AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
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Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
La noche se antojaba fría, agudizaba la profundidad de las estrellas, la negrura de su velo se volvía cada vez más denso conforme las horas caían a paso lento, en aquel misterioso paisaje una sombra emergía para brindar a la escena un toque maquiavélico y carmesí, un monstruo, una bestia ultrajaba los cuerpos de dos mortales inservibles en los callejones apenas iluminados por la mortecina luz de la luna, los colmillos de la fiera destrozaban con placer los cuellos frágiles de sus víctimas, esparció su sangre y baño sus manos en ella para después simplemente abandonar la terrorífica escena de autor desconocido, solo los rostros con retorcidas muecas de miedo quedaron como los mudos testigos de su asesino, un hombre que se despojo de una máscara pálida para mostrarles la deformidad por la que todo el mundo le humillo, le rechazo, le negó el amor que por derecho alguna vez tuvo la oportunidad de obtener, la silueta ataviada de la alargada gabardina negra dejo atrás los cuerpos inermes, con la victoria dibujada de una manera atroz en el rostro sin forma, lleno de quemaduras, repleto de cicatrices, pasos siguió por varios callejones hasta que la consciencia llamaba a las puertas de su pensamiento donde solo un humano había tenido la exitosa suerte de profanarla con su frágil halo, para refugiarse y al tiempo para que esa voz castran y opaca, su propia voz interior le reclamara a gritos sordos que el no era merecedor de tal amor con el que esa mujer había logrado irrumpir para vivir en su cabeza << No la mereces >> decía pensar << La ensucias monstruo deforme con tus manos llenas de sangre, con tus mentiras infernales, con tu sola existencia >> reclamaba mi pensar, al que ignoraba por todos los medios posibles, esta vez parecía estar preparada incluso con la música que solía surgir en mi mente para callarla, la furia acrecentaba y el deseo por asesinar a otros más, solo por matar era alarmantemente abrazador, pero de pronto se hacia el contraste… deseaba por el demonio, sufría por el que amaba a Selena, la mujer que allanó mi cabeza, que robo el pedazo de corazón que aún vivía, de ese ser tan ajeno a mi también conocía sus debilidades y sus necesidades… ambos, hombre y demonio queríamos lo mismo como único bálsamo contra el dolor y la ansia descontrolada por asesinar, ella… su cuerpo, sus besos, su voz, su piel, su aroma, sus caricias… queríamos a Selena solo para nosotros, hacerla nuestra, hacerla mía, ser suyo una vez más -Un año sin ti, sin ser uno- inspire, separando mi vista carmín del camino que no llevaba a ningún lado -Necesito la música de pulso,necesito todo de ti- susurre y entonces mi caminar pausado pareció tomar rapidez, pese a que la madrugada empezaba no quería perder ni un momento más con la soledad de la noche, el encause en mi camino era aquella casa donde le cuidaba en secreto cada anochecer, contemplado su desnudez y su tristeza, cuanto la deseaba entonces, cuanto la deseo ahora.
Antes de llegar a mi camino un chillido me distrajo de todo pensamiento, provenía de una pila de tela vieja, húmeda y pestilente, observe con atención creyendo que era un felino de los cuales despreciaba su soberbia, para mi sorpresa un cachorro intentaba sobrevivir, buscaba comida o algo parecido entre los deshechos de la escoria humana, su pelaje blanco, crespo, alborotado y rizado, ojos redondos y oscuros, jadeaba sin darse cuenta aún de mi presencia incrédula -¡Tu!- exclame entonces, el animal volteo alerta, me sostuvo la mirada por un momento, luego jadeo y movió testa y cola el pequeño animal cuando me acercaba, pronto quedo atento, moviendo la cabeza de lado a lado, sus orejas bajas ligeramente las levantó para captar cualquier sonido, me detuve, esa escena ya la había visto siglos atrás -Sasha- apenas pronuncie el nombre por demás sagrado para mi -Mi pequeña, leal y valiente Sasha, así me miraste por vez primera- suspire, con seguridad era el único recuerdo feliz de una infancia robada, Sasha era la perra guardián que tenían en el circo, fue su nombre mi primera palabra, fue su canasto mi cama, ella fue mi madre, solo ella dio al rostro las caricias que nadie le brindo, le daba lengüetadas haciéndome reír, me hizo feliz por una temporada, solo ella murió por defenderme y solo ella con su marrón y liso pelaje me proporciono el calor que necesite los primeros seis años de mi vida, hasta que los ¡malditos humanos la mataron sin piedad, le dieron de pedradas, la dejaron ensangrentada, abandonada frente a un niño asustado por la maldad del hombre, orando al creador por su regreso!, reanude mi camino dejando la escena atrás, cogí al canino por el pellejo de su cuello con algo de brusquedad -Tu- le amenace -Cuidarás de mi Selena cuando no este yo, serás tan fiel como ella lo fue- señale con dedo acusador y firme, luego le puse en mi antebrazo y continúe el camino a ella.
Al llegar, todo en silencio imperturbable reinaba la casa, el niño dormía en su pieza y yo me escurría entre las sombras, sin antes dejar a el cachorro afuera, frente a la puerta que había cerrado del cuarto de mi pequeña rosa, para percatarme que dormía plácidamente, creí que seria una imprudencia despertarla solo para hacer el amor con ella, darle en mano al perro que le había prometido e irme a los aposentos del teatro antes del alba, otra noche que me tenia que limitar a observarle únicamente, otra noche privándome de su contacto, de un poco de su amor, otro madrugada en la que lucia más lejana dos almas amándose bajo el cielo sin luna.
Le observe entonces, podía sentir el amor desbordarse dentro de mi pecho,un sentimiento censurado por mi, su carcelero, aquella criatura provocaba los contrastes de la luz y la sombra en mi interior, su halo, su esencia hacían desprender de mis gestos ternura, sin acostarme en su cama me aproxime, ella estaba recostada de costado permitiéndome contemplar su belleza, tan delicada, tan femenina, tan indefensa como una rosa que me invito rozar su mejilla con mis dedos, a su lado me puse de rodillas, le prodigué de caricias silenciosas, lentas, cariñosas, con el cuidado de no despertarla, recogí sus mechones de pelo que impedían la vista completa de su rostro sereno, acariñe su pelo y solo me atreví con dudas a dar en su frente lentamente un beso al ver que solo se movía ligeramente con mi contacto, me puse de pie cubriéndole con las frazadas que intentaban protegerle del frío de aquella madrugada, luego en complicidad con el silencio camine hacia la ventana, abierta de par en par, decidí cerrarla por su bien, después tras el cristal observe la luna y las estrellas, mis manos forradas en guante oscuro permanecieron entrelazadas detrás de mi espalda, mis sentidos se agudizaban concentrándome en su respiración, el único mensajero sobre el estado de su sueño, el único que me traía recuerdos de aquella noche en que después de hacernos uno y entregarnos al amor del otro, era su tranquilidad como aquella que percibía -Un distinto amanecer Selena, amor mío- susurre -Un distinto amanecer es lo único que pido de ti- suplique sin esperar respuesta de su parte, la amaba demasiado, que hasta su sueño por el ángel de la muerte, el hijo del diablo, la bestia, el monstruo que asesino sin compasión instantes antes y el hombre tras la máscara respetaban más que a su miserable existencia.
Antes de llegar a mi camino un chillido me distrajo de todo pensamiento, provenía de una pila de tela vieja, húmeda y pestilente, observe con atención creyendo que era un felino de los cuales despreciaba su soberbia, para mi sorpresa un cachorro intentaba sobrevivir, buscaba comida o algo parecido entre los deshechos de la escoria humana, su pelaje blanco, crespo, alborotado y rizado, ojos redondos y oscuros, jadeaba sin darse cuenta aún de mi presencia incrédula -¡Tu!- exclame entonces, el animal volteo alerta, me sostuvo la mirada por un momento, luego jadeo y movió testa y cola el pequeño animal cuando me acercaba, pronto quedo atento, moviendo la cabeza de lado a lado, sus orejas bajas ligeramente las levantó para captar cualquier sonido, me detuve, esa escena ya la había visto siglos atrás -Sasha- apenas pronuncie el nombre por demás sagrado para mi -Mi pequeña, leal y valiente Sasha, así me miraste por vez primera- suspire, con seguridad era el único recuerdo feliz de una infancia robada, Sasha era la perra guardián que tenían en el circo, fue su nombre mi primera palabra, fue su canasto mi cama, ella fue mi madre, solo ella dio al rostro las caricias que nadie le brindo, le daba lengüetadas haciéndome reír, me hizo feliz por una temporada, solo ella murió por defenderme y solo ella con su marrón y liso pelaje me proporciono el calor que necesite los primeros seis años de mi vida, hasta que los ¡malditos humanos la mataron sin piedad, le dieron de pedradas, la dejaron ensangrentada, abandonada frente a un niño asustado por la maldad del hombre, orando al creador por su regreso!, reanude mi camino dejando la escena atrás, cogí al canino por el pellejo de su cuello con algo de brusquedad -Tu- le amenace -Cuidarás de mi Selena cuando no este yo, serás tan fiel como ella lo fue- señale con dedo acusador y firme, luego le puse en mi antebrazo y continúe el camino a ella.
Al llegar, todo en silencio imperturbable reinaba la casa, el niño dormía en su pieza y yo me escurría entre las sombras, sin antes dejar a el cachorro afuera, frente a la puerta que había cerrado del cuarto de mi pequeña rosa, para percatarme que dormía plácidamente, creí que seria una imprudencia despertarla solo para hacer el amor con ella, darle en mano al perro que le había prometido e irme a los aposentos del teatro antes del alba, otra noche que me tenia que limitar a observarle únicamente, otra noche privándome de su contacto, de un poco de su amor, otro madrugada en la que lucia más lejana dos almas amándose bajo el cielo sin luna.
Le observe entonces, podía sentir el amor desbordarse dentro de mi pecho,un sentimiento censurado por mi, su carcelero, aquella criatura provocaba los contrastes de la luz y la sombra en mi interior, su halo, su esencia hacían desprender de mis gestos ternura, sin acostarme en su cama me aproxime, ella estaba recostada de costado permitiéndome contemplar su belleza, tan delicada, tan femenina, tan indefensa como una rosa que me invito rozar su mejilla con mis dedos, a su lado me puse de rodillas, le prodigué de caricias silenciosas, lentas, cariñosas, con el cuidado de no despertarla, recogí sus mechones de pelo que impedían la vista completa de su rostro sereno, acariñe su pelo y solo me atreví con dudas a dar en su frente lentamente un beso al ver que solo se movía ligeramente con mi contacto, me puse de pie cubriéndole con las frazadas que intentaban protegerle del frío de aquella madrugada, luego en complicidad con el silencio camine hacia la ventana, abierta de par en par, decidí cerrarla por su bien, después tras el cristal observe la luna y las estrellas, mis manos forradas en guante oscuro permanecieron entrelazadas detrás de mi espalda, mis sentidos se agudizaban concentrándome en su respiración, el único mensajero sobre el estado de su sueño, el único que me traía recuerdos de aquella noche en que después de hacernos uno y entregarnos al amor del otro, era su tranquilidad como aquella que percibía -Un distinto amanecer Selena, amor mío- susurre -Un distinto amanecer es lo único que pido de ti- suplique sin esperar respuesta de su parte, la amaba demasiado, que hasta su sueño por el ángel de la muerte, el hijo del diablo, la bestia, el monstruo que asesino sin compasión instantes antes y el hombre tras la máscara respetaban más que a su miserable existencia.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
Un año con su ausencia tan presente a mi lado y ahora que volvia a tenerle a mi lado, le tendría siempre que yo desease y él quisiera. Teniamos que recuperar el tiempo perdido, decirnos todo aquello que el tiempo nos había robado, cada caricia, beso y mirada olvidada en el cajón por la distancia pero ya no había que temer nada, ya todo iria mejor. Todas las piezas del puzle empezaban a encajar sin necesidad de ser presionadas o recortadas, la vida nos estaba dando una segunda oportunidad a los tres y ninguno la dejaríamos pasar, la aprovecharíamos y disfrutaríamos cada segundo
Ya había anochecido, prepare a Edmond para que se fuera a dormir, quedándome como siempre un rato hasta que se quedaba dormido, acariciando su cabello para que descanse, se sienta protegido… asi me hubiera gustado a mi, sentir que mi madre velaba mis sueños, que me protegia de cualquier mal que pudiera acecharme dentro y fuera de mis sueños. Un rato después termino en brazos de Morfeo y eso era la llamada de que era mi momento de a mi habitación de aquella casa tan maltrecha pero que al menos nos protegia y que poco a poco iba cambiando hasta convertirse en un lugar decente para todos. Habia tenido demasiada suerte de que aquella fantasma me la cediera sin ningún problema, otros hubieran huido al verla pero en cambio yo quizás debido a haber vivido con un cazador o a mi tipo de mentalidad, no solo no me asustaba sino que me daba demasiada curiosidad
Me desvestí quedando completamente desnuda, me gustaba dormir asi, además de que esperaba con ganas la venida de mi angel, poder notar sus manos, sus labios sobre los mios, estaba ansiosa y casi desesperada, había sido un largo año donde su ausencia había hecho que mis sueños se convirtieran en ardientes y pasionales noches donde ambos nos entregábamos al otro sin miedos, ni reparos, solo el uno para el otro. Me tape con la sabana que tenia para tampoco me viera asi sin mas, había perdido el miedo y aunque pudiera sonar mal, me gustaba ver su mirada cuando me observaba al detalle cada parte de mi piel pero tampoco quería ser demasiado obvia.
Miraba a través de la ventaba desde la cama, viendo la luna y las estrellas, las únicas que sabían cada noche lo que yo pasaba, eran las confidentes de mi sueños y anhelos. Solo ellas podían saber cada lagrima y cada susurro que daba en las largas noches que pasaban tan lentas como los años, además eran mi esperanza de compartir un trocito de mi angel cuando no estaba a mi lado, pues ambos podíamos verlas de la misma manera
Queria esperarle despierta, poder darle la bienvenida como se merecia y como deseaba hacer con él, demostrarle como siempre que era aceptado, sin prejuicios, ni rechazos. Sin embargo me quede dormida intentando esperar, había sido un dia agotador, con mucho trabajo limpiando la casa de una mujer mayor, yendo a comprar que junto con el calor del dia había terminando pasándome factura en todo mi cuerpo que al sentir lo blandito de la cama se había relajado llevándome a un estado completamente apagado. Me movi quedándome de lado, tapando mi cuerpo, dejando a la vista solo hasta la espalda baja. Estaba soñando con él, con que venia y me acariciaba la mejilla, mi rostro, me sonreía diciéndome que ya estaba aquí que no se iria hasta muchas horas después, que me había echado de menos y me deseaba, que me necesitaba tanto como yo a mi angel a mi lado, sintiendo su cuerpo, solo recostados apoyada un poco en su pecho mirándole con una sonrisa enamorada y disfrutando de pasar mi dedo índice por su torso
Senti algo raro en mi frente pero de seguro había sido una mosca que se había posado por lo que me movi un poco para espantarla sin llegar a despertarme del todo y en cuanto deje de sentirlo volviendo a llegar al sueño profundo. No fue hasta que sentí como la ligera brisa no entraba y la habitación gracias al calor humano empezaba a caldearse cuando abri los ojos muy lentamente, focalizando la vista en algo que reconocia. Me sente en la cama tomando la sabana a la altura de mi pecho para que no cayera y poder mirar a mi alrededor y viendo una figura Mi angel ¡Has venido! Susurre con una sonrisa levantándome con la sabana enrollada por mi cuerpo hasta él, que estuviera aquí cerca mia, me hacia estremecer de solo pensar en lo que podría suceder Amor, no te quedes mirando por la ventana y ven a la cama conmigo, por favor Me abrace a él por su espalda pasando mis brazos por su pecho No te vayas de mi lado, necesito tu cercanía Suspire pasando hacia la zona de delante y mirarle Te suplico que me concedas tu compañía cada noche hasta el amanecer, no podría vivir sin ti, sin tu esencia… Ahora que le tenia a mi lado, frente a frente solo podía mirarle, alzar mi mano y quitar con cuidado su mascara para después alzarme un poco y besarle en los labios con delicadeza y suavidad, no tenia ninguna prisa, además de que estaba desnuda ante él a escepcion de la sabana que me tapaba pero podía dejarla caer, dejarle mirarme como solo me atrevia a hacer con él, me sentía perfecta, bonita… amada y muchos sentimientos que encontraba en cada mirada de él Te amo
Ya había anochecido, prepare a Edmond para que se fuera a dormir, quedándome como siempre un rato hasta que se quedaba dormido, acariciando su cabello para que descanse, se sienta protegido… asi me hubiera gustado a mi, sentir que mi madre velaba mis sueños, que me protegia de cualquier mal que pudiera acecharme dentro y fuera de mis sueños. Un rato después termino en brazos de Morfeo y eso era la llamada de que era mi momento de a mi habitación de aquella casa tan maltrecha pero que al menos nos protegia y que poco a poco iba cambiando hasta convertirse en un lugar decente para todos. Habia tenido demasiada suerte de que aquella fantasma me la cediera sin ningún problema, otros hubieran huido al verla pero en cambio yo quizás debido a haber vivido con un cazador o a mi tipo de mentalidad, no solo no me asustaba sino que me daba demasiada curiosidad
Me desvestí quedando completamente desnuda, me gustaba dormir asi, además de que esperaba con ganas la venida de mi angel, poder notar sus manos, sus labios sobre los mios, estaba ansiosa y casi desesperada, había sido un largo año donde su ausencia había hecho que mis sueños se convirtieran en ardientes y pasionales noches donde ambos nos entregábamos al otro sin miedos, ni reparos, solo el uno para el otro. Me tape con la sabana que tenia para tampoco me viera asi sin mas, había perdido el miedo y aunque pudiera sonar mal, me gustaba ver su mirada cuando me observaba al detalle cada parte de mi piel pero tampoco quería ser demasiado obvia.
