AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
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Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
Había pasado un año, uno muy largo y lento en el que había pasado por muchos problemas pero también, la vida me había dado un gran regalo, lo que había hecho que recuperase la fe en Dios un poco después de arrebatarme lo mas querido para mi
Después de aquel día en el que la casa había ardido hasta las cenizas y poca gente sabia que se había dado una batalla, Sherlock había venido a hablar conmigo a la casa a la que hacia huido, lo que me había sorprendido porque nunca hubiera pensado que nadie supiera donde se encontraba, al fin y al cabo aquella casa maltrecha y abandonada me había sido concedida por la fantasma del bosque para que pudiera refugiarme cuando lo necesitara. Respondía a sus preguntas con sinceridad aunque no debió de obtener algo significativo ya que solo me visito dos días, en verdad no es que supiera mucho y lo que sabia debía ser que ya lo conocían ellos por lo que no tenían importancia.
Unos meses después empece a notar cosas extrañas, sensaciones de que por la noche alguien me seguía pero cuando me daba la vuelta ya no había nadie, siempre pensaba que venían a por mi anillo asique termine por optar a cuando salia de casa, colgármelo en una cadena larga para que se escondiera entre mis ropajes y el anillo en mi pecho, mientras dormía como si me contemplaran... pero eso no era lo mas impresionante, sino el hecho de empezar a ver en mi dormitorio aquella rosa roja con el lazo negro, claro signo de mi ángel de alas negras ¿Podría estar vivo? Y de ser así ¿Por que no había vuelto a buscarme?
Sin embargo no todo había sido malo pues por otro lado un día de lluvia en el que iba al cementerio encontré a un niño que en parte me recordó a mi de niña asique a mi vuelta le deje comida y una pequeña capa que siempre llevaba conmigo. Así durante una semana me le fui encontrando, siempre la misma situación, haciendo que me fuera encariñando con él por lo que finalmente le di la opción de vivir conmigo si deseaba, prometiéndole que tendría un techo, comida pero sobre todo mucho amor, no habría lujos porque tampoco me los podía permitir pero si intentaría darle lo mejor dentro de mis condiciones. Se llamaba Edmond Antoine y había resultado ser un niño cariñoso, encantador y con una gran dote para los instrumentos asique cuando vi que miraba los escaparates de las tiendas de musica, me puse un objetivo y me esforcé por conseguir el dinero para un violín y al verle tocar por primera vez unas pequeñas lagrimas me recorrieron el rostro, se parecía a él, era mas, le había hablado de aquel hombre que de haber vivido seria su "padre" y le había dado curiosidad aquel ser misterioso que aunque no era quizás la mejor persona de París, si tenia un corazón puro y noble, como lo era el pequeño al que cuidaba. Ademas de buscar siempre cosas simples con las que pudiera entretenerse, un lapiz, unas hojas, tela, ramas...era un niño muy mañoso en las manualidades. Tambien le leia los pocos cuentos que habia ido recopilando a lo largo de los años, estaban muy usados y algunos un poco rotos pero tenia todas las historias de caballeros que a un niño podria gustarle
Pensaba en todo aquello mientras caminaba de la mano de mi pequeño niño dirección al cementerio a llevarle flores a mi madre y con un poco de esperanza encontrarle a él día tras día iba a aquel triste y silencioso lugar desde que había recibido la primera flor. Poco después llegamos a la tumba de mi madre - ¿Le quieres hacer tú el ramo a la abuela con las flores que recogimos?-Le pregunte a Edmond Antoine con una sonrisa, sabia que él habia tenido a su familia pero a mi parecer un niño aunque fuese de mentiras debia tener una familia, es decir que pudiera llamar mama, abuela... pero solo si queria, tampoco queria imponerle nada Se que siempre te he contado lo mismo pero no quiero que lo olvides, ella fue una gran mujer que aunque cometió errores, me enseño una gran lección, todos tenemos un lado oscuro al que algunos se agarran con fuerza porque creen que lo contrario es ser débil, mas no es así cielo... asique siempre tienes que intentar ver el lado bueno de las personas porque nunca sabemos a ciencia cierta que les llevo a mostrar ese lado oscuro - Me agache para tocar su tumba con una sonrisa dulce agradeciéndola todo lo que había hecho por mi y que seguro seguía haciendo cosas por mi desde el cielo- Cariño quédate aquí un momento voy a visitar a un amigo que tambien esta aqui, enseguida regreso, no te alejes mucho de la tumba de la abuela -Le di un sonoro beso en la mejilla y me dirigí al mausoleo donde nos habíamos cobijado durante aquella tempestad y donde había visto al hombre mas aya de la bestia que muchos creían que era. Saque de mis ropajes la ultima rosa que había recibido y como hacia siempre la dejaba en un lateral esperando ir al día siguiente y no encontrarla, lo que quería decir que seguía vivo - Ha pasado un año y ya no se si me estoy volviendo loca o alguien juega conmigo pero esta sera la ultima vez que venga aquí, quizás deba dejarte marchar - Me agache para dejar la flor llorando pero rápido me limpie las lagrimas,no podía seguir llorando. No tenia que seguir viviendo en el pasado, a pesar de que siempre tendría la esperanza, no podía aferrarme a un recuerdo porque con todo el tiempo pasado, ya habría aparecido y mas si como sospechaba me había estado vigilando y sabia de mi dolor y las noches en las que le nombraba en sueños, ahora tenia otra personita por la que luchar a la que darle un gran futuro y si seguía así, nunca lo lograría.
Siempre solía ir por la tarde al oscurecer deseando poderle ver mas sin embargo esta vez volvía a confundirme, él no aparecería y eso me rompía y me destrozaba el corazón aunque también tenia la duda de como reaccionaria si le veía, quería golpearle, gritarle pero también de llorar y abrazarle y suplicarle que no se volviera a alejar... era un cúmulo de sentimientos pero por otro lado también tenia la preocupación de como reaccionaria si viese al niño, un pequeño reflejo de él
Después de aquel día en el que la casa había ardido hasta las cenizas y poca gente sabia que se había dado una batalla, Sherlock había venido a hablar conmigo a la casa a la que hacia huido, lo que me había sorprendido porque nunca hubiera pensado que nadie supiera donde se encontraba, al fin y al cabo aquella casa maltrecha y abandonada me había sido concedida por la fantasma del bosque para que pudiera refugiarme cuando lo necesitara. Respondía a sus preguntas con sinceridad aunque no debió de obtener algo significativo ya que solo me visito dos días, en verdad no es que supiera mucho y lo que sabia debía ser que ya lo conocían ellos por lo que no tenían importancia.
Unos meses después empece a notar cosas extrañas, sensaciones de que por la noche alguien me seguía pero cuando me daba la vuelta ya no había nadie, siempre pensaba que venían a por mi anillo asique termine por optar a cuando salia de casa, colgármelo en una cadena larga para que se escondiera entre mis ropajes y el anillo en mi pecho, mientras dormía como si me contemplaran... pero eso no era lo mas impresionante, sino el hecho de empezar a ver en mi dormitorio aquella rosa roja con el lazo negro, claro signo de mi ángel de alas negras ¿Podría estar vivo? Y de ser así ¿Por que no había vuelto a buscarme?
Sin embargo no todo había sido malo pues por otro lado un día de lluvia en el que iba al cementerio encontré a un niño que en parte me recordó a mi de niña asique a mi vuelta le deje comida y una pequeña capa que siempre llevaba conmigo. Así durante una semana me le fui encontrando, siempre la misma situación, haciendo que me fuera encariñando con él por lo que finalmente le di la opción de vivir conmigo si deseaba, prometiéndole que tendría un techo, comida pero sobre todo mucho amor, no habría lujos porque tampoco me los podía permitir pero si intentaría darle lo mejor dentro de mis condiciones. Se llamaba Edmond Antoine y había resultado ser un niño cariñoso, encantador y con una gran dote para los instrumentos asique cuando vi que miraba los escaparates de las tiendas de musica, me puse un objetivo y me esforcé por conseguir el dinero para un violín y al verle tocar por primera vez unas pequeñas lagrimas me recorrieron el rostro, se parecía a él, era mas, le había hablado de aquel hombre que de haber vivido seria su "padre" y le había dado curiosidad aquel ser misterioso que aunque no era quizás la mejor persona de París, si tenia un corazón puro y noble, como lo era el pequeño al que cuidaba. Ademas de buscar siempre cosas simples con las que pudiera entretenerse, un lapiz, unas hojas, tela, ramas...era un niño muy mañoso en las manualidades. Tambien le leia los pocos cuentos que habia ido recopilando a lo largo de los años, estaban muy usados y algunos un poco rotos pero tenia todas las historias de caballeros que a un niño podria gustarle
Pensaba en todo aquello mientras caminaba de la mano de mi pequeño niño dirección al cementerio a llevarle flores a mi madre y con un poco de esperanza encontrarle a él día tras día iba a aquel triste y silencioso lugar desde que había recibido la primera flor. Poco después llegamos a la tumba de mi madre - ¿Le quieres hacer tú el ramo a la abuela con las flores que recogimos?-Le pregunte a Edmond Antoine con una sonrisa, sabia que él habia tenido a su familia pero a mi parecer un niño aunque fuese de mentiras debia tener una familia, es decir que pudiera llamar mama, abuela... pero solo si queria, tampoco queria imponerle nada Se que siempre te he contado lo mismo pero no quiero que lo olvides, ella fue una gran mujer que aunque cometió errores, me enseño una gran lección, todos tenemos un lado oscuro al que algunos se agarran con fuerza porque creen que lo contrario es ser débil, mas no es así cielo... asique siempre tienes que intentar ver el lado bueno de las personas porque nunca sabemos a ciencia cierta que les llevo a mostrar ese lado oscuro - Me agache para tocar su tumba con una sonrisa dulce agradeciéndola todo lo que había hecho por mi y que seguro seguía haciendo cosas por mi desde el cielo- Cariño quédate aquí un momento voy a visitar a un amigo que tambien esta aqui, enseguida regreso, no te alejes mucho de la tumba de la abuela -Le di un sonoro beso en la mejilla y me dirigí al mausoleo donde nos habíamos cobijado durante aquella tempestad y donde había visto al hombre mas aya de la bestia que muchos creían que era. Saque de mis ropajes la ultima rosa que había recibido y como hacia siempre la dejaba en un lateral esperando ir al día siguiente y no encontrarla, lo que quería decir que seguía vivo - Ha pasado un año y ya no se si me estoy volviendo loca o alguien juega conmigo pero esta sera la ultima vez que venga aquí, quizás deba dejarte marchar - Me agache para dejar la flor llorando pero rápido me limpie las lagrimas,no podía seguir llorando. No tenia que seguir viviendo en el pasado, a pesar de que siempre tendría la esperanza, no podía aferrarme a un recuerdo porque con todo el tiempo pasado, ya habría aparecido y mas si como sospechaba me había estado vigilando y sabia de mi dolor y las noches en las que le nombraba en sueños, ahora tenia otra personita por la que luchar a la que darle un gran futuro y si seguía así, nunca lo lograría.
Siempre solía ir por la tarde al oscurecer deseando poderle ver mas sin embargo esta vez volvía a confundirme, él no aparecería y eso me rompía y me destrozaba el corazón aunque también tenia la duda de como reaccionaria si le veía, quería golpearle, gritarle pero también de llorar y abrazarle y suplicarle que no se volviera a alejar... era un cúmulo de sentimientos pero por otro lado también tenia la preocupación de como reaccionaria si viese al niño, un pequeño reflejo de él
Amaris Scander- Humano Clase Baja
- Mensajes : 197
Fecha de inscripción : 07/02/2012
Edad : 27
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
-Papá Dios era muy bueno conmigo, mami Selena es muy buena conmigo aun cuando le pongo a lidiar con las exigencias de mi imaginación, pobrecita- suspiro -¿Será por eso que sus ojos quieren llorar siempre que venimos aquí?- pensaba mientras los pasos diminutos y torpes en ocasiones seguían a su ritmo a la única guía que tenía en el mundo, su manita estaba aferrada a ese ángel que le había dado mucho cariño y atenciones.
Sus ojos observaban su rostro con su curiosidad pero un pequeño dolor en el pecho aparecía cuando la veía de manera pasiva y callada, con la mirada fija al frente, clavada en las rejas de ese callado lugar al que recurrían con frecuencia, donde las flores que ponía su mamá en la tumba de su nueva abuela eran la única alegría colorida en ese espacio tan gris -Pobre mami- pensó en silencio, sosteniendo su violín en la mano que quedaba libre -Si pudiera tocar algo para ella- negó -¿y si me dice que no? ¿y si la hago llorar?... No, yo no quiero que ella llore mas- su pequeña cabeza precia dar vueltas a las soluciones pero todas le parecían imprudentes, ese ángel a veces lloraba cuando tocaba el violín, en un principio pensó que era porque tocaba muy mal o sus composiciones improvisadas eran tan malas que le hacían desprender lagrimas de su rostro, pero después... Después ella le explico que la culpa era de un hombre a quien ella amaba, un misterioso caballero que le toco una melodía el día que se conocieron, Edmond lo imaginaba como un príncipe enmascarado, un príncipe diferente a todos los que vivían entre las líneas de las historias que el padre Joseph, mamá Selena y el mismo por curiosidad habían leído una y otra vez, aunque todavía pese a toda su inteligencia prodigiosa, no podía comprender como un hombre podía ser bueno y malo a la vez, el padre Joseph le había mostrado que una persona es de uno u otro bando pero no de los dos, ¡Que interesante debía haber sido ese hombre! ¡Que curiosidad le despertaba sin siquiera conocerlo!. Edmond solía dibujarlo, con su mascara, con su gabardina larga y oscura y en vez de montar un corcel blanco, era uno de color negro -Caballero de alas negras si nos ves desde lo alto- rogó al firmamento estrellado -Envía a un ángel para que reconforte a mamá y no llore mas, de paso pide que me lleve con el después, para ver a mi otra mami y contarle lo bien que estoy, tocarle una melodía con este violín y entregarle su escultura de madera, estoy seguro que eso le alegrara mucho, me dará besos y luego me dejara regresar- asintió, buscando como cada anochecer la estrella mas grande entre millares que había no importando la estación del año. Un año en el que toda su vida había cambiado radicalmente, de pronto ya no robaba, ni mendigaba un pedazo de pan, ya no se refugiaba debajo de la fachada del teatro y después cuando éste se quemo paso a erradicar en el cementerio donde conoció a Selena, recordaba como ella le había llevado una cobija y comida durante varios días, sin saberlo el dormía justo detrás de la tumba que hoy visitaban y a la que habían arribado ya, su madre tiernamente le preguntó sobre el ramo -Si mami- sacudió la cabeza y asintió con entusiasmo, dejo el violín en la hojarasca que cubría los costados del sendero, de su pequeño morral de color amarillo saco un listón blanco y un broche hecho de madera pidiendo después las flores con impaciencia -Falta una rosa roja, me gustan mucho las rosas rojas- añadió sin poner atención que su madre le observaba admirada y asustada, el niño parecía estar absorto en el armado del ramo que terminó por unirse de los tallos con el listón que figuraba un moño y un broche de madera en el centro -¡Listo!- aplaudió complacido y gustoso con su creación sencilla, puso las flores sobre la lápida, mientras le hablaban con ternura y cariño sobre su abuela y muy en el fondo quizás también se refería al caballero de alas negras, pero no dijo nada para no mortificarla -Si mami- acato -Hay que observar con el corazón y no con los ojos- jugueteo con su manos, apenado ante su respuesta, sus mejillas se tiñeron de rosado- le tomo de la mano, mientras Selena daba caricias a la helada piedra - Mami, no te preocupes... La abuela estará bien, están arriba con mi otra mami y tu caballero de alas negras- sonrío tiernamente, recibiendo por recompensa un beso, de esos que no se reciben con frecuencia de una madre, era una caricia tan hermosa que Edmond se llevaba la su puñito cerrado a la boca, se ponía colorado y de mil tonos más -Yo también te quiero mami, aquí espero, pero no tardes y no me abandones ¿si?- bailaba en su lugar, viendo como gran ángel se marchaba -¿Tu sabes cual amigo abuelita?- preguntó regresando su mirada a la cruz, y después a las flores -¿Será el?-por un momento pensó en ir tras Selena, al fin el sabia como escabullirse sin ser visto, aunque no le gustaba porque siempre asustaba a alguien así que la idea fue descartada, además, peso en una balanza invisible las palabras de su nueva madre, ella le había dado una orden y en caso de desobedecer no habría ramas, ni cristales para jugar, definitivamente no convenía.
Resignado, regreso sobre sus pasos, con la cabeza baja, inspirando profundo tomo asiento en el filo de la placa de granito -Mami Selena sufre porque te ama caballero de alas negras- tomo su violín y arco, lo acomodo en su cuello, sacando de las primeras cuerdas notas sin sentido a modo de entrenamiento -Yo nunca he entendido eso del amor- inspiro en medio de los sonidos de su instrumento que hacían eco en la quietud del lugar -Bueno...- paro de tocar -Una vez el padre Joseph me dijo que el amor era una cosa extraña que a menudo se disfraza y que el amor que no se comprende es el que mas se lamenta- levanto la mirada al cielo - Nunca entendí eso... Pero fue lo único que me dijo cuando sentía que tu no me querías... Mami- tomo de nuevo su posición -Caballero de alas negras regresa por favor, ama a mi mami, ella es muy buena, me adopto... pero si tengo que irme para que tu regreses lo haré, por favo... favor, pídele a papá Dios permiso y vuelve para que ella sea feliz... Yo no puedo darle nada, porque soy muy pobre, pero si puedo rezar y pedir para que vuelvas, el padre Joseph decía que la fe mueve montañas- tomo su arco y toco a modo de plegaria a papá Dios por el retorno del alma de ese caballero, protagonista de sus fantasías, esperaba que su música le trajese de vuelta, por lo que la melodía pese a su calma se matizaba en el contraste de una tempestad de compases y notas que se elevaba junto al viento.
Sus ojos observaban su rostro con su curiosidad pero un pequeño dolor en el pecho aparecía cuando la veía de manera pasiva y callada, con la mirada fija al frente, clavada en las rejas de ese callado lugar al que recurrían con frecuencia, donde las flores que ponía su mamá en la tumba de su nueva abuela eran la única alegría colorida en ese espacio tan gris -Pobre mami- pensó en silencio, sosteniendo su violín en la mano que quedaba libre -Si pudiera tocar algo para ella- negó -¿y si me dice que no? ¿y si la hago llorar?... No, yo no quiero que ella llore mas- su pequeña cabeza precia dar vueltas a las soluciones pero todas le parecían imprudentes, ese ángel a veces lloraba cuando tocaba el violín, en un principio pensó que era porque tocaba muy mal o sus composiciones improvisadas eran tan malas que le hacían desprender lagrimas de su rostro, pero después... Después ella le explico que la culpa era de un hombre a quien ella amaba, un misterioso caballero que le toco una melodía el día que se conocieron, Edmond lo imaginaba como un príncipe enmascarado, un príncipe diferente a todos los que vivían entre las líneas de las historias que el padre Joseph, mamá Selena y el mismo por curiosidad habían leído una y otra vez, aunque todavía pese a toda su inteligencia prodigiosa, no podía comprender como un hombre podía ser bueno y malo a la vez, el padre Joseph le había mostrado que una persona es de uno u otro bando pero no de los dos, ¡Que interesante debía haber sido ese hombre! ¡Que curiosidad le despertaba sin siquiera conocerlo!. Edmond solía dibujarlo, con su mascara, con su gabardina larga y oscura y en vez de montar un corcel blanco, era uno de color negro -Caballero de alas negras si nos ves desde lo alto- rogó al firmamento estrellado -Envía a un ángel para que reconforte a mamá y no llore mas, de paso pide que me lleve con el después, para ver a mi otra mami y contarle lo bien que estoy, tocarle una melodía con este violín y entregarle su escultura de madera, estoy seguro que eso le alegrara mucho, me dará besos y luego me dejara regresar- asintió, buscando como cada anochecer la estrella mas grande entre millares que había no importando la estación del año. Un año en el que toda su vida había cambiado radicalmente, de pronto ya no robaba, ni mendigaba un pedazo de pan, ya no se refugiaba debajo de la fachada del teatro y después cuando éste se quemo paso a erradicar en el cementerio donde conoció a Selena, recordaba como ella le había llevado una cobija y comida durante varios días, sin saberlo el dormía justo detrás de la tumba que hoy visitaban y a la que habían arribado ya, su madre tiernamente le preguntó sobre el ramo -Si mami- sacudió la cabeza y asintió con entusiasmo, dejo el violín en la hojarasca que cubría los costados del sendero, de su pequeño morral de color amarillo saco un listón blanco y un broche hecho de madera pidiendo después las flores con impaciencia -Falta una rosa roja, me gustan mucho las rosas rojas- añadió sin poner atención que su madre le observaba admirada y asustada, el niño parecía estar absorto en el armado del ramo que terminó por unirse de los tallos con el listón que figuraba un moño y un broche de madera en el centro -¡Listo!- aplaudió complacido y gustoso con su creación sencilla, puso las flores sobre la lápida, mientras le hablaban con ternura y cariño sobre su abuela y muy en el fondo quizás también se refería al caballero de alas negras, pero no dijo nada para no mortificarla -Si mami- acato -Hay que observar con el corazón y no con los ojos- jugueteo con su manos, apenado ante su respuesta, sus mejillas se tiñeron de rosado- le tomo de la mano, mientras Selena daba caricias a la helada piedra - Mami, no te preocupes... La abuela estará bien, están arriba con mi otra mami y tu caballero de alas negras- sonrío tiernamente, recibiendo por recompensa un beso, de esos que no se reciben con frecuencia de una madre, era una caricia tan hermosa que Edmond se llevaba la su puñito cerrado a la boca, se ponía colorado y de mil tonos más -Yo también te quiero mami, aquí espero, pero no tardes y no me abandones ¿si?- bailaba en su lugar, viendo como gran ángel se marchaba -¿Tu sabes cual amigo abuelita?- preguntó regresando su mirada a la cruz, y después a las flores -¿Será el?-por un momento pensó en ir tras Selena, al fin el sabia como escabullirse sin ser visto, aunque no le gustaba porque siempre asustaba a alguien así que la idea fue descartada, además, peso en una balanza invisible las palabras de su nueva madre, ella le había dado una orden y en caso de desobedecer no habría ramas, ni cristales para jugar, definitivamente no convenía.
Resignado, regreso sobre sus pasos, con la cabeza baja, inspirando profundo tomo asiento en el filo de la placa de granito -Mami Selena sufre porque te ama caballero de alas negras- tomo su violín y arco, lo acomodo en su cuello, sacando de las primeras cuerdas notas sin sentido a modo de entrenamiento -Yo nunca he entendido eso del amor- inspiro en medio de los sonidos de su instrumento que hacían eco en la quietud del lugar -Bueno...- paro de tocar -Una vez el padre Joseph me dijo que el amor era una cosa extraña que a menudo se disfraza y que el amor que no se comprende es el que mas se lamenta- levanto la mirada al cielo - Nunca entendí eso... Pero fue lo único que me dijo cuando sentía que tu no me querías... Mami- tomo de nuevo su posición -Caballero de alas negras regresa por favor, ama a mi mami, ella es muy buena, me adopto... pero si tengo que irme para que tu regreses lo haré, por favo... favor, pídele a papá Dios permiso y vuelve para que ella sea feliz... Yo no puedo darle nada, porque soy muy pobre, pero si puedo rezar y pedir para que vuelvas, el padre Joseph decía que la fe mueve montañas- tomo su arco y toco a modo de plegaria a papá Dios por el retorno del alma de ese caballero, protagonista de sus fantasías, esperaba que su música le trajese de vuelta, por lo que la melodía pese a su calma se matizaba en el contraste de una tempestad de compases y notas que se elevaba junto al viento.
Edmond Antoine- Humano Clase Baja
- Mensajes : 33
Fecha de inscripción : 24/03/2015
Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
En la profundidad de las sombras de un cuarto alejado y abandonado , donde todos se atreverían a apostar porque ni una sola alma lo habita, una figura endeble y derrotada hallabase recargada en un piano rudimentario, hecho por esas manos que ahora cubrían la mascara del hombre, sus notas, sus composiciones parecían no salir como lo esperaba, en el piso había cientos de hojas arrugadas con violencia que ni siquiera las acotaciones escritas en rojo calmaban su apetito desesperado por algo mas que la sangre...
-Un largo año- susurre con enfado, mi puño se contraía y golpeaba con firmeza mi pierna -¡Maldita sea!- me puse en pie bruscamente, mis manos destrozaron lo poco que albergaba en esa casa de quinta, el atril y pequeños utensililios de vidrio salieron volando, todo fue estrellándose contra las paredes, el suelo mal hecho o eran expulsados por la diminuta ventana que apenas si permitía un rayo de luna entre la cama y el instrumento -No puedo mas con esta desesperación- hable para mi, ese hombre que en su soledad se despojaba de su máscara dejando al descubierto mi desgracia, mi decadencia, mi condena -Aunque le vea, la escuche y cuide de sus pasos en la lejanía que me impone su bienestar, no hay nada que me calme estas ansias de tenerla, aquí entre mis brazos, acariciando este adefesio que se seca día a día, que se pudre lentamente al no sentir tacto alguno de amor y comprensión desprendido de su corazón- baje la mirada, cerrando los ojos en un intento de negarme a la realidad, de tener la esperanza fallida de que cuando los abriese de nuevo estaríamos debajo de mi teatro, entre mis sabana y ella tan tranquila, durmiendo aferrada a mi pecho... Como aquella lejana noche, la primera de muchas antes del cinco de noviembre en que lo perdí todo y todo significa... Selena -¿Que me hiciste muchacha? ¿Que hay en ese frágil y sutil halo de vida que me envuelve, que me impide matarte aun cuando se que me conoces demasiado bien?- Levante mi vista, el marco de mi figura quedo frente a mi en ese espejo que pude robar no hacia mucho junto con ropa que distaba mucho de lo que solía utilizar, ropajes ceñidos a la figura, mostrando mi verdadera proporción corpórea, alta y de musculatura que estaba en medio de la fortaleza y la debilidad de la delgadez -¿Aún me amaras?- pregunte en quietud del silencio -¿Después de un año viviendo una vida de mentira, me querras?- mi visión limitada debido al disparo aquella se centraba en el ojo carmesí que pronto siguió la mano que lleve a mi pecho cubierto por ese extraño atuendo -¡Un año desperdiciando mi vida entre los mortales y el humo de sus prejuicios, un año alejado de ti!- me avalance contra el cristal, con la respiración agitada, la furia desencadenada, le rompí a patadas -Necesito salir de esta pocilga- anuncie, tome mi gabardina que era exactamente del mismo corte que el resto de lo que llevaba puesto, era como una enorme capa que arrastraba hasta el suelo, me coloque los viejos retazos de tela de un lado del rostro, mientas que el otro fue cubierto por una nueva mascara de porcelana, hecha por mi poco después de percatarme que mi rostro quedo dividido con la herida cicatrizada que Leviathán me dejo como recuerdo y de la herida de bala que desprendió los pocos pedazos que allí tenía de piel haciendo de mi faz algo aún más deforme, salí disparado de allí sin lugar fijo a donde ir, me escurría entre las callejuelas de las zonas alejadas hasta llegar a las penumbras elegantes del París mas civilizado, mis ojos absorbían con rapidez las siluetas de ilustres personajes, mis oídos captaban los sonidos de la verdadera maldad humana que por la noche se demuestra con más frecuencia, todos eran unos idiotas que merecían la muerte -¿Muerte?- me cuestione al dar en mi cabeza la solución a mi invisible andar errante, iría al cementerio Montmartre, ese lugar puro en que le conocí, era la única forma de sentirla tan cerca, sabia que ella iba a ese lugar a rendir tributo a su madre, sabia que iba al mausoleo después de que mi patética humanidad enamorada me dicto el dejarle una rosa en su dormitorio poco antes de que terminaran aquellas noches en las que custodiaba de su sueño, relegado en una esquina oscura de esa casa donde por mi causa la había orillado a vivir.
