Suerte o desdicha || libre

por Invitado Jue Mar 12, 2015 10:50 pm

Si la noche fuera eterna, las estrellas serían la mejor condena.

Cálidas noches de otoño o aun con la húmedad azotando las empedradas calles de la bella ciudad de Paris, las estrellas alumbran el camino de los enamorados acompañados con la hermosa luna que solo deja una senda de torturas para aquellos corazones que no encuentran la paz y misericordia, así también son las mentes de aquellos que no dejan de pensar ni un minuto, esas ocupadas mentes que solo buscan encontrar las respuestas a lo que está frente a ellos, la injusta vida social por el orden económico de los que tienen el poder .

Los zapatos lustros y entalladas botas resuenan por las piedras de aquellas callejuelas uno a uno los pasos acompañados de un eco frío de metal que toca las calientes piedras que se refrescan en la noche, un bastón extraño y único como la ropa de aquel hombre que sigue en su paseo nocturno, ya no se encuentra en el conocido lugar de alcurnia con bellos árboles y rosales que dividen la calle, poco a poco ingresa la zona donde los negocios son lo que mueve a la ciudad, los cuales uno a uno van cerrando y otros van abriéndose, el hombre no se detiene a ojear alguna vitrina ni nada por el estilo, solo avanza a la panadería, el único lugar antes de la hora de cierre habitual que lo recibe.

Sale a los pocos minutos de ahí, con una bolsa en la mano, llena de comida ¿A dónde iría a comer a esas horas de la noche? Una pregunta que no tiene respuesta alguna porque no hay razón para ello, pareciera un mal chiste de entonación, pero aun así con su sombrero siendo elevado en saludo a las féminas que cruzan el camino de aquel hombre el cual se va alejando de aquellas miradas inquisitivas; no es el simple hecho de llevar la comida, si no de su porte y sus pasos solitarios y casi mudos a todos, lo único es una sonrisa y una leve reverencia con la cabeza se va a abriendo paso pero no al lugar de descanso de su morada y de otros de su igual condición, no, al contrario sus nuevos caminos y sus pasos curiosos el llevan a adentrarse por donde ningún ser en sus cinco sentidos o en su sano juicio iría.

La Calle del sanatorio.

Una calle oscura, llena de los gritos de los locos e insanos que se albergan en aquel lugar, otros en cambio están fuera de aquel manicomio rogando que la muerte les llegue por el hambre y la angustia de tener que vivir en aquellas circunstancias, ninguna alma caritativa les ayuda de verdad y es ahí que el mismo caballero toma aquel paquete dejando su bastón a un lado para entregar el pan a cada uno de los que ruegan por algo que comer, las pobres almas abatidas van tomando aquellos pedazos de caridad retirándose dejando solo al caballero.

Nuevamente en esa soledad, una que le muestra que ha perdido su bastón, entre la ayuda y el lugar no recuerda donde lo ha dejado y menos como volver a donde estaba antes, al principio de aquella oscura y desolada callejuela que no le permitía ver con claridad hasta el punto de sentir que había chocado con otro ser, inmediatamente su mente indujo que se trataría de alguna joven o algún jovencito que merodeaba a esas altas horas quizás por buscar un refugio, su voz resonó algo baja para no alertar a algún bribón que se hallare por las cercanías o si el mismo con el que chocaba fuera uno de ellos, le tomo del brazo para evitar que cayera -Discúlpeme, la calle es tan oscura y no encuentro algo, que no me percaté de usted ¿se encuentra bien?- con la luz brillante de la luna alcanza a ver el rostro de la dama, soltándole inmediatamente para realizar una reverencia de porte militar, inclinando su cuerpo hacia ella -Oh cuanto lo siento madame, disculpe mi atrevimiento- retira el sombrero de su cabeza dejándolo sobre su pecho a modo de saludo y cortesía.

por **Mickaella Sunder** Sáb Mar 14, 2015 11:01 am

Encorvada se tapaba los oidos y la cabeza tratando asi de librarse de los gritos de aquellas pobres almas en pena, destinadas a la locura permanente,sumida en demonios que solo ellos podian ver.Odiaba aquel lugar,lo odiaba terriblemente,pero era su mayor fuente de ingresos y no podia dejarlo de lado, ademas de que sus hierbas y medicinas ayudaban a aquellas personas a librarse durante al menos un rato de todos sus terrores,pero intentaba visitarlo lo menos posible, aunque como minimo tenia que ser una vez en los treinta dias que posee el mes.

