Grita Antes del Amanecer || +18 Violento || Privado

por **Reus Neuer** Jue Abr 23, 2015 10:35 am

La noche había caído ya sobre París, las nubes que chocaban entre ellas y realzaban distintos rayos que de manera imparable surcaban los cielos iban custodiando mi andar lento. La lluvia torrencial que azotaba cada callejón de una de las ciudades más podridas del mundo no parecía hacerme nada, solamente caía por todo mi cuerpo, mojando mi cabello así cómo mi túnica negra y abrigo de piel que dejaban ver mis manos empuñadas con un especie de cruz hecha de plata. Mis ojos azules se abrían paso entre los callejones al andar cazando a aquel personaje que delataron hace poco en mi último viaje a Alemania.

-Solo harás esto más difícil... De cualquier forma estás muerto- susurré sin ninguna clase de tapujo o con mucho volumen, sabía que él me podía escuchar -La luna ya casi sale y en cuánto esto pase no serás más que una maldita bestia; estoy razonando contigo... No lo haré una segunda vez... Trae tu inmunda existencia ante mí ahora mismo- finiquité, di una fuerte patada a un bote de basura y entonces cerré mis ojos quedándome quieto, enfoqué mis sentidos en el estudio del ambiente y al cabo de los segundos pude identificar el rastro de la bestia que fue delatado por una caída.

Salí corriendo, di un salto y pisé la pared de aquel callejón para repetir este procedimiento una vez más y en forma de rebote me coloqué sobre el techo de una vivienda abandonada. Troné mi cuello, busqué con paciencia hasta que noté la silueta de algo moviéndose a tres callejones de mí, tomé una bombilla de mi bolsillo y la arrojé hacia el punto clave, provocando una explosión luminosa que delató al Lycan al momento de aturdirlo. Yo por otra parte salí corriendo hacia allá, dando un potente saltó que me dejó caer sobre él en seco, golpeándole el rostro -¡AGH! NO TENGO PACIENCIA- reclamé, tomándole de las ropas para alzarlo y colocarlo contra la pared. Era solo un adolescente.

-Bass... ¿Dónde está?- pregunté por el nombre, él se negó a dármelo -¡¿DÓNDE ESTÁ?!- insistí golpeándole fuertemente con la cruz de plata, encajándosela sin ninguna clase de remordimiento sobre su abdomen, provocando una abertura profunda que produjo un potente y aterrador grito de sufrimiento -Si no hablas... Te mataré, iré a tu casa y esperaré a tu pequeña hermanita... Dos huérfanos desaparecidos no es algo que se extrañará en esta ciudad, así que empieza a cooperar- Me miró con ira, yo le respondí inmutado y de pronto sus pupilas se dilataron y su fuerza empezó a incrementarse, logré someterlo pero sabía que debía sacarle la información y matarlo rápido o si no todo se volverá más complicado cuándo la luna llena salga.

por **Lorelleine Devonshire** Jue Abr 23, 2015 12:51 pm

En uno de mis paseos nocturnos, había decidido seguir conociendo mejor la ciudad en la que residía por si en algún momento debía encontrar una calle concreta.

Comencé a recordar todas las personas que había conocido en mis paseos. Una sonrisa rápidamente se extendió por mi rostro dado que ahora no estaba sola en el mundo a pesar de llevar tiempo sin encontrarme con la mayoría de mis conocidos.

Sumida en mis pensamientos, volví a entrar por una parte desconocida de la ciudad y en ese momento, la lluvia se me echó encima. ¿Cuánto tiempo había estado sumida en mis propios recuerdos? Seguramente me había dejado llevar por aquel recuerdo de mi amigo Gianluca, ese sueño del joven Rosa Negra con el que había bailado tan acaloradamente un día en un lugar parecido al que estaba... ¿por qué demonios se parecían tanto todas las calles?

Llevé mi ligero y raído chal sobre mi cabeza, de forma que hice lo posible para que no empapara mi cabello, algo imposible puesto que estaba a punto de calarme hasta los mismos huesos por la torrencial lluvia.

Un rayo, seguido de un grito que se hizo eco entre los callejones hasta llegar a mis oídos, me robó el aliento. Ese grito era de puro dolor, desgañitándose, pidiendo quizá clemencia al mismo dolor que se había apoderado de su ser.

Con miedo pero con una necesidad de ayudar a ese ser que estaba sufriendo, comencé a correr hacia el sonido de ese alarido.

A medida que me acercaba, otra voz se hizo presente en la escena, ni tan siquiera me paré escucharla, continué mi carrera imaginando que podría ser alguien que también estaba intentando ayudar al hombre que tanto sufría.