Mis pasos se aproximaron cada vez más al lugar, ella aun no había arribado, me daba el tiempo suficiente de caminar con tranquilidad por ese sendero solitario y abandonado que solo las hojas muertas de los árboles se atrevían a tocarlo, en la tumba de su madre aun no habían flores coloridas y en el mausoleo donde me encontré después no había rastro de la rosa devuelta, me detuve por instantes en el primer escalón, en mi memoria los recuerdos amargos y dulces que había vivido en ese lugar se presentaron como uno mas de los fantasmas que seguramente había ente tumbas, asustado por su ruidosa tortura, abrí las puertas del recinto en penumbras, buscando el refugio de su esencia, el escenario era igual de deprimente que mi vida sin ella, recuerdo donde la coloque para que el frío no tocara su piel, recuerdo como su aroma pacificaba al monstruo que se había acercado a ella con melodías para hacerla caer en sus garras ensangrentadas -Mi Selena, perdida y desamparada- lamente con voz quebrantada, camine entre el espacioso monolito, acaricie la banca donde ella aguardaba y curiosa preguntaba, el lugar donde quede pendiendo de su amor puro e inocente, de su belleza, ese sentimiento que me costo tanto reconocer y que cuando lo hice ya era demasiado tarde -Mis noches caminan a paso lento, siento el arrastre de los momentos en este lugar, debo de ser un asesino hasta de mi propia alma- asentí suspirando, aguardando tras las puertas de hierro la llegada de su aroma y la fragancia de sus flores, pero la intimidad de mis pensamientos me arrancaron del tiempo y espacio, sin percatarme que ella ya había llegado, escuche silencio y escondido cual mi costumbre, mi interior se estremeció al escuchar que me abandonaría, que jamás regresaría a ese lugar -No puedo contar por mas tiempo en silencio el pasar de las noches sin ti- me puse en pie -Pese al peligro que eso puede representar no te dejare ir, no esta vez- negué con impaciencia -Mi alma herida no puede vivir ni sentirse completa- asome mi rostro por las pequeñas rejas de las ventanas, ella daba media vuelta, caminaba sobre sus pasos -Selena- susurre su nombre tiernamente, tratando de impedir su andar a la distancia -Mi Selena- repitió el lamento aquel eco que podía producir mi voz -Niña errante, perdida y desprotegida, demasiado tiempo has díambulado sola en una tormenta invernal infinita sin la protección de mis alas negras- mi mano se posó en las perillas oxidadas de las puertas -¿Te olvidaras de tu ángel?- fue lo ultimo dicho en las penumbras de mi refugio -Porque yo no pienso renunciar otra noche mas a mi rosa- las puertas se abrieron de par en par con la brusquedad de mis manos, le contemple por primera vez relativamente mas cerca, mi respiración se torno agitada, si la vergüenza de la nueva mascara de porcelana ni la figura alta y estilizada que pudo haber provocado su sorpresa y su palidez, puede que haya cambiado de ropajes rudimentarios por cortes más elegantes y acorde a los caballeros de la época, puede que haya cambiado mi mascara, pero no lo que siento por ella -Soy yo rosa de mi oscuro edén, soy tu ángel de alas negras- quedé a la espera de una respuesta aunque francamente no sabría que hacer si ella... Si ella... Me rechaza... ¿la mataría como a Alice? ¿En el mismo lugar y con la misma crueldad?
-Un largo año- susurre con enfado, mi puño se contraía y golpeaba con firmeza mi pierna -¡Maldita sea!- me puse en pie bruscamente, mis manos destrozaron lo poco que albergaba en esa casa de quinta, el atril y pequeños utensililios de vidrio salieron volando, todo fue estrellándose contra las paredes, el suelo mal hecho o eran expulsados por la diminuta ventana que apenas si permitía un rayo de luna entre la cama y el instrumento -No puedo mas con esta desesperación- hable para mi, ese hombre que en su soledad se despojaba de su máscara dejando al descubierto mi desgracia, mi decadencia, mi condena -Aunque le vea, la escuche y cuide de sus pasos en la lejanía que me impone su bienestar, no hay nada que me calme estas ansias de tenerla, aquí entre mis brazos, acariciando este adefesio que se seca día a día, que se pudre lentamente al no sentir tacto alguno de amor y comprensión desprendido de su corazón- baje la mirada, cerrando los ojos en un intento de negarme a la realidad, de tener la esperanza fallida de que cuando los abriese de nuevo estaríamos debajo de mi teatro, entre mis sabana y ella tan tranquila, durmiendo aferrada a mi pecho... Como aquella lejana noche, la primera de muchas antes del cinco de noviembre en que lo perdí todo y todo significa... Selena -¿Que me hiciste muchacha? ¿Que hay en ese frágil y sutil halo de vida que me envuelve, que me impide matarte aun cuando se que me conoces demasiado bien?- Levante mi vista, el marco de mi figura quedo frente a mi en ese espejo que pude robar no hacia mucho junto con ropa que distaba mucho de lo que solía utilizar, ropajes ceñidos a la figura, mostrando mi verdadera proporción corpórea, alta y de musculatura que estaba en medio de la fortaleza y la debilidad de la delgadez -¿Aún me amaras?- pregunte en quietud del silencio -¿Después de un año viviendo una vida de mentira, me querras?- mi visión limitada debido al disparo aquella se centraba en el ojo carmesí que pronto siguió la mano que lleve a mi pecho cubierto por ese extraño atuendo -¡Un año desperdiciando mi vida entre los mortales y el humo de sus prejuicios, un año alejado de ti!- me avalance contra el cristal, con la respiración agitada, la furia desencadenada, le rompí a patadas -Necesito salir de esta pocilga- anuncie, tome mi gabardina que era exactamente del mismo corte que el resto de lo que llevaba puesto, era como una enorme capa que arrastraba hasta el suelo, me coloque los viejos retazos de tela de un lado del rostro, mientas que el otro fue cubierto por una nueva mascara de porcelana, hecha por mi poco después de percatarme que mi rostro quedo dividido con la herida cicatrizada que Leviathán me dejo como recuerdo y de la herida de bala que desprendió los pocos pedazos que allí tenía de piel haciendo de mi faz algo aún más deforme, salí disparado de allí sin lugar fijo a donde ir, me escurría entre las callejuelas de las zonas alejadas hasta llegar a las penumbras elegantes del París mas civilizado, mis ojos absorbían con rapidez las siluetas de ilustres personajes, mis oídos captaban los sonidos de la verdadera maldad humana que por la noche se demuestra con más frecuencia, todos eran unos idiotas que merecían la muerte -¿Muerte?- me cuestione al dar en mi cabeza la solución a mi invisible andar errante, iría al cementerio Montmartre, ese lugar puro en que le conocí, era la única forma de sentirla tan cerca, sabia que ella iba a ese lugar a rendir tributo a su madre, sabia que iba al mausoleo después de que mi patética humanidad enamorada me dicto el dejarle una rosa en su dormitorio poco antes de que terminaran aquellas noches en las que custodiaba de su sueño, relegado en una esquina oscura de esa casa donde por mi causa la había orillado a vivir.
Mis pasos se aproximaron cada vez más al lugar, ella aun no había arribado, me daba el tiempo suficiente de caminar con tranquilidad por ese sendero solitario y abandonado que solo las hojas muertas de los árboles se atrevían a tocarlo, en la tumba de su madre aun no habían flores coloridas y en el mausoleo donde me encontré después no había rastro de la rosa devuelta, me detuve por instantes en el primer escalón, en mi memoria los recuerdos amargos y dulces que había vivido en ese lugar se presentaron como uno mas de los fantasmas que seguramente había ente tumbas, asustado por su ruidosa tortura, abrí las puertas del recinto en penumbras, buscando el refugio de su esencia, el escenario era igual de deprimente que mi vida sin ella, recuerdo donde la coloque para que el frío no tocara su piel, recuerdo como su aroma pacificaba al monstruo que se había acercado a ella con melodías para hacerla caer en sus garras ensangrentadas -Mi Selena, perdida y desamparada- lamente con voz quebrantada, camine entre el espacioso monolito, acaricie la banca donde ella aguardaba y curiosa preguntaba, el lugar donde quede pendiendo de su amor puro e inocente, de su belleza, ese sentimiento que me costo tanto reconocer y que cuando lo hice ya era demasiado tarde -Mis noches caminan a paso lento, siento el arrastre de los momentos en este lugar, debo de ser un asesino hasta de mi propia alma- asentí suspirando, aguardando tras las puertas de hierro la llegada de su aroma y la fragancia de sus flores, pero la intimidad de mis pensamientos me arrancaron del tiempo y espacio, sin percatarme que ella ya había llegado, escuche silencio y escondido cual mi costumbre, mi interior se estremeció al escuchar que me abandonaría, que jamás regresaría a ese lugar -No puedo contar por mas tiempo en silencio el pasar de las noches sin ti- me puse en pie -Pese al peligro que eso puede representar no te dejare ir, no esta vez- negué con impaciencia -Mi alma herida no puede vivir ni sentirse completa- asome mi rostro por las pequeñas rejas de las ventanas, ella daba media vuelta, caminaba sobre sus pasos -Selena- susurre su nombre tiernamente, tratando de impedir su andar a la distancia -Mi Selena- repitió el lamento aquel eco que podía producir mi voz -Niña errante, perdida y desprotegida, demasiado tiempo has díambulado sola en una tormenta invernal infinita sin la protección de mis alas negras- mi mano se posó en las perillas oxidadas de las puertas -¿Te olvidaras de tu ángel?- fue lo ultimo dicho en las penumbras de mi refugio -Porque yo no pienso renunciar otra noche mas a mi rosa- las puertas se abrieron de par en par con la brusquedad de mis manos, le contemple por primera vez relativamente mas cerca, mi respiración se torno agitada, si la vergüenza de la nueva mascara de porcelana ni la figura alta y estilizada que pudo haber provocado su sorpresa y su palidez, puede que haya cambiado de ropajes rudimentarios por cortes más elegantes y acorde a los caballeros de la época, puede que haya cambiado mi mascara, pero no lo que siento por ella -Soy yo rosa de mi oscuro edén, soy tu ángel de alas negras- quedé a la espera de una respuesta aunque francamente no sabría que hacer si ella... Si ella... Me rechaza... ¿la mataría como a Alice? ¿En el mismo lugar y con la misma crueldad?
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
Estaba mas que sorprendida con mi niño, era todo un artista que nadie sabia y al que sino ayudaba de la manera que fuera, la humanidad se perderia un gran talento, ademas estaba solo... como lo habia estado yo y pasara lo que pasara no pensaba dejarle vivir esa experiencia tan abrumadora y mas para un niño, ninguno de los que estaban en la calle se lo merecian, incluso si pudiera adoptaria a mas pero mis condiciones economicas no eran muy boyantes como para poder ayudarles como lo hacia con Edmond aunque eso no quitaba que de vez en cuando les llevase comida. La forma de actuar de Edmond era como la de un niño pero a la misma vez se veia que era mucho mas adulto de lo que parecia y me sentia orgullosa de él aunque llevasemos poco tiempo viviendo juntos
Mis manos temblaban de miedo, del miedo de estar haciendo mal al no volver aqui y continuar con mi vida, era como una pequeña traicion pero otra parte de mi me decia que no merecia mas mi atencion sino deseba aparecer, que tenia una pequeña luz que iluminaba mi vida y que era por él por quien debia luchar. Asique una vez deje la flor en aquel lugar por ultima vez, me levante irguiendome para empezar el camino que tenia que desandar, hasta llegar a mi niño y marcharnos de ali cuando como una pequeña brisa una meliodosa y suave susurro me llego,aquella voz era tan conocida y a la vez me causaba tanto dolor que en verdad estaba casi segura de que solo era un sueño de mi corazon para que mantuviera la esperanza y siguiera viendo pero ya no mas aun asi, a pesar de ello, mis musculos no se movian por mas que mi cerebro les indicase que lo hicieran, tenian vida propia. Se aproximaba aquella figura, lo sabia aunque aun no pudiera verle, ni siquiera podia voltearme Has vuelto Susure para mi escudriñando las posibles opciones que tenia ante su inminente aparecion, entonces unos segundos despues como si de una explosion se tratara escuche aquellas viejas puertas oxidadas abriendose de golpe y fue ahi cuando voltee y le vi, estaba muy cambiado, su rostro ya no se veia, su ropa ancha era ajustada vilumbrando una figura que solo habia conocido en la intimidad de nuestro hogar ¿Por que?¿Por que aparecer ahora cuando justo estaba a punto de seguir mi camino? ¿Quieres que siga sufriendo por ti? No lo entendia y tampoco estaba segura de si queria en verdad entender lo que él pudiera explicarme ¿Por que me hiciste creer que estabas muerto? Cerre mis manos en un puño y aprete tan fuerte que me clavaba las uñas haciendome daño ¿Por que tanto tiempo hasta que me mandaste la primera rosa? ¿Quieres volverme loca? Mis pasos se iban acercando hasta él hasta quedar a unos centimetros para mirarle directamente a su nuevo aspecto interior, si miraba mas alla de lo que se veia a simple vista en mi mirada, podia ver el dolor que habia sentido, la alegria que me tenia de verle pero ahora mismo lo unico que podia demostrarle era enojo ¿Que quieres de mi? No quiero ser un marioneta mas en tu juego a la que manipulas y mientes Si volvia a su lado tenia que decirme la verdad, por mucho que pudiera dolerme era peor la mentira en la que me habia hecho vivir y la que habia descubierto aquel dia, haciendo en cierto modo que desde ese instante protegiera un poco mas mi corazon ¿Quien eres? Y si de verdad te importo o te importe me gustaria que me dijeras la verdad por favor Mire al suelo porque sin darme cuenta mi enojo estaba pasando y no queria eso, al menos no tan pronto... necesitaba ser dura y aguantar lo que viniera No quiero mas mentiras
Probablemente demasiadas preguntas para el momento y todas lanzadas de manera abrupta, precipitada y torpe pero necesitaba respuestas, buscaba que fuera capaz de responderme a todas ellas y muchas mas que aun tenia en mente, sin embargo estaba tan colapsada que no sabia como decir todo sin explotar y terminar mal. Queria recuperarle pero ahora mismo hasta no saber la verdad, no podia tener una relacion y mas aun teniendo como tenia a mi cargo a Edmond, pues yo en mi desesperacion podia hacerme la tonta y vivir en un mentira pero no queria lo mismo para mi niño, deseba una vida feliz, sin mentiras... y si mi angel aceptaba mis "condiciones" que solo era sinceridad, podria presentarselo porque era un niño curioso y muchas veces me habia preguntado por él y no sabia bien que decirle.
Volvi a mirarle deseando acercar mi mano a su cara pero fui mas fuerte que eso, muy en el fondo de mi queria simplemente volver a sus brazos y que me dijera que no se alejaria, que ya no habria mas situaciones en lasque se pusiera en peligro, que tendriamos nuestro cuento de hadas pero era algo que solo él podia contestarme y demotrarme
Mis manos temblaban de miedo, del miedo de estar haciendo mal al no volver aqui y continuar con mi vida, era como una pequeña traicion pero otra parte de mi me decia que no merecia mas mi atencion sino deseba aparecer, que tenia una pequeña luz que iluminaba mi vida y que era por él por quien debia luchar. Asique una vez deje la flor en aquel lugar por ultima vez, me levante irguiendome para empezar el camino que tenia que desandar, hasta llegar a mi niño y marcharnos de ali cuando como una pequeña brisa una meliodosa y suave susurro me llego,aquella voz era tan conocida y a la vez me causaba tanto dolor que en verdad estaba casi segura de que solo era un sueño de mi corazon para que mantuviera la esperanza y siguiera viendo pero ya no mas aun asi, a pesar de ello, mis musculos no se movian por mas que mi cerebro les indicase que lo hicieran, tenian vida propia. Se aproximaba aquella figura, lo sabia aunque aun no pudiera verle, ni siquiera podia voltearme Has vuelto Susure para mi escudriñando las posibles opciones que tenia ante su inminente aparecion, entonces unos segundos despues como si de una explosion se tratara escuche aquellas viejas puertas oxidadas abriendose de golpe y fue ahi cuando voltee y le vi, estaba muy cambiado, su rostro ya no se veia, su ropa ancha era ajustada vilumbrando una figura que solo habia conocido en la intimidad de nuestro hogar ¿Por que?¿Por que aparecer ahora cuando justo estaba a punto de seguir mi camino? ¿Quieres que siga sufriendo por ti? No lo entendia y tampoco estaba segura de si queria en verdad entender lo que él pudiera explicarme ¿Por que me hiciste creer que estabas muerto? Cerre mis manos en un puño y aprete tan fuerte que me clavaba las uñas haciendome daño ¿Por que tanto tiempo hasta que me mandaste la primera rosa? ¿Quieres volverme loca? Mis pasos se iban acercando hasta él hasta quedar a unos centimetros para mirarle directamente a su nuevo aspecto interior, si miraba mas alla de lo que se veia a simple vista en mi mirada, podia ver el dolor que habia sentido, la alegria que me tenia de verle pero ahora mismo lo unico que podia demostrarle era enojo ¿Que quieres de mi? No quiero ser un marioneta mas en tu juego a la que manipulas y mientes Si volvia a su lado tenia que decirme la verdad, por mucho que pudiera dolerme era peor la mentira en la que me habia hecho vivir y la que habia descubierto aquel dia, haciendo en cierto modo que desde ese instante protegiera un poco mas mi corazon ¿Quien eres? Y si de verdad te importo o te importe me gustaria que me dijeras la verdad por favor Mire al suelo porque sin darme cuenta mi enojo estaba pasando y no queria eso, al menos no tan pronto... necesitaba ser dura y aguantar lo que viniera No quiero mas mentiras
Probablemente demasiadas preguntas para el momento y todas lanzadas de manera abrupta, precipitada y torpe pero necesitaba respuestas, buscaba que fuera capaz de responderme a todas ellas y muchas mas que aun tenia en mente, sin embargo estaba tan colapsada que no sabia como decir todo sin explotar y terminar mal. Queria recuperarle pero ahora mismo hasta no saber la verdad, no podia tener una relacion y mas aun teniendo como tenia a mi cargo a Edmond, pues yo en mi desesperacion podia hacerme la tonta y vivir en un mentira pero no queria lo mismo para mi niño, deseba una vida feliz, sin mentiras... y si mi angel aceptaba mis "condiciones" que solo era sinceridad, podria presentarselo porque era un niño curioso y muchas veces me habia preguntado por él y no sabia bien que decirle.
Volvi a mirarle deseando acercar mi mano a su cara pero fui mas fuerte que eso, muy en el fondo de mi queria simplemente volver a sus brazos y que me dijera que no se alejaria, que ya no habria mas situaciones en lasque se pusiera en peligro, que tendriamos nuestro cuento de hadas pero era algo que solo él podia contestarme y demotrarme
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
Aún a la distancia podía escuchar sus susurros, negué haber escuchado más no pude evitar contestar en cuánto ella volteo quedando frente a frente, máscara a rostro, con sus ojos envueltos en la furia del dolor que le hacia cerrar los puños con tanta fuerza que crei que llegaría a lastimarse en una forma inimaginable, prefería que todo aquello se volcara contra mi si era preciso, todo con tal de que ella estuviera mejor de lo que podría estar con mi cercanía -Oh mi Selena- su nombre en mis labios solo era el producto de la semilla de la aflicción que germinaba dentro de mi garganta y cuyas raíces me sofocaban a tales extremos que me costaba coger el aire, el aliento para acercarme a ella e ir eliminado la distancia cubierta de sangre y espinas -Nunca me he ido de tu lado, eso lo sabes bien- asegure, dando con la mayor de las cautelas un paso tras otro, era como si no quisiera asustar a un cervatillo que pastaba en lo profundo de los bosques plagados de sombras en medio de una tormenta durante un crudo invierno, el arrastre de mi capa se vio interrumpido cuando todo se hubo convertido en preguntas, cuestiones que iban más allá de la curiosidad, que expresaban que tan molesta podía estar conmigo y de que tan roto había dejado el corazón que con tanta devoción entrego a un ángel inexistente, fue por primera vez desde hacia un año que retornaba el tortuoso fantasma del abandono, su voz clamaba cual grito de guerra “soledad inminente”… tenia miedo… por primera vez ¡Yo tenia miedo de perderla! Yo… tenia miedo de perder a un mortal.
Sus palabras lastimaban y mataban más que su ausencia o una daga de plata, mataban al hombre debajo del monstruo, del que apenas tenia consciencia de su existencia y hacían embravecer al demonio que se mostraba estático ante la imposibilidad de matarla, la bestia tan poco era capaz, a regañadientes pero también le amaba -Aparezco porque no puedo estar más sin ti Selena- respondí con desesperación -Si te vas, si retornas por ese sendero jamás regresarás a mis brazos, estos inútiles y horrorosos brazos que cada día que te sueño abrazan al despertar solo al frío de la noche, no quiero que sufras, quiero que vivas por mi…- me acerque un poco más -No puedo dejar que te marches… no puedo permitir que el día empiece y termine, que el tiempo apenas pase… que la noche transcurra lentamente mientras las memorias se arrastran sin dejarme conciliar el sueño, hasta que no te veo un poco cerca de mi- las manos se mantenían sobre mi pecho, en un intento por desmostrarle cuanta era mi aflicción y cuanto era lo que sangraba el corazón al verle destrozada e indiferente -Selena- extendí mi mano, como un ciego que camina a tientas, como hambriento acaricia el aparador de las tentaciones, como yo en siglos pasados tocando la figura de una Alice lejana y separada por un espejo al que solía acariciar con tanto dolor, con tanto por dar -Selena- mi voz de pronto se apagó, al no recibir respuesta de ella.
-Yo… yo…- mi respiración se volvía cada vez aún más agitada, el dolor era insoportable, algo ardía por dentro, algo que calcinaba a tales proporciones que caminaba otros pasos más en su dirección, mi postura se encorvó, estiraba las manos como si mendigara por su amor -Me fui porque era la única forma en que podía protegerte, de liberarte de toda sospecha, yo sabía que Sherlock Holmes te creía cómplice mía… no podía permitir que te enjaularan, nadie debería enjaular inocentes- lamente -Te iba a dejar, creí en ese momento que era lo correcto para los dos- suspire -Pero no podía dejar de tenerte en mi mente, no podía olvidarte, de pronto no podía arrancarme cada caricia que tus manos impregnaron en mi piel y la única forma de hacerme presente si lastimarte ni levantar sospechas era dejándote las rosas, era mi forma de decir cuanto te amaba… que seguía con vida- por primera vez un nudo cruzo por mi garganta, jugueteando entre mis cuerdas vocales, quebrando el tono de mi voz -Y la noche en que todo acabo, antes de que el sol se pusiera en lo alto, avergonzado de lo que era, temeroso de ver tus ojos que ahora conocían la verdad, te seguí silenciosamente hasta el lugar donde te refugiaste, espere a que durmieras para acercarme a tu lecho por ultima vez, susurrándote un adiós, después me deslice entre las sombras decidido a dejarte libre y huí debajo de un cielo sin estrellas- guarde silencio apartando mi mirada de la suya -Me fui sabiendo que te amaba, me fui sabiendo que te abandonaba… pero debía hacerlo ambos sabemos el porque- di media vuelta, retornando mis pasos hacia el mausoleo sin intención alguna de irme, solo buscaba un refugio aún más grande que la máscara para ocultar mi ser, sin éxito alguno.
-Créeme, tu has sido lo único puro que he tenido en mi vida, del que no he tenido que usar la manipulación para obligar a amarme, tu no- susurre -¡Yo soy tu ángel de alas negras! ¡Yo soy!…- me vi interrumpido por sus palabras en mi mente, ¿Ese era el precio que tenia que pagar por recuperarle? ¿Debía desenmascararme y mostrarme como el hombre que fui alguna vez? -Yo soy un monstruo Selena, en mis manos ha corrido la sangre de tantos que es imposible numerar, mi amor, un asesino tan longevo, un demonio pero jamás un vampiro- mis ojos dejaron de parpadear, clavándose en la diversidad colorida de la hojarasca a mis pies -Yo… fui encadenado y enjaulado como un animal, golpeado a palos, un niño exhibido por su fealdad ante un publico vulgar en un viejo circo gitano, del que yo mismo me encargue de desaparecer después, me llamaban “El hijo del diablo” o Muhlehim su traducción del caló, todos los días al anochecer era azotado, despojado de lo único que me protegía del mundo que se horrorizaba, que insultaba, que me despreciaba y repudiaba, que no mostraba un ápice de amor y compasión al verme, que por el contrario tiraban monedas, como si fuese un articulo de usar y tirar- le mire apenas con el rabillo del ojo, estaba consciente de que le daba la espalda, pero decía la verdad, solo que el dolor me impedía verle, no quería explotar y matarle, eso siempre ocurría cada vez que hablaba sobre el que ya había muerto -Rechazado por una mujer a la que le di todo de mi, que amaba y que prefirió la belleza de un rostro, la posición y el dinero, que repudio y que mostró horror al mostrarle quien era yo fuera de las sombras y como tantos en aquel circo el adefesio de mi cuerpo, de mi rostro asilo huyendo, en castigo a esa mujer la asesine aqui mismo al lado de este mausoleo siglos atrás, antes de que tu si quiera llegaras a existir- gire la cabeza, repase la lejanía -Soy- volví de frente a ella sin dar un paso más -Soy lo que queda de un bebé que ganó el asco y el rechazo de una madre, esa mujer que se suponía me cobijaría con su cuerpo, termino por darme cobijo en la única prenda que me regalaría, el primer trozo de ropa que un inocente usaría para toda su vida… una máscara- finalmente afronte con la poco valía que me quedaba, ahora estaba desnudo, sin máscara, sin disfraz, sin la noche, sin el misterio con que e formaban las vestimentas invisibles que siempre había portado -Ese bebé fue criado por un perro al yacer en suelo día y noche desde que vine al mundo, el único amigo que me cobijo entre su pelaje cuando tenía frío, el único que murió al defenderme de una torva de infelices que me tiraba de piedras, que buscaban quemar a un niño de dos años cuyo único pecado involuntario era haber sido deforme, un niño que fue vendido laos cuatro años, a un circo de anormales en un momento de necesidad de su propia familia que moría de hambre y de vergüenza ante tal abominación- agregue con la tristeza impresa en cada palabra desde que la narración indeseada de mi pasado empezó a ser contada -Y que cuando fue joven quedo liberado de su encierro por lo que él creía un ángel que finalmente le amaría y que en realidad termino por dejarlo al día siguiente, convertido en esto que has descubierto, desde entonces me di cuenta que ni un rostro hermoso ni la belleza que podía haber debajo de este, retendrían a alguien a mi lado, así que calcine toda mi faz, quedando aún peor de como había nacido… Esa es mi verdad Selena, por eso aparezco antes de que te marches, no puedo permitir que lo único que tengo, lo único puro de mi vida se vaya… se aleje como todos a lo largo de los siglos-, mi postura recobro su estado natural, firme, recto y decidido -Pero no voy a retenerte- apunte con entereza -Si deseas y no crees en todo lo que te he contado puedes irte, puedes abandonarme y hacer de cuenta que he muerto o que jamás me has conocido, ya estoy acostumbrado a que eso siempre suceda- Me había desnudado ante ella, había perdido el decoro y la vergüenza ¿Tanto me importaba para quedarme allí, expectante a una respuesta de la que su rostro ni su voz parecían darme señales? -Vete Selena… se que es lo que deseas… busca el cuento de hadas que anhelas, porque para mi eso luce tan lejano como el firmamento, vete antes de que no pueda contenerme y matarte por lo que sabes, por la forma en como me he humillado para que te quedes, no quiero hacerte daño, ya no más…- me di media vuelta, como hace mucho que mi tono tierno y deprimente habían dado la espalda tiempo atrás, sin caminar, esa silueta que se dibujaba tras la larga gabardina solo esperaba escucharla marchar.