Visitar aquel lugar le proporcionaba terribles dolores de cabeza...aquellas visiones...las auras rotas....los rostros sin cordura de aquellas personas.Sus hombros rompieron a temblores mientras los sollozos salian de su graganta y las lagrimas de los ojos,pero no le dio tiempo a descargar su frustracion pues en seguida escucho pasos, y no eran horas prudentes para una dama de alta alcurnia.Asi pues se recompuso y empezo a andar,cegada por aquellas gotas que luchaban por huir de sus ojos, y que ella se emperraba en detener.Ciega y medio sorda por los gritos que aun tronaban en su mente no pudo evitar chocar contra algo,contra un hombre,el cual la agarro evitando asi su caida.Pero el contacto no hizo otra cosa que asustarla mas aun, pero en cuanto vio sus modales y su reverencia se relajo.Se llevo la mano al pecho como si pudiese retener a su corazon dentro de el, ya que latia tan rapido y fuerte que parecia que se iba a salir.Cuando logro calmarlo le imito haciendo una leve reberencia, pues su estado de alerta le impedia hacer mucho mas, y con un susurro le contesto debilmente.

-Disculpeme usted,pues yo tampoco le vi.Me encuentro bien,gracias a su amarre que evito mi caida.¿Usted se hizo daño?

por Invitado Vie Abr 03, 2015 12:12 am

El pequeño susurro que la mujer destina a aquel caballero solo logró que él se acercara a ella para poder escucharla pero más que ello para cerciorarse de que realmente se encontraba bien, allá estaba su educación que desde pequeño le habían inculcado “siempre ser un lord con las damas” y eso era lo que estaba haciendo en ese momento. Sus ojos se posan sobre la joven escaneándola como lo haría un médico, su profesión dictaba que era lo correcto pero a la vez lo hacía con respeto como era de esperarse de un caballero como él; ante su primer diagnóstico parecía que todo estaba en su lugar, no había sido lastimada pero al fijarse en los ojos demostraba que algo la atajaba en ese estado.

-Señorita se encuentra realmente bien, le pregunto porque sus ojos muestran lágrimas que desean ser derramadas, los ojos vidriosos son señal de ello ¿acaso alguien la ha lastimado de forma indebida? ¿Alguien le ha tratado de hacer daño?- gira al cabeza buscando entre la oscura calle a algún malhechor, pero nada, no hay rastro de algún mal viviente u hombre que la siga, lo que altera al caballero en cuestión –Dígame por favor, si le han hecho algún mal, madame- se acercó a ella extendiendo la diestra en muestra de ayuda y de protección –Yo me hallo bien, no ha sido nada, pero me preocupa su estado madame, una dama en ese estado no debe estar sola, la acompañaré hasta su morada si me lo permite, no podría perdonarme si algo le pasará, algo como lo que atrae a esas lágrimas- en ese momento él toma esos gestos como algo de un amor no correspondido o una pelea entre “enamorados”, quizás la desilusión o la frustración.

-Claro que impertinente e mi parte proponerle eso sin presetnarme, mucho gusto madame, Voltaire Watson, para servirle madame- largo tiempo había pasado desde que usó su apellido, tanto que no lo recordaba pues solo había decidido enterrar su nombre y apellido con el pasado y ser otra persona, una sin apellido y sin raíces que lo hicieran volver, quizás la mujer podría entender o quizás no. Con el viento otoñal soplando por el lugar, se acerca a la mujer mostrando su interés y cuidado hacia ella, incluso dejando que su bastón en la zurda descanse junto a su sombrero.

por **Mickaella Sunder** Vie Abr 03, 2015 1:53 pm

Aquella preocupacion por mi me abrumo mas aun de lo que estaba, necesitaba despejar la cabeza,esa que estaba empezando a dar vueltas sin parar.Apoye la espalda en la pared para no perder el equilibrio y cerre los ojos un instante,pero con una sonrisa media para no preocupar a aquel buen hombre que tanto se habia fijado en mi, aunque claro, era evidente mi mal estar.Tenia que ser rapida e inventar alguna excusa porque obviamente no podia decirle que aquel lugar me causaba un malestar mayor al de la gente comun.Al poco abri los ojos, mas calmada y serena, reflejando una ternura y agradecimiento hacia aquel desconocido que me preguntaba por mi salud.