Doblando una esquina, observé la escena que por poco me paraliza. Un hombre estaba agrediendo al otro que parecía herido.

- ¡Alto! -grité con la fuerza que pude encontrar para que saliese mi voz como un torrente seguro y no vibrante.- ¡Alto! ¿Qué está haciendo? ¡Suéltele!

Justo en el instante que terminé de pronunciar aquellas palabras, imaginé que ese hombre podría girarse hacia mí para realizar algo mucho peor sobre mi cuerpo. ¡Maldición, Lorelleine! ¿Por qué tendrás que hablar cuando no debes?

Cuadré mi cuerpo suplicando internamente para que nada me sucediese y resultar quizá alguien temible frente al agresor del joven que por alguna extraña razón lo había vuelto mi protegido en un solo instante. Un protegido que salvo mi voz y mi liviano cuerpo no tendría otro tipo de protección diferente.

por **Reus Neuer** Jue Abr 23, 2015 3:47 pm

La lluvia seguía cayendo de una forma torrencial sobre nosotros, los quejidos y gritos del chico no habían tardado en alzarse por todos lados, por lo que enterré un poco más la cruz sobre su abdomen, provocando un desangre mayor que se iba combinando con la lluvia que caía por ambos cuerpos -Maldito perro, habla ahora o si no...- ahondé la estocada por segunda vez, su garganta se cerró y mis ojos se mantuvieron fijos en el chico, sin embargo todo pasó a segundo plano cuándo mis sentidos me alertaron de una segunda presencia y pocos segundos luego alguien demandó que soltara al niño... Pésima elección.

Mi distracción me cobró caro pues de un empujón salí disparado contra la pared, cayendo en seco mientras que la lluvia parecía parar rápidamente -Ésta zorra me las pagará- sentencié entre dientes cuándo me coloqué de pie rápidamente, tomando un trozo de látigo unido por dos puntas de metal para así arrojarlo contra la garganta de la chica, tratando de derribarla y someterla para que no escapara -Pésimo momento para hacerte la heroína- dije acercándome a ella, desenfundando una de mis pistolas, apuntándola directamente a la cara, alistando la bala y al final sintiendo cómo la lluvia había acabado algo me dio mala espina -Si no hay lluvia... ¡AGH!- renegué y en cuánto giré mi rostro para ver al adolescente ya era tarde, los rayos de la luna habían tocado ya su piel y el tiempo se había acabado.

Tomé de la ropa a la chica y la arrojé violentamente contra los botes de basura esperando que el olor a putrefacto y lodo desviara el sentido de aquel chico que poco a poco se estaba convirtiendo en un Hombre Lobo -El tiempo se acabó, ahora deberé matarlo... Gracias por la distracción- dije para que ella me escuchara, entonces, con mi arma terminé por dispararle directo a la cabeza a aquella bestia, más sin embargo terminó por moverse haciendo lujo de su instinto animal por lo que solamente logré colocarle mi bala en el brazo.

Una noche más, una muerte más.

por **Lorelleine Devonshire** Jue Abr 23, 2015 4:24 pm

Cuando menos lo esperaba, recibí un insulto de los labios de ese hombre. Fruncí mi ceño completamente enfadada dado que no esperaba merecer eso en absoluto puesto que él estaba atacando a un chiquillo que no tenía ni la mitad de fuerza que él.

Antes de que me pudiese defender tenía un látigo rodeando dolorosamente mi cuello. Mis ojos se abrieron con fuerza y de mi boca escapó un grito por la sorpresa y el dolor de ese agarre. Intenté quitar el látigo de alrededor de mi cuello para después terminar atrapada entre la putrefacción de los botes de basura sin poder creerme lo que estaba viendo en aquel hombre.

Ese chiquillo se estaba convirtiendo en un ser extraño, diferente a un humano. ¿Qué era eso? No podía entenderlo a pesar de ahora recordar la existencia de vampiros como mi amigo Luca. Tragué con dificultad no solo por el látigo sino también por el hecho que se estaba produciendo ante mis ojos, aquel que me parecía sumamente imposible de creer, aquel que estaba logrando en mi cuerpo una reacción de puro pánico.

- ¿Qué es eso? -susurré y en cuanto disparó solté un grito por la sorpresa del arma disparada. Nunca había visto una tan cerca de mí aunque no era la primera vez que presenciaba un disparo.- ¡No dispare! -escapó de mi garganta mientras me ponía de pie como a duras penas podía.

Conseguí quitarme aquel látigo recordando al hombre que había abusado de mí durante tantas ocasiones, en aquel hombre tan frío realizando daño sin importarle nada más que sí mismo y aquello que estuviese dispuesto a hacer para lograr lo que tuviese en mente.

