Miradas alteradas [priv]

por **Dieter** Miér Mar 11, 2015 6:26 pm

Título del tema

Los eventos por las noches los ignoró desde que se fue en busca de Nyra, pero nunca la encontró, es como si hubiera desaparecido. Fue en busca de su hermano pero este tampoco aparecía por ninguna parte. Lo único que podía hacer era hacerse más amigo de Amberié, si, ya la conocía y ya se atrevió a hablarla. Descubrió que el hechizo de Astoria aún estaba presente y le dio pena pero igual él estuvo a su lado durante varias noches hasta que ella tenía que irse a no sé qué evento en un parque de atracciones. A él le habían invitado a un evento en el palacio royal por antigüedad con el anfitrión.

¿Qué podría hacer él ahora?

Lo único que hizo fue, antes de ir a ningún sitio, contratar a una hermosa morena de ojos claros que resultó ser una inquisidora infiltrada en el burdel debido a un tema crudo de brujería descontrolado. Había quedado un par de veces con ella y no había más que una simple amistad, pero ella parecía querer algo más. Al final se lo dio, le dio sexo, algo de amor y protección por ser asemejada a Eógan de pequeño, ella fue secuestrada para ser hija de una familia que no podía tener hijos, pero ella nació de una familia de ser hija única. De cualquier modo ahora ella estaba con mucha fortuna, y soltera pero al parecer quería ocupar su puesto de soltera a “recién casada” demasiado pronto con Eógan. Pero Eógan solo tenía mente para la pelirroja que siempre querría para siempre.

21:00 pm
Palacio Royal

Eran recién las nueve cuando él estaba ya en el palacio Royal con su acompañante morena, no hablaba, bebía en silencio y pensaba si algún día volvería a ver a Nyra, aquella con la que querría volver a proponerle matrimonio. Ni tan solo le dio la oportunidad de explicarse a sí mismo, podría haberse parado en el umbral del establo pero él mismo no hizo nada y le dejo irse como si nada. Maldito estúpido…

-Eógan, ¿estás presente aquí? –Pregunto la morena de ojos claros que estaba preguntándose en que pensaba el moreno.
-¿No me ves aquí? –Suspiro después de su respuesta llena de sarcasmo, mostrándose reticente a cada movimiento de su acompañante pues el solo –aun- tenía mente para otra persona. Nyra y era solo Nyra.

-¿Me sacas a bailar? Es demasiado descortés que tenga que preguntártelo –Pregunto algo molesta, en realidad tenía que pedírselo pero no, no quería, estaba a punto de mandarla al carajo, de decirle cuatro cosas bien dichas y estar solo, como seguramente merecía estar.

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por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Miér Mayo 13, 2015 8:49 pm

De la noche a la mañana había llegado la comitiva de un viaje, un viaje inesperado de regreso a Roma, debíamos estar locos para volver a ese lugar luego de los acontecimientos que nos alejaron de ahí, pero ahora regresábamos como unos miembros de la iglesia, como inquisidores en sus filas más ocultos. El lob y la prostituta infiltrada estaban de regreso.

Había mucha vida ahí en Roma incluso mis trabajos en los burdeles eran menos ya hora me enviaban de espía como una “señorita” jovial, en pocas palabras dama de compañía, seguía mi oficio de puta pero con un nuevo título que lo hacía ver menos vulgar pero el fin era el mismo. Por las calles de Roma paseando de la mano de mi “acompañado” olvidaba brevemente los acontecimientos que me hicieron tomar la decisión de dejar Francia aquella misma noche, incluso los gruñidos de Nath cuando le dije que debíamos partir; una pequeña sonrisita traviesa que aquel hombre toma para él, lejos quedaban los recuerdos de aquel hombre que me hizo huir de toda posibilidad de pensar en el futuro, pensaría él en mí? O estaría ya con otra en mi lugar. Era más seguro que sería lo segundo.

Concilio del Vaticano
15 – Abril.

