AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Una noche más (+18)
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Una noche más (+18)
por Invitado Sáb Sep 11, 2010 10:01 am
Recuerdo del primer mensaje :
Una noche más la noche invadía la ciudad de París, tan sólo hacia unos pocos días que había regresado de Orville después de varios años de ausencia y sin dar explicaciones a nadie, desapareciendo por completo.
Observaba a los vianantes sentada en unas sillas de un café en la acera pasando por mi lado toda clase de individuos: un médico de unos 50 años de edad caminando con una joven 25 años menos que él haciendo miradas insinuantes sin cogerse de la mano para disimular, un padre haciendo feliz a su hijo contándole historias divertidas, la anciana que le daba consejos carnales a su nieta, un banquero que acababa de cerrar el banco que tenía enfrente... mil historias pasaba a mi lado mientras me obligaba a tomar el café sentada en la silla de hierro negro con mi vestido rojo largo que favorecia los típicos escotes de mujeres que aparentaba entre 20 y 35 años, con guantes largos de seda blanca, el pelo recogido y con un pequeño sombrero rojo. Los sombreros eran algo típico en mí.
Una mujer pasó a mi lado llamándome la atención, sus movimientos me decian claramente que acababa de perder a un ser querido, lo más probable que su reciente marido ya que aparentaba tener unos 18 años. Vagaba por la acera sin saber a donde ir con el rostro que mostraba su gran tristeza, una mujer que no le quedaba nada.
Dejé varias monedas sobre la mesa y me levanté varios pasos atrás de la mujer apenada empezándola a seguir. ¡Qué suerte la mía! sus incoscientes pasos la llevaron hasta unas calles excasamente transitadas por los peatones por la oscuridad que las invadía. Aquello hizo que sonriera perversamente.
La mujer se dió cuenta de donde había llegado y también de que otros pasos la seguían, al darse la vuelta se encontró que no había nadie ya que cuando volteaba desaparecí de su vista pero se llevó un buen susto cuando volvió a mirar al frente y se encontró conmigo -Tranquila niña ¿te he asustado? no era mi intención.- le dije dulcemente y entonces empezó a llorar desesperadamente -Pequeña ¿qué te ocurre? ¿por qué lloras?- le pregunté acariciando su mejilla consolándola.
La reciente viuda me explicó que su reciente marido acababa de morir de una terrible neumonía de un costipado que no vigiló y empeoró y que tan sólo llevaban un años casados. También me dijo que su deseo ahora era morir -Shhhh ven aquí.- dije abrazándola -Yo puedo ayudarte con eso.- mencioné mientras mis colmillos crecían y la miraba para ver su expresión de terror y clavárselos en la yugular succionando su sangre hasta dejarla vacía. Pero una presencia conocida percibí durante mi banquete.
Observaba a los vianantes sentada en unas sillas de un café en la acera pasando por mi lado toda clase de individuos: un médico de unos 50 años de edad caminando con una joven 25 años menos que él haciendo miradas insinuantes sin cogerse de la mano para disimular, un padre haciendo feliz a su hijo contándole historias divertidas, la anciana que le daba consejos carnales a su nieta, un banquero que acababa de cerrar el banco que tenía enfrente... mil historias pasaba a mi lado mientras me obligaba a tomar el café sentada en la silla de hierro negro con mi vestido rojo largo que favorecia los típicos escotes de mujeres que aparentaba entre 20 y 35 años, con guantes largos de seda blanca, el pelo recogido y con un pequeño sombrero rojo. Los sombreros eran algo típico en mí.
Una mujer pasó a mi lado llamándome la atención, sus movimientos me decian claramente que acababa de perder a un ser querido, lo más probable que su reciente marido ya que aparentaba tener unos 18 años. Vagaba por la acera sin saber a donde ir con el rostro que mostraba su gran tristeza, una mujer que no le quedaba nada.
Dejé varias monedas sobre la mesa y me levanté varios pasos atrás de la mujer apenada empezándola a seguir. ¡Qué suerte la mía! sus incoscientes pasos la llevaron hasta unas calles excasamente transitadas por los peatones por la oscuridad que las invadía. Aquello hizo que sonriera perversamente.
La mujer se dió cuenta de donde había llegado y también de que otros pasos la seguían, al darse la vuelta se encontró que no había nadie ya que cuando volteaba desaparecí de su vista pero se llevó un buen susto cuando volvió a mirar al frente y se encontró conmigo -Tranquila niña ¿te he asustado? no era mi intención.- le dije dulcemente y entonces empezó a llorar desesperadamente -Pequeña ¿qué te ocurre? ¿por qué lloras?- le pregunté acariciando su mejilla consolándola.
La reciente viuda me explicó que su reciente marido acababa de morir de una terrible neumonía de un costipado que no vigiló y empeoró y que tan sólo llevaban un años casados. También me dijo que su deseo ahora era morir -Shhhh ven aquí.- dije abrazándola -Yo puedo ayudarte con eso.- mencioné mientras mis colmillos crecían y la miraba para ver su expresión de terror y clavárselos en la yugular succionando su sangre hasta dejarla vacía. Pero una presencia conocida percibí durante mi banquete.
Última edición por Anna Ferro el Mar Sep 21, 2010 1:13 pm, editado 1 vez
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Jue Sep 16, 2010 10:00 am
Le miré a los ojos un tanto tímida al decirme que no le parecía tonta, sino una dama que sabe lo que quiere -Gracias.- fue todo lo que conseguí decir.
Escuché con atención la decisión de Ettien incluso llevándome una imagen a mi mente de la estampa que había descrito -Vos sí sabéis como impresionar a una dama.- dije mirándole maravillada, aquel vampiro me estaba fascinando como ninguno lo había hecho.
Miró a ambos lados de la calle vigilando que no viniera ningún coche tirado por caballos guiándome hasta la pareja sentada en el banco -Usted me dirá que papel debo interpretar.- dije susurrándole antes de estar a la altura de nuestro próximo festín.
Escuché con atención la decisión de Ettien incluso llevándome una imagen a mi mente de la estampa que había descrito -Vos sí sabéis como impresionar a una dama.- dije mirándole maravillada, aquel vampiro me estaba fascinando como ninguno lo había hecho.
Miró a ambos lados de la calle vigilando que no viniera ningún coche tirado por caballos guiándome hasta la pareja sentada en el banco -Usted me dirá que papel debo interpretar.- dije susurrándole antes de estar a la altura de nuestro próximo festín.
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Jue Sep 16, 2010 7:48 pm
La calle era bastante ancha y nos separaba aun una distancia considerable hasta la pareja escogida por Anna y por mi...al ver como disfrutaban de su tiempo en el banco, aun tenia mas ganas de conocer como reaccionarían cuando Anna y yo comenzáramos a tirar de los hilos para deshacer sus vidas y alimentar las nuestras, una sonrisa maliciosa se asomaba en mi rostro.
Al parecer Anna tenia tantas ganas como yo de embaucar a la joven pareja, eso creaba en mi una impaciencia por conseguir el objetivo, que hacia muchos años que no me sucedía, por suerte y por mi experiencia sabia que la impaciencia en estos casos no era un buen factor, así que retire mis colmillos.
-Anna, debo de confesaros que me siento muy feliz al ver que os esta gustando la idea. ¿deberás ningún vampiro que halláis conocido os tratado así?. Necios.
Conteste devolviendole la mirada.
El susurro de Anna acaricio mi oído, mientras la vampira me susurraba vi como su rabillo del ojo se posaba en la pareja. Me encantaba que Anna se lo tomara como un juego, pues yo también me lo tomaba así.
-claro!, había pensado en que vos y yo somos pareja, a vos os duele mucho la tripa y como a esta hora no debe de haber ningún servicio medico que tenga sus puertas abiertas, insistiremos que nos inviten a su casa para así yo preparar una infusión medica que os va bien. Por supuesto si la cosa no va bien yo embaucare al joven mientras vos podéis embaucar a la mujercita. Aunque creo que tan solo por mostrar el protocolo, los humanos nos invitaran a su hogar.
Mire a Anna con una sonrisa, mezcla de felicidad con una pizca de maldad, felicidad por compartir estos momentos con ella y maldad de dos vampiros urdiendo su malicioso plan
Tras esto estábamos a pocos metros de la pareja, la cual seguía jovial hablando de sus cosas ajena a nuestra llegada
Al parecer Anna tenia tantas ganas como yo de embaucar a la joven pareja, eso creaba en mi una impaciencia por conseguir el objetivo, que hacia muchos años que no me sucedía, por suerte y por mi experiencia sabia que la impaciencia en estos casos no era un buen factor, así que retire mis colmillos.
-Anna, debo de confesaros que me siento muy feliz al ver que os esta gustando la idea. ¿deberás ningún vampiro que halláis conocido os tratado así?. Necios.
Conteste devolviendole la mirada.
El susurro de Anna acaricio mi oído, mientras la vampira me susurraba vi como su rabillo del ojo se posaba en la pareja. Me encantaba que Anna se lo tomara como un juego, pues yo también me lo tomaba así.
-claro!, había pensado en que vos y yo somos pareja, a vos os duele mucho la tripa y como a esta hora no debe de haber ningún servicio medico que tenga sus puertas abiertas, insistiremos que nos inviten a su casa para así yo preparar una infusión medica que os va bien. Por supuesto si la cosa no va bien yo embaucare al joven mientras vos podéis embaucar a la mujercita. Aunque creo que tan solo por mostrar el protocolo, los humanos nos invitaran a su hogar.