Sus palabras lastimaban y mataban más que su ausencia o una daga de plata, mataban al hombre debajo del monstruo, del que apenas tenia consciencia de su existencia y hacían embravecer al demonio que se mostraba estático ante la imposibilidad de matarla, la bestia tan poco era capaz, a regañadientes pero también le amaba -Aparezco porque no puedo estar más sin ti Selena- respondí con desesperación -Si te vas, si retornas por ese sendero jamás regresarás a mis brazos, estos inútiles y horrorosos brazos que cada día que te sueño abrazan al despertar solo al frío de la noche, no quiero que sufras, quiero que vivas por mi…- me acerque un poco más -No puedo dejar que te marches… no puedo permitir que el día empiece y termine, que el tiempo apenas pase… que la noche transcurra lentamente mientras las memorias se arrastran sin dejarme conciliar el sueño, hasta que no te veo un poco cerca de mi- las manos se mantenían sobre mi pecho, en un intento por desmostrarle cuanta era mi aflicción y cuanto era lo que sangraba el corazón al verle destrozada e indiferente -Selena- extendí mi mano, como un ciego que camina a tientas, como hambriento acaricia el aparador de las tentaciones, como yo en siglos pasados tocando la figura de una Alice lejana y separada por un espejo al que solía acariciar con tanto dolor, con tanto por dar -Selena- mi voz de pronto se apagó, al no recibir respuesta de ella.
-Yo… yo…- mi respiración se volvía cada vez aún más agitada, el dolor era insoportable, algo ardía por dentro, algo que calcinaba a tales proporciones que caminaba otros pasos más en su dirección, mi postura se encorvó, estiraba las manos como si mendigara por su amor -Me fui porque era la única forma en que podía protegerte, de liberarte de toda sospecha, yo sabía que Sherlock Holmes te creía cómplice mía… no podía permitir que te enjaularan, nadie debería enjaular inocentes- lamente -Te iba a dejar, creí en ese momento que era lo correcto para los dos- suspire -Pero no podía dejar de tenerte en mi mente, no podía olvidarte, de pronto no podía arrancarme cada caricia que tus manos impregnaron en mi piel y la única forma de hacerme presente si lastimarte ni levantar sospechas era dejándote las rosas, era mi forma de decir cuanto te amaba… que seguía con vida- por primera vez un nudo cruzo por mi garganta, jugueteando entre mis cuerdas vocales, quebrando el tono de mi voz -Y la noche en que todo acabo, antes de que el sol se pusiera en lo alto, avergonzado de lo que era, temeroso de ver tus ojos que ahora conocían la verdad, te seguí silenciosamente hasta el lugar donde te refugiaste, espere a que durmieras para acercarme a tu lecho por ultima vez, susurrándote un adiós, después me deslice entre las sombras decidido a dejarte libre y huí debajo de un cielo sin estrellas- guarde silencio apartando mi mirada de la suya -Me fui sabiendo que te amaba, me fui sabiendo que te abandonaba… pero debía hacerlo ambos sabemos el porque- di media vuelta, retornando mis pasos hacia el mausoleo sin intención alguna de irme, solo buscaba un refugio aún más grande que la máscara para ocultar mi ser, sin éxito alguno.
-Créeme, tu has sido lo único puro que he tenido en mi vida, del que no he tenido que usar la manipulación para obligar a amarme, tu no- susurre -¡Yo soy tu ángel de alas negras! ¡Yo soy!…- me vi interrumpido por sus palabras en mi mente, ¿Ese era el precio que tenia que pagar por recuperarle? ¿Debía desenmascararme y mostrarme como el hombre que fui alguna vez? -Yo soy un monstruo Selena, en mis manos ha corrido la sangre de tantos que es imposible numerar, mi amor, un asesino tan longevo, un demonio pero jamás un vampiro- mis ojos dejaron de parpadear, clavándose en la diversidad colorida de la hojarasca a mis pies -Yo… fui encadenado y enjaulado como un animal, golpeado a palos, un niño exhibido por su fealdad ante un publico vulgar en un viejo circo gitano, del que yo mismo me encargue de desaparecer después, me llamaban “El hijo del diablo” o Muhlehim su traducción del caló, todos los días al anochecer era azotado, despojado de lo único que me protegía del mundo que se horrorizaba, que insultaba, que me despreciaba y repudiaba, que no mostraba un ápice de amor y compasión al verme, que por el contrario tiraban monedas, como si fuese un articulo de usar y tirar- le mire apenas con el rabillo del ojo, estaba consciente de que le daba la espalda, pero decía la verdad, solo que el dolor me impedía verle, no quería explotar y matarle, eso siempre ocurría cada vez que hablaba sobre el que ya había muerto -Rechazado por una mujer a la que le di todo de mi, que amaba y que prefirió la belleza de un rostro, la posición y el dinero, que repudio y que mostró horror al mostrarle quien era yo fuera de las sombras y como tantos en aquel circo el adefesio de mi cuerpo, de mi rostro asilo huyendo, en castigo a esa mujer la asesine aqui mismo al lado de este mausoleo siglos atrás, antes de que tu si quiera llegaras a existir- gire la cabeza, repase la lejanía -Soy- volví de frente a ella sin dar un paso más -Soy lo que queda de un bebé que ganó el asco y el rechazo de una madre, esa mujer que se suponía me cobijaría con su cuerpo, termino por darme cobijo en la única prenda que me regalaría, el primer trozo de ropa que un inocente usaría para toda su vida… una máscara- finalmente afronte con la poco valía que me quedaba, ahora estaba desnudo, sin máscara, sin disfraz, sin la noche, sin el misterio con que e formaban las vestimentas invisibles que siempre había portado -Ese bebé fue criado por un perro al yacer en suelo día y noche desde que vine al mundo, el único amigo que me cobijo entre su pelaje cuando tenía frío, el único que murió al defenderme de una torva de infelices que me tiraba de piedras, que buscaban quemar a un niño de dos años cuyo único pecado involuntario era haber sido deforme, un niño que fue vendido laos cuatro años, a un circo de anormales en un momento de necesidad de su propia familia que moría de hambre y de vergüenza ante tal abominación- agregue con la tristeza impresa en cada palabra desde que la narración indeseada de mi pasado empezó a ser contada -Y que cuando fue joven quedo liberado de su encierro por lo que él creía un ángel que finalmente le amaría y que en realidad termino por dejarlo al día siguiente, convertido en esto que has descubierto, desde entonces me di cuenta que ni un rostro hermoso ni la belleza que podía haber debajo de este, retendrían a alguien a mi lado, así que calcine toda mi faz, quedando aún peor de como había nacido… Esa es mi verdad Selena, por eso aparezco antes de que te marches, no puedo permitir que lo único que tengo, lo único puro de mi vida se vaya… se aleje como todos a lo largo de los siglos-, mi postura recobro su estado natural, firme, recto y decidido -Pero no voy a retenerte- apunte con entereza -Si deseas y no crees en todo lo que te he contado puedes irte, puedes abandonarme y hacer de cuenta que he muerto o que jamás me has conocido, ya estoy acostumbrado a que eso siempre suceda- Me había desnudado ante ella, había perdido el decoro y la vergüenza ¿Tanto me importaba para quedarme allí, expectante a una respuesta de la que su rostro ni su voz parecían darme señales? -Vete Selena… se que es lo que deseas… busca el cuento de hadas que anhelas, porque para mi eso luce tan lejano como el firmamento, vete antes de que no pueda contenerme y matarte por lo que sabes, por la forma en como me he humillado para que te quedes, no quiero hacerte daño, ya no más…- me di media vuelta, como hace mucho que mi tono tierno y deprimente habían dado la espalda tiempo atrás, sin caminar, esa silueta que se dibujaba tras la larga gabardina solo esperaba escucharla marchar.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
Tenia miedo de sus posibles respuestas, porque me la estaba jugando todo a una sola baza y podía resultar perdedora y que decidiera alejarse o que no merecía esas respuestas, sin embargo solo tuve que esperar unos segundos para empezar a escuchar su voz Estar en las sombras no es estar a mi lado Me queje un poco respecto a eso porque le había necesitado muchas noches abrazándome, escuchando su voz y no simplemente teniendo la sensación de que estaba ahí. Me había confirmado que me había estado vigilando por lo que sabría de Edmond y eso me preocupaba bastante, ya que no sabia hasta que punto iba a aceptarle en su vida porque le gustase o no, el niño estaría en la mía... no pensaba abandonarle Entonces apareciste por el simple hecho de que me perdías, de no ser así hubieras seguido en las sombras, haciéndome tener esperanza de que aparecerías y no seria así Eso me dolió mas de lo que hubiera podido imaginar, que no hubiera tenido la valentía de aparecer hasta que no estaba todo perdido Sabes que nunca podría alejarme de ti Aunque quería estar molesta con él, no podía... no era capaz de ser así y menos con él hasta que me explico porque no volvió por mi Habría huido a cualquier lugar contigo, el inspector me dejo ir el mismo día del incendio hasta el día siguiente no apareció, en todas esas horas podía haber escapado junto a ti, de hecho no se ni como me encontró, nadie sabia de ese lugar Aun seguía sorprendida de como me había encontrado y como había dado por hecho que yo no sabia nada con lo que le había contado, que perfectamente lo podía haber mentido aunque no fuera asi. Por su mente habia pasado la idea de no volver a buscarme nunca y eso fue un durisimo golpe en mi cara que de seguro habia notado a la perfeccion pero preferia que fuera sincero a que me mintiera o me ocultara cosas Duele demasiado saber que tenias pensado alejarte de mi para siempre Aguantaba las lagrimas pero apretaba aun mas mis manos en puños haciendome verdadero daño, era la unica forma de no romper a llorar ¿Un vampiro? Me lleve las manos a la boca pero mas me sorprendi con todo lo que me conto de su vida, no era eso lo que esperaba, que me contara toda su vida, una vida de maltrato y dolor por parte del resto de los que le rodeaban de sus seres queridos. No justificaba lo que habia hecho con el resto de la humanidad porque no todos le habian tratado de la misma manera que aquellas personas pero si podia comprender que ese dolor le habia cegado de tal manera que no veia nada mas en el mundo, no podia ver lo bueno de las personas.
Nunca hubiera llegado a pensar en la crueldad de la humanidad, en la poca compasión y cariño por un niño inocente que no tenia culpa de su aspecto; habían querido sacar provecho económicamente de la desgracia. Era demasiada información para entender según lo iba diciendo pero mi cerebro procesaba solo lo mas importante haciendo que se escaparan esas lagrimas que habían estado retenidas Yo... No sabia bien como expresarme, como decirle todo lo que pasaba por mi cabeza y mi corazón que exploto cuando le vio darse la vuelta como para marcharse asique me acerque a él tomando su mano para detenerle Gracias por contarme todo eso mi ángel de alas negras No podía hacer como sino hubiera pasado nada pero tampoco poda vivir sin él No te vayas de nuevo por favor, no vuelvas a vigilarme en las sombras y no a mi lado El conocía toda mi historia, el rechazo de mi padre, la muerte de mi madre a causa de una enfermedad que le habían provocado los hombres, el intento de esos mismos clientes que querían jugar también conmigo, luego el abandono de aquel hombre que me había acogido en su hogar y finalmente le había conocido a él, había confiado, me había abierto y le había entregado mi cuerpo, mi alma y mi corazón Necesito su voz, tu música, tus abrazos, la sensación de despertar y tenerte, te necesito a ti Parecía una niña pequeña llorando como lo hacia agarrando su mano con mucha fuerza. Mi enojo aun seguía ahí escondido pero ahora mismo podía el sentimiento de vacio de solo pensar que estaba vivo y no estuviera conmigo, quizas sus palabras solo eran una foma mas de alejarme porque hubera descubierto a otra chica que le aceptara o le diera mas de lo que pudiera darle yo, que en realidad no era mucho... Ademas estaba el asunto de Edmond que tenia que buscar la forma de decirselo pero de seguro ya lo sabia ¿Por que esperaste un año? A los dos dias deje de ser sospechosa , podias haberme enviad una carta o tu flor pero no despues de tanto tiempo... pasaron muchas cosas
Nunca hubiera llegado a pensar en la crueldad de la humanidad, en la poca compasión y cariño por un niño inocente que no tenia culpa de su aspecto; habían querido sacar provecho económicamente de la desgracia. Era demasiada información para entender según lo iba diciendo pero mi cerebro procesaba solo lo mas importante haciendo que se escaparan esas lagrimas que habían estado retenidas Yo... No sabia bien como expresarme, como decirle todo lo que pasaba por mi cabeza y mi corazón que exploto cuando le vio darse la vuelta como para marcharse asique me acerque a él tomando su mano para detenerle Gracias por contarme todo eso mi ángel de alas negras No podía hacer como sino hubiera pasado nada pero tampoco poda vivir sin él No te vayas de nuevo por favor, no vuelvas a vigilarme en las sombras y no a mi lado El conocía toda mi historia, el rechazo de mi padre, la muerte de mi madre a causa de una enfermedad que le habían provocado los hombres, el intento de esos mismos clientes que querían jugar también conmigo, luego el abandono de aquel hombre que me había acogido en su hogar y finalmente le había conocido a él, había confiado, me había abierto y le había entregado mi cuerpo, mi alma y mi corazón Necesito su voz, tu música, tus abrazos, la sensación de despertar y tenerte, te necesito a ti Parecía una niña pequeña llorando como lo hacia agarrando su mano con mucha fuerza. Mi enojo aun seguía ahí escondido pero ahora mismo podía el sentimiento de vacio de solo pensar que estaba vivo y no estuviera conmigo, quizas sus palabras solo eran una foma mas de alejarme porque hubera descubierto a otra chica que le aceptara o le diera mas de lo que pudiera darle yo, que en realidad no era mucho... Ademas estaba el asunto de Edmond que tenia que buscar la forma de decirselo pero de seguro ya lo sabia ¿Por que esperaste un año? A los dos dias deje de ser sospechosa , podias haberme enviad una carta o tu flor pero no despues de tanto tiempo... pasaron muchas cosas
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
¿Como podía contestar, como podía si quiera reacción a su toque si me estaba ahogando en las profundas lagunas de dolor que había en mi interior? ¿De ese fuego que estaba evaporando mi sangre y calcinando al demonio dentro de mi? ¿Cómo, si el velo invisible con el que solía cubrir quien fui desde tiempos inmemorables había caído al piso? ¿Si ante ella todo mi mundo se había desplomado solo para retenerle?… me sentía como un idiota, un imbécil enamorado de un ángel, un hombre que por primera vez quería esconder la cabeza en la tierra, que por primera ocasión igual que aquella noche sentía vergüenza de lo que era, de lo que había hecho, de la sangre que manchaba mis manos, ese carmesí fresco que aún seguía escurriendo de su frescura… un infeliz que ahora parecía caer muerto ante el cáliz amargo que obligado bebía.
En mi interior, el instinto y la costumbre reclamaba su sangre pero mis piernas no respondían a los deseas macabros de mi mente de darme la vuelta y matarla, sabía demasiado sobre mí… y aún así la anhelaba viva y a mi lado, sin saberlo su voz llamándome por ángel, su mano cubriendo la mía era suficiente para que toda mala idea se fuese disipando hasta volverse nada, para que el demonio saliera despavorido, huyendo de su tacto, de lo mucho que me daba y que él odiaba en silencio.
Así fue como quede yo, el hombre que apenas si la miraba, nada salía de mi boca y la mano parecía estática a la suya, sin poder responder a su gesto -No Selena- finalmente respondí -Todo acabó ahora…- asentí volviendo a clavar los ojos en el piso alfombrado de naturaleza muerta -No puedo irme ahora que has aparecido, no tienes idea de cuantos siglos te busque inútilmente, resignado a que solo eras la fantasía de una vieja atracción de circo- dije en tono serio, reflexivo… doloroso -Te necesito Selena, te necesito tanto como tu a mi, necesito de tus caricias, de tus besos si asco ni repto, de ese hermoso cuerpo que tantas lunas llenas ha sido tan mío, necesito de tu halo mortal, de tu inocencia… de tu voz, de la poesía de tu amor- mi respiración volvía a entrecortarse, quería darme vuelta y rodearla entre mis brazos fatigados, más todavía había mucho que explicar -Lo necesite, desde el primer día en que te vi… por eso te salve de aquella tormenta, te deje partir en vez de matarte aquella noche, no podía aniquilar mi propio aire- negué desesperadamente -No pensaba abandonarte, no me digas que he causado tanto dolor… no soporto la idea- gire para darme cuenta que estaba tan cerca de ella, que la distancia había desaparecido, mis manos querían tomar sus mejillas para enjugar sus lagrimas pero ni siquiera me atrevía, parecía estar atado, encadenado de nuevo sin poder mover siquiera un dedo -No sabes cuanto sufría en las sombras al verte llorar, nombrarme entre sueños, desmoronarte por mi causa y yo sin poder cobijarte, sin poder estar en tu lecho mitigando tus pesadillas, tu tristezas y ahora… no digas más por favor, cada palabra aumenta mi dolor, nuestro dolor, deja a las lágrimas innecesarias libres, pero quiero que sepas que pase lo que pase, nunca Selena, nunca te dejaré ir, nunca te abandonare, después de todo lo que te he dicho sabrás que no puedo alejarme de ti… la prueba es que aquí me tienes… No quiero estar sin ti, con un corazón latiendo de amor sin dueño, te amarrare a mis sueños si es preciso pero nunca te dejaré- mis ojos carmesí tuvieron el valor de buscar los suyos, enganchándome en un cielo repleto de estrellas -Yo sé que estar en las sombras no es lo mismo que sentirnos tan cerca como ahora, pero el mundo me acostumbro a que esa era la única forma de hacerme presente Selena, sin horrorizar a alguien, sin lastimar a nadie…- inspire -Pero ahora que te explicado todo mi pasado, quizás entiendas porque soy lo que soy, porque me escondí de ti y porque lloró en silencio por ti- me acerque solo un poco más, hasta que su cuerpo y el mio tuvieron su primer roce después de un año de sutil ausencia -Quizás ahora puedas entender porque cada vez que me tocas se quema mi piel, ese dolor al que me volvi adicto y no puedo dejar ir-.
Pese a la diferencia entre su estatura y la mía, lograba encontrar la manera de aproximarme más a su rostro sin asustarle, quería un beso, ansiaba sus labios sobre los míos, era una dulce tentación que aún no tenia derecho a tan siquiera probar -Yo se podrías haber ido tras de mí, pero no quería provocarte más dolor, quizás cuando vieses mi rostro te preocuparías demás… - Separando mi máscara de su rostro, esta parecía ser desprendida por mi mano despojada de todo envoltorio de cuero negro que solía utilizar -Hubo una vez que creía saber como acabaría nuestra historia, pero, tal vez yo… yo me equivoque- finalmente separe la palma de mi mano del rostro descubierto, ella solo veía lo que yo supe después de tomar un maldito espejo la fría noche de noviembre, un rostro dividido a la mitad, una cicatriz que recorría del rabillo de ojo a mi mejilla, con el ojo izquierdo, que corrió el peligro de cerrarse por completo tras la herida de bala y que solo quedo una enorme cortada del párpado inferior al superior, abierto a medias y con la vista limitada -Las nuevas deformaciones a mi rostro Selena, todas ganadas la noche en que te deje partir, pero valió la pena, pues ahora te tengo a salvo guarde silencio por un momento -Y sin embargo esto me alejo de ti ante la idea de que esta carne seca y horripilante pudiera ser el veneno que matará nuestro amor-me acerque de nuevo, al escuchar que todo había cambiado, sería quizás por el adefesio que le habia revelado, por la fealdad que aumento con aquellas enormes cicatrices y heridas que iban de costado a costado, que habían debilitado mi vista -¿Ya no me amas Selena?- pregunte con espanto -¿Eso es lo que ha cambiado?- volvi a encorvarme, mi cabeza busco el confort de su hombro, el aroma de su cabello, la tersa suavidad de su piel, la tibieza de su cuello -Si así lo deseas puedo ponerme la máscara de nuevo y jamás quitármela ante tus ojos- rogué como un niño pequeño -Pero no me dejes… no soy tan fuerte…dame aliento, dale vida al fantasma que me tortura… que me tortura- deje caer mi rostro, finalmente estaba rendido ante ella sobre su hombro -Oh Selena- murmure su nombre nostálgicamente una vez más ante el miedo de perderla.
En mi interior, el instinto y la costumbre reclamaba su sangre pero mis piernas no respondían a los deseas macabros de mi mente de darme la vuelta y matarla, sabía demasiado sobre mí… y aún así la anhelaba viva y a mi lado, sin saberlo su voz llamándome por ángel, su mano cubriendo la mía era suficiente para que toda mala idea se fuese disipando hasta volverse nada, para que el demonio saliera despavorido, huyendo de su tacto, de lo mucho que me daba y que él odiaba en silencio.
Así fue como quede yo, el hombre que apenas si la miraba, nada salía de mi boca y la mano parecía estática a la suya, sin poder responder a su gesto -No Selena- finalmente respondí -Todo acabó ahora…- asentí volviendo a clavar los ojos en el piso alfombrado de naturaleza muerta -No puedo irme ahora que has aparecido, no tienes idea de cuantos siglos te busque inútilmente, resignado a que solo eras la fantasía de una vieja atracción de circo- dije en tono serio, reflexivo… doloroso -Te necesito Selena, te necesito tanto como tu a mi, necesito de tus caricias, de tus besos si asco ni repto, de ese hermoso cuerpo que tantas lunas llenas ha sido tan mío, necesito de tu halo mortal, de tu inocencia… de tu voz, de la poesía de tu amor- mi respiración volvía a entrecortarse, quería darme vuelta y rodearla entre mis brazos fatigados, más todavía había mucho que explicar -Lo necesite, desde el primer día en que te vi… por eso te salve de aquella tormenta, te deje partir en vez de matarte aquella noche, no podía aniquilar mi propio aire- negué desesperadamente -No pensaba abandonarte, no me digas que he causado tanto dolor… no soporto la idea- gire para darme cuenta que estaba tan cerca de ella, que la distancia había desaparecido, mis manos querían tomar sus mejillas para enjugar sus lagrimas pero ni siquiera me atrevía, parecía estar atado, encadenado de nuevo sin poder mover siquiera un dedo -No sabes cuanto sufría en las sombras al verte llorar, nombrarme entre sueños, desmoronarte por mi causa y yo sin poder cobijarte, sin poder estar en tu lecho mitigando tus pesadillas, tu tristezas y ahora… no digas más por favor, cada palabra aumenta mi dolor, nuestro dolor, deja a las lágrimas innecesarias libres, pero quiero que sepas que pase lo que pase, nunca Selena, nunca te dejaré ir, nunca te abandonare, después de todo lo que te he dicho sabrás que no puedo alejarme de ti… la prueba es que aquí me tienes… No quiero estar sin ti, con un corazón latiendo de amor sin dueño, te amarrare a mis sueños si es preciso pero nunca te dejaré- mis ojos carmesí tuvieron el valor de buscar los suyos, enganchándome en un cielo repleto de estrellas -Yo sé que estar en las sombras no es lo mismo que sentirnos tan cerca como ahora, pero el mundo me acostumbro a que esa era la única forma de hacerme presente Selena, sin horrorizar a alguien, sin lastimar a nadie…- inspire -Pero ahora que te explicado todo mi pasado, quizás entiendas porque soy lo que soy, porque me escondí de ti y porque lloró en silencio por ti- me acerque solo un poco más, hasta que su cuerpo y el mio tuvieron su primer roce después de un año de sutil ausencia -Quizás ahora puedas entender porque cada vez que me tocas se quema mi piel, ese dolor al que me volvi adicto y no puedo dejar ir-.