- ¿Cómo puede ser tan grosero? -jadeé tirando del látigo y terminando por tirarlo hacia él.- Me ha insultado cuando yo solo he evitado que mate a ese chico que no merece nada malo -bufé furiosa mientras llevaba las manos a mi cuello dolorido.

por **Reus Neuer** Jue Abr 23, 2015 5:37 pm

Con el disparo la bestia terminó contra la basura lamentándose al tener una seria herida en su abdomen, algo que pese a su recuperación no sanaba del todo rápido. Me giré y de pronto ahí estaba ella otra vez hablando, no la escuché, al contrario, la callé cuándo le tomé del cuello y apreté con violencia de éste -¿Te puedes callar? Tienes a una bestia de más de 200 kilos mal herida y a punto de regresar, si aprecias un poco tu miserable vida quédate dónde te dejo- arrojándola otra vez contra la basura, sin importarme mucho el tacto pese a ser una mujer.

De pronto giré mi cuerpo y al dar un paso recibí una embestida de aquel Lycan, terminé por caer al otro lado del callejón, sin embargo, giré mi cuerpo de manera hábil por el aire, logrando maniobrar para caer de pie y con mi mano derecha tocando el piso logré establecer un perfecto balance. Fruncí mi ceño, desenfundé dos escopetas especiales desde mi espalda y las preparé -Esto será sangriento- me dije cuándo dando pasos lentos observé los ojos amarillos de la bestia mirarme con furia; disparé contra él y de los cuatro disparos que di, solamente uno pude acertar en su pierna, obligándolo a caer -Un hombre lobo, pero aun así no eres más que un mocoso-

Guardé mis armas, luego desenfundé dos especies de dagas con el filo en forma circular, comencé a correr y él se levantó, de pronto me vi envuelto en una serie de zarpazos que uno a uno fui esquivando, utilizando mis reflejos y mi velocidad, ayudándome de la pared para así dar un potente salto, quedando por encima del lycan -¡MALDITO!- exclamé con fuerza, haciendo un corte en forma de X que terminó por desmembrar una de las garras de aquella bestia, empezando un baño de sangre que se expandió por todo el lugar -¡Debiste cooperar cuándo te di la oportunidad!- exclamé con fuerza, girando sobre mi propio eje para así volverme a impulsar, tirando un fuerte golpe con mi mano derecha que terminó por pasar el filo hecho de plata de aquella cuchilla por toda la garganta del perro, permitiéndome caer perfectamente y ante mis ojos un animal que estaba muriendo desangrado en el suelo.

por **Lorelleine Devonshire** Vie Abr 24, 2015 4:52 am

Antes de lo que esperaba volví a ser tratada horriblemente y agarrada del cuello con tanta fuerza que prácticamente no podía respirar. Llevé ambas manos a esa que estaba cerrando mis vías respiratorias suplicando por tener la fuerza suficiente para quitarla de en medio. Jadeé sintiendo como mi rostro se iba volviendo rojo para después terminar de nuevo tirada en la basura, aquella que había abandonado hacía tan solo unos pocos minutos.

Cogí aire con dificultad sin importarme el aroma horrible que me rodeaba. Atesoraba cada respiración como si fuese un regalo del cielo. Llevé mi mano a mi cuello intentando comprender aquella situación tan loca que estaba sucediendo frente a mis ojos. ¿Qué era ese ser? Parecía un lobo pero no lo era. Era una mezcla extraña pero lo que más me sorprendía era el poco miedo y las habilidades que tenía aquel hombre que tan mal me trataba.

Apoyé mi mano libre en mi pecho y me mantuve quieta por una vez observando la escena. Un grito escapó de mi garganta cuando volvió a disparar y no pude hacer otra cosa más que sumergirme hasta encontrar la pared para permanecer lo más alejada posible.

Una herida más. Un montón de sangre recorriendo el lugar, salpicando mi vestimenta y provocándome ganas de vomitar pero estaba tan muerta de miedo que no podía hacer nada. Estaba pálida, fría y completamente petrificada. La escena que estaba observando era horrible, tanto que ni tan siquiera podía pensar y analizarla como era debido. Para mí era simplemente una de las peores pesadillas que podía tener.