Mire a Anna con una sonrisa, mezcla de felicidad con una pizca de maldad, felicidad por compartir estos momentos con ella y maldad de dos vampiros urdiendo su malicioso plan
Tras esto estábamos a pocos metros de la pareja, la cual seguía jovial hablando de sus cosas ajena a nuestra llegada
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Vie Sep 17, 2010 1:58 am
Ettien llamó necios a todos aquellos vampiros que no me habían tratado como era debido, la verdad es que lo eran ¿por qué utilizar el protocolo con el alimento en vez de con un semejante? En fin, todo eso hacia que se me olvidara el vampiro que me acompañaba en esos instantes.
Escuché la explicación, me atraía la idea de interpretar a su esposa o novia de Ettien. Lo miré unos instantes a los ojos y me llevé una mano a mi vientre poniendo cara de mal estar -Amor mío, de verdad, me duele mucho.- dije a acompañado de una mueca de dolor -Déjame sentarme un momento.- le pedí señalando el banco de la pareja.
Escuché la explicación, me atraía la idea de interpretar a su esposa o novia de Ettien. Lo miré unos instantes a los ojos y me llevé una mano a mi vientre poniendo cara de mal estar -Amor mío, de verdad, me duele mucho.- dije a acompañado de una mueca de dolor -Déjame sentarme un momento.- le pedí señalando el banco de la pareja.
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Vie Sep 17, 2010 3:52 pm
Sonreí enormemente al ver que Anna clava su mirada en mí, se llevaba la mano a la tripa y con grandes dotes de interpretación simulaba que le dolía.
Solté mi brazo del de Anna y se lo pase sobre los hombros, sostuve mi bastón entre mi brazo derecho y mi pecho, mientras que mi mano diestra se colocaba sobre la suya.
-querida ¿tanto os duele? Venid, tomemos asiento al lado de esa pareja.
Acompañe a Anna hasta que tomo asiento justo al lado de la joven. Para entonces hacia ya unos segundos que nos observaban.
-disculpad la intromisión. Dije mientras ayudaba a Anna a acomodarse.
La cara de la jovencita era mas amble que la del joven, fue ella quien primero hablo.
-¿sucede algo señorita? Dijo la joven de cabellos castaños, deje que Anna entablara conversación con ella. Mientras tanto yo me coloque delante del poco simpático hombre, al cual no le había echo mucha gracia la interrupción de su velada. Le hice una muy breve reverencia sujetándome el sombrero y le hable:
-buenas noches tengáis mesié, mi nombre es Ettien Lacroix y la señorita que se encuentra un tanto indispuesta es mi prometida Anna Ferro. Espero que comprenda la necesidad que tengo de ayudar a mi dolorida prometida, y que, estoy seguro de que vos haríais los mismo por la vuestra (mire de reojo a Anna y a la muchacha). Necesito preparar su medicina, con tan mala suerte de que nosotros no somos de este barrio residencial. Le agradeceré eternamente si nos invita a su casa…será solo cuestión de unos poco minutos.
Tras unos segundos el muchacho hablo:
-mesié Lacroix… mi nombre es Eduard Williamson y mi esposa se llama clarece. En efecto han interrumpido la velada que sosteníamos mi amada y yo, lo cual no me ha sentado del todo bien. Pero en vista de los motivos que me ha expresado no puedo dejar de ser un caballero así que, y muy a mi pesar les invitaremos a nuestra casa, que espero abandonen lo antes posible
Reconozco que al ver los aires que ostentaba aquel miserable humano y en la forma en la que me hablo, no hubiera dudado en desgarrarle el cuello y verlo desangrarse hasta morir. Pero no podía despreciar su líquido vital. Contuve mis instintos y le dedique una reverencia un tanto mas amplia que la anterior, mientras el se levantaba con aires de grandeza, y comenzaba a caminar en una direccion.
Me acerque a Anna y la ayude a incorporarse.
-disculpad si no me presento como es debido señora Williamson, espero que entienda la situacion
Solté mi brazo del de Anna y se lo pase sobre los hombros, sostuve mi bastón entre mi brazo derecho y mi pecho, mientras que mi mano diestra se colocaba sobre la suya.
-querida ¿tanto os duele? Venid, tomemos asiento al lado de esa pareja.
Acompañe a Anna hasta que tomo asiento justo al lado de la joven. Para entonces hacia ya unos segundos que nos observaban.
-disculpad la intromisión. Dije mientras ayudaba a Anna a acomodarse.
La cara de la jovencita era mas amble que la del joven, fue ella quien primero hablo.
-¿sucede algo señorita? Dijo la joven de cabellos castaños, deje que Anna entablara conversación con ella. Mientras tanto yo me coloque delante del poco simpático hombre, al cual no le había echo mucha gracia la interrupción de su velada. Le hice una muy breve reverencia sujetándome el sombrero y le hable:
-buenas noches tengáis mesié, mi nombre es Ettien Lacroix y la señorita que se encuentra un tanto indispuesta es mi prometida Anna Ferro. Espero que comprenda la necesidad que tengo de ayudar a mi dolorida prometida, y que, estoy seguro de que vos haríais los mismo por la vuestra (mire de reojo a Anna y a la muchacha). Necesito preparar su medicina, con tan mala suerte de que nosotros no somos de este barrio residencial. Le agradeceré eternamente si nos invita a su casa…será solo cuestión de unos poco minutos.
Tras unos segundos el muchacho hablo:
-mesié Lacroix… mi nombre es Eduard Williamson y mi esposa se llama clarece. En efecto han interrumpido la velada que sosteníamos mi amada y yo, lo cual no me ha sentado del todo bien. Pero en vista de los motivos que me ha expresado no puedo dejar de ser un caballero así que, y muy a mi pesar les invitaremos a nuestra casa, que espero abandonen lo antes posible
Reconozco que al ver los aires que ostentaba aquel miserable humano y en la forma en la que me hablo, no hubiera dudado en desgarrarle el cuello y verlo desangrarse hasta morir. Pero no podía despreciar su líquido vital. Contuve mis instintos y le dedique una reverencia un tanto mas amplia que la anterior, mientras el se levantaba con aires de grandeza, y comenzaba a caminar en una direccion.
Me acerque a Anna y la ayude a incorporarse.
-disculpad si no me presento como es debido señora Williamson, espero que entienda la situacion
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Vie Sep 17, 2010 4:30 pm
Hacia ruidos y muecas de dolor mientras apretaba con mi mano mi tripa -Siento como si me quemara.- dije una vez sentada en el banco junto a la pareja. La mujer fue muy amable a prestarme ayuda una vez que estuve sentada notando como rodeaba mis hombros con su brazo.
Oí como Ettien pedía ayuda al hombre el cuál le miraba con mala cara -Por favor, vivimos a las afueras.- añadí para que sintiera más compasión -Eduard por favor, no hables así. De inmediato pueden venir y quedaran todo el tiempo que sea necesario.- recliminó la mujer a su marido.
-Tranquilícese, Anna, enseguida estará en nuestra casa.- me dijo la mujer al oído -Gra-gracias.- le agradecí forzando una cara de agradecí pero tenía que hacerle ver que tenía mucho dolor.
Ettien me ayudó a incorporarme y me aferré a él como si fuera algo que necesitará de sus brazos, cosa que me agradó. La mujer se incorporó junto a su marido y nos indicaron que les siguieramos y así lo hicimos, aproveché que nos daban la espalda para mirar a Ettien con satisfación.
En medio minuto me atrevería a decir llegamos hasta la puerta principal de una gran casa en la cual seguro que habría algún criado del que también podriamos jugar.
Oí como Ettien pedía ayuda al hombre el cuál le miraba con mala cara -Por favor, vivimos a las afueras.- añadí para que sintiera más compasión -Eduard por favor, no hables así. De inmediato pueden venir y quedaran todo el tiempo que sea necesario.- recliminó la mujer a su marido.
-Tranquilícese, Anna, enseguida estará en nuestra casa.- me dijo la mujer al oído -Gra-gracias.- le agradecí forzando una cara de agradecí pero tenía que hacerle ver que tenía mucho dolor.
Ettien me ayudó a incorporarme y me aferré a él como si fuera algo que necesitará de sus brazos, cosa que me agradó. La mujer se incorporó junto a su marido y nos indicaron que les siguieramos y así lo hicimos, aproveché que nos daban la espalda para mirar a Ettien con satisfación.
En medio minuto me atrevería a decir llegamos hasta la puerta principal de una gran casa en la cual seguro que habría algún criado del que también podriamos jugar.
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Sáb Sep 18, 2010 4:44 am
La interpretación de Anna era fabulosa, casi se me escapa una carcajada al ver como la vampira me ayudaba a convencer al humano. Carcajada con motivo de saber que los estábamos engañando la perfección, incluso la joven Clarice. Recrimino a su marido. Por el momento era todo perfecto.
-no tiene que disculparse mesié Lacroix, entiendo la situación.
Dijo Clarice cuando me disculpe ante ella.
Ayude a Anna a incorporarse. Reconozco que el tenerla entre mis brazos me agrado de buen grado, con lo cual articule una frase.
-no os precupeis amada mio pronto os sentiréis mejor.
Dije con ternura y le coloque un mechón de su pelo tras la oreja con suma delicadeza.
La mirada que Anna me ofreció me lleno de jubilo. aprovechando que no nos miraban, acerque mis labios a su oído
-ardo en deseo de compartir con vos el resto de la velada que nos acontece.