Miraba a través de la ventaba desde la cama, viendo la luna y las estrellas, las únicas que sabían cada noche lo que yo pasaba, eran las confidentes de mi sueños y anhelos. Solo ellas podían saber cada lagrima y cada susurro que daba en las largas noches que pasaban tan lentas como los años, además eran mi esperanza de compartir un trocito de mi angel cuando no estaba a mi lado, pues ambos podíamos verlas de la misma manera
Queria esperarle despierta, poder darle la bienvenida como se merecia y como deseaba hacer con él, demostrarle como siempre que era aceptado, sin prejuicios, ni rechazos. Sin embargo me quede dormida intentando esperar, había sido un dia agotador, con mucho trabajo limpiando la casa de una mujer mayor, yendo a comprar que junto con el calor del dia había terminando pasándome factura en todo mi cuerpo que al sentir lo blandito de la cama se había relajado llevándome a un estado completamente apagado. Me movi quedándome de lado, tapando mi cuerpo, dejando a la vista solo hasta la espalda baja. Estaba soñando con él, con que venia y me acariciaba la mejilla, mi rostro, me sonreía diciéndome que ya estaba aquí que no se iria hasta muchas horas después, que me había echado de menos y me deseaba, que me necesitaba tanto como yo a mi angel a mi lado, sintiendo su cuerpo, solo recostados apoyada un poco en su pecho mirándole con una sonrisa enamorada y disfrutando de pasar mi dedo índice por su torso
Senti algo raro en mi frente pero de seguro había sido una mosca que se había posado por lo que me movi un poco para espantarla sin llegar a despertarme del todo y en cuanto deje de sentirlo volviendo a llegar al sueño profundo. No fue hasta que sentí como la ligera brisa no entraba y la habitación gracias al calor humano empezaba a caldearse cuando abri los ojos muy lentamente, focalizando la vista en algo que reconocia. Me sente en la cama tomando la sabana a la altura de mi pecho para que no cayera y poder mirar a mi alrededor y viendo una figura Mi angel ¡Has venido! Susurre con una sonrisa levantándome con la sabana enrollada por mi cuerpo hasta él, que estuviera aquí cerca mia, me hacia estremecer de solo pensar en lo que podría suceder Amor, no te quedes mirando por la ventana y ven a la cama conmigo, por favor Me abrace a él por su espalda pasando mis brazos por su pecho No te vayas de mi lado, necesito tu cercanía Suspire pasando hacia la zona de delante y mirarle Te suplico que me concedas tu compañía cada noche hasta el amanecer, no podría vivir sin ti, sin tu esencia… Ahora que le tenia a mi lado, frente a frente solo podía mirarle, alzar mi mano y quitar con cuidado su mascara para después alzarme un poco y besarle en los labios con delicadeza y suavidad, no tenia ninguna prisa, además de que estaba desnuda ante él a escepcion de la sabana que me tapaba pero podía dejarla caer, dejarle mirarme como solo me atrevia a hacer con él, me sentía perfecta, bonita… amada y muchos sentimientos que encontraba en cada mirada de él Te amo
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
Y mientras estaba en la ventana, observaba el firmamento nocturno, la tierra que afuera servia de pavimento a la casa y los rayos tenues de la luna acariciándole cuidadosamente, en mi cabeza seguía la fastidiosa sensación de un pensamiento repetitivo, daba vueltas a lo mismo como un miserable mortal, en vez de música pura y sobrenatural en sus adentros solo existía el mismo clamor -Doscientos años viviendo una existencia de rechazo, de maltrato, de sangre, de oscuridad- reclamaba el hombre detrás del monstruo -Dos siglos desperdiciando mi tiempo entre humo y ruido… creyendo que nadie estaba hecho para mí… y entonces tu apareces de la nada, en medio de una ventisca, te protejo en vez de matarte, te amo en vez de odiarte- movía la cabeza en negativa -¿Que me has dado pequeña niña?- interrogaba en los silencios que albergaban la alcoba y compartían conmigo su compañía -Jamás desde… ella, había deseado a una mujer con tanta intensidad, nadie había sobrevivido al despojarme de la máscara, al saber más de mi- seguía susurrando mi voz - Y ahora esto, una casa, un intruso e infernal niño al que tengo que cobijar por ti, para evitar perderte de nuevo- mi vista fija en la tierra, después en etéreo reflejo del cristal no dejaba de contemplar los finos detalles de la máscara que apenas si contrastaban a media luz -Para que mi música no me abandone, pues en mi mente aún cuando los acordes se dibujan y las notas pasan frente a mi ojos ¡No puedo terminarlas sino escucho tu voz cada noche!- el entrecejo se junto entonces detrás de la mascara en modo de furia y desesperación, me perdí en todo aquel torrente de tortuosas ideas, discrimine ruidos, esencias, sonidos, los sentidos parecieron bloquearse dejándome como una imperfecta y deforme escultura de mármol, estaba confundido… estaba más perdido que nunca entre mis sentimientos y sensaciones que jamás habían sido correspondidas hasta hoy -A dos amos habrá que servir- susurre apenas en tono audible y entonces volvía a mi la necesidad de tenerla, de hacerla mía y de entregarle todo aquello que se nos fue negado en ese maldito año… mi propio intelecto sabia como jugar conmigo, a mi traía el recuerdo de hace unos momentos antes en que la piel descubierta de su espalda quedaba expuesta a mi mirada, el puño se contrajo tan pronto sentí celos de la frazada que le cubría en mi lugar, pero no podía despertarle, era un caballero que sabia respetar el cansancio de su doncella, el trabajo era duro… odiaba que limpiara, que sirviera a otros, que su piel se maltratase por un puñado de inútiles e infelices que no podían hacer nada por ellos mismos y bajo esa excusa explotaban y humillaban a otros, entre ellos a mi pequeña rosa, inspire profundo para calmar la cólera creciente y escuche su respiración, los latidos de su mortal corazón, allí me sumergí sin percatarme que ella en algún momento se despertó, se levanto y como una niña pequeña corrió hasta mi y sus delicadas manos tocaban mi pecho, su cuerpo tan cerca del mío, pegado a mi espalda y mi corazón parecía revivir, latía fuertemente y toda piel deforme se erizaba, un sentimiento indescriptible e indescifrable hacia que todo mi cuerpo se estremeciera, mientras su dulce voz llenaba de ternura mi oído, cerré los ojos entonces, sin expresión alguna en el rostro, me limite a tocarle con los manos cubiertas, daba masajes en círculos a sus manos de forma lenta, las lleve a mis labios cubriéndolas de besos interminables -Sabes que jamás te dejaría sola, siempre estoy aquí aunque tu estés dormida- asentí despacio sosteniendo sus manos, rogándole que no las separara de mi pecho -Yo también te necesito pequeña rosa, no sabes cuanto es la necesidad de embriagarme de tu esencia, de sentir tus pétalos, de cuidarte y entregarme a ti- prediciendo sus movimientos le solté a regañadientes, más no por eso me arrepentí del su pronta lejanía, de un momento a otro ella estaba al frente mío, quede impávido, embelesado por su figura que aún bajo la sabana lucia hermosa, observe sus hombros y su cuello descubierto, mi mirada se deslizo por su rostro, por cada facción perfecta que este dibujaba en su piel, escuchaba sus palabras a la par de mi admiración y encantamiento que después se desplomo al quitarme la máscara, desvíe el rostro al sentirlo sin escudo de porcelana, podía sentir todavía pena sobre mi aspecto pero no por ello la ataque como se esperaba, solo un leve gesto de melancolía se dibujo de forma retorcida, cuando sus labios tocaron los míos sin prejuicio como siempre mis orbes carmesí regresaron a los suyos para contemplarles con un poco de timidez -Sabes que lo tienes todo de mi, no debes pedir mi compañía puesto que es tan tuya como yo mismo- volví a besarla, despacio disfrutando del néctar de sus labios, reconociéndoles después de tanto tiempo, mis manos la tomaron por su cintura y de pronto otra se poso en su cabello, lo acariciaba mientras seguía con aquel ósculo perdido y enamorado -No puedes imaginar cuanto te amo- susurre sobre sus labios -Hagamos que el tiempo apenas pase, que la noche camine a paso lento- dije con respiración acelerada -Cura mi alma herida, ayúdame a sentirme completo esta noche, no quiero sentirme como alguien irreal- volví a besarle, esta vez sin más palabra, tomado su cara entre mis manos, acariciando sus mejillas -Detengamos este momento- suspire y al separarme de ella, mi figura fue desprendida de la larga gabardina que arrastraba, de la corbata de seda borda que cayó al piso, quedando solo con el resto del vestuario propio de la época, después de que también los guantes cayeron al piso, me acerque, con la mirada parecía pedirle permiso para desenvolverle de la frazada, con un delicado movimiento le descubrí solo un poco, más me arrepentí al momento, pese a todo no era tan fácil acercarme a alguien de aquella manera habiendo un extraño sentimentalismo de por medio, allí el demonio daba paso al hombre que tan diferente a él, perdía todo valor frente a ella, el sabía que no era limpio, que era indigno de merecerle -¿Estas segura de esto?- interrogue agitado, volviéndome a entregar a sus labios, mis manos juguetearon por su cadera, de pronto me retire de su frente y pase hacia atrás, allí mi cuerpo se pego al suyo, mis manos desprovistas de todo forraje le acariciaron delicadamente por encima de la tela que cubría su cuerpo de Cibeles, recorrieron los costados de sus pechos, sus caderas y finalmente sus muslos, mi rostro se sumergió entre su pelo para después seguir en su cuello -Te amo- susurre muy cerca de su piel rosada y tibia, tras de ella, ya nada podía detenerme y lo que habia comenzado de la tela, concluyo, su cuerpo quedo desnudo, le contemple enternecido -Eres perfecta… deseo amarte mi pequeña Selena, deseo sentirte y hacernos uno- me desprendí del chaleco y la blanca camisa de lana, con el torso sin más tapujos que mi piel, luego aun de espaldas la tome entre mis brazos y la lleve a la cama, dandole un beso en la frente -¿Porque me amas tanto?- cuestione con voz dulce -¿Porque sabiendo lo que soy quieres estar de este modo y de otros tantos a mi lado?- la deposite entonces en el lecho, la acorrale entre mis brazos -Antes de unirme a ti, necesito que me contestes- suspire, le mire fijo y continúe beso tras beso por su cuello, por sus hombros, disfrutando de ella y de sus toques dolorosos y a la vez tan dulces en mi cuerpo, introduciéndome poco a poco al éxtasis del amor, esperando de ella respuestas a mis preguntas, a mis caricias y mis gestos correspondidos.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
Cada noche con cada llegada de la oscuridad y el sueño me invadia, solo podia soñar con cosas reales e irreales, de las primeras eramos nosotros el dia de la ventisca o yo entregandome a él, hechos bonitos que que hinchaban mi corazon de felicidad pero tambien sueños que me asustaban como el incendio del teatro y la caida de la madera, la pelea con aquel hombre y verle alejarse de mi y luego estaban los sueños irreales en los que ambos eramos humanos y llegabamos al punto de tener una bonita familia y los que mas me aterraban los sueños en los que él moria entre mis brazos sin yo poder hacer nada al respecto, viendo como con cada respiracion una parte de él se moria y con ella una parte mia. Con las pesadillas despertaba empapada en sudor, asustada e intentando centrarme y recordando que no era real, que eso no pasaria o si pasaria a la inversa, pues yo envejeceria, mi piel tersa se arrugaria y se acartonaria, mi pelo cambiaria de color a uno que pareciera que me habi caido un cubo de ceniza, hasta que ya no pudiera mas y mi cuerpo decidiera que era hora de descansar eternamente. Ese era mi mayor miedo, envejecer y dejarle solo en el mundo, darle todo y al final abandonarle, no se merecia volver a pasar por aquello pero tampoco sabia si estaba preparada para pedirle que me convirtiera ya que sabia lo que eso implicaba, una eternidad alimentandome de seres a los que una vez perteneci sin embargo la idea de una vida sin limites a su lado era demasiado tentadora. Demasiado complicado, quizas si lo hablaba con él hallaria una luz esclarecedora de lo que hacer pero primero antes de tener esa charla queria estar con él disfrutar de su compañia, pues sabia que hablarlo traeria algunos problemillas
Esta noche estaba siendo de las tranquilas, mi mente maquiaba de tal manera que hacia aparentar que la saba era el cuerpo de mi amado, arropandome, dandome palabras de aliento y consuelo, palabras de amor eterno, al igual que hacia yo con él, palabras cariñosas de aceptacion pero sobre todo con mucho amor, acariciando una mejilla imaginaria. Ambos pegados el uno al otro dadonos el calor para pasar una noche fria y al mismo tiempo tener ese contacto tan necesario e intimo que no podiamos tener cuando estabamos vestidos, piel contra piel sin importar nada mas, solo nosotros. El mundo desaparecia a nuestro alrededor cuado nos mirabamos, la gente, los edificios, los ruidos y cualquier sentimiento fuera del nuestro pasaba desapercibido, no habia nada... solo un mundo lleno de felicidad, amor, respeto, intimidad... demasiadas cosas para intentar explicarlo. ¿Esto era lo que se tenia que sentir cuando estabas enamorada? ¿Miedo y felicidada a la vez? Fuera lo que fueralo que pudiera pasar, solo queria sentirlo junto a él, era lo unico importante
Me gustaba pegarme a él sentir su piel fria en contraste con la mia, me calmaba y hacia sentir que esto era muy real y no uno de mis sueños donde las caricias no se sentian de la misma manera que en la vida real. Mi corazon latia con fuerza por la dicha de tenerle a mi lado, en nuestra habitacion porque era para ambos, sus besos dulces y cariñosos en mis manos me hacen sonreir Lo se pero no es lo mismo tenerte asi que cuando duermo que solo me observas O al menos esa mi intuicion porque la cama seguia igual que cuando me habia acostado, no habia signos de que otra persona hubiera estado sobre ella descansando. Apoyaba mi mejilla en su espalda mientras le escuchaba Fui creada para ti, para hacerte feliz y llenarte de dicha para entregarnos al otro sin medida, soy solo para ti para siempre Yo tambien le necesitaba con mucha fuerza mas de lo que hubiera podido imaginar nunca, pues esa necesidad era imperiosa, tan fuerte que a veces me hacia desesperar deseando que llegara la noche y asi habia sido desde la primera noche que nos habiamos en el cementerio, algo que me habia costado reconocer pero cuando lo habia hecho solo provoco que acrecentara esa sensacion de tenerle. Su mirada me hacia enrojecer pero al mismo tiempo hacia que naciera en mi estomago e inundara todo mi cuerpo hasta que como habia temido paro cuando le quite la mascara, asique tome su rostro con una de mis manos acariciando su mejilla con el pulgar justo antes de besarle con todo el cariño que poseia, sin ningun prejuicio y que podia darle Siempre te la voy a pedir porque a veces siento que no soy merecedora de ti, porque tu corazon es tan grande para toda la humanidad y yo egoistamente lo quiero para mi sola Le respondi justamente ates de responderle al beso con los ojos cerrados disfrutando de las sensaciones que provocaban en mi cuerpo que lo encendian cada vez mas, pues parecia mas inteligente que yo y ya sabian lo que estaba por venir Si por favor, hagamos de esta noche una eternidad, que sea nuestro rincon donde poder amarnos sin limites, donde nuestros corazones dancen juntos Le susurre de igual manera rezando para que el amanecer llegara lo mas tarde posible. Suspire cuando nuestros labios se separaron pensando en el porqué lo habia hecho hasta que pronto lo supe al ver como se iba desprendiendo de su ropa haciendo que me mordiera el labio sabiendo lo que estaba por venir, viendole acercarse hacia mi para dejar un poco mi cuerpo a la vista Totalmente segura de ser tuya ¿Tú no lo estas? Pregunte con algo de miedo hasta que lo olvide con su beso sus manos acariciando mi cuerpo sobre la sabana aunque yo queria mas queria sentir sus manos en mi piel pero estremeciendome entre ellas cuando paso por los costados de mis pechos, de mis muslos... como un hormigueo y calor por donde sus dedos tocaban. Me quite el cabello de un lateral para pasarlo al otro dejando mi cuello al descubierto cuando su cara se colo en mi pelo, dandole total libertad de hacer lo que quisiera, confiando en él y en su control Te amo mi angel Deje que me quitara la sabana, cayendo a mi alrededor, ya no habia ningun impedimento mas entre nosotros Me tienes desnuda ante ti mi angel, deseosa de entregarme a ti por completo, cuerpo, alma y corazon... Aunque ya los tenia desde hace mucho sin sentir miedo o vergüenza de estar asi sin ninguna mascara ni mentira. Escuche la ropa de él caer poniendome un poco nerviosa porque a pesar del tiempo sentia el miedo de decepcionarle o de ver en su mirada que ya no habia amor. Cuando me tomo en brazos me agarre a su cuello apoyando mi cabeza en el hueco que se formaba entre su hombro y su pecho, una zona donde encajaba a la perfeccion ¿Y por que no amarte tanto? Pregunte como respuesta a su pregunta mientras quedaban recostada en la cama sintiendo la suavidad de las sabanas y al mismo tiempo el frio que recorria mi piel empezando a hacer estragos en la normalidad de mi cuerpo al contraste con el gran calor que sentia, sobre todo en mis pechos era lo mas notorio Porque todos cometemos errores, todos merecemos el amor y mas cuando se tiene un corazon tan puro, blanco y con ganas de dar a amor como el tuyo Sabia que sus ataques eran para sobrevivir y una forma de llamar la atencion de un alma herida para ser salvada pues mientras habia estado en aquella cueva, no le habia visto apenas salir y se notaba como sus fuerzas habian decaido un poco aunque quizas a partir de ahora ya no tendria que volver a cazar pero mi idea ya se la diria mas tarde Por eso estoy a tu lado, por eso te doy todo lo que soy... porque amo tu esencia, te amo a ti, porque me haces sentir bonita y querida, porque eres el unico al que he podido darle todo sin salir huyendo, porque me haces feliz, porque me siento completa cuando estoy contigo y cuando no estas me siento vacia y deseosa de volver a verte, de acariciarte y de sentirme entre tus brazos... con todo eso que te dije, dime... ¿Por que no deberia estar a tu lado? Mientras le hablaba estire mis manos para acariciale las mejillas y todo su rostro, cada cicatriz despacio, dandole piquitos suaves, le miraba de una manera que nunca habia mirado a nadie, ni siquiera a mi madre... era un amor puro y sincero Te amo y lo hare todos los dias de mi vida y nada ni nadie lo cambiara
Esta noche estaba siendo de las tranquilas, mi mente maquiaba de tal manera que hacia aparentar que la saba era el cuerpo de mi amado, arropandome, dandome palabras de aliento y consuelo, palabras de amor eterno, al igual que hacia yo con él, palabras cariñosas de aceptacion pero sobre todo con mucho amor, acariciando una mejilla imaginaria. Ambos pegados el uno al otro dadonos el calor para pasar una noche fria y al mismo tiempo tener ese contacto tan necesario e intimo que no podiamos tener cuando estabamos vestidos, piel contra piel sin importar nada mas, solo nosotros. El mundo desaparecia a nuestro alrededor cuado nos mirabamos, la gente, los edificios, los ruidos y cualquier sentimiento fuera del nuestro pasaba desapercibido, no habia nada... solo un mundo lleno de felicidad, amor, respeto, intimidad... demasiadas cosas para intentar explicarlo. ¿Esto era lo que se tenia que sentir cuando estabas enamorada? ¿Miedo y felicidada a la vez? Fuera lo que fueralo que pudiera pasar, solo queria sentirlo junto a él, era lo unico importante
Me gustaba pegarme a él sentir su piel fria en contraste con la mia, me calmaba y hacia sentir que esto era muy real y no uno de mis sueños donde las caricias no se sentian de la misma manera que en la vida real. Mi corazon latia con fuerza por la dicha de tenerle a mi lado, en nuestra habitacion porque era para ambos, sus besos dulces y cariñosos en mis manos me hacen sonreir Lo se pero no es lo mismo tenerte asi que cuando duermo que solo me observas O al menos esa mi intuicion porque la cama seguia igual que cuando me habia acostado, no habia signos de que otra persona hubiera estado sobre ella descansando. Apoyaba mi mejilla en su espalda mientras le escuchaba Fui creada para ti, para hacerte feliz y llenarte de dicha para entregarnos al otro sin medida, soy solo para ti para siempre Yo tambien le necesitaba con mucha fuerza mas de lo que hubiera podido imaginar nunca, pues esa necesidad era imperiosa, tan fuerte que a veces me hacia desesperar deseando que llegara la noche y asi habia sido desde la primera noche que nos habiamos en el cementerio, algo que me habia costado reconocer pero cuando lo habia hecho solo provoco que acrecentara esa sensacion de tenerle. Su mirada me hacia enrojecer pero al mismo tiempo hacia que naciera en mi estomago e inundara todo mi cuerpo hasta que como habia temido paro cuando le quite la mascara, asique tome su rostro con una de mis manos acariciando su mejilla con el pulgar justo antes de besarle con todo el cariño que poseia, sin ningun prejuicio y que podia darle Siempre te la voy a pedir porque a veces siento que no soy merecedora de ti, porque tu corazon es tan grande para toda la humanidad y yo egoistamente lo quiero para mi sola Le respondi justamente ates de responderle al beso con los ojos cerrados disfrutando de las sensaciones que provocaban en mi cuerpo que lo encendian cada vez mas, pues parecia mas inteligente que yo y ya sabian lo que estaba por venir Si por favor, hagamos de esta noche una eternidad, que sea nuestro rincon donde poder amarnos sin limites, donde nuestros corazones dancen juntos Le susurre de igual manera rezando para que el amanecer llegara lo mas tarde posible. Suspire cuando nuestros labios se separaron pensando en el porqué lo habia hecho hasta que pronto lo supe al ver como se iba desprendiendo de su ropa haciendo que me mordiera el labio sabiendo lo que estaba por venir, viendole acercarse hacia mi para dejar un poco mi cuerpo a la vista Totalmente segura de ser tuya ¿Tú no lo estas? Pregunte con algo de miedo hasta que lo olvide con su beso sus manos acariciando mi cuerpo sobre la sabana aunque yo queria mas queria sentir sus manos en mi piel pero estremeciendome entre ellas cuando paso por los costados de mis pechos, de mis muslos... como un hormigueo y calor por donde sus dedos tocaban. Me quite el cabello de un lateral para pasarlo al otro dejando mi cuello al descubierto cuando su cara se colo en mi pelo, dandole total libertad de hacer lo que quisiera, confiando en él y en su control Te amo mi angel Deje que me quitara la sabana, cayendo a mi alrededor, ya no habia ningun impedimento mas entre nosotros Me tienes desnuda ante ti mi angel, deseosa de entregarme a ti por completo, cuerpo, alma y corazon... Aunque ya los tenia desde hace mucho sin sentir miedo o vergüenza de estar asi sin ninguna mascara ni mentira. Escuche la ropa de él caer poniendome un poco nerviosa porque a pesar del tiempo sentia el miedo de decepcionarle o de ver en su mirada que ya no habia amor. Cuando me tomo en brazos me agarre a su cuello apoyando mi cabeza en el hueco que se formaba entre su hombro y su pecho, una zona donde encajaba a la perfeccion ¿Y por que no amarte tanto? Pregunte como respuesta a su pregunta mientras quedaban recostada en la cama sintiendo la suavidad de las sabanas y al mismo tiempo el frio que recorria mi piel empezando a hacer estragos en la normalidad de mi cuerpo al contraste con el gran calor que sentia, sobre todo en mis pechos era lo mas notorio Porque todos cometemos errores, todos merecemos el amor y mas cuando se tiene un corazon tan puro, blanco y con ganas de dar a amor como el tuyo Sabia que sus ataques eran para sobrevivir y una forma de llamar la atencion de un alma herida para ser salvada pues mientras habia estado en aquella cueva, no le habia visto apenas salir y se notaba como sus fuerzas habian decaido un poco aunque quizas a partir de ahora ya no tendria que volver a cazar pero mi idea ya se la diria mas tarde Por eso estoy a tu lado, por eso te doy todo lo que soy... porque amo tu esencia, te amo a ti, porque me haces sentir bonita y querida, porque eres el unico al que he podido darle todo sin salir huyendo, porque me haces feliz, porque me siento completa cuando estoy contigo y cuando no estas me siento vacia y deseosa de volver a verte, de acariciarte y de sentirme entre tus brazos... con todo eso que te dije, dime... ¿Por que no deberia estar a tu lado? Mientras le hablaba estire mis manos para acariciale las mejillas y todo su rostro, cada cicatriz despacio, dandole piquitos suaves, le miraba de una manera que nunca habia mirado a nadie, ni siquiera a mi madre... era un amor puro y sincero Te amo y lo hare todos los dias de mi vida y nada ni nadie lo cambiara
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
Sus palabras retumbaron en mi cabeza una y otra vez... << ¿Tu no lo estas? >> Maldita pregunta con dos filos que hacia pedazos el alma desde que tengo uso de razón, era claro que estaba seguro de amarla pero no me podía entrar en mi cabeza que alguien después de tantos siglos vagando sin rumbo fijo, sin un destino más que el de herramienta de muerte no tuviese ni un solo prejuicio, todo parecía tan irreal, tan fuera de lugar que las sensaciones se multiplicaban haciéndome trastabillar en los cimientos de mi recuerdo y del presente -Mi pequeña rosa, soy tu ángel y te pertenezco enteramente, más debes comprender que siempre que este ángel posa su mirada en alguna flor de mi oscuro edén esta termina atravesándome con sus espinas, las cicatrices que vez en esta vieja carcaza no son nada comparado con todas las que llevo por dentro- susurre -No titubeo en ser tuyo, titubeo en la credibilidad de lo que sucede en mi presente- no hablaría más al respecto, había más misterios que dentro de mi permanecerían ocultos, no valía la pena relatar quien fui en el circo, no hacia falta confesar que mi primer asesinato ni siquiera fue contra Alice o contra mi captor, que fue hacia una gitana a la que mate por despecho y amor, quede inmerso en el pensamiento, en las imágenes que alumbraban el oscuro contexto en el que habían ocurrido las cosas, una noche como esta, mi jaula, ella frente a mi con el lazo de Punjab enredado en su cuello... muerta, la visión me trastorno al ver el rostro de mi Selena en el cadáver invisible y etéreo y decidí por entonces envolverme en sus labios, desconfiando de mi control, podía que a ella no la asesinará por desamor, sino por deseo, el deseo y el amor por tenerla de todas las formas posibles, incluyendo su sangre.
