Una noche más (+18)

por Invitado Sáb Sep 11, 2010 10:01 am

Recuerdo del primer mensaje :

Una noche más la noche invadía la ciudad de París, tan sólo hacia unos pocos días que había regresado de Orville después de varios años de ausencia y sin dar explicaciones a nadie, desapareciendo por completo.

Observaba a los vianantes sentada en unas sillas de un café en la acera pasando por mi lado toda clase de individuos: un médico de unos 50 años de edad caminando con una joven 25 años menos que él haciendo miradas insinuantes sin cogerse de la mano para disimular, un padre haciendo feliz a su hijo contándole historias divertidas, la anciana que le daba consejos carnales a su nieta, un banquero que acababa de cerrar el banco que tenía enfrente... mil historias pasaba a mi lado mientras me obligaba a tomar el café sentada en la silla de hierro negro con mi vestido rojo largo que favorecia los típicos escotes de mujeres que aparentaba entre 20 y 35 años, con guantes largos de seda blanca, el pelo recogido y con un pequeño sombrero rojo. Los sombreros eran algo típico en mí.

Una mujer pasó a mi lado llamándome la atención, sus movimientos me decian claramente que acababa de perder a un ser querido, lo más probable que su reciente marido ya que aparentaba tener unos 18 años. Vagaba por la acera sin saber a donde ir con el rostro que mostraba su gran tristeza, una mujer que no le quedaba nada.

Dejé varias monedas sobre la mesa y me levanté varios pasos atrás de la mujer apenada empezándola a seguir. ¡Qué suerte la mía! sus incoscientes pasos la llevaron hasta unas calles excasamente transitadas por los peatones por la oscuridad que las invadía. Aquello hizo que sonriera perversamente.

La mujer se dió cuenta de donde había llegado y también de que otros pasos la seguían, al darse la vuelta se encontró que no había nadie ya que cuando volteaba desaparecí de su vista pero se llevó un buen susto cuando volvió a mirar al frente y se encontró conmigo -Tranquila niña ¿te he asustado? no era mi intención.- le dije dulcemente y entonces empezó a llorar desesperadamente -Pequeña ¿qué te ocurre? ¿por qué lloras?- le pregunté acariciando su mejilla consolándola.

La reciente viuda me explicó que su reciente marido acababa de morir de una terrible neumonía de un costipado que no vigiló y empeoró y que tan sólo llevaban un años casados. También me dijo que su deseo ahora era morir -Shhhh ven aquí.- dije abrazándola -Yo puedo ayudarte con eso.- mencioné mientras mis colmillos crecían y la miraba para ver su expresión de terror y clavárselos en la yugular succionando su sangre hasta dejarla vacía. Pero una presencia conocida percibí durante mi banquete.

por Invitado Vie Oct 01, 2010 10:28 am

Una vez que me limpié casi por completo la sangre de nuestras víctimas tiré el pañuelo junto a la doncella de nuevo para luego comprobar que mi vestido presentaba manchas de sangre, antes de salir de allí debería ir a coger un abrigo para taparme las sospechosas manchas para la vista ajena de los posibles vianantes que me encontrara.

Cuando finalicé Ettien se acercó a mí diciéndome que había notado que estaba distante en mis pensamientos y me preguntó si los compartiría con él. Le sonreí educadamente -Monsieur Lacroix, no os preocupéis. Si lo que os preocupa que no quiera volver a saber de vos podéis apaciguar vuestras dudas. Aceptaré cualquier invitación suya futura para vivir noches como la de hoy.- dije acercándome a él y señalando todo la habitación.

-Quien debería disculparse soy yo, tal vez mis actos o palabras le han llevado a actuar de aquella manera. Disculpadme.- me excusé ya que parte de lo sucedido había sido también culpa mía.

por Invitado Vie Oct 01, 2010 11:59 am

Mi paseo continuo por la estancia viendo como Anna regresaba a l lado de la doncella, dejo caer el pañuelo que cayo lentamente sobre esta.
Observe a Eduard mientras con gran alivio escuchaba la respuesta de Anna; la mire sonriendo. Sin duda lo había pasado muy bien con la vampira y sus palabras me alegraron. Se acerco a mí señalando toda la estancia diciéndome que debería ser ella la que pidiera disculpas por sus actos y por sus palabras.

-Mademoiselle Anna… vos tampoco debéis de pedir disculpas. Ambos nos dejemos llevar por las circunstancias de la velada.

Me fije en nuestros ropajes, tanto los de ella como los míos estaban manchados de sangre.