Coloque mejor mi abrigo sobre sus hombros y seguimos a la joven pareja hasta un gran casa que no se encontraba muy alejada del lugar. Sin mediar palabra el hombre accedió por la puerta de metal bien elaborado que daba entrada al jardín. La muchacha nos invito a entra en el recinto.
-por favor sed tan amables de pasar. Y con un gesto educado nos indico la puerta.
Llegamos al gran porche de la casa donde Eduard golpeo la puerta con el picaporte en forma de cabeza de león. Al poco rato una criada abrió la puerta. Fue Clarice la que nos volvió a invitar a entrar, ya que el engreído de su marido entro sin ni siquiera mirarnos.
-gracias. Entone mirando a la joven mujer.
Acompañe a Anna hacia adentro aun sosteniéndola con delicadeza entre mis brazos. La mire con ojos que reflejaban que nuestra artimaña había dado resultado
-no tiene que disculparse mesié Lacroix, entiendo la situación.
Dijo Clarice cuando me disculpe ante ella.
Ayude a Anna a incorporarse. Reconozco que el tenerla entre mis brazos me agrado de buen grado, con lo cual articule una frase.
-no os precupeis amada mio pronto os sentiréis mejor.
Dije con ternura y le coloque un mechón de su pelo tras la oreja con suma delicadeza.
La mirada que Anna me ofreció me lleno de jubilo. aprovechando que no nos miraban, acerque mis labios a su oído
-ardo en deseo de compartir con vos el resto de la velada que nos acontece.
Coloque mejor mi abrigo sobre sus hombros y seguimos a la joven pareja hasta un gran casa que no se encontraba muy alejada del lugar. Sin mediar palabra el hombre accedió por la puerta de metal bien elaborado que daba entrada al jardín. La muchacha nos invito a entra en el recinto.
-por favor sed tan amables de pasar. Y con un gesto educado nos indico la puerta.
Llegamos al gran porche de la casa donde Eduard golpeo la puerta con el picaporte en forma de cabeza de león. Al poco rato una criada abrió la puerta. Fue Clarice la que nos volvió a invitar a entrar, ya que el engreído de su marido entro sin ni siquiera mirarnos.
-gracias. Entone mirando a la joven mujer.
Acompañe a Anna hacia adentro aun sosteniéndola con delicadeza entre mis brazos. La mire con ojos que reflejaban que nuestra artimaña había dado resultado
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Sáb Sep 18, 2010 5:27 am
Era muy agradable sentir los brazos de Ettien alrededor de mi cuerpo y cuando acercó sus labios para susurrarme que ardía en deseos de compartir el resto de la velada conmigo no pude evitar morderme el labio inferior.
Fue muy amable Clarice al invitarnos, daba ganas de arrancarle el corazón a su marido, al parecer no eran sólo algunos vampiros que les faltaba educación.
Clarice me tomó de la cintura arracándome de los brazos que me protegían de Ettien -Eduard, por favor, acompaña a Mesié Lacroix a la cocina para que pueda preparar la medicina.- le dijo mientras me guiaba hacia la sala de estar donde había provista una enorme chimenea encendida para sentarme en uno de los sofás.
-Que le acompañe la criada.- recliminó el marido, respuesta que causó una mirada asesina de por parte de Clarice para que le obedeciera -Sentimos mucho molestarles.- dije al ver las rencillas entre la pareja -No se disculpe madame Ferro.- me dijo Clarice mientras se sentaba a mi lado y me ofrecia la protección de sus brazos.
Yo seguía con mis manos en la tripa quejándome de dolor observando como Eduard obedecía a su esposa.
Fue muy amable Clarice al invitarnos, daba ganas de arrancarle el corazón a su marido, al parecer no eran sólo algunos vampiros que les faltaba educación.
Clarice me tomó de la cintura arracándome de los brazos que me protegían de Ettien -Eduard, por favor, acompaña a Mesié Lacroix a la cocina para que pueda preparar la medicina.- le dijo mientras me guiaba hacia la sala de estar donde había provista una enorme chimenea encendida para sentarme en uno de los sofás.
-Que le acompañe la criada.- recliminó el marido, respuesta que causó una mirada asesina de por parte de Clarice para que le obedeciera -Sentimos mucho molestarles.- dije al ver las rencillas entre la pareja -No se disculpe madame Ferro.- me dijo Clarice mientras se sentaba a mi lado y me ofrecia la protección de sus brazos.
Yo seguía con mis manos en la tripa quejándome de dolor observando como Eduard obedecía a su esposa.
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Sáb Sep 18, 2010 6:50 pm
OFF rol: me ha quedado un pelin largo espero no agobiarte 
Al parecer Eduard no podía ser muy estricto con su mujer, mas bien era al revés. Me fije en la cara que se le quedo cuando Clarice lo fulmino con la mirada, la criada también quedo algo sorprendida.
-mesié williamson... si no me necesitan retirare mis servicios hasta nueva orden.
Dijo la criada dirigiendo la mirada al suelo y con una tímida voz. Eduard la miro con cara furiosa, y estuvo a punto de recrimarla, pero esta tubo la suerte de que Clarice estaba atenta.
-por supuesto Cintia, ya nos ocupamos nosotros.
La criada asintió y digo:
-estaré en mi habitación si me necesitan.
Eduard me hizo un gesto con la cabeza para que lo siguiera.
-Acompañadme mesié Lacroix, la cocina esta por aquí.
Me guió por un par de pasillos y llegamos a una puerta mas amplia de lo normal, Eduard saco un pañuelo de su chaqueta lo coloco en el pomo y la abrió. Durante todo el trayecto no menciono palabra alguna.
Paso el primero a la cocina y tuve que esquivar la puerta, pues ni siquiera tubo la decencia de aguantarla hasta que pasar yo.
-bien!, aquí tenéis la cocina, preparar la medicina.
Dijo con tono grotesco. Yo reí entre dientes mientras avanzaba lentamente hacia el observando la estancia.
-os dais cuenta de lo grosero y poco educado que resultáis mesié Williamson.
Dige mientras me colocaba a su lado. Y este quedaba boquiabierto por mi sinceridad. Tardo unos segundos en articular palabra
-¡¿como os atrevéis a decirme semejantes palabras en mi hogar?! Sois vos y vuestra esposa o novia los que habéis interrumpido mi velada.
Lo cierto es que por mi mente pasaron varias formas de acabar con su vida, pero quería decidir cual era la mejor junto con Anna. Y se me ocurrió una muy buena, así que mis movimientos fueron precisos.
Una tenebrosa sonrisa de medio lado asomaba en mi rostro y mis colmillos empezaban a crecer, mientras el misero mortal reprendía mis actos. El no podía ver aun mis facciones pues mi cabeza permanecía un tanto inclinada hacia delante. Su ultima frase colmo mi paciencia.
-¡si no podéis sacar a vuestra amada a pasear no haberla sacado, no es culpa mia lo de su enfermedad!.
En es preciso instante y con una velocidad sobrehumana, mi mano izquierda tomo su garganta a la vez que lo estrangulaba sin llegar a matarlo; estas fueron mi palabras mostrandole mis ojos rojos y mis colmillos.
.¿enfermedad?, ¿no sabéis que las vampiras no enferman?. Es cierto sois un simple mortal y como tal no conocéis de nuestra existencia.
Dicho esto y viendo la cara de pánico de Eduard. Lo alze con la misma mano con la que lo sostenía y deje caer su cabeza sobre el mármol de la cocina dejándolo inconsciente, tome un cuchillo y dos copas de cristal de la mejor vajilla que encontré. Hice una incisión en una de sus muñecas y llene las dos copas. Tape el corte con tela haciendo un fuerte nudo pues no quería que se desangrara.
A los poco minutos apareci en el comedor con las dos copas llenas de liquido vital, donde se encontraban Anna y Clarice.
-querida! Exclame jubiloso.
-ya os he preparado vuestra medicina, tomad aquí la tenéis, espero que sea de vuestro agrado.
Dije colocándome a su lado de pie. A lo que Clarice pregunto con voz extrañada
-¿donde esta mi esposo?
-oh! Vuestro esposo...veréis...se encuentra un poco indispuesto.
Mire a Anna y luego le ofrecí un beso en la mejilla
Al parecer Eduard no podía ser muy estricto con su mujer, mas bien era al revés. Me fije en la cara que se le quedo cuando Clarice lo fulmino con la mirada, la criada también quedo algo sorprendida.
-mesié williamson... si no me necesitan retirare mis servicios hasta nueva orden.
Dijo la criada dirigiendo la mirada al suelo y con una tímida voz. Eduard la miro con cara furiosa, y estuvo a punto de recrimarla, pero esta tubo la suerte de que Clarice estaba atenta.
-por supuesto Cintia, ya nos ocupamos nosotros.
La criada asintió y digo:
-estaré en mi habitación si me necesitan.
Eduard me hizo un gesto con la cabeza para que lo siguiera.
-Acompañadme mesié Lacroix, la cocina esta por aquí.
Me guió por un par de pasillos y llegamos a una puerta mas amplia de lo normal, Eduard saco un pañuelo de su chaqueta lo coloco en el pomo y la abrió. Durante todo el trayecto no menciono palabra alguna.
Paso el primero a la cocina y tuve que esquivar la puerta, pues ni siquiera tubo la decencia de aguantarla hasta que pasar yo.
-bien!, aquí tenéis la cocina, preparar la medicina.
Dijo con tono grotesco. Yo reí entre dientes mientras avanzaba lentamente hacia el observando la estancia.
-os dais cuenta de lo grosero y poco educado que resultáis mesié Williamson.