Pese a la diferencia entre su estatura y la mía, lograba encontrar la manera de aproximarme más a su rostro sin asustarle, quería un beso, ansiaba sus labios sobre los míos, era una dulce tentación que aún no tenia derecho a tan siquiera probar -Yo se podrías haber ido tras de mí, pero no quería provocarte más dolor, quizás cuando vieses mi rostro te preocuparías demás… - Separando mi máscara de su rostro, esta parecía ser desprendida por mi mano despojada de todo envoltorio de cuero negro que solía utilizar -Hubo una vez que creía saber como acabaría nuestra historia, pero, tal vez yo… yo me equivoque- finalmente separe la palma de mi mano del rostro descubierto, ella solo veía lo que yo supe después de tomar un maldito espejo la fría noche de noviembre, un rostro dividido a la mitad, una cicatriz que recorría del rabillo de ojo a mi mejilla, con el ojo izquierdo, que corrió el peligro de cerrarse por completo tras la herida de bala y que solo quedo una enorme cortada del párpado inferior al superior, abierto a medias y con la vista limitada -Las nuevas deformaciones a mi rostro Selena, todas ganadas la noche en que te deje partir, pero valió la pena, pues ahora te tengo a salvo guarde silencio por un momento -Y sin embargo esto me alejo de ti ante la idea de que esta carne seca y horripilante pudiera ser el veneno que matará nuestro amor-me acerque de nuevo, al escuchar que todo había cambiado, sería quizás por el adefesio que le habia revelado, por la fealdad que aumento con aquellas enormes cicatrices y heridas que iban de costado a costado, que habían debilitado mi vista -¿Ya no me amas Selena?- pregunte con espanto -¿Eso es lo que ha cambiado?- volvi a encorvarme, mi cabeza busco el confort de su hombro, el aroma de su cabello, la tersa suavidad de su piel, la tibieza de su cuello -Si así lo deseas puedo ponerme la máscara de nuevo y jamás quitármela ante tus ojos- rogué como un niño pequeño -Pero no me dejes… no soy tan fuerte…dame aliento, dale vida al fantasma que me tortura… que me tortura- deje caer mi rostro, finalmente estaba rendido ante ella sobre su hombro -Oh Selena- murmure su nombre nostálgicamente una vez más ante el miedo de perderla.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
No era capaz de mirarme a la cara, lo cual me hacia daño, como si verme le hiciera daño o le produjera algún tipo de sentimiento malo Mirame por favor, mi angel A pesar de lo que pedi seguía sin mirarme Ya me encontraste asique no tienes que seguir buscando, ni huyendo… no alejes aquello que quieres Escuchaba su voz dolida, seria… no podía imaginar lo que pudiera pasar por su cabeza pero debía ser muy profundo y complicado que en este momento no pudiera entenderlo, ya que ni yo misma entendia lo que me estaba sucediendo a mi misma. El hecho de que dijera que me necesitaba me hizo sonreir, una pequeña sonrisa fugaz y pequeña a la par que me había sonrojado de recordar cada vez que me había entregado a él, que le demostraba que mas alla del cuerpo, quería darle todo mi ser, demostrarle todo lo que le amaba sin importarme el resto de la humanidad, solo nosotros dos Siempre estare agradecida de que me salvaras aquel dia y ahora que se que te tente demasiado lo lamento demasiado, no quise ponerte en esa tesitura En aquel momento solo había visto a un hombre extraño que se quería ocultar entre las sombras pero que hablaba con una voz tan melodiosa y cautivadora que me había dejado deseosa de seguirle conociendo y eso era lo que me había traido hasta esta situación, hasta este momento tan delicado Yo… esto… Me empezaba a arrepentir de haberle dicho aquellas palabras, su voz y como se había girado tan cerca pegada a mi, deseando que me tocara, que me abrazara pero no lo hacia, solo estábamos a unos escasos centrimetros cada uno pero parecía que teníamos un agujero enorme entre nosotros. Saber todo aquello que me decía me sorprendia y a la vez me entristecia, yo habia sido demasiado cruel hablándole como lo había hecho, ambos habíamos sufrido la ausencia del otro y yo solo pensaba en mi dolor, nunca hubiera pensado que para él también hubiera sido tan duro como para mi, incluso mas teniéndome tan cerca sin poder decir que estaba vivo, que pudiera tocarme… ya que al fin y al cabo yo solo tenia una ligera sospecha de la realidad. Mis lagrimas salían y ya no paraban, recorriendo todas el mismo camino por mis mejillas hasta el suelo donde chocaban e iban formando una pequeña mancha.
Le miraba a los ojos aquellos que me habin hipnotizado desde el primer momento y que lo seguían haciendo, no podía describir todo lo que podía ver en ellos, tanto sufrimiento, miedo, culpabilidad pero también arrepentimiento Ya no tienes que seguir estando en las sombras, no conmigo… nunca me has horrorizado ni lastimado mi angel Aun intentaba procesar todo lo que me había confesado, era demasiado y me empezaba a pasar factura dándome una pequeña jaqueca. Ese roce que provoco me hizo estremecer, que una chispa me recorriera de arriba abajo demostrándome todo lo que le necesitaba su contacto con el mio, era tan importante para mi como el respirar Te entiendo mi vida Queria besarlo, decirle que no importaba, que todo estaba bien, que se podría olvidar pero necesitaba que no se alejase mas, que me aceptase en su vida y que no le doliera tenerme a su lado porque de ser asi, seria yo la que desaparecería sin embargo aun tenia que esperar ver como terminaba todo esto ya que esto solo estaba empezando Ya no importa, solo es pasado y ahí debe quedarse, ahora tenemos un presente y un futuro Le miraba sin entender que pretendía al tomarse la mascara que ahora le cubria por completo todo el rostro No… Iba a contestar pero cuando se descubrió la cara, no supe que mas decir, ni siquiera estaba entendiendo porque se había descubierto, no veía nada malo en él, solo un rostro al que llenar de besos amorosos No tuve ningún problema el dia que te vi por primera vez y no tengo ningún problema ahora, solo veo el rostro de un hombre al que la vida le ha tratado muy duramente y que solo deseaba buscar un poco de paz, paz que intentare darte yo Deje que me preguntara y acaricie su cabello cuando se apoyo en mi hombro Sigo amándote, incluso mas que desde el primer dia que supe lo que sentía por ti Levante su rostro para mirarle asi sin la mascara y acariciándole las mejillas Yo estaría encantada de que estuvieras siempre delante mia sin mascara, no me importa lo que haya fuera, me importa lo que hay dentro Puse mi mano en su corazón o donde debería estar No voy a dejarte sino te alejas de mi Suspire para tomar valor y explicarle mi nueva situación familiar, esperaba lo entendiera y lo intentara aceptar Mi angel, si que hay alguien en mi vida a quien quiero muchísimo y le he dado un pequeño pedacito de mi corazón Sabia que estaba sonando de la manera que no era pero no sabia explicarme mejor Me esta esperando junto a la tumba de mi madre, me recuerda demasiado a ti, también es un prodigio del violin, mejor dicho un pequeño prodigio para su corta edad tiene un don enorme Sonrei feliz de solo pensar en Edmond pues habia sido la luz que me habia hecho seguir adelante cuando pense que mi mundo se derrumbaba y me estaba esperando, esperaba no se preocupara en mi ausencia y tampoco que sintiera miedo Ese niño me cautivo desde que le conoci y bueno siempre ha querido conocerte ¿Le daras esa oportunidad? Le pregunte esperanzada de que no viera en el a un pequeño ser al que atacar porque me pondría en medio para defenderle si hacia falta aunque también temia la reacción de Edmond cuando viera al caballero del que tantas veces le había hablado. De aceptarle seriamos una extraña familia, un vampiro perseguido por todo el mundo por su crueldad, protegiendo a dos humanos entre sus alas oscuras
Le miraba a los ojos aquellos que me habin hipnotizado desde el primer momento y que lo seguían haciendo, no podía describir todo lo que podía ver en ellos, tanto sufrimiento, miedo, culpabilidad pero también arrepentimiento Ya no tienes que seguir estando en las sombras, no conmigo… nunca me has horrorizado ni lastimado mi angel Aun intentaba procesar todo lo que me había confesado, era demasiado y me empezaba a pasar factura dándome una pequeña jaqueca. Ese roce que provoco me hizo estremecer, que una chispa me recorriera de arriba abajo demostrándome todo lo que le necesitaba su contacto con el mio, era tan importante para mi como el respirar Te entiendo mi vida Queria besarlo, decirle que no importaba, que todo estaba bien, que se podría olvidar pero necesitaba que no se alejase mas, que me aceptase en su vida y que no le doliera tenerme a su lado porque de ser asi, seria yo la que desaparecería sin embargo aun tenia que esperar ver como terminaba todo esto ya que esto solo estaba empezando Ya no importa, solo es pasado y ahí debe quedarse, ahora tenemos un presente y un futuro Le miraba sin entender que pretendía al tomarse la mascara que ahora le cubria por completo todo el rostro No… Iba a contestar pero cuando se descubrió la cara, no supe que mas decir, ni siquiera estaba entendiendo porque se había descubierto, no veía nada malo en él, solo un rostro al que llenar de besos amorosos No tuve ningún problema el dia que te vi por primera vez y no tengo ningún problema ahora, solo veo el rostro de un hombre al que la vida le ha tratado muy duramente y que solo deseaba buscar un poco de paz, paz que intentare darte yo Deje que me preguntara y acaricie su cabello cuando se apoyo en mi hombro Sigo amándote, incluso mas que desde el primer dia que supe lo que sentía por ti Levante su rostro para mirarle asi sin la mascara y acariciándole las mejillas Yo estaría encantada de que estuvieras siempre delante mia sin mascara, no me importa lo que haya fuera, me importa lo que hay dentro Puse mi mano en su corazón o donde debería estar No voy a dejarte sino te alejas de mi Suspire para tomar valor y explicarle mi nueva situación familiar, esperaba lo entendiera y lo intentara aceptar Mi angel, si que hay alguien en mi vida a quien quiero muchísimo y le he dado un pequeño pedacito de mi corazón Sabia que estaba sonando de la manera que no era pero no sabia explicarme mejor Me esta esperando junto a la tumba de mi madre, me recuerda demasiado a ti, también es un prodigio del violin, mejor dicho un pequeño prodigio para su corta edad tiene un don enorme Sonrei feliz de solo pensar en Edmond pues habia sido la luz que me habia hecho seguir adelante cuando pense que mi mundo se derrumbaba y me estaba esperando, esperaba no se preocupara en mi ausencia y tampoco que sintiera miedo Ese niño me cautivo desde que le conoci y bueno siempre ha querido conocerte ¿Le daras esa oportunidad? Le pregunte esperanzada de que no viera en el a un pequeño ser al que atacar porque me pondría en medio para defenderle si hacia falta aunque también temia la reacción de Edmond cuando viera al caballero del que tantas veces le había hablado. De aceptarle seriamos una extraña familia, un vampiro perseguido por todo el mundo por su crueldad, protegiendo a dos humanos entre sus alas oscuras
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
Los recuerdos de agolpaban uno tras otro, formado un doloroso espejo mental que revivía en su reflejo frente a mis ojos una era de dolor y desdicha, una imagen fría y gris de un niño apresado y encadenado a una jaula recubierta de paja en su suelo, alimentado de comida podrida un diminuta bandeja de agua sucia, un se explotado y golpeado por su "dueño", despojado por esas manos gitanas mugrientas de la barrera invisible que separaba mi retorcido mundo, del prejuicio y aniquilador de toda la sociedad que se reía a carcajadas, que ignoraba el sufrimiento de inocente, que se deshacía a carcajadas e insultos cada vez que observaba esta escoria de faz... Las imágenes carmesí desprendidas de un hombre rechazado por los que creía los grandes amores de su vida y que terminó por matarlos con sus propias manos, la imagen fría y azul que se reproducía en el vidrio imaginario al ver mi primer asesinato que lleno para mi ese vacío y sacio para siempre mi sed de venganza... Rechazo, repudio y dolor eran los sentimientos que enmarcaban el vidrio en filo dorado y que empañaban mi corazón fatigado de buscar inútilmente la parte que me faltaba, resignado a que ella jamás llegaría, pero me equivoque y todo vieja sensación que petrificaba una pequeña parte de un corazón muerto se fue cayendo de a poco, dejando al rojo vivo el diminuto fragmento de un órgano que ardía y dolía con cada latido que la reclamaba a gritos que la cogiera entre mis brazos por las caderas, que volviera a acercarme a su boca y diera la estocada final que terminará por matarme de amor y de confusión....
Si, esa era la nueva sensación que torturaba mi alma, confusión... Entre lo que sentía y todo aquello que opacaba de rojo sangre toda mi existencia y que quería seguirle bañando con ella, pero... Quería cuidar de ella, quería dar por ella la vida de ser necesario, quizás al final solo habría una sola vida que el ángel de la muerte jamás tocaría y fue con aquella reflexión la que hizo de mi fatiga, algo evidente, era necesario refugiarme en su cuerpo, sentirla conmigo aún con la faz descubierta y desnuda, por que so me encontraba escondido como un niño asustado en su hombro donde el espanto y el horror de tan solo pensar en perderla, en que ella se alejara de mi por simple hecho de saber la verdad oculta bajo la máscara, entre las alas negras que alguna vez le hice creer que era de un ángel, se disipaba con el toque de su mano entre mis falsos cabellos, sus palabras resonaban en mis adentros, estridentes estos que llegaban hasta el recoveco mas oscuro de mi alma, dulces sonidos emanados de la sinfonía deseada de la compasión y de amor que la maldita sociedad me arrebato y me negó abruptamente... Ahora su voz era quien cantaba para mi tan anhelada melodía.
Sus manos tomaron sin ningún repudio mis mejillas calcinas y carentes de la suavidad y tejido de piel, acariciaba como si fuese el pelaje de un gato, de un perro, de un humano bello, no pude evitarlo más y mis manos tomaron desesperadas las suyas con la embriagadora sed del sentimiento que mantuve guardado por mucho tiempo, primero siglos y después un año de abstenciones hacia ella -Te amo Selena, no tienes una idea del idilio que siento dentro- inspire -Si es tu deseo verme sin mascara así lo he de hacer hasta que me pidas lo contrario, todo cuanto desees por mi te será entregado, incluyendo lo único que me ha mantenido a salvo del mundo hostil del hombre- asentí manso, dócil, susurre como si alguien entre ese cúmulo de tumbas olvidadas pudiera escucharnos, yo no quería compartir el secreto que eran tan mío con algún mortal mediocre que fuese pasando por allí, así como ella lo era, la complicidad y nuestro sentimiento debía ser solo mío, solté sus manos, no se porque dejaba tocarme en el pecho sin tomar represalias al respecto, quería decirle que en mi interior el corazón agonizante había recobrado la vida a menos en parte, pero que dolía, que calcinaba y al mismo tiempo me daba vida y aliento, mas no pude confesárselo, bastante era el dolor causado, y para mi era insoportable su ausencia, no restaría siquiera verla partir con tal de que yo deje de sufrir, mi pequeña rosa era capaz de hacer eso y mas por mi, pero no era tan fuerte sin ella.
El silencio se hizo entre los dos, la distancia, la barrera inexistente seguía en su maldita necesidad de no tocarle a pesar de que mano continuará en mi pecho, aquello que se desprendía de sus labios sonaba una cruel amenaza contra el humano que había quedado en vez del demonio, ella no podía irse y yo... A mi pedía que no me alejase de ella, puede que en el fondo contemplará eso como una posibilidad si la vergüenza seguía carcomiendo ante ella, no sabia que calvario era mas duro, pero intentaría de todo con tal de no perderla, esta vez ya no estaba dispuesto -¿Recuerdas aquella ultima noche, cuando cantaba a tu oído tras la caída en la mansión del cazador?- cuestione con tono suave, tierno, gentil -Aquellas palabras cifradas en notas, no eran solo una melodía para mitigar tu miedo, eran una promesa fiel y eterna de que yo allí estaría, de que jamás de ti me alejaría ... hoy yo te digo que quiero compartir todo un amor, toda una vida, has dicho que me amas y es por correspondencia a ello y al amor que te tengo que he de seguirte a donde quiera que vayas el resto de nuestros días- separe de mi pecho su mano, tome ambas manos humanamente delicadas entre las mías frías y letales, bañadas en sangre de siglos de historia, las envolví aun sintiéndome indigno de ellas -Prometo compartir contigo cada anochecer y cada amanecer antes de que los rayos fulminantes del sol lleguen a calcinarme, te ofrezco mis brazos, mi cuerpo deforme como el abrigo que te cobije por las noches de fríos y peligros- acerque cuidadosamente sus manos a mis labios, las colme de besos, las colme de pensamientos nacidos del amor que profesaba por ella, el mundo se borro para mi en instantes, solo ella, yo y un beso nacido en mis labios para posarse en los suyos con desesperación, locura y pasión desbordante parecíamos existir en ese momento, mis manos pusieron las suyas alrededor de mi cuello, las mías encontraron refugio en su cadera, en su espalda y que pronto tuvieron la necesidad de cargarle y girar mientras el eterno ósculo se consumó naciendo de mis labios cercanos aun a los suyos una sonrisa -Eres todo lo que pienso durante mis noches más oscuras- susurre tomando sus mejillas y cabellos, apoyando su frente en la mía, suspirando del sosiego re su amor, pronto ella continuo, expuso los cambios, ¿como no lo había pensado antes?... Ese chiquillo, sabia tan poco de el, solo me interesaba Selena, a ella la cuidaba, a el no, pero la veía deseosa e ilusionada porque yo le conociera -¿Esos son tus deseos Selena?- interrogue con impaciencia -Se solo lo básico de ese infante- respondí severo apartándome de ella -Prodigio o no- prosegui ocultando mi rostro en la mascara -¿Crees que entenderá esto?- señale con brusquedad a la falsa cara de porcelana -Me idealiza Selena, a esa edad cualquiera lo hace, la desilusión vendrá tan pronto me vea, tan pronto sepa que hay detrás de esto, tan pronto sepa quien soy y porque a su... Nueva madre solo la veo de noche...- dije dandole la espalda de nuevo cuando recaí en la cuenta de que probablemente sabia lo que deseaba, lo que buscaba una vez que conociera a la cría -¿Deseas que sea yo su.. P...?- interrumpí y retorne a ella de forma rápida, aterrada -No Selena, el me rechazara, estoy seguro... El... El...- me aferre a sus brazos con fuerza pero sin lastimarle -Simplemente no todos aman como tu- el miedo al rechazo carcomía todo dentro de mi, del amor pronto había pasado a la desesperanza y de la desesperanza había pensando pronto en invocar al demonio que mataba -Dime algo pronto, que calme a este ser montaraz, que despierta ante la amenaza del rechazo- rogaba en silencio, expresando mi clamor tal vez en mis ojos -Selena- clame su nombre, comprendiendo que si ella me lo pedía, si me insistía en que era su deseo el que conociera al niño cedería, porque amarla significaba sal y heridas cicatrizadas con su mar, ¿de que servia la eternidad si ella no estaría conmigo?... no importaba entonces lo que me pidiera, lo haría con tal de estar a su lado, tomando poco, pero importante y más atesorada sensación con ella y con el niño... de todo lo que me fue negado a merecer.
Si, esa era la nueva sensación que torturaba mi alma, confusión... Entre lo que sentía y todo aquello que opacaba de rojo sangre toda mi existencia y que quería seguirle bañando con ella, pero... Quería cuidar de ella, quería dar por ella la vida de ser necesario, quizás al final solo habría una sola vida que el ángel de la muerte jamás tocaría y fue con aquella reflexión la que hizo de mi fatiga, algo evidente, era necesario refugiarme en su cuerpo, sentirla conmigo aún con la faz descubierta y desnuda, por que so me encontraba escondido como un niño asustado en su hombro donde el espanto y el horror de tan solo pensar en perderla, en que ella se alejara de mi por simple hecho de saber la verdad oculta bajo la máscara, entre las alas negras que alguna vez le hice creer que era de un ángel, se disipaba con el toque de su mano entre mis falsos cabellos, sus palabras resonaban en mis adentros, estridentes estos que llegaban hasta el recoveco mas oscuro de mi alma, dulces sonidos emanados de la sinfonía deseada de la compasión y de amor que la maldita sociedad me arrebato y me negó abruptamente... Ahora su voz era quien cantaba para mi tan anhelada melodía.
Sus manos tomaron sin ningún repudio mis mejillas calcinas y carentes de la suavidad y tejido de piel, acariciaba como si fuese el pelaje de un gato, de un perro, de un humano bello, no pude evitarlo más y mis manos tomaron desesperadas las suyas con la embriagadora sed del sentimiento que mantuve guardado por mucho tiempo, primero siglos y después un año de abstenciones hacia ella -Te amo Selena, no tienes una idea del idilio que siento dentro- inspire -Si es tu deseo verme sin mascara así lo he de hacer hasta que me pidas lo contrario, todo cuanto desees por mi te será entregado, incluyendo lo único que me ha mantenido a salvo del mundo hostil del hombre- asentí manso, dócil, susurre como si alguien entre ese cúmulo de tumbas olvidadas pudiera escucharnos, yo no quería compartir el secreto que eran tan mío con algún mortal mediocre que fuese pasando por allí, así como ella lo era, la complicidad y nuestro sentimiento debía ser solo mío, solté sus manos, no se porque dejaba tocarme en el pecho sin tomar represalias al respecto, quería decirle que en mi interior el corazón agonizante había recobrado la vida a menos en parte, pero que dolía, que calcinaba y al mismo tiempo me daba vida y aliento, mas no pude confesárselo, bastante era el dolor causado, y para mi era insoportable su ausencia, no restaría siquiera verla partir con tal de que yo deje de sufrir, mi pequeña rosa era capaz de hacer eso y mas por mi, pero no era tan fuerte sin ella.
El silencio se hizo entre los dos, la distancia, la barrera inexistente seguía en su maldita necesidad de no tocarle a pesar de que mano continuará en mi pecho, aquello que se desprendía de sus labios sonaba una cruel amenaza contra el humano que había quedado en vez del demonio, ella no podía irse y yo... A mi pedía que no me alejase de ella, puede que en el fondo contemplará eso como una posibilidad si la vergüenza seguía carcomiendo ante ella, no sabia que calvario era mas duro, pero intentaría de todo con tal de no perderla, esta vez ya no estaba dispuesto -¿Recuerdas aquella ultima noche, cuando cantaba a tu oído tras la caída en la mansión del cazador?- cuestione con tono suave, tierno, gentil -Aquellas palabras cifradas en notas, no eran solo una melodía para mitigar tu miedo, eran una promesa fiel y eterna de que yo allí estaría, de que jamás de ti me alejaría ... hoy yo te digo que quiero compartir todo un amor, toda una vida, has dicho que me amas y es por correspondencia a ello y al amor que te tengo que he de seguirte a donde quiera que vayas el resto de nuestros días- separe de mi pecho su mano, tome ambas manos humanamente delicadas entre las mías frías y letales, bañadas en sangre de siglos de historia, las envolví aun sintiéndome indigno de ellas -Prometo compartir contigo cada anochecer y cada amanecer antes de que los rayos fulminantes del sol lleguen a calcinarme, te ofrezco mis brazos, mi cuerpo deforme como el abrigo que te cobije por las noches de fríos y peligros- acerque cuidadosamente sus manos a mis labios, las colme de besos, las colme de pensamientos nacidos del amor que profesaba por ella, el mundo se borro para mi en instantes, solo ella, yo y un beso nacido en mis labios para posarse en los suyos con desesperación, locura y pasión desbordante parecíamos existir en ese momento, mis manos pusieron las suyas alrededor de mi cuello, las mías encontraron refugio en su cadera, en su espalda y que pronto tuvieron la necesidad de cargarle y girar mientras el eterno ósculo se consumó naciendo de mis labios cercanos aun a los suyos una sonrisa -Eres todo lo que pienso durante mis noches más oscuras- susurre tomando sus mejillas y cabellos, apoyando su frente en la mía, suspirando del sosiego re su amor, pronto ella continuo, expuso los cambios, ¿como no lo había pensado antes?... Ese chiquillo, sabia tan poco de el, solo me interesaba Selena, a ella la cuidaba, a el no, pero la veía deseosa e ilusionada porque yo le conociera -¿Esos son tus deseos Selena?- interrogue con impaciencia -Se solo lo básico de ese infante- respondí severo apartándome de ella -Prodigio o no- prosegui ocultando mi rostro en la mascara -¿Crees que entenderá esto?- señale con brusquedad a la falsa cara de porcelana -Me idealiza Selena, a esa edad cualquiera lo hace, la desilusión vendrá tan pronto me vea, tan pronto sepa que hay detrás de esto, tan pronto sepa quien soy y porque a su... Nueva madre solo la veo de noche...- dije dandole la espalda de nuevo cuando recaí en la cuenta de que probablemente sabia lo que deseaba, lo que buscaba una vez que conociera a la cría -¿Deseas que sea yo su.. P...?- interrumpí y retorne a ella de forma rápida, aterrada -No Selena, el me rechazara, estoy seguro... El... El...- me aferre a sus brazos con fuerza pero sin lastimarle -Simplemente no todos aman como tu- el miedo al rechazo carcomía todo dentro de mi, del amor pronto había pasado a la desesperanza y de la desesperanza había pensando pronto en invocar al demonio que mataba -Dime algo pronto, que calme a este ser montaraz, que despierta ante la amenaza del rechazo- rogaba en silencio, expresando mi clamor tal vez en mis ojos -Selena- clame su nombre, comprendiendo que si ella me lo pedía, si me insistía en que era su deseo el que conociera al niño cedería, porque amarla significaba sal y heridas cicatrizadas con su mar, ¿de que servia la eternidad si ella no estaría conmigo?... no importaba entonces lo que me pidiera, lo haría con tal de estar a su lado, tomando poco, pero importante y más atesorada sensación con ella y con el niño... de todo lo que me fue negado a merecer.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
No podía entrar en su mente más la mía si viajaba un poco al pasado, donde los hombres herían a mi madre, la golpeaban y la hacían llorar; los partos en los que yo ayudaba pero por los golpes nacían muertos, un montón de hermanos a los que habría cuidado y que me habrían aportado mucha felicidad; aquellos mismos hombre que me agarraban para intentar hacerme lo mismo que a mi madre y yo me revolvía y mordía, huyendo a las calles y recibiendo probablemente el castigo a mi comportamiento mi madre; las veces que me miraban como si mi existencia fuera un pecado cuando ya mi madre no estaba y robara un trozo de fruta. Todos eran malos recuerdos pero si lo pensaba bien también había resquicios de humanidad, la vendedora que siempre que me veía me daba comida, las compañeras de mi madre que me cuidaban cuando ella trabajaba, la anciana que me curaba las heridas y me limpiaba las lágrimas cada vez que escapaba... Era normal que hubiera tenido miedo de los hombres, ellos nunca se habían portado bien hacia mi persona. Todos esos eran mis pensamientos y los sentimientos que me habían provocado por lo que hasta cierto punto podía comprender que él pensara igual mas sin embargo tampoco podía saberlo, solo deseaba que no fuera así y que esos recuerdos le hicieran daño
No sabía cómo calmar su alma, hacer que estuviera en paz con el mundo pero sobre todo consigo mismo porque si no se perdonaba, sino aceptaba que la vida le daba una nueva vida que vivir en la que el pasado no le afectaba, no podría continuar y ser feliz. Solo podía seguir acariciando su cabello y abrazarle con el otro brazo, que se sintiera refugiado en mí, que conmigo no habría rechazo, ni odio o dolor... Mi corazón se compungía al ver su rostro de tristeza, su dolor y confusión de que fuera capaz de acariciarle de verle y amarle, como si no tuviera derecho a ello.