-¿os habéis fijado que ambos tenemos los ropajes un tanto sucios? Deberíamos de coger prestado algo de ropa de los Williamson.

Me acerque al señor de la casa, sonreí al recordar todo el dolor que le habíamos inflingido, mire a mi compañera, aun con esa sonrisa.

-bueno… al parecer es un humano como pocos quedan, aun sigue con vida; os cedo el honor de terminar con el, ya que no podemos dejarlo vivir, yo mientras tanto iré a asearme y a vestirme con ropa limpia. Si vos queréis hacer lo propio yo os esperare pacientemente el hall de entrada

por Invitado Vie Oct 01, 2010 3:52 pm

Miré de nuevo mi ropa y comprobé la ropa de Ettien y sonreí -Es lo que hay cuando unos se divierten.- contesté a su comentario -Habia pensado en ponerme el abrigo que tan amable me había preparado Madame Williamson para que no pasara frío.- le comenté.

Empezó a dirigirse hacia la escalera que conducía hacia las habitaciones y Ettien paró junto a Eduard recordándome que no podíamos dejarlo con vida -Con toda la sangre que ha perdido no tardará mucho en morir pero es mejor no arriesgarse.- dije dirigiéndome también hacia Eduard colocándome en el lado de la mesa y empecé a acariciar las heridas de su abdomén comprobando como se retorcia de dolor -Que lástima, no he podido torturarle con todos los utensilios. No vale la pena si está incosciente.- comenté.

Miré a Ettien mientras llevaba mi mano hacia la boca y nariz de Eduard tapando sus conductos de aire empezando a axfisiarle.

por Invitado Dom Oct 03, 2010 12:23 am

Anna observo de nuevo su ropa al escuchar mi comentario, y me regalo una sonrisa. Observe toda la estancia cuando mi compañera hizo el comentario de la diversión. Mi cabeza hizo un gesto dándole toda la razón.

-sin duda tenéis razón; la diversión a sido enormemente placentera y así han quedado nuestras prendas.

Señale mis ropajes con un movimiento de mis manos.

-oh! El abrigo que os presto sin duda es precioso, y seguro que os queda estupendamente, pero seguro que encontrareis un vestido mucho mejor en el vestuario de Clarice.

Sonreí amablemente pensando que mademoiselle Anna no se merecía abandonar el lugar con el vestido manchado de sangre, ella sin duda era superior a eso.

-cierto, mejor no arriesgarse, este humano a aguantado mas que cualquier otro, y si llegaran a creer lo que contara, seguro convertirían la noticia en una caza de vampiros...aunque dudo que lo creyeran.

La vampira se recreo con las heridas de nuestra victima una vez mas, seria eso lo que me atraía de ella, el que no tuviera ni el mas mínimo sentimiento hacia sus presas.

lo cierto es que a sido una lastima no poder veros utilizar todo vuestro repertorio de tortura. ¿que os parece si la próxima vez miramos de que nuestra victima no se quede inconsciente tan rápido?.

Enarque una ceja con mi ultimo comentario, a la vez que Anna muy despacio tapaba los orificios de respiración de Eduard, los espasmos por la falta de aire no se hicieron esperar, goce viendo como mi compañera asesinaba al estúpido humano. Aun con sus espasmos me dirigí hacia la planta superior.

-mademoiselle Anna, no tardare mucho en acicalarme los restos de sangre y en elegir algo de ropa, si vos queréis hacer lo mismo yo os esperare en el hall de entrada.

Dije mientras me apoyaba con una mano en la gran bola de madera noble tallada en la baranda de las escaleras que daban a la planta superior.

Una vez arriba no me fue difícil encontrar los aposentos del matrimonio Williamson, solo tuve que seguir sus olores característicos que impregnaban la estancia.
La habitación era muy cómoda y lujosa con un gran baño adyacente; me situé delante del gran armario de caoba, elegí, meticulosamente los atuendos que me pondría, los estire sobre la cama, y observe que quedaban francamente bien.
Me encamine hacia el baño desnudando la parte de arriba de mi cuerpo, cogí una espumosa esponja, la cual despedía una fragancia a lavanda; tras un rato mi cuerpo se encontraba como nuevo, los restos de sangre desaparecieron, y los ropajes me quedaban bien.

Mis pasos tomaron rumbo hacia la planta inferior

por Invitado Dom Oct 03, 2010 4:59 pm

[-Ya veré, Clarice era mucho más alta que yo y puede que los vestidos vaya arrastrándolos y acabe tropezando con ellos. Cuando bajéis comprobaré todo el armario a ver que tiene, mejor dicho, tenía.- dije mientras tapaba los orificios de aire de Eduard que abrió ligeramente los ojos por causa de la falta de aire.