Para callar las demandas de ese demonio bebedor que me torturaba lo hice callar con mi voz en resoplando en su oído, contestando con otros te amo los suyos, me olvide de su oscura esencia con la suya y cambie el sonido de su voz con la dulce melodía desprendida de unos labios que me cubrían de amor sin repudio.
El rostro demacrado en su completa desnudez me hacia vulnerable y hasta ese entonces me había defendido de absolutamente todo lo que provocará esa sensación, había hecho masacres solo por esa causa y sin embargo ahora aquella ofensa no era nada, era como si mis manos estuviesen atadas al piso con cadenas, era como un caballo con riendas de las cuales ella tiraba y me gustaba esa sensación, adoraba sentirme parte de alguien, de esa mujer con cuerpo de Cibeles que se mostraba sin más preámbulos alejada de toda prenda, cuan lejano ahora lucia aquellas momentos en mi guarida en donde un eclipse de rosa y luna surgía cada noche, cuantas serian las semillas que germinaríamos si mi naturaleza me lo permitiera, cuan era la necesidad de poseerla de nuevo, de imaginar aunque sea por un instante que un fruto de aquello podría florecer en su vientre, su voz me saco de la imagen que solo dentro de lo onírico de un demonio podría dibujarse tal abominación, de ser eso cierto, todos nacerían tan deformes como yo... -Así ves mi interior porque amas- reparé a su afirmación -Más no hay nada de pureza en ese órgano podrido que late cada noche por ti, he hecho cosas inimaginables, actos que más allá de la sangre fresca que lo alimenta es la sangre seca de siglos lo que lo impulsa a vivir... tu eres la única que estando aun con vida puede saciar la sed de mi alma, quizás porque eres el único aliento del mundo vivo, esto...- señale el pecho con ímpetu -Esto te ama, se pone una careta de bondad, solo contigo revive el corazón de Mullehim- baje la mirada, observe los rayos tenues de la luna, un enorme charco se hacia con ellos entorno a nuestros pies, las sombras se reflejaban grandes y distorsionadas en la pared, Mullehim... lo había pronunciado, ese había sido mi nombre por el cual el mundo terrenal alguna vez me conoció, entonces la tome entre mis brazos y la lleve al lecho que tanto deseaba compartir con ella por lo menos esta noche, no hizo preguntas de quién era Mullehim, pero probablemente después de consumarse el acto y antes de quedarse dormida sobre mi pecho como ahora lo hacia, haría preguntas al respecto.
Adoraba la tierna imagen que me ofrecía aún acorralada entre mis brazos, sus ojos destellantes, su piel perfecta y tibia contra la mía, sus manos en mis mejillas, propinando veces por todas partes -Yo soy quien no debería permanecer a tu lado- respondí en medio de susurros, de suspiros -Tu bien sabes porque... pero no puedo, no... pude vivir lejos de ti, te amo rosa mía- sentí el frío de la corriente entrado por la ventana entre abierta, su piel comenzó a adoptar esa condición, sintiéndome culpable pase mis manos entre su piel desnuda, le obsequiaba toques y masajes intentando que obtuviera calor de algún modo, pero nada conseguí, así que sobre ella y con el cuidado de no herirla con mi peso, mi cuerpo se posó, mis manos pasaron de un lugar a otro, pidiendo permiso con palabras mudas, sus pechos fueron cubiertos también por mi toque a la vez que dejaba que hiciera lo que quisiera con mi torso descubierto, mis labios reconocieron cada parte de su cuerpo, era un ciego explorando con delicadeza un jardín de vida, en secreto y en silencio la estaba amando, aferrado a lo prohibido, con el corazón abierto la estaba queriendo como no estaba permitido por las reglas que el demonio y la muerte imponen, la tome por las caderas, di con ella unas vueltas entre el colchón y las sábanas, ella quedo encima de mi -Déjame amarte con locura y equilibrio- susurre uniendo sus labios con los míos, mis manos acariciando su cabello,deslizándose por su espalda, por sus muslos y sus piernas, era como si estuviera moldeando una bella figura de arcilla -Déjame sentirte cerca y muy dentro otra vez- en mi interior sentía una mezcolanza de emociones, era un sabor agridulce el que me embriaga, el que inspiraba mis caricias, era un amor que me hacia sentir vivo y a la vez asesino, mi miembro se endurecía con el paso del momento -Amame Selena, ámame pequeña rosa, déjame sentir que soy tuyo- le rogaba en voz baja con tintes contrastados de sentimientos encontrados.
Para callar las demandas de ese demonio bebedor que me torturaba lo hice callar con mi voz en resoplando en su oído, contestando con otros te amo los suyos, me olvide de su oscura esencia con la suya y cambie el sonido de su voz con la dulce melodía desprendida de unos labios que me cubrían de amor sin repudio.
El rostro demacrado en su completa desnudez me hacia vulnerable y hasta ese entonces me había defendido de absolutamente todo lo que provocará esa sensación, había hecho masacres solo por esa causa y sin embargo ahora aquella ofensa no era nada, era como si mis manos estuviesen atadas al piso con cadenas, era como un caballo con riendas de las cuales ella tiraba y me gustaba esa sensación, adoraba sentirme parte de alguien, de esa mujer con cuerpo de Cibeles que se mostraba sin más preámbulos alejada de toda prenda, cuan lejano ahora lucia aquellas momentos en mi guarida en donde un eclipse de rosa y luna surgía cada noche, cuantas serian las semillas que germinaríamos si mi naturaleza me lo permitiera, cuan era la necesidad de poseerla de nuevo, de imaginar aunque sea por un instante que un fruto de aquello podría florecer en su vientre, su voz me saco de la imagen que solo dentro de lo onírico de un demonio podría dibujarse tal abominación, de ser eso cierto, todos nacerían tan deformes como yo... -Así ves mi interior porque amas- reparé a su afirmación -Más no hay nada de pureza en ese órgano podrido que late cada noche por ti, he hecho cosas inimaginables, actos que más allá de la sangre fresca que lo alimenta es la sangre seca de siglos lo que lo impulsa a vivir... tu eres la única que estando aun con vida puede saciar la sed de mi alma, quizás porque eres el único aliento del mundo vivo, esto...- señale el pecho con ímpetu -Esto te ama, se pone una careta de bondad, solo contigo revive el corazón de Mullehim- baje la mirada, observe los rayos tenues de la luna, un enorme charco se hacia con ellos entorno a nuestros pies, las sombras se reflejaban grandes y distorsionadas en la pared, Mullehim... lo había pronunciado, ese había sido mi nombre por el cual el mundo terrenal alguna vez me conoció, entonces la tome entre mis brazos y la lleve al lecho que tanto deseaba compartir con ella por lo menos esta noche, no hizo preguntas de quién era Mullehim, pero probablemente después de consumarse el acto y antes de quedarse dormida sobre mi pecho como ahora lo hacia, haría preguntas al respecto.
Adoraba la tierna imagen que me ofrecía aún acorralada entre mis brazos, sus ojos destellantes, su piel perfecta y tibia contra la mía, sus manos en mis mejillas, propinando veces por todas partes -Yo soy quien no debería permanecer a tu lado- respondí en medio de susurros, de suspiros -Tu bien sabes porque... pero no puedo, no... pude vivir lejos de ti, te amo rosa mía- sentí el frío de la corriente entrado por la ventana entre abierta, su piel comenzó a adoptar esa condición, sintiéndome culpable pase mis manos entre su piel desnuda, le obsequiaba toques y masajes intentando que obtuviera calor de algún modo, pero nada conseguí, así que sobre ella y con el cuidado de no herirla con mi peso, mi cuerpo se posó, mis manos pasaron de un lugar a otro, pidiendo permiso con palabras mudas, sus pechos fueron cubiertos también por mi toque a la vez que dejaba que hiciera lo que quisiera con mi torso descubierto, mis labios reconocieron cada parte de su cuerpo, era un ciego explorando con delicadeza un jardín de vida, en secreto y en silencio la estaba amando, aferrado a lo prohibido, con el corazón abierto la estaba queriendo como no estaba permitido por las reglas que el demonio y la muerte imponen, la tome por las caderas, di con ella unas vueltas entre el colchón y las sábanas, ella quedo encima de mi -Déjame amarte con locura y equilibrio- susurre uniendo sus labios con los míos, mis manos acariciando su cabello,deslizándose por su espalda, por sus muslos y sus piernas, era como si estuviera moldeando una bella figura de arcilla -Déjame sentirte cerca y muy dentro otra vez- en mi interior sentía una mezcolanza de emociones, era un sabor agridulce el que me embriaga, el que inspiraba mis caricias, era un amor que me hacia sentir vivo y a la vez asesino, mi miembro se endurecía con el paso del momento -Amame Selena, ámame pequeña rosa, déjame sentir que soy tuyo- le rogaba en voz baja con tintes contrastados de sentimientos encontrados.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
Era difícil saber lo que pasaba por su mente, difícil desentrañar esa mirada que tenía había mí, cosa que desde que le había conocido no me pasaba, lo cual me intrigaba y preocupaba pues lo que creía conocer solo debía ser una ínfima parte de lo que su alma tenia bien guardado y saber que a pesar de todo aun seguía sin abrirse completamente a mí, me hería profundamente. Debía ser paciente porque esperaba que me demostrara todo lo que era poco a poco sin embargo esa parte humana curiosa quería descubrirlo ya, sentía que debía ser así porque había demostrado que no le haría daño pues si hubiera querido hacérselo el día en que los inspectores vinieron aunque no fuera mucho podía haber contado lo del teatro y la guarida pero por amor y lealtad no lo había hecho y esa parte de mi "oscura" decía que mi premio por ser buena chica no se me había dado pero no quería escuchar a esa parte, no quería caer en lo mismo que todos asique solo era cuestión de paciencia y de seguir demostrándole que podía confiar en mí y que no le traicionaría nunca - Pero yo no soy una flor cualquiera mi amado, yo soy una que alguien o algo creo solo para ti, sin espinas que puedan dañarte porque de dañarte a ti dañaría mi propio corazón. Déjame curar con amor y ternura esas heridas internas... déjame demostrarte que pueden dejar de sangrar y cicatrizar, que no volverá a haber más heridas por favor -No era una súplica, sino más bien tender una mano para ayudarle a encontrar la paz consigo mismo - ¿Por qué en la credibilidad de tu presente? ¿Tan poco real te parece? Quiero ser tu presente y tu futuro y que no dude de que será muy real - Sabia que no era el momento pero si que deseaba encontrar algún instante donde poder hablar tranquilamente de él pues no juzgaría su pasado ni a él, no cambiaría mi visión, solo conocería un poco más de su persona sin embargo tenía la sensación de que nunca me contaría todo, solo lo justo y necesario que mi ángel creyera conveniente
Sus te amos eran como un bálsamo que me ayudaba a sobrevivir, que me sostenía y me daba la esperanza de que todo iría bien, un futuro hermoso y muy prometedor. Había soñado tantas veces durante aquel año que estábamos juntos y que teníamos hijos… había sido tanto mi anhelo que cuando vi a Edmond sentí como si algo despertara en mí, un instinto que no sabía identificar y por ese motivo a parte del cariño que le había ido tomando decidí adoptarle lo que nunca pensé era en como sería la reacción entre ellos y solo esperaba que fuera mejor de lo que parecía a primera instancia, no era una situación sencilla pero había visto tantas cosas de mi ángel en el niño, que no había podido evitarlo y puesto que sabía que no podríamos tener hijos debido a su esencia, quizás Edmond podía ser lo más parecido. – Amor te equivocas, dentro de ti hay pureza pues como dices pudiste haberme matado o incluso haberme dejado en la tormenta el día que nos conocimos y no lo hiciste. Ademas todos tenemos en nuestro interior esa parte oscura, podria decirse que algunas personas tienen envidia de no mostrar esa parte y solo enseñar lo que quiere la sociedad – Pose mi mano donde él se había señalado pues por más que dijera no me convencería de lo contrario. Escuche decirle un nombre que me dio demasiada curiosidad pero no era el momento de preguntarle, ya lo haría más tarde o quizás no pues no parecía en su mirada que desease contarme nada respecto a Mullehim. Entre sus brazos me sentía protegida, a salvo de cualquier problema… dichosa y feliz, no había nada más que nosotros dos. – No me importa el motivo por el que tengas, quieras o deberías estar alejado de mí, no dejare que vuelvas a irte – Y eso era una promesa secreta, no volvería a dejar que se marchase sin mí y haría lo que fuera para ser así, no volvería a esperar pues no tendría que sufrir la agonía de creer que estaba muerto o de sospechar de que seguía viva y solo estar sobreviviendo pues estar sin él no era vivir. Cuando se puso sobre mi como si fuera una manta, aparte un poco las piernas para dejarle más espacio y contacto entre nuestros cuerpos, quería sentirle todo lo posible a la vez que acariciaba su espalda, y su torso con delicadeza y lentitud, cerrando los ojos para recordar cada parte de él en los momentos en que no estuviera a mi lado y deseando más y más que llegaran nuestro encuentro. Giramos de tal manera que quede encima de él buscando con la mano su miembro para acariciarlo con suavidad notando como estaba preparado - Soy toda tuya mi ángel – Amaba sentirme parte de algo, de tenerle a mi lado y la sensación de ser solo uno, pertenecer a un todo perfecto y hermoso. Sentir sus manos recorrerme me hacía estremecer, un calor que iba ardiendo en cada zona donde había depositado una caricia y que desembocaba en mi estómago. Solo podía asentir a sus palabras, no tenía nada más que decir, solo poder demostrarle lo que sentía que eso era más que cualquier palabra dicha. Solo tenía una duda pues no sabía qué hacer, quizás quería tomar él el control y para eso debía estar yo debajo además aun había una prenda que separaba la noche más mágica después de tanto tiempo
Sus te amos eran como un bálsamo que me ayudaba a sobrevivir, que me sostenía y me daba la esperanza de que todo iría bien, un futuro hermoso y muy prometedor. Había soñado tantas veces durante aquel año que estábamos juntos y que teníamos hijos… había sido tanto mi anhelo que cuando vi a Edmond sentí como si algo despertara en mí, un instinto que no sabía identificar y por ese motivo a parte del cariño que le había ido tomando decidí adoptarle lo que nunca pensé era en como sería la reacción entre ellos y solo esperaba que fuera mejor de lo que parecía a primera instancia, no era una situación sencilla pero había visto tantas cosas de mi ángel en el niño, que no había podido evitarlo y puesto que sabía que no podríamos tener hijos debido a su esencia, quizás Edmond podía ser lo más parecido. – Amor te equivocas, dentro de ti hay pureza pues como dices pudiste haberme matado o incluso haberme dejado en la tormenta el día que nos conocimos y no lo hiciste. Ademas todos tenemos en nuestro interior esa parte oscura, podria decirse que algunas personas tienen envidia de no mostrar esa parte y solo enseñar lo que quiere la sociedad – Pose mi mano donde él se había señalado pues por más que dijera no me convencería de lo contrario. Escuche decirle un nombre que me dio demasiada curiosidad pero no era el momento de preguntarle, ya lo haría más tarde o quizás no pues no parecía en su mirada que desease contarme nada respecto a Mullehim. Entre sus brazos me sentía protegida, a salvo de cualquier problema… dichosa y feliz, no había nada más que nosotros dos. – No me importa el motivo por el que tengas, quieras o deberías estar alejado de mí, no dejare que vuelvas a irte – Y eso era una promesa secreta, no volvería a dejar que se marchase sin mí y haría lo que fuera para ser así, no volvería a esperar pues no tendría que sufrir la agonía de creer que estaba muerto o de sospechar de que seguía viva y solo estar sobreviviendo pues estar sin él no era vivir. Cuando se puso sobre mi como si fuera una manta, aparte un poco las piernas para dejarle más espacio y contacto entre nuestros cuerpos, quería sentirle todo lo posible a la vez que acariciaba su espalda, y su torso con delicadeza y lentitud, cerrando los ojos para recordar cada parte de él en los momentos en que no estuviera a mi lado y deseando más y más que llegaran nuestro encuentro. Giramos de tal manera que quede encima de él buscando con la mano su miembro para acariciarlo con suavidad notando como estaba preparado - Soy toda tuya mi ángel – Amaba sentirme parte de algo, de tenerle a mi lado y la sensación de ser solo uno, pertenecer a un todo perfecto y hermoso. Sentir sus manos recorrerme me hacía estremecer, un calor que iba ardiendo en cada zona donde había depositado una caricia y que desembocaba en mi estómago. Solo podía asentir a sus palabras, no tenía nada más que decir, solo poder demostrarle lo que sentía que eso era más que cualquier palabra dicha. Solo tenía una duda pues no sabía qué hacer, quizás quería tomar él el control y para eso debía estar yo debajo además aun había una prenda que separaba la noche más mágica después de tanto tiempo
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
-Se…lena- expulse de mis labios su nombre apenas en un susurro, sentía su mano tibia sobre mi miembro y de pronto me sumergí en el pensar de jamás creí que ella llegaría a aquello, tenia que reconocer que aquello me enloquecía y era el momento de pasar a más.
