Nostalgic primadonna [Libre]

- No estaba acostumbrado a llevar un uniforme de trabajo, antes era impensable imaginar su vida sin estar trabajando de sol a sol por unas míseras monedas aunque bueno su físico ayudaba, ya que el gitano no se parecía mucho a los suyos, tenía la piel blanquecina incluso a simple vista daba la sensación de fragilidad acompañado de sus ojos o de sus labios; Cualquiera que le hubiese mirado, lo primero que habría pensado era que era de origen alemán o inglés pero no daba a pensar de que era un gitano, sin embargo, el cabello o sus movimientos le eran delatores cuando quería iniciar un trabajo. ¿Cabello largo? eso solo lo suelen tener los gitanos, pero después cuando se mueve, acostumbrado a trabajar, acababan por hacerle perder una oportunidad por un trabajo si bien no fuese decente pero por lo menos un poco más de dinero si podría haber obtenido.  Dejando de lado su físico, no solo su piel sino tan delgado que le hacía parecer endeble, conseguía menos trabajos de los posibles y ahí estaba, mirándose en un espejo mohoso como llevaba un traje de camarero, no era elegante, lo normal, un delantal hasta la cadera, unos pantalones anchos y una camisa que abrazaba su cuerpo sin agobiarle.

Tenía que acostumbrarse, a la soledad, a volver a separarse del mundo, en el espejo tenía un gesto serio incluso hosco que no era para nada como solía comportarse el gitano, se decía que hasta los más buenos tenían su momento de debilidad donde se volvían humanos. Acabó por resoplar, cuando la voz del que era su jefe insultaba hacía el aire buscándole, había pasado mucho tiempo en la auto-compasión por ello no dudó en volver a pasar la mano por una mancha que tenía la camisa, mancha que estaba seguro la dejó su antecesor, se tomó unos segundos más en sujetarse el cabello en una cola y salió-

Siento la tardanza. Ahora les sirvo

- El jefe debía de irse lo más probable a vera su amante o a cobrar algunas deudas, así que le dejaría unas horas a solas, solo había borrachos u hombres que habían dejado de trabajar. Sonrió animado cuando un hombre se subió a la mesa cantando una típica oda sobre el alcohol, el ron y demás. Fue calladamente sirviendo, quitando vasos, rellenando, tomando las carteras de los borrachos para que no se fuesen sin pagar y así fue como un testigo mudo en su propio trabajo, solo se sentó cuando estaba vacía la taberna, luchó contra un bostezo que salía de su boca mientras estiraba sus músculos. Finalmente se sirvió un vaso de agua, no le gustaba beber aunque tenía alta tolerancia al licor no había pensado en emborracharse ahora, con el rabillo del ojo fue mirando hacía la puerta por si venía o no alguien, se levantó sacándose el delantal, era lo único que no le gustaba del uniforme, lo colocó en una de las perchas para empleados. Los movimientos casi sumisos del gitano, se le hacían nostálgicos, verse las arrugas de las manos por tanto fregar vasos era como una ironía, sonrió y se sentó de nuevo, escuchando el tic-tac del reloj mientras esperaba que acabase su turno-