Pasaba mis manos con cariño por su rostro, recorriendo cada cicatriz, intentando hacerla un poco parte de mi para quitarle a él lo que fuera que le provocara pero no me dejo seguir haciéndolo, me las agarro lo que hizo que le mirara directamente suspirando Yo también te amo mi ángel pero no tienes que hacerlo porque yo quiera sino te gusta hacerlo, no tienes que complacerme… yo quiero que lo hagas porque te sientes cómodo así ante mi Imponerle mi deseo era lo que menos quería, no quería que me complaciera sino que se sintiera tan seguro a mi lado que él mismo fuera capaz de aceptarse tal cual sin la máscara como el ser imperfecto que era, ya que las imperfecciones hacían a la persona más humana y perfecta y yo era la primera persona que tenía muchas cosas mal en mi Mi ángel, solo deseo tu amor… no necesito nada más Le sonreí con cariño, The Phantom no era un monstruo o al menos no el monstruo que creía por su aspecto pero no había forma de hacérselo entender pero por otro lado comprendía la crueldad que a veces la naturaleza humana podía mostrar ante lo que no entendían y les asustaba Sí aunque creí que había sido un sueño, quizás en el fondo estaba segura de que era real y eso me dio la esperanza Comente antes de que continuara para luego sorprenderme bastante Una vida juntos no es uno guiar y el otro seguir, es caminar juntos… en una pareja ambos somos iguales, ambos tenemos que mirar hacia el futuro unidos Al menos eso era lo único que yo concibió como pareja, para el amor, la sinceridad y todo lo que aquello podía implicar, un futuro para ambos
Por primera vez en mucho tiempo conociendo la verdad era consciente de la realidad, de quien era él, sus manos frías podía hacérmelo notar pero aun a pesar de ello seguía sin importarme lo mas mínimo Eso es lo único que deseo y podemos ocultar el sol para que no tengas que alejarte nunca de nuestro hogar No sabía si él desearía vivir en la casa pero de aceptar, solo habría que tapar cada agujero, cada zona donde el sol quisiera entrar. Cuando besaba mis manos me hacía sonrojar, me hacía temblar como una niña chica que deseaba el caramelo y solo podía verlo tras la ventana, deseosa de mas, de conseguir ese caramelo que pronto llego al notar sus labios sobre los míos, los había necesitado demasiado tiempo, sentirlos, disfrutarlos, acariciarlos con suavidad pero al mismo tiempo con pasión, desesperación y muchas ganas. Me agarre a su cuello como si no hubiera un mañana, como si fuera la única forma de retenerle para siempre a mi lado Todas las noches te sueño a mi lado Había sonreído con las vueltas hasta que poso su frente sobre la mía suspirando ¿Son mis deseos? Sí, me gustaría pero… quiero que lo desees tú también mi ángel, te lo dije antes… quiero que hagas las cosas porque lo deseas Empezaba a dudar que quisiera conocerle, que le aceptara lo cual me preocupaba en extremo Si lo entenderá, es un niño con un gran corazón, que sabrá abrírtelo igual que hice yo, dale una oportunidad Cada vez que me apartaba me dolía, sentía que hacia las cosas mal con él, mis actos solo le traían molestia y dolor y era algo obvio al ver que se tapó de nuevo el rostro Si no deseas hacerlo estará bien pero no pierdas la oportunidad de ser querido por miedo, el miedo solo trae tristeza… y además nunca sabrás su opinión sino lo intentas Suspire mirando al suelo sin decir ni una sola palabra más cuando escuche su pregunta, se había dado cuenta de que mi intención era crear una familia junto a los dos Te sorprenderías qué clase de niño es, mi ángel pero lo entiendo, nunca te obligaría a ello Note sus manos apretarme los brazos, no hacía daño pero sí que me dolía de cierta forma poética lo que que ese gesto implicaba No es nada tonto y notara que algo cambio en mí y querrá saber que es y cuando se lo explique buscara de manera incesante la forma de buscarte, no se rendirá Seria complicado llevar dos vidas similares pero a la vez tan diferentes por lo que provocaba el eterno miedo que tenía al rechazo Sé que él te aceptaría con cariño, aun es tan niño que no entiende la crueldad que la gente provoca, el miedo a lo diferente… solo vera tu corazón y tu interior, lo que provocas en mí y lo que podrías enseñarle a él Me solté de su agarre sin mirarle, no quería presionarle asique se me ocurrió una idea, quizás algo alocada, quizás brillante pero le haría descubrir que ese niño se parecía más a él de lo que pudiera llegar a imaginarse en ningún momento Siempre puedes ir conociéndole en las noches, en las sombras…
No sabía cómo calmar su alma, hacer que estuviera en paz con el mundo pero sobre todo consigo mismo porque si no se perdonaba, sino aceptaba que la vida le daba una nueva vida que vivir en la que el pasado no le afectaba, no podría continuar y ser feliz. Solo podía seguir acariciando su cabello y abrazarle con el otro brazo, que se sintiera refugiado en mí, que conmigo no habría rechazo, ni odio o dolor... Mi corazón se compungía al ver su rostro de tristeza, su dolor y confusión de que fuera capaz de acariciarle de verle y amarle, como si no tuviera derecho a ello.
Pasaba mis manos con cariño por su rostro, recorriendo cada cicatriz, intentando hacerla un poco parte de mi para quitarle a él lo que fuera que le provocara pero no me dejo seguir haciéndolo, me las agarro lo que hizo que le mirara directamente suspirando Yo también te amo mi ángel pero no tienes que hacerlo porque yo quiera sino te gusta hacerlo, no tienes que complacerme… yo quiero que lo hagas porque te sientes cómodo así ante mi Imponerle mi deseo era lo que menos quería, no quería que me complaciera sino que se sintiera tan seguro a mi lado que él mismo fuera capaz de aceptarse tal cual sin la máscara como el ser imperfecto que era, ya que las imperfecciones hacían a la persona más humana y perfecta y yo era la primera persona que tenía muchas cosas mal en mi Mi ángel, solo deseo tu amor… no necesito nada más Le sonreí con cariño, The Phantom no era un monstruo o al menos no el monstruo que creía por su aspecto pero no había forma de hacérselo entender pero por otro lado comprendía la crueldad que a veces la naturaleza humana podía mostrar ante lo que no entendían y les asustaba Sí aunque creí que había sido un sueño, quizás en el fondo estaba segura de que era real y eso me dio la esperanza Comente antes de que continuara para luego sorprenderme bastante Una vida juntos no es uno guiar y el otro seguir, es caminar juntos… en una pareja ambos somos iguales, ambos tenemos que mirar hacia el futuro unidos Al menos eso era lo único que yo concibió como pareja, para el amor, la sinceridad y todo lo que aquello podía implicar, un futuro para ambos
Por primera vez en mucho tiempo conociendo la verdad era consciente de la realidad, de quien era él, sus manos frías podía hacérmelo notar pero aun a pesar de ello seguía sin importarme lo mas mínimo Eso es lo único que deseo y podemos ocultar el sol para que no tengas que alejarte nunca de nuestro hogar No sabía si él desearía vivir en la casa pero de aceptar, solo habría que tapar cada agujero, cada zona donde el sol quisiera entrar. Cuando besaba mis manos me hacía sonrojar, me hacía temblar como una niña chica que deseaba el caramelo y solo podía verlo tras la ventana, deseosa de mas, de conseguir ese caramelo que pronto llego al notar sus labios sobre los míos, los había necesitado demasiado tiempo, sentirlos, disfrutarlos, acariciarlos con suavidad pero al mismo tiempo con pasión, desesperación y muchas ganas. Me agarre a su cuello como si no hubiera un mañana, como si fuera la única forma de retenerle para siempre a mi lado Todas las noches te sueño a mi lado Había sonreído con las vueltas hasta que poso su frente sobre la mía suspirando ¿Son mis deseos? Sí, me gustaría pero… quiero que lo desees tú también mi ángel, te lo dije antes… quiero que hagas las cosas porque lo deseas Empezaba a dudar que quisiera conocerle, que le aceptara lo cual me preocupaba en extremo Si lo entenderá, es un niño con un gran corazón, que sabrá abrírtelo igual que hice yo, dale una oportunidad Cada vez que me apartaba me dolía, sentía que hacia las cosas mal con él, mis actos solo le traían molestia y dolor y era algo obvio al ver que se tapó de nuevo el rostro Si no deseas hacerlo estará bien pero no pierdas la oportunidad de ser querido por miedo, el miedo solo trae tristeza… y además nunca sabrás su opinión sino lo intentas Suspire mirando al suelo sin decir ni una sola palabra más cuando escuche su pregunta, se había dado cuenta de que mi intención era crear una familia junto a los dos Te sorprenderías qué clase de niño es, mi ángel pero lo entiendo, nunca te obligaría a ello Note sus manos apretarme los brazos, no hacía daño pero sí que me dolía de cierta forma poética lo que que ese gesto implicaba No es nada tonto y notara que algo cambio en mí y querrá saber que es y cuando se lo explique buscara de manera incesante la forma de buscarte, no se rendirá Seria complicado llevar dos vidas similares pero a la vez tan diferentes por lo que provocaba el eterno miedo que tenía al rechazo Sé que él te aceptaría con cariño, aun es tan niño que no entiende la crueldad que la gente provoca, el miedo a lo diferente… solo vera tu corazón y tu interior, lo que provocas en mí y lo que podrías enseñarle a él Me solté de su agarre sin mirarle, no quería presionarle asique se me ocurrió una idea, quizás algo alocada, quizás brillante pero le haría descubrir que ese niño se parecía más a él de lo que pudiera llegar a imaginarse en ningún momento Siempre puedes ir conociéndole en las noches, en las sombras…
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
En esos momentos en que su mano tersa y liviana removía mis cabellos y sus palabras eran el bálsamo bendito que necesitaba mi vida, mi maldita existencia, pensaba cuanto anduve deambulando en una espiral oscura y sin sentido, sin poder recordar lo que buscaba, a veces sentía que en aquella incansable búsqueda que fue interrumpida por la crueldad y la mala levadura de los hombres, mi esencia, esa que era tan humana, que ahora estaba pasiva en los brazos de Selena, se esfumaba en mis adentros, se disipaba poco a poco entre sombras y arena.
Con el consuelo de sus palabras, ese néctar de amor otra idea que siglos atrás me perseguía como un verdugo fiel, salía despavorido por los senderos que las murallas oscuras de mi alma habían dejado a la vista de la luz, solía pensar que había algo delicioso en el olvido, en la soledad, creía que nadie suplía tal placer, al menos que fuese la muerte de hombres y mujeres, pero resultaba que todo lo vi desde una perspectiva equivoca, era todo o que mis oídos absorbían un profundo deleite, una curación mágica.
Y ese mismo efecto resultaba tener su risa, ese sonido de belleza sin igual, que nadie, absolutamente había compartido conmigo a lo largo de los siglos, melodía sutil que de pronto se transformo en la luz brillante, que daba calidez a esas noches frías, incoloras y solitarias, cadenas invisibles que fueron el sustituto de las que alguna vez me cortaban los antebrazos, las que me retenían y me mantenían crueles a los deseos inhumanos de los mortales.
Y aun más el gesto desprendido de lo más profundo del corazón donde el granito y el hielo caían a pedazos, el demonio quedo atónito al sentirla, al contemplar como el hombre la suspendía en el aire, danzando en círculos el vals que no dejaba de dibujar mi mente, aquel donde se oía un viejo clavicordio en las lejanías del rosal espinado donde había caído como cualquier otro enamorado, las espinas podían doler, sin embargo me hacia fuerte la sola idea de que cumplía la promesa de años pasados, donde juraba amor, protección y todo mi ser para aquella que me aceptara tal y como era, sin manipulación, sin horror, sin repugnancia.
La faz desnuda daba indicio de que alguna lágrima quizás escapo del recóndito infierno interno, no tuve más que a sus palabras responder -A tu llamado mi corazón se ha reanimado y es por mi deseo y el tuyo permanecer sin el rostro que alguna vez formo parte de una farsa de las que no hay más que cenizas que navegan ya con el viento en caminos lejanos- me acerque a ella, antes que prosiguiera con lo del niño, le tome de la cadera, la envolví con mis brazos buscando con necesidad evidente de su mirada, su cercanía -Mi amor siempre tuyo será, lo fue desde el primer momento y aún hoy después de un año de alejamiento no he dejado de adorarte, de quererte ni un solo instante... descansa en mi corazón que yo lo haré en el tuyo- asentí recordando una a una cada palabra dicha, describiendo la felicidad misma de lo que ella creía una pareja, quizás tenía razón, pero yo al contrario de ella ha visto y vivido en carne propia la crueldad del hombre, era un mundo donde yo no conocía todo en lo que ella confiaba y trataba de mostrarme con paciencia y probablemente resignación de que al final jamás comprendería el significado de sus frases -Yo sé que ese es él trabajo de una pareja, es la dicha misma, ambos caminaremos tomados de la mano eso te lo prometo- decía mientras los párpados se cerraban en la simbolización extraña del dolor -Sin embargo permíteme protegerte de los monstruos que yo he conocido y de los que tu también has probado sus sinsabores, permite ser el ángel que cuide el paso de ambos por estos senderos mundanos, incluso permite que te cuide de mi, de todo el dolor que llegue a causarte- suplique encarecidamente, deseando que asintiera, esperando que mis razones entendiera -Todas las noches después de que el teatro cierre sus puertas, de que pro…- me vi interrumpido ante la impertinencia que diría sin pensar -Yo estaré contigo cada noche, en cada suspiro que des hasta alba al amanecer, habrá veces que no soporte la distancia, el tiempo de espera para retornar, en esos días a tu lado me quedaré, aunque solo me verás en el sopor de mi naturaleza- inspire -Yo te ayudaré a construir nuestro hogar, pedazo a pedazo, dejarás de vivir en las condiciones en las que habitas ahora, haré con esa pequeña choza un palacio digno de mi rosa predilecta- bese sus labios con más calma pero con el ansia de más que pedía mi corazón resucitado -Te amo hermoso ser- aparte los cabellos de su rostro para contemplar embelesado la perfección con la que se reflejaba su blanco interior , me aparte de ella, mi pequeña mademoiselle seguía, respondía nerviosa a mi pregunta, la sospecha se hacia más evidente, deseaba una familia -Ni siquiera en mis sueños más oscuros pude llegar a pensar que podría tener bebés o algo parecido, ni una mujer que fuese hecha para mí- pensaba mientras contemplaba su figura elegante y femenina, humildemente vestida y portando en el pecho aquella sortija que le había obsequiado el día de la despedida -Pero me resultaba difícil- hablaba y luchaba en mis adentros contra todo aquello que me dictaba el no ceder a conocerle -Dejar de lado todo pensamiento de la vida que he conocido hasta el día de hoy- debatía, con la angustia y preocupación escondida detrás de la máscara, separado de Selena, dejando tranquilos a los brazos que por un momento me aferre con tanta esperanza de que el miedo desapareciera como la bruma de los bosques antes de que el sol se ponga en lo alto -Solo debo dejar que mi alma, si es que aún tengo algún vestigio de ella, me lleve a donde siempre he anhelado estar- concluí, toda justificación a esto último parecía valida, después de todo fueron doscientos años de nostalgia, siglos de soñar con esta momento cuando este milagro existe eternamente, dejando de ser un sueño fugaz, de un monstruo, de un fantasma -¿Estas segura?- cuestione ante su decisión que francamente me tomo por sorpresa ¿Tanta era la confianza depositada en mí? ¿Era posible que sabiendo el alto peligro que podía representar mi presencia, de la muerte que conllevaba, del vampiro y el asesino dentro de mi, dejará que estuviera cerca de su.. de mi… de nuestro… del niño?, le mire apenas con el rabillo del ojo, hace unos instantes que le había dado la espalda de nuevo tan pronto me soltó -Deseo conocerlo ahora- suplique, retornando sobre mis pasos y con mano la mano forrada en piel extendida hacia ella, invitándole a que me guiará a la tumba prometida -Llévame a donde él, al fin la penumbra de estas tumbas olvidadas y la luz mortecina de la luna me ayudará a ocultarme ante sus ojos, después la noche que ustedes elijan, cuidaré de él como lo hago contigo, trataré de conocerle, trataré de acogerlo entre mi oscuro plumaje- aun tenía mis dudas, no me complacía mucho la idea de tener un niño, alguien perfecto, sin marcas ni malformaciones como primogénito, no quería compartir el cariño de Selena con él, pero por ella lo haría, quizás ese sentir, es solo por miedo al propio miedo.
Con el consuelo de sus palabras, ese néctar de amor otra idea que siglos atrás me perseguía como un verdugo fiel, salía despavorido por los senderos que las murallas oscuras de mi alma habían dejado a la vista de la luz, solía pensar que había algo delicioso en el olvido, en la soledad, creía que nadie suplía tal placer, al menos que fuese la muerte de hombres y mujeres, pero resultaba que todo lo vi desde una perspectiva equivoca, era todo o que mis oídos absorbían un profundo deleite, una curación mágica.
Y ese mismo efecto resultaba tener su risa, ese sonido de belleza sin igual, que nadie, absolutamente había compartido conmigo a lo largo de los siglos, melodía sutil que de pronto se transformo en la luz brillante, que daba calidez a esas noches frías, incoloras y solitarias, cadenas invisibles que fueron el sustituto de las que alguna vez me cortaban los antebrazos, las que me retenían y me mantenían crueles a los deseos inhumanos de los mortales.
Y aun más el gesto desprendido de lo más profundo del corazón donde el granito y el hielo caían a pedazos, el demonio quedo atónito al sentirla, al contemplar como el hombre la suspendía en el aire, danzando en círculos el vals que no dejaba de dibujar mi mente, aquel donde se oía un viejo clavicordio en las lejanías del rosal espinado donde había caído como cualquier otro enamorado, las espinas podían doler, sin embargo me hacia fuerte la sola idea de que cumplía la promesa de años pasados, donde juraba amor, protección y todo mi ser para aquella que me aceptara tal y como era, sin manipulación, sin horror, sin repugnancia.
La faz desnuda daba indicio de que alguna lágrima quizás escapo del recóndito infierno interno, no tuve más que a sus palabras responder -A tu llamado mi corazón se ha reanimado y es por mi deseo y el tuyo permanecer sin el rostro que alguna vez formo parte de una farsa de las que no hay más que cenizas que navegan ya con el viento en caminos lejanos- me acerque a ella, antes que prosiguiera con lo del niño, le tome de la cadera, la envolví con mis brazos buscando con necesidad evidente de su mirada, su cercanía -Mi amor siempre tuyo será, lo fue desde el primer momento y aún hoy después de un año de alejamiento no he dejado de adorarte, de quererte ni un solo instante... descansa en mi corazón que yo lo haré en el tuyo- asentí recordando una a una cada palabra dicha, describiendo la felicidad misma de lo que ella creía una pareja, quizás tenía razón, pero yo al contrario de ella ha visto y vivido en carne propia la crueldad del hombre, era un mundo donde yo no conocía todo en lo que ella confiaba y trataba de mostrarme con paciencia y probablemente resignación de que al final jamás comprendería el significado de sus frases -Yo sé que ese es él trabajo de una pareja, es la dicha misma, ambos caminaremos tomados de la mano eso te lo prometo- decía mientras los párpados se cerraban en la simbolización extraña del dolor -Sin embargo permíteme protegerte de los monstruos que yo he conocido y de los que tu también has probado sus sinsabores, permite ser el ángel que cuide el paso de ambos por estos senderos mundanos, incluso permite que te cuide de mi, de todo el dolor que llegue a causarte- suplique encarecidamente, deseando que asintiera, esperando que mis razones entendiera -Todas las noches después de que el teatro cierre sus puertas, de que pro…- me vi interrumpido ante la impertinencia que diría sin pensar -Yo estaré contigo cada noche, en cada suspiro que des hasta alba al amanecer, habrá veces que no soporte la distancia, el tiempo de espera para retornar, en esos días a tu lado me quedaré, aunque solo me verás en el sopor de mi naturaleza- inspire -Yo te ayudaré a construir nuestro hogar, pedazo a pedazo, dejarás de vivir en las condiciones en las que habitas ahora, haré con esa pequeña choza un palacio digno de mi rosa predilecta- bese sus labios con más calma pero con el ansia de más que pedía mi corazón resucitado -Te amo hermoso ser- aparte los cabellos de su rostro para contemplar embelesado la perfección con la que se reflejaba su blanco interior , me aparte de ella, mi pequeña mademoiselle seguía, respondía nerviosa a mi pregunta, la sospecha se hacia más evidente, deseaba una familia -Ni siquiera en mis sueños más oscuros pude llegar a pensar que podría tener bebés o algo parecido, ni una mujer que fuese hecha para mí- pensaba mientras contemplaba su figura elegante y femenina, humildemente vestida y portando en el pecho aquella sortija que le había obsequiado el día de la despedida -Pero me resultaba difícil- hablaba y luchaba en mis adentros contra todo aquello que me dictaba el no ceder a conocerle -Dejar de lado todo pensamiento de la vida que he conocido hasta el día de hoy- debatía, con la angustia y preocupación escondida detrás de la máscara, separado de Selena, dejando tranquilos a los brazos que por un momento me aferre con tanta esperanza de que el miedo desapareciera como la bruma de los bosques antes de que el sol se ponga en lo alto -Solo debo dejar que mi alma, si es que aún tengo algún vestigio de ella, me lleve a donde siempre he anhelado estar- concluí, toda justificación a esto último parecía valida, después de todo fueron doscientos años de nostalgia, siglos de soñar con esta momento cuando este milagro existe eternamente, dejando de ser un sueño fugaz, de un monstruo, de un fantasma -¿Estas segura?- cuestione ante su decisión que francamente me tomo por sorpresa ¿Tanta era la confianza depositada en mí? ¿Era posible que sabiendo el alto peligro que podía representar mi presencia, de la muerte que conllevaba, del vampiro y el asesino dentro de mi, dejará que estuviera cerca de su.. de mi… de nuestro… del niño?, le mire apenas con el rabillo del ojo, hace unos instantes que le había dado la espalda de nuevo tan pronto me soltó -Deseo conocerlo ahora- suplique, retornando sobre mis pasos y con mano la mano forrada en piel extendida hacia ella, invitándole a que me guiará a la tumba prometida -Llévame a donde él, al fin la penumbra de estas tumbas olvidadas y la luz mortecina de la luna me ayudará a ocultarme ante sus ojos, después la noche que ustedes elijan, cuidaré de él como lo hago contigo, trataré de conocerle, trataré de acogerlo entre mi oscuro plumaje- aun tenía mis dudas, no me complacía mucho la idea de tener un niño, alguien perfecto, sin marcas ni malformaciones como primogénito, no quería compartir el cariño de Selena con él, pero por ella lo haría, quizás ese sentir, es solo por miedo al propio miedo.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
No habia mas palabras que decir, casi todo estaba dicho, mis sentimientos en cada momento habian estado a flor de piel y muy presentes por lo que las palabras no servirian de mucho, él podia notar cualquier cambio en mi y sin embargo parecia que aun necesitaba decirle mas aun, explicarle todo lo que pasaba por mi cabeza pero ya habria tiempo, mucho tiempo por lo que tampoco me preocupaba en demasia.
