AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Una noche más (+18)
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Una noche más (+18)
Recuerdo del primer mensaje :
Una noche más la noche invadía la ciudad de París, tan sólo hacia unos pocos días que había regresado de Orville después de varios años de ausencia y sin dar explicaciones a nadie, desapareciendo por completo.
Observaba a los vianantes sentada en unas sillas de un café en la acera pasando por mi lado toda clase de individuos: un médico de unos 50 años de edad caminando con una joven 25 años menos que él haciendo miradas insinuantes sin cogerse de la mano para disimular, un padre haciendo feliz a su hijo contándole historias divertidas, la anciana que le daba consejos carnales a su nieta, un banquero que acababa de cerrar el banco que tenía enfrente... mil historias pasaba a mi lado mientras me obligaba a tomar el café sentada en la silla de hierro negro con mi vestido rojo largo que favorecia los típicos escotes de mujeres que aparentaba entre 20 y 35 años, con guantes largos de seda blanca, el pelo recogido y con un pequeño sombrero rojo. Los sombreros eran algo típico en mí.
Una mujer pasó a mi lado llamándome la atención, sus movimientos me decian claramente que acababa de perder a un ser querido, lo más probable que su reciente marido ya que aparentaba tener unos 18 años. Vagaba por la acera sin saber a donde ir con el rostro que mostraba su gran tristeza, una mujer que no le quedaba nada.
Dejé varias monedas sobre la mesa y me levanté varios pasos atrás de la mujer apenada empezándola a seguir. ¡Qué suerte la mía! sus incoscientes pasos la llevaron hasta unas calles excasamente transitadas por los peatones por la oscuridad que las invadía. Aquello hizo que sonriera perversamente.
La mujer se dió cuenta de donde había llegado y también de que otros pasos la seguían, al darse la vuelta se encontró que no había nadie ya que cuando volteaba desaparecí de su vista pero se llevó un buen susto cuando volvió a mirar al frente y se encontró conmigo -Tranquila niña ¿te he asustado? no era mi intención.- le dije dulcemente y entonces empezó a llorar desesperadamente -Pequeña ¿qué te ocurre? ¿por qué lloras?- le pregunté acariciando su mejilla consolándola.
La reciente viuda me explicó que su reciente marido acababa de morir de una terrible neumonía de un costipado que no vigiló y empeoró y que tan sólo llevaban un años casados. También me dijo que su deseo ahora era morir -Shhhh ven aquí.- dije abrazándola -Yo puedo ayudarte con eso.- mencioné mientras mis colmillos crecían y la miraba para ver su expresión de terror y clavárselos en la yugular succionando su sangre hasta dejarla vacía. Pero una presencia conocida percibí durante mi banquete.
Observaba a los vianantes sentada en unas sillas de un café en la acera pasando por mi lado toda clase de individuos: un médico de unos 50 años de edad caminando con una joven 25 años menos que él haciendo miradas insinuantes sin cogerse de la mano para disimular, un padre haciendo feliz a su hijo contándole historias divertidas, la anciana que le daba consejos carnales a su nieta, un banquero que acababa de cerrar el banco que tenía enfrente... mil historias pasaba a mi lado mientras me obligaba a tomar el café sentada en la silla de hierro negro con mi vestido rojo largo que favorecia los típicos escotes de mujeres que aparentaba entre 20 y 35 años, con guantes largos de seda blanca, el pelo recogido y con un pequeño sombrero rojo. Los sombreros eran algo típico en mí.
Una mujer pasó a mi lado llamándome la atención, sus movimientos me decian claramente que acababa de perder a un ser querido, lo más probable que su reciente marido ya que aparentaba tener unos 18 años. Vagaba por la acera sin saber a donde ir con el rostro que mostraba su gran tristeza, una mujer que no le quedaba nada.
Dejé varias monedas sobre la mesa y me levanté varios pasos atrás de la mujer apenada empezándola a seguir. ¡Qué suerte la mía! sus incoscientes pasos la llevaron hasta unas calles excasamente transitadas por los peatones por la oscuridad que las invadía. Aquello hizo que sonriera perversamente.
La mujer se dió cuenta de donde había llegado y también de que otros pasos la seguían, al darse la vuelta se encontró que no había nadie ya que cuando volteaba desaparecí de su vista pero se llevó un buen susto cuando volvió a mirar al frente y se encontró conmigo -Tranquila niña ¿te he asustado? no era mi intención.- le dije dulcemente y entonces empezó a llorar desesperadamente -Pequeña ¿qué te ocurre? ¿por qué lloras?- le pregunté acariciando su mejilla consolándola.
La reciente viuda me explicó que su reciente marido acababa de morir de una terrible neumonía de un costipado que no vigiló y empeoró y que tan sólo llevaban un años casados. También me dijo que su deseo ahora era morir -Shhhh ven aquí.- dije abrazándola -Yo puedo ayudarte con eso.- mencioné mientras mis colmillos crecían y la miraba para ver su expresión de terror y clavárselos en la yugular succionando su sangre hasta dejarla vacía. Pero una presencia conocida percibí durante mi banquete.
Última edición por Anna Ferro el Mar Sep 21, 2010 1:13 pm, editado 1 vez
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Re: Una noche más (+18)
No tardó demasiado Ettien en volver de la cocina colocando entre las piernas de Eduard toda clase de utensilios de cocina. Me comentó que estaba preparando otro instrumento y que aún no estaba listo. Abrí mis fosas nasales para percebir toda clase de olores y de la cocina provenía el ligero olor del aceite -Oh, muy bien. Gracias Mesié Lacroix.- le dije con una pícara sonrisa.
Ettien acercó el sofá y volvió a sentarse en la misma posición en la que estaba antes de pedirle que fuera a por los utensilios. Me coloqué junto a Eduard y apoyé mis codos sobre la mesa y mi barbilla sobre mis manos entrelazadas. Gracias a mi creador heredé el don de poder leer las mentes, aunque desconocia que Dorian tuviera esa habilidad. En ese momento leí la mente de Eduard -Eduard, todavía no he empezado y ya desea morir. No sabe lo que le espera.- dije acariciando su cabello con ternura al marido que instantes antes rompió a llorar.
-Empecemos.- dije con naturalidad. Fui hasta donde estaban todo los utensilios y cogí dos puntas de hierro muy finas. Cogí la mano de Eduard poniéndola boca arriba y sin pensarmelo dos veces clavé justo en medio la primera aguja, de la mano empezó a brotar sangre como la de un stigma, Eduard gritó de dolor -Shhh, Eduard por favor. Despertará a los vecinos y a su doncella.- le recliminé por sus gritos mientras hice lo mismo en la otra mano.
Ettien acercó el sofá y volvió a sentarse en la misma posición en la que estaba antes de pedirle que fuera a por los utensilios. Me coloqué junto a Eduard y apoyé mis codos sobre la mesa y mi barbilla sobre mis manos entrelazadas. Gracias a mi creador heredé el don de poder leer las mentes, aunque desconocia que Dorian tuviera esa habilidad. En ese momento leí la mente de Eduard -Eduard, todavía no he empezado y ya desea morir. No sabe lo que le espera.- dije acariciando su cabello con ternura al marido que instantes antes rompió a llorar.
-Empecemos.- dije con naturalidad. Fui hasta donde estaban todo los utensilios y cogí dos puntas de hierro muy finas. Cogí la mano de Eduard poniéndola boca arriba y sin pensarmelo dos veces clavé justo en medio la primera aguja, de la mano empezó a brotar sangre como la de un stigma, Eduard gritó de dolor -Shhh, Eduard por favor. Despertará a los vecinos y a su doncella.- le recliminé por sus gritos mientras hice lo mismo en la otra mano.
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Re: Una noche más (+18)
Tome asiento acomodándome por completo en el sofá para observar a Anna. Eduard hacia bajos intentos por liberarse de las cuerdas que le ataban al mesa, dichos intentos ivan acompañados de gritos de desesperación, y lagrimas, balbuceaba constantemente, diciéndole a Anna que le perdonara la vida. Todos estos momentos yo los disfrutaba enormemente, cada vez que la vampira tocaba al mortal mi cuerpo se retorcía, y pensaba: ¿Cuál seria su siguiente movimiento?
Me percate de que mi compañera olió el característico olor de aceite calentándose.
-no las merecen madame Ferro.
Dije al escuchar que me daba las gracias por su otro instrumento de tortura.
La vampira estudio al hombre que yacía sobre la fría madera barnizada de la mesa del comedor; la actitud de mi compañera clavando su mirada de ojos rojos en la mirada asustada del pusilánime mortal, mientras entrelazaba sus manos y apoyaba su barbilla en ellas, era seductora, no así sus intenciones, tras unos segundos esto lo acompaño de una frase.