Dige mientras me colocaba a su lado. Y este quedaba boquiabierto por mi sinceridad. Tardo unos segundos en articular palabra
-¡¿como os atrevéis a decirme semejantes palabras en mi hogar?! Sois vos y vuestra esposa o novia los que habéis interrumpido mi velada.
Lo cierto es que por mi mente pasaron varias formas de acabar con su vida, pero quería decidir cual era la mejor junto con Anna. Y se me ocurrió una muy buena, así que mis movimientos fueron precisos.
Una tenebrosa sonrisa de medio lado asomaba en mi rostro y mis colmillos empezaban a crecer, mientras el misero mortal reprendía mis actos. El no podía ver aun mis facciones pues mi cabeza permanecía un tanto inclinada hacia delante. Su ultima frase colmo mi paciencia.
-¡si no podéis sacar a vuestra amada a pasear no haberla sacado, no es culpa mia lo de su enfermedad!.
En es preciso instante y con una velocidad sobrehumana, mi mano izquierda tomo su garganta a la vez que lo estrangulaba sin llegar a matarlo; estas fueron mi palabras mostrandole mis ojos rojos y mis colmillos.
.¿enfermedad?, ¿no sabéis que las vampiras no enferman?. Es cierto sois un simple mortal y como tal no conocéis de nuestra existencia.
Dicho esto y viendo la cara de pánico de Eduard. Lo alze con la misma mano con la que lo sostenía y deje caer su cabeza sobre el mármol de la cocina dejándolo inconsciente, tome un cuchillo y dos copas de cristal de la mejor vajilla que encontré. Hice una incisión en una de sus muñecas y llene las dos copas. Tape el corte con tela haciendo un fuerte nudo pues no quería que se desangrara.
A los poco minutos apareci en el comedor con las dos copas llenas de liquido vital, donde se encontraban Anna y Clarice.
-querida! Exclame jubiloso.
-ya os he preparado vuestra medicina, tomad aquí la tenéis, espero que sea de vuestro agrado.
Dije colocándome a su lado de pie. A lo que Clarice pregunto con voz extrañada
-¿donde esta mi esposo?
-oh! Vuestro esposo...veréis...se encuentra un poco indispuesto.
Mire a Anna y luego le ofrecí un beso en la mejilla
Invitado- Invitado
Re: Una noche más (+18)
por Invitado Dom Sep 19, 2010 4:11 am
OFF: No me importa 
Con mi oído agudizado oí las palabras de Ettien y casi pude adivinar que hacia por los ruidos inaudibles para Clarice. Aquellos ruidos me llenaban de júbilo debía reconocer, ganas de ir a observar como actuaba mi acompañante.
Miré a Clarice con una complaciente sonrisa -Sois muy amable.- le dije ya que me ofrecía protección con sus brazos. A los pocos segundos volvío Ettien con dos copas llenas de la sangre de Eduard el cúal seguía con vida en el suelo de la cocina -Gracias querido.- le dije a Ettien rozando sus dedos mientras cogía la copa y le daba un sorbo.
Ettien excusó a Eduard cuando Clarice preguntó por él y recibí un beso en la mejilla.-Madame Williamson ¿su esposo tiene la costumbre de beber entre tres o cuatros copas de whisky escoces durante el día?- pregunté con naturalidad después de beber -Sí ¿cómo lo sabéis?- me dijo sorprendida -Por la botella de whisky que ahí se encuentra.- señalé con el dedo detrás de ella donde se encontraba la botella de whisky pero lo cierto es que lo adiviné por el ligero sabor de whisky que tenía la sangre.
Me terminé la copa -Gracias de nuevo querido, no sé que haría sin vos.- dije con una pícara sonrisa -Anna, no tenéis un abrigo ¿por qué?- me preguntó Clarice -Oh, llevaba unos guantes largos que me protegian pero se mancharon y tuve que quitármelos.- expliqué -Por favor, acompañádme, le daré uno mío que va a juego con su vestido.- dijo levantándose y pidiéndome que la siguiera -Sois muy amable.- dije dejando caer el abrigo de Ettien sobre el sofá mientras me levantaba y mirándole con picardía mientras pasaba por su lado.
Seguí a Clarice por las escaleras y por el pasillo mientras se disculpaba por la actitud de su esposo, continuaba con mi papel. Llegué hasta la habitación donde dormía el matrimonio. Clarice abrió el armario perdiéndome de vista detrás de la puerta, cuando encontró el abrigo cerró y para su sorpresa no me encontró donde estaba. Dió media vuelta y se encontró conmigo muy cerca de ella con los incisivos crecidos y los ojos rojos. Clarice gritó y dejó caer el abrigo cuando salió corriendo hacia el salón donde se encontraba Ettien.
Seguí a Clarice con tranquilidad y me quedé a medio camino de la escalera donde veía el salón por completo y me apoyé sobre la barandilla -Me gusta mirar.- le dije con picardia a Ettien.
Miré a Clarice con una complaciente sonrisa -Sois muy amable.- le dije ya que me ofrecía protección con sus brazos. A los pocos segundos volvío Ettien con dos copas llenas de la sangre de Eduard el cúal seguía con vida en el suelo de la cocina -Gracias querido.- le dije a Ettien rozando sus dedos mientras cogía la copa y le daba un sorbo.
Ettien excusó a Eduard cuando Clarice preguntó por él y recibí un beso en la mejilla.-Madame Williamson ¿su esposo tiene la costumbre de beber entre tres o cuatros copas de whisky escoces durante el día?- pregunté con naturalidad después de beber -Sí ¿cómo lo sabéis?- me dijo sorprendida -Por la botella de whisky que ahí se encuentra.- señalé con el dedo detrás de ella donde se encontraba la botella de whisky pero lo cierto es que lo adiviné por el ligero sabor de whisky que tenía la sangre.
Me terminé la copa -Gracias de nuevo querido, no sé que haría sin vos.- dije con una pícara sonrisa -Anna, no tenéis un abrigo ¿por qué?- me preguntó Clarice -Oh, llevaba unos guantes largos que me protegian pero se mancharon y tuve que quitármelos.- expliqué -Por favor, acompañádme, le daré uno mío que va a juego con su vestido.- dijo levantándose y pidiéndome que la siguiera -Sois muy amable.- dije dejando caer el abrigo de Ettien sobre el sofá mientras me levantaba y mirándole con picardía mientras pasaba por su lado.
Seguí a Clarice por las escaleras y por el pasillo mientras se disculpaba por la actitud de su esposo, continuaba con mi papel. Llegué hasta la habitación donde dormía el matrimonio. Clarice abrió el armario perdiéndome de vista detrás de la puerta, cuando encontró el abrigo cerró y para su sorpresa no me encontró donde estaba. Dió media vuelta y se encontró conmigo muy cerca de ella con los incisivos crecidos y los ojos rojos. Clarice gritó y dejó caer el abrigo cuando salió corriendo hacia el salón donde se encontraba Ettien.
Seguí a Clarice con tranquilidad y me quedé a medio camino de la escalera donde veía el salón por completo y me apoyé sobre la barandilla -Me gusta mirar.- le dije con picardia a Ettien.
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Dom Sep 19, 2010 9:43 am
Al parecer Clarice por el momento no había sospechado nada cuando le comente que su marido estaba indispuesto, ni tan siquiera dedujo que el líquido de nuestras copas era sangre de su marido, lo cual era bastante normal un humano no se fijaría en ello.
-no hay de que querida, toda atención es poca para complaceros.
Dije cuando mi compañera me dio las gracias; luego tome un sorbo de mi copa
Coloque una cara de sorpresa al ver que el paladar de Anna era extremadamente preciso, y sonreí al ver como improviso al darle la explicación sobre la botella de whisky a la señora de la casa.
Clarice, de nuevo se mostró muy amable al decirle a Anna que la acompañara a su habitaron para prestarle un abrigo. Casi me sabía mal el disfrutar de nuestra victima hasta su último suspiro, pero sus buenas acciones no la salvarían esa noche.
La vampira levanto su cuerpo del sofá con unos movimientos muy sutiles, dejando caer mi abrigo. Su mirada me indico que había llegado su hora de actuar.
-esperare a las madames y a mesié Eduard aquí en el salón.
Dije educadamente mientras se retiraban, con lo cual comencé a preparar mi siguiente movimiento.
Volví a la cocina y recogí el cuerpo del hombre, lo lleve hasta el salón y lo senté en su butaca; con las cuerdas trenzadas de color violeta que servían para sostener la cortinas lo sujete a la misma, corrí la butaca hasta una esquina del salón.
No me hizo falta agudizar mi sentido del oído, pues el grito de Clarice me confirmo que Anna ya se había mostrado, reconozco que me hubiese gustado ver como lo hizo, pero me consolaba pensar que aun nos quedaba mucha noche por delante.
Pronto se escucharon las pisadas apresuradas en la madera de la escalera, tras las cuales apareció la madame de la casa. Yo me encontraba junto a Eduard a punto de servirme otra copa de su muñeca.
-¡socorro! Mesié Lacroix!
Dijo muy asustada Clarice viniendo hacia mi.
Por lo visto Anna la había asustado muchísimo, pues no se percato que su marido estaba en la oscuridad de la esquina amordazado
-debo de advertiros que la mujer con la vais es un demonio…ti…tiene; los…los ojos rojos…y;…y sus dientes son largos y afi…afilados.
Dijo acercándose a mí hasta que quedo a medio metro de mi cuerpo. Para ese entonces mi cara seguía normal; incline mi cabeza hacia un lado, con cara de preocupación.