Ettien empezó a avanzar escaleras arriba recordándome que me espararía en el hall una vez que yo pudiera ir a cambiarme de ropa -Muy bien.- le miré con una amplia sonrisa. Cuando Ettien ya no estaba a mi vista Eduard había dejado de respirar y perdido la vida. Algún religioso diría ahora que se ha reunido con su esposa en un lugar mejor.

Fui de nuevo hacia el salón a esperar sentada en uno de los sofás y me quedé observando las chispas que hacia el fuego en todo su esplendor.

por Invitado Mar Oct 05, 2010 12:27 am

Bueno al parecer la ropa de Eduard no me quedaba del todo mal, aunque sinceramente preferiría la miá propia.
Pasee por la habitación con el motivo de acomodar la ropa a mi cuerpo.
Una fugaz idea atravesó mi mente vampirica, la sonrisa que precedió demostraba que era una buena idea, sin mas a mi me lo parecía. Me demore un rato mas el la gran habitación con el fin especifico para mi pensamiento.

Salí de la estancia rumbo hacia el salón-comedor, mis pisadas apenas sonaban en el parquet noble del pasillo, estando en la parte superior de la escalera, veía a mi compañera, contemplaba el crepitar del fuego en la chimenea, completamente ajena a los cuerpos sin vida de Euard y de Cintia.

Con un movimiento de velocidad vampirico, baje los peldaños de la escalera situándome al final de esta; avance dos pasos a velocidad normal, y volví a utilizar mi característica velocidad para situarme enfrente de Anna. Con mi mano izquierda tras mi espalda y ofreciéndole la mano derecha para ayudarla a levantarse de su posición, dije:

-mademoiselle Ferro... yo ya me encuentro disponible, como dije os esperare en el hall, tomaros vuestro tiempo para elegir vestido.

Sonreí amablemente.

Cualquier persona normal no actuaria así en esa estancia, para Anna y para mi era de lo mas normal

por Invitado Mar Oct 05, 2010 2:31 pm

Ettien se demoró, tal vez porque no encontraba nada de su agrado o que no le estuviera bien. Al poco tenía al formal vampiro frente a mí ofreciéndome su mano para levantarme, tome su mano pero algo llamó mi atención en él -Monsiuer Lacroix, algo pasa por vuestra mente que parece satisfaceros ¿debería asustarme?- hice la pregunta como si de una chica inocente me tratara mientras me ponía de pie y me quedaba frente a él.

Estaba totalmente recta por causa del corsé y mirándolo de forma pícara, no quería utilizar mi don para leerle la mente pero tenía la tentación de hacerlo ¿no dicen que para evitar la tentación es mejor caer en ella? pero el misterio también resultaba algo atractivo.

-Espero no ofenderos pero habéis sabido combinar mejor la ropa de Eduard que él mismo.- comenté recordando la muy mala combinación de ropa que llevaba él.

por Invitado Jue Oct 07, 2010 4:18 am

Los ojos de Anna y los míos se cruzaron las miradas, la mía completamente sorprendida pues no esperaba que me comentara que por mi mente pasara la satisfacción de la idea que tuve. Ella complemente erguida frente a mi, su atmósfera de vampira me cubría completamente ¿Qué tenia que me atraía tanto?

-por favor mademoiselle Anna…para nada debéis de asustaros de mis pensamientos ni de mi persona

Durante unos segundos el silencio se hizo eterno en la sala, solo roto por el sonido del fuego en la chimenea. Mis ojos abandonaron la sorpresa; aun sosteniendo la mano de mi compañera. Me coloque a su lado, comencé a pasear a pasos muy lentos la intención de que siguiera mi paseo.

Sonreí ampliamente al escuchar el comentario sobre la combinación de la ropa de nuestra victima, reí por lo bajo.

-vaya!... en absoluto me ofendéis, al contrario me halagáis con vuestra observación. Y referentemente a lo que pienso…

Detuve el paseo colocándome enfrente de Anna, mi mano izquierda posada en mi espalda se movió con lentitud hacia delante con el fin de mostrarle a mi compañera el origen de mis pensamientos.

Unos guantes blancos perfectamente doblados y pulcros asomaron en compañía de mi mano.

-Espero que os guste mi regalo, son los mejores que he encontrado.