-miserable mortal. Entone
-es ahora cuando le dan realmente valor a sus vidas…cuando están apunto de perderlas, aunque parece ser que mesié Williamson preferiría perderla de inmediato
Mire a Anna fijamente cuando dijo:
-empecemos
Los movimientos que siguieron fuero claros y concisos; cogio las puntas alargadas y finas de hierro, tomo la mano de Eduard, aunque este opuso resistencia, no era rival para la fuerza de mi compañera, que le coloco la mano boca arriba con un movimiento rapidísimo, en ese preciso instante y sin mediar palabra alguna, clavo el hierro fino en la mesa atravesando la mano del hombre.
Los gritos fueron casi ensordecedores y madame ferro aun haciendo gala de su educación le advirtió que tomara silencio o despertaría a todo el mundo.
En el momento que clavo el estilete en la mano y broto la sangre, abrí la boca y mostré mis colmillos ensangrentados emitiendo un ligero sonido de placer; tras unos segundos de disfrute personal viendo la escena, me levante con suavidad, camine lentamente hasta colocarme a la altura de la cabeza de Eduard. Con mi mano izquierda lo tome de l garganta sin presionar demasiado, con mi mano derecha le tape la boca para que los vecinos no se alertaran.
-podéis proseguir madame Anna, yo tomare esta posición para ver vuestra labor con mas detalle.
Dije mostrando mi mirada de ojos rojos y mostrando mis colmillos, a la vez que alternaba la mirada entre mi compañera y el humano
Me percate de que mi compañera olió el característico olor de aceite calentándose.
-no las merecen madame Ferro.
Dije al escuchar que me daba las gracias por su otro instrumento de tortura.
La vampira estudio al hombre que yacía sobre la fría madera barnizada de la mesa del comedor; la actitud de mi compañera clavando su mirada de ojos rojos en la mirada asustada del pusilánime mortal, mientras entrelazaba sus manos y apoyaba su barbilla en ellas, era seductora, no así sus intenciones, tras unos segundos esto lo acompaño de una frase.
-miserable mortal. Entone
-es ahora cuando le dan realmente valor a sus vidas…cuando están apunto de perderlas, aunque parece ser que mesié Williamson preferiría perderla de inmediato
Mire a Anna fijamente cuando dijo:
-empecemos
Los movimientos que siguieron fuero claros y concisos; cogio las puntas alargadas y finas de hierro, tomo la mano de Eduard, aunque este opuso resistencia, no era rival para la fuerza de mi compañera, que le coloco la mano boca arriba con un movimiento rapidísimo, en ese preciso instante y sin mediar palabra alguna, clavo el hierro fino en la mesa atravesando la mano del hombre.
Los gritos fueron casi ensordecedores y madame ferro aun haciendo gala de su educación le advirtió que tomara silencio o despertaría a todo el mundo.
En el momento que clavo el estilete en la mano y broto la sangre, abrí la boca y mostré mis colmillos ensangrentados emitiendo un ligero sonido de placer; tras unos segundos de disfrute personal viendo la escena, me levante con suavidad, camine lentamente hasta colocarme a la altura de la cabeza de Eduard. Con mi mano izquierda lo tome de l garganta sin presionar demasiado, con mi mano derecha le tape la boca para que los vecinos no se alertaran.
-podéis proseguir madame Anna, yo tomare esta posición para ver vuestra labor con mas detalle.
Dije mostrando mi mirada de ojos rojos y mostrando mis colmillos, a la vez que alternaba la mirada entre mi compañera y el humano
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Re: Una noche más (+18)
Ettien se levantó del sofá y se situó en la cabeza de Eduard sujetándole la garganta y tapándole la boca para que no gritará. Lo miré con una sonrisa maliciosa y le guiñé un ojo como agradecimiento.
Cogí una doble punta que parecía un tenerdo de barbacoa y la deslicé por la pierna de Eduard subiéndo desde el tobillo hasta su ingle casi rozando su zona íntima. En ese momento Eduard se puso muy nervioso y miré a Ettien -Vaya. Parece que le tiene mucho aprecio.- dije -Sabe, lo dejarémos para el final eso.- comenté malvadamente.
Dejé el tenedor de barbacoa y cogí el cuchillo de filo liso. Y deslicé de nuevo la punta por su pierna subiendo hasta su abdomén. Miré a los ojos de Eduard y muy despacio empecé a hacerle varios cortes superficiales pero lo suficiente profundos para que brotara sangre y le doliera extremadamente
Cogí una doble punta que parecía un tenerdo de barbacoa y la deslicé por la pierna de Eduard subiéndo desde el tobillo hasta su ingle casi rozando su zona íntima. En ese momento Eduard se puso muy nervioso y miré a Ettien -Vaya. Parece que le tiene mucho aprecio.- dije -Sabe, lo dejarémos para el final eso.- comenté malvadamente.
Dejé el tenedor de barbacoa y cogí el cuchillo de filo liso. Y deslicé de nuevo la punta por su pierna subiendo hasta su abdomén. Miré a los ojos de Eduard y muy despacio empecé a hacerle varios cortes superficiales pero lo suficiente profundos para que brotara sangre y le doliera extremadamente
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Re: Una noche más (+18)
Sonreí al guiño que Anna que me dedico al amordazar a Eduard. Sus movimientos, tanto de sus extremidades como de su cabeza para escapar eran inutiles.
-no os esforcéis demasiado lo único que conseguiréis es agotaros.
Dije mirándolo directamente a los ojos, en ese preciso instante nuestra presa soltó un grito largo y profundo, dicho grito se ahogo en mi mano, la cual detuvo en seco el movimiento de su cabeza.
Observaba a la vampira, como se movía alrededor de Eduard, como escogía los instrumentos, como jugueteo con el tenedor de dos puntas deslizándolo por toda la pierna del mortal , hasta llegar a su ingle. La respiración del humano se acelero, siendo muy continuada. Los movimientos de Anna eran sutiles, sin prisa por infligir dolor, eso me entusiasmaba...que le pasaría por sus cabeza. Se detuvo justo al lado de la zona viril del hombre; desvió la mirada y la centro en mi.
-Vaya. Parece que le tiene mucho aprecio
-bueno... cualquier hombre debe de tener un gran afecto por sus intimidades cuando las amenazan.
Comente. Anna desvió la mirada fijándola en Eduard para comentarle que lo dejarían para el final; a lo que comente yo también mirandolo
-veis como madame Ferro no es tan mala.
Reí por la ironía.
La vampira, cambio de instrumento cogiendo el afilado cuchillo. Repitió el movimiento, esta vez sobrepasando su entrepierna y llegando al abdomen, con unos movimientos gráciles comenzó a cortar la piel de Eduard, sus gritos de nuevo se ahogaban en mi mano. Vi la sangre brotar y mis ojos seguían la mano de mi compañera a su ritmo, mi boca se entre abrió para emitir un sonido levemente gutural a cada corte que seguía al anterior.
Pasados varios cortes y cuando la sangre comenzaba a teñir el abdomen del humano y la mesa de debajo suyo. Le comente a mi compañera:
-¿madame, podéis vigilar mesié eduard no chille?, aunque dudo que le queden fuerzas. Yo mientras tanto iré a la cocina a buscar lo que e estado preparando.
No quise decir lo que traería, quería que Eduard lo sintiera sin saber lo que seria hasta el final.
En el momento espere que Anna estuviese colocada donde en mi posición para tomarme el relevo, le sonreí maliciosamente y me encamine hacia la cocina. Al pasar junto la criada estaba estaba recuperando la consciencia, una macabra idea cruzo mi mente.
Tome a la criada de un brazo y la levante, su mirada era de pánico al ver mi rostro ensangrentado y a su señor tumbado con el estilete clavado en la mano y su abdomen cubierto de cortes.
La tome con la mano izquierda sobre su hombro derecho y con mi mano derecha la tome de la barbilla, sin ningún tipo de esfuerzo me deslice hacia la pared de atrás suyo, la criada choco bruscamente contra ella con su espalda, clave mi mirada en sus ojos lagrimosos y utilizando una de mis habilidades la convencí para que me siguiera. Tarde un rato debido al estado de shock en el que se encontraba pero al final cedió a mi encandilamiento. Tras esto me siguió a la cocina sin oponer resistencia.
Le hice coger el aceite hirviendo sin que ella se quemara y volvimos al salon-comedor. Le tome el relevo a Anna. Y Cintia observo la escena sin prácticamente titubear y sosteniendo la jarra de aceite debido a mi encandilamiento.
-os parece madame. ¿si es Cintia le inflinge algo de daño a su señor? Claro esta que si es así la haré salir del trance para que ambos expresen sus emociones.