-¿deberás es cierto lo que decís?... debemos de salir de aquí.
Dije irónicamente, mientras la muchacha asustadiza entono otro chillido para comenzar a cruzar el salón en dirección a la puerta al ver a su amado atado y con cortes en frente y muñeca
Para cuando la carrera de la joven estaba a mitad de recorrido esquivando un para de sillas y la mesa de centro, vi a Anna mostrando sus incisivos y sus ojos rojos apoyándose sobre la barandilla con total tranquilidad, su pequeña pero concisa frase me hizo actuar:
Mire a la vampira (a modo de decirle: disfrutad pues) mientras crecían mis colmillos y mis ojos adquirían un rojo carmesí. Cruce la estancia con velocidad, colocándome justo entre la puerta y nuestra victima. Su cara palideció por completo cuando vio mi rostro.
-¿no creéis que es muy pronto para abandonar a sus huéspedes en esta velada?
Dije colocando mis manos sobre sus hombros
-¿Qué sois… vosotros?
Pregunto con voz entrecortada y dejando resbalar lagrimas por sus mejillas.
-¿nosotros?
Mire a Anna con una sonrisa, inmediatamente voltee a clarice de forma que su espalda quedo junto mi pecho, mi brazo izquierdo la tomo por la cintura, mientras mi mano derecha la cogia por su mejilla izquierda con un leve presión para mostrar su cuello al completo. Acerque mi rostro al suyo. Sus esfuerzos por librarse de mi no daban resultado y sus lloros y lagrimas se intensificaban por momentos.
-por…favor… les daré la que quieran… no me hagan daño
Podía ver como la vena principal de su cuello bombeaba la sangre de su interior, escuchaba los latidos acelerados de su corazón (pum, pum, pum, pum). en ese mismo instante una voz tenue se escuchaba en el salón, era Eduard que estaba despertando de su incosciencia
-Clarice...¿que su...sucede?
-lo único que mi amada y yo queremos de su hospitalidad es…vuestra sangre.
Mire a Anna con expresión excitada, y muy sensualmente mis incisivos se clavaron en el cuello de Clarice. un gemido de mi presa resono en la estancia.
Debo decir que evite que mis colmillos perforaran la yugular de mi victima, pues no quería acabar con su vida tan pronto.
Mientras succionaba la sangre de Clarice mis ojos se posaron en Anna
-no hay de que querida, toda atención es poca para complaceros.
Dije cuando mi compañera me dio las gracias; luego tome un sorbo de mi copa
Coloque una cara de sorpresa al ver que el paladar de Anna era extremadamente preciso, y sonreí al ver como improviso al darle la explicación sobre la botella de whisky a la señora de la casa.
Clarice, de nuevo se mostró muy amable al decirle a Anna que la acompañara a su habitaron para prestarle un abrigo. Casi me sabía mal el disfrutar de nuestra victima hasta su último suspiro, pero sus buenas acciones no la salvarían esa noche.
La vampira levanto su cuerpo del sofá con unos movimientos muy sutiles, dejando caer mi abrigo. Su mirada me indico que había llegado su hora de actuar.
-esperare a las madames y a mesié Eduard aquí en el salón.
Dije educadamente mientras se retiraban, con lo cual comencé a preparar mi siguiente movimiento.
Volví a la cocina y recogí el cuerpo del hombre, lo lleve hasta el salón y lo senté en su butaca; con las cuerdas trenzadas de color violeta que servían para sostener la cortinas lo sujete a la misma, corrí la butaca hasta una esquina del salón.
No me hizo falta agudizar mi sentido del oído, pues el grito de Clarice me confirmo que Anna ya se había mostrado, reconozco que me hubiese gustado ver como lo hizo, pero me consolaba pensar que aun nos quedaba mucha noche por delante.
Pronto se escucharon las pisadas apresuradas en la madera de la escalera, tras las cuales apareció la madame de la casa. Yo me encontraba junto a Eduard a punto de servirme otra copa de su muñeca.
-¡socorro! Mesié Lacroix!
Dijo muy asustada Clarice viniendo hacia mi.
Por lo visto Anna la había asustado muchísimo, pues no se percato que su marido estaba en la oscuridad de la esquina amordazado
-debo de advertiros que la mujer con la vais es un demonio…ti…tiene; los…los ojos rojos…y;…y sus dientes son largos y afi…afilados.
Dijo acercándose a mí hasta que quedo a medio metro de mi cuerpo. Para ese entonces mi cara seguía normal; incline mi cabeza hacia un lado, con cara de preocupación.
-¿deberás es cierto lo que decís?... debemos de salir de aquí.
Dije irónicamente, mientras la muchacha asustadiza entono otro chillido para comenzar a cruzar el salón en dirección a la puerta al ver a su amado atado y con cortes en frente y muñeca
Para cuando la carrera de la joven estaba a mitad de recorrido esquivando un para de sillas y la mesa de centro, vi a Anna mostrando sus incisivos y sus ojos rojos apoyándose sobre la barandilla con total tranquilidad, su pequeña pero concisa frase me hizo actuar:
Mire a la vampira (a modo de decirle: disfrutad pues) mientras crecían mis colmillos y mis ojos adquirían un rojo carmesí. Cruce la estancia con velocidad, colocándome justo entre la puerta y nuestra victima. Su cara palideció por completo cuando vio mi rostro.
-¿no creéis que es muy pronto para abandonar a sus huéspedes en esta velada?
Dije colocando mis manos sobre sus hombros
-¿Qué sois… vosotros?
Pregunto con voz entrecortada y dejando resbalar lagrimas por sus mejillas.
-¿nosotros?
Mire a Anna con una sonrisa, inmediatamente voltee a clarice de forma que su espalda quedo junto mi pecho, mi brazo izquierdo la tomo por la cintura, mientras mi mano derecha la cogia por su mejilla izquierda con un leve presión para mostrar su cuello al completo. Acerque mi rostro al suyo. Sus esfuerzos por librarse de mi no daban resultado y sus lloros y lagrimas se intensificaban por momentos.
-por…favor… les daré la que quieran… no me hagan daño
Podía ver como la vena principal de su cuello bombeaba la sangre de su interior, escuchaba los latidos acelerados de su corazón (pum, pum, pum, pum). en ese mismo instante una voz tenue se escuchaba en el salón, era Eduard que estaba despertando de su incosciencia
-Clarice...¿que su...sucede?
-lo único que mi amada y yo queremos de su hospitalidad es…vuestra sangre.
Mire a Anna con expresión excitada, y muy sensualmente mis incisivos se clavaron en el cuello de Clarice. un gemido de mi presa resono en la estancia.
Debo decir que evite que mis colmillos perforaran la yugular de mi victima, pues no quería acabar con su vida tan pronto.
Mientras succionaba la sangre de Clarice mis ojos se posaron en Anna
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Dom Sep 19, 2010 3:45 pm
Me mordí el labio inferior mientras miraba a Ettien alimentarse de Clarice, como ésta soltó un sonido que retumbó en la casa. Mientras mis ojos se clavaron también en los del vampiro detrás de mí se oyeron los pasos de la criada, bendiciendo e intentando echarnos de la casa en el nombre de Dios. Una vez que la criada estuvo a mi lado, sin mirarla la empujé con fuerza contra la pared haciendo que perdiera el conocimiento y cayó escaleras abajo.
Oí la voz de Eduard en el ricón del salón, a gran velocidad me situé a su lado y le cogí la barbilla obligándole a mirar a Ettien como se alimentaba de su esposa -Mire bien Eduard, ahí tiene las consecuencias de no ser amable con una mujer enferma y no ayudar a su prometido a que se recupere.- le susurré en el oído mirando también a Ettien -Ella paga también las consecuencias.- le dije también.
Me erguí de nuevo pero seguí sujetando el rostro del maleducado marido para que siguiera mirando mientras por mi cuerpo recorría una sensación de excitación al ver la escena.
Oí la voz de Eduard en el ricón del salón, a gran velocidad me situé a su lado y le cogí la barbilla obligándole a mirar a Ettien como se alimentaba de su esposa -Mire bien Eduard, ahí tiene las consecuencias de no ser amable con una mujer enferma y no ayudar a su prometido a que se recupere.- le susurré en el oído mirando también a Ettien -Ella paga también las consecuencias.- le dije también.
Me erguí de nuevo pero seguí sujetando el rostro del maleducado marido para que siguiera mirando mientras por mi cuerpo recorría una sensación de excitación al ver la escena.
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Lun Sep 20, 2010 1:08 am
La sangre manaba del cuello de mi victima hacia mi boca, dos hilos de liquido recorrían el pecho de la joven hacia abajo, las lagrimas de sus mejillas llegaron a caer sobre mi rostro y su vocecita suplicaba clemencia casi surrandomelo.
Mientras observaba a Anna vi como Cintia, la criada, nos sermoneaba con frases bíblicas, frases que terminaron con el empujón de mi compañera. El cuerpo de la jovencisima criada quedo inconsciente y rodó escaleras abajo.
Tras escuchar a Eduard, un veloz movimiento de Anna fue preciso y en décimas de segundo se encontraba junto al humano sujetando su barbilla y obligandolo a mirar.
Mi mirada y la de mi compañera vampira se encontraron mientras ella le explicaba las consecuencias de sus actos y de haber sido tan poco amable con nosotros.
-por...por favor.
