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por **Valeria Signoret** Dom Feb 15, 2015 8:32 pm

La noche se alzaba en su mayor esplendor envolviendo en su oscuro manto las calles de París, momento perfecto en que la gente se movía en busca de espectáculos glamorosos o shows excéntricos que llenaran aquel vacío en ellos mismos, dejándose llevar por la fantasía, la música, el canto y el entretenimiento a un plano donde lo único que importaba era el show de aquella noche en donde los problemas se olvidaran momentáneamente y las mentes se dejaran llevar por la fantasía de una noche. Este era el tipo de acto que Valeria propiciaba a sus espectadores, hombres y mujeres con un gusto entre lo exquisito y excéntrico.

El reloj marcaba las 9pm y el grupo de baile de Valeria se preparaba en los camerinos siendo maquilladas y vestidas acorde al show todas lucían distintas variedades de corsets que hacían juego con shorts minúsculos, y sus piernas cubiertas por medias pantys de colores pasteles y algunas otras de colores mas intensos como rojo. Valeria por su lado siempre lucia una peluca roja que podría parecer su propio cabello que hacia juego con un corset rosa pastel, siempre iba adornada de diferentes ornamentos que le daban brillo al igual que a toda vestimenta.

El presentador les dio la entrada a las muchachas y las cortinas se abrieron dejando ver al enorme público que esta noche se encontraba en el salón de cabaret atestado el lugar, los plausos de bienvenida llegaron y junto a ellos las chicas comenzaron con su acto teniendo como principal a Valeria quien las guiaba bailando y entonando una canción acerca de cómo una mujer vendía su alma al demonio con tal de ser amada por el hombre que siempre quiso, una historia triste que se escondía bajo una melodía totalmente contraria a la letra que incluso podría hacerse pasar por una especie de sátira. El show continuo por unos 30 minutos en los cuales las mujeres bailaron y cantaron y al final Valeria cerró el acto con una interpretación en solitario acompañada por la excéntrica melodía de su violín. El acto salio a la perfección y el publico había quedado satisfecho, era hora de abandonar el escenario y dejárselo a los demás artistas que se presentarían esa noche, sin embargo como de costumbre Valeria se quedaría disfrutando de los demás shows y tratando con la gente que le pudiese parecer de interés

por **Annemarie Wittgenstein** Sáb Feb 21, 2015 4:54 pm

Había llegado pocas noches antes a Paris, ya le conocía, pero hacía tantos años que no había vuelto y probablemente las personas con las que me había relacionado ya estaban muertas o enfermas... Pequeños y dulces artistas. Solía hacer esto, desaparecer por largos períodos de tiempo y volver cuando todo se ha marchitado y envilecido. A veces, me gustaba jugar a La Muerte y visitaba a mis viejos amigos en su oscuro lecho, asustados de verme en mi manto negro, lo descubría lentamente, y los pobres ancianos se atemorizaban tanto por mi juventud que comenzaban a gritarme desconsolados..¡Maldito Demonio! , y demás hermosos halagos que siempre estuve encantada de escuchar... Pero lo más emocionante era verlos sacudirse de horror cuando me acercaba suavemente a sus cuellos, susurrando... Querido/a, he llegado algo tarde, lo lamento, estás vuelto un desastre, tu piel es blanda y flácida casi me da asco... oh pero qué bello solías ser y ahora mírate! qué desperdicio, tu sangre ha de tener el sabor de tu aspecto... en eso tienes suerte.. ya ves, éste negocio se vuelve desagradable cuando las personas caen en el olvido y se marchitan, después no hay quién quiera llevárselos... Pero bueno, espero que te hayas confesado en la Iglesia, no hace falta decir a qué he venido, la muerte tiene rostros infinitos, pero éste será el último cuadro que veas... disfrútame. A veces, las palabras variaban conforme a la persona, pero era básicamente lo que solía decir, me gustaba jugar con las perspectivas, de ello vivimos los artistas, todo el mundo lo sabe...

Caminaba a paso lento y sonreía inmersa en mis recuerdos, cuando escuché una estridente música a pocos metros de allí... Cabaret... Cabaret... ¡Cabaret!... Comencé a correr, entusiasmada no por la música pero sí por lo que recordaba de los bellos vestuarios que lucían las damas del cabaret y sus perfectos espectáculos..

