La agonía se convertirá en placer

por **Akil** Vie Abr 24, 2015 10:15 pm

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Akil

▲EDAD▲

6000 años verídicos - 45 años manifiestos

▲ESPECIE▲

Vampiro

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

Espías

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Alta

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Cisexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Egipto

▲HABILIDADES/PODERES▲

Habilidades

Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad, fuerza sobrehumana, sanación acelerada, percepción del aura, inflingir dolor por medio de la mente, telepatía, persuasión.

Atributos

Colmillos afilados, piel y cuerpo resistentes (aunque suave al tacto y a la vista), e inmortalidad.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Akil en síntesis podría ser considerado como un explosivo de efecto prolongado – Muy prolongado – Aunque no necesariamente para cualquier ser en general, su discreción lo dicta así, no obstante nadie está libre de aquellos efectos explosivos si atinan a interponerse entre su único deseo y él. Podría ser considerado un tipo carismático, no obstante utiliza aquel dote solo cuando lo ve necesario, claramente directo cuando su deseo así lo dicta, muy centrado en lo que realiza y sobre todo exageradamente estricto, su exigencia no solo se ve limitada a él mismo, abarca también al resto de seres que le rodeen y esto debido a que detesta la incompetencia, rechaza lo que considera incorrecto, aunque pueda haber un punto claro de discrepancia entre lo que significa lo incorrecto para la mayoría y para él, no significa un problema para él, ni siquiera menor al momento de desenvolverse frente a otros. No hay manera de indicar que a él le tiemble la mano, mano dura y hábil, además atrevida y transgresora, capaz de perpetrar un crimen – Para la sociedad – Para él tan solo un medio para conseguir su meta o estar más cerca de ella, en Akil el capricho no existe, su existencia actual se encuentra alejada de los placeres y el vicio, no resulta tener particular interés por gozar de las gracias que otorga el hecho de estar presente en esta vida como un ser no muerto, se puede afirmar quizás que se encuentra cegado por su objetivo y no ve más allá de este, todo puede ser considerado una distracción para el inmortal, aunque está dispuesto a caer en la tentación de los ya mencionados si resulta necesario para su labor unitaria – A pesar de todo – Pues la considera tan solo su propia lucha, una que librará hasta el final – Si es que la eternidad logra tener esa antítesis - La efectividad resulta un término fundamentalmente relevante y satisfactorio para él, la ineptitud y la falta de asertividad en cuestión pueden sacarle de sus cabales, dependiendo de la gravedad de la falta, el sistema de proporcionalidad está presente en el hematófago de manera clara, por ende podemos afirmar también que resulta ser un ser justo en medida de su propia ley. Se sabe y considera superior al resto, no fundamentalmente por sus capacidades sobrehumanas y sus poderes capaces de mellar claramente la salud tanto física como mental de otros seres.

Lo hace por sus propias cualidades, no se ha topado en milenios de existencia con un ser más efectivo y capaz que él mismo, incluso estando dentro de su prisión por más de mil setecientos años se tomó el tiempo en su casi incapacidad de analizar el desarrollo de los pocos seres que escuchó y olfateó cerca de aquel sarcófago que representa una ofensa, un agravio claro que necesita y debe indemnizar. También el citado simboliza un cambio, el antes y el después, no hubo un proceso de transición marcado dicho con honestidad, un rotundo y aberrante vuelco, una voltereta sucia desde su jurisdicción, su óptica dicta sobre su moral y su accionar como ya está aclarado, por ende sus acciones resultan ser tan solo una consecuencia, no hay manera de que pueda verse como un daño colateral, el centro del problema fue aquello para él y sobre él se estableció la ilegalidad según su derecho vulnerado. Carente de ideales altruistas en términos humanitarios, alejado de la filantropía pues la ve como un desperdicio, de energía, tiempo y patrimonio, pero que no se interprete mal esto último, no se convierte en un misántropo por ello, no detesta más que a una institución en particular, constituida por seres humanos sí y organizada por los mismos, compuesta, guiada y apoderada. Pero no generaliza su aversión, incluso no aborrece a los que ahora puedan rodearle estando donde está, son seres de otro tiempo, un tiempo al que no pertenece pues se le arrancó ese derecho que la propia inmortalidad le había dado, el de anteponerse al paso del tiempo y gozar del cambio de época, un periodo corto sí respecto al resto de su existencia, no obstante un periodo propio de él que jamás debió de ser arrancado. Ningún ser viviente que sirva a la iglesia es culpable de lo que esta hizo consigo por allá en el siglo treinta y tres después de Cristo. Su estandarte de batalla se encuentra alzado para aquella institución organizada, para aquello que representa, por aquello para lo que fue creada, concentración de poder: Económico, político, social y doctrinal. No habrá ser que pueda debatir con él de igual a igual un tema como este, pues vio con sus propios ojos el nacimiento de aquel mal al que tanto rencor le ha logrado acumular, en un principio lo vio como un simple movimiento que claramente tendría éxito pues la ignorancia es el mal del que cualquier charlatán con buenas ideas puede aprovecharse, este “simple movimiento” dejo de serlo cuando intervino con su existir, existir dictado para demolerle ahora.