Susurraba mi victima; intento zafarse de nuevo pero mis brazos la agarraron mas fuerte. Camine llevando a mi victima, hasta colocarme delante de Eduard a unos dos metros. Mis pies se posaban en una gran alfombra de piel de oso blanco, en ese momento deje de succionar. Mis labios y parte de mi mentón estaban cubiertos de sangre. Observe a Eduard con gran satisfacción, mientras mis manos recorian el cuerpo de Clarice; desde sus piernas pasando por su estomago, sus pechos; agarre el escote de su vestido y lo desgarre, acompañe este movimiento con otro de celeridad para deshacer los lazos del corsé.
Era jubiloso ver como mesié Williamson lloraba y suplicaba por la vida de su esposa y la de el con gritos de odio hacia Anna y hacia mi.
Termine de quitar la parte superior del vestido de nuestra anfitriona, tome su brazo izquierdo y lamiendo la herida anterior que le había hecho, deslice mis labios por su brazo izquierdo hacia abajo mientras yo me iba agachando y obligando a mi victima a seguir mis movimientos. Inque mis rodillas en el pelo de la alfombra. Mi brazo derecho sujetaba la cintura de madame Clarice, mientras que mi brazo izquierdo sujetaba la muñeca de su brazo izquierdo
-Edu...ard...ayu...dame...por favor.
Rompió a llorar otra vez.
Mis labios se detuvieron en la parte anterior de su codo izquierdo, volví a posar la mirada en Anna y en Eduard.
-¡MALDITO HIJO DE SATAN DEJALA EN PAZ!
Dijo el impotente marido; sonreí mostrando mis colmillos ensangrentados y los clave en la carne blanda del codo, otro chillido retumbo en la sala; la sangre goteo sobre la alfombra blanca a juego con el crepitar de las llamas de la chimenea
Mientras observaba a Anna vi como Cintia, la criada, nos sermoneaba con frases bíblicas, frases que terminaron con el empujón de mi compañera. El cuerpo de la jovencisima criada quedo inconsciente y rodó escaleras abajo.
Tras escuchar a Eduard, un veloz movimiento de Anna fue preciso y en décimas de segundo se encontraba junto al humano sujetando su barbilla y obligandolo a mirar.
Mi mirada y la de mi compañera vampira se encontraron mientras ella le explicaba las consecuencias de sus actos y de haber sido tan poco amable con nosotros.
-por...por favor.
Susurraba mi victima; intento zafarse de nuevo pero mis brazos la agarraron mas fuerte. Camine llevando a mi victima, hasta colocarme delante de Eduard a unos dos metros. Mis pies se posaban en una gran alfombra de piel de oso blanco, en ese momento deje de succionar. Mis labios y parte de mi mentón estaban cubiertos de sangre. Observe a Eduard con gran satisfacción, mientras mis manos recorian el cuerpo de Clarice; desde sus piernas pasando por su estomago, sus pechos; agarre el escote de su vestido y lo desgarre, acompañe este movimiento con otro de celeridad para deshacer los lazos del corsé.
Era jubiloso ver como mesié Williamson lloraba y suplicaba por la vida de su esposa y la de el con gritos de odio hacia Anna y hacia mi.
Termine de quitar la parte superior del vestido de nuestra anfitriona, tome su brazo izquierdo y lamiendo la herida anterior que le había hecho, deslice mis labios por su brazo izquierdo hacia abajo mientras yo me iba agachando y obligando a mi victima a seguir mis movimientos. Inque mis rodillas en el pelo de la alfombra. Mi brazo derecho sujetaba la cintura de madame Clarice, mientras que mi brazo izquierdo sujetaba la muñeca de su brazo izquierdo
-Edu...ard...ayu...dame...por favor.
Rompió a llorar otra vez.
Mis labios se detuvieron en la parte anterior de su codo izquierdo, volví a posar la mirada en Anna y en Eduard.
-¡MALDITO HIJO DE SATAN DEJALA EN PAZ!
Dijo el impotente marido; sonreí mostrando mis colmillos ensangrentados y los clave en la carne blanda del codo, otro chillido retumbo en la sala; la sangre goteo sobre la alfombra blanca a juego con el crepitar de las llamas de la chimenea
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Lun Sep 20, 2010 2:57 am
Ettien se acercó con Clarice frente a Eduard para que viera mejor lo que estaba haciendo a su esposa la cuál reclamaba clemencia y pedía ayuda a su marido -Oooh Clarice, no haga eso. No le suplique a su marido, queda muy feo. Suplíquele a él.- dije con una malvada sonrisa y señalándole con la cabeza a Ettien que la estaba desnudando la parte de arriba de su cuerpo -Desnúdela por completo Mesié Lacroix, notará más la fría sensación que acompaña la muerte.- le recomendé a Ettien ya que la cara que ponía la víctima al notar ese frío que les anunciaba su muerte inmenente era la mejor de todas.
-No venimos del infierno Eduard, aunque seamos dignas criaturas que vengan de allí dudo mucho que seamos hijos de Satán.- dije a Eduard sin perder de vista la escena que había a dos metros de nosotros mientras seguía aguántando su barbilla para que mirara.
Era tal la excitación que me provocaba Ettien que mis incisivos empezaban a dolerme, me agaché por detrás de Eduard y lamí con mi lengua el cuello del hombre para tras ello clavar mis incisivos provocando que éste gritara de dolor mientras empezaba a succionar la sangre con ese sabor a whisky escocés. Tenía la capacidad de leer las mentes pero no me era necesario al ver las expresiones de sus rostros del matrimonio.
-No venimos del infierno Eduard, aunque seamos dignas criaturas que vengan de allí dudo mucho que seamos hijos de Satán.- dije a Eduard sin perder de vista la escena que había a dos metros de nosotros mientras seguía aguántando su barbilla para que mirara.
Era tal la excitación que me provocaba Ettien que mis incisivos empezaban a dolerme, me agaché por detrás de Eduard y lamí con mi lengua el cuello del hombre para tras ello clavar mis incisivos provocando que éste gritara de dolor mientras empezaba a succionar la sangre con ese sabor a whisky escocés. Tenía la capacidad de leer las mentes pero no me era necesario al ver las expresiones de sus rostros del matrimonio.
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Lun Sep 20, 2010 9:41 am
Mientras me alimentaba sin cesar del brazo de Clarice, la sangre manaba de su cuello, la alfombra blanca se teñía de rojo por momentos, los gritos del matrimonio creaban un compás de sonidos en la estancia, los cuales me satisfacían enormemente.
Tras la recomendación que Anna le aconsejo a mi presa; alce mi rostro y junte mi mejilla con la suya.
-¿no deseáis suplicarme para que desista de mis actos madame Clarice?
-por...favor, deja...nos a mi ma...rido y a...mi, os lo suplico.
Su llanto no cesaba mientras decía estas palabras.
Entone una pequeña risa maliciosa, al escuchar la petición de la vampira y la idea de quitarle por completo la ropa me entusiasmo de buen grado. Tumbe boca arriba a mi presa y la desnude con rapidez.
Mientras observaba con mis ojos rojos el cuerpo desnudo de mi victima analizando donde clavar mis dientes otra vez, escuche a la vampira como le explicaba al mesié que no eramos hijos de satan.
Con el rabillo del ojo vi como Anna deslizaba su rostro por detrás del cuello de su presa, luego con mi agudizado oído escuche como los colmillos de mi compañera se abrían paso a traves de su carne, el grito posterior me molesto y una mirada asesina de mi parte se clavo en Eduard; volví a centrarme en mi victima que se había colocado de costado en el suelo y se arrastraba levemente para escapar.
-¡CINTIA!.
Chillo Clarice, a lo que yo conteste:
-no os precupeis Cintia en este preciso instante no puede atenderos. Esta.... descansando.
Dije con ironía educada. Cogí a mi presa la voltee de nuevo atraiéndola hacia mi haciendo que quedara de nuevo boca arriba. Guié mis incisivos hasta la parte interior de su muslo derecho y los clave, esta vez sin miramiento; Clarice grito de dolor, succione durante un par de minutos mientras Anna hacia lo mismo con Eduard.
-querida
dije dejando de succionar y mirando a Anna.
-me complaceríais enormemente si os unierais a mi, creo que deberías de saborear a Clarice, luego podemos centrarnos en el mesié y en la criada. me gustaria que el engreido del humano sufriera hasta el final
Tras la recomendación que Anna le aconsejo a mi presa; alce mi rostro y junte mi mejilla con la suya.
-¿no deseáis suplicarme para que desista de mis actos madame Clarice?
-por...favor, deja...nos a mi ma...rido y a...mi, os lo suplico.
Su llanto no cesaba mientras decía estas palabras.
Entone una pequeña risa maliciosa, al escuchar la petición de la vampira y la idea de quitarle por completo la ropa me entusiasmo de buen grado. Tumbe boca arriba a mi presa y la desnude con rapidez.
Mientras observaba con mis ojos rojos el cuerpo desnudo de mi victima analizando donde clavar mis dientes otra vez, escuche a la vampira como le explicaba al mesié que no eramos hijos de satan.
Con el rabillo del ojo vi como Anna deslizaba su rostro por detrás del cuello de su presa, luego con mi agudizado oído escuche como los colmillos de mi compañera se abrían paso a traves de su carne, el grito posterior me molesto y una mirada asesina de mi parte se clavo en Eduard; volví a centrarme en mi victima que se había colocado de costado en el suelo y se arrastraba levemente para escapar.
-¡CINTIA!.
Chillo Clarice, a lo que yo conteste:
-no os precupeis Cintia en este preciso instante no puede atenderos. Esta.... descansando.