-Es usted un autentico caballero y agradezco su atencion, pero tan solo es el sufrimiento de estos pobres desgraciados aqui encerrados, que me causan mucha lastima por sus cabezas perdidas...-Solte un pequeño suspiro.-Mi empatia no conoce limites.

Sonrei de nuevo y me puse de pie,recomponiendome y quedando frente a frente con el.Tras una leve inclinacion de cabeza procedi a presentarme debidamente yo tambien.

-Es un placer topar con alguien tan atento y amable como usted señor Watson, sobretodo en estos rincones y a estas horas.Mi nombre es Mickaella Anne Marie Sunder,pero puede llamarme Mickaella,pues asi es como suelen hacerlo.

Le tendi la mano para completar aquel estupido protocolo que tantas veces me habian repetido y obligado a hacer.

por Invitado Dom Mayo 03, 2015 11:50 pm

Las palabras de la mujer lograron la reflexión necesaria sobre aquellos que pasan la mayor parte de su tiempo encerrados tras paredes oscuras sin color y sin vida, enfrentándose a los tormentos de sus propias mentes. Aquel caballero pensaba que solo los pobres eran los que sufrían y nadie más podía comprender su dolor, pero al parecer se equivocaba y ahora lo comprendía.

-Su empatía madame Mickaella es solo con las pobres almas que sufren en su encierro eterno, o por todas las personas con las que cruza su camino- pregunta sobre ello porque en muchas de sus escritos y novelas había descrito esa capacidad en ciertos seres de los cuales había investigado –Verá Madame, soy escritor y para mis escritos investigo un poco para realizar mis personajes e historias, y resulta que aquello de la empatía no es algo que un ser normal como yo, al menos, lo tengamos bien desarrollado, son personas algo sensibles y con cierta capacidad de dones no muy comunes ¿es usted una de ellas?-

Mira de soslayo con una sonrisa a la joven, una sonrisa que augura el guardar cual secreto lo que ahí se diga –la acompañaré hasta su casa, no se preocupe nadie sabrá lo que nos digamos, madame- asevera extendiendo la mano para que la dama acepte el caminar con él.

por **Mickaella Sunder** Mar Mayo 05, 2015 12:56 pm

No pude evitar sonreir con ironia.De todas las personas con las que me podria haber topado tenia que haberlo hecho precisamente con una cuya curiosidad estaba por encima de aquellas a las que llamaban normales.

-Se lo agradezco,pero ¿que dirian de una damisela si la ven acompañada en plena noche por un desconocido?Creame,si no quiere que mi padre le obligue a casarse conmigo mas le vale no acercarse a mi morada.

Volvi a mirarle y acepte su invitacion.Medi cuidadosamente mis palabras, pues se notaba a la legua que era una persona de lo mas suspicaz,aquel caballero era sin duda de mente abierta y mas si era escritor,pues su mente podia ver las entrelineas de las frases mas cortas.

-Se interesa usted por la empatia y yo me pregunto, ¿como un escritor no puede ponerse en el lugar de sus personajes?-Sonrei un poco para darle a entender que solo bromeaba. -Le confieso que esta cualidad no se si esta cualidad un don o una tortura,pues ya ve,cuando algo esta mal, mi persona sufre con ella.