Habíamos sido llamados, mejor dicho a Nath lo llamaron para darle una misión de protección en Francia, pero como él no puede cuidarse en las noches de luna llena intercedió por mi ante sus eminencias para que me dejaran acompañarlo, aceptaron de buen grado pero con una misión especial. Tendría que acompañar a un antiguo inquisidor que ha traicionado a la iglesia y que ahora lo quiere de regreso, un humano que al parecer tiene tanto dinero como para comprar el mundo entero; sabía lo que ellos querían, igual acepte y regresamos a Francia. Mi corazón se oprimía durante las venideras semanas al saber que estaría de nuevo muy cerca de mi amor y mi dolor.

Paris – Francia
20:00

–Naaaath, has visto mis bragas negras y mi corsé, Nath no encuentro el vestido fino que compré en Viena, tú sabes dónde está. Nath ayúdame o llegaré tarde– la risa de mi hermano cuando llega a ayudare con el peinado, parezco una niña pequeña con él y al parecer siempre lo seguiré siendo.

–Tu vestido negro está en mi habitación, tu ropa íntima está en la maleta que dejaste en mi habitación, tus zapatos están en las cajas que están en la parte superior de tu armario, tus polvos para el rostro y todo eso está en la valija que tenías en la mano cariño– un beso en la nuca me dejó cuando terminó de quitarme los rulos y los rizos rojos cayeran en una hermosa cascada, mientras él recogía unos mechones en una moño a la altura de la coronilla para mostrar más mis facciones –Hasta donde tienes que llegar con él, Nini– pregunta y obvio su pregunta al ir corriendo por el corsé y la braga que va a juego con ese, las medias de seda con encaje en la parte superior siendo recogidas por el liguero negro. No le contesto y él sabe porque es –Ten cuidado, no podré estar para ayudarte–

Sin decir nada salgo corriendo con los zapatos puesta hasta ver el VESTIDO tan hermoso como cuando lo compre, me lo coloco despacio para no dañarlo y mi hermano me ayuda a abotonármelo. Voy lista con un poco de rubor en las mejillas y con un tono medio rojizo en los labios.

Palacio Royal
21:30

El coche de detiene y la mano enguantada de mi acompañante me recibe, con una sonrisa de oreja a oreja, sus ojos viajan por todo mi cuerpo haciéndome tener un repelús de asco, pero solo respondo con una fría y bien elaborada sonrisa. Hablamos un poco hasta la entrada, al parecer esa reunión él quería darla desde hace mucho hasta que ahora puede y ha decidido tirar la casa por al ventana. Su cercanía me molesta y eriza la piel de mi cuerpo, sobre todo cuando susurra muy cerca –Luego de esta reunión tu y yo tendremos el mejor baile privado, verdad primor– sus dedos en mi cintura apretando, cuando ingresamos al lugar, los ojos de todos se posan sobre nosotros dos, pero los míos van directo hacia el hombre cuyas manos están sobre el cuerpo de una morena.

Ahí estaba él con otra mujer, así como yo…

–Así que si me olvido….– un suspiro en desilusión para dar paso a la sonrisa y saludos que todos los amigos de él le hacían pero sobre todo para saber quién era yo y como él me había conseguido para esa noche y el resto de su vida, si, por qué el anunciaba que aquella mujer que le acompañar será su compañera hasta que la muerte los separe. Esa era mi misión.

por **Dieter** Jue Jun 11, 2015 6:43 pm

Miradas alteradas [priv]

Se suave, se gentil, pero sigue enloqueciéndome lentamente en lo que puedo dejarme llevar hasta el borde de la locura – Pensaba palabras escuchadas cuando aún era humano con la mujer de cabellos cobrizos que vio acompañada de un misterioso caballero, no, no era así, ni tendría que ser así, posiblemente a ella si le sacaría a bailar, a ella le daría los bailes donde ella quisiera, ignorando a la mujer de cabellos oscuros que comenzaba a desatarse de su impaciencia, Eógan, su mirada iba hacia la mujer de cabellos cobrizos.

