Edmond Antoine

por **Edmond Antoine** Mar Mar 24, 2015 9:56 pm

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Edmond Antoine

▲EDAD▲

6 años

▲ESPECIE▲

Humano

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Baja

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Heterosexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Paris

▲HABILIDADES/PODERES▲

Inteligencia e imaginación basta.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Cuando las personas caminan por las calles, normalmente tienden a ignorar lo que hay a su alrededor, su procedencia y lo que pueden albergar en sus adentros, eso es lo que sucede con Edmond con bastante frecuencia, nadie se imagina que detrás de esa ropa vieja y gastada allá un niño prodigio, un talento nacido de las calles que vive en el anonimato total.
Edmond es un pequeño bastante cariñoso y afectuoso que gusta de brindar ayuda a los demás aunque ello implique meterse en problemas, sin embargo es obediente y dócil a diferencia de lo que algunos pueden pensar si llegan a conocerlo solo una vez.
Su genio se demuestra cuando le das madera que pueda pulir y transformar en bellas piezas cuyos modelos son generalmente personas que solo ve un par de segundos transitando a su lado por las calles de París, cuando tiene oportunidad suele pintarlas con la exactitud de colores con que vio vestidas a las personas, posee una memoria asombrosa que puede guardar cualquier detalle, además de que en su pequeña cabeza otros talentos se guardan como el don de la composición, de la arquitectura, de los manejos de espejos y sus habilidades por el ilusionismo y la magia de la cual sigue aprendiendo por medio de las lecturas y los magos que encuentra en el área de gitanos, que visita con frecuencia.
Su hambre de conocimiento lo lleva a ser demasiado curioso y lo que piensa, sus fantasías de conocer lo oculto, a menudo lo hacen introspectivo, lo que puede volverlo callado, ese mundo fantástico nace de su amor por el anochecer, por la oscuridad pero le da miedo transitar por París cuando la luz del sol se ha ido, observando su alrededor estrellado desde una casa hecha con ramas o maderas a veces podridas o viejas.
Es un trotamundos por naturaleza que gusta de ir a las zonas donde las casas de música exhiben pianos y violines en venta, sueña que algún día tendrá uno en sus manos y lo tocará frente un auditorio en el Conservatorio o en una casa bien hecha, diseñada por el mismo.
Dista de ser un infante normal, se aburre con facilidad pudiendo hacer de una cosa a otra, que al final del día concluye todos sus proyectos si el párroco que de vez en cuando visita en Notre Dame, le da materiales con los cuales trabajar, también se le puede enseñar, sin embargo si la lección la conoce o los procedimientos ya los ha manejado mas de una vez para sus producciones artísticas y experimentales se aburrirá o se irritara con facilidad.