por **Reus Neuer** Mar Abr 28, 2015 10:58 am

Mi cuerpo terminó jadeando por el desgaste físico y mental que acababa de tener; mis ojos azules se fijaron en la fisionomía de aquella bestia que mientras moría iba regresando a su forma humana, dejando a los pocos segundos la imagen de un hombre desnudo sin un brazo y con su garganta degollada, ahogándose en su propia sangre con la mirada perdida y una convulsión -Ahora... Me dirás dónde es tu pocilga- con crueldad dije, enfundando mis armas. De mi chaqueta de piel cogí un suero y se lo di a tragar -¿Dónde vives?- pregunté, él se rehusó a hablar y sin embargo no tardó en revolcarse del dolor, era un suero de la verdad -Entre más te resistas más te dolerá, habla ahora y no me hagas perder el tiempo- aplasté sin piedad sus entrañas, justo en la arteria principal de su garganta, lo presioné y casi al límite susurró una dirección -Buen perro- añadí, me levanté y sin ánimos de dialogar más tomé una de mis pistolas, apunté directamente a su cabeza y al cerrar mis ojos exclamé fuerte y claro -Con el poder que me confiere El Todo Poderoso, hago esto en nombre del Padre, del hijo y del espíritu Santo... Que tus pecados sean perdonados y tu condena sea justa- terminando por dispararle en medio de la cabeza, terminando con su vida.

Sin más giré mi cuerpo, luego me acerqué a la mujer y le tomé de la muñeca, jalándola con violencia para ponerla de pie -Escogiste el peor lugar para husmear, mujer... Ahora deberé asegurarme que no hables sobre lo que viste ésta noche- clavé mis ojos en los ajenos, su cuerpo estaba sucio, sus vestimentas mostraban ser de pésima calidad, inclusive se podía respirar su terror junto al mal olor que acarreaba con ella por haber descansado en la basura -Arrodíllate y haz tus plegarias- ordené, sin embargo cuándo iba a volver a desenfundar mi arma escuché a alguien venir, ya eran demasiadas personas en un mismo lugar -Párate y camina conmigo, debemos movernos- cogí una botella de mi cinturón y la arrojé hacia el cuerpo muerto, luego prendí un cigarrillo y después de llevármelo a la boca dejé caer la lumbre sobre la bestia, combinando la chispa adecuada junto con el químico derramado en él, provocando que se quemara de una forma casi al instante, todo por no dejar huella.

-Muévete- le amenacé con la pistola sobre su espalda, emprendiendo un camino lejos de ahí.

por **Lorelleine Devonshire** Mar Abr 28, 2015 3:41 pm

No podía salir de mi asombro. Aquel hombre estaba completamente loco, estaba atacando a aquella bestia pero no era más que un hombre, un chiquillo que estaba ahora manco. Llevé una de mis manos a mi boca conteniendo el vómito mientras le veía realizar sus últimas torturas hasta terminar dándole muerte.

Un grito ahogado terminó en mi garganta deseando que me olvidase para que así me dejase tranquila y no me matara a mí también.

Mi cerebro no era capaz de analizar lo sucedido e intentaba moverme hacia atrás para perderme entre las sombras como si no hubiese visto nada pero aquel hombre vino hasta mi posición.

¿Mis oraciones? Fruncí mis labios. ¿Por qué quería que... ¡Oh, Dios santo! Va a matarme. ¡No, no por Dios! Temblando miré a aquel hombre pensando tan rápido como pude mientras me ponía de pie para buscar una manera de resultarle útil o de evitar que me matase.

Un sonido propició que su pistola se apoyase en mi espalda lo que me mantuvo rígida pero sabía que tenía que recuperar el habla.

- Por favor.. no.. no me mate -supliqué mientras caminaba delante de él hacia donde me iba guiando.- Prometo no contar nada. Soy buena guardando secretos pero no me mate.

Tenía ganas de llorar. Nunca había tenido la muerte tan cerca y eso que varias veces la había deseado. Esperaba no tener que pasar por ella ahora que había descubierto que la vida podía dar segundas oportunidades, buenas, oportunidades que podían devolverle a una las ganas de vivir.

por **Reus Neuer** Miér Abr 29, 2015 3:08 pm

Ajusté mi pistola contra su espalda y ella imploraba para que no la matara, su voz rechinante y llena de sufrimiento no hacía otra cosa más que molestarme, por lo que apresuradamente le respondí -Cierra la boca y guarda silencio si no quieres que aquí mismo te mate- seguí caminando con ella por enfrente, comenzando a introducirnos en los callejones, alejándonos cada vez más de la escena de aquel asesinato.