El salón estaba atestado de gente, lo cual me desagradó un poco, pero traté de pasar entre la multitud hasta llegar lo más cerca posible del escenario y contemplar aquellas preciosas damas de cerca, guardando mis visiones en la memoria, pintaría después un cuadro sobre aquellas impresiones..

Los colores eran magníficos, rojos brillantes mezclados con rosas pálidos y tonos pasteles, la decoración del escenario y las musas en sus movimientos naturales, proyectando con sus cuerpos el alma poética de la canción, todo aquello era una obra de arte en sí misma. ¡bravo, bravo! aplaudí con suavidad al final de la obra.

No supe si retirarme al instante, si el siguiente espectáculo no me emocionaba, me iría sin pensarlo.. tenía una pintura pendiente.. Aunque por un momento dudé en conocer a aquella pelirroja concéntrica, sus facciones eran exquisitas cuando tocaba el violín con tanta diversión, sentí envidia por un instante de la emoción que le causaba aquel instrumento insufrible.. A simple vista se veía fuerte, a pesar de su piel pálida parecía estar llena de vida, y al mismo tiempo de una oscuridad sospechosa... Le hablaría? la invitaría a cenar? o simplemente la degollaría a la oportunidad más mínima...?

por **Erwan Lombard** Dom Feb 22, 2015 2:09 pm

Me sentía un poco consternado por el viaje y los transeúntes que había ido ir y venir todas las horas por las diferentes calles y callejones de aquella ciudad que me escupía morbo en las botas, en mis diferentes viajes había podido encontrarme con diferentes clases de bestias malditas, de demonios, de monstruos, de cosas y entes que contienen todo lo que soy en su exterior, a veces creo que llenando sus cuerpos de agujeros, desmembrando su imagen de pecado, o quemándolos sin más, estoy eliminando un poco de mi, un poco de la sensación que el whisky ni el ginebra ahogan; sumido en la noche vi una joven, algo curiosa, todos la miraban con cierto deseo, o un repudio proveniente del miedo, iba siendo hora de parar la hora de los cigarrillos, y poner en una ruleta el uso de mis armas. Seguí la silueta por varios lugares, hasta dar en una esquina donde desapareció, prepare algo de trampas por un callejón si eran necesarias, al salir a la esquina era claro, todo indicaba el donde, por el olor y el bullicio; el cabaret, estaba en las dos caras de azar, pasar una noche de tragos y placeres, o dejar que la noche me tendiera un lugar al lado de la muerte de lo que fuese que me iba a encontrar allí adentro. Me introduje en ese amasijo de personas, sabiendo lo tenso que me pone tanta cantidad de vida, deje preparada mi mano puesta sobre uno de mis revólveres. Justamente como me había dicho antes, allí estaba, mirando a una joven, y quise acercarme un poco más.

por **Annemarie Wittgenstein** Dom Feb 22, 2015 3:34 pm

Sentí la imprudencia de una mirada clavada en mí como una amenaza distante, seguí el rastro de la sensación y di con un hombre, que apestaba a ser humano y vestía de forma extraña. Me hubiese gustado que al menos tratase de disimular la naturaleza de sus intensiones, quizás era demasiado arrogante.. Cuánta repulsión me causó aquello. No valía mi tiempo el hacerle daño a tan insignificante criatura.

La espera por el próximo espectáculo me produjo antojos de fumar un cigarrillo, quizás un vino blanco antes de que el aburrimiento y el hastío consumiera mis nervios... me acerqué al bar, fumé despacio, observando todo aquel sitio, la turba de gente comenzaba a fastidiarme cada vez más, comencé a añorar el silencio, los aromas se aglomeraban en el aire como una pesadilla, ¿dónde estaría aquella musa escarlata...?