Observe a mi compañera ¿que pensaría de mi idea? No creo que la criada aguantara mucho y quizás se desmayara otra vez
-no os esforcéis demasiado lo único que conseguiréis es agotaros.
Dije mirándolo directamente a los ojos, en ese preciso instante nuestra presa soltó un grito largo y profundo, dicho grito se ahogo en mi mano, la cual detuvo en seco el movimiento de su cabeza.
Observaba a la vampira, como se movía alrededor de Eduard, como escogía los instrumentos, como jugueteo con el tenedor de dos puntas deslizándolo por toda la pierna del mortal , hasta llegar a su ingle. La respiración del humano se acelero, siendo muy continuada. Los movimientos de Anna eran sutiles, sin prisa por infligir dolor, eso me entusiasmaba...que le pasaría por sus cabeza. Se detuvo justo al lado de la zona viril del hombre; desvió la mirada y la centro en mi.
-Vaya. Parece que le tiene mucho aprecio
-bueno... cualquier hombre debe de tener un gran afecto por sus intimidades cuando las amenazan.
Comente. Anna desvió la mirada fijándola en Eduard para comentarle que lo dejarían para el final; a lo que comente yo también mirandolo
-veis como madame Ferro no es tan mala.
Reí por la ironía.
La vampira, cambio de instrumento cogiendo el afilado cuchillo. Repitió el movimiento, esta vez sobrepasando su entrepierna y llegando al abdomen, con unos movimientos gráciles comenzó a cortar la piel de Eduard, sus gritos de nuevo se ahogaban en mi mano. Vi la sangre brotar y mis ojos seguían la mano de mi compañera a su ritmo, mi boca se entre abrió para emitir un sonido levemente gutural a cada corte que seguía al anterior.
Pasados varios cortes y cuando la sangre comenzaba a teñir el abdomen del humano y la mesa de debajo suyo. Le comente a mi compañera:
-¿madame, podéis vigilar mesié eduard no chille?, aunque dudo que le queden fuerzas. Yo mientras tanto iré a la cocina a buscar lo que e estado preparando.
No quise decir lo que traería, quería que Eduard lo sintiera sin saber lo que seria hasta el final.
En el momento espere que Anna estuviese colocada donde en mi posición para tomarme el relevo, le sonreí maliciosamente y me encamine hacia la cocina. Al pasar junto la criada estaba estaba recuperando la consciencia, una macabra idea cruzo mi mente.
Tome a la criada de un brazo y la levante, su mirada era de pánico al ver mi rostro ensangrentado y a su señor tumbado con el estilete clavado en la mano y su abdomen cubierto de cortes.
La tome con la mano izquierda sobre su hombro derecho y con mi mano derecha la tome de la barbilla, sin ningún tipo de esfuerzo me deslice hacia la pared de atrás suyo, la criada choco bruscamente contra ella con su espalda, clave mi mirada en sus ojos lagrimosos y utilizando una de mis habilidades la convencí para que me siguiera. Tarde un rato debido al estado de shock en el que se encontraba pero al final cedió a mi encandilamiento. Tras esto me siguió a la cocina sin oponer resistencia.
Le hice coger el aceite hirviendo sin que ella se quemara y volvimos al salon-comedor. Le tome el relevo a Anna. Y Cintia observo la escena sin prácticamente titubear y sosteniendo la jarra de aceite debido a mi encandilamiento.
-os parece madame. ¿si es Cintia le inflinge algo de daño a su señor? Claro esta que si es así la haré salir del trance para que ambos expresen sus emociones.
Observe a mi compañera ¿que pensaría de mi idea? No creo que la criada aguantara mucho y quizás se desmayara otra vez
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Re: Una noche más (+18)
-¡Oh! ¿le corto la lengua?- dije alzando el cuchillo y con el entusiasmo digno de una niña pequeña cuando Ettien me dijo que le tapará la boca a Eduard -No. Seguirá gritando igual.- dejé el cuchillo con los demás utensilios y me pusé a la altura de Ettien para taparle la boca rozando la mano de mi compañero y para ser más cruel le acaricié el pelo con cariño a Eduard -Pronto terminará todo.- le dije a Eduard -Mira, no, no le mentiré. Va a ser largo.- dije definitivamente.
-Aquí os espero.- le indiqué a Ettien con una pícara sonrisa. Empezó a dirigirse a la cocina llevándose con el a la doncella que se estaba empezando a despertar.
Al cabo de pocos minutos Ettien apareció con la doncella que llevaba la olla de aceite hirviendo. -Os parece madame. ¿si es Cintia le inflinge algo de daño a su señor? Claro esta que si es así la haré salir del trance para que ambos expresen sus emociones.- me propusó Ettien.
Lo miré alternativamente a él y a la doncella y miré definitivamente a mi compañero vampiro de esa noche -Por favor, estoy de acuerdo con lo que proponeís.- dije mientras en mis labios apareciá una sonrisa maliciosa a la vez terrorífica por los restos de sangre de mis labios.
-Aquí os espero.- le indiqué a Ettien con una pícara sonrisa. Empezó a dirigirse a la cocina llevándose con el a la doncella que se estaba empezando a despertar.
Al cabo de pocos minutos Ettien apareció con la doncella que llevaba la olla de aceite hirviendo. -Os parece madame. ¿si es Cintia le inflinge algo de daño a su señor? Claro esta que si es así la haré salir del trance para que ambos expresen sus emociones.- me propusó Ettien.
Lo miré alternativamente a él y a la doncella y miré definitivamente a mi compañero vampiro de esa noche -Por favor, estoy de acuerdo con lo que proponeís.- dije mientras en mis labios apareciá una sonrisa maliciosa a la vez terrorífica por los restos de sangre de mis labios.
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Re: Una noche más (+18)
Reí, me hizo mucha gracia con la actitud en la que Anna dijo que le cortaría la lengua; por un momento pude imaginarme una niña en la piel de mi compañera.
La vampira cada vez me sorprendía mas con su forma de actuar. Si cuando nos conocimos y paseábamos era ella la que estaba perpleja por mi protocolo, ahora era yo el que me dejaba entusiasmar por sus actos y por su forma de actuar.
-tenéis razón...si le cortáis la lengua ya no chillara, pero del mismo modo tampoco podrá suplicar clemencia.
Al notar el roce de la mano de Anna sobre la miá, mantuve el contacto acomodando su mano en la posición donde la tenia yo, y mientras miraba a mi compañera ella le acariciaba el pelo a Eduard dándole esperanzas y segando estas de inmediato. Me gustaba mucho ver como mi malvada compañera jugaba con la esperanza de la victima y lo torturaba a de mas de físicamente psicológiacamente.
Cuando volví de la cocina con la doncella y le propuse a Anna mi idea, la cara de Eduard se descompuso por completo al escuchar mi preposición y al ver la terrorífica sonrisa de la vampira.
Me coloque detrás de Cintia, tomándola por los hombros, acerque mis labios a su oído mientras mis manos se deslizaban por sus brazos para ayudarla a sostener el recipiente con aceite hirviendo.
Le susurre unas leves palabras en el oído.
-Cintia...ya no te encuentras bajo la influencia que te atrae hacia mi ser.
Dicho esto la doncella comenzó a temblar emitiendo sonidos de pánico sin llegar a chillar; miro a su señor de arriba abajo, viendo los cortes y la sangre, no se atrevió a mirar a Anna aunque al parecer algo le obligo a hacerlo, quizás la simple presencia de mi compañera ya influía sobre la doncella.
Al verla quiso entonar un alarido de terror, pero me rapideza se le adelanto; mi mano izquierda cogió su cuello evitando que saliera el sonido. Mi rostro aun se encontraba cerca del suyo y volví ha hablarle, esta vez en voz baja pero audible para todos los presentes.
-tch,tch,tch...shhh; veréis....si vos doncella hacéis lo que se os dice...quizás podáis vivir,(mire a Anna, con una mirada que denotaba que estaba mintiendo a la doncella) todo depende del entusiasmo con lo que lo hagáis. Por el contrario sin no estáis dispuesta ha hacer lo que se os dice...bueno... la tortura sera muchísimo peor.
El llanto de Cintia broto al terminar mis palabras, unos intentos de articular palabras surgían de su boca, como no llego a entonar ninguna palabra le dije:
-si queréis hacerlo...tan solo asentar con la cabeza, si es lo contrario ateneros a las consecuencias
Cintia, tras unos segundo dijo si con un movimiento muy tímido de su cabeza.
-bien... dentro del recipiente que tenéis en las manos hay un liquido (mire a mi compañera) madame Ferro y yo, queremos que lo vaciéis lentamente sobre la heridas que vuestro señor tiene en el abdomen. Ahora os voy a soltar para que lo hagáis sola, tener presente que es imposible que escapéis.