-Vas a seguir hasta la pocilga esa, tocarás y te abrirá una niña... Vas a entrar a la casa y cuidarás un poco de ella, ¿Entendido?- le expliqué luego de señalarle la primer casa a la derecha, luego ajusté el cañón de mi pistola sobre su espina dorsal y anexé -Nada de intentar algo estúpido, soy más veloz, más fuerte y más inteligente que tú... Hazme dudar y volaré tu cabeza-

Le di un empujón para que comenzara a caminar, luego yo me introduje entre las sombras para preparar mis municiones y un especie de suero con algunos elementos químicos que mi hermana había preparado para mí. Observé paciente a que la chica llegara y entrara a la casa, luego de esto, simplemente quedé en expectativa para el momento oportuno.

por **Lorelleine Devonshire** Dom Mayo 10, 2015 12:26 pm

Debía reconocer que estaba completamente aterrada. La forma en que notaba el duro metal contra mi espalda me hacía temblar de pies a cabeza. Tragué con dificultad mientras avanzaba suplicante prestando atención a lo que me decía. Tenía que callarme. Vale, eso haría. Con tal de salvar mi vida me pasaría la vida sin hablar si era necesario.

Fruncí mi ceño suavemente aún temblando intentando contener las ganas que tenía de ir al baño. Jadeé al escucharle y asentí como respuesta antes de entender lo que me estaba diciendo. Mi cerebro no era capaz de funcionar tan deprisa como antes a pesar de ser algo necesario.

Noté el empujón y mis piernas de gelatina fueron más deprisa. Apreté mis pequeñas manos en puños clavándome las uñas en las palmas para intentar reaccionar antes y estar más alerta.

Di en la puerta de la casa que me había dicho y me sorprendí al ver que una pequeña y dulce niña me abría la puerta. Le sonreí y acaricié su cabello.

- Hola, preciosa. Me mandan para que cuide de ti -musité alto más tranquila porque aquella era una tarea que me agradaba.

por **Reus Neuer** Miér Mayo 13, 2015 10:08 am

Mis ojos se clavaron fijamente en la niña una vez que abrió la puerta y la otra chica había atendido cada una de mis ordenes. Respiré profundo y de pronto me vi aun envuelto en las sombras, planeando el siguiente movimiento cuándo vi cómo es que la sirvienta se ganaba la confianza de la aun infante; Un trabajo sucio se venía, pero si no lo hacía con mis propias manos entonces no habrá otra forma de que la misión sea completada con un cien porciento de satisfacción.

-Bien- susurré, alistando bien aquel suero que en forma de ampolleta coloqué sobre una arma escondida en mi costado diestro. Me coloqué de pie y salí a la luz de la luna para así acercarme poco a poco a la ventana de aquella pocilga, observando bien cómo mi rehén cuidaba bien de la pequeña, mi único estrés era el hecho de esperar que la mujer no hiciera algo estúpido.

El momento había llegado, solo necesitaba un par de segundos más. Mis manos ajustaron bien mis armas de fuego, mis dagas y escopetas. Tenía una misión y nada ni nadie en el mundo me iba a hacer fallar... Cada vez más cerca de ese supuesto Demonio los segundos me ponían, iba a conseguir lo que deseo aun así tenga que ensuciarme las manos con sangre. Inocente o no.

por **Lorelleine Devonshire** Miér Mayo 13, 2015 4:10 pm

No me fiaba de estar fuera de peligro pero me gustaban los niños por lo que permanecería tranquilamente cuidando de la pequeña.

Con esa gran sonrisa hice lo posible para que la niña me dejase entrar cuanto antes. Lo hizo, y por suerte pude dejar la puerta cerrada desconocedora de que la bala la atravesaría sin problema alguno. Respiré aliviada mientras me ponía de cuclillas para estar a la altura de la niña.

- ¿Cómo es que estás sola preciosa? -pregunté acariciando una de sus mejillas con el dorso de mis dedos antes de percatarme de que algo no iba bien en aquella habitación.

- Mi madre ha salido, señora -dijo con aquella voz tan dulce, dulce que se deslizaba por mis oídos regalándome una incomprensible sensación de paz.

Aparté sus cabellos de su rostro y me dispuse a acostarla pues eran horas muy tardías para que ella estuviese despierta.

- Vamos, preciosa -musité con alegría y le ofrecí una mano.- tenemos que ir a dormir porque estas no son horas para que estés dando brincos por ahí -reí y fui con ella hasta el pequeño montón de mantas que hacían las veces de cama, colocadas estratégicamente en el suelo de la sala llena de mierda.