Sonreí al recordar una de las primeras frases que Anna me dijo al conocernos

por Invitado Jue Oct 07, 2010 4:41 am

-Por favor mademoiselle Anna…para nada debéis de asustaros de mis pensamientos ni de mi persona.- me dijo a mi comentario y durante unos instantes mantuve la mirada clavada en la suya esperando a que rompiera el silencio mirándole con una ligera y casi imperceptible sonrisa en mis labios.

Entonces Ettien sin soltarme de la mano se situó a mi lado empezando a caminar y yo siguiendo sus pasos y diciéndome que no le ofendia al decirle que había combinado muy bien la ropa de Eduard.

Detuvó su paso y se colocó frente a mí y empezó a mostrarme la mano que tenía en la espalda pudiendo observar unos guantes largos blancos, no de una tela tan bien elegida como que los llevaba. Me quedé sin habla por unos instantes por la sorpresa de que recordará aquel detalle. Lo miré a los ojos y una sonrisa invadió mis labios -Es todo un detalle por vuestra parte.- dije casi nerviosamente y cogiendo los guantes de su mano y extendiéndolos para verlos con más detalle.

por Invitado Vie Oct 08, 2010 1:13 pm

Dos vampiros rodeados de los restos de su victimas y de su celebración por haberse conocido, dos vampiros, uno frente a otro.
Al parecer mi idea de regalarle los guantes blancos gusto a Anna, lo cual a mi me hacia sentirme orgulloso, su mirada casi de sorpresa como la mía anterior al casi descubrir mis pensamientos, parada frente a mi observando con atención mi regalo, dos vampiros con una atracción mutua la cual no sabíamos de donde venia.

Sonreí de medio lado al escuchar su comentario casi tímido por la sorpresa.

-se que os dije que vuestras manos no se merecían estar tapadas ni por la mejor tela de toda Francia…pero creo que a vos os gusta llevar guantes y no he podido resistir la tentación de regalároslos.

Mire el rostro de la vampira, como observaba los guantes sobre sus manos, estudiaba a calidad de la tela, quizás algo pobre para su bellas manos, pero la mejor que había en la casa.

-y bien… ¿deseáis cambiaros el vestido? ¿Qué tenéis pensado?

Recogí mi bastón estilete de paseo y juguete con el, apoyándolo en el suelo he intercambiándolo de mano a mano

por Invitado Sáb Oct 09, 2010 6:14 am

Miré a Ettien con satisfacción por el detalle que había tenido conmigo -Gracias Monsiuer.- le agradecí el detalle acariando con mi mano una de sus mejillas.

Extendí los guantes y comprobé que eran largos como los que siempre usaba yo y empecé a ponérmelos, la tela no permitía que me los pusiera con facilidad pero aquello no me importaba en ese instante.

Ettien me preguntó si iba a cambiarme de vestido -Iré a coger uno de los abrigos de la señora. Hay muchos cordones en la parte posterior de mi vestido y me resultaría complicado ponermelo y atármelo yo sola.- dije mientras introducía la mano en el único guante que me quedaba por ponerme.

Una vez puestos extendí los brazos para poder observar como me quedaban -De nuevo, gracias.- y pose ambas manos cubiertas por los guantes en las mejillas de mi improvisado compañero de esa noche y le besé brevemente en los labios. Aunque hubiera negado tener relaciones carnales con él esa noche no le negaba los besos.

por Invitado Mar Oct 12, 2010 12:13 am

Al parecer la idea que tuve de obsequiarle con unos guantes blancos como los que llevaba al principio de nuestra velada fue acertada, y aun no siendo de la misma calidad que los suyos, importo mas el detalle que el regalo en si.

Mi rostro se dejo acariciar por la mano desnuda de mi compañera, que se deslizo por mi mejilla dándome las gracias por el obsequio

-no hay de que, mademoiselle Anna. Aun siendo unos buenos guantes, no se merecen enfundar vuestras hermosas manos en ellos. La cuestión es que no he encontrado unos mejores....pero no podía resistirme a entregaros lo que al principio de nuestra velada se os mancho

Las dulces manos de Anna se deslizaron dentro de la tela, quizás si hubiera buscado mejor hubiese encontrado algo con mas calidad. Seguro que no había nada mejor pues busque a conciencia. Observaba a la vampira como se enfundaba ambos guantes largos hasta el codo. Le quedaban maravillosos.

-me parece buena idea lo del vestido, mas aun contando lo de vuestros cordones. Pongáis lo que os pongáis....estaréis hermosa.
Os esperare donde dije antes.