Cuando me tenia asi elevada no podia dejar de pensar que todo era un nuevo comienzo, una nueva oportunidad que teniamos que aprovechar y disfrutar ya que tenia un presentimiento de que la felicidad no iba a ser facil de lograr y no me gustaba esa sensacion pero tampoco tenia que pensar en ello
Le acariciaba las mejillas cuando tuve la sensacion de que una lagrima salio pero tampoco estaba segura por lo que no dije nada Gracias mi angel, sabes que de mi no veras ningun signo que pueda hacerte daño Le mire de la misma manera en que lo hacia en cada ocasion, una mirada llena de amor, caeiño, respeto y muchas mas cosas... Asi es conmigo, pase el tiempo que pase juntos o separados mi corazon siempre latira por ti, no importa la lejania, no importa el tiempo... solos tu y yo Era una promesa, era mas que eso... era una realidad pues pasara lo que pasara él siempre seria el unico ser con el que me sentiria completa y feliz Eso es lo unico que quiero, que ambos vayamos en la misma direccion juntos, uno al lado del otro Escucharle decir todo aquello solo hacia que mi corazon se llenara de dicha que se reflejaba en mi mirada en la sonrisa que mostraban mis labios Esta bien me cobijare bajo tus alas con la promesa de que no condenes tu alma por hacerlo por favor Era una suplica porque de hacer algo malo solo por protegerme le destruiria, le condenaria mas y lo peor que pudiera pasar es que me culpara terminando por alejarle de mi para siempre. Alce la ceja derecha cuando corto la frase a medio terminar mas sin embargo no dije nada, solo le deje que terminara completamente Ojala pudieras pasar todo el dia a mi lado pero cada noche podre disfrutar de ti, de tus caricias, tus palabras, de tu ser... entregarme a ti Sonaba quizas cursi o raro pero era algo que necesitaba, que me sintiera que supiera que solo era de él, que le daba todo mi cuerpo, corazon y alma... mis labios deseaban besarle, mis manos ardian por tocar cada parte de su ser Deseare al despertar que pase el dia rapido y que llegue la noche para tenerte Era mas la necesidad de que estuviera conmigo que el beber o el alimentarme o incluso el descansar y esa realidas me hacia ver hasta que punto estaba enamorada de él y lo que implicaria que se fuera de mi lado una sola noche Vivo bien mi angel, cierto es que hay algun agujero y esta un poco vieja pero nos cobija y nos da calor La casa tenia demasiado tiempo abandonada por lo que me habia contado aquella fantasma, a ella le habia pertenecido y debia haberla caido en gracia pues me la obsequio sin pedir nada, encontrandome a mi llegada una pequeña biblioteca, no es que la casa fuera una mansion pero tampoco era una chabola y si era mucho mas de lo que tenia antes de conocerla, es decir, nada. Le bese de igual manera que lo hacia él, como si no hubiera un mañana y tuvieramos que recuperar el tiempo perdido, ese año concentrado en su solo gesto tan significativo como aquel Te amo mi angel Cerre los ojos sintiendo su caricia aunque solo fuera para apartarme el cabello y suspirando cuando se acabo Pero si me encontraste ¿Por que no buscar quien pueda formar una familia con nosotros? Sabia que el hecho de tener nuestros propios hijos era dificil por no decir imposible pero tampoco podia asegurarlo y preferia a pesar de que no fueran de mi sangre, dar hogar a niños que no lo tenian, pues nunca eran culpables de acabar donde acababan y ninguno se merecia lo mismo que yo habia vivido
Podia entender su dilema, su lucha interna por saber quien tendria mas poder si se acercaba al niño, el hombre o la bestia, pero yo confiaba en él ciegamente, si podia estar en mi presencia sin desear hacerme daño tambien podia hacerlo delante de él, solo necesitaba conocerlo, que viera que se parecian mucho, que no le juzgaria y que el niño terminaria por quererlo, Edmond tenia para su corta edad un gran corazon y una amplia vision de la vida, no se cerraba a lo que siempre nos enseñaron por lo que se que no temeria de mi angel, al contrario estaba segura que querria conocerle mas aun Completamente segura, se que cuando le conozca te encariñaras con él Le sonrei sorprendiendome de que sin mas cambiase de opinion y quisiera que le llevara hasta la tumba donde Edmond esperaba Te llevare pero deja que primero le situe un poco, decirle que el hombre al que vine buscando ha aparecido, seguro me dira que quiere verte... ¿Podras esperar un poco? No queria presentarsele de golpe, un contacto poco a poco ayudaria a que ese cambio magnifico, singular, excepcional y significativo tuviera una buena resolucion Te amo mi angel Me alce un poco sobre las puntas de mis pies para darle un beso suave y depues tomar de nuevo su mano para conducirle hasta un poco mas lejos de donde estaba el muchacho No queda mucho ¿Estas seguro mi angel? Luego no habra vuelta atras... si deseas cambiar de opinion, lo entendere, no te preocupes... tú solo piensa en lo que verdaderamente deseas Le mire de manera dulce esperando una respuesta para asi tomar una decision u otra. No queria que se precipitase y ese cambio de opinion tan repentino antes me hacia dudar un poco si en verdad lo deseaba o solo era por complacerme
Cuando me tenia asi elevada no podia dejar de pensar que todo era un nuevo comienzo, una nueva oportunidad que teniamos que aprovechar y disfrutar ya que tenia un presentimiento de que la felicidad no iba a ser facil de lograr y no me gustaba esa sensacion pero tampoco tenia que pensar en ello
Le acariciaba las mejillas cuando tuve la sensacion de que una lagrima salio pero tampoco estaba segura por lo que no dije nada Gracias mi angel, sabes que de mi no veras ningun signo que pueda hacerte daño Le mire de la misma manera en que lo hacia en cada ocasion, una mirada llena de amor, caeiño, respeto y muchas mas cosas... Asi es conmigo, pase el tiempo que pase juntos o separados mi corazon siempre latira por ti, no importa la lejania, no importa el tiempo... solos tu y yo Era una promesa, era mas que eso... era una realidad pues pasara lo que pasara él siempre seria el unico ser con el que me sentiria completa y feliz Eso es lo unico que quiero, que ambos vayamos en la misma direccion juntos, uno al lado del otro Escucharle decir todo aquello solo hacia que mi corazon se llenara de dicha que se reflejaba en mi mirada en la sonrisa que mostraban mis labios Esta bien me cobijare bajo tus alas con la promesa de que no condenes tu alma por hacerlo por favor Era una suplica porque de hacer algo malo solo por protegerme le destruiria, le condenaria mas y lo peor que pudiera pasar es que me culpara terminando por alejarle de mi para siempre. Alce la ceja derecha cuando corto la frase a medio terminar mas sin embargo no dije nada, solo le deje que terminara completamente Ojala pudieras pasar todo el dia a mi lado pero cada noche podre disfrutar de ti, de tus caricias, tus palabras, de tu ser... entregarme a ti Sonaba quizas cursi o raro pero era algo que necesitaba, que me sintiera que supiera que solo era de él, que le daba todo mi cuerpo, corazon y alma... mis labios deseaban besarle, mis manos ardian por tocar cada parte de su ser Deseare al despertar que pase el dia rapido y que llegue la noche para tenerte Era mas la necesidad de que estuviera conmigo que el beber o el alimentarme o incluso el descansar y esa realidas me hacia ver hasta que punto estaba enamorada de él y lo que implicaria que se fuera de mi lado una sola noche Vivo bien mi angel, cierto es que hay algun agujero y esta un poco vieja pero nos cobija y nos da calor La casa tenia demasiado tiempo abandonada por lo que me habia contado aquella fantasma, a ella le habia pertenecido y debia haberla caido en gracia pues me la obsequio sin pedir nada, encontrandome a mi llegada una pequeña biblioteca, no es que la casa fuera una mansion pero tampoco era una chabola y si era mucho mas de lo que tenia antes de conocerla, es decir, nada. Le bese de igual manera que lo hacia él, como si no hubiera un mañana y tuvieramos que recuperar el tiempo perdido, ese año concentrado en su solo gesto tan significativo como aquel Te amo mi angel Cerre los ojos sintiendo su caricia aunque solo fuera para apartarme el cabello y suspirando cuando se acabo Pero si me encontraste ¿Por que no buscar quien pueda formar una familia con nosotros? Sabia que el hecho de tener nuestros propios hijos era dificil por no decir imposible pero tampoco podia asegurarlo y preferia a pesar de que no fueran de mi sangre, dar hogar a niños que no lo tenian, pues nunca eran culpables de acabar donde acababan y ninguno se merecia lo mismo que yo habia vivido
Podia entender su dilema, su lucha interna por saber quien tendria mas poder si se acercaba al niño, el hombre o la bestia, pero yo confiaba en él ciegamente, si podia estar en mi presencia sin desear hacerme daño tambien podia hacerlo delante de él, solo necesitaba conocerlo, que viera que se parecian mucho, que no le juzgaria y que el niño terminaria por quererlo, Edmond tenia para su corta edad un gran corazon y una amplia vision de la vida, no se cerraba a lo que siempre nos enseñaron por lo que se que no temeria de mi angel, al contrario estaba segura que querria conocerle mas aun Completamente segura, se que cuando le conozca te encariñaras con él Le sonrei sorprendiendome de que sin mas cambiase de opinion y quisiera que le llevara hasta la tumba donde Edmond esperaba Te llevare pero deja que primero le situe un poco, decirle que el hombre al que vine buscando ha aparecido, seguro me dira que quiere verte... ¿Podras esperar un poco? No queria presentarsele de golpe, un contacto poco a poco ayudaria a que ese cambio magnifico, singular, excepcional y significativo tuviera una buena resolucion Te amo mi angel Me alce un poco sobre las puntas de mis pies para darle un beso suave y depues tomar de nuevo su mano para conducirle hasta un poco mas lejos de donde estaba el muchacho No queda mucho ¿Estas seguro mi angel? Luego no habra vuelta atras... si deseas cambiar de opinion, lo entendere, no te preocupes... tú solo piensa en lo que verdaderamente deseas Le mire de manera dulce esperando una respuesta para asi tomar una decision u otra. No queria que se precipitase y ese cambio de opinion tan repentino antes me hacia dudar un poco si en verdad lo deseaba o solo era por complacerme
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
Asentí confiando mis palabras al silencio de la noche -Si- dije al fin, con la mano extendida, esperando desesperadamente sentir su toque, ese sencillo roce que a la vez que sanaba el alma, podía hacer arder cada parte del alma agonizante, pero me gustaba, comenzaba a ser una necesidad más allá de la sangre, era de ley que debía respirar por la herida o de lo contrario perecería en el intento por alejarme de ella, por alejarme de todo lo que podía causarme con el sonido dulce de su voz, con su simple presencia... cuanto era lo que anhelaba por tenerla entre mis brazos, entre sabanas de seda, en entregarme sin condiciones a su cuerpo, a su alma... a todo lo que hacia de ella la rosa perfecta.
El toque de sus labios me devolvió a la realidad de pronto y sin previo aviso, la tenía allí al frente mío alzando su figura para poder alcanzar a la mía que estaba más allá de la altura promedio, me brindo un beso sincero que intente corresponder de la misma manera -Todo lo bueno que haga, será siempre por ti amada mía- susurre sintiendo todavía la cercanía de su rostro, la máscara de porcelana se aparto dejandose conducir por entre los senderos alfombrados de hojas muertas que bajo la luz mortecina de la luna sus colores eran tan opacos, tan confusos como yo lo estaba en esos instantes en que su felicidad me hacia bien pero que seguía sin poder comprender como había llegado hasta ese punto -¿Como era posible que alguien me quisiese, que alguien a pesar de toda verdad, de saber que tenia por hombre a un asesino, deseaba formar una familia conmigo?- sin ser consciente de los rumbos por los que mis pasos ahora iban dirigidos, sin preocuparme por mi silueta que debía estar oculta, de pronto al frente mío no había espacio, lugar y tiempo.... solo era yo y la voz en mi cabeza y más a lo lejos los gritos tortuosos del demonio que seguía siendo torturado en las brazas del amor que profesaba por Selena, un cielo que ella había puesto en mi y un infierno con el que siempre había vivido estaban batiéndose a muerte en mis adentros, de pronto entre aquellas borrosas visiones pude divisar el firmamento que vigilaba y cuidaba de ella, que seguía sosteniéndome de la mano, como un par de enamorados que tantas veces vi por las callejuelas de París, resignándome a que en la eternidad un destino como ese, solo en mis obras podía hacerlo realidad, pero no podía disfrutar el momento, el torrente de pensamientos seguía aquejándome de manera estridente -¿Y ahora?- me cuestionaba al desconcierto que traía consigo el presente y el futuro -¿Como es que puedo hablar de un ahora?- seguía entablando la comunicación con mi pensamiento que a medida de los pasos estos se profundizaban más y el hombre detrás de la gabardina oscura y larga, bajo la máscara intentaba evadir la realidad, pero a donde, si adentro como afuera de mi cabeza existía la amenaza de la bestia, del monstruo que en cualquier momento podía romper el disfraz de oveja si un rechazo se suscitaba, si el miedo que me paralizaba de tales formas lo hacia salir de sus cabales... y es que el miedo quizás no era al infante... era a mi mismo y la sola probabilidad de perderla si mis actos se salían de control -No existe un ahora para mi- inspire, reconociendo que en mi presente aquello podía ser puesto en tela de juicio -Alguna vez en otra época, mi historia había empezado de la forma más trágica e indeseable que alguien pudiese llegar a imagina, de la manera en que alguien pudiese resistir su hostilidad, donde aquello que estaba pasando lucia aun más lejano que toda estrella en el firmamento que existió desde siglos atrás, un niño tras una jaula, encadenado a ella y oculto tras una máscara maloliente, un pequeño que apenas comprendía lo que pasaba cuando por primera vez su rostro le fue mostrado en un espejo, que sufría por la única criatura que procuraba y cuidaba de él, Sasha, ese perro que murió por defenderme a mí de los prejuicios de una sociedad que más adelante tome la decisión de aniquilar a mi antojo, sin misericordia ni perdón, en ese momento jure haber dado vuelta a la página y continuar el sangriento viaje, donde la sed de sangre nunca paró y por el contrario, aumento al ver que era lo único capaz de aliviar mi soledad y el dolor- después la mirada malva descendió hasta Selena, quedo fija allí unos minutos sin dejar de pensar, sin dejar de caminar entre las ruinas de tumbas olvidadas, entre ángeles encadenados a un postura y oración perpetua, con ojos pasivos y gesto bondadoso,ellos y solo ellos eran los mudos testigos de la alianza entre el demonio el hombre -Una vez en aquella época hice lo creí correcto... incluyendo por el amor enfermo que tenia por Alice y que al final no me dejo opción, más que matar de nuevo por ella y finalmente para que no fuera de nadie más que mía... con ello la imagen de la felicidad, de esto, se había convertido en cenizas, millones de puntos de color grisáceo que se elevaron al cielo, simbolizándose en la nada, la muerte del anhelo- pensaba y recordaba pequeños fragmentos del espejo roto de mi vida -En ese entonces sabia como terminaría esa historia y ahora parece ser que el cielo me castiga, mostrándome que tan equivocado estaba- mi mirada abandono las frías rocas talladas para depositarse en el piso -Mostrándome que el tiempo ha pasado ya, y que el tiempo seguirá su curso- en todo el trayecto el silencio se hizo protagonista, solo los suspiros nacidos de aquel perpetuado dolor quizás había profanado su actuación por momentos y más al entender que puedo regresar a mis noches frías en completa soledad, hasta su paso se detuvo de pronto y los míos quizás por inercia hicieron lo mismo pero seca y brusca -Lo he pensado todo el camino- dije dejando de lado el averno de las reflexiones profundas -Sé lo que deseo- declaré con firme decisión -Y esto es hacerte feliz, haré de tu felicidad y de tu tiempo lo más importante de mi existencia, seré para ti y para el infante lo suficientemente fuerte para ampararlos bajo mis alas, deseo conocer al que junto contigo deberé hacer feliz- le atraje hacia mi gracias a la mano que sostenía a la suya, misma que le soltó y con ayuda de la otra, se osaron en sus hombros -Ve Selena y has lo que con él creas correcto, antes de ponerlo ante mi presencia, que yo te estaré esperando...- inspire profusamente -Prometo no hederle daño alguno- le mire tiernamente y después a regañadientes e separe de ella sin antes volver a sentir sus labios aunque fuese breve el instante -¿Aún deseas aquel... perro que una de nuestras tantas noches me pediste como obsequio?- cuestione apenado, jamás había concedido una deseo de aquella naturaleza, pero si con eso mi rosa era feliz, estaba dispuesto -Quizás- retome la palabra -Quizás pueda cuidar de ustedes dos cuando yo este ausente- finalmente le deje partir, hacia el menor que debía ya estar aguardando en algún punto de la cripta, pero no me quede allí sin que lo notará seguí silencioso sus pasos y allí tras un mausoleo oculte mi figura -Amaré, viviré, daré lo que pueda dar y tomaré todo lo que merezco- culmine con mi pesaroso pensamiento, aguardando el momento idóneo para mostrarme ante los ojos de ambos.
El toque de sus labios me devolvió a la realidad de pronto y sin previo aviso, la tenía allí al frente mío alzando su figura para poder alcanzar a la mía que estaba más allá de la altura promedio, me brindo un beso sincero que intente corresponder de la misma manera -Todo lo bueno que haga, será siempre por ti amada mía- susurre sintiendo todavía la cercanía de su rostro, la máscara de porcelana se aparto dejandose conducir por entre los senderos alfombrados de hojas muertas que bajo la luz mortecina de la luna sus colores eran tan opacos, tan confusos como yo lo estaba en esos instantes en que su felicidad me hacia bien pero que seguía sin poder comprender como había llegado hasta ese punto -¿Como era posible que alguien me quisiese, que alguien a pesar de toda verdad, de saber que tenia por hombre a un asesino, deseaba formar una familia conmigo?- sin ser consciente de los rumbos por los que mis pasos ahora iban dirigidos, sin preocuparme por mi silueta que debía estar oculta, de pronto al frente mío no había espacio, lugar y tiempo.... solo era yo y la voz en mi cabeza y más a lo lejos los gritos tortuosos del demonio que seguía siendo torturado en las brazas del amor que profesaba por Selena, un cielo que ella había puesto en mi y un infierno con el que siempre había vivido estaban batiéndose a muerte en mis adentros, de pronto entre aquellas borrosas visiones pude divisar el firmamento que vigilaba y cuidaba de ella, que seguía sosteniéndome de la mano, como un par de enamorados que tantas veces vi por las callejuelas de París, resignándome a que en la eternidad un destino como ese, solo en mis obras podía hacerlo realidad, pero no podía disfrutar el momento, el torrente de pensamientos seguía aquejándome de manera estridente -¿Y ahora?- me cuestionaba al desconcierto que traía consigo el presente y el futuro -¿Como es que puedo hablar de un ahora?- seguía entablando la comunicación con mi pensamiento que a medida de los pasos estos se profundizaban más y el hombre detrás de la gabardina oscura y larga, bajo la máscara intentaba evadir la realidad, pero a donde, si adentro como afuera de mi cabeza existía la amenaza de la bestia, del monstruo que en cualquier momento podía romper el disfraz de oveja si un rechazo se suscitaba, si el miedo que me paralizaba de tales formas lo hacia salir de sus cabales... y es que el miedo quizás no era al infante... era a mi mismo y la sola probabilidad de perderla si mis actos se salían de control -No existe un ahora para mi- inspire, reconociendo que en mi presente aquello podía ser puesto en tela de juicio -Alguna vez en otra época, mi historia había empezado de la forma más trágica e indeseable que alguien pudiese llegar a imagina, de la manera en que alguien pudiese resistir su hostilidad, donde aquello que estaba pasando lucia aun más lejano que toda estrella en el firmamento que existió desde siglos atrás, un niño tras una jaula, encadenado a ella y oculto tras una máscara maloliente, un pequeño que apenas comprendía lo que pasaba cuando por primera vez su rostro le fue mostrado en un espejo, que sufría por la única criatura que procuraba y cuidaba de él, Sasha, ese perro que murió por defenderme a mí de los prejuicios de una sociedad que más adelante tome la decisión de aniquilar a mi antojo, sin misericordia ni perdón, en ese momento jure haber dado vuelta a la página y continuar el sangriento viaje, donde la sed de sangre nunca paró y por el contrario, aumento al ver que era lo único capaz de aliviar mi soledad y el dolor- después la mirada malva descendió hasta Selena, quedo fija allí unos minutos sin dejar de pensar, sin dejar de caminar entre las ruinas de tumbas olvidadas, entre ángeles encadenados a un postura y oración perpetua, con ojos pasivos y gesto bondadoso,ellos y solo ellos eran los mudos testigos de la alianza entre el demonio el hombre -Una vez en aquella época hice lo creí correcto... incluyendo por el amor enfermo que tenia por Alice y que al final no me dejo opción, más que matar de nuevo por ella y finalmente para que no fuera de nadie más que mía... con ello la imagen de la felicidad, de esto, se había convertido en cenizas, millones de puntos de color grisáceo que se elevaron al cielo, simbolizándose en la nada, la muerte del anhelo- pensaba y recordaba pequeños fragmentos del espejo roto de mi vida -En ese entonces sabia como terminaría esa historia y ahora parece ser que el cielo me castiga, mostrándome que tan equivocado estaba- mi mirada abandono las frías rocas talladas para depositarse en el piso -Mostrándome que el tiempo ha pasado ya, y que el tiempo seguirá su curso- en todo el trayecto el silencio se hizo protagonista, solo los suspiros nacidos de aquel perpetuado dolor quizás había profanado su actuación por momentos y más al entender que puedo regresar a mis noches frías en completa soledad, hasta su paso se detuvo de pronto y los míos quizás por inercia hicieron lo mismo pero seca y brusca -Lo he pensado todo el camino- dije dejando de lado el averno de las reflexiones profundas -Sé lo que deseo- declaré con firme decisión -Y esto es hacerte feliz, haré de tu felicidad y de tu tiempo lo más importante de mi existencia, seré para ti y para el infante lo suficientemente fuerte para ampararlos bajo mis alas, deseo conocer al que junto contigo deberé hacer feliz- le atraje hacia mi gracias a la mano que sostenía a la suya, misma que le soltó y con ayuda de la otra, se osaron en sus hombros -Ve Selena y has lo que con él creas correcto, antes de ponerlo ante mi presencia, que yo te estaré esperando...- inspire profusamente -Prometo no hederle daño alguno- le mire tiernamente y después a regañadientes e separe de ella sin antes volver a sentir sus labios aunque fuese breve el instante -¿Aún deseas aquel... perro que una de nuestras tantas noches me pediste como obsequio?- cuestione apenado, jamás había concedido una deseo de aquella naturaleza, pero si con eso mi rosa era feliz, estaba dispuesto -Quizás- retome la palabra -Quizás pueda cuidar de ustedes dos cuando yo este ausente- finalmente le deje partir, hacia el menor que debía ya estar aguardando en algún punto de la cripta, pero no me quede allí sin que lo notará seguí silencioso sus pasos y allí tras un mausoleo oculte mi figura -Amaré, viviré, daré lo que pueda dar y tomaré todo lo que merezco- culmine con mi pesaroso pensamiento, aguardando el momento idóneo para mostrarme ante los ojos de ambos.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
Esperaba una respuesta de su parte que parecia que nunca llegaria pero que me sirvio para pensar y pensar en mas cosas, cosas que ya habia pensado pero que volvian a mi mente en cada instante y entonces recorde unas palabras de mi madre que me dieron mas animo pasara lo que pasara, solo tenia que creer en mi corazon y en mi misma y nada iria mal, no podia ir nada mal, tenia que confiar en ese pensamiento para continuar, sino terminaria por hundirme
Por fin llego la respuesta que tanto ansiaba escuchar fuera cual fuera, ya no me importaba, solo necesitaba escuchar su voz decirme algo, lo que fuera porque el que no dijera nada era mas tortura a que me diera una negativa, la espera hacia que pareciera que se lo pensaba y que aceptaba por contentarme mas que por iniciativa, asique que respondiera me tranquilizo ¿Y la respuesta es? Me mordia el labio inferior con nerviosismo por todo Gracias por aceptar mi angel, gracias Sin querer empezaron a brotar lagrimas de mis ojos, lagrimas de plena felicidad pues todas las piezas del puzzle empezaban a encajar No tardare te lo prometo Le mire acariciando su mejilla sonriendole sorprendida por sus palabras No tienes que prometerme nada confio completamente en ti y en que no le haras daño Me costaba alejarme de él porque tenia en el fondo ese miedo de que me alejase y no volviera a verle como sucedio hacia un año mas tenia que confiar en él, creer que esta vez no cambiaria de idea y huiria de mi, de nosotroa... ahora tenia que pensar que eramos dos Seria estupendo a Edmond le encantaria pero ¿Podremos cuidarlo? Pues con complicaciones lograba cuidarnos nosotros dos, un perrito y él seria sumar mas dinero necesario para la supervivencia, seria buscar algun otro trabajo que me reportase mas beneficios, mas casas que limpiar, no habria problema, solo esperaba no agotarme demasiado para poder estar con ellos y disfrutar de su compañia ¡Ya mismo vengo! Le sonrei con cariño y me aleje para ir a buscar a Edmond
No era mucho mas lejos de donde estabamos pero aun asi lo suficientemente lejos como para que pudiera hablar con Edmond y ponerle al dia al niño de lo sucedido y ver su reaccion Edmond cariño ¿Donde andas? Le vi alli esperandome, tan buenito como siempre aunque de seguro en mi lapaso de retraso habria andado trasteando con alguna cosa Tengo que contarte algo cielo Me agache a su altura mirandole, él podia notar en mis ojos que el brillo era de otro estilo, uno de alegria y felicidad y no de vacio y tristeza como solia tener ¿Recuerdas aquel hombre del que te hable? ¿Del que alguna vez me oiste llamarle en sueños? Tu mama y mi mama nos ha dado el regalo de que apareciera... tendras un papa, si deseas conocerlo Le tome la mejilla con cuidado cariciandosela con el pulgar, esperando me entendiera y ver cual era su decision Sabes que me gustaria que le conocieras pero sera tu decision mi niño Sabia de sus ganas de conocerle pero decirlo era demasiado facil, ahora que habia llegado el momento quizas no le entusiasmase demasiado la idea Recuerda que él no es como nosotros, que tenemos que ser comprensivos y quererle mucho... porque igual que nosotros tuvo muchos problemas cuando era pequeño pero a él la vida le trato peor... ten mente y corazon abiertos para ver mas alla de lo que toda la gente ve Le di un beso cariñoso en la frente esperando su respuesta para llevarle o no hasta mi angel, ahora nuestro angel. Edmond era un niño increible que a pesar de todo no habia perdido esa pureza que poseian los niños y no queria que dejara de ser asi, por eso estaba segura que seria capaz de ver mas alla del ser que era y veria al hombre bueno y cariñoso que podia ser The Phantom
Por fin llego la respuesta que tanto ansiaba escuchar fuera cual fuera, ya no me importaba, solo necesitaba escuchar su voz decirme algo, lo que fuera porque el que no dijera nada era mas tortura a que me diera una negativa, la espera hacia que pareciera que se lo pensaba y que aceptaba por contentarme mas que por iniciativa, asique que respondiera me tranquilizo ¿Y la respuesta es? Me mordia el labio inferior con nerviosismo por todo Gracias por aceptar mi angel, gracias Sin querer empezaron a brotar lagrimas de mis ojos, lagrimas de plena felicidad pues todas las piezas del puzzle empezaban a encajar No tardare te lo prometo Le mire acariciando su mejilla sonriendole sorprendida por sus palabras No tienes que prometerme nada confio completamente en ti y en que no le haras daño Me costaba alejarme de él porque tenia en el fondo ese miedo de que me alejase y no volviera a verle como sucedio hacia un año mas tenia que confiar en él, creer que esta vez no cambiaria de idea y huiria de mi, de nosotroa... ahora tenia que pensar que eramos dos Seria estupendo a Edmond le encantaria pero ¿Podremos cuidarlo? Pues con complicaciones lograba cuidarnos nosotros dos, un perrito y él seria sumar mas dinero necesario para la supervivencia, seria buscar algun otro trabajo que me reportase mas beneficios, mas casas que limpiar, no habria problema, solo esperaba no agotarme demasiado para poder estar con ellos y disfrutar de su compañia ¡Ya mismo vengo! Le sonrei con cariño y me aleje para ir a buscar a Edmond
No era mucho mas lejos de donde estabamos pero aun asi lo suficientemente lejos como para que pudiera hablar con Edmond y ponerle al dia al niño de lo sucedido y ver su reaccion Edmond cariño ¿Donde andas? Le vi alli esperandome, tan buenito como siempre aunque de seguro en mi lapaso de retraso habria andado trasteando con alguna cosa Tengo que contarte algo cielo Me agache a su altura mirandole, él podia notar en mis ojos que el brillo era de otro estilo, uno de alegria y felicidad y no de vacio y tristeza como solia tener ¿Recuerdas aquel hombre del que te hable? ¿Del que alguna vez me oiste llamarle en sueños? Tu mama y mi mama nos ha dado el regalo de que apareciera... tendras un papa, si deseas conocerlo Le tome la mejilla con cuidado cariciandosela con el pulgar, esperando me entendiera y ver cual era su decision Sabes que me gustaria que le conocieras pero sera tu decision mi niño Sabia de sus ganas de conocerle pero decirlo era demasiado facil, ahora que habia llegado el momento quizas no le entusiasmase demasiado la idea Recuerda que él no es como nosotros, que tenemos que ser comprensivos y quererle mucho... porque igual que nosotros tuvo muchos problemas cuando era pequeño pero a él la vida le trato peor... ten mente y corazon abiertos para ver mas alla de lo que toda la gente ve Le di un beso cariñoso en la frente esperando su respuesta para llevarle o no hasta mi angel, ahora nuestro angel. Edmond era un niño increible que a pesar de todo no habia perdido esa pureza que poseian los niños y no queria que dejara de ser asi, por eso estaba segura que seria capaz de ver mas alla del ser que era y veria al hombre bueno y cariñoso que podia ser The Phantom
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
Después de tocar varias melodías de forma desencadenada gracias a su ingenio musical que parecía nunca estar satisfecho, el aburrimiento y la monotonía que conllevaba hacer lo mismo durante largo tiempo llego para instalarse dentro del pequeño, quien no dejaba de hacer muecas con la boca, todas distorsionadas y la mayoría de maneras tan divertidas que solo a un niño pueden hacerle reír solo, pero al igual que el violín pronto todo eso le produjo una gran abolía.