Dije con ironía educada. Cogí a mi presa la voltee de nuevo atraiéndola hacia mi haciendo que quedara de nuevo boca arriba. Guié mis incisivos hasta la parte interior de su muslo derecho y los clave, esta vez sin miramiento; Clarice grito de dolor, succione durante un par de minutos mientras Anna hacia lo mismo con Eduard.
-querida
dije dejando de succionar y mirando a Anna.
-me complaceríais enormemente si os unierais a mi, creo que deberías de saborear a Clarice, luego podemos centrarnos en el mesié y en la criada. me gustaria que el engreido del humano sufriera hasta el final
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Lun Sep 20, 2010 1:40 pm
Ettien dejó de succionar para mirarme y me invitó a probar de Clarice. Habia seguido mi recomendación de desnudar por completo a la mujer, tumbándola por completo en el suelo sobre la alfombra de pelaje blanco. Dejé de beber de Eduard sonriéndo maliciosamente a Ettien, pasé mi lengua por las incisiones que le había provocado y me erguí para caminar hacia mi compañero de maldades y la desnuda mujer.
Me agaché junto al cuerpo de Clarice pero quedándome de frente a Eduard que gritaba una y otra vez que la dejáramos en paz. Miré a Ettien unos instantes con mis labios manchados de sangre que bajaba por mi barbilla -Os dejo a usted las partes íntimas de su cuerpo.- dije.
Cogí de la nuca a Clarice y la senté un poco para tener mejor acceso donde había mordido antes Mesié Lacroix -Dejemósla seca.- dije esta vez mirando a Eduard asegurándole de que su esposa iba a morir de inmediato.
Me agaché junto al cuerpo de Clarice pero quedándome de frente a Eduard que gritaba una y otra vez que la dejáramos en paz. Miré a Ettien unos instantes con mis labios manchados de sangre que bajaba por mi barbilla -Os dejo a usted las partes íntimas de su cuerpo.- dije.
Cogí de la nuca a Clarice y la senté un poco para tener mejor acceso donde había mordido antes Mesié Lacroix -Dejemósla seca.- dije esta vez mirando a Eduard asegurándole de que su esposa iba a morir de inmediato.
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Mar Sep 21, 2010 12:51 am
una malvada sonrisa mostró mi compañera al aceptar mi invitación, se irguió, lamió las heridas que había provocado y avanzo lentamente hacia mi.
Eduard seguía recriminando nuestra actuación con voces y blasfemias hacia mi compañera y hacia mi, y cuanto mas chillaba menos caso le hacíamos nosotros, tal cosa lo desesperaba al máximo.
Observe los movimientos de madame Anna, como se acercaba. Reconozco que viendo la figura de la vampira avanzando hacia mi con sus labios y mentón ensangrentados, me sedujo.
No puse objeción cuando mirándome a los ojos me invito a tomar las partes intimas de nuestra victima.
Cogió la nuca de Clarice y la alzo dejándola sentada, la maldad de su frase mirando al marido, saco mis mas profundos instintos...hacia mucho tiempo que no disfrutaba como lo estaba haciendo aquella noche.
Observo la incisiones que había echo yo en el cuello de la joven, yo observaba a Anna con mis ojos rojos.
-Dejemósla seca.
En cuanto oí sus palabras cogi la pierna izquierda de la presa y mordí el interior de su muslo, succione un par de veces, separe mis labios y subí mi rostro hacia arriba, lamiendo la sangre que recorría su estomago; llegue a sus senos. Tome uno con mi mano izquierda y clave mis afilados dientes.
Clarice ya no chillaba pero aun estaba viva, seguramente en estado de shock.
Bebi mas sangre,tanto de un seno como de otro, al rato alze mi vista y la centre en la vampira.
-Madame Anna, ¿os lo estáis pasando bien?
Eduard, al ver que sus gritos no surgían efecto se limito a sollozar y a maldecirnos por lo bajo
Eduard seguía recriminando nuestra actuación con voces y blasfemias hacia mi compañera y hacia mi, y cuanto mas chillaba menos caso le hacíamos nosotros, tal cosa lo desesperaba al máximo.
Observe los movimientos de madame Anna, como se acercaba. Reconozco que viendo la figura de la vampira avanzando hacia mi con sus labios y mentón ensangrentados, me sedujo.
No puse objeción cuando mirándome a los ojos me invito a tomar las partes intimas de nuestra victima.
Cogió la nuca de Clarice y la alzo dejándola sentada, la maldad de su frase mirando al marido, saco mis mas profundos instintos...hacia mucho tiempo que no disfrutaba como lo estaba haciendo aquella noche.
Observo la incisiones que había echo yo en el cuello de la joven, yo observaba a Anna con mis ojos rojos.
-Dejemósla seca.
En cuanto oí sus palabras cogi la pierna izquierda de la presa y mordí el interior de su muslo, succione un par de veces, separe mis labios y subí mi rostro hacia arriba, lamiendo la sangre que recorría su estomago; llegue a sus senos. Tome uno con mi mano izquierda y clave mis afilados dientes.
Clarice ya no chillaba pero aun estaba viva, seguramente en estado de shock.
Bebi mas sangre,tanto de un seno como de otro, al rato alze mi vista y la centre en la vampira.
-Madame Anna, ¿os lo estáis pasando bien?
Eduard, al ver que sus gritos no surgían efecto se limito a sollozar y a maldecirnos por lo bajo
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Mar Sep 21, 2010 2:45 am
Clavé mis colmillos en el mismo lugar donde lo había hecho anteriormente Ettien y empecé a beber de Clarice. Debía decir que si su marido era un borrado del whisky ella era una adicta a las infusiones de hierbas de toda clase, lo más probable que preparadas por su doncella.
El corazón de Clarice dejó de latir cuando su ritmo se fue relantizando a medida que bebíamos. Ettien paró y me preguntó y se lo estaba pasando bien. Desclavé mis colmillos mostrándoselos a Eduard y pasándome la lengua por ellos -Por supuesto, si no ya no estaría aquí.- dije mirando a Eduard y hacerlo enfurecer de rabia para que su corazón bombeara más rápidamente su sangre. Dejé caer el cuerpo sin vida de Clarice sobre la alfombra y me levanté mirando a Ettien con una sonrisa en mis labios.
Di varios pasos hacia Eduard y me pusé frente a él apoyando mis manos sobre sus brazos y poniéndome muy cerca de él -Creo que usted también deberías sentir el frío de la muerte como su esposa.- dije refiriéndome a que también deberiamos desnudarle pero me escupió en la cara. Le abofeteé sin piedad con todas mis fuerzas, haciéndole daño -A parte de maleducado sois un cerdo.- le dije.
Con gran habilidad le desaté y antes de pudiera levantarse le cogí del cuello -Es inútil que intentéis escapar. Somos más fuertes, rápidos y está débil por la pérdida de sangre.- le advertí.
Hice que Eduard se levantará para luego tumbarle en el suelo junto a su esposa y miré a Ettien mientras empezaba a desnudar al insolente marido.
El corazón de Clarice dejó de latir cuando su ritmo se fue relantizando a medida que bebíamos. Ettien paró y me preguntó y se lo estaba pasando bien. Desclavé mis colmillos mostrándoselos a Eduard y pasándome la lengua por ellos -Por supuesto, si no ya no estaría aquí.- dije mirando a Eduard y hacerlo enfurecer de rabia para que su corazón bombeara más rápidamente su sangre. Dejé caer el cuerpo sin vida de Clarice sobre la alfombra y me levanté mirando a Ettien con una sonrisa en mis labios.
Di varios pasos hacia Eduard y me pusé frente a él apoyando mis manos sobre sus brazos y poniéndome muy cerca de él -Creo que usted también deberías sentir el frío de la muerte como su esposa.- dije refiriéndome a que también deberiamos desnudarle pero me escupió en la cara. Le abofeteé sin piedad con todas mis fuerzas, haciéndole daño -A parte de maleducado sois un cerdo.- le dije.
Con gran habilidad le desaté y antes de pudiera levantarse le cogí del cuello -Es inútil que intentéis escapar. Somos más fuertes, rápidos y está débil por la pérdida de sangre.- le advertí.
Hice que Eduard se levantará para luego tumbarle en el suelo junto a su esposa y miré a Ettien mientras empezaba a desnudar al insolente marido.
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Mar Sep 21, 2010 12:57 pm
Nuestra victima yacía inerte y sin vida en mis brazos y en los de Anna, su cuerpo repleto de mordiscos y de sangre, creaba un cuadro de maldad entonado junto con la alfombra de oso blanco cubierta de liquido vital.
La respuesta de mi compañera fue sincera, si no se hubiese estado divirtiendo ya abría abandonado la casa.
Cuando Anna dejo de caer el cuerpo de Clarice, yo me levante lentamente junto a ella, correspondí su sonrisa amablemente. Observe como se dirija hacia el insolente humano, preste atención a la sugerencia que le hizo y asenté con la cabeza al ver que le proponía exactamente hacerle lo mismo que a su mujer.
Me sorprendí muchísimo cuando Eduard escupió a la que seria su asesina; el golpe de la bofetada fue tremendo.
Tome asiento en el sofá mientras pasaba la lengua por mi labio superior para saborear la sangre que me cubría dicha parte del cuerpo.
Me encantaba ver en acción a Anna cogiendo del cuello a su presa y explicándole las condiciones de porque no podía escapar; eche la vista atrás para observar a la criada, vi que aun estaba inconsciente y volví a centrarme en la escena que acontecía delante de mi.
