Jaula de Oro [Lithia]

Desperté  entre cuatro paredes, un cuenco de agua a un lado y que vertí sin querer, aún veía borroso, no se dónde estoy y mi alrededor no me ayuda a descubrirlo. Quiero llevarme la mano a la cabeza, me duele, me siento aturdida, pero no llego a hacerlo algo me lo impide varias veces que lo intento, creyendo que es mi torpeza u el estado físico en el que me encuentro, para asegurarme tire varias veces y al mismo tiempo, haciéndome daño en las muñecas por culpa de los grilletes que me mantiene prisionera aquí.

Oigo paso hacia mi celda pero se detiene antes en otras, mas voces de otras mujeres, ¿Que está pasando aquí?, fruncí el ceño mirando hacia  la puerta, tratando enfocar la mirada y ver más claro que al principio y parece que lo consigo, instante en el que vienen a buscarme también. Muestro mala cara pero parece importarle poco, reí interiormente. Pretendía golpearle en el instante en el que se acercara para llevarme y escapar.

Sin ningún tipo de miramiento lo hice, pero idiota de mí creyendo que se quedaría quieto me soltó un bofetón que puso ardiente la mejilla, no quedo marca de ello y tampoco le convenía que así fuera, restaría el coste.

Gire la cara, mirando al frente, siendo levantada de golpe una vez quitó aquél enganche me anclaba a suelo, moví la cara para quitarme los pelos de la cara y camine en el siguiente tirón, poniéndome en fila junto al resto, yendo en fila india hacia el exterior.

Caminando por las calles con los pies descalzos a un paso lento, miradas  indiferentes a un lado y a otro con gesto desagradable como el mío u peor al vernos como  un escalón bajo en la sociedad, ¡estúpidos!, pensé mientras fulminante mire a quien osaba cuchichear a mi paso, su gesto no cambia pero si calla que es lo que pretendía.

Una vez llegamos a la plazoleta central, nos suben a un escalón, volviendo a encadenarnos usando los  extremos ,engachachandolo al poste de cada lado, quedando tirante y teniendo la mínima posibilidad de movernos, aunque tampoco podía hacerse gran cosa si tanto tus manos como tus pies están unidos por una cadena mas.

Mire al frente, viendo como el gentío pasaba indiferente, otros se quedaban a mirar otros cuchicheaban otros reian por la situación en la que  nos encontrabamos.Mire a los lados al resto de compañeras a las cuales les parecía que insinuarse hacia cualquier paseante  llamaría a un comprador las liberaría-Fulanas...- pensé en alto mientras las miraba hacer. Ellas no se quedaron con la boca cerrada y susurraron alguna que otra palabra mal sonante, tiraba de cadenas molesta y yo solo reí,¿a caso creen que me importan sus comentarios?, me dije.

Sin embargo yo sin ni siquiera hacerlo parece ser que tuve esa mala suerte de que se fijaran en mí, volví la cara para saber con quién hablaba el mercader de esclavas, clave la mirada a quien pretendía venderme. Hablaron entre ellos el precio, las características en un inicio parecia no estar de acuerdo pero finalmente acepto después de que le susurrara por lo bajo, la flor sin desflorar.

-Tres mil francos, señor...-hace una pausa para mirarme y de nuevo al contrario-...Teniendo en cuenta lo que os dije, merece la pena..¿no cree?-dijo, mientras alzaba la mano para estrecharla y cerrar el trato.

El murmullo ya era mas notorio, uniéndose a la de las fulanas deseosas de ser vendidas de esa manera, como objeto de uso. Me niego y espero a que aquello que hablan entre ellos acabe en negativa, aunque creo que según iban encaminados los pasos del mercader al escalón donde nos tenían encadenadas y esa sonrisa avariciosa que poco después mostraba frente a mí, mientras me desencadenaba, era fácil saber que me equivocaba.

Moví las cadenas tirando de ellas, apartándolas de quien me tiene, siendo abofeteada poco después con el dorso de la mano libre mientras agarraba rápido los grilletes  con la otra. Guiándome, llevando los pies a rastras, haciendo pesada su carga de manera que tenía que tirar  con mas fuerza.

Los allí presentes solo se dedicaban a mirar, lo veían  como algo normal sin tan siquiera revelarse ante lo que estaba pasando; <<¡ojalá mueran de peste!,¡ojalá que mueran mientras duermen!>>, pensé para si al ver  a quienes me rodean según avanzaba a estar en manos de quien  me compro ,depositando las cadenas a manos contrarias.