HISTORIA

Edmond nació en el seno de una familia disfuncional, un niño no deseado que nació de la relación de una prostituta con un músico reconocido de nacionalidad libanesa que abandonó a su madre poco tiempo después de haber nacido por lo que la joven de tan solo diecinueve años se vio obligada a regresar al mundo donde el amor es comprado y ficticio... Donde la mujer es un objeto de usar y tirar.
Su sueldo se marchaba volando en comida y en una persona del mismo circulo de su madre que cuidara a Edmond mientras ella trabajaba durante la noche, Sibil, nombre de su madre no podía creer todo lo que la cuidadora le decía, ella había detectado que el hasta entonces bebé no lloraba a menos que fuera para lo mas básico, de allí en fuera Edmond pasaba gran parte de su tiempo durmiendo o explorando con ojos ágilmente móviles el mundo que había justo arriba de el, desde la canasta rota donde lo habían colocado podía observar un pequeño candil que su niñera había robado a un gitano de camino a casa de Sibil.
Los ojos claros absorbían los colores vivos con el que pequeños cristales en forma de rombos estaban decorados, al pequeño le encantaba cuando el viento que irrumpía por las ventanas rotas de un cuartucho alejado de las ciudad movían el pequeño movil dandole una sonora y tierna canción con la que sonreía y quedaba profundamente dormido. Cuando Edmond cumplió los dos años de edad corto telas y vestidos con sus propias manos para crear otro diseño de movil que pudiese dárselo a su mamá que para aquel entonces su salud iba decayendo de manera rápida, amenazando con dejar al pequeño huérfano, puesto que también su niñera había muerto un año antes producto de la mala vida que tuvo que soportar para poder sobrevivir hasta los treinta y dos años de edad.
El párroco de la iglesia cercana paso cierto día muy cerca del cuarto de Sibil, observó al niño con curiosidad y sorpresa, el solo armaba con ramas y lodo una pequeña casita para jugar con unos muñecos de trapo que el mismo armo con paciencia y nudos mal hechos, sus cabecitas estaban rellenas de tierra del suelo sin pavimentar y el cuerpo era una tela sin coser, el eclesiástico hombre de edad avanzada se acercó aun mas, allí se percató que El Niño era un genio, tenía más casas eregidas de la misma manera con que intentaba hacer la otra, el diseño era rudimentario, propio de un niño mas grande que él.
Al conocer la gravedad del asunto en que se encontraba su madre y el ingenio que parecía tener el muchacho se ofreció servilmente cual pastor a traer comida y cobijas para los dos, además de bautizar al pequeño Edmond e instruirle la educación de la iglesia, de la lectura, de la escritura y mas tarde cuando el pequeño tenía cuatro años ya estaba con un arquitecto que incrédulo había accedido a enseñarle aun infante cosas complicadas que se referían a la construcción, para su sorpresa de su mentor, Edmond sabia cosas que un niño ignoraba, sabia dibujar con precisión dejando de lado los dibujos que se espera de unas manos pequeñas que no tomaban el lápiz ni el papel de una manera torpe o de principiante, sus diseños irán innovadores, muy adelantados a la época pero que dejaban a ambos hombres atónitos y ambos agradecidos por tan singular talento, el arquitecto Safina con el padre por haberlo llevado s regañadientes y el párroco a su vez con Dios por permitirle llevar semejante prodigio por el buen camino.
Paseando con el padre para su educación católica vio los vitrales de una casa cercana, vio que las puertas brillaban con la magia de los espejos incrustados en diminutos pedazos, ahora su aprendizaje arquitectónico cambió radicalmente al de la función decorativa e hipnótica de los espejos, jamás pensó que los gitanos utilizarían tal poder para su magia, el pequeño busco libros sobre la fabricación de material tan misterioso e interesante, páginas que leía con frecuencia mientras su madre ya en cama era confesada por padre que se afligía por el futuro del pequeño cuando su madre faltase.
Edmond sabia que no tendría a su mamá por mucho tiempo, su tutor le dijo que muy pronto iría con Dios y jamás la vería, por lo que Edmond pidio al arquitecto Safina materiales para fabricar espejos y vitrales el mismo, en esa época, con tan solo cinco años ya había hecho espejos pequeños, grandes y de todos tamaños con tal de olvidar la amenaza inminente de la muerte hecha por el párroco, pero la idea nunca le dejo de dar vueltas en su pequeña cabeza cubierta de cabellos lacios y castaños, pronto pregunto ¿De qué forma podía hacer inmortal a su madre? ¿Eso se podía?, busco en libros tratando de encontrar una respuesta menos religiosa que la que podía proporcionar el padre Joseph, pero no encontró otra en los libros que se le habían obsequiado, hasta que su vista quedo fija en crucifijo de madera que estaba delante de él, ese hombre que pendía de una cruz y veía a su madre con aflicción y agonía, Edmond sabia que era Jesus y como su mamá, el hijo de Dios había muerto, pero quedo inmortalizado para siempre en imagen en las piedras, la porcelana, el oro o la plata que abundaban por millares en las iglesias grandes y no tan sencillas como la del párroco Joseph, pero esos materiales eran muy caros y ni siquiera el padre o el arquitecto podían conseguirlo, pensaba y pensaba con que material sustituir eso tan costoso, su mirada se centró en el piso viejo y húmedo, una madera apolillada que se un momento a otro se rompería aun con su peso ligero, los ojos se iluminaron al encontrar al sustituto, la madera seria lo que el oro o el cobre.
Esa misma noche salió a buscar pedazos de leña que el arquitecto Safina les había donado, acaricio con su pequeña mano el material puro y poroso,dándose cuenta de que no tenía ningún conocimiento para el arte de esculpir en ese material natural, con impaciencia se volvió a encerrar en su casa, esperando al otro día la llegada del padre con quien finalmente pudo hacer encargo de libros sobre la escultura en madera, el hombre viejo que sorprendido por un momento pero ya se había acostumbrado a los exigencias pedidas con humildad y respeto por la inteligencia del niño, su pedido llego esa misma tarde y para el otro día el infante volvió a suplicar que se le llevara pinturas de unos colores precisos y herramientas para carpintería que pudiese manejar sin dificultad, durante esa noche estuvo trabajando hasta altas horas de la madrugada, donde por la ventana su mirada se fijo en las estrellas y en la quietud que reinaba y fue en ese momento en que se enamoro del anochecer sin llegar a convivir nunca de manera directa con él, puesto que el padre Joseph le había insinuado que el demonio salía disfrazado de hombre hasta el amanecer, sus fantasías se volcaron desde ese día en ideas con seres mitológicos y mágicos, al internarse en sus adentros esa madrugada pudo soportar la soledad que le acompañaría desde entonces.
A la mañana siguiente una manita estiro una bella escultura femenina tallada en madera, una mujer sonriente y joven que observaba estática con sus ojos pintados de azul mar y un cabello del rubio exacto a la de su madre en sus tiempos de salud -Mami, mami- dijo con la insistencia propia de los niños -¡Te inmortalice en madera mami, eres inmortal ahora!- sonrío pero de esa mujer recostada que se quejó durante toda la noche no obtuvo respuesta -¿Mami?- volvió a llamar y observó que la piel de quien le trajo a luz estaba demasiado pálida, sus ojos no se abrían, su mano no le enredaba el pelo como todas las mañanas desde que el párroco enseño a la mujer a querer a su retoño, con quien se sintió finalmente contenta y orgullosa de tener a un hijo tan noble e inteligente, aunque a veces no creía lo que Edmond podía llegar a hacer, como aquella figura que cayó al piso al tiempo que le agitaba solo para darse cuenta que su piel estaba fría y que había dejado de respirar, que su corazón dejo de latir -¡Mami!- gritó de espanto, de impotencia y de miedo, una despedida dramática que duró varias horas, donde El Niño se recostó en su pecho y se envolvió en las sabanas y los brazos inertes de si madre, sabia que no podía quedarse allí o el párroco Joseph lo enviaría a un orfanato, pues el no tenía suficiente espacio en la iglesia donde durante años aprendió de música, notación, piano, órgano, violín y canto con el coro.
Con la melancolía de un niño que entendía de alguna forma más lógica que su madre había muerto, sin comprender muy a fondo el misterio, se separó del cadaver, tomo el pequeño bolso de cuero gastado de su mamá, metió allí la figurilla, una navaja y sus juguetes mal amarrados que poseía desde niño, también tomo su viejo movil de espejos coloridos , un par de hojas, algo con que garabatear en ellas y cerró el bolso, partió esa mañana antes de que llegara el arquitecto y el padre y encontraran a Sibil hermosamente decorada en su lecho por pedazos de cristal pendiendo del techo, pequeños rombos de los colores del arco iris que con la luz de primavera llenaron de vida las sabanas blancas y la palidez de su piel, en sus manos había dos rosas puestas en sus manos, esas flores las había traído de la iglesia, para regalárselas con la esperanza de que eso le devolviera la salud perdida.
Se alejó de su casa, caminaba de día y construía casas con ramas y lodo a su tamaño como cuando era un bebé, desde allí veia las noches y las estrellas, pensaba que alguna era su mamá, la más brillante que el viera en el firmamento, rezaba con que algún día pusiese en su camino un ángel que le llevase con ella por un par de horas, siguiendo recorriendo caminos peligrosos para un niño de tan solo seis años, que de frutos en los bosques pronto empezó a mendigar o arriesgarse a robar un pedazo de pan aunque eso le pesara en la consciencia y fuera de vez en cuando a Notre Damme para rezar y también para que uno de los campaneros le diera en ocasiones pinturas y madera de la que sigue sacando figuras preciosas, todas las conserva en su morral, junto con una réplica de Notre Damme otras mas las vende cuando el robo le mortifica, sacando poco pero suficiente para él y algún otro niño que le ruegue a ojos tristes un pedazo de alimento que siempre comparte, desde hace un año, el nunca ha comido bien, mas no por eso a perdido un poco de figura infantil y mas ahora que después de tanto rondar, conoció a una joven llamada Selena Scander, quien le ofreció un techo un poco mejor a las ramas y el lodo, tiempo después decide adoptarlo y ambos siendo de clase baja, luchan día tras día por sus vidas, Edmond encontró a alguien que parece quererlo mucho y desvivirse por el, pero que alberga una gran tristeza de la cual Edmond algún día quisiera desentrañar.