Sonreí amablemente cuando volvió a darme las gracias. Mas, reconozco que quede sorprendido cuando sus manos guanteadas acunaron mi rostro entre ellas, acerco sus labios a los míos y me obsequio con un beso breve, al cual respondí acomodando mis labios a su beso.

Tras el beso, y con una delicadeza extrema, coloque un mechón suelto de su flequillo tras una de sus orejas, la mire fijamente

-os esperare con impaciencia hasta que regreséis con el abrigo mademoiselle

por Invitado Mar Oct 12, 2010 8:33 am

Noté que Ettien no esperaba que le besara en los labios pero no rechazó mi beso. Colocó dulcemente uno de mis menchones detrás de mi oreja mientras me miraba fijamente.

Me separé de él observando los guantes y empecé a subir por la escalera hacia la habitación donde me había llevado antes Clarice. A mitad de camino miré a Ettien girándome ligeramente y le sonreí.

Me dirigí a la habitación con tranquilidad y sin prisa, cogí del suelo el abrigo que me iba a prestar Clarice, era bonito pero viejo y lo dejé caer de nuevo al suelo. Abrí de par en par las puertas del armario y empecé a sacar uno por uno todos los abrigos que allí había, a cuál más horrible. Di con uno negro, era muy elegante, nuevo y con un bonito plumaje de pelo del mismo color. Me lo puse, era de medias mangas pero con los guantes largos quedaban perfecto.

Me encantó el abrigo, era muy bonito así que abroché los botones y comprobé que no se viera ninguna mancha del vestido. Sonreí por el bonito abrigo que había encontrado.

Salí de la habitación y bajé las escaleras, viendo como Ettien esperaba donde me había dicho: en el Hall -¿Qué os parece?- pregunté mientras bajaba las escaleras.

por Invitado Jue Oct 14, 2010 12:08 am

Observaba a Anna como subía por las escaleras en dirección a la planta superior, planta que ya conocía, pues Clarice ya la había acompañado al principio de nuestro festín. De pronto la vampira volteo su rostro hacia mi y me dedico una sonrisa, inmediatamente mi sonrisa correspondió la suya.
¿que abrigo escogería? Seguro que su elección seria acertada.

Cuando su figura hubo desaparecido en el pasillo, quede con aire pensativo durante unos segundo, luego me dirigí de nuevo al salón, pasee por el con cuidado de no manchar ni mi ropa ni mis zapatos de sangre, observe de nuevo el panorama que habíamos creado Anna y yo. Cintia, la doncella con el cuello partido, Clarice con múltiples marcas de mis incisivos y los de mi compañera, por ultimo mire a Eduard con gran desdén.

-si solo hubieras sido un tanto mas amable hubieras muerto con mas rapidez y sin tanto sufrimiento

murmure sin mirarlo mientras me dirigía al hall de entrada donde tenia que esperar a Anna.

dicho lugar estaba decorado con dos grandes plantas de interior, una a cada lado de la entrada, en un costado había un hermoso banco blanco forrado en sus zonas de descanso con un terciopelo lila oscuro, enfrente de el un cuadro de proporciones grandes mostraba su pintura, la cual observe mientras pasaban los minutos de mi espera. Tras esta espera escuche a mi compañera.

-¿que os parece?

La verdad es que el abrigo le quedaba estupendamente perfecto, como si hubiese estado diseñado solo para ella, el negro del vestido hacia resaltar sus elegantes brazos cubiertos por la tela blanca de los guantes y el plumaje negro se movía en consonancia con los movimientos de la vampira.

-je magnifie mademoiselle Anna.... je magnifie.

Me acerque al pie de la escalera sin perderla de vista, me coloque justo al lado de el ultimo escalón y la espere con la idea de darle la mano para acompañar sus pasos en los últimos peldaños

por Invitado Jue Oct 14, 2010 3:33 am

-En serio Monsiuer, va a conseguir que me ruborice después de tantos años.- dije a su comentario que hizo en francés tomando su mano para bajar los últimos escalones.

Todavía sujetándole la mano me quedé unos instantes mirándole a los ojos y tras pasado un tiempo aparté la mirada un poco avergonzada y miré a mi alrededor. -Deberíamos hacer algo con todo esto ¿Prendemos fuego a la casa?- le pregunté con naturalidad a Ettien señalándole la chimenia donde frente a ésta estaba tumbado en el suelo el cuerpo sin vida de la doncella de la casa.

-No deberíamos dejar pruebas.- dije recordando las múltiples mordeduras de dos de nuestras víctimas.

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