No la quitaba de encima, se iba alejando del mal de aquella mujer, de la mujer de cabellos oscuros, se iba alejando hasta acercarse a Nyra, su Nyra de la cual pediría explicaciones explicitas del porqué de aquella huida – Baila conmigo Nyra…-Extendió su mano hacia Nyra, esperando, esperaba pero no espero y él mismo la saco a bailar, supo lo traspuesta que la dejó, le daba igual, él siguió hacia el centro de la pista de baile en donde con sus poderes, hizo un ambiente en el que ambos y ellos dos solos estuvieran juntos.

– Nyra…explícame el porqué de tu ida tan repentina –La sujeto mejor de la cadera, acercándola a su torso, acercándola directamente para él poder susurrar a su oído – Sabes que te amo. Que la mujer que me acompaña es solamente un maniquí des quebranta mentes –tuvo que reírse, reírse con Nyra, a la que sujetaba más a su cuerpo por la cintura si aún más pudiera.

Ambos seguían bailando como si no hubiera mañana.

Seguía bailando con Nyra, quería que siguiera así la cosa, que nadie les interrumpiera en absoluto, un giro sobre el sitio sujetando a Nyra de la cintura, continuando con la melodía y enseguida Eógan hizo que finalmente los demás invitados aparecieran ante ellos, bailando igual que ellos dos, pero lentamente, sin que pudieran notarles, Eógan se movió con Nyra de la cintura para poder salir de en medio, poder desaparecer y entonces ya ambos estando en el pasillo, Eógan tiro de la mano de Nyra, entrelazando sus dedos con los de su pelirroja – Nini, ven, te necesito esta noche conmigo, pelirroja –murmuro al haberse puesto a su lado un segundo mientras abría la puerta de un estudio cualquiera.

Cerró la puerta tras entrar con ella en el estudio. Se lanzó a abrazarla y por más que hubiera jurado a si mismo de no hacerlo, comenzó a llorar lágrimas cristalinas en el hombro de Nyra, oliendo su aroma, extrañándola – Nini, lamento si fui efusivo, pero te quiero en mi vida, conmigo –se arrodillo, volviéndolo a intentar, sacando el anillo de la otra vez – Como mi esposa, no como una prostituta. Si no como mi amada y eterna esposa.

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por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Lun Jun 22, 2015 8:02 pm

Entre sonrisas y venias de complacencia sin evitar llevar la mirada hasta donde él estaba con aquella mustia que no hacía más que enojarse. Mi acompañante dio una palmada en el trasero y lo reprendía, me sentía extraña trabajando con Eogan frente a mí, caminando en mi dirección, no sabía qué hacer, quería desaparecer y antes de darme la vuelta y marcharme el ya estaba en frente mío pidiendo un baile quise negarme pero mi “misión” me empujó justo cuando las manos de Eogan tiraban de mí, ambos se debatirían luego.

Habíamos estaba bailando hasta que desaparecimos de la vista de todos en aquel estudio, estaba furioso porque sabía que aquello me tendría una buena regañada de mis superiores. Le escuche atentamente y tomé su anillo poniéndomelo en el dedo, mirando cómo quedaría –Se ve lindo, así se verá el que mi prometido de afuera pondrá en mi– suspiré y mire su rostro serio a punto de salir a matar a aquel sujeto, le tomé del brazo tirando de él hasta aquel escritorio. Me senté sobre este dejando a él entre mis piernas, tomé sus mejillas con las manos y comencé a besarlo, pero eran besos de desesperación; abrí su camisa sin importarme romperle los botones que saltaron, bajé de aquel escritorio y me puse de espaldas a él respirando con dificultad –Hazlo– lo invité alzándome las faldas ante él mostrando la ropa íntima que llevaba, aquella ropa de encaje oscuros, estaba nerviosa y excitada –Hazlo Eon, si no lo haces tú, lo hará él esta noche en su cama para ser su esposa, hazlo que el vendrá a aquí a buscarme, hazlo para que me repudie y pueda terminar con esta misión– mordí mi labio inferior, se suponía que no tenía que decir nada de ello pero no podía, no podía guardarme secretos con mi futuro esposo.