Mientras Cintia entre sollozos se armaba de valor para realizar tal acción, yo me desanude la corbata la cual estaba ensangrentada,, cogi el cuchillo de filo, me coloque justo al lado de mi compañera. Cogi la mano de Anna que tapaba la boca de Eduard, antes de que este entonara algún sonido introduje mi corbata en su boca. Clave una mirada asesina a Cintia y esta dejo caer aceite hirviendo sobre las heridas de su señor; los gritos ahogados por la corbata eran terribles, estos se mezclaban con el llanto de la doncella.
Coloque el cuchillo de filo en la mano que había tomado de Anna, cerrando su mano sobre este; coloque la miá sobre la suya y guié a mi compañera hasta el brazo derecho de Eduard. Hice que mi mano dirigiese la de la vampira con unos movimientos sutiles y delicados, haciendo que el utensilio afilado de cocina se deslizara por la piel de nuestra victima cortándola y abriéndola para dejar salir su sangre al exterior. Mire a mi compañera con expresión placentera, mientras la presa gritaba inutilmente.
-¿con vuestro permiso Madame?
Pregunte después de haberla cogido de la mano y haberme colocado justo al lado de ella.
En ese momento volvió a escucharse el grito que indicaba que de nuevo el aceite había bañado a mesié Williamson
La vampira cada vez me sorprendía mas con su forma de actuar. Si cuando nos conocimos y paseábamos era ella la que estaba perpleja por mi protocolo, ahora era yo el que me dejaba entusiasmar por sus actos y por su forma de actuar.
-tenéis razón...si le cortáis la lengua ya no chillara, pero del mismo modo tampoco podrá suplicar clemencia.
Al notar el roce de la mano de Anna sobre la miá, mantuve el contacto acomodando su mano en la posición donde la tenia yo, y mientras miraba a mi compañera ella le acariciaba el pelo a Eduard dándole esperanzas y segando estas de inmediato. Me gustaba mucho ver como mi malvada compañera jugaba con la esperanza de la victima y lo torturaba a de mas de físicamente psicológiacamente.
Cuando volví de la cocina con la doncella y le propuse a Anna mi idea, la cara de Eduard se descompuso por completo al escuchar mi preposición y al ver la terrorífica sonrisa de la vampira.
Me coloque detrás de Cintia, tomándola por los hombros, acerque mis labios a su oído mientras mis manos se deslizaban por sus brazos para ayudarla a sostener el recipiente con aceite hirviendo.
Le susurre unas leves palabras en el oído.
-Cintia...ya no te encuentras bajo la influencia que te atrae hacia mi ser.
Dicho esto la doncella comenzó a temblar emitiendo sonidos de pánico sin llegar a chillar; miro a su señor de arriba abajo, viendo los cortes y la sangre, no se atrevió a mirar a Anna aunque al parecer algo le obligo a hacerlo, quizás la simple presencia de mi compañera ya influía sobre la doncella.
Al verla quiso entonar un alarido de terror, pero me rapideza se le adelanto; mi mano izquierda cogió su cuello evitando que saliera el sonido. Mi rostro aun se encontraba cerca del suyo y volví ha hablarle, esta vez en voz baja pero audible para todos los presentes.
-tch,tch,tch...shhh; veréis....si vos doncella hacéis lo que se os dice...quizás podáis vivir,(mire a Anna, con una mirada que denotaba que estaba mintiendo a la doncella) todo depende del entusiasmo con lo que lo hagáis. Por el contrario sin no estáis dispuesta ha hacer lo que se os dice...bueno... la tortura sera muchísimo peor.
El llanto de Cintia broto al terminar mis palabras, unos intentos de articular palabras surgían de su boca, como no llego a entonar ninguna palabra le dije:
-si queréis hacerlo...tan solo asentar con la cabeza, si es lo contrario ateneros a las consecuencias
Cintia, tras unos segundo dijo si con un movimiento muy tímido de su cabeza.
-bien... dentro del recipiente que tenéis en las manos hay un liquido (mire a mi compañera) madame Ferro y yo, queremos que lo vaciéis lentamente sobre la heridas que vuestro señor tiene en el abdomen. Ahora os voy a soltar para que lo hagáis sola, tener presente que es imposible que escapéis.
Mientras Cintia entre sollozos se armaba de valor para realizar tal acción, yo me desanude la corbata la cual estaba ensangrentada,, cogi el cuchillo de filo, me coloque justo al lado de mi compañera. Cogi la mano de Anna que tapaba la boca de Eduard, antes de que este entonara algún sonido introduje mi corbata en su boca. Clave una mirada asesina a Cintia y esta dejo caer aceite hirviendo sobre las heridas de su señor; los gritos ahogados por la corbata eran terribles, estos se mezclaban con el llanto de la doncella.
Coloque el cuchillo de filo en la mano que había tomado de Anna, cerrando su mano sobre este; coloque la miá sobre la suya y guié a mi compañera hasta el brazo derecho de Eduard. Hice que mi mano dirigiese la de la vampira con unos movimientos sutiles y delicados, haciendo que el utensilio afilado de cocina se deslizara por la piel de nuestra victima cortándola y abriéndola para dejar salir su sangre al exterior. Mire a mi compañera con expresión placentera, mientras la presa gritaba inutilmente.
-¿con vuestro permiso Madame?
Pregunte después de haberla cogido de la mano y haberme colocado justo al lado de ella.
En ese momento volvió a escucharse el grito que indicaba que de nuevo el aceite había bañado a mesié Williamson
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Re: Una noche más (+18)
Después de derramar el aceite sobre las heridas de su señor, el olor para un humano era insoportable, Cintia se agachó y vomitó tal vez porque el olor se posara en su paladar -Un momento Mesié.- le indiqué a Ettien.
Me acerqué a Cintia como la madre que una vez llegué a ser pero en este caso, malvada. La tome de lado posando mis brazos en sus hombros -Shhh, tranquila Cintia, lo habéis hecho muy bien. Ven vamos al salón.- dije guiándola hasta un sillón cercano pero de espaldas para que no pudiera ver la escena -Siéntate, aún estaremos con tu señor un ratito más y al haberlo hecho tan bien tu muerte será rápida.- le conté con una sonrisa en mis labios tranquilizadora -No puedes huir, vamos estar pendiente de tus actos en todo momento ¿me has entendido?- le comenté y me asintió con la cabeza a su pregunta.
La besé en la frente y volví junto a Eduard y Ettien -¿Por dónde íbamos? ¡Ah, sí! ¿Qué quiere hacer con mi permiso Mesié Lacroix?- le pregunté eligió el cuchillo de sierra para mi próxima tortura pero a la espera de que quería hacer mi compañero de esa noche.
Me acerqué a Cintia como la madre que una vez llegué a ser pero en este caso, malvada. La tome de lado posando mis brazos en sus hombros -Shhh, tranquila Cintia, lo habéis hecho muy bien. Ven vamos al salón.- dije guiándola hasta un sillón cercano pero de espaldas para que no pudiera ver la escena -Siéntate, aún estaremos con tu señor un ratito más y al haberlo hecho tan bien tu muerte será rápida.- le conté con una sonrisa en mis labios tranquilizadora -No puedes huir, vamos estar pendiente de tus actos en todo momento ¿me has entendido?- le comenté y me asintió con la cabeza a su pregunta.
La besé en la frente y volví junto a Eduard y Ettien -¿Por dónde íbamos? ¡Ah, sí! ¿Qué quiere hacer con mi permiso Mesié Lacroix?- le pregunté eligió el cuchillo de sierra para mi próxima tortura pero a la espera de que quería hacer mi compañero de esa noche.
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Re: Una noche más (+18)
Anna guiaba a la doncella hasta el sofá, a la cual le decía lo bien que lo había echo y que sus acciones serian recompensadas con una muerte rápida. Aun diciéndole esto, era la presencia de la vampiro tan influyente que Cintia se limito a asentir con la cabeza y a sentarse de espaldas a nosotros esperando que acabáramos con su señor.
Mi compañera regreso hacia mi al compás de los gritos ahogados y ya bastante débiles de Eduard y el sollozo de la doncella; el crepitar del fuego de la chimenea actuaba de sonido de fondo.
Alargue mi mano izquierda ofreciéndosela a Anna para que la tomara.
-mademoiselle… ¿me permitís que os tome de la mano?
Dije educadamente mientras con la mano derecha sostenía el cuchillo de sierra. Dicha mano la coloque tras mi espalda para que el porte de caballero al preguntar a Anna fuera de una estética perfecta.