En medio de mi reino de sombras mis manos que hasta aquel momento se hallaban únicamente al talle de su cadera y acariciaban con sed desesperada su sedosa y perfumada cabellera, poco a poco fueron recorriendo su torso, reconociendo cada parte de su piel, esa que hace un año fue tan mía más de una noche, mis manos llegaron a sus pechos donde se posaron apenas instantes para dar pequeños masajes, mi horrorosa cara se sumergió entre ellos, dando los más delicados besos en esa piel sonrosada, viva y juvenil, de a poco fui recorriendo su cuello, lo besaba y lo lamia apenas un poco –Te amo- susurraba con mi voz entre cortada por el deseo de poseerla ya, pero aún había cosas que recordar de aquellas noches en que la luna y la rosa se eclipsaban.
Aún debajo de ella mi mano volvió a recorrer su espalda, sus caderas que para ese entonces estaban acompasadas con mis movimientos, solo era el roce de nuestros cuerpos y sin embargo yo ya la sentía mía, mi mano continuo su recorrido y llego a su sexo, con timidez y por primera vez mi ojos carmín le pedían silenciosamente su permiso para tocar allí, continúe al no ver disgusto alguno, apenas sabía lo que hacía, no era la primera vez que hacia el amor con alguien, había contratado algunas prostitutas en el pasado pero con ellas había sido violento, agresivo y el acto no había llegado a consumarse del todo, yo las mataba antes de que pudieran salir corriendo al tocar mi rostro y soltar un grito ahogado en los ejes de sus miedos.
Pero no era el momento de recordar aquello, el pasado no debía intervenir ahora, tenía que ser con ella como hasta entonces había sido, el hombre que amaba, que deseaba y no el demonio que mataba, que envenenaba el amor y deseo con sangre y muerte, apenas mi mano toco su sexo e hice lo propio como con sus pechos la envolví entre mis brazos y la puse debajo de mí, al parecer la oscuridad era mi aliada, no era necesaria buscarla porque en aquel arrebato de cambios y posición las luz mortecina de la luna solo acariciaba mis ojos que le veían tiernamente y recorrían su figura con deseo, mis labios volvieron a su cuerpo, sus pechos expuestos hacia mi solo fue el comienzo de una ola de caricias que recibiría el resto, era como tener a una musa entre mis manos, aquella que solo en sueños tocaba, quería asegurarme que era real así continúe, mis manos traviesas acariciaban con delicadeza sus piernas una y otra vez, hasta que mis propios suspiros me detuvieron, me desprendí del cinturón que sostenía los pantalones y me despoje de ellos, regresando a su boca, besándola con pasión desbordante –Te amo con todo lo que me queda de alma, con todos los pedazos de este corazón muerto y roto Selena Scander, Te amo- resople entre jadeos y pensé en su cuello, pensé en besarlo, en acariciarlo y luego… no, no debía matarla, preferiría matarme yo que era una sombra para todos y que los siglos se estaban haciendo cargo de cobrarme todo el daño ocasionado con creces antes de lastimarla.
Así que preferí guiar sus piernas para abrirme paso entre ellas –Mi tierna rosa- un beso más hasta que desespero no pudo más y después mi miembro se adentró en ella poco a poco, con delicadeza, con la mayor atención posible –Haz lo que desees conmigo, soy enteramente tuyo para siempre- susurre, hundiendo mi rostro al costado de su cuello perfumado.
En medio de mi reino de sombras mis manos que hasta aquel momento se hallaban únicamente al talle de su cadera y acariciaban con sed desesperada su sedosa y perfumada cabellera, poco a poco fueron recorriendo su torso, reconociendo cada parte de su piel, esa que hace un año fue tan mía más de una noche, mis manos llegaron a sus pechos donde se posaron apenas instantes para dar pequeños masajes, mi horrorosa cara se sumergió entre ellos, dando los más delicados besos en esa piel sonrosada, viva y juvenil, de a poco fui recorriendo su cuello, lo besaba y lo lamia apenas un poco –Te amo- susurraba con mi voz entre cortada por el deseo de poseerla ya, pero aún había cosas que recordar de aquellas noches en que la luna y la rosa se eclipsaban.
Aún debajo de ella mi mano volvió a recorrer su espalda, sus caderas que para ese entonces estaban acompasadas con mis movimientos, solo era el roce de nuestros cuerpos y sin embargo yo ya la sentía mía, mi mano continuo su recorrido y llego a su sexo, con timidez y por primera vez mi ojos carmín le pedían silenciosamente su permiso para tocar allí, continúe al no ver disgusto alguno, apenas sabía lo que hacía, no era la primera vez que hacia el amor con alguien, había contratado algunas prostitutas en el pasado pero con ellas había sido violento, agresivo y el acto no había llegado a consumarse del todo, yo las mataba antes de que pudieran salir corriendo al tocar mi rostro y soltar un grito ahogado en los ejes de sus miedos.
Pero no era el momento de recordar aquello, el pasado no debía intervenir ahora, tenía que ser con ella como hasta entonces había sido, el hombre que amaba, que deseaba y no el demonio que mataba, que envenenaba el amor y deseo con sangre y muerte, apenas mi mano toco su sexo e hice lo propio como con sus pechos la envolví entre mis brazos y la puse debajo de mí, al parecer la oscuridad era mi aliada, no era necesaria buscarla porque en aquel arrebato de cambios y posición las luz mortecina de la luna solo acariciaba mis ojos que le veían tiernamente y recorrían su figura con deseo, mis labios volvieron a su cuerpo, sus pechos expuestos hacia mi solo fue el comienzo de una ola de caricias que recibiría el resto, era como tener a una musa entre mis manos, aquella que solo en sueños tocaba, quería asegurarme que era real así continúe, mis manos traviesas acariciaban con delicadeza sus piernas una y otra vez, hasta que mis propios suspiros me detuvieron, me desprendí del cinturón que sostenía los pantalones y me despoje de ellos, regresando a su boca, besándola con pasión desbordante –Te amo con todo lo que me queda de alma, con todos los pedazos de este corazón muerto y roto Selena Scander, Te amo- resople entre jadeos y pensé en su cuello, pensé en besarlo, en acariciarlo y luego… no, no debía matarla, preferiría matarme yo que era una sombra para todos y que los siglos se estaban haciendo cargo de cobrarme todo el daño ocasionado con creces antes de lastimarla.
Así que preferí guiar sus piernas para abrirme paso entre ellas –Mi tierna rosa- un beso más hasta que desespero no pudo más y después mi miembro se adentró en ella poco a poco, con delicadeza, con la mayor atención posible –Haz lo que desees conmigo, soy enteramente tuyo para siempre- susurre, hundiendo mi rostro al costado de su cuello perfumado.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
En cada caricia producida por mi mano miraba su reacción buscando una de satisfacción, una cara que me dijera que lo estaba haciendo bien pues a pesar de todo el todas las veces en que nos habíamos entregado el uno al otro, seguíamos respetándonos y pidiéndonos permiso con la mirada. Teníamos miedo de hacer algo mal, de estropearlo y que nos alejáramos, lo cual hacía de este acto algo mucho más especial porque se identificaba ese punto de amor puro e inocente que poseíamos
Me mordí el labio al sentir sus manos ir recorriendo mi figura hasta llegar a mis pechos, sus manos frías eran como un bálsamo y a la vez la razón de la calentura de las mismas mas me sorprendí cuando escondió su cara como si de un niño pequeño se tratase, que buscara el calor y la sensación blandita, igual que yo hacía con mi madre cuando yo era niña, apoya mi cabeza en su pecho era como dormir con una nube por almohada – Te amo mi ángel – Mi voy salió aguda, y por decir casi ni salía pues mi respiración agitada me imposibilitaba decir más palabras seguidas y con coherencia
Cada caricia suya me hacía estremecer y me hacía olvidar cualquier recuerdo de lo que había visto en el pasado, lo que los hombres hacían con mi madre, aquellos gritos y golpes que la dejaban marca, igual que alguna cicatriz que tenía yo producida por aquellos mismos hombres que habían intentado aprovecharse de mi pero mi madre se había metido por medio. Movía mi cuerpo o mejor dicho, mi cuerpo más inteligente buscaba el roce con el cuerpo de mi amado sin embargo mi ángel de alas negras tampoco se quedaba atrás, sus manos traviesas escendían más y más hasta mi sexo, en todo momento le miraba con amor y con aceptación a sus movimientos y esta vez no era una excepción, deseaba y necesitaba aquello
Volvimos a girar quedando de nuevo debajo de él sintiéndome cuidada, protegida entre sus brazos que aunque eran musculosos, no eran exagerados, lo cual me gustaba más aun pues estaba fuerte en la medida perfecta. Acaricia su espalda pasando a su rostro y viceversa sin parar ni un segundo. Abrí un poco más dejándole espacio entre mis piernas y poniéndome algo nerviosa al ver como se deshacía de la última prenda que le faltaba y lo que aquello significaba – Te doy todo lo que soy mi ángel, Te amo – Le respondí a sus palabras, demostrándole una vez más que mas allá de lo que pudiera hacer o pudiera ser estaría a su lado sin importar nada. Le deje espacio en mi cuello, todo el que deseara sin ningún miedo a ser mordida, pues confiaba en él, en su auto control, incluso aunque me mordiese sabía que podría parar, por todo lo que sentía su corazón hacia mi persona
Me arquee hacia él cuando empezó a hundirse en mi interior, haciendo que se escapara un pequeño gemido, por el roce producido por la estrechez causada por todo el tiempo que habíamos pasado distanciados – Solo puedo hacerte sentir en el mismo paraíso, demostrarte mi amor también físicamente – Moví mi cintura despacio hasta que me acostumbre a tenerle dentro mía
Me mordí el labio al sentir sus manos ir recorriendo mi figura hasta llegar a mis pechos, sus manos frías eran como un bálsamo y a la vez la razón de la calentura de las mismas mas me sorprendí cuando escondió su cara como si de un niño pequeño se tratase, que buscara el calor y la sensación blandita, igual que yo hacía con mi madre cuando yo era niña, apoya mi cabeza en su pecho era como dormir con una nube por almohada – Te amo mi ángel – Mi voy salió aguda, y por decir casi ni salía pues mi respiración agitada me imposibilitaba decir más palabras seguidas y con coherencia
Cada caricia suya me hacía estremecer y me hacía olvidar cualquier recuerdo de lo que había visto en el pasado, lo que los hombres hacían con mi madre, aquellos gritos y golpes que la dejaban marca, igual que alguna cicatriz que tenía yo producida por aquellos mismos hombres que habían intentado aprovecharse de mi pero mi madre se había metido por medio. Movía mi cuerpo o mejor dicho, mi cuerpo más inteligente buscaba el roce con el cuerpo de mi amado sin embargo mi ángel de alas negras tampoco se quedaba atrás, sus manos traviesas escendían más y más hasta mi sexo, en todo momento le miraba con amor y con aceptación a sus movimientos y esta vez no era una excepción, deseaba y necesitaba aquello
Volvimos a girar quedando de nuevo debajo de él sintiéndome cuidada, protegida entre sus brazos que aunque eran musculosos, no eran exagerados, lo cual me gustaba más aun pues estaba fuerte en la medida perfecta. Acaricia su espalda pasando a su rostro y viceversa sin parar ni un segundo. Abrí un poco más dejándole espacio entre mis piernas y poniéndome algo nerviosa al ver como se deshacía de la última prenda que le faltaba y lo que aquello significaba – Te doy todo lo que soy mi ángel, Te amo – Le respondí a sus palabras, demostrándole una vez más que mas allá de lo que pudiera hacer o pudiera ser estaría a su lado sin importar nada. Le deje espacio en mi cuello, todo el que deseara sin ningún miedo a ser mordida, pues confiaba en él, en su auto control, incluso aunque me mordiese sabía que podría parar, por todo lo que sentía su corazón hacia mi persona
Me arquee hacia él cuando empezó a hundirse en mi interior, haciendo que se escapara un pequeño gemido, por el roce producido por la estrechez causada por todo el tiempo que habíamos pasado distanciados – Solo puedo hacerte sentir en el mismo paraíso, demostrarte mi amor también físicamente – Moví mi cintura despacio hasta que me acostumbre a tenerle dentro mía
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
La mire por un momento más antes de seguir con aquello, antes de tomarla y perderme completamente en su interior –No temas- le susurre dulcemente –Yo siempre estaré aquí para cuidar de ti y protegerte incluso de mi mismo- continúe poco a poco embistiéndola suavemente hasta que se acostumbrara a la sensación de ser uno solo, mientras tomaba mi tiempo en arco formado entre el cuello esbelto y sus hombros perfectos, tenía que cuidar de mi propio impulso por poseerla de dos maneras, la primera la pasional, la que implicaba el contacto de piel con piel, frio con calor, vida con muerte, no debía lastimarla, tenía tanto derecho de amarme como yo lo había hecho, tenía tanto derecho de asirme por los brazos como lo hacia, caricias que me desesperaban aún más, me estremecían y me hacían perder los estribos, mientras que la segunda, la más peligrosa de todas, esa parte que no descansaba de tan solo observarla así, indefensa, a mi merced y con el cuello descubierto, confiando ciegamente en un hombre que en cualquier momento se podía trasmutar en monstruo, bestia infernal que al final le quitaría la vida seguramente al perder noción del tiempo y espacio. No dejaba de pensar en ello mientras el vaivén de nuestros cuerpos se iba acompasando, las caricias continuaban y un reguero de besos deje en todo su rostro desde la boca hasta las mejillas y los hombros, los parpados cerraban su visión para solo ilustrar el placer que sentía con el solo roce de su piel, amaba que me acariciara de aquella forma, tan delicada, tan amorosamente divina, ¿Cómo era posible que ella me estuviera dando todo sin pedir nada a cambio? ¿Sin sentir un ápice de miedo? Realmente existía personas así en el mundo aunque su paradero fuese un completo misterio, era de esas criaturas de las que se queda embelesado por su única y sencilla personalidad y apariencia... en eso yo no me podía negar, yo tenia a la mujer perfecta, la joven bella entregándosele a la fealdad misma, era de esas personas que no se enamoraban de la simple fachada, ella era de esas que sabía como alguien era en lo más recodito de tu ser.
Gimió y me detuve por un momento -¿Te lastime?- pregunte sobresaltado, tanto pensar quizás me llevó a portarme de la misma forma brusca que con ella nunca había usado, pronto advertí que solo era placer y amor, una extraña mescolanza de fuego y amor que colisionaba entre los dos, continúe con lo que era mi deber y mi más profunda necesidad, si... llegue a necesitarla más que a la sangre misma, era adicto a todo, una humana abrumándome con sus encantos a los que yo tenía derecho por muchas razones que me resultaba incomodas de explicar e irremediablemente yo comencé a gemir su nombre muy despacio mientras mi cuerpo se frotaba, mi cuerpo temblaba sintiendo que esto llega a su fin en pocos instantes, pero antes de que eso ocurriese me di vuelta con ella aún en su interior, quedo encima mío, ansiando ver el talle perfecto de su cintura, la brillantez de su piel tras la luna como único testigo del acto –Te amo Selena, mi hermosa Selena- era el turno de la rosa, de la más valiente y tierna de mi oscuro edén de hacer lo quisiera de su cuidador, aquello si bien en un principio no supe distinguir que era, comprendí después que era de alguna forma un acto de entrega de mi parte, un acto de confianza y por ello no solo le deje que estuviese de esa nueva forma conmigo sino que permití a los rayos mortecinos de la luna tocaran levemente mi horrible rostro, que penetrarán mis ojos malva de los que la gente rehuía constantemente, le decía en un tímido gesto, lo que no podía expresar en palabras, aun me era muy complicado abrirme de puertas y mente abierta, quizás eso era aquello lo que le molestaba tanto, probablemente era la razón de su mirada desilusionada que decidí omitir por el bien del secreto de Mulehim -El paraíso lo conocí desde el mismo instante que te conocí- conteste en breve –Lo que ahora tu me haces sentir es el amor que tantas veces me fue negado- continúe, con la voz roca y entrecortada por el deseo –Sálvame de mi infierno Selena, libérame de esta maldita soledad a la que fui condenado sin un juicio de por medio, quiéreme- insistí en un ruego –Quiéreme y nunca me dejes- algo parecido al agua se galopo en mis orbitas, era molesto sentirlas ¿Lagrimas de cristal? ¿Eso podía ser eso posible en un demonio como yo?
Gimió y me detuve por un momento -¿Te lastime?- pregunte sobresaltado, tanto pensar quizás me llevó a portarme de la misma forma brusca que con ella nunca había usado, pronto advertí que solo era placer y amor, una extraña mescolanza de fuego y amor que colisionaba entre los dos, continúe con lo que era mi deber y mi más profunda necesidad, si... llegue a necesitarla más que a la sangre misma, era adicto a todo, una humana abrumándome con sus encantos a los que yo tenía derecho por muchas razones que me resultaba incomodas de explicar e irremediablemente yo comencé a gemir su nombre muy despacio mientras mi cuerpo se frotaba, mi cuerpo temblaba sintiendo que esto llega a su fin en pocos instantes, pero antes de que eso ocurriese me di vuelta con ella aún en su interior, quedo encima mío, ansiando ver el talle perfecto de su cintura, la brillantez de su piel tras la luna como único testigo del acto –Te amo Selena, mi hermosa Selena- era el turno de la rosa, de la más valiente y tierna de mi oscuro edén de hacer lo quisiera de su cuidador, aquello si bien en un principio no supe distinguir que era, comprendí después que era de alguna forma un acto de entrega de mi parte, un acto de confianza y por ello no solo le deje que estuviese de esa nueva forma conmigo sino que permití a los rayos mortecinos de la luna tocaran levemente mi horrible rostro, que penetrarán mis ojos malva de los que la gente rehuía constantemente, le decía en un tímido gesto, lo que no podía expresar en palabras, aun me era muy complicado abrirme de puertas y mente abierta, quizás eso era aquello lo que le molestaba tanto, probablemente era la razón de su mirada desilusionada que decidí omitir por el bien del secreto de Mulehim -El paraíso lo conocí desde el mismo instante que te conocí- conteste en breve –Lo que ahora tu me haces sentir es el amor que tantas veces me fue negado- continúe, con la voz roca y entrecortada por el deseo –Sálvame de mi infierno Selena, libérame de esta maldita soledad a la que fui condenado sin un juicio de por medio, quiéreme- insistí en un ruego –Quiéreme y nunca me dejes- algo parecido al agua se galopo en mis orbitas, era molesto sentirlas ¿Lagrimas de cristal? ¿Eso podía ser eso posible en un demonio como yo?
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
- No temo nada mientras estes a mi lado, eres todo lo que necesito - Confiaba ciegamente en él y dudaba demasiado que fuera capaz de dañarme de ninguna forma. Un año sin sentirle habia hecho que mi cuerpo no estuviera acostumbrado, de hecho al principio al recibirle me sentia incomoda pero con sus movimientos suaves aquella incomodidad se transformo en autentico placer. Él aun recordaba mis puntis debiles y donde conseguia volverme loca para que le pidiera mas como lo que hacia al rozar mi cuello. Eramos dos seres completamente distintos y a la vez tan iguales que aquellas diferencias que parecian separarnos solo hacia que nos unieramos mas, esos pqueños detalles eran los que mas amabamos del otro o al menos asi era para mi.
Nos compenetrabamos de manera perfecta como si hubiesemos sido creados el uno para el otro y si lo pensaba bien aunque él lo viera como una maldicion para mi el que fuera eterno implicaba un regalo, encontrar a mi mitad que de haber sido humano nos habria separado siglos aunque en verdad yo creia en que el amor cuando era verdadero podia traspasar tiempo y espacio solo habia que ser paciente y abrir los brazos para tomarlo con fuerza y no dejarlo escapar cuando se presentaba en tu puerta. Seguia colmandole de caricias y pequeños gestos mimosos mientras nuestros cuerpos danzaban solos en una melodia que tendria un final muy satisfactorio.
Al sentir como paro abri los ojos mirandole con una sonrisa calida y acariciando su mejilla con mi pulgar - No cielo, era un sonido del placer que estaba sintiendo gracias a ti - Cuando hablaba asi no me reconocia, aun me sentia como en otro cuerpo pues hasta hacia algo mas de un año no era capaz de hablar ni de acercarme a un hombre y ahora incluso deseaba las caricias de mi amado, yacer a su lado cada noche, disfrutar de su vozn su musica y todo lo que tuviera a bien ofrecerme. Oir mi nombre en sus labios creaba una sensacion dificil de explicar en mi interior, era como un calor que me abrumaba, un orgullo de saberme poseedora de sus pensamientos en aquellos momentos pues sabia que muchos hombres pensaban en otras mientras realizaban el acto sexual o asi me lo habia confirmado mi madre.