Le miré sobre mi hombro, estaba perplejo ante mi actitud, entonces bajé las faldas el vestido acomodándolo –No importa, igual tendrás que soportar el saber o verme tener relaciones con otros hombres como parte de mis misiones en la iglesia, saber que otros hombres me toman en algunas noches, cuando desaparezca porque tengo que viajar para ser la amante o futura esposa de alguien, para compartir el lecho con otros sujetos– suspiré sentando en la silla recordando el momento en el que me había fugado. Lágrimas amenazaron con salir de mis ojos, pero mi orgullo me podía más, alcé la vista y lo vi de rodillas tomando mi mano y entonces no pude más, aquellas lágrimas salieron silenciosamente –¿quieres saber por qué hui? Bien– limpié las lágrimas poniéndome de pie caminando por la habitación de lado a lado –Fui violada, aquel tipo que te asesinó me violó cuando fui a la delegación a poner la denuncia y saber que estaban haciendo, tener información y ese sujeto me drogó, me secuestró y me violó por días y sabes que es lo peor, quedé embarazada, que cómico no, embarazarte del sujeto que te viola. Luego llegaste tú y sabía que no podríamos tener hijos, que aquel que llevaba en el vientre no era tuyo sino ese bastardo, no podía hacerte eso. Me fui y al hacerlo adivina que, si Eon, una misión en la cual perdí a mi hijo y creo que no podré tener más hijos nunca más– suspiré llorando limpiando las lágrimas, con el ceño fruncido mirando hacia una de las ventanas abrazándome a mí misma –Tú nunca aceptarás mi trabajo, y seré tu esposa pero tu estarás con otras cuando yo no este, cuando yo esté con otros– me abracé más fuerte protegiéndome a mí misma, suspirando mirando el hermoso jardín a través de la ventana

por **Dieter** Dom Jul 12, 2015 4:47 pm

Miradas alteradas [priv]

Eógan se quedó mirando a la joven que le mostraba su ropa interior, a su pelirroja y este no dudo en desabrocharse los pantalones, acercarse a Nyra para bajarle la ropa interior en donde metió lentamente su miembro dentro de Nyra, jadeando y comenzando a embestirla pero aprovecho apara susurrarle al oído.

– Que sepas que no me trago todo esto de tu falso acompañante, aunque sean trabajos de la iglesia, serás mi esposa y solo mía – Dijo para seguir una y otra vez un vaivén en el interior de aquel coño que desde hace tiempo no probaba. Salió de ella y cogiéndola en brazos la tendió en la cama donde volvió a embestirla, estando entre sus piernas y finalmente pudiendo besar sus labios, se arrojó a ellos.

Cuando termino de besarla, él mismo se acercó al oído de Nyra para susurrarle que cuando terminasen con toda esta farsa, iría a por aquel desdichado violador para partirlo en dos, se agarró tan fuerte en las nalgas de Nyra que las apretó haciendo que este acabara en ella, pero no, no salió de su interior, se quedó observando a la mujer que amaba – Te amo Nyra, por nosotros que nos casábamos ahora mismo, no puedo esperar más –susurra sobre sus labios para poder besárselos después.

Entonces el brillo de las luces del pasillo le iluminó el pálido rostro, salió de Nyra y se vistió rápidamente. Recibido un disparo que acertó en su hombro derecho pero que ni siquiera le afecto en absoluto. Eógan se tiró encima de aquel hombre y lo ato a lo alto de percha colgante en lo alto de la misma habitación, le sonreía mostrándole sus colmillos como amenaza – Bien, voy a cortarte tu polla ahora mismo –dijo acercándose al baño donde encontró unas tijeras de plata, volvió y cuando iba a hacer la jugarreta al hombre que gemía por su vida como un desfavorecido, Eógan rio dejando las escaleras aparte.

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