Seguí pendiente del ridículo forastero, encendí otro cigarro y bebí mi copa.

por **Erwan Lombard** Dom Feb 22, 2015 4:21 pm

A medida que iba acercándome a la joven tenía una señal de mal presentimiento, estaba seguro que dispararía sin vacilar mis balas de plata en el caso que fuese lo que imaginaba; estaba tenso por el viaje, por la muerte que deje en el camino , por la cantidad de dudas que tenía sobre mis tareas, y aun más sobre mi pasado; ella posó la mirada sobre mi un par de segundos, su cara era tersa casi inocua, pero sus ojos eran un firmamento de desprecio, un par de cosas llenas de historia y sabores amargos, debía rectificar si mis sospechas eran ciertas. Para mi desventura me encontré con un curioso anillo que llevaba en su dedo anular, el objeto me trajo a la memoria los recuerdos del lugar donde desperté, de esa familia noble, era el anillo que me quedaba de aquel lugar, del día que hizo olvidarme, mis sospechas fueron ciertas, y peor que ciertas había encontrado en un despreciable monstruo la posibilidad de recordarme. Aparte la mano de mi revólver, hice una mueca a las luces del lugar, y me dije a mis adentros "No puede ser tan malo ¿no?" e imprudentemente me senté a su lado, si quería saber algo debía acoplarme a la cadena de coincidencias que me iba a ir encontrando, así debiera rechazar mi naturaleza de cazador innato.

por **Annemarie Wittgenstein** Dom Feb 22, 2015 9:47 pm

-¿Qué quieres?- dije mirándole directamente a los ojos y exhalando una gran cantidad de humo..

Era bastante obvio que se trataba de un maldito cazador, cómo detestaba aquellas criaturas... Pude notar que se fijaba en mi anillo, como si se tratase de una coincidencia... ¡Su sola presencia me ofendía!, pero no quería armar un alboroto en aquel lugar.

-Mira... no pareces ser cortés en absoluto, no tienes ni una pizca de clase ni prudencia. Más bien todo lo contrario. Quizás te hayas equivocado de sitio... ¿Buscas a alguien?

por **Erwan Lombard** Dom Feb 22, 2015 10:09 pm

La actitud de aquella despreciable criatura le produjo escozor, empero, era mejor intentar tener una charla amena.

-Disculpa, te confundí con una meretriz -soltó una leve sonrisa. es una chanza señorita; mi nombre es Erwan es un gusto conocerla, tal vez tengas razón en cuanto a mi cortesía, pero estamos en un cabaret ¿Qué esperabas encontrarte un erudito de los ligeros y los corsets?... mejor te invito a un trago, creo que te debe gustar el vino tinto...-hizo una mueca qué mas que amable termino siendo estúpida-

por **Annemarie Wittgenstein** Dom Feb 22, 2015 10:36 pm

-Por sitio me refería a estar tan cerca de mí... Pero está bien dada la confusión, que simpático... -un rictus hipócrita se dibujó sin intensión mientras miraba hacia otro lado, con la esperanza de encontrar a la artista de antes...
-Mmm de hecho prefiero el vino blanco, pero lastimosamente no acepto tragos de desconocidos, no me tomes a mal, es sólo que así me han educado. En todo caso, debo marcharme pronto. ¿Te puedo ayudar en algo antes de irme?

Más que cortesía, la última pregunta surgió por curiosidad. A pesar de todo el humano parecía amable, y algo en su essenz había cambiado de repente, aplacándose... ¿Había causado tal efecto el anillo de mi padre?

por **Valeria Signoret** Dom Feb 22, 2015 10:53 pm

Después de bajar del escenario Valeria se dirigió a la zona del bar mientras iba pasando se encontró con un par de rostros conocidos los cuales no tardaron en elogiarla por su elegante pero excéntrica interpretación, cosa que a Valeria le encantaba por lo que podía sonreír fuera del manto de su mascara de mujer encantadora. La mujer sentía como era observada cosa a lo que estaba acostumbrada pero al darle un recorrido rápido al salón con la mirada pudo notar que entre todas las miradas, la de una mujer de pelo rubio y piel pálida era la que predominaba, Valeria le devolvió la mirada de manera fugaz y se perdió un instante entre la gente, aun mantenía aquel distintivo y provocativo vestuario de baile para un cabaret. Aun alejándose podía sentir la presencia de aquella mujer lo cual termino por llenarla de curiosidad después de todo había algo en ella que se le hacia familiar, probablemente esa frialdad u oscuridad oculta tras aquella mirada, una sentimiento del cual ella misma era dueña.