Decidi ser medianamente sincera, admitiendo que tenia cierta conexion con las personas pero sin llegar a revelarle realmente quien era, al fin y al cabo no era mas que un desconocido.Le responderia a sus curiosas preguntas de la forma mas sincera posible, siempre y cuando no me llevase a un peligro real como el de ser descubierta y posteriormente delatada.

por Invitado Vie Mayo 22, 2015 11:14 pm

El rostro de la joven fue todo lo él necesitó para guardar sus comentarios, el daría su espacio hasta que viera que él no significaba peligro algunoa, al contrario había escuchado y leído de tantas “mitologías” y fantasías sobre seres sobre naturales y especiales, incluso en las tribus más antiguas de ameríca contaban con brujos o chamanes que tenían una característica de poder cambiar en la forma del dios de su clan cuando este quería hablar con las tribus y clanes. Había oído y leído tanto que le parecía solo cuentos y fábulas

-Señorita Mickaella jamás haría algo para que honra y buen nombre quedara manchado, la hora me espera si eso ocurriera y si su progenitor me obligara a casar con usted, no sería una obligación, iría al altar sin tener un arma tras de mi, con gusto y devoción- alzando las manos en pos de defensa y luego una reverencia a la dama, para terminar con una sonrisita de complicidad en la pequeña broma –Me declaro culpable madame, porque cuando tengo que matar a uno de los personajes sufro porque se que no quiere morir pero tiene que hacer porque su tiempo de vida quedo hasta ahí y ha sido descubierto pero quizás, algunas veces suelo pensar que puede haber algo de extra en la muerte si el personaje es tan bueno que hasta regresa en otra historia sin que nadie sepa, aunque con las personas son más nulo señorita y de ello también me declaro culpable, porque mi empatía se límita solo a aquello que la sociedad persigue y lastima, como lo pobres que pasan hambre y frío, aun cuando yo mismo comparto esa sociedad y me veo censurado teniendo que hacer ciertas cosas bajo la licencia de la noche para no ser visto, porque mal se vería de un hombre de mi posición también, Ambos estamos condenados a esta vida de empatía licenciosa, tan buena como dañina-

Sonríe caminando por la amplia calle de aquel sanatorio alejándola lo suficiente, en silencio dándole a la joven una mínima seguridad, en lo posible que él puede hacer.

por **Mickaella Sunder** Jue Mayo 28, 2015 11:42 am

Mire de soslayo a aquel hombre,ese desconocido que se habia cruzado en mi camino y yo en el suyo de pura casualidad y que me trataba con total cortesia pero como si fuese una vieja conocida.ME agradaba ese trato, sobretodo porque nno solia recibirlo a menudo.

-Caballero, le aseguro que quien corra el riesgo de ser mi marido o desear serlo, acabara en el sitio que tan sutilmente se empeña en dejar atras.

Sonrei dulcemente mientras bromeaba con el.Escuche con atencion sus palabras y medite sobre ellas, asemejandolos a mi con mis pacientes, pues era duro cuando perdia a alguno de ellos, y supuse que para aquel escritor tambien lo seria.

-Le entiendo señor Watson, perder a alguien a quien tu mismo has dado vida, o has ayudado a dar vida, es realmente duro.

Por mi mente pasaron los nombres de mis fallecidos, los cuales afortunadamente podia contar con los dedos de una mano, y no pude evitar poner mala cara al recordar a aquel bebe deforme que habia muerto al nacer, y sobretodo el dolor de aquella madre que a pesar de todo, de su deformidad y del dolor que le habia causado en el parto, lo amaba con todo su corazon.

por Invitado Lun Jun 22, 2015 11:59 pm

Las bromas en torno al matrimonio era lo último que pensaba con que podía bromearse con alguien sobre todo con alguna dama, cuyo único pensar es en encontrar un buen marido que ayude en las vicisitudes, que puede mantenerla y darle la estabilidad esperada por la sociedad, aun sabiendo ella que sería engañada por su esposo en los burdeles, ya era bien sabido eso en las altas esferas.

Una risa fue todo lo que él pudo mostrar ante los comentarios acerca del matrimonio, una risa sincera mientras se acercaba a la joven mostrando su brazo para el paseo nocturno de vuelta a casa; su tono cambio por uno menos bromista pero muy sincero –Espero señorita que el que ocupe el un lugar junto a usted como su compañero de vida, sea alguien que lo merezca, que la valore realmente y no la vaya a hacer llorar, obviamente no todo es color de rosa habrán discusiones, problemas maritales pero no hay nada que una buena charla no lo solucione, junto a una taza de té de menta para aliviar las mentes– sonríe junto a una pequeña reverencia.