DATOS EXTRA

*Siempre lleva consigo un par de hojas que desdobla de la basura, dibuja sobre ellas nuevos diseños de edificios, ángeles o móviles de espejos.

*Le agradan los dulces y los chocolates

*Siempre duerme abrazado de la figura tallada de su madre, de Selena y un ángel.

*Tiene móviles de espejos por todas partes del techo y uno más esta en el campanario, ya que se lo obsequio a Gideon, el campanero, quien se volvió en su mejor amigo y único amigo

*Le gusta ver los aparadores que exhiben violines y pianos

*Le gusta leer aunque no siempre pueda tener un libro en las manos, hasta ahora que esta con Selena, encontró en su refugio un par de libros.

*Su deseo es conocer a las criaturas nocturnas de las que le contó el padre Joseph, solo de esa manera siente que podrá salir en la noche que tanto adora.

*Tiene una replica de todo París hecha en madera y que guarda como un tesoro en su morral amarillo

*Le gusta el circo y los espectáculos de magia gitana

*Tiene un apellido, pero no puede recordar con exactitud cual es, cuando son palabras difíciles suele olvidarlas a diferencia de los paisajes, la gente y los edificios, además en su pequeño pueblo siempre le llamaron por Edmond o Antoine

por **Doreen Jussieu** Miér Mar 25, 2015 10:35 am

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