Los lamentos de mesié Williamson, proseguían… a decir verdad se hombre tenia bastante aguante, cualquier otro humano ya hubiera quedado inconsciente. Para mi era mejor así pues después de la insolencia con la que me hablo no quería que quedara en el estado de inconciencia, de esta manera podríamos alargar su sufrimiento y nuestros juegos aun mas
Mi compañera regreso hacia mi al compás de los gritos ahogados y ya bastante débiles de Eduard y el sollozo de la doncella; el crepitar del fuego de la chimenea actuaba de sonido de fondo.
Alargue mi mano izquierda ofreciéndosela a Anna para que la tomara.
-mademoiselle… ¿me permitís que os tome de la mano?
Dije educadamente mientras con la mano derecha sostenía el cuchillo de sierra. Dicha mano la coloque tras mi espalda para que el porte de caballero al preguntar a Anna fuera de una estética perfecta.
Los lamentos de mesié Williamson, proseguían… a decir verdad se hombre tenia bastante aguante, cualquier otro humano ya hubiera quedado inconsciente. Para mi era mejor así pues después de la insolencia con la que me hablo no quería que quedara en el estado de inconciencia, de esta manera podríamos alargar su sufrimiento y nuestros juegos aun mas
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Re: Una noche más (+18)
OFF: Uy, no me había dado cuenta de mi error en sintáxis. Queria poner que había cogido yo el cuchillo. Bueno, si no te importa seguimos que lo has cogido tú
Los lamentos y súplicos de Eduard era como música para mis oídos. Ettien me pidió permiso para tomar mi mano, lo miré unos instantes observando el perfecto porte que me presentaba como caballero. No pude resistirme. Me acerqué a él esquivando el reciente estropicio que había provocado la doncella y me coloqué más cerca del vampiro que me estaba teniendo fascinada esa noche.
-Por supuesto que puede.- le dije mientras extendía mi mano sobre la suya con delicadeza. Eduard observaba con su mirada cada uno de nuestros movimientos intentando adivinar cual sería nuestro próximo movimiento.
Eduard intentó deshacerse de la mano que le tapaba la boca de Ettien. Observé ese movimiento atravesándole con la mirada. Con mi otra mano dirigí mi dedo índice hacia una de sus heridas que le había producido momentos antes sobre abdomen y que Cintia roció con el aceite hirviendo. Introducí sólo la punta en una de las heridas -Cuanto menos os intentéis liberar más rápido será.- le mentí.
Volví mi mirada de nuevo a Monseur Lacroix -Disculpe.- le dije por desviar mi atención sobre él.
-Por supuesto que puede.- le dije mientras extendía mi mano sobre la suya con delicadeza. Eduard observaba con su mirada cada uno de nuestros movimientos intentando adivinar cual sería nuestro próximo movimiento.
Eduard intentó deshacerse de la mano que le tapaba la boca de Ettien. Observé ese movimiento atravesándole con la mirada. Con mi otra mano dirigí mi dedo índice hacia una de sus heridas que le había producido momentos antes sobre abdomen y que Cintia roció con el aceite hirviendo. Introducí sólo la punta en una de las heridas -Cuanto menos os intentéis liberar más rápido será.- le mentí.
Volví mi mirada de nuevo a Monseur Lacroix -Disculpe.- le dije por desviar mi atención sobre él.
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Re: Una noche más (+18)
Tome la mano de Anna con suma delicadeza, le acompañe el movimiento acercándola un tanto hacia mí. Eduard, incluso estando en las ultimas seguía testarudo con sus movimientos; fue mi compañera la que detuvo sus ansias de moverse al introducir, tan sola lo punta de uno de sus dedos en una de las heridas del abdomen. El grito de Eduard se ahogo en el trozo de tela que le coloque en el interior de la boca. Mire a mi compañera mientras le volvía dar esperanzas al mesié, esperanzas de que si se comportaba todo iría más rápido, supe que Anna mentía.
La vampira volvió la mirada hacia mí
.oh! por favor no hay nada que disculpar, habéis echo lo correcto
Sonreí; aun tomándola de la mano la guié alrededor del cuerpo de nuestra victima evitando el estropicio de la doncella y colocándome al lado de la cabeza de Eduard.
Mientras nos colocábamos en esta posición dije:
-veréis mademoiselle, he deciros que me siento fascinado por vos y por vuestros actos; al igual que debo confesaros que he quedado maravillado con vuestra interpretacion de humana…quiero decir cualquiera que os vea por la calle pensaría que sois humana de verdad. Es... el como manejáis vuestras dos caras, la humana y la real, la vampira que sois, ese manejo perfecto de vuestras dos identidades es lo que mas me llama la atención de vos. Eso; y que si me permitís el atrevimiento… considero que vuestra belleza es realmente hermosa.
La mire al decir la ultima frase, mientras mi mano libre que portaba el cuchillo, coloco este sobre el hombro del humano; mi otra mano que sostenía la de Anna, coloco la mano de esta sobre mi mano que aguantaba el cuchillo, quedando su mano entre las mías. Tras unos segundos y después de escuchar los gemidos de Eduard y su respiración acelerada por notar el cuchillo sobre su hombro; presione sobre su carne clavando lo largo del utensilio de cocina, una sonrisa maléfica aprecio en mi al escuchar el grito, luego eche el conjunto de manos hacia atrás para desgarrar e infligir un nuevo corte en nuestra victima, la sangre broto y mis ojos ya rojos adquirieron un tono mas oscuro.
Practique el mismo movimiento guiando a Anna a lo largo del brazo del humano, finalmente llegamos a su mano libre ya que en la otra la vampira clavo el utensilio de hierro afilado.
Mire a mi compañera sin necesidad de esconder mis colmillos y mis ojos rojos, la sangre de antes aun manchaba mis labios, parte de mi mentón, algo de mi cuello y mi chaqueta
-es mi segunda noche en Paris y doy las gracias por haberos conocido, pues mi primera noche fue muy aburrida, espero volver a repetir velada con vos mademoiselle
La vampira volvió la mirada hacia mí
.oh! por favor no hay nada que disculpar, habéis echo lo correcto
Sonreí; aun tomándola de la mano la guié alrededor del cuerpo de nuestra victima evitando el estropicio de la doncella y colocándome al lado de la cabeza de Eduard.
Mientras nos colocábamos en esta posición dije:
-veréis mademoiselle, he deciros que me siento fascinado por vos y por vuestros actos; al igual que debo confesaros que he quedado maravillado con vuestra interpretacion de humana…quiero decir cualquiera que os vea por la calle pensaría que sois humana de verdad. Es... el como manejáis vuestras dos caras, la humana y la real, la vampira que sois, ese manejo perfecto de vuestras dos identidades es lo que mas me llama la atención de vos. Eso; y que si me permitís el atrevimiento… considero que vuestra belleza es realmente hermosa.
La mire al decir la ultima frase, mientras mi mano libre que portaba el cuchillo, coloco este sobre el hombro del humano; mi otra mano que sostenía la de Anna, coloco la mano de esta sobre mi mano que aguantaba el cuchillo, quedando su mano entre las mías. Tras unos segundos y después de escuchar los gemidos de Eduard y su respiración acelerada por notar el cuchillo sobre su hombro; presione sobre su carne clavando lo largo del utensilio de cocina, una sonrisa maléfica aprecio en mi al escuchar el grito, luego eche el conjunto de manos hacia atrás para desgarrar e infligir un nuevo corte en nuestra victima, la sangre broto y mis ojos ya rojos adquirieron un tono mas oscuro.
Practique el mismo movimiento guiando a Anna a lo largo del brazo del humano, finalmente llegamos a su mano libre ya que en la otra la vampira clavo el utensilio de hierro afilado.
Mire a mi compañera sin necesidad de esconder mis colmillos y mis ojos rojos, la sangre de antes aun manchaba mis labios, parte de mi mentón, algo de mi cuello y mi chaqueta
-es mi segunda noche en Paris y doy las gracias por haberos conocido, pues mi primera noche fue muy aburrida, espero volver a repetir velada con vos mademoiselle
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Re: Una noche más (+18)
Me dejé guiar por Ettien colocándome a lo largo del brazo de Eduard ignorando sus lamentos y pendiente de cada movimiento que hiciera la doncella de la habitación contigua. Ettien empezó a aludarme -Mesié Lacroix, si pudieran mis mejillas estarian ahora de un color sonrojado por sus palabras alabando mi belleza. confesé con una nerviosa sonrisa -Tan sólo aprovecho mi talento para engañar a mis víctimas. También debo felicitaros por vuestra interpretación, Mesié.- le dije mirándole a los ojos a pocos centímetros de su rostro.