Volvió a encontrar la mirada de la mujer pero esta vez era Valeria quien la mantenía mientras decidió dirigirse hacia ella a un paso grácil y algo delicado. En el camino alguien le ofreció una copa de vino, cosa que no dudo en aceptar mientras en un pequeño intercambio de palabras le dirigió una sonrisa a la persona que se la había dado. En esos segundos noto que había otra presencia cerca de aquella misteriosa mujer rubia y este era un hombre con una mirada peligrosa casi rozando por lo amenazante, por un momento se le cruzo por la mente que aquel hombre iba con aires de conquistar pero e seguida se dio cuenta que este ser ocultaba algo detrás de aquella fachada un tanto lúgubre. Valeria conocía aquella mirada, aquellos rasgos que señalaban odio y mientras mas se acercaba a aquella joven mujer entendía cual era aquel rasgo que se le hacia familiar y no podía ser nada mas que el hecho de que ambas pertenecían a la misma raza, ambas eran vampiros. Y aquel hombre que se le aproximaba probablemente era un cazador ¿Qué probabilidades habían en que un cazador y dos vampiresas coincidieran en el mismo sitio? Valeria lo pensó y no pudo evitar dejar escapar una pequeña sonrisa con algo de cinismo en ella.

Valeria interrumpió la conversación de ambos individuos sin hacer mucho ademan – ¿Han disfrutado el espectaculo? – pregunto en un tono suave mientras sus ojos los miraban a ambos pero se concentraron en la mujer como en busca de alguna señal.

Disculpas:

por **Erwan Lombard** Dom Feb 22, 2015 11:15 pm

Confundido me apresure a buscar alguna ocurrencia, pero era mejor preguntar directamente; en aquél momento caí en cuenta que la joven que había en el escenario estaba inquiriéndonos algo, tenía esa mala sensación de los cazadores, esa corazonada de estar en peligro si no usaba las palabras adecuadas, debió ser por esa conexión entre miradas de aquellas dos, tenían esa alegría de dos demonios que se encuentran en un mar de arena, y casualmente yo era el pequeño viajero entre ese par de misterios.

-Buenas lunas señorita, su actuación estuvo deslumbrante, y veo que le inspiramos cierta confianza, de no serlo así no habría venido del escenario en su vestuario de trabajo a vernos, pero déjeme decirle, que se ve encantadora... parece que su belleza se la hubiese dado un pacto con el mismo diablo...

Pocos segundos después caí en cuenta de que mi comentario pudo ser un poco sarcástico, pero no le quitaba ni un poco a lo que tenía de halago, volví mi mirada a la joven detestable, y dije.

-¿Por qué no disfrutamos los tres de unas cuantas copas mientras me cuentas a quien pertenece ese anillo?mientras tanto saque el anillo que tenía y lo puse encima de la barra creo que tengo uno muy similar, y me gustaría que me resolvieras un par de preguntas.

por **Valeria Signoret** Dom Feb 22, 2015 11:53 pm

La personalidad de Valeria demostraba lo liberal que podría llegara a ser, eso siempre quedaba demostrado tanto en sus canciones como en sus actos por lo que normalmente podría medirse en cuanto a sus palabras o acciones por lo que no pudo evitar dejar escapar una pequeña carcajada ante el comentario del hombre – Me halaga señor, eso quiere decir que mi trabajo se cumplió a la perfección muchas gracias por disfrutar el espectáculo – le respondió al hombre con un tono animado mientras le esbozaba una sonrisa – Mis disculpas si mi intervención les pareció ofensiva, pero no pude evitar notar un cierto aire de incomodidad en la señorita – dijo en tono suave observando una vez mas a la mujer – Y aun estando fuera del escenario mi deber como artista es propiciar la diversión -continuo de un modo jocoso mientras les guiña un ojo.