Con el instrumento a un lado recargado en la losa de piedra, se sentó por largo rato, sus piernas servían para sostener sus pequeñas manos donde sus mejillas rosadas reposaban pasivamente, su mirada iba de un lado a otro como si estuviese leyendo un libro gigante, como si al frente todas aquellas hermosas figuras de piedra estuviesen vivas y caminaran de un lado a otro como una hermosa obra de teatro a las que jamás a ido, suspiro tras suspiro fue como paso el tiempo para el pequeño Edmond cuando entre tanto hurgar con su mirada hallo la efigie de un hermoso ángel, entonces los ojos se le iluminaron y con manos presurosas cogió el morral, saco hojas y lápiz que Selena le obsequio no hacia mucho y también a dos de los que consideraba como sus mejores creaciones en madera, corrió al piso y allí de rodillas empezó a jugar con las figurillas -Buenas noches pettit- fingió la voz del caballero -Quiero que me haga un retrato, hemos escuchado que es el mejor pintor de París- continuo con la voz apenas gruesa de un hombre, coloco entonces las figuras a pocos metros del ángel -Mi nombre no es pettit- respondió con su voz normal y educada a las dos personas inmortalizadas -Yo soy Miguel Ángel- respondió -Y yo haré el mero cuadro de ustedes dos, el mejor cuadro ¡Que el mundo allá visto jamás!- exclamo y de inmediato tapo con su mano su boca -Mamá Selena me regañará- pensó -Dejaré de gritar- concluyo y corrió por sus cosas -Yo les haré un cuadro- susurro y volvió a sentarse junto a su abuela -Perdóname abuelita, espero mis gritos no te hayan despertado de tu sueño en el cielo- se disculpo arrepentido, observando con tristeza la piedra fría e inerte que jamás respondió y después vertió toda atención en el papel y en el frente donde dibujaba y trazaba sin descanso, desapareció entonces para él los minutos y el resto de todos los difuntos, desapareció el cielo y solo una cosa permanecía en su mente, el ángel de su nueva mamá -<< Y si se la ha llevado >>- asalto la idea su pensamiento y el espanto borro sonrisa de su rostro, dejo el juego y la inteligencia que hasta ese momento estaban de la mano y retorno su mirada alrededor, todo estaba igual, vacío, silencioso, oscuro, frío y sin ella -¿Mami?- pregunto después de un rato siguiendo alerta a su alrededor -¿Mami?- volvió a preguntar, al ver el oscuro cielo recordó que según lo dicho por el padre Joseph, ese era el momento en que los demonios salían de sus escondites para llevarse las almas y vidas humanas, que comían niños y él definitivamente era uno en el sentido físico de la palabra, entonces soltó un diminuto brinco y su respiración se volvió agitada cuando se escucharon unos pasos venir en su dirección, de pronto todo se encontró tranquilo cuando vio a su ángel, corrió a abrazarla inmediatamente aún cuando sus manos apenas si alcanzaban a rodearla y su estatura apenas le permitiría tocar parte de sus piernas, se quedo con ella un momento recargado a la altura de las rodillas de Selena, dibujándose en su rostro una sonrisa de alegría y tranquilidad, entonces ella le dijo algo y se separo para que pudiesen verse como siempre, su hermoso ángel había descendido para contemplarle a los ojos, el quedo fijo, absorto en su rostro había algo distinto en su mirada -Mami, eres feliz ahora- dijo emocionado antes de que ella hablará y bailoteo como siempre, con la felicidad compartida e impresa en el rostro que no dejaba de asentir sin decir nada, que iba de un lado a otro intentando recordar y comprender todo sin que se fuese algún detalle -¿Papá?- se cuestiono y sus manitas comenzaron a transpirar en frío y entonces recordó su oración -¡Papá Dios es muy bueno!- exclamo -¡Yo... yo, yo rece para que devolviera a esta tierra al caballero de las alas negras!- clamo con ilusión y sus ojos parecían encenderse de felicidad pura e inocente -¡Gracias mami, gracias Papá Diosito, hermanito Jesus!- junto sus manos, mirado al cielo un momento, sonrío ampliamente, sin evitarlo abrazo a su mamá del cuello y le lleno de besos en sus mejillas dictados por el propio sentimiento satisfecho de ver a mamá Selena feliz y de que el caballero de alas negras hubiera vuelto -Sé que el no es como nosotros mami, es un ángel distinto, tiene que serlo, además si es diferente que importa, es precisamente la diferencia lo que puede hacer de una persona la más bella- contesto con mucha madurez, separándose de su madre -El pasado es historia, el presente es un regalo y el futuro es incierto mami- descanso sus manitas en los hombros de Selena -Si él ha sufrido y no ha dejado al pasado como historia, nosotros se le enseñaremos y puesto que nosotros somos el presente, le daremos amor- sus mejillas se enrojecieron a un más -¡Y yo puedo jugar con él!... bueno no jugar... bueno no... ahora solo quiero conocerlo ¿Si?- suplico entonces con impaciencia, dando pequeños saltos -¿Donde esta?- movía su cabeza de lado a lado, buscándole sin éxito alguno -Ya no lo escondas mami- retorno su mirada y observo a su ángel tiernamente -Abriré bien los brazos, cerrare mis ojos y observaré con el corazón, él observa todo con claridad- sonrío besando su mejilla -Mami, hermoso ángel, pequeña rosa, te prometo que no le haré ni el más mínimo rechazo- susurro al oído -Todo estará bien- de ella se separo -Te lo prometo-.
Con el instrumento a un lado recargado en la losa de piedra, se sentó por largo rato, sus piernas servían para sostener sus pequeñas manos donde sus mejillas rosadas reposaban pasivamente, su mirada iba de un lado a otro como si estuviese leyendo un libro gigante, como si al frente todas aquellas hermosas figuras de piedra estuviesen vivas y caminaran de un lado a otro como una hermosa obra de teatro a las que jamás a ido, suspiro tras suspiro fue como paso el tiempo para el pequeño Edmond cuando entre tanto hurgar con su mirada hallo la efigie de un hermoso ángel, entonces los ojos se le iluminaron y con manos presurosas cogió el morral, saco hojas y lápiz que Selena le obsequio no hacia mucho y también a dos de los que consideraba como sus mejores creaciones en madera, corrió al piso y allí de rodillas empezó a jugar con las figurillas -Buenas noches pettit- fingió la voz del caballero -Quiero que me haga un retrato, hemos escuchado que es el mejor pintor de París- continuo con la voz apenas gruesa de un hombre, coloco entonces las figuras a pocos metros del ángel -Mi nombre no es pettit- respondió con su voz normal y educada a las dos personas inmortalizadas -Yo soy Miguel Ángel- respondió -Y yo haré el mero cuadro de ustedes dos, el mejor cuadro ¡Que el mundo allá visto jamás!- exclamo y de inmediato tapo con su mano su boca -Mamá Selena me regañará- pensó -Dejaré de gritar- concluyo y corrió por sus cosas -Yo les haré un cuadro- susurro y volvió a sentarse junto a su abuela -Perdóname abuelita, espero mis gritos no te hayan despertado de tu sueño en el cielo- se disculpo arrepentido, observando con tristeza la piedra fría e inerte que jamás respondió y después vertió toda atención en el papel y en el frente donde dibujaba y trazaba sin descanso, desapareció entonces para él los minutos y el resto de todos los difuntos, desapareció el cielo y solo una cosa permanecía en su mente, el ángel de su nueva mamá -<< Y si se la ha llevado >>- asalto la idea su pensamiento y el espanto borro sonrisa de su rostro, dejo el juego y la inteligencia que hasta ese momento estaban de la mano y retorno su mirada alrededor, todo estaba igual, vacío, silencioso, oscuro, frío y sin ella -¿Mami?- pregunto después de un rato siguiendo alerta a su alrededor -¿Mami?- volvió a preguntar, al ver el oscuro cielo recordó que según lo dicho por el padre Joseph, ese era el momento en que los demonios salían de sus escondites para llevarse las almas y vidas humanas, que comían niños y él definitivamente era uno en el sentido físico de la palabra, entonces soltó un diminuto brinco y su respiración se volvió agitada cuando se escucharon unos pasos venir en su dirección, de pronto todo se encontró tranquilo cuando vio a su ángel, corrió a abrazarla inmediatamente aún cuando sus manos apenas si alcanzaban a rodearla y su estatura apenas le permitiría tocar parte de sus piernas, se quedo con ella un momento recargado a la altura de las rodillas de Selena, dibujándose en su rostro una sonrisa de alegría y tranquilidad, entonces ella le dijo algo y se separo para que pudiesen verse como siempre, su hermoso ángel había descendido para contemplarle a los ojos, el quedo fijo, absorto en su rostro había algo distinto en su mirada -Mami, eres feliz ahora- dijo emocionado antes de que ella hablará y bailoteo como siempre, con la felicidad compartida e impresa en el rostro que no dejaba de asentir sin decir nada, que iba de un lado a otro intentando recordar y comprender todo sin que se fuese algún detalle -¿Papá?- se cuestiono y sus manitas comenzaron a transpirar en frío y entonces recordó su oración -¡Papá Dios es muy bueno!- exclamo -¡Yo... yo, yo rece para que devolviera a esta tierra al caballero de las alas negras!- clamo con ilusión y sus ojos parecían encenderse de felicidad pura e inocente -¡Gracias mami, gracias Papá Diosito, hermanito Jesus!- junto sus manos, mirado al cielo un momento, sonrío ampliamente, sin evitarlo abrazo a su mamá del cuello y le lleno de besos en sus mejillas dictados por el propio sentimiento satisfecho de ver a mamá Selena feliz y de que el caballero de alas negras hubiera vuelto -Sé que el no es como nosotros mami, es un ángel distinto, tiene que serlo, además si es diferente que importa, es precisamente la diferencia lo que puede hacer de una persona la más bella- contesto con mucha madurez, separándose de su madre -El pasado es historia, el presente es un regalo y el futuro es incierto mami- descanso sus manitas en los hombros de Selena -Si él ha sufrido y no ha dejado al pasado como historia, nosotros se le enseñaremos y puesto que nosotros somos el presente, le daremos amor- sus mejillas se enrojecieron a un más -¡Y yo puedo jugar con él!... bueno no jugar... bueno no... ahora solo quiero conocerlo ¿Si?- suplico entonces con impaciencia, dando pequeños saltos -¿Donde esta?- movía su cabeza de lado a lado, buscándole sin éxito alguno -Ya no lo escondas mami- retorno su mirada y observo a su ángel tiernamente -Abriré bien los brazos, cerrare mis ojos y observaré con el corazón, él observa todo con claridad- sonrío besando su mejilla -Mami, hermoso ángel, pequeña rosa, te prometo que no le haré ni el más mínimo rechazo- susurro al oído -Todo estará bien- de ella se separo -Te lo prometo-.
Edmond Antoine- Humano Clase Baja
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
Le abraza fuerte al notar como me abraba, parecia asustado y aquello me hizo preocuparme, podia ser que hubiera visto algo que le asustase o el simple hecho de haberle dejado solo mas rato del acostumbrado, que siendo asi me hacia sentir muy horrible Si, soy feliz pero tambien lo soy contigo No queria que creyera que con él no lo era, solo que me faltaba una parte por llenar y ahora si habia logrado que estuviera completa siendo una dicha perfecta. Le sonreia viendo como bailaba sorprendiendome igual de que pudiera ser tan empatico y con tanta sensibilidad hacia los sentimiendos de las otras personas, lo que queria cuidar y proteger porque muchos podrian querer aprovecharse y manchar su alma blanca y pura ¿Tú hiciste eso mi pequeño? Muchas gracias cariño, fue muy lindo tu gesto y si, el Señor te escucho porque sabe que eres un niño muy bueno y dulce y no le deseas a nadie nada malo Me sentia orgullosa con él y me hacia sentir que mi decision era la correcta, que era un angelito de Dios que habia mandado a la Tierra para ayudarnos y que debiamos corresponderle de igual manera. Rei suave cuando me beso y abrazo de aquella manera mientras yo de vuelta le devolvia el abrazo como si no hubiera un mañana y no quisiera que ese momento se acabara Eso es mi niño...no se para que te lo digo, si tú eres muy listo y lo sabes perfectamente... seras un gran hombre en el futuro cielo Nunca hubiera imaginado que un niño pudiera ser asi, no sabia a ciencia cierta por lo que habia vivido pero que tuviera esa mentalidad me daba la sensacion de que le habian quitado de cierta manera su infancia, obligandole a crecer muy rapido y yo queria devolverle aquella infancia, que fuera un niño que jugara y disfrutara de hacer travesuras sin tener que preocuparse de nada pero tambien sabia que por su personalidad tambien seria un poco complicado Asi es, tenemos que vivir el presente y el pasado solo recordarlo para que nos esboce una sonrisa Le hablaba con cariño, con ganas de llorar de alegria y agradecer a Dios por todo lo que me estaba dando ¿Le enseñaremos? me gusta esa idea Edmond... habra que darle mucho mucho amor Con su siguiente comentario solo pude llorar y limpiarme las lagrimas, ya no podia contenerlas mas, Edmond me ablandaba el corazon, llegaba a él con cada palabra y cada gesto que tenia hacia mi y hacia los demas Podras jugar con él cuando ya le conozcas... Esta esperandonos un poco mas alla, no le escondere mas y gracias cariño, gracias por todo Le di un beso en la frente antes de levantarme y tomar su manita para andar hasta donde estaba esperando nuestro nuevo angel ¡Vamos a llamarle! Angel, angel de alas negras ¿Donde estas? Me preocupe un poco al ver que no estaba donde le habia dejado hacia unos minutos, quizas despues de todo se habia arrepentido y no deseaba tenernos cerca. No mostraba mi preocupacion hacia el exterior para que Edmond no se sintiera mal, ni quizas para darme cuenta de que no seria todo como queria, si lo mostraba, sera aceptar una realidad que no me gustaba, que no deseaba y que no me parecia justa para el niño ni en ultima instancia para mi
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
Tras el mausoleo donde mi sombra se ocultaba, observaba todo con detalle preciso, era ese niño la alegría de mi rosa, lo sabía por que la veía reír, dar amor sin condiciones, hablar de la manera más pura e inocente a un retoño que parecía entender sorprendentemente la mayoría de las cosas como un adulto ¿Quien demonios era? ¿De donde infiernos venía?, los ojos malva se negaron a observar más , prefirieron que mis párpados deformes impidieran toda visión, mi cuerpo quiso darle la espalda a la escena y mi cabeza cansada de pensar en el que hacer ahora encontró reposo en el centro de la cruz de piedra antigua, mis manos bajaron hasta donde su longitud les permitía, allí se aferraron a los pies del sepulcro, podía imaginar a la máscara de porcelana bañarse en los rayos mortecinos de la luna, mientras cada suspiro era dejado libre para unirse con el aire que se empeñaba en torturarme, consigo traía el aroma de los dos, fragancia más exquisita que la misma esencia otoñal, dos almas más frágiles que las hojas cubriendo el piso, rompiéndose bajo mis pies , ellos, dos mortales que ahora parecían depender de mi, pero yo aún más de Selena, la amaba y era por ello que había accedido al encuentro con el pequeño, no confiaba en él y era ese mi temor más grande, odiaba pensar que llegaría al vórtice de la desesperación al tener que compartir su amor y atención y mataría al retoño, perdiéndola a ella, que era de ya el pensamiento inmediato que a mi mente venía… sentía que la perdía por mucho que jurara amarme, el niño también había tomado parte de un corazón que solo era mío un año atrás, lo odiaba… odiaba a la criatura solo por ese insignificante detalle, era para mí como un rival más que como el hijo que esperaba Selena le adoptase, las manos se aferraban con más fuerza a la roca y pronto esta se quebró de los costados, era la intensidad del pensamiento y el rencor nacido de solo ver al niño que había logrado desbocar la esa maldita habilidad que siempre había utilizado con sigilo.
Puede que la roca hiciese ruido suficiente al desmoronarse y los hiciera apartarse, pero nada paso de aquello, al contrario les escuchaba hablar, absortos en el circulo fraternal que ahora parecía unirlos -Alabanzas a esa deidad que no oye más lo que le conviene- proteste en pensamiento -Ridículo- mi cabeza negó y mi sentido de la audición se agudizo -¿Caballero de las alas negras?- me negaba a creerlo, que tanto era lo que Selena le podía haber contado de mí para que pareciera desesperado por conocerme, para que esa voz diminuta, fonación con tintes desafinados que dejaban fuera el bosquejo de toda oscuridad en mi persona, el guante se fue directamente a mi frente, trataba de calmarle con ligeros toques en círculos sobre la faz falsa -¿Que hago aquí?- cuestione conforme la confusión aumentaba -¿Que nuevo debía aprender sobre mi en todo este lío?- volví a la realidad cuando mis ojos se abrieron de nuevo, más allá de los parajes del cementerio había oscuridad, silencio interrumpido únicamente por sus voces, por los ladridos de los perros, por los hombres y sus tentadores latidos en la lejanía de las zonas residenciales y callejuelas, escuche lo último, pasado, presente y futuro… -La vida no es tan fácil infernal criatura- susurre con rencor volviendo a donde ellos, la respiración se hacia más agitada, ahora se abrazaban y Selena lloraba en silencio como lo hacia yo pero por circunstancias diferentes, ella ya no podía apresar las lágrimas, yo llevaba siglos siendo su carcelero -¡¿Jugar conmigo?!- el entrecejo se junto bajo la faz -Jugar con la muerte nunca lleva a nada bueno niño… siempre se ha de pagar un precio no importa quien seas, infantes, adultos, ancianos… todos pagan y entonces ¿el hijo de la muerte roja también lo pagaría?- negué de nuevo -No puedo hacerlo, no, por ella no puedo- dije mientras la veía, contemplaba su belleza, sus cabellos lacios, su sonrisa, sus ojos cristalinos, debía fingir amor sobre el desprecio y el odio, solo por verla cada noche una vez más sobre el tiempo que reste de nuestras existencias, aunque sería difícil de disimular, entonces ellos se movieron hacia donde ella me había dejado, era de esperarse que no me hallará y que su angustia aunque imperceptible para los ojos humanos era tan clara para mí, de la única a quien podía reconocer y respetar sus emociones, suspire profundo por última vez antes de salir al escenario donde la obra comenzaría en breve -No hace falta que llames Selena, no hace falta que te preocupes por este tu ángel, he prometido cuidarte y seguirte a donde fueras y así he de cumplirlo- hable serio detrás de dos tumbas, en la mitad de ellas un ojo sobresalía con la luz de las estrellas y lo demás permanecía en el anonimato de las sombras, mi cabeza iba de atrás en adelante, altivamente, los ojos se ampliaban, el odio era reprimido entonces solo por el silencio de mis pasos y la falta de expresión en mi rostro, pero era demasiada la insistencia muda del infante que me vi obligado a salir, allí quede frente a ellos, la gabardina arrastrando su cola por el suelo, el nudo de la mascada de seda bordada en el cuello, la máscara cubriendo la expresión seca y severa de mi rostro, mis ojos fijos en los suyos que continuaban expectantes, tan solo el silencio había llegado como el huésped indeseable, no dije más, quede allí expuesto y ocurrió en mis adentros la mezcolanza de años viejos, el miedo ante las miradas expectantes de los extraños y el odio que sentía por el niño al que no articulaba si quiera un saludo cortes ¿Que más podía decirle a mi pequeño peor enemigo?
Puede que la roca hiciese ruido suficiente al desmoronarse y los hiciera apartarse, pero nada paso de aquello, al contrario les escuchaba hablar, absortos en el circulo fraternal que ahora parecía unirlos -Alabanzas a esa deidad que no oye más lo que le conviene- proteste en pensamiento -Ridículo- mi cabeza negó y mi sentido de la audición se agudizo -¿Caballero de las alas negras?- me negaba a creerlo, que tanto era lo que Selena le podía haber contado de mí para que pareciera desesperado por conocerme, para que esa voz diminuta, fonación con tintes desafinados que dejaban fuera el bosquejo de toda oscuridad en mi persona, el guante se fue directamente a mi frente, trataba de calmarle con ligeros toques en círculos sobre la faz falsa -¿Que hago aquí?- cuestione conforme la confusión aumentaba -¿Que nuevo debía aprender sobre mi en todo este lío?- volví a la realidad cuando mis ojos se abrieron de nuevo, más allá de los parajes del cementerio había oscuridad, silencio interrumpido únicamente por sus voces, por los ladridos de los perros, por los hombres y sus tentadores latidos en la lejanía de las zonas residenciales y callejuelas, escuche lo último, pasado, presente y futuro… -La vida no es tan fácil infernal criatura- susurre con rencor volviendo a donde ellos, la respiración se hacia más agitada, ahora se abrazaban y Selena lloraba en silencio como lo hacia yo pero por circunstancias diferentes, ella ya no podía apresar las lágrimas, yo llevaba siglos siendo su carcelero -¡¿Jugar conmigo?!- el entrecejo se junto bajo la faz -Jugar con la muerte nunca lleva a nada bueno niño… siempre se ha de pagar un precio no importa quien seas, infantes, adultos, ancianos… todos pagan y entonces ¿el hijo de la muerte roja también lo pagaría?- negué de nuevo -No puedo hacerlo, no, por ella no puedo- dije mientras la veía, contemplaba su belleza, sus cabellos lacios, su sonrisa, sus ojos cristalinos, debía fingir amor sobre el desprecio y el odio, solo por verla cada noche una vez más sobre el tiempo que reste de nuestras existencias, aunque sería difícil de disimular, entonces ellos se movieron hacia donde ella me había dejado, era de esperarse que no me hallará y que su angustia aunque imperceptible para los ojos humanos era tan clara para mí, de la única a quien podía reconocer y respetar sus emociones, suspire profundo por última vez antes de salir al escenario donde la obra comenzaría en breve -No hace falta que llames Selena, no hace falta que te preocupes por este tu ángel, he prometido cuidarte y seguirte a donde fueras y así he de cumplirlo- hable serio detrás de dos tumbas, en la mitad de ellas un ojo sobresalía con la luz de las estrellas y lo demás permanecía en el anonimato de las sombras, mi cabeza iba de atrás en adelante, altivamente, los ojos se ampliaban, el odio era reprimido entonces solo por el silencio de mis pasos y la falta de expresión en mi rostro, pero era demasiada la insistencia muda del infante que me vi obligado a salir, allí quede frente a ellos, la gabardina arrastrando su cola por el suelo, el nudo de la mascada de seda bordada en el cuello, la máscara cubriendo la expresión seca y severa de mi rostro, mis ojos fijos en los suyos que continuaban expectantes, tan solo el silencio había llegado como el huésped indeseable, no dije más, quede allí expuesto y ocurrió en mis adentros la mezcolanza de años viejos, el miedo ante las miradas expectantes de los extraños y el odio que sentía por el niño al que no articulaba si quiera un saludo cortes ¿Que más podía decirle a mi pequeño peor enemigo?
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 06/12/2011
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
Un sonido pareció distraerlo entonces, parecía como si una piedra hubiese colapsado de forma brusca, pero prefirió ignorar por dos simples razones, la primera porque la felicidad contagiosa de mamá Selena parecía lograr que su pequeño corazón diera de tumbos por su diminuto pecho tras la emoción de verla finalmente feliz, verla, escucharla producían en Edmond una sonrisa que mostraba orgullosamente sus blancos y diminutos dientes en desarrollo y la segunda razón se debía a que siempre con aquella imaginación amplia y basta solía sugestionarse lo suficiente para escuchar o ver de vez en cuando cosas que no siempre estaban allí, ese don era extraño, pero lo captaba porque era una parte que jamás anularía de él... ese en ocasiones le molestaba y aunque sabia que mentir era un pecado y una costumbre de mala educación lo hacia con tal de que no le juzgarán como cualquier otro loco que más de una vez vio por las calles cuando todavía era un huérfano sin futuro ni oficio.
Cuando finalmente sintió que las mariposas revoloteaban en su estómago vacío con más fuerza, era porque sus pequeños pasos ya se dirigían al lugar donde el soñando y fantasioso encuentro con el caballero de alas negras se efectuaría, llevaba entonces su morral amarillo junto con su violín y el arco en la espalda, su diminuta mano izquierda llevaba al ángel esculpido en madera por su gran habilidad de creación y la otra sostenía con alegría y nerviosismo la de su madre -Ahora eres mami feliz- se arriesgo a bautizarle en pensamientos mientras la observa desde la lejanía de su estatura pequeña, brincaba mientras caminaba, una piernita regordeta, luego la otra, así hasta llegar al esperado lugar, pero la sorpresa y la desilusión vinieron en primer momento como ellos tomados de la mano, la criatura tan anhelada por ambos no estaba presente y aunque su madre lo ocultase, el pequeño Edmond podía reconocer emociones en casi todas las personas -Mami- le llamo dando unos pequeños y delicados tirones -¿Se asusto porque yo iba aparecer?- pregunto con una inocencia cargada de culpas, si, seguramente era su presencia, extraña y ajena a lo que el caballero de las alas negras conocía y había vivido con mamá Selena, cuanto era lo que quería llorar, pero todo lo reprimió, pasaba saliva con gran dificultad por el nudo que de pronto le estorbo en su garganta, inspiro y aguardo allí con esperanza, su cabeza giro a todas direcciones, tratando de escudriñar la oscuridad, como si quisiese escarbar en ella para encontrarlo, no importando cuanto miedo le dieran las sombras, fue cuando le oyeron, el angelical sonido del caballero adulto provenía del espacio dejado por dos tumbas entre sí, altas lápidas que solo dejaban al alcance de la vista del pequeño Edmond algo de color rojo, retocedio y gimió ante el espanto, permaneció tranquilo mientras el discurso terminaba, insistente en que se presentase sin decir palabra alguna << Que se presente porque me muero de miedo, que se presente porque me muero de miedo >> decía en su ávida y pequeña mente, volviendo el llanto en un pequeño baile inquieto sin moverse de su lugar, los cabellos lacios se agitaban al compás de los brincos, las manos frias estrujaban al ángel de madera y los ojos abiertos como dos lunas llenas veían con miedo el sitio de donde la silueta pronto salió a su vista.
El pequeño apenas lo vio dejo aquellos movimientos, su boca se abrió amplia hipnotizada por los movimientos que dictaba la sorpresa y la admiración de tan imponente e ilustre personaje, ataviado todo de negro, con su rostro cubierto por una pálida máscara que resplandecía con el toque de la luna << Que bello es >> admiro con la misma ilusión que tenia antes de conocerle, a pesar de esos peculiares ojos malva, de la corpulencia y altura mucho más pronunciada que la de mamá Selena, toda fantasía de como era y como seria el encuentro no había sido quebrantada por el contrario pensó que los dibujos hechos durante los días y noches en los que solo pensaba en él no era nada comparado con lo que tenía frente a sus orbes cristalinas y brillantes que le guiaban con sus manitas extendidas y sus pasos hacia él -Increíble- alabó en voz alta por última vez, absorto en su máscara fina y porcelanizada y en su mirada, dos rubíes rojos que resaltaban en la oscuridad de forma fría y severa, que le veían acercarse sin las misma alegría que el había esperado, quizás eso era lo único que salía de todo el soñado encuentro.