La tumbé sobre las mantas y con cuidado tapé su pequeño cuerpo observando sus ojos que observaban fijamente a una parte de mi cuerpo que provocó que me estremeciera un poco y sintiera ligeras ganas de apartarme de la niña pero entonces imaginé que seguramente serían elucubraciones mías por tener a un asesino de criaturas cerca de mí, al otro lado de la puerta esperando algo que seguramente sería otra criatura para después propinarme un disparo.

por **Reus Neuer** Vie Mayo 15, 2015 2:48 pm

Me mantuve atento, escuché cada acto y no pude pasar por alto el detalle de que simplemente ambas se irían a dormir juntas; mi rostro frunció mi ceño de modo a enfado para entonces mover mi cabeza de un lado a otro en forma de negación -Esta niña tiene todo planeado- tomando entonces mi posición para de una fuerte patada abrir la puerta, entrando a la casa y observar frente a mí a la sirvienta y aquella criatura recostadas en la cama -¡ALÉJATE DE AHÍ!- grité con autoridad y me apresuré, provocando que la niña sonriera con malicia para así mostrarme de forma cínica sus colmillos.

Con rapidez desenfundé mi arma y le di un tiro justo en la frente, provocando que su cuerpo saliera disparado contra la pared -Te dije que te alejaras- repetí, acercándome a la rubia para tomarla del brazo y jalarla hacia mi -Colócate detrás de mí... Ésta niña es una criatura de la noche y a menos que quieras ser su cena, deberás quedarte cerca- mantuve firme mi arma apuntando a la niña, quien se levantó de un salto y se arrojó hacia mi persona.

De un empujón arrojé lejos a la fémina, recibiendo entonces de lleno a la criatura quien me tomó del cuello e intentó asfixiarme. Mis manos se colocaron en sus hombros tratando de evitar cualquier contacto con su boca, provocando que cayera al suelo -Maldita... Criatura...- menté, tomándola del esófago con mi mano izquierda para así tomar de mi cinto una daga, enterrándosela en la espalda provocando que con un fuerte grito se alejara de mí -No tengo paciencia para las niños- añadí colocándome de pie con un salto, recogiendo mi arma del suelo y disparando 3 veces al cuerpo de la niña, inmovilizándola por unos minutos.

por **Lorelleine Devonshire** Vie Mayo 15, 2015 4:40 pm

Alcé mi mirada hasta encontrarme con los ojos de aquel hombre que estaba en todas partes cuando la pequeña niña tan solo intentaba dormir. La puerta había sido abierta de una patada y no entendía porqué diantres debía separarme de un criatura tan dulce cuando ella no podía hacerme nada aunque ahora ya no estaba tan segura de nada después de lo que había visto aquella misma noche.

Ver lo siguiente que ocurrió me hizo dar unos pasos para atrás como si eso fuese suficiente. La pequeña criatura mostrando unos colmillos demasiado afilados para ser algo posible estaba mirándome como si fuese a ser su próximo plato de comida y de hecho iba a serlo de no ser por aquel hombre, ese cazador que había estado apunto de matarme a mí misma incluso aunque yo era la criatura más indefensa de aquella habitación.

Me puse tras su espalda observando aterrorizada la forma en que disparaba a la pequeña que no tenía ahora nada de dulce, se movía veloz y en sus ojos estaba el mal retratado.

Podía sentir como estaba al borde del colapso, aquello era demasiado. Conocía la existencia de seres sobrenaturales pero no esta parte de su vida, aquella en la que cazaban y buscaban matar a aquel cuerpo que se les colocara por delante y mucho menos a sus enemigos como a ese cazador que estaba dispuesto a todo con terminar con la vida de esas bestias, como él las llamaba.

Fui empujada y completamente tiritando, temerosa de realizar algo que provocara que la niña oscura se acercara y me atacara, me quedé quieta detrás de la mesa donde había visto la comida nada más entrar. Comida que ahora dudaba que ingiriese.

¿Aquel hombre que había tomado previamente como un asesino lo era o era un héroe que salvaba a personas inocentes de la puerta asegurada entre los brazos de aquellos seres?

por **Reus Neuer** Lun Jun 01, 2015 3:43 pm

Caminando en círculos y rodeando a la criatura poco a poco iba recargando mi arma de fuego; sus ojos me veían con cierto placer masoquista pues pese a que estaba sangrando por varias partes de su diminuto cuerpo, aquella sonrisa evidenciaba el placer de no solamente aterrorizar o contar con una cena para esa noche sino el hecho de que la caza era algo que excitaba a cualquier ser nocturno, especialmente a los de su clase -Nefertiti... ese es tu nombre, ¿no es así?- cuestioné colocándome entre la rubia y mi misión, recibiendo cómo contestación nada más que insultos en una lengua extraña y sonidos raros provenientes desde su garganta.