Valeria se sorprendió un poco al escuchar la invitación del hombre pero sin ánimos de rechazarla cometo – Sino es molestia para ambos, será un placer quedarme a acompañarlos – despues de todo no era de las que se quedaba con la curiosidad y al notar que el hombre sacaba un anillo similar a el de la mujer, sentia que la conversacion se tornaria incluso mas interesante. Valeria tomo asiento cruzándose de piernas mientra que con su mano derecha le hizo una seña a uno de los camareros – Querido tráeme una copa de vinotinto por favor- comento en tono amable – ¿Que se les ofrecerá a los señores? Yo invito – pregunto al aire y con una delicada seña hacia aquel hombre y mujer que serian su inesperada compañía de esta noche.

por **Annemarie Wittgenstein** Lun Feb 23, 2015 12:04 am

Sentí la mirada de aquella dama como el cálido susurro de un secreto en mi oído, supe que no era común desde que la vi actuando en el escenario, nos envolvía la misma oscuridad, no cabía duda de nuestra raza; cuán grata coincidencia.

Le sonreí honestamente, con un ligero ademán de cortesía
-Vaya, la musa ha decidido mezclarse entre su público.. Le felicito por la presentación, señorita, ha sido muy inspiradora. Me han fascinado los colores, espero no le moleste si decido usarlos en una de mis pinturas. Cuánta pasión hubo en aquel escenario, me provoca inmortalizar con el pincel esos momentos..

De repente me sentí tan profundamente hastiada del humano, ahora era un pequeño intruso, por poco y olvido que seguía allí... Sólo era cuestión de alargar mis uñas a su cuello y destrozarlo en un instante, pero no.. quizás debía contenerme un poco más...

¿Pero qué había hecho? Sacado un anillo exactamente igual al mío ¡Qué atrevimiento!. Nadie más poseía esa reliquia, solo miembros importantes y poderosos de mi familia. ¿Qué había hecho? La ofensa era descomunal. Tomé el objeto entre mis dedos y lo examiné, no cabía duda de que le perteneció a alguien de mi círculo sanguíneo.. ¿Por qué razón lo tenía ese inútil forastero? ¿A quién asesinó?... Busqué las iniciales, pero estaba tan desgastado que el nombre de su propietario había desaparecido, solo conservaba la inicial del apellido: W.

-En cuanto a usted, joven... Me temo que este anillo me pertenece- aún sin soltarlo seguí diciendo -Si desea obtener más información, debe explicarme primero qué hace usted con él o cómo lo consiguió. Aunque a mi parecer eso sería una falta de respeto con la dama, que acaba de elogiarnos con su compañía, espero no sea de mucho aburrimiento para ella sus extraños asuntos. -

por **Erwan Lombard** Lun Feb 23, 2015 12:58 am

Un poco acosado al mirar que las dos se entendían perfectamente, reí un poco, me pare y me acerque a la barra mientras dije.

-Gracias encanto por el trago, quisiera pedir un un sauvignon blanc.

Era claro, estaba en desventaja, de no ser así le habría puesto un par de balas en la cabeza a ese ente de familiar de las pulgas, debía contenerme, era su actitud que me sacaba de quicio; por otra parte la joven de cabello carmesí, era más cortés, más agradable, llena de una alegría cándida y contagiosa, necesitaba ese vino, pero a este paso iba a necesitar una botella de whisky, no deseaba formar alboroto, pero si debía actuar sería una pena, todo dependía de la reacción de la historia sobre el anillo.

-Señorita, quiéralo usted o no solo pueden haber dos formas que yo tenga este anillo, haberlo robado, o que haya matado a su portador, lo curioso es que al parecer cuando usted vio el anillo se inmuto, cosa que no había pasado. Hace un tanto de tiempo me contaron una historia, sobre una familia noble Alemana, tiene una descendencia muy extensa, una familia antiquísima; en toda familia noble existen las ovejas marginadas, se dice que parte de esta familia termino siendo maldecida, ese no es el punto aunque debería de serlo, señorita Wittgenstein, no vengo con hostilidad, pero si quiere iniciar un alboroto no me iré al otro lado sin mandarla al infierno, prefiero la cordialidad, y tal vez nos seamos de ayuda el uno al otro, necesito saber quien fue la persona que me contrato, y usted necesita saber que persona quiere muerta a su familia, tenemos un enemigo en común. Y disculpa contigo señorita actriz, es una lástima para mi que hayas venido en un mal momento, pero en los momentos como estos comienzan las masacres o las grandes incursiones de aventura, tal vez pasemos la noche tomando vino en este infierno, o la pasemos maldiciendo y echando risas en el otro.