Ettien tenía su mano sobre la mía sujetando el cuchillo y con la otra sujetaba el hombro de Eduard empezando a guiarme haciéndole un corté a lo largo del brazo del humano empezando a ver como brotaba la sangre. Debía reconocer que aquello hacia que me excitará enormemente, tal vez por el olor de la sangre o por la tortura que le infligiamos al egocéntrico hombre, o tal vez por encontrar esa noche un compañero de batallinas como Ettien -Mesié, me tenéis fascinada. Siento ser atrevida pero podrías hacer conmigo lo que quisierais.- confesé evitando mirarle.
Ettien tenía su mano sobre la mía sujetando el cuchillo y con la otra sujetaba el hombro de Eduard empezando a guiarme haciéndole un corté a lo largo del brazo del humano empezando a ver como brotaba la sangre. Debía reconocer que aquello hacia que me excitará enormemente, tal vez por el olor de la sangre o por la tortura que le infligiamos al egocéntrico hombre, o tal vez por encontrar esa noche un compañero de batallinas como Ettien -Mesié, me tenéis fascinada. Siento ser atrevida pero podrías hacer conmigo lo que quisierais.- confesé evitando mirarle.
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Re: Una noche más (+18)
La conversación entre Anna y yo fluía independientemente del dolor y los gritos de Eduard. La vampira desviaba sutilmente su mirada hacia la doncella, con el fin de tenerla vigilada, aunque esta creo que estaba demasiado asustada para intentar cualquier movimiento, agudice mi oído y supe que rezaba en voz baja mientras lloraba.
Sonreí al escuchar el comentario de Anna sobre sus mejillas y respondí a su dialogo.
-pues en ese caso he de deciros que tenéis un gran talento...gracias por felicitar mi interpretación
la mirada de Anna a pocos centímetros de mi rostro, despertó algo nuevo en mi esa noche; el ritmo de mis movimientos tomando la mano de la vampira y realizando cortes al mortal, eran como un a coreografiá perfectamente ensayada, y al parecer a mi compañera le estaba gustando igual o mas que a mi.
Nos detuvimos a la altura de su mano, el cuerpo de Anna y el mio prácticamente se rozaban el uno con el otro debido a la posición de nuestras manos sobre el cuchillo. Mi compañera desvió su mirada hacia otro lado evitando mirarme fijamente, tras esto se dirigió a mi:
-Mesié, me tenéis fascinada. Siento ser atrevida pero podrías hacer conmigo lo que quisierais
al oír su confesión, guié mi mano derecha hacia su rostro tomándole sutilmente con mis dedos la barbilla, lentamente moví su rostro hasta que este quedo enfrente del mio; mis ojos rojos miraban directamente a los suyos color carmesí. Con una velocidad sobrehumana, con mi mano izquierda clave el cuchillo en la mesa atravesando la mano de el engreído y maleducado mortal, este lanzo un gran chillido y al parecer quedo inconsciente debido al dolor y a la sangre que había perdido durante todo el proceso de tortura; fue tan rápido que apenas paso un segundo.
-para nada os considero atrevida mademoiselle Anna...me preguntaba si podria...
aun tomándola de su angular y estilizada barbilla, acerque mi rostro al suyo; mis labios buscaban los suyos en un movimiento de acercamiento lento.
Sonreí al escuchar el comentario de Anna sobre sus mejillas y respondí a su dialogo.
-pues en ese caso he de deciros que tenéis un gran talento...gracias por felicitar mi interpretación
la mirada de Anna a pocos centímetros de mi rostro, despertó algo nuevo en mi esa noche; el ritmo de mis movimientos tomando la mano de la vampira y realizando cortes al mortal, eran como un a coreografiá perfectamente ensayada, y al parecer a mi compañera le estaba gustando igual o mas que a mi.
Nos detuvimos a la altura de su mano, el cuerpo de Anna y el mio prácticamente se rozaban el uno con el otro debido a la posición de nuestras manos sobre el cuchillo. Mi compañera desvió su mirada hacia otro lado evitando mirarme fijamente, tras esto se dirigió a mi:
-Mesié, me tenéis fascinada. Siento ser atrevida pero podrías hacer conmigo lo que quisierais
al oír su confesión, guié mi mano derecha hacia su rostro tomándole sutilmente con mis dedos la barbilla, lentamente moví su rostro hasta que este quedo enfrente del mio; mis ojos rojos miraban directamente a los suyos color carmesí. Con una velocidad sobrehumana, con mi mano izquierda clave el cuchillo en la mesa atravesando la mano de el engreído y maleducado mortal, este lanzo un gran chillido y al parecer quedo inconsciente debido al dolor y a la sangre que había perdido durante todo el proceso de tortura; fue tan rápido que apenas paso un segundo.
-para nada os considero atrevida mademoiselle Anna...me preguntaba si podria...
aun tomándola de su angular y estilizada barbilla, acerque mi rostro al suyo; mis labios buscaban los suyos en un movimiento de acercamiento lento.
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Re: Una noche más (+18)
Noté la mano de Ettien ligeramente bajo mi barbilla manchada de sangre obligándole a girar mi rostro para quedar mirándole a aquellos ojos rojos como la sangre. Sin perder la vista de su profunda mirada, Ettien clavó el cuchillo en la palma de la mano de el insolente Eduard haciendo que gritara de dolor y al poco desmayándose por la pérdida de sangre. Si su sangre seguía brotando de sus heridas a esa velocidad moriría dentro de poco, algo que en ese momento no me importaba al no dejar de mirarle.
Me dijo que no le parecía atrevida y se preguntaba si podría sin llegar a acabar su frase. Vi como empezó a acercar sus labios a los míos, miles de pensamientos me pasaron por la cabeza, sentimientos hacia mi creador pero decidí borrarlos, vivir el momento.
-Claro que podéis. Os lo ruego mejor dicho.- dije para que acelerada su acercamiento a mí para poder notar finalmente sus fríos labios contra los míos.
Me dijo que no le parecía atrevida y se preguntaba si podría sin llegar a acabar su frase. Vi como empezó a acercar sus labios a los míos, miles de pensamientos me pasaron por la cabeza, sentimientos hacia mi creador pero decidí borrarlos, vivir el momento.
-Claro que podéis. Os lo ruego mejor dicho.- dije para que acelerada su acercamiento a mí para poder notar finalmente sus fríos labios contra los míos.
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Re: Una noche más (+18)
El olor a sangre llenaba mi sentido del olfato, como estaba disfrutando la noche junto con Anna, habiendo asesinado a Clarice, torturando a Eduard y destrozando la cabecita de la doncella psicológicamente.
El rostro de Anna frente al mió a escasos centímetros; sus palabras fueron un impulso hacia mi. Con delicadeza junte sus carnosos labios junto con los míos, la sensación de besar a Anna me produjo una satisfacción placentera sin igual; mi mano derecha se desplazo por su mejilla izquierda acariciando dicha parte de su cuerpo, para acabar acunando su rostro. Mi mano izquierda la tomo por la parte trasera de su cintura acercando su cuerpo al mió. Retire parte de mis incisivos, dejándolos a la mitad de su tamaño real, juguete con mis labios sobre los suyos. El dedo pulgar de mi mano derecha acariciaba su mejilla izquierda, note el sabor de la sangre que le cubría sus hermosos labios. Y mis incisivos crecieron algo más; mi lengua rozo sus colmillos, lo que me produjo una satisfacción enorme.
Sin dejar de besarla, mi mano derecha la tomo por detrás de sus rodillas alzándola de modo que mis brazos la acunaron, seguí jugueteando con su labios; mientras comencé a avanzar hacia el sofá donde se encontraba la doncella, mis labios se separaron de los suyos siguiendo el reguero de sangre que le caía por su estilizada barbilla hacia su cuello donde mis besos en esa parte de su cuerpo se multiplicaron, saboreándola a ella y a la sangre fresca que le quedaba de nuestras victimas
El rostro de Anna frente al mió a escasos centímetros; sus palabras fueron un impulso hacia mi. Con delicadeza junte sus carnosos labios junto con los míos, la sensación de besar a Anna me produjo una satisfacción placentera sin igual; mi mano derecha se desplazo por su mejilla izquierda acariciando dicha parte de su cuerpo, para acabar acunando su rostro. Mi mano izquierda la tomo por la parte trasera de su cintura acercando su cuerpo al mió. Retire parte de mis incisivos, dejándolos a la mitad de su tamaño real, juguete con mis labios sobre los suyos. El dedo pulgar de mi mano derecha acariciaba su mejilla izquierda, note el sabor de la sangre que le cubría sus hermosos labios. Y mis incisivos crecieron algo más; mi lengua rozo sus colmillos, lo que me produjo una satisfacción enorme.