Mirada desafiante y desapruebo muestro pero soy ignorada u así me lo parece ya que procede a hacerme caminar y a hablarme de condiciones, que cree cumpliré, sonreí burlona sin darme cuenta de que también lo hice exteriormente y no sé como se tomara, pero ¿acaso me importa?, me dedique a mirar fijamente mientras terminaba de dar sus órdenes sin soltarme de brazo.

Trate de mirar a  otro lado, mover mis pies en dirección contraria a la que me pedía, me frustraba que aunque interiormente mandaba a mi cerebro hacer  una determinada acción, acabaría haciendo lo contrario a lo que deseaba, lo que produjo cierta confusión de lo que estaba ocurriendo realemnte.

Clave mis pupilas en sus pupilas y  di los primeros pasos a la dirección en la que él avanzaba.Mantuve mi silencio unos segundos  y de nuevo la risa hizo aparición-¿sería algo estúpido,no cree?-eleve una ceja y no me corté en decir lo que en ese momento me pasaba por la cabeza-...¿sería un gasto estúpido,no?-frunci el ceño en esa corta pausa-..pero no lo dude intetaré huir de alguna manera, lo haré..-pensé en alto,cerrando la boca sin intención  de volver a abrirla, al menos que hubiera necesiadad.

Así es, ¿para que si no vuestro interés en compararme?-fruncí el ceño en el instante que mencionaba que habría un fin en aquella acción y lo sabía y así le hice saber-...insisto ,sería estúpido si cada acción no tuviera un fin, ya sea para beneficiarse uno mismo u a otros-dije de carrerilla antes de que de nuevo mi voluntad fallara ,guiando mis pasos, arrastrando los grilletes a mi paso a no se dónde fuéramos.

Observe su forma de actuar, su forma en la que inicialmente me trataba, alzando la voz como si eso le diera mas autoridad sobre mi, pero se equivocaba, solo sacaría rebeldía y algún que otro dolor de cabeza que tardaría en aliviar. Aún era pronto para dejarme ver, aún era pronto para dar a ver mis intenciones, que no fueran palabras pronuncias que bien podría interpretarse como lo que son, palabras, que fácilmente la breve brisa de esta noche arrastrara.

Conforme avanzaba me fijaba a mi alrededor, me parecía curioso que a estas horas hubiesen luces encendidas, sombras en movimiento tras los cristales o gente deambulando por esta zona de la ciudad;-<<¿no hay toque de queda?>>-pensé-,aunque supongo que según veía, la respuesta saldría por si sola.

No detuve mis pasos en ningún momento y no por que no quisiera, me dolían los pies sin ser causante el tiempo andado, si no por las piedrecillas, astillas  u otros materiales que a causa de las rodadas de los carruajes u bien por el arrastre bajo los zapatos de cada uno de los habitantes de Paris, acabaron bajo mis pies clavándose en las plantas, dificultándome un poco cada paso .No escuchó queja alguna, pero mi gesto fruncido por el dolor revelarían lo que no digo, aunque a quien le importaba, supongo que a mi comprador era solo un detalle sin importancia, mientras cumpliera con su fin, lo dejó bien claro.

No era suficiente con el sonido de las cadenas arrastrandose,que también se unió el hambre, haciéndome crujir el estómago sin poder evitar que el mismo saliera al exterior. Me encogí un poco, curve las cejas mirándole de reojo unos segundos hasta volver a mirar al frente  y en silencio aunque no duro demasiado, hablé.

-¿Acaso no pararemos a comer?-fruncí el ceño, relajando poco después ambas cejas-¿me matarás de hambre?,¿este es tu fin hacia mi?-dije, tirando hacia a mi su brazo, moviéndonos a un lado.

D
ejo escapar una risa entre mis labios ante tal pregunta que deja sin respuesta y que yo callo, mordiéndome la lengua y volviendo a reír con brevedad, ¿de verdad quería jugar así, responder con otra pregunta?;pensé para mi mientras caminaba a su lado, arrastrando aún las cadenas y deteniéndonos de golpe sin saber el motivo exacto.