por **Valeria Signoret** Lun Feb 23, 2015 1:25 am

Valeria le sonrío a la mujer nuevamente después de escuchar sus palabras – Por supuesto que no me molesta querída, tomese la libertad de usarlos en sus obras, me alegra ser la musa de una artista y por supuesto poder contemplar su creacion algun dia – le comento a la mujer tomándose el atrevimiento de rozarle la mejilla en una leve caricia de cordialidad y en cierto modo de cercanía pues perecían al mismo mundo en mas de un sentido y así era Valeria una mujer que llegaba as allá de las cordialidades y modales si esto era requerido.

Observo como el joven camarero tomaba la orden del hombre y luego se retiraba en busca de los tragos mientras que el hombre que no dejaba de emanar aquel aura de cazador propicio unas palabras que volvieron a sorprender a la vampiresa pues venían cargadas con cierta ironía e insolencia que por un momento ella misma se sintió insultada, su parte salvaje podría haberle arrancado el cuello en un rápido movimiento, pero este mundo era como un baile de mascaras y habían que mantener las apariencias y pretensiones por lo que decidió contener el fuego que ardía en su interior.

Al escuchar el apellido entiendo el asunto y como el aire empezaba a emanar de nuevo cierta intensidad. Valeria sabia conocía de la familia alemana y al ver el anillo toda tenia sentida – Con todo respeto mi querido forastero – Valeria inquirió nuevamente mientras se levantaba de la silla sin poder contenerse – Me parece que he llegado en el momento mas oportuno e indicado, después de todo no creo en coincidencias- dijo mientras miraba de nuevo a la mujer reflejando cierta complicidad en sus ojos - usted bien sabe que se encuentra en una desventaja potencialmente grande – esta vez la vampiriza se había acercado al hombre rozando sus uñas por los hombros de este como a manera de juego – Por lo que tal vez quiera elegir mejor sus palabras, pues no es de ningún caballero inquirir a usar ese tipo de tono en una mujer.¿No lo cree usted señorita?- comento en un tono que aun rozaba lo juguetón pero escondía cierta amenaza al hombre pues ya era imposible para los tres seres ocultar su verdadera naturaleza y todo dependería de que tan alto quería apostar aquel cazador.

por **Annemarie Wittgenstein** Miér Feb 25, 2015 10:12 pm

Solté una pequeña risa burlona...

-La señorita tiene toda la razón, me temo que ese no es el lenguaje apropiado para referirse a una dama, yo creo que he sido lo suficientemente educada con usted..hasta el momento, en otras circunstancias no hubiese corrido usted con tanta suerte. Conociendo un poco sobre mi querida familia, sabrá que como mínimo exigimos algo de respeto. Por lo tanto, miente al decir que lo que desea es cordialidad.

Pedí otra copa de vino blanco, encendí un cigarrillo mirando al humano fijamente, cuando un pequeño antojo surgió como un escalofrío...mmm...sangre de cazador... observé cómo palpitaba su cuello, involuntariamente, su vena ansiosa, mi boca se humedecía... sangre de escoria...

-Verá.. dudo mucho que usted pueda mandarme al infierno, como dice, a mí o a alguien de mi familia. No me haga reír!. A los Wittgenstein nos han perseguido por décadas, quizás siglos, por distintos motivos... Me temo que el único que necesita ayuda aquí es usted.

Encogí mi labio inferior dejando entrever uno de mis colmillos y absorbí otra calada de humo, suavemente me acerqué a la bella dama y jugueteando con una trencilla de tela que sobresalía de su vestuario, contemplé sus bellos ojos y le dije.. -No quisiera causarle problemas, hermosa.. mucho menos en éste recinto, estos espacios artísticos son suyos.. y yo, a diferencia de este individuo, comprendo muy bien eso y lo respeto. Pero de serme permitido, ya estaría saboreando de mis uñas el sabor de esa carne fresca...

