No es lo que estás pensando || Privado

por **Andromeda1** Vie Ago 07, 2015 10:53 pm

Traslucidos momentos que saben a agonía
No mires ahí o te puedes equivocar
Si buscas más hallaras lo que no puedes soportar
Locura insana en mente más cuerda que ninguna otra

Con los claros rayos del astro sol los estudiantes con el sonar de una campana estruendosa salían para cambios de horas y recesos lo que hacía que varios de ellos recorran el campus y sus alrededores, los jardines se llenaban de grupos de personas en busca de un momento intimo para olvidar las pesadas clases, pero había un jovencita que solo buscó un espacio personal, un solo lugar, aquel árbol al cual trepo y se dejó colgar de cabeza con libro en mano estudiando, un murciélago con cabellos rubios y figura menuda. La pequeña rubia se enajenó tanto en su estudio y lectura que no se percató de la presencia de alguien hasta que el mismo le retiró aquel libro con una risa de ver a la “adolescente” en esa pose y tan dispersa de todos los jóvenes de su edad.

Su voz expedía una tranquila aun en situaciones de ira que le colocaba la rubia, era su profesor de historia en bellas artes y que resultaba ser su primo, aunque lejano —Andi, ya te he dicho que no te cuelgues de esa manera— un pequeño regaño pero la jovencita solo miraba los zapatos de su familiar –Tienes cemento en los zapatos Ai Ai, tu también te has colgado— se mofa de la condición de su primo sentándose en al rama que le sostenía las piernas, baja con algunas hojas y suciedad de la naturaleza —y ahora para que soy buena, cuando tu vienes el conejo se va y es porque algo me vas a pedir—el primo y profesor le revuelve aquella mata de cabellos para recogerle en una coleta alta —Sabes, hoy vendrá una persona importante para la universidad, un mecenas y quieren las mejores fotos y adivina que pequeña Ni, la mejor en hacer esas fotos eres tu— de su chaqueta se saca un listón rojo que ata los cabellos dejándole un beso en la nuca. Con todo ese gesteo le queda claro que tendrá que asistir, ni tiempo a cambiarse le da, solo tomar su cámara, y su pequeño bolso de mano corriendo a aquel auditorio pero como era de su costumbre había llegado tarde…

El expositor ya había comenzado su ponencia, la jovencita aislada en la fila superior opto por hacer su trabajo de arte, las fotografías, con música en sus oídos se alejó de aquello que no comprendía para dar paso al sonido de los flashes que le resultaban eco entre sus dedos que no paran de disparar con la cámara, los asistentes, el lugar, los expositores, autoridades…todos y todo estaba siendo capto por la lente curiosa de la pequeña ratoncillo que comenzó a andar por el corredor directo al podio donde estaba aquel hombre de porte elegante y aroma extraño, muy dulce que el recordaba al algodón de azúcar por esponjoso, dulce que si lo tocas con los dedos se deshace y te deja pegajosa.

Se quitó uno de los audífonos escuchando leves susurros de jovencitas y jovencitos sobre aquel hombre, la rubia ladeaba la cabeza sin tomarle importante, al fin y al cabo ella solo lo veía através de su cámara, enfocándolo de perfil y inmortalizándolo en una imagen, cada ligero movimiento que hacía con las manos, la ceja, los labios al abrirse o cerrarse formando las figuras extraña de las palabras, cada mero movimiento era flasheado por la pequeña que se absorbió tanto en su tarea que no se percató que iba atrás de él aun después de la conferencia, lo estaba siguiendo cual fan que anhela un autógrafo hasta que el mismo le hizo saber de qué no era bien visto aquello para él, cuando lo vio de frente no presto atención a sus palabras solo dio dos flashazos más de su cámara…

No sabía ni porque se había acercado y menos hablado y lo pero el sonrojo de la vergüenza de haberse puesto nerviosa y haberse caído.

por **Thanatos & Ariadne** Vie Ago 07, 2015 11:08 pm

Para alguien como él no le era tan extraño que lo invitasen a la universidad para dar charlas o conferencias, incluso para ser maestro de ciertas materias o jurado en las sustentaciones de las tesis. Era tan normal en su tan poderosa vida que lo tomaba con gusto ¿por qué? Porque ahí encontraba sus mejores diversiones, destruir la mente e ilusiones de pequeñas jovencitas, acabarlas y enloquecerlas hasta la desesperación. Pobres almas que siguen aquel hombre que se escuda en el control del dinero y el poder en sus manos

No conocía el funcionamiento al cien por ciento de la universidad, pero suponía que, como muchas otras alrededor del mundo, tendría publicaciones propias, así que los flashes de cámaras fotográficas no lo molestaron, al contrario eran de su agrado porque lo que más le agradaba era ser el centro de la atención de todos y que mejor que hacerlo con cámaras en aquel evento, solo esperaba que no fuera alguna virgen con ínfulas de literata que le pusiera cabreado.