El calor que nacia en mi vientre y se habia extendido a todo mi cuerpo queria tomar camino y derrarmarse con fuerza pero tenia que aguantar un poco mas; me sorprendi cuando me volvio a colocar encima suyo dandome completo dominio sobre la situacion sabiendo de sobra lo que implicaba para alguien como él, con su gran orgullo y tambien grandes temores a mostrarse debil, sintiendome muy agradecida de que me diera aquella confianza y aquella confianza que no depositaba en cualquiera. Le miraba con ternura y complicidad sin moverme mucho solo en pequeños circulos para no perderme nada de lo que la luna permitia ver - Te amo mi angel, eres mi otra mitad - Me doble un poco para besarle con suavidad por unos segundo y a continuacion convertir en mas apasionado rl beso.
Me habia acostumbrado a recibir la informacion con cuentagotas y aunque no era lo que mas me gustase entendia que lo hiciera y lo respetaba pero eso no quitaba que a veces sin quererlo mi parte curiosa pudiera mas que la sensata, paciente y cauta al no obtener respuesta me desilusionara - Eres un cielo mi angel - No podia decirle nada malo, era algo que no saldria nunca de mi pues a su lado tenia todo lo que necesitaba y deseaba - Nadie te lo negara mas - Me movia hacia arriba con lentitud hasta casi llegar a que saliera de mi para luego bajar con cierta rapidez pero sin ser demasiado brusca y lastimarle - No te dejare mi angel, estare todo lo que me resta de existencia a tu lado - Pensar en que mi vida si tenia un limite me asustaba, nunca habia tenido miedo a morir hasta ahora que no queria perderle pero no tenia que pensarlo ya habria tiempo, ahora solo tenia que centrarme en este momento y él ¿Que le sucedia? - ¿Estas bien amor? ¿Que pasa? - Pregunte preocupada deteniendome
Nos compenetrabamos de manera perfecta como si hubiesemos sido creados el uno para el otro y si lo pensaba bien aunque él lo viera como una maldicion para mi el que fuera eterno implicaba un regalo, encontrar a mi mitad que de haber sido humano nos habria separado siglos aunque en verdad yo creia en que el amor cuando era verdadero podia traspasar tiempo y espacio solo habia que ser paciente y abrir los brazos para tomarlo con fuerza y no dejarlo escapar cuando se presentaba en tu puerta. Seguia colmandole de caricias y pequeños gestos mimosos mientras nuestros cuerpos danzaban solos en una melodia que tendria un final muy satisfactorio.
Al sentir como paro abri los ojos mirandole con una sonrisa calida y acariciando su mejilla con mi pulgar - No cielo, era un sonido del placer que estaba sintiendo gracias a ti - Cuando hablaba asi no me reconocia, aun me sentia como en otro cuerpo pues hasta hacia algo mas de un año no era capaz de hablar ni de acercarme a un hombre y ahora incluso deseaba las caricias de mi amado, yacer a su lado cada noche, disfrutar de su vozn su musica y todo lo que tuviera a bien ofrecerme. Oir mi nombre en sus labios creaba una sensacion dificil de explicar en mi interior, era como un calor que me abrumaba, un orgullo de saberme poseedora de sus pensamientos en aquellos momentos pues sabia que muchos hombres pensaban en otras mientras realizaban el acto sexual o asi me lo habia confirmado mi madre.
El calor que nacia en mi vientre y se habia extendido a todo mi cuerpo queria tomar camino y derrarmarse con fuerza pero tenia que aguantar un poco mas; me sorprendi cuando me volvio a colocar encima suyo dandome completo dominio sobre la situacion sabiendo de sobra lo que implicaba para alguien como él, con su gran orgullo y tambien grandes temores a mostrarse debil, sintiendome muy agradecida de que me diera aquella confianza y aquella confianza que no depositaba en cualquiera. Le miraba con ternura y complicidad sin moverme mucho solo en pequeños circulos para no perderme nada de lo que la luna permitia ver - Te amo mi angel, eres mi otra mitad - Me doble un poco para besarle con suavidad por unos segundo y a continuacion convertir en mas apasionado rl beso.
Me habia acostumbrado a recibir la informacion con cuentagotas y aunque no era lo que mas me gustase entendia que lo hiciera y lo respetaba pero eso no quitaba que a veces sin quererlo mi parte curiosa pudiera mas que la sensata, paciente y cauta al no obtener respuesta me desilusionara - Eres un cielo mi angel - No podia decirle nada malo, era algo que no saldria nunca de mi pues a su lado tenia todo lo que necesitaba y deseaba - Nadie te lo negara mas - Me movia hacia arriba con lentitud hasta casi llegar a que saliera de mi para luego bajar con cierta rapidez pero sin ser demasiado brusca y lastimarle - No te dejare mi angel, estare todo lo que me resta de existencia a tu lado - Pensar en que mi vida si tenia un limite me asustaba, nunca habia tenido miedo a morir hasta ahora que no queria perderle pero no tenia que pensarlo ya habria tiempo, ahora solo tenia que centrarme en este momento y él ¿Que le sucedia? - ¿Estas bien amor? ¿Que pasa? - Pregunte preocupada deteniendome
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
De pronto aunque pareciera una locura de mi parte considera que algunas ocasiones los demonios pueden ser tan egoístas como los hombres, olvidando el futuro y solo saboreando una a una la gota de exquisito placer del presente. Ese sentimiento que se detuvo de pronto, que produjo en mi un cumulo de extrañas sensaciones que lograban hacer de mi corazón algo más que un viejo estropajo o un espejo hecho añicos y de mi mente un infeliz adivino que me mostraba la soledad que me deparaba al final de su camino –Ella no es eterna, ella no...- cerré los ojos entonces, con la angustias dibujada en el entrecejo y plasmada en el resto de mi rostro deforme.
Cuantas ganas tenia de decirle que ese ahora era el problema que me impedía mi entrega completa a ella, que la sola idea de que ella desapareciera más adelante me mataba noche tras noche, que abrumado buscaba el escape de la sangre sin beber por entre los pasillos del teatro, olas de asesinatos que solo eran una pequeña degustación antes de volver a la angustia de siempre. En algún momento cuando Alice vivía y de haberme hecho caso a la fuerza le hubiese transformado, para tenerla siempre a mi lado, pero ella no era Alice y tampoco sería capaz de lastimarla por más que el demonio me lo ordenará, ni tampoco era capaz de someterla bajo mi voluntad, la amaba demasiado... eso me llevaba a preguntarme en ocasiones si lo que sentí por aquella soprano era realmente amor.
-Al final me quedaré solo- inspire contemplando su mirada curiosa y preocupada con la ternura que solamente alguien como yo le podía ofrecer, resignándome al final que momentos como este solo quedarían encapsulados en mi memoria como un sueño -Definitivamente la felicidad es solo un momento-.
Sin decir más tome sus caderas con mis manos delicadamente, la envolví entre mis brazos y la guie para que se recostara, despacio y procurando su bienestar me posicione sobre ella para consumar el acto, la melancolía era abrumada por el deseo y el amor, por las ansias de hacerla mía una vez más y entregarme sin condición. La dureza de mi miembro se hizo evidente de nuevo y buscando su feminidad volví a fundirme en uno solo con ella sin contestar absolutamente nada –Te amo- decía mientras el ritmo de nuestros cuerpos se acoplaban envolviéndonos en gemidos de los dos, movimientos que erizaban su piel húmeda y completamente sonrosada como la de cualquier mortal –Selena, mi Selena- logre la liberación junto con ella, cubriéndola de besos en su frente y acariciando su cabello lacio y perfumado y por primera vez tuve un deseo extraño, yo era un hombre que no había dicho todo sobre su verdad, ni siquiera una parte de la que conté para presentarme en las tierras de Paris eran del todo certeras, yo fui alguien con nombre y apellido, un niño que por azares del destino llego a las manos gitanas equivocadas, ese mismo infante que se volvió un vil mentiroso, ese mismo que había crecido ahora, que había vivido dos siglos contemplando el cambio y la destrucción del mundo que conocía, que solo salía de su escondite en los brazos de la mujer y más amaba y que ahora lloraba porque no sabía como sincerarse, ese que también tenia la idea de darle su apellido y hacerla de alguna forma parte de esa historia que hasta ella misma desconoce.
-Te amo Selena Scander- suspire alejándome a regañadientes de su cuerpo, tomándola entre mis brazos, tapándola con las sabanas e invitándola a recargarse en mi pecho agitado –Y por primera vez en mi vida tengo miedo- reconocí con dificultades –Tengo miedo de perderte algún día amor mío... simplemente ya no puedo estar alejado de tu lado por mucho tiempo ¿Qué pasara mañana si tu te marchas y yo me quedo?- yo era su prisionero de amor y ella mi dulce carcelera ¿Qué pasaba entonces si algún día quedaba libre de aquello –Me tortura la idea... me esta matando de poco en poco... Te amo Selena... te amo- confesé entre la desesperación y la incomodidad que aquello me provocaba, no era mi forma de ser, sincerarme, mostrarme como miserable infeliz y débil, pero ella podía hacer eso y más conmigo... podía destruirme con tan poco. Era suyo... completamente suyo.
Cuantas ganas tenia de decirle que ese ahora era el problema que me impedía mi entrega completa a ella, que la sola idea de que ella desapareciera más adelante me mataba noche tras noche, que abrumado buscaba el escape de la sangre sin beber por entre los pasillos del teatro, olas de asesinatos que solo eran una pequeña degustación antes de volver a la angustia de siempre. En algún momento cuando Alice vivía y de haberme hecho caso a la fuerza le hubiese transformado, para tenerla siempre a mi lado, pero ella no era Alice y tampoco sería capaz de lastimarla por más que el demonio me lo ordenará, ni tampoco era capaz de someterla bajo mi voluntad, la amaba demasiado... eso me llevaba a preguntarme en ocasiones si lo que sentí por aquella soprano era realmente amor.
-Al final me quedaré solo- inspire contemplando su mirada curiosa y preocupada con la ternura que solamente alguien como yo le podía ofrecer, resignándome al final que momentos como este solo quedarían encapsulados en mi memoria como un sueño -Definitivamente la felicidad es solo un momento-.
Sin decir más tome sus caderas con mis manos delicadamente, la envolví entre mis brazos y la guie para que se recostara, despacio y procurando su bienestar me posicione sobre ella para consumar el acto, la melancolía era abrumada por el deseo y el amor, por las ansias de hacerla mía una vez más y entregarme sin condición. La dureza de mi miembro se hizo evidente de nuevo y buscando su feminidad volví a fundirme en uno solo con ella sin contestar absolutamente nada –Te amo- decía mientras el ritmo de nuestros cuerpos se acoplaban envolviéndonos en gemidos de los dos, movimientos que erizaban su piel húmeda y completamente sonrosada como la de cualquier mortal –Selena, mi Selena- logre la liberación junto con ella, cubriéndola de besos en su frente y acariciando su cabello lacio y perfumado y por primera vez tuve un deseo extraño, yo era un hombre que no había dicho todo sobre su verdad, ni siquiera una parte de la que conté para presentarme en las tierras de Paris eran del todo certeras, yo fui alguien con nombre y apellido, un niño que por azares del destino llego a las manos gitanas equivocadas, ese mismo infante que se volvió un vil mentiroso, ese mismo que había crecido ahora, que había vivido dos siglos contemplando el cambio y la destrucción del mundo que conocía, que solo salía de su escondite en los brazos de la mujer y más amaba y que ahora lloraba porque no sabía como sincerarse, ese que también tenia la idea de darle su apellido y hacerla de alguna forma parte de esa historia que hasta ella misma desconoce.
-Te amo Selena Scander- suspire alejándome a regañadientes de su cuerpo, tomándola entre mis brazos, tapándola con las sabanas e invitándola a recargarse en mi pecho agitado –Y por primera vez en mi vida tengo miedo- reconocí con dificultades –Tengo miedo de perderte algún día amor mío... simplemente ya no puedo estar alejado de tu lado por mucho tiempo ¿Qué pasara mañana si tu te marchas y yo me quedo?- yo era su prisionero de amor y ella mi dulce carcelera ¿Qué pasaba entonces si algún día quedaba libre de aquello –Me tortura la idea... me esta matando de poco en poco... Te amo Selena... te amo- confesé entre la desesperación y la incomodidad que aquello me provocaba, no era mi forma de ser, sincerarme, mostrarme como miserable infeliz y débil, pero ella podía hacer eso y más conmigo... podía destruirme con tan poco. Era suyo... completamente suyo.
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
Podía ver en su rostro que algo no iba bien, su entrecejo fruncido y su rostro demacrado hacia que hubiera algo que no cuadraba - ¿Que sucede mi amor? Ese rostro... ¿En qué piensas? - Quizás estaba haciendo preguntas que no debía hacer pero en este preciso instante tan íntimo para nosotros, verle así me mataba poco a poco
Podía llegar a creer cual era el problema, algo que nos separaría siempre por más que nos amaramos, el tiempo... él tenía todo el tiempo del mundo mientras yo tenía los días contados y aunque por él haría cualquier cosa, renunciar a mi humanidad era algo difícil de aceptar, sin embargo la idea de una vida eterna a su lado, era muy tentadora... por ahora teníamos tiempo, más o menos
Volvimos a cambiar de posición quedando yo debajo acariciando su espalda y llegando al final con su nombre en mis labios, había sido el único hombre con el que había yacido y el único hombre que me hacía estremecer y que me sintiera así de especial. - Y yo a ti - Seguía necesitándole y como si hubiera leído mi pensamiento, volvió a hundirse en mi haciendo que gozara y disfrutara como hacía un año que no había podido y que necesita más lo que había creido en un primer momento pero todo era porque se trataba de él. - Mi ángel... - Suspire por sus besos tiernos y cariñosos
Me recosté en su pecho, disfrutando de las sensaciones que me provocaba sin querer decir nada por ahora solo dejando que el tiempo transcurriera poco a poco. Quería preguntarle tantas cosas y a la vez temía que eso nos alejase más aun - Te amo Mullehim, mi ángel de alas negras - Esperaba que no se molestara por haberlo dicho pero no era tan tonta para darme cuenta de que era su nombre aunque él no quisiera contarme como tal y tampoco le obligaría pero si quería demostrarle que le llamara como le llamara o me contara lo que me contara estaría a su lado - No me perderás amor... yo... - Era difícil de decir que siempre estaría a su lado cuando ni yo misma podía prometérselo y la única opción para que pudiera suceder así, no estaba segura de poderla aceptar - El mañana es incierto para todos, lo que tenemos que hacer es disfrutar del presente, de nosotros - Intente sonreírle para que no estuviera triste pero en verdad que en mi interior me sentía horrible de solo pensar en que esto se acabara y no porque ambos lo deseásemos - ¿Qué pasaría si fuese como tú? - A parte de lo que pensara yo quería conocer su opinión, quizás ni siquiera él mismo sería capaz de transformarme, pues había oído que muchos perdían su esencia humana y si eso me llegara a pasar, sabía que él quedaría destruido por su culpabilidad - Quiero pedirte una cosa, que entiendas que mi entrega a ti es total... quiero que bebas de mí, confío plenamente en ti - Era algo muy difícil de pedir o más aun de aceptar pero necesitaba que supiera que sería capaz de todo por él. Esperaba su respuesta cuando escuche como unos lamentos y rascaban en la puerta
Podía llegar a creer cual era el problema, algo que nos separaría siempre por más que nos amaramos, el tiempo... él tenía todo el tiempo del mundo mientras yo tenía los días contados y aunque por él haría cualquier cosa, renunciar a mi humanidad era algo difícil de aceptar, sin embargo la idea de una vida eterna a su lado, era muy tentadora... por ahora teníamos tiempo, más o menos
Volvimos a cambiar de posición quedando yo debajo acariciando su espalda y llegando al final con su nombre en mis labios, había sido el único hombre con el que había yacido y el único hombre que me hacía estremecer y que me sintiera así de especial. - Y yo a ti - Seguía necesitándole y como si hubiera leído mi pensamiento, volvió a hundirse en mi haciendo que gozara y disfrutara como hacía un año que no había podido y que necesita más lo que había creido en un primer momento pero todo era porque se trataba de él. - Mi ángel... - Suspire por sus besos tiernos y cariñosos
Me recosté en su pecho, disfrutando de las sensaciones que me provocaba sin querer decir nada por ahora solo dejando que el tiempo transcurriera poco a poco. Quería preguntarle tantas cosas y a la vez temía que eso nos alejase más aun - Te amo Mullehim, mi ángel de alas negras - Esperaba que no se molestara por haberlo dicho pero no era tan tonta para darme cuenta de que era su nombre aunque él no quisiera contarme como tal y tampoco le obligaría pero si quería demostrarle que le llamara como le llamara o me contara lo que me contara estaría a su lado - No me perderás amor... yo... - Era difícil de decir que siempre estaría a su lado cuando ni yo misma podía prometérselo y la única opción para que pudiera suceder así, no estaba segura de poderla aceptar - El mañana es incierto para todos, lo que tenemos que hacer es disfrutar del presente, de nosotros - Intente sonreírle para que no estuviera triste pero en verdad que en mi interior me sentía horrible de solo pensar en que esto se acabara y no porque ambos lo deseásemos - ¿Qué pasaría si fuese como tú? - A parte de lo que pensara yo quería conocer su opinión, quizás ni siquiera él mismo sería capaz de transformarme, pues había oído que muchos perdían su esencia humana y si eso me llegara a pasar, sabía que él quedaría destruido por su culpabilidad - Quiero pedirte una cosa, que entiendas que mi entrega a ti es total... quiero que bebas de mí, confío plenamente en ti - Era algo muy difícil de pedir o más aun de aceptar pero necesitaba que supiera que sería capaz de todo por él. Esperaba su respuesta cuando escuche como unos lamentos y rascaban en la puerta
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
