con regularidad, pero cuando Lanna abrió la puerta, supe que no estaban errados mis pensamientos; de la joven vivaz ya solo quedaba una mera sombra y si bien yo había esperado por ver que en ella no ocurrían cambios, ahora la realidad me llevaba a pensar que definitivamente solo nos quedaba aferrarnos el uno al otro para salir del hueco que nosotros mismo cavamos y que nos dejaba al parecer tan vulnerables.

Tratando de no preocuparle, aunque su mirada me dijese que ya era muy tarde para eso; sonreí.
– Ahora nos hablamos con tanta formalidad, porque de ser así creo que debería regresar y venir nuevamente para hablarte – la sonrisa quedo en mis labios, pero no era tan alegre como en otros momentos lo hubiera sido – ¿Cómo estas Lanna? y por favor, no uses formalismos que es lo ultimo que necesitamos entre nosotros y lo sabes muy bien – no sabía aún que era todo lo que sucedió en mi ausencia, pero aquel era un excelente momento para descubrirlo y sobre todo, para disculparme con Lanna de mis actos infantiles que también a ella le habían perjudicado tanto – Perdón por no haber venido antes a verte Lanna, pero necesita asimilar algunas cosas – le mire con gesto de joven arrepentido y regañado, todo porque no mostraba intensión alguna de moverse – ¿No vas a darme un abrazo después de tanto tiempo sin vernos? – pregunte con curiosidad.

Ella era parte de mi familia, la única que tenía cerca en esos momentos y por eso era que lo ultimo que esperaba es que entro nosotros surgiera esa distancia que ahora mostrábamos un poco ambos. Nosotros no éramos de formalismos, no éramos de buenas maneras ni de distancias; no se nos daba bien y ese no era el mejor momento para intentar cambiar las cosas.

por **Lanna** Jue Abr 23, 2015 1:13 pm

¿Por qué había contestado de aquella forma? Tal vez la respuesta era muy sencilla, por ser malcriada Jarko ya no estaba, no quería perder a Akseli también, si eso pasaba entonces sí terminaría muerta, la última vez poco había faltado para ello. Respiró profundo mientras escuchaba lo que el vampiro le estaba diciendo, la sonrisa jamás apareció en sus labios, no había motivos para sonreír o por lo menos Lanna no los encontraba, todo era tan confuso para ella, que en su cabeza había mil cosas que simplemente la hacía sentir más tonta de lo que ya era, pero sobre todo la frustraba sentir que ni siquiera se conocía a sí misma, por lo tanto no podía llegar a conocer a los demás. Quizá la mirada de Akseli fuera de cansancio, de hastío, de lo que fuera, menos por estar enfermo, pero ella no podía asegurar nada.

-Yo…-. no sabía ni siquiera que decir y simplemente un suspiro fue el que llenó sus pulmones del aire que necesitaba en ese momento –Estoy bien, ya me arreglaba para dormir… ¿Necesitas algo? ¿Cómo estás tú?- había dejado aquellos formalismos por un momento y le observó detenidamente, si tenía más de cien años en verdad no se le notaba absolutamente nada -¿Un abrazo?-. sí, quería darle un abrazo y tal vez también lo necesitaba, así que soltó la puerta y se acercó a él, colgándose de sus hombros al rodearlo con sus brazos, su rostro quedó sobre su hombro, mientras se forzaba para no llorar, no tenía por qué hacerlo, no podía, no se lo debía permitir.

-Te extrañé mucho…- murmuró apenas, respirando lentamente evitando que se le humedecieran los ojos por completo, era tan difícil aquello, ellos se podía decir que siempre se habían llevado bien –No te vuelvas a ir, por favor…- de nuevo estaba pidiendo cosas, tal vez no había comprendido que ella no podía pedir nada, sólo debía obedecer, pero por más que se esforzaba en cambiar le costaba tanto que se enojaba consigo misma aunque no lo demostrara –No te quiero perdonar…- estaba haciendo una berrieta como si se tratara de una niña de dos años, esperaba que Akseli no la culpara de ello o cuando menos lo comprendiera.

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