Lamí suavemente una de mis uñas y observé en seguida al hombre, reteniendo su mirada con la mía y utilizando mi hipnótica persuasión le dije:
-Se va a quedar usted absolutamente quieto, vamos a hacer un pequeño intercambio... Yo conservaré este anillo y usted conservará su vida, le doy mi palabra. Si no le parece, me temo que saldrá perdiendo ambas.

El trato era bueno, a pesar de todo, la noche era joven, y aquel humano tendría que ser muy ingenuo para no aceptarlo y no tratar de obtener un poco más de información.. Aunque ya había preparado tantas exquisitas maneras de asesinarle.. con los años aprendes a controlar tu apetito por la muerte, aunque fuese solo en situaciones inapropiadas, es algo que no todos los humanos entienden, por ser todavía unos niños... Pero el destino a veces suele ser muy cómico.

por **Erwan Lombard** Jue Feb 26, 2015 3:00 am

Sin rechistar como por arte de magia obedecí a entregarle el anillo, aunque en mi sentido de cazador sabía que algo malo estaba pasando, accedí a su trato, al despreciable trato de una condenada; después de un leve mareo volví en sí.

- Me parece justo devolverle su pertenencia señorita, y disculpe si la he ofendido, pero no estoy acostumbrado a tratar a los de su... especie, en lo que no estoy de acuerdo es en que no me de la información, verá usted, necesito de ella de otra manera no estaría aquí hablando con usted, habría entrado y le hubiese puesto una bala en la cabeza, pero no fue así, me ofrecí a su territorio, y ya estar a esta distancia suya demuestra que vengo sin intenciones de una disputa, porque estoy en desventaja; mucho se de los despreciables porque mi vida se ha enfocado en eso, pero en lo absoluto se que es vivir como uno, nuestras vidas son cortas, son un poco desechables, pero como humanos disfrutamos cada gran sacrificio, como vez primera; entonces, con el consentimiento de la otra señorita aquí presente, o más como usted la llamaría, artista ¿podrían ayudarme las dos a resolver un par de inquietudes que tal vez terminen siendo mutuas?

Esta era la última oportunidad, o si no tendría que salir con mi orgullo mancillado bajo la puerta de aquel cabaret, pero algún día tendría que regresar, estábamos en una situación intempestiva.

por **Valeria Signoret** Dom Mar 01, 2015 4:10 pm

El trago había llegado por lo que Valeria se limito a tomar de el mientras escuchaba las palabras que aquella mujer le dirigía al joven cazador con aquella energía en su voz que notaba el hecho de que se sentía ofendida. Para cuando la mujer se dirigió a Valeria esta se encontraba terminando el último sorbo de su copa de vino, sus miradas se cruzaron nuevamente y la vampiriza entendió a que se debían sus palabras pues de haber estado en el sitio equivocado probablemente este hombre se encontraría nadando en su propia sangre.

Valeria simplemente asintió de manera cordial ante el comentario de la mujer con la que compartía distinción por ser de la misma raza – Te entiendo querida – le dijo dedicándole una agradable sonrisa para luego dejarla terminar de hablar con el joven a quien aquella vampiriza opto por persuadirlo y así quedarse con el dichoso anillo.

Aunque la situación parecía aun tensa, todavía estaba bajo control después de todo quien tenia todas las de perder era aquel osado cazador. Valeria había mantenido silencio para escuchar al hombre y por un momento sus ojos se iluminaron de curiosidad ¿Que será lo que este hombre anda buscando que requiere estas medidas desesperadas? Pensó mientras se cruzaba de piernas sin quitarle la mirada de encima- Bueno debo admitir que has sabido como captar mi atención joven cazador – Valeria se dirigía al hombre en un tono tranquilo pero había un cinismo escondido en sus palabras que dejaba notar que ella había terminado con el jugueteo y su mirada se volvió dura y un tanto siniestra – Se requiere cierto grado de estupidez o valentía para acercarte a dos vampiresas de nuestra índole y esperar algún tipo de colaboración. Sin embargo debo admitir que me intriga, pero como es bien sabido señor nadie acepta un trato sin estar al tanto de los términos - Valeria dirigió la mirada hacia la mujer dedicandole una pequeña sonrisa - Con el debido respeto hacia la señorita y al apellido de su estimada familia - Volvio la mirada al hombre para preguntarle - ¿A que inquietudes te refieres? - Valeria aun no estaba aceptando una colaboración por lo menos no de su parte pero si tenía curiosidad en saber que secreto había tras la llegada de este hombre.