La ceremonia terminó bien entrada la tarde, mientras le felicitaban los maestros y algunas autoridades, tenía que poner cara de agrado y de buen amigo de todos aquellos hombres, aunque por dentro los detestaba por arrastrarse hasta él por su dinero, aunque siendo francos, eso adoraba ver, como aquellos se humillaban por tener un poco de atención de aquellos ojos; recibió un reconocimiento seguida de una oleada de flashes de varios estudiantes que se conglomeraron frente a la pequeña explanada para capturar más del momento, aunque él sabía que era a él a quien querían tener, muchas de los que tomaban la foto eran mujeres y eso le hacía sonreír porque ya de por si estaba buscando alguna victima; lástima que todas tenían novios, aunque dos le llamaron la atención por el descaro con que se mostraban ante él frente a sus novios y profesores. Trató de ignorarlas para hacerlas sufrir; salió del lugar puesto aquellas gafas negras que ocultaran sus intenciones en el campus. Estando ya afuera, listo para marcharse, alguien lo siguió y continuó tomándole fotografías. Eso lo había incordiado completamente porque no le gustaba que alguien le tomara por sorpresa.

Se giró para ver a quien lo estuviera siguiendo y mandarlo por un tubo, hasta que vio a esa mata castaña rubiosa y esos ojos de pequeña y dulce muchachita que se ocultaba tras la cámara, cual pequeña asustadiza. Enarcó una ceja golpeando el piso del pasillo con ansias. Había encontrado a la perfecta candidata para destruir sutilmente, ella sería su juguete. Se cruzó de brazos golpeando más fuerte mientras veía a la joven muy enfrascada en sacarle fotos –Ya es suficiente no lo crees, pequeña– la llama con un desdén y tono desaprobatorio solo para ver la reacción de la joven, sus palabras fueron ásperas.

por **Andromeda1** Lun Sep 07, 2015 9:05 pm

La joven rubia había seguido a aquel hombre durante todo el trayecto por el pasillo junto a las miradas de sus compañeros que atónitos no paraba de murmurar sobre su actitud. Sus pasos rápidos y cortos acechaban al hombre con aquella cámara que no dejaba de dispararse a cada paso que aquel sujeto daba. Tenía imágenes de todo tipo sobre él, de lado, cuando el cabello se le alborotaba, su sonrisa, cuando levantaba la mano, etc. Un sinfín de flashazos consiguieron ello, pero aun así la joven rubia no estaba contenta con cada una de sus muestras.

El pequeño viento que corría por el campo universitario agitaba aquella coleta rubia recogida lo más alto que podía, los bucles le caían y su rostro con aquellos ojos claros clavados en el lente de la cámara, para ella el mundo de afuera es uno onírico y de pintorescas situaciones en donde lo que ve no es realmente lo que es aunque se oculte tras la máscara de lo inocente.

Psss pss Andy, mejor para, te va a retar o a tirar de tus orejas y tendré que morderlo y me sacaran de aquí.

La voz de su conejo blanco “consciencia” le advierte de que aquel caballero le hablaba, su cabeza ladea aun lado como si no comprendiera las cosas pero solo responde con una sonrisa cálida en sus labios y el índice alzándose para pedir un segundo más y un último flash pero esta vez solo del rostro —No, aun no es suficiente, como que no queda bien, creo que dos más y ya. Además no debe quejarse lo hago todo para que quede bien, no querrá salir feo cual ogro— flashea rápido y baja la cámara y siente el aroma dulce, cual gato olfatea el ambiente acercándose al hombre frente a ella le huele por encima de la ropa —no tengo especial interés en usted señor solo es parte del…huele dulce y bien¿todos huelen así?— le mira pestañeándole rápido pero luego se sonroja con una sonrisita media boba de inocente alejándose unos pasos más pero como siempre dándose de bruces cayendo estrepitosamente al suelo pero lo finge en un movimiento con la cámara, como si lo hubiera hecho a propósito para tomarle foto a los zapatos, se levanta con una risilla y es voz jocosa —Esto bien, estoy bien, no pasó nada—

Camina mirando a todos lados con una sonrisa de oreja a oreja.

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