HISTORIA

Como cualquier hijo de nadie nació pobre bajo el régimen de un dictador, allá por los inicios del término conocido como civilización o polis – El segundo gracias a los griegos – La infancia le duró hasta los once años, edad a la que comenzó su aprendizaje, aquel que le guiaría a formarse como un hombre de verdad, un término bastante cliché pero finalmente certero para Akil, lo que más disfrutó de aquella etapa casi militar, fue sin duda el aprender a usar el kefresh, su fiel y favorita herramienta de guerrilla, tuvo la oportunidad de librar varias escaramuzas por temas de luchas de poder desde corta edad, a los quince años de edad ya había cobrado sus primeras bajas en batalla, su precoz altura de un metro ochenta y seis le otorgaba una mortífera presencia en el campo abierto, sobre la arena se deslizaba preciso como una serpiente y veloz como el vuelo de un halcón, sin duda un talento natural para el arte bélico, el cuál heredó aparentemente tanto de su padre como de su madre, aunque esta se desempeñaba en otras áreas más adecuadas para su posición de mujer. Siempre recordará aquella etapa de su vida con especial cariño, pues fue lo primero que logró conocer, el estilo de vida de un hombre egipcio que dedicaba su vida por la supuesta divinidad a la que debía proteger y servir, ciertamente jamás cuestionó por ese entonces alguna vez esta teoría tan absurda, los años al muchacho y la oportunidad de educarse le darían pronto una facultad y capacidad de poder hacerlo, pero eso nos transporta ya a una etapa posterior a su adolescencia. Ya convertido en un hombre en toda la regla absoluta de la palabra, con veintidós años de edad ingresó en aquel mundo donde los hombres valen más por lo que puedan decir y conocer que por lo que puedan hacer con sus manos y su fuerza bruta, sin duda un mundo que apareció más en su momento, pues conoció algo diferente al sudor, dolor, esfuerzo y sangre, ¿cómo? Un consejero y supuesto adivinador vio en él algo supuestamente relevante y así ingresó a ser un adepto suyo y a su vez servir indirectamente a la esfera más alta de la sociedad piramidal de aquel entonces, claramente Akil vio en esto la oportunidad de ser alguien relevante, sobre todo teniendo en cuenta de la familia de la cuál provenía.

No es que no estuviera orgulloso del conocimiento y de la destreza de su padre, la cual resultaba enorme pero no le dio para sobrevivir a una batalla – Algo usual, incluso con los mejores humanos - Tampoco menospreciaba la sobriedad y tranquilidad de su madre, la cual le ayudó con su siempre sabio consejo hasta el lecho de su muerte que fue precoz incluso para la época. Los constantes deseos de conocimiento que se fueron acrecentando con el tiempo le llevaron al terreno que cambiaría la existencia mortal de Akil, su vida terminaría sí, no obstante él prevalecería, en conocimiento de pocos estaba la existencia de seres sobrenaturales, capaces de realizar proezas y hazañas insuperables, se temía a estos seres por su apariencia y sus capacidades, no obstante también se les rendía culto y se les admiraba, a sus cuarenta y cinco años de edad, Akil sabía que se le acercaba el final y frente a sus narices se encontraba una posibilidad de superar este impedimento que el cuerpo humano portaba consigo, no tuvo que pensarlo demasiado y pronto uno de estas criaturas le envolvió bajo su manto, recuerda a una dama muy particular, exótica incluso para la época y el lugar, un ser diferente en toda su regla. Todo fue lento luego de que se convirtiera en vampiro, lento pero maravilloso, la energía que de mocoso derrochaba clavando su filo en los enemigos, y la lucidez mental que a sus veintitantos años le permitía devorar papiros llenos de enseñanzas, pero no solo eso había obtenido, dones que nunca antes, para ese entonces la mejor deicidio que pudo haber tomado según su criterio. Akil nunca formó su propia familia, no lo hizo antes y ya no podría, ¿un vacío? Definitivamente sus planes se asomaban por otros rumbos aquel deseo de conocer y de aprender le llevaron a horizontes diferentes, el paso del tiempo lo permitió también, el desarrollo del transporte e incluso sus propias piernas incansables que tan solo necesitaban aquel agradable elixir para funcionar. Toda esta libertad interminable, la capacidad y los rumbos diferentes por más de cuatro mil años le llevaron finalmente a un destino que jamás hubiera esperado, lejos de su tierra natal, en territorios de barbaros y romanos junto a sus provincias, una institución le privó de sus derechos, de aquel derecho que tanto había explotado: Libertad. Vieron en él un poder para explotar y utilizar, fue cazado, mató y mutiló, se defendió, hasta su último aliento, incluso rodeado de fuego sus colmillos desafiantes se enfrentaron a los soldados de este grupo supuestamente santo, hasta que finalmente cayó preso, pudieron haber terminado con él, pero intentaron domarle, gran error, nunca pudieron y finalmente le confinaron a un ataúd por más de mil años, encargados que le alimentaban de manera miserable para que literalmente fuera una de las momias de sus tierras, él se mantuvo firme e inquebrantable, ¿pudo desquiciarse? ¿Se desquició? Puede que una cuota de todo sucediera, pero la libertad luego de tanto en manos de otra mujer le dieron a Akil esa oportunidad de revancha que tanto deseaba, la que albergó dentro de sí por tanto tiempo, ahora estaba suelta junto con él, le costó un poco de labia y de secesión de poder, pero tuvo frutos.

DATOS EXTRA

Nunca se dará por vencido

por **Doreen Jussieu** Vie Abr 24, 2015 10:58 pm

FICHA APROBADA

bienvenido/a a victorian vampires

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