Sin dejar de besarla, mi mano derecha la tomo por detrás de sus rodillas alzándola de modo que mis brazos la acunaron, seguí jugueteando con su labios; mientras comencé a avanzar hacia el sofá donde se encontraba la doncella, mis labios se separaron de los suyos siguiendo el reguero de sangre que le caía por su estilizada barbilla hacia su cuello donde mis besos en esa parte de su cuerpo se multiplicaron, saboreándola a ella y a la sangre fresca que le quedaba de nuestras victimas
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Re: Una noche más (+18)
Mis palabras fueron el impulso no tan necesario para notar los labios de Ettien sobre los míos cerrando los ojos instintivamente. Noté su mano acariciar mi mejilla y la otra abrazar la parte trasera de mi cintura haciendo que acercará mi cuerpo al suyo. Deslicé una de mis manos por debajo de su brazo abrazando su espalda y la otra apoyándola en su pecho.
Sus besos sabían a los restos de la sangre de Clarice, esa sabor metálico mezclado con hierbas medicinales. Mi boca se abría y entrecerraba al compás del beso de Ettien notando como sus incisivos volvían a crecer después de reducir su tamaño, algo que hizo que aumentara la intesidad de aquel beso.
Sin dejar de besarme, Ettien me cogió en volandas y me llevó hasta el sofá donde estaba la doncella que quedó petrificada al ver la escena y continuó rezando más insistente y con voz más alta, aquellos rezos me producian dolor de cabeza.
Al sentir como Ettien separaba sus labios de los míos abrí los ojos que estaban de color rojo gracias al vampiro. Sentí sus labios besar el recorrido de sangre que tenía en mi barbillla y cuello cerrando de nuevo los ojos, mi respiración empezaba a tornarse entrecortada. Mis brazos abrazaban la espalda del vampiro. Había decidido dejarme llevar y así lo estaba haciendo.
Con delicadeza, cogí de la nuca a Ettien e hice que dejará de besarme el cuello, lo miré con mis ojos rojos y enseñándole los incisivos. Acerqué sus labios a los míos casi con desesperación empezando a besarle apasionadamente deslizando poco a poco mi lengua en busca de la suya.
Sus besos sabían a los restos de la sangre de Clarice, esa sabor metálico mezclado con hierbas medicinales. Mi boca se abría y entrecerraba al compás del beso de Ettien notando como sus incisivos volvían a crecer después de reducir su tamaño, algo que hizo que aumentara la intesidad de aquel beso.
Sin dejar de besarme, Ettien me cogió en volandas y me llevó hasta el sofá donde estaba la doncella que quedó petrificada al ver la escena y continuó rezando más insistente y con voz más alta, aquellos rezos me producian dolor de cabeza.
Al sentir como Ettien separaba sus labios de los míos abrí los ojos que estaban de color rojo gracias al vampiro. Sentí sus labios besar el recorrido de sangre que tenía en mi barbillla y cuello cerrando de nuevo los ojos, mi respiración empezaba a tornarse entrecortada. Mis brazos abrazaban la espalda del vampiro. Había decidido dejarme llevar y así lo estaba haciendo.
Con delicadeza, cogí de la nuca a Ettien e hice que dejará de besarme el cuello, lo miré con mis ojos rojos y enseñándole los incisivos. Acerqué sus labios a los míos casi con desesperación empezando a besarle apasionadamente deslizando poco a poco mi lengua en busca de la suya.
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Re: Una noche más (+18)
Anna y yo nos encontrábamos en el sofá de la familia Williamson. Ella semí recostada entre el respaldo y el apoya brazos, yo prácticamente de rodillas en el suelo y recostado sobre ella sosteniendo mi peso con mis brazos que se apoyaban en el respaldo y el apoyabrazos.
Los rezos de la doncella se elevaron al ver la escena, cosa que me molestaba enormemente.
Note las manos de Anna corretear por mi espalda al mismos tiempo que yo recorría su cuello besándola con dulzura y lamiendo los restos de sangre, he de reconocer que en ocasiones mi lengua se paseaba por su piel aun sin encontrar sangre.
La respiración entrecortada de la vampira motivo mis actos y al parecer los suyos, pues note como sus manos tomaban mi nuca y alzaban mi vista; me encontré sus ojos de un rojo tan intenso y brillante como no había visto, me mostró sus incisivos lo que me excito placenteramente, con lo cual yo le mostré los míos emitiendo un sonido de placer mirándola fijamente. Ella acerco sus labios hacia los míos con total rapidez, su lengua encontró la mía, ambas juguetearon entre nuestro incisivos.
Mis rodillas tocaron el suelo sosteniendo todo el peso de mi cuerpo, lo cual me permitió tener mis manos libres que se posaron en el rostro de Anna acariciándolo, luego pasaron a su cuello, jugueteaban con el imitando los movimientos de la vampira, luego deslice las manos por su escote, suavemente y muy despacio, mientras nuestras lenguas seguían intercambiándose posiciones en el interior de nuestras bocas. Mis manos llegaron a sus pechos, las cuales los tomaron y masajearon tiernamente.
El rezo de Cintia era casi un suplicio para mis oídos, no dejaba de recitar versos bíblicos, actué de forma instintiva y sin miramiento hacia la doncella. Aprovechando que se encontraba justo al lado nuestro, alargue mi brazo izquierdo tomando su muñeca y con un tirón seguido de un chillido de dolor por parte de ella, coloque el antebrazo de la doncella cerca de nuestros rostros, nuestro beso seguía con ímpetu; la miserable humana intento escapar pero mi fuerza era mucho mas superior a la de ella. Separe mis labios de los de Anna mirándola fijamente con placer, coloque el brazo de Cintia entre nuestros rostros con un movimiento lento, el lloro de la joven doncella y sus suplicas me dejo indiferente, el momento era mió y de Anna. Calve mis colmillos en la carne del brazo y succione con fuerza, un reguero de sangre cayo sobre los pechos de Anna, deje que la vampiro tomara el control del brazo y baje la parte superior de su vestido, acerque mi rostro a sus hermosos senos y lamí estos, que estaban bañados en sangre de la joven, que no dejaba de chillar y de llorar
Los rezos de la doncella se elevaron al ver la escena, cosa que me molestaba enormemente.
Note las manos de Anna corretear por mi espalda al mismos tiempo que yo recorría su cuello besándola con dulzura y lamiendo los restos de sangre, he de reconocer que en ocasiones mi lengua se paseaba por su piel aun sin encontrar sangre.
La respiración entrecortada de la vampira motivo mis actos y al parecer los suyos, pues note como sus manos tomaban mi nuca y alzaban mi vista; me encontré sus ojos de un rojo tan intenso y brillante como no había visto, me mostró sus incisivos lo que me excito placenteramente, con lo cual yo le mostré los míos emitiendo un sonido de placer mirándola fijamente. Ella acerco sus labios hacia los míos con total rapidez, su lengua encontró la mía, ambas juguetearon entre nuestro incisivos.
Mis rodillas tocaron el suelo sosteniendo todo el peso de mi cuerpo, lo cual me permitió tener mis manos libres que se posaron en el rostro de Anna acariciándolo, luego pasaron a su cuello, jugueteaban con el imitando los movimientos de la vampira, luego deslice las manos por su escote, suavemente y muy despacio, mientras nuestras lenguas seguían intercambiándose posiciones en el interior de nuestras bocas. Mis manos llegaron a sus pechos, las cuales los tomaron y masajearon tiernamente.
El rezo de Cintia era casi un suplicio para mis oídos, no dejaba de recitar versos bíblicos, actué de forma instintiva y sin miramiento hacia la doncella. Aprovechando que se encontraba justo al lado nuestro, alargue mi brazo izquierdo tomando su muñeca y con un tirón seguido de un chillido de dolor por parte de ella, coloque el antebrazo de la doncella cerca de nuestros rostros, nuestro beso seguía con ímpetu; la miserable humana intento escapar pero mi fuerza era mucho mas superior a la de ella. Separe mis labios de los de Anna mirándola fijamente con placer, coloque el brazo de Cintia entre nuestros rostros con un movimiento lento, el lloro de la joven doncella y sus suplicas me dejo indiferente, el momento era mió y de Anna. Calve mis colmillos en la carne del brazo y succione con fuerza, un reguero de sangre cayo sobre los pechos de Anna, deje que la vampiro tomara el control del brazo y baje la parte superior de su vestido, acerque mi rostro a sus hermosos senos y lamí estos, que estaban bañados en sangre de la joven, que no dejaba de chillar y de llorar
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Re: Una noche más (+18)
Nuestras lenguas se encontraron en aquel momento de frenesí rozando los incisivos de Ettien ocasionalmente. Aquel frenesí no me permitió sentir las manos del vampiro recorrer mis mejillas, cuello hasta llegar a mi escote donde se detuvo masajeándome mis pechos.