-Ah Selena- y finalmente el nombre de una mujer residía en mis labios deformes -Hay tanto que sabes y la vez tanto que ignoras sobre mí- me dirigí a ella con un hilo de voz apenas audible para los dos -Mulehim- trate de disimular con indiferencia el dolor que me provocaba la simple mención de ese nombre, del mismo modo me hallaba sorprendido por mi reacción, cualquier otro que se hubiese atrevido a pronunciar semejante insulto para mí no pasaría de esa noche con toda seguridad -Ese hombre alguna vez existió, hoy no queda ni las cenizas de quién fue-inspire desviando la mirada de su cabellera y el perfil de si rostro -Murió hace más de dos siglos- explique removiendo incomodo entre las sabanas y la tibieza de su cuerpo, decidiéndome por volver el rostro a su cabellera, ocultándolo entre cada era, absorbiendo el aroma del que me había vuelto preso con facilidad -Mulehim era un niño- comencé a relatar la historia, sin percatarme quizás en que finalmente a alguien le contaba la verdad de mi origen, dentro sabía que las mentiras no cabían con nosotros en ese cuarto, como tampoco en el lazo que día a día y sin darme cuenta se hizo tan fuerte, que ni el mismo diablo ni su hijo en mis adentros pudo romper -Un niño que nació deforme, él tenía una familia, un nombre y un apellido. Pasó los primeros años de su vida encerrado entre cuatro paredes oculto tras una máscara tejida que su madre le hizo por puro terror, un inocente que vivió el peor momento de su vida al descubrir con espanto ante un espejo que había un monstruo en vez de su reflejo, mismo que intento romper a golpes mientras las manos sangraban y los cristales se le enterraban en los nudillos pequeños, un niño de tan solo seis años que tardaría mucho tiempo en comprender que era la misma persona del monstruo en u reflejo- algo en mis adentros se movía con gran violencia, no podía identificar que era, pero estaba allí y me hacia aferrarme a su cuerpo aún más -Mulehim, tuvo un perro, que fue como su verdadera madre, ella era la única que sin horror me brindo amor, comprensión y murió por salvarme la vida- corre los ojos, dolía el relato a pesar de que ya llevaba siglos cargándolo en mis adentros, pero no me detuve y seguí adelante -Llevaba tiempo escapando de la casa donde vivía, siempre de noche, creyendo que por ello nadie lo había visto vagar… se equivocó Selena, todo un pueblo lleno de prejuicios y supersticiones se le fue encima un día cualquiera, corrió todo lo que pudo con antorchas y piedras detrás hasta que su perra se atravesó y recibió por el todas las pedradas, los palos y una herida con navaja. El niño pequeño llevó el cuerpo de su mascota como pudo ante la mirada estupefacta de una madre que quedo inmóvil, observando como el hijo que nunca quiso enterraba a un animal, acto que en ese entonces se consideraba un pecado porque ellos no iban a los cielos, era, tanto su dolor que jamás se percato que él también sangraba hasta que terminó de echar tierra al hoyo con el animal dentro y haber tocado un requiem por su alma. Su madre conmovida quizás, o sintiendo lastima de esa horrorosa criatura, lo curó y cuidó por el resto de la madrugada, en que el reflexionó y finalmente comprendió que para que su madre fuera eternamente feliz debía irse para siempre. Esa mañana se levantó al alba tomo un papel y escribió en tinta “Olvidame”, jamás la volvió a ver.. jamás porque una caravana de gitanos lo tomo preso desde los siete años y gracias a su increíble “monstruosidad” fue encarcelado, obligado a trabajar exhibiendo su rostro cada noche, Mulehim vivió así, entre humillaciones y burlas de quienes lo veían detrás de los barrotes, era para ellos toda una comedia ver como lo trataban a latigazos y quemaduras, fue divertido para sus captores cambiarle el nombre y ponerle en su caló “Mulehim” que significa “El hijo del diablo”… ese hijo desgraciado que murió cuando otro lo convirtió en esto y luego se fue para nunca regresar, él mismo que al verse traicionado por la única persona que creyó lo amaba como a un hijo, cambió todo lo que él don tenía para ofrecer, cambio la belleza por la fealdad… quemó su rostro y sus manos, parte de su cuerpo como un recordatorio de su vergüenza y de lo que debía vengar para toda una eternidad… ese día, esa noche… murió Mulehim- guarde silencio mientras las imágenes una y otra vez se iban y volvían para torturarme con placer -Y es por eso que yo no puedo tomar tu sangre- respondí de inmediato -Tu eres lo único puro que tengo, y pese a eso, la tentación seria demasiado fuerte y quizás no me detendría. No quiero matar a lo único que tengo… te amo demasiado y al hacer de ti mi fuente de alimento te lastimaría… te dañaría, prefiero morir antes que hacerte algún mal- me detuve pensativo, dejando de acariciar su piel de pronto -Además ¿Porque querrías hacer algo así por alguien como yo?, un asesino… un monstruo que bien sabe que no te merece y sin embargo no puede ni quiere separarse de tu lado- asentí muy a mi pesar, siendo ahora mi único escondite y mi sombra el resto de su cabellera -Y ser alguien como yo… no, tu a pesar de todo serías alguien mejor que este idiota- y un nudo en la garganta venía de pronto a mi -Pero sé que no lo harías, sé que te costaría dejar tu humanidad por mi, por mucho que me ames- dije entonces con doble esfuerzo para ocultar el dolor -Y en eso pienso, en que es la primera vez en esta maldita existencia que tengo algo por lo que vivir, una estrella en mi firmamento a la que adoro contemplar en silencio, la única que no me teme y la única que me sonríe, pero que al final debo hacerme a la idea de que ella no será eterna como lo soy yo, de que algún día desaparecerá y no podré hacer algo para cambiarlo… quedaré solo y en la oscuridad hasta que no soporte la ausencia de su luz y decida destruirme por mis propias manos o por otras- cada vez la herida era más profunda, algo se retorcía en mi pecho, algo demasiado incomodo -Esa estrella que es la primera y la única que sabe que le Fantasma de la ópera de París se llamó Mulehim y que tuvo una infancia y una vida antes de ser condenado a las alas negras de un ángel caído, que no es la historia que contó a unos pocos para presentarse en París- separe mi rostro lentamente reincorporándome cuando la puerta comenzaba a ser rasgada. Callado, me puse en pie, cubriendo el resto de mi cuerpo con la gabardina oscura de entre mis ropajes, mi mano alcanzó la perilla de la puerta dejando pasar al intruso que tome al momento del pelaje dándoselo a Selena sin atrever si quiera a verla a los ojos -Recordé que alguna vez me pediste un cachorro y yo te dije que para mi tus deseos son ordenes, así que aquí lo tienes… es tuyo- lo deje en las sábanas desacomodadas y revueltas -Sabrá cuidarlos y defenderlos en mis ausencias, tal y como mi perra, la perra de Mulehim lo hizo alguna vez-.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
Y que me gustaría conocer Añadí justo cuando termino de decir Amor yo creo que ese muchacho si existe solo que esta muy escondido Tome su mejilla para que me mirara y viera que no había nada malo en ello porque si aún no existiera ese muchacho no se habría apiadado de mi ni me habría salvado de la tormenta que de lo más seguro hubiera acabado con mi vida y ese no había sido el vampiro sino el humano que estaba dentro de él. Deje que se ocultara en mi cabello mientras acariciaba su piel fría hasta donde me alcanzaba la mano con delicadeza y suavidad, despacio y tomándome todo el tiempo del mundo. Me quede en silencio escuchándole, aun no podía creer que se fuera a abrir conmigo, después de todo el tiempo lo estaba haciendo y se merecía la seriedad y el respeto pero sobre todo el agradecimiento; no debía ser nada sencillo para él. Escuchaba con atención internando todo lo que iba contándome pero aunque intentaba contenerme para no preocuparle o ponerlo nervioso, no lo conseguía… Caían lagrimas por mis mejillas, queriéndole abrazar y mimarle. No podía entender como existían personas tan crueles como para hacer algo tan horrible a un niño, parecían no tener corazón pues él no tenía la culpa, además si se hubieran tomado el tiempo necesario hubieran descubierto el maravilloso ser que se encontraba tras un cascaron efímero porque eso era lo que éramos, un cascaron que con el tiempo se marchitaba y se descomponía quedando solo un ser que se forjo desde su nacimiento. Seguía acariciando su cabello para que supiera que por mi parte nunca recibiría ese rechazo que no me alejaría pues me agarraba cada vez más fuerte, probablemente temeroso, quería hablarle pero no podía aun no era el momento, no necesitaba mis palabras sino que dijera todo lo que necesitaba y se quitara aquella espinita de su interior que parecía muy profunda. Creía que con su relato nada podría sorprenderme pero que equivocada estaba, que los hombres quisieran darle caza era algo atroz que un animal tuviera más compasión y cariño que sus propios semejantes era deleznable, lo peor de todo es que consideraban que lo que hacían era justo y bueno, lo que Dios querría mas no era así, él amaba a todas sus criaturas. Ya no contenía sus emociones de horror, de tristeza ante las acciones de la gente como aquellos gitanos que le habían apresado y tratado como a una atracción de feria Aquella perra vio en ti lo que veo yo, un hombre con un corazón apaleado que no se lo merece y que quería recomponerlo y en cuanto a aquel hombre, gracias a él ahora estas entre mis brazos, de no ser así no nos habríamos conocido y el resto de personas son un pasado ya lejano al que no debes enfocarte, ahora me tienes a mí, tienes a Edmond y nosotros te amamos con todo nuestro corazón Hice que me mirara acariciando sus mejillas Mi vida, confió plenamente en ti, sé que dentro esta ese hombre que me ama más que a la sed de sangre y sé que podrás parar, no quiero que condenes tu alma Suspire porque entendía a la perfección lo que decía pero me consideraba lo suficientemente fuerte para lograr sobrevivir y estar a su lado Cielo soy fuerte y es algo que lo quiero hacer porque te amo, no hay obligación ni miedo… solo darte algo más de mí, ya que no puedo ofrecerte mucho, así me entrego completamente a ti Deje que volviera a esconderse en mi cabello pensando en algo pero no sé si surtiría efecto Es probable que me costase dejar mi humanidad pero así te tendría para siempre No había pensado en la idea de convertirme, solo de darle mi sangre. Había visto lo que hacía el hecho de convertirse y lo más probable es que la locura se apoderara de mí con la primera muerte pero la idea de estar a su lado eternamente era demasiado tentadora también, una vida a su lado Yo… No sabía que decirle respecto a eso, tenía razón algún día yo moriría y volvería a estar solo y eso no era justo para él, verme envejecer, enfermar y morir sería demasiado duro para un alma tan dulce como la suya
Aquellos ruidos cada vez eran más fuerte y con curiosidad le vi levantarse y abrir la puerta apareciendo un pompón de pelo blanco con unos ojillos negros al igual que su hocico. Deje que lo dejara en las sabanas acariciándole y mirándole Vuelve a la cama por favor, no me gusta sentirme tan vacía sin ti Iba a tomar una decisión muy seria y necesitaba tenerle cerca Si yo te sirvo un vaso con mi sangre, no podrías matarme aunque estaría fría Le ofrecí como alternativa aunque prefería la idea de que lo tomara directamente de mi Dame un tiempo más como humana y renunciare a ella por ti, estaremos juntos siempre Me estremecí al decirlo en voz alta y todo lo que implicaba aquella afirmación, dejar de poder sentir el calor del sol, tener la necesidad de sangre, aumentar mis sensaciones pero por él merecía la pena, solo necesitaba tener un poco más de tiempo como humana, un año o dos y dejaría que me convirtiese ¿Te parece bien? Me daba bastante miedo su respuesta o quizás las consecuencias, si amaba mi parte humana como me había dicho y dejaba de ser humana quizás ya no me querría, no querría tenerme a su lado y algo así me terminaría por destruir, buscaría la forma de desaparecer de este mundo
Aquellos ruidos cada vez eran más fuerte y con curiosidad le vi levantarse y abrir la puerta apareciendo un pompón de pelo blanco con unos ojillos negros al igual que su hocico. Deje que lo dejara en las sabanas acariciándole y mirándole Vuelve a la cama por favor, no me gusta sentirme tan vacía sin ti Iba a tomar una decisión muy seria y necesitaba tenerle cerca Si yo te sirvo un vaso con mi sangre, no podrías matarme aunque estaría fría Le ofrecí como alternativa aunque prefería la idea de que lo tomara directamente de mi Dame un tiempo más como humana y renunciare a ella por ti, estaremos juntos siempre Me estremecí al decirlo en voz alta y todo lo que implicaba aquella afirmación, dejar de poder sentir el calor del sol, tener la necesidad de sangre, aumentar mis sensaciones pero por él merecía la pena, solo necesitaba tener un poco más de tiempo como humana, un año o dos y dejaría que me convirtiese ¿Te parece bien? Me daba bastante miedo su respuesta o quizás las consecuencias, si amaba mi parte humana como me había dicho y dejaba de ser humana quizás ya no me querría, no querría tenerme a su lado y algo así me terminaría por destruir, buscaría la forma de desaparecer de este mundo
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
Su toque me resultaba doloroso, era un masoquista por querer sus manos en mi piel de aquella forma tan letal para el demonio y tan importante para el humano, me daba vergüenza con ella la cascara que me cubría, tan salpicada de sangre más de una vez solo por el placer de verla correr, tan sucia de mentiras, tan… demacrada por el paso de los siglos. Sé que mi insistencia o tal vez deba decir mi resistencia a creer que alguien me amara como ella lo hacia sin limites y condiciones se debía a que era casi imposible para mi concebir que dentro de la escoria humana aún existiesen seres como ella, un hombre herido de amor y de muerte durante tanto tiempo hacia a la incredulidad aparecer en los momentos indebidos, pero he de recalcar que dudaba de mi y no de su pureza y mucho menos de la inocencia de la que me enamoré perdidamente.
Esta vez no había sombras donde ocultar mi rostro, mi mirada rota, salvo su pelo, esa divina mata de cabello perfumado que me embriagaba hasta perder el sentido, tampoco había un escondite para mi alma abierta y sangrante y dudo que realmente desde hacia años existiera el lugar propicio para ella que no fuera el infierno a quien de hecho ya le pertenecía -Si tan solo hubiera sabido…- pensaba mientras intentaba escuchar atentamente -Si yo…- pero no pude continuar, sus palabras y sus caricias sabían como reconfortarme con la misma calidez que su cuerpo tibio después de haber sido mío de nueva cuenta, después simplemente no tuve fuerzas para resistirme a responder a su mirada, lentamente fui encontrándome con sus orbes brillantes y humanas, marrones y claras, era un infinito placer observarlos como si no hubiese un mañana puesto que a través de ellos podía leer su interior como si fuese un libro abierto, al sentir su mano, no pude evitar alcanzarla con la mía y cubrirla en su totalidad, mientras me entregaba por completo a su caricia -No sabes- pronuncie una vez que ella terminó con aquellas frases llenas de sinceridad -Cuanto he considerado desde el día en que te conocí, los motivos por los cuales he vagado por los senderos de la oscuridad durante dos siglos, cual fue el objetivo de vivir hasta ahora en completa agonía, siempre llego a la misma conclusión de entonces- asentí con firmeza y mi voz apenas era un hilo de voz, un vestigio del tono que solía utilizar con cualquier otro -Si hubiese vivido únicamente como Mulehim, seguramente jamás te conocería, hubiera muerto mucho antes de cumplir la edad mortal con la que morí al recibir esta… esta… maldición y esta cosa fu lo único que me ayudó a mantenerme con vida mientras esperaba tu llegada. Por vez primera le encuentro una utilidad benévola a todo esto—.
Ya no pudo continuar y yo sabía que era el culpable de aquello, yo que tan egoístamente había pensado únicamente en mi y no en lo que causaría en ella toda esta maldición acuestas, ella no tenía la sangre fría como yo, ella no odiaba lo suficientemente al mundo para lastimar a cada ser que se le pusiera por el frente, simplemente no estaba en su naturaleza, pero ¡Por el infierno! cuanto deseaba que permaneciera el resto de los siglos a mi lado, si un año de ausencia me estaba aniquilando y arrepentido había retornado fue porque no podía sobrevivir sin verla un solo día, solo con ella mi música adquiría fuerza, forma, solo ella me daba la inspiración para dar forma a mis creaciones en un pentagrama… pero ella se iría y esta ocasión no habría ningún poder, ninguna retorno que le reviviera para mí, solo… “Aprende a vivir solo” me recordé de la vieja y fastidiosa canción de mi creador -Solo al final… solo siempre- musite sin percatarme siquiera si me había escuchado o no -Ya no digas más mi pequeña rosa- dije tras un profundo suspiro -Tu debes seguir el curso de tu vida como mortal y yo el mío como el demonio que fui condenado a ser, solo quería hacerme consciente que así como hoy nuestros destinos están juntos, en algún mañana se han de distanciar, pero yo… quiero que sepas que pase lo que pase te amaré siempre- en la garganta un remolino de algo no me dejo continuar, me costaba trabajo seguir respirando su esencia, guarde silencio y me incorporé en el afán de ocultar mi dolor, tratando de evitar que ella no se sintiera obligada por lo apreciase en mi horrible faz, al fin y al cabo tuve la excusa del perro para alejarme de su lado y pensar en todo eso, ella quería además darme de su sangre, ¿que tan correcto sería confesarle que una parte de mi siempre la anhelado, que es por esa razón que no deseo tomarla de la manera en que me pedía, de la manera en la que pretendía entregarse y que a la vez algo me frenaba de forma inmediata impidiéndome hacerle el más mínimo daño?.
Le di la espalda una vez que puse al animal entre las sabanas, reflexivo y sabiendo que no la hacia desistir tan fácilmente de aquello, simplemente quería que el alba llegará al fin o que mi deseo fuera más fuerte para hacerla mía otra vez.
Me cruce de brazos mientras la escuchaba, negué de inmediato cerrando los ojos al instante pues la vista se había tornado borrosa gracias a algo en mis orbes —No decidas lo que no puedes hacer por mí Selena— espete con frialdad —Jamás debes renunciar a tu humanidad, obedecer al instinto de sacrificar lo que para ti representa dejar la luz del sol, por alguien como yo que no vale la pena y además, te da miedo la idea de matar— me mantuve en silencio por un par de minutos que se me hicieron siglos de repente —No tolerarías matar, no puedes sacrificarte por mí de esa manera ¿Entiendes?, fue algo egoísta tan siquiera haberlo mencionado, haberlo pensado… seguirás siendo una mortal porque para eso fuiste hecha, ¡No para estar con alguien como yo!- brame herido, desesperado, era el dolor el que gritaba, el que le decía cuanto me aquejaba ver la imposibilidad de su transformación por aquella forma de ser -¡Jamás estarás conmigo de la manera en que deseo y es a eso a lo que he de resignarme!¡No podría con la culpa si en el camino a esto algo llegará a sucederte!-inspire tratando de recuperar la calma, limpie las discretas gotas que cayeron pesadas una vez abiertos mis párpados -Y de tu sangre…- pare en cuanto la vi en la cama, pidiendo que regresará desde hace un rato, mismo que ignoré, el perro tras mis gritos se bajo y corrió a esconderse debajo del lecho, fui hacia allí, pretendiendo tomar asiento en una orilla — La sangre debe estar tibia, dentro de ti, la sangre fría no me alimenta como es debido- susurre con más calma, acercándome despacio hasta un costado de su cuello, recorriéndolo a besos hasta llegar a su yugular —No puedo lastimarte, ya te lo he dicho, más cuando una parte de mi siempre ha deseado tu sangre, ¿Porque sufro de esta manera Selena? ¿Porque tengo tanto miedo?- reconocí al final.
Esta vez no había sombras donde ocultar mi rostro, mi mirada rota, salvo su pelo, esa divina mata de cabello perfumado que me embriagaba hasta perder el sentido, tampoco había un escondite para mi alma abierta y sangrante y dudo que realmente desde hacia años existiera el lugar propicio para ella que no fuera el infierno a quien de hecho ya le pertenecía -Si tan solo hubiera sabido…- pensaba mientras intentaba escuchar atentamente -Si yo…- pero no pude continuar, sus palabras y sus caricias sabían como reconfortarme con la misma calidez que su cuerpo tibio después de haber sido mío de nueva cuenta, después simplemente no tuve fuerzas para resistirme a responder a su mirada, lentamente fui encontrándome con sus orbes brillantes y humanas, marrones y claras, era un infinito placer observarlos como si no hubiese un mañana puesto que a través de ellos podía leer su interior como si fuese un libro abierto, al sentir su mano, no pude evitar alcanzarla con la mía y cubrirla en su totalidad, mientras me entregaba por completo a su caricia -No sabes- pronuncie una vez que ella terminó con aquellas frases llenas de sinceridad -Cuanto he considerado desde el día en que te conocí, los motivos por los cuales he vagado por los senderos de la oscuridad durante dos siglos, cual fue el objetivo de vivir hasta ahora en completa agonía, siempre llego a la misma conclusión de entonces- asentí con firmeza y mi voz apenas era un hilo de voz, un vestigio del tono que solía utilizar con cualquier otro -Si hubiese vivido únicamente como Mulehim, seguramente jamás te conocería, hubiera muerto mucho antes de cumplir la edad mortal con la que morí al recibir esta… esta… maldición y esta cosa fu lo único que me ayudó a mantenerme con vida mientras esperaba tu llegada. Por vez primera le encuentro una utilidad benévola a todo esto—.
Ya no pudo continuar y yo sabía que era el culpable de aquello, yo que tan egoístamente había pensado únicamente en mi y no en lo que causaría en ella toda esta maldición acuestas, ella no tenía la sangre fría como yo, ella no odiaba lo suficientemente al mundo para lastimar a cada ser que se le pusiera por el frente, simplemente no estaba en su naturaleza, pero ¡Por el infierno! cuanto deseaba que permaneciera el resto de los siglos a mi lado, si un año de ausencia me estaba aniquilando y arrepentido había retornado fue porque no podía sobrevivir sin verla un solo día, solo con ella mi música adquiría fuerza, forma, solo ella me daba la inspiración para dar forma a mis creaciones en un pentagrama… pero ella se iría y esta ocasión no habría ningún poder, ninguna retorno que le reviviera para mí, solo… “Aprende a vivir solo” me recordé de la vieja y fastidiosa canción de mi creador -Solo al final… solo siempre- musite sin percatarme siquiera si me había escuchado o no -Ya no digas más mi pequeña rosa- dije tras un profundo suspiro -Tu debes seguir el curso de tu vida como mortal y yo el mío como el demonio que fui condenado a ser, solo quería hacerme consciente que así como hoy nuestros destinos están juntos, en algún mañana se han de distanciar, pero yo… quiero que sepas que pase lo que pase te amaré siempre- en la garganta un remolino de algo no me dejo continuar, me costaba trabajo seguir respirando su esencia, guarde silencio y me incorporé en el afán de ocultar mi dolor, tratando de evitar que ella no se sintiera obligada por lo apreciase en mi horrible faz, al fin y al cabo tuve la excusa del perro para alejarme de su lado y pensar en todo eso, ella quería además darme de su sangre, ¿que tan correcto sería confesarle que una parte de mi siempre la anhelado, que es por esa razón que no deseo tomarla de la manera en que me pedía, de la manera en la que pretendía entregarse y que a la vez algo me frenaba de forma inmediata impidiéndome hacerle el más mínimo daño?.
Le di la espalda una vez que puse al animal entre las sabanas, reflexivo y sabiendo que no la hacia desistir tan fácilmente de aquello, simplemente quería que el alba llegará al fin o que mi deseo fuera más fuerte para hacerla mía otra vez.