-Bueno, de cualquier forma estás acabada- y entonces volví a apuntarle, sin embargo con rapidez se arrojó suicidamente una vez más, sin embargo ésta vez su blanco fue la sirvienta, por lo que con pesadez decidí tratar de embestirle, logrando interceptarla pero acabando junto con la bestia estrellándome contra un viejo ropero, volviéndolo añicos en el instante y así, una densa cortina de humo se alzó sobre la humilde posada, provocando un misterio en el marco escénico.

por **Lorelleine Devonshire** Dom Jun 07, 2015 5:32 am

La forma en que todo estaba sucediendo aquella noche podría volverme loca en un ramalazo. Lo que nunca hubiese imaginado se estaba haciendo presente frente a mis ojos. Criaturas siniestras de rasgos extraños, oscuros, dispuestos a atacar a aquel hombre que tan bien sabía como debía propiciarles una buena tunda.

¡Inocente! Me gritó mi consciencia desde algún lugar de mi mente donde me miraba por encima de los hombros como si fuese una doña nadie, efectivamente, lo que era.

La criatura ciñose sobre mí pero aquel hombre me salvó cual guerrero en la batalla más épica. A mis manos a penas llegaron los trozos afilados de la madera que ambos habían roto y pude sentir como se clavaba uno de estos en la mesa que me cubría por suerte por completo.

Una polvareda cubrió el lugar y en cuanto lo hizo, tosí intentando divisar cómo podía escapar de las manos de aquella bestia y de aquel hombre que a pesar de salvarme la vida de las garras de la niña convertida en un ser de inframundo también quería matarme.

De entre el polvo salió la misma niña y en un movimiento tan rápido como un parpadeo atravesó la estancia e hincó su dentadura en uno de mis brazos que había cubierto mi cuello como reflejo por su cercanía mientras un chillido escapaba de mi garganta perdiéndose en la noche.

por **Reus Neuer** Lun Jun 22, 2015 2:28 pm

Un sonido punzante sobre mis oídos había quedado después de aquella embestida, mi visión se nubló un poco y moviendo de un lado a otra mi cabeza quise ajustar bien mis sentidos para solo visualizar cómo la maldita criatura había atacado con éxito a la rubia, provocando un grito que sirvió para traerme de nuevo a la realidad -Maldita sabandija- me levanté de golpe y desenfundé mi arma, le apunté directo a la cabeza y le di de lleno, provocando que su cuerpo saliera disparado contra la pared -¿Estás bien?- cuestioné al acercarme a la sirvienta, a quien le empujé de nuevo para quedara detrás del sillón -Basta de paciencia- me dije a mi mismo, disparando una vez más el arma ahora contra el pecho de la niña.

Dejé caer la pistola, de mi cuello retiré un rosario y lo sujeté a mi puño. Con mi otra mano tomé un especie de cilindro delgado que estaba oculto en mis botas -¡En nombre del Señor!- grité, comenzando a escuchar gritos y quejas del debilitado monstruo a quien apunté con el tubo y también la palma de mi mano - Sancte Míchaël Archángele, defénde nos in prælio, contra nequítiam et isídas diábolo esto præsídium. Imperet illi Deus, súpplice deprecámur: tuque...- Todo se tiñó de oscuridad, las nubes se posicionaron frente a la luna y la criatura comenzó a revolcarse de un aparente dolor; yo mismo empecé a caminar un poco más con seguridad, apuntando aún con mi herramienta y mi palma abierta..

- Princeps milítiæ cæléstis, Sátanam aliósque spíritus malígnos, qui ad merditiónem animárum pervagántur in mundo, divína virtúte, in inférnum detrúde...- Sentí mis piernas titubear por la energía que se manifestaba. Los aires se volvieron violentos y ante mí la criatura se alzó con los brazos extendidos cuál crucifixión a Jesús. Mis extremidades dolían y un poco de sangre salió de mi nariz sin importarme mucho; el suelo comenzó a temblar y la criatura me maldecía con una mirada que se impregnó en mis pupilas, por lo que terminé por acercarme y con un fuerte grito proclamé: - ¡AMEN! - desatando así la furia de aquel ente, quien con un fuerte grito terminó por sangrar de ojos, nariz y boca más el colorido de su líquido vital se iba tornando negro, cosa que aproveché para abrir el recipiente cilíndrico en el cuál toda esa energía se coló de manera instantánea, quedando así todo el espectáculo bajo el misterio de cómo el cuerpo de la niña cayó al suelo en seco, despedazándose y volviéndose polvo al instante.

Giré mi rostro, comencé a jadear y limpié mi sangre con la manga de mi gabardina. Observé a la sirvienta y dije -He terminado mi misión aquí.. Aunque aún me queda una cosa por hacer- terminando por dar la media vuelta para quedar justo delante de ella, observándole fríamente cuál Cazador sentencia a su presa.

por **Lorelleine Devonshire** Miér Jun 24, 2015 1:09 pm

El dolor de mi brazo era tan palpitante que a duras penas podía pensar en otra cosa. La niña diabólica que tenía frente a mí estaba devorando una parte de mi sangre mientras el polvo aún nos envolvía. Segundos que me parecieron eternos provocaron que un disparo apareciese en medio de la situación. Ese disparo que hizo posible que la niña soltara mi brazo para terminar unos metros más allá por la potencia del disparo.