Fruncí el ceño poco después al ver lo que hacía, reí con malicia  sin emitir sonido marcándola en mis labios, mirando de reojo como era liberada de aquellas incómodas cadenas que con su roce seguramente dejarían rojez. Por fin libre, por fin podía irme…Pero estos malditos pies no me respondían con la rapidez que suponía, ¡maldita magia negra!,¿Cómo si no podía influir así?.Me sentía idiota, intentando tan simple movimiento, un amago en la  mente, un movimiento incoherente para el otro que solo veía encoger los dedos.

Fingí una sonrisa poco dibujada para intentar disimular y a riesgo que fuera parte de esa incoherencia u quien sabe si lo interpreta como quiero que crea –gratitud–;Me quedé mirando, fijándome principalmente esos ojos marrones, viéndome reflejada en sus pupilas el tiempo que él me miraba hasta reincorporarse y quedarse a mi lado otra vez-¿íbamos a comer?-me pregunte, pero no, ¿Cómo iba a satisfacer las necesidades del otro?. Sentí un tirón, un apretón de manos llevándome de nuevo hacia adelante a prisa, sacándome de ese estado pensativo, de no saber que haremos.

De inmediato quite su mano, fruncí ligeramente el ceño- no pienso cogerte de la mano...-dije sacando mi peor habla. Miré al frente, observe a mi alrededor mientras frotaba ambas manos de manera que volviera a sentir calor, el robado por la ajena.

-¿Primero los caballeros?-murmuré mientras movía los ojales a  un lado y a otro para tratar de ubicarme en la oscuridad, aunque era difícil después de meternos por uno de los tantos callejones. Solo veía  dos paredes, una entrada, una salida, ambas pudiendo ser lo contario, debía intentarlo ahora que por fin el aturdimiento se desvanecía y no me sentía manipulada por esa magia negra o si no me temo no habría otra oportunidad.

Me decidí por el camino a mi izquierda para no tener que volver a pasar la esquina y dar menos posibilidades a mi captor de volver a cogerme. Corrí en cuanto cogí impulso suficiente como para emprender la carrera y huir de allí…

C orría tan rápido como podía, intentando mantener el ritmo hasta tener una a distancia lo suficientemente grande con mi captor. Tenía que salvarme, no podía acabar encerrada de nuevo, quería continuar la búsqueda de algo nuevo, lograr un futuro diferente del que esperaba escapar y no pude, me temo.

¿Cómo era posible?, no vi a nadie, como tampoco aquello que seguía molestándome y clavándose en las plantas de los pies mientras avanzaba en la oscuridad, hacia una salida que ahora no existe. Me tropecé con pies ajenos, alcé la cara y fruncí el ceño al verlo de cerca. Esa barba recortada, dibujando una perilla que quedaba acorde con sus facciones, resaltando su atractivo a ojos extranjeros y que en este caso no eran los míos. Parpadee y alce la mano cerrado en un puño lo justo para golpearle la cara con la mayor de las fuerzas, fue en vano después de que algo me frenara mi acción.

-¿Qué diablos?-dije con mal genio al contrario. Observe aquello que me retiene y tiré como si eso me liberase de las cadenas. Escuché con atención su argumento y asomé  una sonrisa similar  a  la suya  pero sin emitir sonido alguno.

Obseve aquello colmillos que asomaban por su boca,-¿debería sentir miedo?-pensé alto, sin poder detenerme. Alce ambas cejas y sin apartar la mirada de ellos.Los bellos cortos de mis brazos se pusieron de punta, contradiciendo  mi actitud frente a él.

-¿Un amo?,jajajaja-negue de inmediato  después de reir con cierto nerviosismo,antes de continuar-Tú no eres mi amo, ni yo tampoco so soy na..d...-dije, siendo interrumpida, vencida hacia adelante por su tirón me ataraía hacia él,asegurandose de que no me movia con un fuerte agarre.

Me hacia daño, podía notar con la yemas de sus dedos quedaban sobre los huecos de mis costillas, haciendo presión para separarlas ligeramente.Aún podía respirar al ser moderada  la molestia, pero si apretaba mas podía incluso entrecortar la respiración,aunque no creo que le convenga dañar a su nueva presa.

-¿A donde vamos?-dije clavando la mirada en él, mientras me veía forzada a caminar,sintiendo dolor a cada paso en los que sus dedos se movian de la posición inicial,siendo vista una queja muda en mi rostro.