por **Annemarie Wittgenstein** Dom Mar 01, 2015 6:49 pm

-Espero que sus inquietudes vayan más allá de saber a quién pertenecía éste anillo exactamente, pues me temo que no lo sé en estos momentos.. Mi familia se ha extendido por generaciones, de hecho aún me cuesta recordar el nombre de varios parientes....... Debería tener la inicial del nombre inscrito, pero el pobre está tan maltratado y antiguo, que solo conserva el apellido... ¿Cuál es su nombre, caballero? Me temo que no nos hemos presentado y llevamos varias horas aquí.

El anillo era demasiado grande para caber en uno de mis finos dedos, no había duda de que perteneció a un hombre, pues en mi familia no habían mujeres robustas que yo conociera... Tenía demasiadas dudas, aquel cazador parecía tener la mente en blanco, pero algo tenía que recordar. Este pequeño encuentro parecía más que coincidencia.

por **Erwan Lombard** Lun Mar 02, 2015 1:15 am

Aliviado porque la tensión del ambiente era menos densa, sonreí y prendí un habano, me bebí hasta la última gota de mi vaso, y repuse.

-No sé si sea la noche, el show, o el hecho que todo haya salido bien, pero espero que podamos entendernos en nuestros propósitos en común, mi nombre es Erwan señoritas, Erwan Lombard, confío en que tendremos una bonita amistad hasta que en mi caso yo escudriñe mi pasado, y en el caso de ustedes tal vez encuentren cosas, o personas a las que creyeron muertas, a viejos o viejas amantes - sonreí mientras miraba a las dos y dejaba salir el humo que danzaba en mi nariz- y espero que sea el fin mío muerto en los colmillos de su belleza maldita, o en el peor de los casos terminemos siendo destruidos por lo que buscamos; y díganme ¿Cuáles son sus nombres queridas...señoritas?

Todo era confuso, y cada cosa que pudo haber terminado en un hecho irreductible, termino mutándose para ser una de las tantas noches extrañas en la ciudad de París.

por **Valeria Signoret** Mar Mar 03, 2015 2:05 am

Aquel humano parecía estar un poco mas tranquilo, Valeria noto como el cuerpo de aquel hombre se relajaba mientras bebía de su vaso pues por los momentos el ambiente estaba un poco más cómodo, pero un paso en falso de aquel hombre y su situación podría volverse fatal – Valeria Signoret – Se presento la vampiresa mientras los observaba a ambos y hacia una pequeña reverencia con la cabeza inclinándola un poco a modo de respeto – Un placer estar ante tan interesante compañía- se refería ambos con cortesía, después de todo siempre es bueno mantener los modales.

Sin embargo la mirada de Valeria reflejaba cierto jugueteo ante las palabras dichas por aquel hombre, a lo que acoto – Si lo que usted desea es morir bajo los colmillos de alguna belleza, creo que ha venido al sitio indicando – bromeo dejando a la vista sus perfectos colmillos en una sonrisa que rozaba entre lo divertido y lo siniestro, mientras observaba a la hermosa vampiresa a su lado guiñándole un ojo a modo de coqueteo.

– Esto tendrá que ser muy interesante Sr Edward – le dijo al hombre, no tratándose de una amenaza sino más bien por la impaciencia de escuchar su causa, mientras se sirvió una copa del vino que le había traído el camarero anteriormente – ¿ Se le ofrece un poco de vino mademoiselle? – se dirigió a la mujer ofreciéndole una copa de forma delicada. – Y no dude en pedir otro trago Sr Edward después de todo hoy va por mi cuenta – le dijo al hombre aun manteniendo aquel tono pícaro y juguetón, Valeria había vuelto a su estado juguetón, una de sus formas de interpretar que no se sentía en peligro y que la situación estaba a su favor.

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