Me cruce de brazos mientras la escuchaba, negué de inmediato cerrando los ojos al instante pues la vista se había tornado borrosa gracias a algo en mis orbes —No decidas lo que no puedes hacer por mí Selena— espete con frialdad —Jamás debes renunciar a tu humanidad, obedecer al instinto de sacrificar lo que para ti representa dejar la luz del sol, por alguien como yo que no vale la pena y además, te da miedo la idea de matar— me mantuve en silencio por un par de minutos que se me hicieron siglos de repente —No tolerarías matar, no puedes sacrificarte por mí de esa manera ¿Entiendes?, fue algo egoísta tan siquiera haberlo mencionado, haberlo pensado… seguirás siendo una mortal porque para eso fuiste hecha, ¡No para estar con alguien como yo!- brame herido, desesperado, era el dolor el que gritaba, el que le decía cuanto me aquejaba ver la imposibilidad de su transformación por aquella forma de ser -¡Jamás estarás conmigo de la manera en que deseo y es a eso a lo que he de resignarme!¡No podría con la culpa si en el camino a esto algo llegará a sucederte!-inspire tratando de recuperar la calma, limpie las discretas gotas que cayeron pesadas una vez abiertos mis párpados -Y de tu sangre…- pare en cuanto la vi en la cama, pidiendo que regresará desde hace un rato, mismo que ignoré, el perro tras mis gritos se bajo y corrió a esconderse debajo del lecho, fui hacia allí, pretendiendo tomar asiento en una orilla — La sangre debe estar tibia, dentro de ti, la sangre fría no me alimenta como es debido- susurre con más calma, acercándome despacio hasta un costado de su cuello, recorriéndolo a besos hasta llegar a su yugular —No puedo lastimarte, ya te lo he dicho, más cuando una parte de mi siempre ha deseado tu sangre, ¿Porque sufro de esta manera Selena? ¿Porque tengo tanto miedo?- reconocí al final.
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
Era complicado de explicar lo que me hacía sentir, había salvado mi alma al demostrarme que el amor si existía de verdad, haciéndome creer que podía desear aquello mismo y que podía darlo sin reservas aun cuando creía que en mí, no existía para el género masculino y que con el tiempo terminaría como mi madre. Era por ello y por muchas más cosas por las que intentaba darle mi todo, intentar que viera que más allá de lo que veía él de sí mismo, había un hombre torturado al que se le tendía una mano para una nueva oportunidad bien merecida desde luego
Miraba sus ojos rojos, como las rosas perdiéndome un poco en ellos y soñando con la vida que pudiéramos vivir si no fuéramos tan distintos biológicamente porque a pesar del amor había un gran problema que nos distanciaba. Ladee un poco mi cabeza sin decir ni una sola palabras, solo entendiendo todo lo que decía y sintiendo muy adentro sus palabras – Amor ahora eres mi ángel de alas oscuras pero dentro de ti sigue existiendo ese niño que buscaba alguien que le cuidara como se merecía y gracias a que ahora eres lo que eres has podido encontrarlo… Estoy segura que me crearon para ti, para darte aquello que anhelabas, de no haber existido tú yo tampoco – Era algo que tenía claro… sin él yo no estaría aquí pues solo existía para él y una vida a su lado, sino no tendría sentido una efímera vida vacía y sin sentido, sin ninguna motivación por la que vivir o motivo por el que disfrutar de la vida– Yo no creo que sea una maldición cielo, solo otra jugada del destino que se nos pone en medio para aprender de ello y buscarle el lado positivo – O al menos era eso lo que intentaba hacerle ver, que no todo lo malo era tan malo, ni lo bueno era tan bueno
Negué al escuchar sus palabras que me pusieron muy muy triste pues ambos sabíamos la realidad de nuestra relación y como terminaría todo si o no me convertía en lo mismo que él, morir no me preocupaba pero si dejarle solo una vida eterna – Toda mi vida te amare mi ángel pero quiero una eternidad a tu lado – Era difícil asumir todo aquello pero para mí era importante que supiera que le necesitaba y que no le dejaría solo, que buscaría la forma de estar siempre a su lado
Deje al cachorrito en la cama tomando la sabana para poder levantarme al enrollarla en mi cuerpo mirándole de espaldas a mí, haciéndome sentir muy apenada por haber dado aquella idea que claramente le hacía daño - ¿Cómo sabes que no poder hacerlo? Una vida mortal, una vida lejos de ti, no tendría sentido… sentir como envejezco, ver en tus ojos la tristeza al verme apagarme. Sé que me aterroriza la idea de matar… pero más me aterroriza perderte – No entendía porque me hablaba de aquella forma fría, no le había dicho nada malo o al menos yo lo consideraba así porque en el fondo de mi sabía que nuestros pensamientos eran muy parecidos y nos torturaban de similar manera o incluso más a él que a mí. La forma en que me hablaba presagiaba algo horrible, sentir que se alejaba cada vez más de mí aunque estuviera cerca… de seguir así se alejaría para siempre y no por un año como hasta ahora. Probablemente de suceder terminaría como un alma en pena intentando descubrir que camino seguir – Déjame ser yo quien decida por favor - Quería abrazarle por la espalda pero tenía miedo ahora mismo de que cualquier cosa que hiciera pudiera salir mal por lo que volví a la cama a la posición que había estado anteriormente – Tómala entonces de mi… - Se escapó de mis labios un suspiro al sentir sus labios en mi cuello, de la sensación tan increíble que me provocaba, haciéndome estremecer y desear por más – Si tanto la deseas tómala mi ángel… yo te la ofrezco… Tienes miedo de herirme, sufres porque crees que no podrás controlarte pero yo creo en ti, sé que tu parte humana hará que solo tomes lo necesario – Confiaba en él y en que su parte humana podría más que su parte vampírica – Por favor… cree en que mi decisión será buena y todo irá bien, sino o sientes así… no funcionara – Le mire seria y totalmente segura de mis palabras – Si no lo haces por voluntad ahora que podrás controlarte, según pase el tiempo desearas más y más mi sangre y ahí no sabrás cuando parar – El perrillo seguía escondido debajo de la cama y ya no sabía bien que decirle pero unas pequeñas lagrimas brotaron de mis ojos – Si me vuelves a decir que no, no volveré a insistir, ni con la sangre, ni que me conviertas… pero esa última idea no desaparecerá de mi cabeza - Y si veia que nuestra vida juntos no funcionaba seria capaz de hacerme desaparecer para no lastimarle estando a mi lado, sacrificaria todo por no ser una tentacion que pudiera destruirle
Miraba sus ojos rojos, como las rosas perdiéndome un poco en ellos y soñando con la vida que pudiéramos vivir si no fuéramos tan distintos biológicamente porque a pesar del amor había un gran problema que nos distanciaba. Ladee un poco mi cabeza sin decir ni una sola palabras, solo entendiendo todo lo que decía y sintiendo muy adentro sus palabras – Amor ahora eres mi ángel de alas oscuras pero dentro de ti sigue existiendo ese niño que buscaba alguien que le cuidara como se merecía y gracias a que ahora eres lo que eres has podido encontrarlo… Estoy segura que me crearon para ti, para darte aquello que anhelabas, de no haber existido tú yo tampoco – Era algo que tenía claro… sin él yo no estaría aquí pues solo existía para él y una vida a su lado, sino no tendría sentido una efímera vida vacía y sin sentido, sin ninguna motivación por la que vivir o motivo por el que disfrutar de la vida– Yo no creo que sea una maldición cielo, solo otra jugada del destino que se nos pone en medio para aprender de ello y buscarle el lado positivo – O al menos era eso lo que intentaba hacerle ver, que no todo lo malo era tan malo, ni lo bueno era tan bueno
Negué al escuchar sus palabras que me pusieron muy muy triste pues ambos sabíamos la realidad de nuestra relación y como terminaría todo si o no me convertía en lo mismo que él, morir no me preocupaba pero si dejarle solo una vida eterna – Toda mi vida te amare mi ángel pero quiero una eternidad a tu lado – Era difícil asumir todo aquello pero para mí era importante que supiera que le necesitaba y que no le dejaría solo, que buscaría la forma de estar siempre a su lado
Deje al cachorrito en la cama tomando la sabana para poder levantarme al enrollarla en mi cuerpo mirándole de espaldas a mí, haciéndome sentir muy apenada por haber dado aquella idea que claramente le hacía daño - ¿Cómo sabes que no poder hacerlo? Una vida mortal, una vida lejos de ti, no tendría sentido… sentir como envejezco, ver en tus ojos la tristeza al verme apagarme. Sé que me aterroriza la idea de matar… pero más me aterroriza perderte – No entendía porque me hablaba de aquella forma fría, no le había dicho nada malo o al menos yo lo consideraba así porque en el fondo de mi sabía que nuestros pensamientos eran muy parecidos y nos torturaban de similar manera o incluso más a él que a mí. La forma en que me hablaba presagiaba algo horrible, sentir que se alejaba cada vez más de mí aunque estuviera cerca… de seguir así se alejaría para siempre y no por un año como hasta ahora. Probablemente de suceder terminaría como un alma en pena intentando descubrir que camino seguir – Déjame ser yo quien decida por favor - Quería abrazarle por la espalda pero tenía miedo ahora mismo de que cualquier cosa que hiciera pudiera salir mal por lo que volví a la cama a la posición que había estado anteriormente – Tómala entonces de mi… - Se escapó de mis labios un suspiro al sentir sus labios en mi cuello, de la sensación tan increíble que me provocaba, haciéndome estremecer y desear por más – Si tanto la deseas tómala mi ángel… yo te la ofrezco… Tienes miedo de herirme, sufres porque crees que no podrás controlarte pero yo creo en ti, sé que tu parte humana hará que solo tomes lo necesario – Confiaba en él y en que su parte humana podría más que su parte vampírica – Por favor… cree en que mi decisión será buena y todo irá bien, sino o sientes así… no funcionara – Le mire seria y totalmente segura de mis palabras – Si no lo haces por voluntad ahora que podrás controlarte, según pase el tiempo desearas más y más mi sangre y ahí no sabrás cuando parar – El perrillo seguía escondido debajo de la cama y ya no sabía bien que decirle pero unas pequeñas lagrimas brotaron de mis ojos – Si me vuelves a decir que no, no volveré a insistir, ni con la sangre, ni que me conviertas… pero esa última idea no desaparecerá de mi cabeza - Y si veia que nuestra vida juntos no funcionaba seria capaz de hacerme desaparecer para no lastimarle estando a mi lado, sacrificaria todo por no ser una tentacion que pudiera destruirle
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
Sus palabras hicieron que cada centímetro del alma putrefacta del humano llorara sin descanso ¿Como era posible todo aquello? ¿Y si estaba en medio de un sopor largo? ¿Si todo lo que veía, lo que sentía, la tibieza de su cuerpo desnudo no era más que un mero espejismo del que no tardaría en despertar? ¿O si era la soledad la que me estaba volviendo completamente loco?
Acurrucado en arco de su cuello, mantuve mi rostro cubierto con algunos de sus mechones de cabello, absorbiendo su aroma que me invitaba a tomarla una vez más. Mis ojos por mientras, estaban cerrados en acto de abnegación y sumisión ante mis deseos de no ver la realidad, no quería perderla, de pronto tenia tanto miedo por ella. Quizá eso era lo que al final me incomodaba, mi enfado, mi frialdad hacia ella podía deberse a que todo eso que se arremolinaba en mis adentros era tan ajeno… no estaba acostumbrado a ese tipo de sentimiento fuerte y recíproco, no estaba habituado a que otro tomará la decisión, en mi mundo de sombras donde he estado oculto y reinando desde siglos hasta nuestros días se había hecho mi completa voluntad , obligaba a quien fuera de maneras inimaginables y monstruosas en más ocasiones de las que puedo recordar, métodos salvajes que no podía ejercer sobre ella.
Meditando en silencio, repasaba nuestra historia, el como y el cuando nos habíamos conocido, esa noche que parecía haber acontecido ayer, todo lo impensable en un demonio como yo que al final había hecho por su causa, por mantenerla siempre a salvo, la manera tan delicada e inocente en que la hice mía por vez primera y la calidez de su cuerpo que envolvía en un intento por curar mis heridas -Hace poco tiempo atrás- susurre para ella, interrumpiendo aquel momento tan intimo -Nuestra historia apenas comenzaba, yo confieso haber estado temeroso de elegir cambiar la página y continuar… entendiendo que tu lo que intentas es ayudarme a lograrlo, que de acuerdo a lo que dictaba tu interior has hecho lo correcto, por eso te he dejado hacerlo…. porque tu provocas en mi una sumisión tal y completa a tus designios que para mi siempre han sido deseos que he de cumplir porque yo también así lo quiero- Asentí sintiendo en el entrecejo mi propia melancolía, de la propia agonía de mis sollozos enmudecidos -Me enseñaste a amar y a vivir aunque a veces, me niego a aceptarlo… comprendo que ambos en una medida diferente damos lo que podemos dar y tomamos aquello que nos merecemos, aunque yo… yo… sea lo que menos te mereces, a veces me veo en el espejo y me avergüenzo de lo que soy ante tus ojos… a veces siento que soy tan poco para ti y que sacrificios como el ofreces ahora no valen la pena por alguien como yo- me encogí en hombros -Que puedo decirte, siempre vivi así…en un tiempo en que sabía como terminaría mi historia- finalmente me atreví a verla a los ojos, mis extraños orbes carmesí haciendo contacto con la claridad la iris de los suyos -Me demostraste que estaba equivocado, dando vida al fantasma que me tortura, me tortura por completo sin trato a una tregua- suspire, alzando mis manos y acunando su rostro en ellas -Ah… mi pequeña Selena- y quizás en la sola mención de su nombre podía percibirse mi propio dolor -No llores mi niña, no me lastimes más- limpie sus lágrimas con mis pulgares -No llores por lo que mas ames, no lo hagas-.
Me detuve al hablar, la contemple con ternura -Jamás te he negado nada, ni lo haré en un futuro si me lo pides- comente con resignación en medio de un suspiro profundo. Mi dedo repaso los detalles de su barbilla y el tallo de su cuello, sintiendo su suavidad y su calor… volví a hundir mi rostro entre su cabello -Toma mi mano y no la vayas a soltar- indique con la voz ronca y entrecortada por el deseo, besé su piel mientras dentro de mi boca repase mis colmillos con la punta de la lengua -Procuraré cuidarte, no dejaré que nada te pase ni siquiera entre mis manos- entonces volví concentrando la vista en aquella preciada porción de piel que cubría su yugular y después solo me limite de prensarla con suavidad entre mis mandíbulas.
Que dulce era esa sensación, el sabor de su sangre, salada y tibia pasando por mi garganta despacio y delicadamente. No había sonido y tampoco podía saber si tomaba mi mano, estaba absorto en los latidos de su corazón que medía con el flujo del carmesí, saborear en mi la paladar el espesor del líquido me hacia estremecer, impidiéndome parar, quería más y más… la deseaba, quería su vida dentro de mí… eso quería, su vida y no me detendría hasta obtenerla por completo.
<< Confío en ti >> decía su voz en mi mente, abrí los ojos de inmediato y pensé en la existencia de actos ejecutados por un inmortal o por un humano que a veces no valía la pena al final del día. La ambición provocaba placer, si, pero este era solo un mero espejismo que tal vez nos daba la felicidad por unos breves instantes, después al consumarse el acto, simplemente llega una inevitable depresión o el desinterés total por el objeto o el deseo cumplido, al final simplemente se arrumba el recuerdo o se vive con la culpa por la forma en que fue alcanzado, es… como los niños con algún juguete nuevo, esta allí un tiempo, les provoca placer y felicidad el tocarlo, jugar o simplemente contemplarlo… luego termina arrumbado por algún rincón para siempre. Eso era lo que pasaría si tomaba a Selena completamente, la sed se saciaría con profundo placer pero la culpa me carcomería las entrañas y para colmo me quedaría sin la única persona que me hace sentir vivo, además ella y Edmond confiaban en mi ciegamente. Paré de repente sin saber cuanto tiempo había pasado y los restos de sangre que quedaron en mi boca ahora tenia un sabor amargo, lo odie.
Mis colmillos se vieron obligados a separarse de su piel y el demonio completamente atónito a lo que veía me reclamaba a gritos que terminará lo que empece, obviamente lo ignore -A ella no- pensé simplemente, cubriendo su herida con mi mano libre intentando curar algo que iba a tardar suficiente en cerrarse -Te amo mi pequeña rosa, no quise dañarte- clame con desespero -Perdóname, perdóname te lo ruego- estaba aterrado, no sabía como reparar el daño en su piel, como cerrar sus heridas… tenia mucho miedo de no haber frenado a tiempo -Dime que estas bien, por favor, dime que estas bien…- implore una vez más completamente arrepentido de haber accedido sin más a un deseo tan peligroso como aquel.
Acurrucado en arco de su cuello, mantuve mi rostro cubierto con algunos de sus mechones de cabello, absorbiendo su aroma que me invitaba a tomarla una vez más. Mis ojos por mientras, estaban cerrados en acto de abnegación y sumisión ante mis deseos de no ver la realidad, no quería perderla, de pronto tenia tanto miedo por ella. Quizá eso era lo que al final me incomodaba, mi enfado, mi frialdad hacia ella podía deberse a que todo eso que se arremolinaba en mis adentros era tan ajeno… no estaba acostumbrado a ese tipo de sentimiento fuerte y recíproco, no estaba habituado a que otro tomará la decisión, en mi mundo de sombras donde he estado oculto y reinando desde siglos hasta nuestros días se había hecho mi completa voluntad , obligaba a quien fuera de maneras inimaginables y monstruosas en más ocasiones de las que puedo recordar, métodos salvajes que no podía ejercer sobre ella.
Meditando en silencio, repasaba nuestra historia, el como y el cuando nos habíamos conocido, esa noche que parecía haber acontecido ayer, todo lo impensable en un demonio como yo que al final había hecho por su causa, por mantenerla siempre a salvo, la manera tan delicada e inocente en que la hice mía por vez primera y la calidez de su cuerpo que envolvía en un intento por curar mis heridas -Hace poco tiempo atrás- susurre para ella, interrumpiendo aquel momento tan intimo -Nuestra historia apenas comenzaba, yo confieso haber estado temeroso de elegir cambiar la página y continuar… entendiendo que tu lo que intentas es ayudarme a lograrlo, que de acuerdo a lo que dictaba tu interior has hecho lo correcto, por eso te he dejado hacerlo…. porque tu provocas en mi una sumisión tal y completa a tus designios que para mi siempre han sido deseos que he de cumplir porque yo también así lo quiero- Asentí sintiendo en el entrecejo mi propia melancolía, de la propia agonía de mis sollozos enmudecidos -Me enseñaste a amar y a vivir aunque a veces, me niego a aceptarlo… comprendo que ambos en una medida diferente damos lo que podemos dar y tomamos aquello que nos merecemos, aunque yo… yo… sea lo que menos te mereces, a veces me veo en el espejo y me avergüenzo de lo que soy ante tus ojos… a veces siento que soy tan poco para ti y que sacrificios como el ofreces ahora no valen la pena por alguien como yo- me encogí en hombros -Que puedo decirte, siempre vivi así…en un tiempo en que sabía como terminaría mi historia- finalmente me atreví a verla a los ojos, mis extraños orbes carmesí haciendo contacto con la claridad la iris de los suyos -Me demostraste que estaba equivocado, dando vida al fantasma que me tortura, me tortura por completo sin trato a una tregua- suspire, alzando mis manos y acunando su rostro en ellas -Ah… mi pequeña Selena- y quizás en la sola mención de su nombre podía percibirse mi propio dolor -No llores mi niña, no me lastimes más- limpie sus lágrimas con mis pulgares -No llores por lo que mas ames, no lo hagas-.
Me detuve al hablar, la contemple con ternura -Jamás te he negado nada, ni lo haré en un futuro si me lo pides- comente con resignación en medio de un suspiro profundo. Mi dedo repaso los detalles de su barbilla y el tallo de su cuello, sintiendo su suavidad y su calor… volví a hundir mi rostro entre su cabello -Toma mi mano y no la vayas a soltar- indique con la voz ronca y entrecortada por el deseo, besé su piel mientras dentro de mi boca repase mis colmillos con la punta de la lengua -Procuraré cuidarte, no dejaré que nada te pase ni siquiera entre mis manos- entonces volví concentrando la vista en aquella preciada porción de piel que cubría su yugular y después solo me limite de prensarla con suavidad entre mis mandíbulas.