Observé a mi salvador mientras que se acercaba a mí y asentí suavemente a su pregunta mirando mi herida contemplando a la perfección los agujeros con forma de dientes que se habían quedado marcados en mi brazo.

Terminé detrás del sillón y mi mirada se fijó en aquello que estaba a punto de hacer. Cada pequeño movimiento fue captado por mi retina mientras me horrorizaba por aquel rito tan extraño y oscuro que producía la presencia de las nubes frente a la luna restando luminosidad.

Cada palabra en aquel idioma parecía restarle fuerzas y no solo a él sino también a la niña que había tomado una postura que permanecería en mis pesadillas durante meses.

Tapé mi boca y contuve un grito mientras observaba la escena. La oscuridad del momento era tal que parecía sumergirme, taponando mis pulmones y no permitiéndome respirar, convirtiéndose en espesa, imposible, perturbadora.

Una ráfaga parecía haber eliminado todo. La niña había desaparecido. Él estaba jadeante y se giraba hacia mí observándome con esa mirada en la que me sentenciaba a muerte. Bajé mi mano y salí de mi escondite mientras caminaba hacia él intentando comprender sus intenciones, intentando saber porqué me salvaba primero si luego iba a terminar conmigo.

- Lamento haber sido más un estorbo que otra cosa -repuse intentando que él supiera que realmente entendía que lamentaba haber estado en medio de sus batallas.

por **Reus Neuer** Vie Jun 26, 2015 10:17 am

Le observé fijamente mientras ella se disculpaba y lo curioso había tocado mis sentidos cuándo en vez de suplicar por su vida o entregarse a mí a cambio de salvarla no fue una opción en su vocablo, sin embargo, simplemente pidió disculpas por estar en el lugar equivocado en el momento menos oportuno... Y tenía razón -Levántate- musité tajante, luego extendí mi mano para ayudarla pues una cosa era ser alguien de sangre fría y otra diferente a ser un mal educado.

De pies a cabeza la analicé, luego saque de mi gabardina un trapo y de una bolsa sujetada a mi cadera una ampolleta con líquido transparente -Esto arderá... Y mucho- le advertí para entonces dejar caer dicho químico que cuál ácido comenzó a actuar en la herida de la fémina, siendo principalmente un instrumento para evitar que cualquier veneno o mal acto entre en su cuerpo. Paso seguido, le envolví con la tela para ajustarla bien.

-Mantenla así al menos hasta mañana por la mañana... Serviste de algo, al menos de distracción pero que no se te haga costumbre- giré mi cuerpo a donde el cúmulo de polvo estaba -Esa criatura no era un vampiro- sentencié cuándo fruncí mi ceño -Y el perro de los callejones era su protector... Graba esto bien, mujer... Los perros y los murciélagos no trabajan juntos...-

Mi misión constaba en investigar, no asesinar... Pero las reacciones, los actos, las lenguas y demás consecuencias de aquella batalla sirvieron lo suficiente para confirmar mis sospechas y las de la iglesia... Los demonios están cruzando a este mundo.

-¿Tienes a dónde ir?-

por **Lorelleine Devonshire** Sáb Jul 25, 2015 9:59 am

Permanecía en el lugar, quieta, con temor de moverme por si aquellas cenizas volvían a reconstruirse y tornarse en la joven que tenía ganas de hacerme tanto daño a pesar de yo no ser una mala persona o haberle hecho algo. Suspiré en cuanto vi como se acercaba a mí y me levanté con cuidado para no caerme sobre los brazos de aquel hombre pues aún me temblaban un poco las piernas.

Después de eso vi como me echó un químico en mi herida que sangraba bastante y tras escuchar sus palabras supe porqué me había advertido porque realmente ardía como mil demonios. Era un líquido que imaginé sería para evitar que los malos espíritus entrasen dentro de mi propio cuerpo.

Escuché atentamente las palabras del joven y mordí mi labio inferior conteniendo las lágrimas por el ardor del brazo. Haría lo que me dijese mientras me mantuviese con vida y tuviese a mi cuerpo lejos de los malos espíritus.

¿Los perros? Me imaginé que se refería a la primera criatura a la que se había enfrentado, aquel gran ser peludo que había terminado sin parte de su cuerpo.

- Sí tengo a dónde ir... -contuve mi lengua para no decir dónde dormía por temor a que me buscara alguna otra noche.

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