–No puedo opinar lo mismo conforme a quien me acompañe porque en mi caso señorita se espera un matrimonio arreglado, uno con una joven de cuna y alcurnia, de la misma clase que ostento peor que tan fría se vuelve al final, por eso mi vida es incierta conforme al matrimonio porque no quiero una esposa como trofeo, busco una amiga con quien charlar, con quien conversar y vivir peor lastimosamente mis ojos se posaron en alguien que no puede ser— un deje de tristeza abandona sus palabras –Es como una tragedia para novela, digna de una historia, no lo cree?– ríe pero solo por compromiso para no mostrar lo mucho que le dolía aquello.

por **Mickaella Sunder** Vie Jun 26, 2015 1:05 pm

-Si he logrado librarme de un matrimonio concertado,le aseguro que puedo librarme de todos los que me vengan.Mi deseo es casarme por amor, es una estupidez ya lo se, y seguro que al final me enredaran con algun desgraciado adinerado, pero ya ve....Mi querida abuela implanto en mi mente la idea de que una mujer debia casarse unicamente por esa razon, aun cuando ni ella ni mi madre lo hicieron...

Mire su brazo dudosa.¿Por que la gente se empeñaba en mantener contacto fisico continuamente?ah si,porque ellos no poseian mi "maravilloso" don...
Con mucho disimulo estire mi guante para evitar el roce de su piel con la mia al entrelazar los brazos aceptando con una sonrisa dulce su invitacion, y asi, con esa simple precaucion,no entrometerme en su vida privada sin querer.Y aunque el viejo truco ya acostumbrado lo evito, su aura se volvio de un color apagado, triste.

Me pare para mirarlo a los ojos y dedicarle una leve caricia con el dorso de la mano en la mejilla, haciendole saber que sabia como se sentia, literalmente.

-No tengo ninguna duda de que aquella que consiga su corazon se sentira la mujer mas afortunada del mundo, incluso aunque no surja el amor entre ambo,ella sera afortunada..-Le dedique una leve sonrisa para infundirle animo. -Aunque si, parece una telenovela, una que se da mas de lo que usted cree.

por Invitado Jue Jul 23, 2015 12:16 am

El aliento de ánimo que infunda la joven solo creó en él una sonrisa tranquilizadora a la joven para dar a entender que aceptaba su consejo, aunque en su interior sabía que era más complicado que ello. Caminó acompañando por aquella calle oscura a la dama sin apartarse en su otra mano de su bastón, un suspiro luego de un silencio frío y distante entre aquello que caminaban sin rumbo.

Observó de reojo a la joven y para no alarmarla o alejarla con su oscuridad de pensamientos y vida trató de sonreír, buscando en su ya conocido repertorio alguna forma de alejar sus pensamientos de aquella mujer que le quitaba todo, pero solo obtuvo la idea de la sinceridad –Somos un par de amantes condenados, ella me ama y yo a ella, pero no puede ser, ¿sabe por qué? Porque mi clase social no lo permite, ella no posee lo mismo que yo y créame eso no me importa, solo me interesa estar con ella, y aunque hemos jurado estar en secreto temo que algún día algo nos separe, como el matrimonio que se me espera. Realmente espero que pueda conseguir lo que todos deseamos, el amor, aunque es difícil cuando el dinero y le interés está de por medio, este es el cuento de nunca acabar– sonríe dejando escapar un suspiro.

–Es lo trágico de la vida, saber que cuando creemos ser amados, nos damos cuenta que no fue así, que todo fue un engaño por dinero, posición, títulos, apellidos y que se espera? Que uno lo soporte hasta el final de los días, es cruel esa historia— medita un poco y luego le sonríe a la joven como si con ello dijera que la admira por no tener los pensamientos de la mayoría de jovencitas con las que se ha cruzado ante.

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