Cruce la mirada con Anna cuando vi que tumbo al estúpido marido de Clarice; me acomode ampliamente en el sofá, apoyando mi espalda en el respaldo, mis brazos los apoye sobre esta parte tambien, a modo de crucifixión, cruce mi pierna derecha sobre mi pierna izquierda. Un grado de excitación se apodero de mi al ver que mi compañera desnudaba a su victima, no por el cuerpo del hombre sino por ver como lo hacia ella. Mire a Anna con mis ojos rojos y mostrando mis incisivos a Eduard, cuando la vampira cruzo mi mirada, le comente:
-madame Anna.... a mi también me gusta observar, ¿cual creéis que es la mejor manera de acabar con su vida? Yo creo que medio seco y agonizando hasta su ultimo suspiro
La respuesta de mi compañera fue sincera, si no se hubiese estado divirtiendo ya abría abandonado la casa.
Cuando Anna dejo de caer el cuerpo de Clarice, yo me levante lentamente junto a ella, correspondí su sonrisa amablemente. Observe como se dirija hacia el insolente humano, preste atención a la sugerencia que le hizo y asenté con la cabeza al ver que le proponía exactamente hacerle lo mismo que a su mujer.
Me sorprendí muchísimo cuando Eduard escupió a la que seria su asesina; el golpe de la bofetada fue tremendo.
Tome asiento en el sofá mientras pasaba la lengua por mi labio superior para saborear la sangre que me cubría dicha parte del cuerpo.
Me encantaba ver en acción a Anna cogiendo del cuello a su presa y explicándole las condiciones de porque no podía escapar; eche la vista atrás para observar a la criada, vi que aun estaba inconsciente y volví a centrarme en la escena que acontecía delante de mi.
Cruce la mirada con Anna cuando vi que tumbo al estúpido marido de Clarice; me acomode ampliamente en el sofá, apoyando mi espalda en el respaldo, mis brazos los apoye sobre esta parte tambien, a modo de crucifixión, cruce mi pierna derecha sobre mi pierna izquierda. Un grado de excitación se apodero de mi al ver que mi compañera desnudaba a su victima, no por el cuerpo del hombre sino por ver como lo hacia ella. Mire a Anna con mis ojos rojos y mostrando mis incisivos a Eduard, cuando la vampira cruzo mi mirada, le comente:
-madame Anna.... a mi también me gusta observar, ¿cual creéis que es la mejor manera de acabar con su vida? Yo creo que medio seco y agonizando hasta su ultimo suspiro
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Mar Sep 21, 2010 1:13 pm
-No.- respondí a Ettien a su proposión -Él se merece la peor de las torturas.- dije mirando a Eduard tumbado en el suelo y me acerqué extremadamente a sus labios -Morirá lentamente pero también deseará que el frío aliento de la muerte se lo llevé.- le dije para ver el terror en sus ojos, cosa que conseguí.
-Ettien ¿por qué no va a la cocina y me trae todo tipo de instrumentos de cocina? yo mientras tanto tumbaré a Eduard sobre aquella mesa de comedor.- le pedí mirándole con una sonrisa maléfica esperando que entendiera mis intenciones.
Me levanté llevando el cuerpo desnudo de Eduard el cúal tumbé sobre la amplia mesa de comedor y a gran velocidad ya lo tuve atado con los brazos extendidos y las piernas también.
Pasé la yema de mis dedos por un costado del torso de Eduard -Debo decir que sois atractivo pero muy engreido. Si hubieras sido amable no estarías pasando por esto.- le dije mientras esperaba a Ettien.
-Ettien ¿por qué no va a la cocina y me trae todo tipo de instrumentos de cocina? yo mientras tanto tumbaré a Eduard sobre aquella mesa de comedor.- le pedí mirándole con una sonrisa maléfica esperando que entendiera mis intenciones.
Me levanté llevando el cuerpo desnudo de Eduard el cúal tumbé sobre la amplia mesa de comedor y a gran velocidad ya lo tuve atado con los brazos extendidos y las piernas también.
Pasé la yema de mis dedos por un costado del torso de Eduard -Debo decir que sois atractivo pero muy engreido. Si hubieras sido amable no estarías pasando por esto.- le dije mientras esperaba a Ettien.
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Re: Una noche más (+18)
por Invitado Miér Sep 22, 2010 1:03 am
La maldad de Anna no conocía limites y eso me llamaba mucho la atención, lo cierto es que con ese humano que tenia en su poder, no se podía ser de otra manera, había que hacérselo pasar tan mal como supiéramos, con unos movimientos muy estudiados por parte de mi compañera y unas palabras precisas, conseguio que el rostro de Eduard adoptara una postura de terror.
Entendí a la perfección lo que me pedía mi compañera de fechorías. Asenté con la cabeza y mientras me levantaba del sofá no pude evitar reír suave con maldad.
Con la velocidad característica de los de mi especie abandone el salón, no sin antes detenerme al lado de Cintia para comprobar su estado, el cual aun era de inconsciencia; proseguí con mi velocidad hasta la cocina, una vez dentro mi velocidad disminuyo. Observe la sangre de Eduard en el mármol blanco, no deje que me distrajera pues Anna me haría ver mucha mas sangre suya.
Busque concienzudamente por la estancia, he de decir a mi favor que para no estar familiarizado con dichos instrumentos encontré varios que seguramente servirían para el propósito de la vampira, entre ellos se encontraban:
un cuchillo pequeño de sierra, supuse que el de cortar la carne en las cenas.
Otro de la misma medida, pero este era de filo, liso sin sierra, pase mi indice por su hoja, esta me corto casi sin yo ejercer presión. Tome varios tenedores, entre ellos un par con dos puntas en forma de orca. Rebuscando entre los cajones, vi algo que llamo bastante mi atención, eran como unas agujas de hierro, muy finas, no llegarían al medio centímetro, supuse que eran para aguantar comida mientras la calentaban en las llamas de cualquier fuego, tome varias.
Otra idea surgió en mi mente cogi un pequeño cazo lo llene de aceite y lo puse a hervir, mas tarde volvería a por el
Salí de la cocina con paso tranquilo, pero con la impaciencia de ver a Anna ejercer su superioridad
sobre la victima.
Cuando llegue al salón-comedor, vi como mi maliciosa compañera acariciaba un costado de Eduard sus dedos dejaban un pequeño reguero de sangre, supuse que se había manchado las manos con la sangre de Clarice. Me coloque a su lado mirando al hombre tumbado en la mesa, mis ojos rojos, mis colmillos que no me moleste en retiralos los cuales aun yacían teñidos con la sangre de su esposa muerta, mi mentón y parte de mi cuello bañados en sangre, acompañados de mi mirada despiadada hacia Eduard, acabaron por derrumbar la poca entereza que le quedaba y este rompió a llorar desesperado.
--madame Anna.
Hice una leve pero educada reverencia moviendo mi cabeza.
-a qui tenéis lo que me habéis pedido, espero que os sirva...debo deciros que os tengo preparado otro instrumento el cual aun no esta listo.
Deje los utensilios entre las piernas abiertas del mesié, volví a mirar a mi compañera.
-estoy listo para disfrutar con vuestras travesuras
Coloque el sofá enfrente de la mesa y retome mi posición relajada anterior a la espera de los acontecimientos y a mi consideración en un lugar privilegiado
Entendí a la perfección lo que me pedía mi compañera de fechorías. Asenté con la cabeza y mientras me levantaba del sofá no pude evitar reír suave con maldad.
Con la velocidad característica de los de mi especie abandone el salón, no sin antes detenerme al lado de Cintia para comprobar su estado, el cual aun era de inconsciencia; proseguí con mi velocidad hasta la cocina, una vez dentro mi velocidad disminuyo. Observe la sangre de Eduard en el mármol blanco, no deje que me distrajera pues Anna me haría ver mucha mas sangre suya.
Busque concienzudamente por la estancia, he de decir a mi favor que para no estar familiarizado con dichos instrumentos encontré varios que seguramente servirían para el propósito de la vampira, entre ellos se encontraban:
un cuchillo pequeño de sierra, supuse que el de cortar la carne en las cenas.
Otro de la misma medida, pero este era de filo, liso sin sierra, pase mi indice por su hoja, esta me corto casi sin yo ejercer presión. Tome varios tenedores, entre ellos un par con dos puntas en forma de orca. Rebuscando entre los cajones, vi algo que llamo bastante mi atención, eran como unas agujas de hierro, muy finas, no llegarían al medio centímetro, supuse que eran para aguantar comida mientras la calentaban en las llamas de cualquier fuego, tome varias.
Otra idea surgió en mi mente cogi un pequeño cazo lo llene de aceite y lo puse a hervir, mas tarde volvería a por el
Salí de la cocina con paso tranquilo, pero con la impaciencia de ver a Anna ejercer su superioridad
sobre la victima.
Cuando llegue al salón-comedor, vi como mi maliciosa compañera acariciaba un costado de Eduard sus dedos dejaban un pequeño reguero de sangre, supuse que se había manchado las manos con la sangre de Clarice. Me coloque a su lado mirando al hombre tumbado en la mesa, mis ojos rojos, mis colmillos que no me moleste en retiralos los cuales aun yacían teñidos con la sangre de su esposa muerta, mi mentón y parte de mi cuello bañados en sangre, acompañados de mi mirada despiadada hacia Eduard, acabaron por derrumbar la poca entereza que le quedaba y este rompió a llorar desesperado.
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Hice una leve pero educada reverencia moviendo mi cabeza.
-a qui tenéis lo que me habéis pedido, espero que os sirva...debo deciros que os tengo preparado otro instrumento el cual aun no esta listo.
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