Los rezos de la doncella eran taladrantes y frustrantes. Noté como Ettien la agarró del brazo y tiró de ella hacia nosotros, está soltó un grito inútil. Nuestros labios se separaron y el vampiro mordió el brazo de la humana deslizandosé un reguero de sangre por mi escote. Tome la muñeca y empecé a beber, el sabor de la sangre de esa doncella era muy parecido al de Clarice sólo que está tenía también un ligero sabor afrutado, tal vez por la fruta que hubiera tomado para cenar.
Solté de inmediato la muñeca de la doncella al sentir que Ettien se había deshacido de la parte superior de mi vestido. Aquello hizo que le obligará a separarse de mí empujándole ligeramente -Parad.- dije y me llevé una mano a la frente. La doncella se levantó y empezó a gritar cogiendo una punta que había junto a la chimenea. Sus gritos me resultaban ahora desquiciantes -¡Quieres callarte!- le grité a la doncella evidentemente enfadada con ella.
Sus gritos no cesaron y con velocidad vampírica me situé tras ella y le rompí el cuello dejando caer su cuerpo al suelo. Miré unos instantes a Ettien y volví a subirme la parte de arriba del vestido sin saber que decirle.
Los rezos de la doncella eran taladrantes y frustrantes. Noté como Ettien la agarró del brazo y tiró de ella hacia nosotros, está soltó un grito inútil. Nuestros labios se separaron y el vampiro mordió el brazo de la humana deslizandosé un reguero de sangre por mi escote. Tome la muñeca y empecé a beber, el sabor de la sangre de esa doncella era muy parecido al de Clarice sólo que está tenía también un ligero sabor afrutado, tal vez por la fruta que hubiera tomado para cenar.
Solté de inmediato la muñeca de la doncella al sentir que Ettien se había deshacido de la parte superior de mi vestido. Aquello hizo que le obligará a separarse de mí empujándole ligeramente -Parad.- dije y me llevé una mano a la frente. La doncella se levantó y empezó a gritar cogiendo una punta que había junto a la chimenea. Sus gritos me resultaban ahora desquiciantes -¡Quieres callarte!- le grité a la doncella evidentemente enfadada con ella.
Sus gritos no cesaron y con velocidad vampírica me situé tras ella y le rompí el cuello dejando caer su cuerpo al suelo. Miré unos instantes a Ettien y volví a subirme la parte de arriba del vestido sin saber que decirle.
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Re: Una noche más (+18)
Note el empujón de Anna, el cual me retiro de su costado, en ese preciso instante supe que mis actos fueron demasiado lejos, quizás no me hubiese tenido que realizar mis ultimas acciones, respete educadamente la distancia que mi compañera puso entre nosotros. Me coloque de pie y aunque mis ropas estaban bastante manchadas de sangre las acomode de nuevo a mi cuerpo.
Al parecer Anna se encontraba muy irritada por los gritos de la doncella, sinceramente yo no me di ni cuenta que correteaba por la estancia chillando. Tan solo pensaba en mi error al propasarme con mi compañera, lo que si que vi fue como la vampira se coloco detrás de Cintia, agarro su cara con las dos manos y con un solo movimiento le partió el cuello, la doncella cayo a plomo al suelo justo a los pies de la vampira, esta puso su mirada en mi y se coloco la parte superior del vestido.
Elimine mis ojos rojos y retire mis incisivos, mire a Anna con cara de circunstancias, me acerque a ella con paso firme.
-mademoiselle...
dije ofreciéndole una reverencia con la cabeza
-...ruego disculpéis mi comportamiento, no he obrado como debía y me he dejado llevar por el momento y por la situación. Estáis en vuestro derecho de no dirigirme la palabra, pero quiero que sepáis que no quisiera que nuestra velada terminara de esta forma, si me dais la oportunidad de enmendar mi error...así lo haré.
Mire fijamente a Anna esperando su respuesta. Sinceramente... con mademoiselle Ferro me lo había pasado en grande desde que la conocí en el callejón, me dolería no poder volver a tener una velada con ella
Al parecer Anna se encontraba muy irritada por los gritos de la doncella, sinceramente yo no me di ni cuenta que correteaba por la estancia chillando. Tan solo pensaba en mi error al propasarme con mi compañera, lo que si que vi fue como la vampira se coloco detrás de Cintia, agarro su cara con las dos manos y con un solo movimiento le partió el cuello, la doncella cayo a plomo al suelo justo a los pies de la vampira, esta puso su mirada en mi y se coloco la parte superior del vestido.
Elimine mis ojos rojos y retire mis incisivos, mire a Anna con cara de circunstancias, me acerque a ella con paso firme.
-mademoiselle...
dije ofreciéndole una reverencia con la cabeza
-...ruego disculpéis mi comportamiento, no he obrado como debía y me he dejado llevar por el momento y por la situación. Estáis en vuestro derecho de no dirigirme la palabra, pero quiero que sepáis que no quisiera que nuestra velada terminara de esta forma, si me dais la oportunidad de enmendar mi error...así lo haré.
Mire fijamente a Anna esperando su respuesta. Sinceramente... con mademoiselle Ferro me lo había pasado en grande desde que la conocí en el callejón, me dolería no poder volver a tener una velada con ella
Invitado- Invitado
Re: Una noche más (+18)
Agaché levemente la cabeza cuando Ettien se acercó a mí haciendo una reverencia y yo sin perderle de vista, casi avergonzada por lo ocurrido. El vampiro empezó a hablarme para disculparse ya que su comportamiento no habia sido el más adecuado y que deseaba emmandar su error.
No sabría decir si la culpa fue suya, mía o de ambos pero en mi cabeza sólo recordaba a Dorian, en mis más de 300 años como vampiresa no había estado con ningún vampiro ni humano en la cama, sí, había besado a muchos pero no había llegado a más.
Formé un silencio cuando Ettien acabo de hablar y alcé mi rostro firmemente -Acepto sus disculpas.- le dije terminando de colocarme la parte superior de mi vestido que presentaba manchas de sangre.
Observé como del uniforme de la doncella sobresalía un pañuelo blanco, me agaché para recogerlo y empecé a limpiarme los restos de sangre de mi cuello, barbilla y pecho paseándome por la estancia con naturalidad.
No sabría decir si la culpa fue suya, mía o de ambos pero en mi cabeza sólo recordaba a Dorian, en mis más de 300 años como vampiresa no había estado con ningún vampiro ni humano en la cama, sí, había besado a muchos pero no había llegado a más.
Formé un silencio cuando Ettien acabo de hablar y alcé mi rostro firmemente -Acepto sus disculpas.- le dije terminando de colocarme la parte superior de mi vestido que presentaba manchas de sangre.
Observé como del uniforme de la doncella sobresalía un pañuelo blanco, me agaché para recogerlo y empecé a limpiarme los restos de sangre de mi cuello, barbilla y pecho paseándome por la estancia con naturalidad.
Invitado- Invitado
Re: Una noche más (+18)
El rostro de Anna parecía confuso, no se si seria debido a lo ocurrido o a otros pensamientos, ¿que estaría pensando mi compañera?, por mi cabeza pasaban varios pensamientos, mire a mi alrededor estudiando todo el salón-comedor; Clarice yacía muerta sobre la piel de oso blanco, Eduard inconsciente y repleto de heridas sobre la mesa y la doncella con el cuello roto a los pies de la vampira....y todo eso lo habíamos echo nosotros, habiéndonos conocido esa misma noche, era como si lo lleváramos haciendo juntos unos cuantos años.
De pronto Anna alzo la vista para seguidamente aceptar mis disculpas, tomo un pañuelo del cuerpo de Cintia, coloco su vestido del todo bien y paseándose por toda la estancia comenzó a limpiarse la sangre. Seguí sus movimientos con mi mirada, pasee por la estancia al igual que ella, cundo hubo terminado de asearse me dirigí a ella.
-mademoiselle Anna...se que puede que sea por la situación, pero os noto distante en vuestros pensamientos...¿querríais compartirlos con un servidor?
De pronto Anna alzo la vista para seguidamente aceptar mis disculpas, tomo un pañuelo del cuerpo de Cintia, coloco su vestido del todo bien y paseándose por toda la estancia comenzó a limpiarse la sangre. Seguí sus movimientos con mi mirada, pasee por la estancia al igual que ella, cundo hubo terminado de asearse me dirigí a ella.
-mademoiselle Anna...se que puede que sea por la situación, pero os noto distante en vuestros pensamientos...¿querríais compartirlos con un servidor?
Invitado- Invitado
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