Que dulce era esa sensación, el sabor de su sangre, salada y tibia pasando por mi garganta despacio y delicadamente. No había sonido y tampoco podía saber si tomaba mi mano, estaba absorto en los latidos de su corazón que medía con el flujo del carmesí, saborear en mi la paladar el espesor del líquido me hacia estremecer, impidiéndome parar, quería más y más… la deseaba, quería su vida dentro de mí… eso quería, su vida y no me detendría hasta obtenerla por completo.
<< Confío en ti >> decía su voz en mi mente, abrí los ojos de inmediato y pensé en la existencia de actos ejecutados por un inmortal o por un humano que a veces no valía la pena al final del día. La ambición provocaba placer, si, pero este era solo un mero espejismo que tal vez nos daba la felicidad por unos breves instantes, después al consumarse el acto, simplemente llega una inevitable depresión o el desinterés total por el objeto o el deseo cumplido, al final simplemente se arrumba el recuerdo o se vive con la culpa por la forma en que fue alcanzado, es… como los niños con algún juguete nuevo, esta allí un tiempo, les provoca placer y felicidad el tocarlo, jugar o simplemente contemplarlo… luego termina arrumbado por algún rincón para siempre. Eso era lo que pasaría si tomaba a Selena completamente, la sed se saciaría con profundo placer pero la culpa me carcomería las entrañas y para colmo me quedaría sin la única persona que me hace sentir vivo, además ella y Edmond confiaban en mi ciegamente. Paré de repente sin saber cuanto tiempo había pasado y los restos de sangre que quedaron en mi boca ahora tenia un sabor amargo, lo odie.
Mis colmillos se vieron obligados a separarse de su piel y el demonio completamente atónito a lo que veía me reclamaba a gritos que terminará lo que empece, obviamente lo ignore -A ella no- pensé simplemente, cubriendo su herida con mi mano libre intentando curar algo que iba a tardar suficiente en cerrarse -Te amo mi pequeña rosa, no quise dañarte- clame con desespero -Perdóname, perdóname te lo ruego- estaba aterrado, no sabía como reparar el daño en su piel, como cerrar sus heridas… tenia mucho miedo de no haber frenado a tiempo -Dime que estas bien, por favor, dime que estas bien…- implore una vez más completamente arrepentido de haber accedido sin más a un deseo tan peligroso como aquel.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
No había ninguna prisa, teníamos toda la noche para nosotros, disfrutar del otro y hacer que fuera una noche inolvidable como lo serian todas y cada una que estuviéramos juntos. Acaricie su cabello mientras se ocultaba en mi cuello. Desde que le conocí todo había cambiado para mi, mis pensamientos, mi corazón, quería ser todo aquello que necesitaba pero sin llegar a cambiar por completo mi forma de ser. Solo intentaba ser su apoyo y aunque sabía que era complicado para él confiar en la gente que tanto daño le había hecho, yo luchaba por hacer que abriera un trocito de su corazón para mí, que sintiera que a mi lado no debía temer nada, no le daría de lado, ni le juzgaría nunca
Cerré los ojos escuchándole con atención con un deje de sorpresa y en parte pena, le estaba convirtiendo en alguien que no era y eso quizás podría volverse en contra de ambos, pues podía terminar odiando el cambio – Yo no quiero que cambies tu forma de ser por mí, me enamore de ti como eras el día que te vi en el cementerio y eso no cambiara nunca – No sabía cómo intentar animarle ya, de hecho escucharle hablar solo provocaba que pequeñas lagrimas salieran de mí y le abrazara mucho más fuerte – Eres lo que merezco, sino lo fueras… no podría estar a tu lado y lo sabes, sabes del miedo que tenía por los hombres y que gracias a ti lo supere pero solo contigo, todo lo que hago y te doy es porque siento que en verdad eres el único que se lo merece, el indicado… mi vida – Le mire a los ojos con una sonrisa tierna acariciando su mejilla – No puedo evitarlo – Deje que me quitara las lágrimas cerrando los ojos – Siempre estaré con una sonrisa cuando tengo delante a la persona que amo – Y me refería claramente a él porque él era mi otra mitad y yo sabía que alguien en el cielo había hecho que fuera quien es para poder llegar a mis días y a mí que ese día me cruzara en su camino de la manera más astuta posible, pues no haber sido por su ayuda ahora mismo no estaría a su lado, sino en otra tumba fría, estropeada por el clima a no tener nadie que la visitara. Tome su mano entrelazando nuestros dedos y cerrando los ojos al sentir sus labios suspirando – Lo se mi ángel, creo en ti – Note sus colmillos rasgando las partículas de mi piel pero sin emitir ningún ruido
Era una sensación extraña lo que me producía sentir como la sangre abandonaba mi cuerpo, era entre calor y frio y al mismo tiempo me hacía estremecer. Seguía tomando su mano sin querer soltarla acariciando con mi pulgar la zona de su piel a la que llegaba pero entonces empecé a notar un ligero mareo que hizo que apretara un poco su mano pero de cualquier manera seguía sin decir nada, tenía que confiar en él y en que sería capaz de parar – Te amo mi ángel, esta todo bien – Abrí los ojos un poco cansada probablemente por la pérdida de sangre pero con una sonrisa en mis labios, notando mi boca reseca y costandome un poco hablar – No tengo nada que perdonarte, yo sé lo que hice y no me arrepentiré nunca de ello – Estire mi brazo con pesadez acercándola a su mejilla dejándola ahí sin moverla – Estoy bien, solo estoy un poco mareada – No quería preocuparle más de lo que ya estaba pero tampoco podía mentirle porque en mi cara se notaba la diferencia - ¿Cómo estás tú? ¿Cómo te sientes? – Quería saber si le había hecho bien, si le había servido de algo pero sobre todo saber si había sido bueno o malo - Solo no me dejes sola ahora... quedate un ratito mas conmigo, por favor
Cerré los ojos escuchándole con atención con un deje de sorpresa y en parte pena, le estaba convirtiendo en alguien que no era y eso quizás podría volverse en contra de ambos, pues podía terminar odiando el cambio – Yo no quiero que cambies tu forma de ser por mí, me enamore de ti como eras el día que te vi en el cementerio y eso no cambiara nunca – No sabía cómo intentar animarle ya, de hecho escucharle hablar solo provocaba que pequeñas lagrimas salieran de mí y le abrazara mucho más fuerte – Eres lo que merezco, sino lo fueras… no podría estar a tu lado y lo sabes, sabes del miedo que tenía por los hombres y que gracias a ti lo supere pero solo contigo, todo lo que hago y te doy es porque siento que en verdad eres el único que se lo merece, el indicado… mi vida – Le mire a los ojos con una sonrisa tierna acariciando su mejilla – No puedo evitarlo – Deje que me quitara las lágrimas cerrando los ojos – Siempre estaré con una sonrisa cuando tengo delante a la persona que amo – Y me refería claramente a él porque él era mi otra mitad y yo sabía que alguien en el cielo había hecho que fuera quien es para poder llegar a mis días y a mí que ese día me cruzara en su camino de la manera más astuta posible, pues no haber sido por su ayuda ahora mismo no estaría a su lado, sino en otra tumba fría, estropeada por el clima a no tener nadie que la visitara. Tome su mano entrelazando nuestros dedos y cerrando los ojos al sentir sus labios suspirando – Lo se mi ángel, creo en ti – Note sus colmillos rasgando las partículas de mi piel pero sin emitir ningún ruido
Era una sensación extraña lo que me producía sentir como la sangre abandonaba mi cuerpo, era entre calor y frio y al mismo tiempo me hacía estremecer. Seguía tomando su mano sin querer soltarla acariciando con mi pulgar la zona de su piel a la que llegaba pero entonces empecé a notar un ligero mareo que hizo que apretara un poco su mano pero de cualquier manera seguía sin decir nada, tenía que confiar en él y en que sería capaz de parar – Te amo mi ángel, esta todo bien – Abrí los ojos un poco cansada probablemente por la pérdida de sangre pero con una sonrisa en mis labios, notando mi boca reseca y costandome un poco hablar – No tengo nada que perdonarte, yo sé lo que hice y no me arrepentiré nunca de ello – Estire mi brazo con pesadez acercándola a su mejilla dejándola ahí sin moverla – Estoy bien, solo estoy un poco mareada – No quería preocuparle más de lo que ya estaba pero tampoco podía mentirle porque en mi cara se notaba la diferencia - ¿Cómo estás tú? ¿Cómo te sientes? – Quería saber si le había hecho bien, si le había servido de algo pero sobre todo saber si había sido bueno o malo - Solo no me dejes sola ahora... quedate un ratito mas conmigo, por favor
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
Jamás había estado en medio de una encrucijada que más allá de mortífera, cual era mi naturaleza, se veía completamente humana. Con ella, una parte del hombre, del mortal que alguna vez existió siempre lograba despertar y hacerme sentir como un miserable, quizás mi pequeña Selena terminaba siendo el castigo de tantos años de maldad y a la vez el consuelo y el cobijo de unos brazos, de un amor que hace siglos solo podía llegar a aspirar, a volcarlo realidad en una nota, en una pieza, en obra de arte.
La encrucijada en la que me encontraba, únicamente consistía en el hecho si debía decirle o no la verdad de lo que sentía. Sabía que en sus preguntas iba implícita la corroboración si todo había sido un acierto o un completo error, no sabía que decirle porque para esos momentos ni yo lo sabía, estaba perdido entre el sabor amargo de la sangre que había arrebatado, la imagen atroz de mis colmillos rasgando su piel y el contacto de su mano en la mejilla más horripilante del mundo, cuantas ganas sentí de irme, cuantas eran las ganas de tornar a su cuello y acabar con su vida, de beber lo que hacia falta, pero al matarle, tenia por bien sabido que era cometer mi suicidio.
Lo que creí que sucedería ni siquiera estuvo cerca de ocurrir, mis raíces gitanas parecieron ser una completa mentira como toda mi existencia, lejos de perder el interés o de llegar a despreciarla, todo lo que sentía por ella solo logro volverse cada vez más letal para el demonio, más reconfortante para el humano y más confuso para el hijo de la muerte. Las fábulas y los cuentos de las culturas antiguas parecieron hacerse realidad conmigo, el mito de que la muerte se podía enamorar de algo vivo estaba completamente latente en aquella escena, en la forma en como sentía que la miraba, desviando la vista y luego regresando hacia ella de una forma demasiado tímida para un hombre que se encargado de examinar a París de manera completa.
Era una escena tal que hasta el mismo Gianfrancesco Straparola, el que realizó un miserable cuento donde la muerte disfrazado de un leproso le concede a una joven encadenada la bendición de perecer tras su desdicha, hubiese cambiado todo con tal de escribir lo más parecido que se pudiera lo sus ojoso contemplaban en aquella escena, donde era una mujer bondadosa, disfrazada de rosa que se compadecía de la muerte dando para ella la bendición de la vida.
—Todo está bien- me limite a decir, no me atrevía a verle directamente, ni a tocarla tampoco, era un cuerpo inútil tratando de hacer algo por el alma podrida de su dueño —Lo has hecho bien, pero… debes entender que yo…- no podía decir más, no podía decir que era con brutalidad como mataba, describir cada asesinato con los detalles suficientes, no tenía el valor —No estoy acostumbrado a esto, yo no… puedo hacerte esto, confió en ti pero yo no confió en mi- baje la mirada intentando volcarme en la oscuridad sin éxito alguno —Tengo un pasado Selena, un pasado que ha marcado mi presente hasta tu llegada, es una sombra que a veces se va cuando tu estas pero otras… no soy capaz de echarle, esa sombra a pisoteado mis rosas, me las ha arrebatado y no quiero que a esta, a la que más amo también se la lleve— Con esto y por primera vez podría decirle que tenía miedo, pavor de mi mismo pero era demasiado orgulloso y no estaba acostumbrado a decir nada más de lo que podía aparentar en superficie —Probablemente, deberé acostumbrarme- inquirí intentado consolar y no hacerla sentir que su sacrificio fuera en vano —Debo, acostumbrarme a verte de esta manera, a confiar en que nada vendrá a irrumpir mi acto, a que después de todo esto tu estarás a salvo y con vida…- la envolví en mis brazos, tomándola por las caderas, luego y aun con la debilidad de su cuerpo logré que su cabeza reposara en mi pecho, la estreche fuerte, sin lastimarle, hundí mi rostro en sus cabellos para embriague y tranquilizarme con su aroma —Mi Selena- susurré con el aliento tibio —No temas que jamás te dejaré, sin importar lo que pase, si algún día ya no esté presente en forma tangible— haciendo referencia a los miedos que nos invadieron cuando el infeliz de Shadow me buscaba y otros más que tras las peleas de las dos máscaras de la noche han interesado aún empañan su amor de pánico, juré… por segunda vez juré, pero esta vez por algo que implicaba la vida misma, la suya -Buscaré la manera de estar contigo, a tu lado siempre…- bese sus labios solo por un momento, sin saber cual sería su respuesta -Si tu decides que fue demasiado para tu cuerpo lo que acabas de hacer, te pido me lo digas— asentí con los ojos cerrados -Y jamás volveré a tocarte en la forma más mortífera que mi estirpe tiende en convertirse-.
La encrucijada en la que me encontraba, únicamente consistía en el hecho si debía decirle o no la verdad de lo que sentía. Sabía que en sus preguntas iba implícita la corroboración si todo había sido un acierto o un completo error, no sabía que decirle porque para esos momentos ni yo lo sabía, estaba perdido entre el sabor amargo de la sangre que había arrebatado, la imagen atroz de mis colmillos rasgando su piel y el contacto de su mano en la mejilla más horripilante del mundo, cuantas ganas sentí de irme, cuantas eran las ganas de tornar a su cuello y acabar con su vida, de beber lo que hacia falta, pero al matarle, tenia por bien sabido que era cometer mi suicidio.
Lo que creí que sucedería ni siquiera estuvo cerca de ocurrir, mis raíces gitanas parecieron ser una completa mentira como toda mi existencia, lejos de perder el interés o de llegar a despreciarla, todo lo que sentía por ella solo logro volverse cada vez más letal para el demonio, más reconfortante para el humano y más confuso para el hijo de la muerte. Las fábulas y los cuentos de las culturas antiguas parecieron hacerse realidad conmigo, el mito de que la muerte se podía enamorar de algo vivo estaba completamente latente en aquella escena, en la forma en como sentía que la miraba, desviando la vista y luego regresando hacia ella de una forma demasiado tímida para un hombre que se encargado de examinar a París de manera completa.
Era una escena tal que hasta el mismo Gianfrancesco Straparola, el que realizó un miserable cuento donde la muerte disfrazado de un leproso le concede a una joven encadenada la bendición de perecer tras su desdicha, hubiese cambiado todo con tal de escribir lo más parecido que se pudiera lo sus ojoso contemplaban en aquella escena, donde era una mujer bondadosa, disfrazada de rosa que se compadecía de la muerte dando para ella la bendición de la vida.
—Todo está bien- me limite a decir, no me atrevía a verle directamente, ni a tocarla tampoco, era un cuerpo inútil tratando de hacer algo por el alma podrida de su dueño —Lo has hecho bien, pero… debes entender que yo…- no podía decir más, no podía decir que era con brutalidad como mataba, describir cada asesinato con los detalles suficientes, no tenía el valor —No estoy acostumbrado a esto, yo no… puedo hacerte esto, confió en ti pero yo no confió en mi- baje la mirada intentando volcarme en la oscuridad sin éxito alguno —Tengo un pasado Selena, un pasado que ha marcado mi presente hasta tu llegada, es una sombra que a veces se va cuando tu estas pero otras… no soy capaz de echarle, esa sombra a pisoteado mis rosas, me las ha arrebatado y no quiero que a esta, a la que más amo también se la lleve— Con esto y por primera vez podría decirle que tenía miedo, pavor de mi mismo pero era demasiado orgulloso y no estaba acostumbrado a decir nada más de lo que podía aparentar en superficie —Probablemente, deberé acostumbrarme- inquirí intentado consolar y no hacerla sentir que su sacrificio fuera en vano —Debo, acostumbrarme a verte de esta manera, a confiar en que nada vendrá a irrumpir mi acto, a que después de todo esto tu estarás a salvo y con vida…- la envolví en mis brazos, tomándola por las caderas, luego y aun con la debilidad de su cuerpo logré que su cabeza reposara en mi pecho, la estreche fuerte, sin lastimarle, hundí mi rostro en sus cabellos para embriague y tranquilizarme con su aroma —Mi Selena- susurré con el aliento tibio —No temas que jamás te dejaré, sin importar lo que pase, si algún día ya no esté presente en forma tangible— haciendo referencia a los miedos que nos invadieron cuando el infeliz de Shadow me buscaba y otros más que tras las peleas de las dos máscaras de la noche han interesado aún empañan su amor de pánico, juré… por segunda vez juré, pero esta vez por algo que implicaba la vida misma, la suya -Buscaré la manera de estar contigo, a tu lado siempre…- bese sus labios solo por un momento, sin saber cual sería su respuesta -Si tu decides que fue demasiado para tu cuerpo lo que acabas de hacer, te pido me lo digas— asentí con los ojos cerrados -Y jamás volveré a tocarte en la forma más mortífera que mi estirpe tiende en convertirse-.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Un distinto amanecer (Selena Scander) +18
Aunque lo intentaba no era nada facil para mi entender que pasaba por la cabeza de mi angel en momentos como este o quizas si lo entendi y no quera aceptarlo, pues sabia lo que despertaba en él a pesar de que no me lo habia dicho con palabras sus gestos me demostraban en la gesta en la que se encontraba, si dejarse llevar por el vampiro que era o dejar salir la humanidad que aun tenia y le hacia verse vulnerable y lo que mas me dolia era que no podia ayudarle de ninguna forma
- ¿Seguro mi amor? No pareces convencido de ello - El que no me mirara no era buena señal y mucho menos el no sentir su piel sobre la mia, era como sentirme vacia... - Esta bien lo entiendo... Se que debio ser muy dificil y estoy muy orgullosa de ti por lo que no volvere a pedirte algo asi, no quiero ver como sufres por mi culpa - Verle asi me destrozaba el corazon, bese su frente cuando bajo la mirada por primera vez no sabia que decirle para aliviarle todo lo que sentia dentro de su ser - Eso no sucedera nunca, nadie ni nada me hara alejarme de ti, ni siquiera tu mismo podras lograrlo - Le abrace con toda la fuerza de la que disponia en ese momento que no era mucha pero necesitaba hacerle saber que estaba ahi y que no desapareceria. La escena cambio completamente, era él quien intentaba animarme quedandome en su pecho relajando a pesar de qur mi interior estaba angustiado y gritando por decirle que haria lo que fuera por él, por la persona que me habia dado todo sin pedirme nada a cambio, que me habia enseñado lo hermoso que era entregarse en cuerpo y alma a esa persona especial, como todos mis miedos habian desaparecido - Lo mismo te digo mi angel, siempre estare a tu lado pase lo que pase - Era una clara promesa de que ni siquiera la muerte podria separarme - Se que lo haras y eso me da miedo... No quiero que condenes tu alma - Le devolvi el beso sintiendo un millon de sensaciones inexplicables - Solo estoy un poco cansada y mareada pero estoy bien, puedo con ello mi angel de alas negras
- ¿Seguro mi amor? No pareces convencido de ello - El que no me mirara no era buena señal y mucho menos el no sentir su piel sobre la mia, era como sentirme vacia... - Esta bien lo entiendo... Se que debio ser muy dificil y estoy muy orgullosa de ti por lo que no volvere a pedirte algo asi, no quiero ver como sufres por mi culpa - Verle asi me destrozaba el corazon, bese su frente cuando bajo la mirada por primera vez no sabia que decirle para aliviarle todo lo que sentia dentro de su ser - Eso no sucedera nunca, nadie ni nada me hara alejarme de ti, ni siquiera tu mismo podras lograrlo - Le abrace con toda la fuerza de la que disponia en ese momento que no era mucha pero necesitaba hacerle saber que estaba ahi y que no desapareceria. La escena cambio completamente, era él quien intentaba animarme quedandome en su pecho relajando a pesar de qur mi interior estaba angustiado y gritando por decirle que haria lo que fuera por él, por la persona que me habia dado todo sin pedirme nada a cambio, que me habia enseñado lo hermoso que era entregarse en cuerpo y alma a esa persona especial, como todos mis miedos habian desaparecido - Lo mismo te digo mi angel, siempre estare a tu lado pase lo que pase - Era una clara promesa de que ni siquiera la muerte podria separarme - Se que lo haras y eso me da miedo... No quiero que condenes tu alma - Le devolvi el beso sintiendo un millon de sensaciones inexplicables - Solo estoy un poco cansada y mareada pero estoy bien, puedo con ello mi angel de alas negras
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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