Edmond era extremadamente sensible a ese tipo de miradas, logró que sus pasitos de seguros se volvieran tímidos y después simplemente se detuvieron en seco en medio de toda hojarasca, que sus manos extendidas con el ángel en la mano volvieran a sus costados tirando la figura al suelo y que sus ojos se volviera cristalinos a la par que su nariz se enrojeciera, es que no lo entendía, el gigante oscuro delante suyo era un ángel según su mami, el padre Joseph le dijo que los seres alados de Dios amaban a todas las criaturas por igual y entonces ¿Porque ese ángel que amo sin conocerle, que se maravillo con las historias que mami le contaba, que lo veía bello sin importar la máscara y que lo quería como padre no lo acogía con el mismo cariño? << He mentido muy poco lo reconozco, no me he portado tan mal, he sido buena con mami Selena, estuve con mi mami hasta el día en que se fue al cielo... lo único malo fue haberme ido de casa sin despedirme y robar un pedazo de pan, pero... pero... yo lo compartía con todo el que me encontraba hasta con los pequeños perritos, ¿Entonces angelito porque no me quieres? >> preguntó en pensamiento, contemplándolo largo rato sin decir nada, viéndole melancólico sin obtener ningún gesto de él, bajo la mirada resignado << A mi no me importa que tan diferente seas, eres bello para mi angelito >> oró en silencio una vez más con la sonrisa y emoción desvanecida en poco tiempo, regreso corriendo hacia mami Selena y se oculto tras las largas faldas de su vestido -Bue... buenas noches monseuir ángel- dijo con timidez, asomándose apenas por detrás de su ángel Selena -Me... me... llamo Ed... Edmond Antou... Antoa... Antoine- jamás su seguridad había sido mermada a ese grado, normalmente era un niño que sin importar quién así fuese el mismo rey de Francia podía portarse valiente y seguro, pero ahora ante imponente figura, toda seguridad se fue junto con la fresca brisa nocturna y otoñal -Usted es un ángel, un mago?- cuestionó de nuevo, ofreciendo su manita estirada, temblorosa pero abierta como una cortesía de un educado saludo -Cuando digas puedo irme- asintió entonces -Si recuerdas ¿No es verdad?-comento con voz quebrada -Hace un momento mientras mami Se..Sel..Selena vistiba tu... tu... su... tu sepulcro, yo... yo... le oré a papá Dios para que tu... regresaras, a cambio yo... yo le prometí que me iría- titubeo al retirar la manita, pero decidió dejarla allí, esperando que él la tomará antes de partir -¿Por eso estas enfadado conmigo no es así? ¿Porque no me ido aún?-.
Cuando finalmente sintió que las mariposas revoloteaban en su estómago vacío con más fuerza, era porque sus pequeños pasos ya se dirigían al lugar donde el soñando y fantasioso encuentro con el caballero de alas negras se efectuaría, llevaba entonces su morral amarillo junto con su violín y el arco en la espalda, su diminuta mano izquierda llevaba al ángel esculpido en madera por su gran habilidad de creación y la otra sostenía con alegría y nerviosismo la de su madre -Ahora eres mami feliz- se arriesgo a bautizarle en pensamientos mientras la observa desde la lejanía de su estatura pequeña, brincaba mientras caminaba, una piernita regordeta, luego la otra, así hasta llegar al esperado lugar, pero la sorpresa y la desilusión vinieron en primer momento como ellos tomados de la mano, la criatura tan anhelada por ambos no estaba presente y aunque su madre lo ocultase, el pequeño Edmond podía reconocer emociones en casi todas las personas -Mami- le llamo dando unos pequeños y delicados tirones -¿Se asusto porque yo iba aparecer?- pregunto con una inocencia cargada de culpas, si, seguramente era su presencia, extraña y ajena a lo que el caballero de las alas negras conocía y había vivido con mamá Selena, cuanto era lo que quería llorar, pero todo lo reprimió, pasaba saliva con gran dificultad por el nudo que de pronto le estorbo en su garganta, inspiro y aguardo allí con esperanza, su cabeza giro a todas direcciones, tratando de escudriñar la oscuridad, como si quisiese escarbar en ella para encontrarlo, no importando cuanto miedo le dieran las sombras, fue cuando le oyeron, el angelical sonido del caballero adulto provenía del espacio dejado por dos tumbas entre sí, altas lápidas que solo dejaban al alcance de la vista del pequeño Edmond algo de color rojo, retocedio y gimió ante el espanto, permaneció tranquilo mientras el discurso terminaba, insistente en que se presentase sin decir palabra alguna << Que se presente porque me muero de miedo, que se presente porque me muero de miedo >> decía en su ávida y pequeña mente, volviendo el llanto en un pequeño baile inquieto sin moverse de su lugar, los cabellos lacios se agitaban al compás de los brincos, las manos frias estrujaban al ángel de madera y los ojos abiertos como dos lunas llenas veían con miedo el sitio de donde la silueta pronto salió a su vista.
El pequeño apenas lo vio dejo aquellos movimientos, su boca se abrió amplia hipnotizada por los movimientos que dictaba la sorpresa y la admiración de tan imponente e ilustre personaje, ataviado todo de negro, con su rostro cubierto por una pálida máscara que resplandecía con el toque de la luna << Que bello es >> admiro con la misma ilusión que tenia antes de conocerle, a pesar de esos peculiares ojos malva, de la corpulencia y altura mucho más pronunciada que la de mamá Selena, toda fantasía de como era y como seria el encuentro no había sido quebrantada por el contrario pensó que los dibujos hechos durante los días y noches en los que solo pensaba en él no era nada comparado con lo que tenía frente a sus orbes cristalinas y brillantes que le guiaban con sus manitas extendidas y sus pasos hacia él -Increíble- alabó en voz alta por última vez, absorto en su máscara fina y porcelanizada y en su mirada, dos rubíes rojos que resaltaban en la oscuridad de forma fría y severa, que le veían acercarse sin las misma alegría que el había esperado, quizás eso era lo único que salía de todo el soñado encuentro.
Edmond era extremadamente sensible a ese tipo de miradas, logró que sus pasitos de seguros se volvieran tímidos y después simplemente se detuvieron en seco en medio de toda hojarasca, que sus manos extendidas con el ángel en la mano volvieran a sus costados tirando la figura al suelo y que sus ojos se volviera cristalinos a la par que su nariz se enrojeciera, es que no lo entendía, el gigante oscuro delante suyo era un ángel según su mami, el padre Joseph le dijo que los seres alados de Dios amaban a todas las criaturas por igual y entonces ¿Porque ese ángel que amo sin conocerle, que se maravillo con las historias que mami le contaba, que lo veía bello sin importar la máscara y que lo quería como padre no lo acogía con el mismo cariño? << He mentido muy poco lo reconozco, no me he portado tan mal, he sido buena con mami Selena, estuve con mi mami hasta el día en que se fue al cielo... lo único malo fue haberme ido de casa sin despedirme y robar un pedazo de pan, pero... pero... yo lo compartía con todo el que me encontraba hasta con los pequeños perritos, ¿Entonces angelito porque no me quieres? >> preguntó en pensamiento, contemplándolo largo rato sin decir nada, viéndole melancólico sin obtener ningún gesto de él, bajo la mirada resignado << A mi no me importa que tan diferente seas, eres bello para mi angelito >> oró en silencio una vez más con la sonrisa y emoción desvanecida en poco tiempo, regreso corriendo hacia mami Selena y se oculto tras las largas faldas de su vestido -Bue... buenas noches monseuir ángel- dijo con timidez, asomándose apenas por detrás de su ángel Selena -Me... me... llamo Ed... Edmond Antou... Antoa... Antoine- jamás su seguridad había sido mermada a ese grado, normalmente era un niño que sin importar quién así fuese el mismo rey de Francia podía portarse valiente y seguro, pero ahora ante imponente figura, toda seguridad se fue junto con la fresca brisa nocturna y otoñal -Usted es un ángel, un mago?- cuestionó de nuevo, ofreciendo su manita estirada, temblorosa pero abierta como una cortesía de un educado saludo -Cuando digas puedo irme- asintió entonces -Si recuerdas ¿No es verdad?-comento con voz quebrada -Hace un momento mientras mami Se..Sel..Selena vistiba tu... tu... su... tu sepulcro, yo... yo... le oré a papá Dios para que tu... regresaras, a cambio yo... yo le prometí que me iría- titubeo al retirar la manita, pero decidió dejarla allí, esperando que él la tomará antes de partir -¿Por eso estas enfadado conmigo no es así? ¿Porque no me ido aún?-.
Edmond Antoine- Humano Clase Baja
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Fecha de inscripción : 24/03/2015
Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
¿Y como debía reaccionar entonces si al primer contacto con mi voz la infernal criatura se lleno de horror y de espanto? ¿Si no sabía con exactitud el significado de su estupefacta mirada?, las respuestas a mis cuestiones de una en una parecieron venir acompañadas con el paso torpe y pequeño de su andar, con el compás de sus manos estiradas, de sus diminutos dedos ansiosos de tocar la figura que se postro al frente suyo con la insistencia queda y muda con la que tanto se esa insignificancia de ser se jacto de haber esperado al famoso ángel que su madre le había contado, al “caballero de alas negras” con el que ese impertinente muchacho se atrevía a llamarme.
-Infeliz- decía dentro de mi pensar -Tan pequeño y prejuicioso ¿Que esperas ver en mi?- le miraba con recelo, con la cautela que tiene un animal salvaje cuando un hombre intenta atentar con su paz, con su tranquilidad, con el espacio que es tan suyo -Si… lo sé- aseguraba entonces con la voz terriblemente ronca, con tono amenazante, sin empatía, tan fría como mis ojos y la altiva forma en que mi cabeza se erguía -Solo estas esperando que yo cometa algún error para señalarlo frente a Selena y arrebatármela para siempre, así como lo has hecho ya con su corazón que es un hecho que debo compartirlo contigo ¡Lo que es tan mío!- exclamaba enfurecido por dentro y permanecía silencioso por fuera -¿O esperas llegar hasta a mi para arrebatarme la máscara, llenarte de horror y convencer a mi Selena de que estará mucho mejor sin su ángel?l- contemplando cada posibilidad en mi mente, entrelazando cada cabo suelto, cada estrategia que mi enemigo podía utilizar mientras la pequeñez inmunda se acercaba más ante mí, la gabardina cubría todo mi cuerpo, dejando solo los brazos que se cruzaron de forma inmediata, como si con ello una barrera entre él y yo apareciera de pronto en su camino, reposando mi mano derecha en el brazo contrario para mover dedo por dedo sobre el al paso en que mi impaciencia iba acrecentando al interior de mi alma -Debería matarte- asentí -Te odio, te odio por llevar en tu sangre la de ellos, la de toda tu maliciosa y prejuiciosa estirpe, hipócritas, abusadores de débiles, asesinos de almas, cazadores furtivos que buscan las alas de ángeles incomprendidos, que caen de la gracia de Dios, que las cortan y venden sus plumas al mejor postor, todos nacen con la misma estúpida mirada que tu, todos son así cuando crías, pero al igual que ellos tu serás un maldito bastardo al que tendré que exterminar cuando seas mayor- mi respiración se agitaba, mi pecho se movia de forma rápida, la mano dejo de hacer bailotear los dedos y en su lugar los contrajo cerrando mi puño -Eres tan bello que ese es el destino que con seguridad te espera, no importa tu pasado lo olvidarás, la flor siempre se olvida del cuidador cuando ha crecido… eso es lo que impone tu naturaleza y yo…. infeliz intruso deberé criarte como un hijo y protegerte solo porque no quiero perder lo único que tengo- pensé y luego otra idea aún más macabra asalto el resquicio de paz que mantenía en los limites al demonio, no estaba obligado a cuidar de ambos, decía mi idea, no había regla que lo estipulara, por el contrario como siempre si así era mi deseo podía asesinarlos a los dos aquí mismo, continuar mi maldita existencia sin un insolente infante y a una humana de la que amaba todo pero que también en el fondo, en secreto anhelaba su sangre, moví la cabeza de lado a lado, intentando sacudir con ello la visualización que torturo mi ser y que de un momento se fue tan prontamente como llego.
Cuando hube resuelto aquello, una ligera caída me devolvió a la realidad, un pedazo de madera se hundía en la espesura de las hojas muertas mientras la criatura me observaba inmóvil, tan confundido como yo lo estaba, con sus diminutas extremidades en su costados, rogando mi atención con ojos cristalinos, pequeños orbes que como la luna con el paso de las estaciones se transformaron en dos luceros temerosos y aunque no lo aceptase eso basto para que mi mortífero pensamiento y mi furia si disiparán de forma rápida, era imposible no reconocer esa mirada, sabía la emoción que representaba, ignoré luego, desprendí mi atención del infante, olvide la presencia de Selena, retornando al fatídico día en que mi rostro me fue presentado frente a un espejo, mientras los adultos a mi cuidado en el circo no hacían más que reírse y otros cuantos enfurecerse, creyendo que ese sería mi castigo contra la rebeldía de haberme despojado de la máscara maloliente y revelándome en contra a ponérmela de nuevo sin saber el porque, tenía la misma mirada que él, contemplaba el espejo con mudo e incrédulo horror… con miedo… con desilusión… con el alma rota, recuerdo haberme ido sobre el espejo a patadas y puñetazos, cortándome las piernas, incrustándome los fragmentos cristalinos en los dedos, mientras lloraba sin parar, tendría quizás la misma edad que él entonces, me lleve la mano a la mascara tras el recuerdo, inspire profundo, era un asesino, un ladrón de vidas, pero no un maldito animal que como a mi, fuera capaz de dejarlo marcado mental y físicamente, no importando el infeliz que se convirtiera en un futuro, no contribuiría a la creación del los monstruos que tanto detestaba, pero el no se fue contra un espejo, no se fue contra de mi, corrió a esconderse tras Selena, quedando solo de nuevo.
Observe la madera un momento, me acerque para levantarla creyendo ver algo esculpido en el tronco, me puse pues de rodillas y empujando la capa para cogerla, encontré para mi sorpresa un ángel con las alas desplegadas y ligeramente dobladas hacia atrás observándome compasivo, mientras mi mano lo acariciaba escuche sus palabras atento, devolviendo la mirada, a pesar de todo seguía insistente en tocarme, su mano allí estaba extendida y temblorosa, me puse en marcha hasta donde él, contemple a Selena -No te preocupes amor mío, te prometí no hacerle daño y lo cumpliré- dije firme, besando su frente con delicadeza -Se bienvenido al cobijo que te proporcionarán mis alas negras, pequeño principito- clame con un poco de más calidez en la voz poniéndome de rodillas en suelo para alcanzar y estatura y estrechar su mano apenas, sonrío entonces, con emoción basta, intento abrazarme pero le impedí todo contacto con preguntas sobre el ángel, descubrí que era un obsequio para mí, lo había hecho pensando en mi -Gracias- pase saliva sin poder agregar algo más sobre el gesto -Puede decirse que soy un mago, a mi manera suelo desaparecer ciertas cosas- asentí gentilmente -Pero de todo aquello pequeño principito habrá más tiempo para resolver todas tus dudas, te lo prometo- suspire, arrepintiéndome de tocar su cabello -Bien pequeño principito- dije poniéndome en pie, con una pizca de ternura en la voz -El amanecer se acerca y los ángeles debemos ocultarnos del sol y de los hombres, toma la mano de tu madre que debemos partir ya- obediente lo hizo, pidiendo mi mano también, a regañadientes lo hice, tras la máscara puse los los en blanco, muestra de mi confusión, mi fastidio y aparente intolerancia, aun no comprendía el porque de mi proceder, pero de una cosa estaba seguro, no dejaba de verlo como mi peor enemigo y ni el diablo mismo me haría cambiar de parecer, pero fingía y al parecer bastante bien -Te amo Selena,nada ni nadie cambiará eso y yo prometo quererlos, protegerlos y cuidarlos por el resto de mi existencia- busque su mirada, sosteniendo apenas la diminuta mano del niño -¿Estas lista para un nuevo comienzo a mi lado?- cuestione temeroso.
-Infeliz- decía dentro de mi pensar -Tan pequeño y prejuicioso ¿Que esperas ver en mi?- le miraba con recelo, con la cautela que tiene un animal salvaje cuando un hombre intenta atentar con su paz, con su tranquilidad, con el espacio que es tan suyo -Si… lo sé- aseguraba entonces con la voz terriblemente ronca, con tono amenazante, sin empatía, tan fría como mis ojos y la altiva forma en que mi cabeza se erguía -Solo estas esperando que yo cometa algún error para señalarlo frente a Selena y arrebatármela para siempre, así como lo has hecho ya con su corazón que es un hecho que debo compartirlo contigo ¡Lo que es tan mío!- exclamaba enfurecido por dentro y permanecía silencioso por fuera -¿O esperas llegar hasta a mi para arrebatarme la máscara, llenarte de horror y convencer a mi Selena de que estará mucho mejor sin su ángel?l- contemplando cada posibilidad en mi mente, entrelazando cada cabo suelto, cada estrategia que mi enemigo podía utilizar mientras la pequeñez inmunda se acercaba más ante mí, la gabardina cubría todo mi cuerpo, dejando solo los brazos que se cruzaron de forma inmediata, como si con ello una barrera entre él y yo apareciera de pronto en su camino, reposando mi mano derecha en el brazo contrario para mover dedo por dedo sobre el al paso en que mi impaciencia iba acrecentando al interior de mi alma -Debería matarte- asentí -Te odio, te odio por llevar en tu sangre la de ellos, la de toda tu maliciosa y prejuiciosa estirpe, hipócritas, abusadores de débiles, asesinos de almas, cazadores furtivos que buscan las alas de ángeles incomprendidos, que caen de la gracia de Dios, que las cortan y venden sus plumas al mejor postor, todos nacen con la misma estúpida mirada que tu, todos son así cuando crías, pero al igual que ellos tu serás un maldito bastardo al que tendré que exterminar cuando seas mayor- mi respiración se agitaba, mi pecho se movia de forma rápida, la mano dejo de hacer bailotear los dedos y en su lugar los contrajo cerrando mi puño -Eres tan bello que ese es el destino que con seguridad te espera, no importa tu pasado lo olvidarás, la flor siempre se olvida del cuidador cuando ha crecido… eso es lo que impone tu naturaleza y yo…. infeliz intruso deberé criarte como un hijo y protegerte solo porque no quiero perder lo único que tengo- pensé y luego otra idea aún más macabra asalto el resquicio de paz que mantenía en los limites al demonio, no estaba obligado a cuidar de ambos, decía mi idea, no había regla que lo estipulara, por el contrario como siempre si así era mi deseo podía asesinarlos a los dos aquí mismo, continuar mi maldita existencia sin un insolente infante y a una humana de la que amaba todo pero que también en el fondo, en secreto anhelaba su sangre, moví la cabeza de lado a lado, intentando sacudir con ello la visualización que torturo mi ser y que de un momento se fue tan prontamente como llego.
Cuando hube resuelto aquello, una ligera caída me devolvió a la realidad, un pedazo de madera se hundía en la espesura de las hojas muertas mientras la criatura me observaba inmóvil, tan confundido como yo lo estaba, con sus diminutas extremidades en su costados, rogando mi atención con ojos cristalinos, pequeños orbes que como la luna con el paso de las estaciones se transformaron en dos luceros temerosos y aunque no lo aceptase eso basto para que mi mortífero pensamiento y mi furia si disiparán de forma rápida, era imposible no reconocer esa mirada, sabía la emoción que representaba, ignoré luego, desprendí mi atención del infante, olvide la presencia de Selena, retornando al fatídico día en que mi rostro me fue presentado frente a un espejo, mientras los adultos a mi cuidado en el circo no hacían más que reírse y otros cuantos enfurecerse, creyendo que ese sería mi castigo contra la rebeldía de haberme despojado de la máscara maloliente y revelándome en contra a ponérmela de nuevo sin saber el porque, tenía la misma mirada que él, contemplaba el espejo con mudo e incrédulo horror… con miedo… con desilusión… con el alma rota, recuerdo haberme ido sobre el espejo a patadas y puñetazos, cortándome las piernas, incrustándome los fragmentos cristalinos en los dedos, mientras lloraba sin parar, tendría quizás la misma edad que él entonces, me lleve la mano a la mascara tras el recuerdo, inspire profundo, era un asesino, un ladrón de vidas, pero no un maldito animal que como a mi, fuera capaz de dejarlo marcado mental y físicamente, no importando el infeliz que se convirtiera en un futuro, no contribuiría a la creación del los monstruos que tanto detestaba, pero el no se fue contra un espejo, no se fue contra de mi, corrió a esconderse tras Selena, quedando solo de nuevo.
Observe la madera un momento, me acerque para levantarla creyendo ver algo esculpido en el tronco, me puse pues de rodillas y empujando la capa para cogerla, encontré para mi sorpresa un ángel con las alas desplegadas y ligeramente dobladas hacia atrás observándome compasivo, mientras mi mano lo acariciaba escuche sus palabras atento, devolviendo la mirada, a pesar de todo seguía insistente en tocarme, su mano allí estaba extendida y temblorosa, me puse en marcha hasta donde él, contemple a Selena -No te preocupes amor mío, te prometí no hacerle daño y lo cumpliré- dije firme, besando su frente con delicadeza -Se bienvenido al cobijo que te proporcionarán mis alas negras, pequeño principito- clame con un poco de más calidez en la voz poniéndome de rodillas en suelo para alcanzar y estatura y estrechar su mano apenas, sonrío entonces, con emoción basta, intento abrazarme pero le impedí todo contacto con preguntas sobre el ángel, descubrí que era un obsequio para mí, lo había hecho pensando en mi -Gracias- pase saliva sin poder agregar algo más sobre el gesto -Puede decirse que soy un mago, a mi manera suelo desaparecer ciertas cosas- asentí gentilmente -Pero de todo aquello pequeño principito habrá más tiempo para resolver todas tus dudas, te lo prometo- suspire, arrepintiéndome de tocar su cabello -Bien pequeño principito- dije poniéndome en pie, con una pizca de ternura en la voz -El amanecer se acerca y los ángeles debemos ocultarnos del sol y de los hombres, toma la mano de tu madre que debemos partir ya- obediente lo hizo, pidiendo mi mano también, a regañadientes lo hice, tras la máscara puse los los en blanco, muestra de mi confusión, mi fastidio y aparente intolerancia, aun no comprendía el porque de mi proceder, pero de una cosa estaba seguro, no dejaba de verlo como mi peor enemigo y ni el diablo mismo me haría cambiar de parecer, pero fingía y al parecer bastante bien -Te amo Selena,nada ni nadie cambiará eso y yo prometo quererlos, protegerlos y cuidarlos por el resto de mi existencia- busque su mirada, sosteniendo apenas la diminuta mano del niño -¿Estas lista para un nuevo comienzo a mi lado?- cuestione temeroso.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Un nuevo inicio /Edmond Antoine y The Phantom/
No me quedaba demasiado por decir, solo observarles a ambos y como interactuaban pues sentia que si me metia por medio no seria lo mismo ya que se sentirian presionados a actuar de una manera que no eran ellos para contentarme y eso era lo que menos deseaba, sino que fueran ellos mismos y sino se daba pues tendriamos que buscar alguna solucion ya que de no ser asi me encontraria en un gran problema ¿pues como elegir o decidir entre ambos? No podia, no queria hacerlo ni pensarlo en este momento asique solo me quede mirando a una distancia prudente
Edmond se aproximo de un inicio con mucho entusiasmo, lo cual me hizo gracia de lo adorable que se veia tan educadito y caballeroso alzando su mano pero como niño que era, le entro la timidez ante el aspecto de mi angel, estaba claro que Roma no se hacia en un dia pero mas que miedo era nerviosismo asique no era un problema muy grave ya que otros niños en su lugar al ver la mascara y que eran mas grande que él hubieran salido corriendo a lagrima viva, gritando que no querria verle mas...
No habia entendido a que se referia con que ya se podia ir como habia dicho si mi angel aparecia ¿Que era lo que estaba diciendo? Mi cuerpo se estremecio de solo pensar que alguno de los dos se pudieran alejar de mi, no sabria que haria si eso llegaba a suceder pues mi mundo se derrumbaria
Por otro lado tambien escuchaba a mi angel y sabia que para él no era una situacion nada facil pero lo estaba haciendo por mi y eso era algo que lo valoraria todos los dias de mi vida. Él tenia un trauma con lo humanos, en el pasado le habian hecho mucho daño por eso entendia su recelo a conocer a mas gente a parte de mi o que esa persona pudiera alejarme de mi angel, cosa que nunca pasaria, queria a ambos y hareia lo que fuera por estar con ambos por mucho que me costase. Asique cuando le contesto a sus preguntas solte el aire que tenia en mi interior retenido.
Es verdad empieza a amanecer, es mejor que los alejemos ya mis dos hombres mas importantes del mundo Le tome la manita cuando la alzo sonriendo a mi angel por ser tan paciente con todo esto Te amo mi angel y eso no cambiara nunca, siempre sera mi angel del que no quiero alejarme Empezamos a andar hacia nuestro hogar soñando con la idea de tener la familia que siempre habia deseado Naci para ti mi angel Le volvi a sonreir de nuevo y luego mire a mi niño guiñandole un ojo apretando su manita, alejandonos del cementerio y de todas las lagrimas y tristezas que habian existido durante un año. Ahora era un nuevo comienzo
Edmond se aproximo de un inicio con mucho entusiasmo, lo cual me hizo gracia de lo adorable que se veia tan educadito y caballeroso alzando su mano pero como niño que era, le entro la timidez ante el aspecto de mi angel, estaba claro que Roma no se hacia en un dia pero mas que miedo era nerviosismo asique no era un problema muy grave ya que otros niños en su lugar al ver la mascara y que eran mas grande que él hubieran salido corriendo a lagrima viva, gritando que no querria verle mas...
No habia entendido a que se referia con que ya se podia ir como habia dicho si mi angel aparecia ¿Que era lo que estaba diciendo? Mi cuerpo se estremecio de solo pensar que alguno de los dos se pudieran alejar de mi, no sabria que haria si eso llegaba a suceder pues mi mundo se derrumbaria
Por otro lado tambien escuchaba a mi angel y sabia que para él no era una situacion nada facil pero lo estaba haciendo por mi y eso era algo que lo valoraria todos los dias de mi vida. Él tenia un trauma con lo humanos, en el pasado le habian hecho mucho daño por eso entendia su recelo a conocer a mas gente a parte de mi o que esa persona pudiera alejarme de mi angel, cosa que nunca pasaria, queria a ambos y hareia lo que fuera por estar con ambos por mucho que me costase. Asique cuando le contesto a sus preguntas solte el aire que tenia en mi interior retenido.
Es verdad empieza a amanecer, es mejor que los alejemos ya mis dos hombres mas importantes del mundo Le tome la manita cuando la alzo sonriendo a mi angel por ser tan paciente con todo esto Te amo mi angel y eso no cambiara nunca, siempre sera mi angel del que no quiero alejarme Empezamos a andar hacia nuestro hogar soñando con la idea de tener la familia que siempre habia deseado Naci para ti mi angel Le volvi a sonreir de nuevo y luego mire a mi niño guiñandole un ojo apretando su manita, alejandonos del cementerio y de todas las lagrimas y tristezas que habian existido durante un año. Ahora era un nuevo comienzo
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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