Roses et de violettes | Privado.

por **Jean-Pierre D'Aubigné** Miér Ago 26, 2015 2:00 am

Había sido una semana larga y pesada, con tantos papeles que firmar la compañía ganaba mejor reputación con cada fragancia nueva, pero tenía que ir más lejos, ni siquiera el seductor aroma de las rosas podría acabar de darle luz a su vida, entonces decidió salir de casa para poder explorar aquellos pasillos rellenos de colores, texturas y claro...fragancias tan naturales y frescos junto a la luna iluminándolo todo no podría ser más perfecto, entonces se encargó de poder llegar a los jardines, los más llamativos realmente ya que; al poseer tanta variedad podría ir y buscar que flor agregar a sus perfumes, es decir cada vez se exigía mucho más y se esperaba incluso más aun de lo exigido por el público, vestía elegante y con un recogido en el largo y rubio cabello, su rostro nulo de arreglo as allá d e un buen cuidado y pasea tranquilo, admirando cada pieza a su frente.

-Interesante sin duda alguna.- Replico el vampiro mientras acariciaba una flor de un violeta intenso y un aroma fresco pero apacible, nada dulce y menos cochambroso para el olfato, quizá con algunos acentos de sándalo podría mejorar o quizá lo contrario.

-...-Ladeo el rostro pensativo, al parecer eran violetas silvestres, jamás había sentido esa fragancia pero el quería algo mejor que eso, quizá los jazmines, o quizá algunas bergamotas para dar mas cuerpo al próximo perfume a vender, su empresa herencia de la familia había ayudado bastante sobre su economía, vivía solo con un par de sirvientes pero por ahora era suficiente a pesar de la enorme mansión, vestía lo mejor, comía...del mejor...todo debía ser siempre Le plus grand et le plus remarquable.

-Qué será que será...- camina curioseando y se detiene a escuchar un poco, segun el el jardin esta solitario pero puede que no...Puede que no.-..Hnm...-

por **Erikson Draven** Vie Sep 04, 2015 2:05 pm

Habían llegado mis pasos andantes hacia el jardín de las flores, en dónde la misión de mi nocturna era buscar algunas especias con flores para usar en unas hierbas con las que estaba experimentando para ahuyentar la luz de los seres cerca de mi hogar. Era un trabajo arduo el estar buscando flor por flor, pétalo por pétalo, dentro de aquellos seres vivos que embelesan a algunas personas y son útiles para la naturaleza y nuestro existir como seres humanos. Sin las flores, podríamos incluso llegar a desfallecer en nuestro camino… Me apestaba un poco el quedar embriagado a perfume de flores, pero tenía que conseguir aquello para proseguir con mis deberes. Las sustancias son tan tangibles entre mis manos, que llevé varios pañuelos para secarme las manos y dejar de tocar tanto las flores…

En un momento de descuido tuve que atravesar en mi camino un rosal, por lo que las espinas de sus tallos me habían rasgado un poco la ropa, con algunas heridas en mi piel sangrando ligeramente, y la elegancia que venía conmigo en el traje se había muerto ya… que más daba, si estaba en un lugar tan poco vistoso para un hechicero, que poco deseaba de las flores, más que para alguno que otro experimento o droga que se me ocurriese fabricar, o para la magia. Al guardar entre algunos frascos estas flores y algunas hortalizas esparcidas como las miserias del jardín en el suelo, sentí cerca de mí unos pasos suaves que me hicieron dejar la mano suspendida en el aire, sin movimiento, antes de agarrar una flor…

Observé pero nada veía, podría haber sido cualquier ente espiritual que anda rondando por el jardín, pero yo percibía que éste era materia corpórea y la atmósfera se sintió más fría, entonces deduje que podría ser un sobrenatural… Otra vez aquellos seres que rondan por la tierra sin pudor y preocupaciones, a veces como ser humano que era yo me sentía perturbado por estos seres, más que por los seres espirituales. Intenté continuar con mi búsqueda de las flores y la energía de este cuerpo que se acercaba cada vez más y más a mi posición, perturbaba no sólo mi energía sino que la de las flores y plantas también….
Oí entonces una voz que me dio la sensación de un sabor a azúcar refinada:

“-Qué será… que será.-
-Hm...-“

Fruncí el ceño extrañado dándome vuelta y seguía sin ver a nada ni nadie, incluso a ningún espíritu en ese momento… todo estaba plano entonces. Corté entonces la flor que había quedado pendiente entre mis dedos y la deposité en un frasco guardándolo en mi maletín. Hice un ligero movimiento con mi cabeza y mi oscuro cabello largo me destapó el lado derecho de mi cara, dejando entrever mi blanco rostro en la oscuridad de la noche, aun cuando las tenues luces falsas del jardín iluminaban a penas el caminar de uno.

-Estoy seguro de que no estoy imaginando cosas…ya que aquello quedó en el olvido desde hace años en mi ser, y ahora puedo saber que algo o alguien realmente está ahí…- dije hablando para mí mismo, como contándome un cuento propio, o reescribiendo en un diario.

-Muéstrate, criatura nocturna….- dije al aire, con la suave voz neutral que me caracterizaba, y aún sin encontrar el origen de la compañía que se acercaba sigilosa ante mi presencia. Así que observé a mí alrededor…

por **Jean-Pierre D'Aubigné** Dom Sep 06, 2015 2:36 am

El ambiente era sumamente distinto, la mirada celeste se tornó en una oscura pupila dilatada cubriendo el iris por completo, en una expresión con un toque de agresividad por tan solo minutos fugaces antes de volver a su lugar, y seguir con su trabajo, aun sin decidir que nota floral agregar a su dichosa formula, entonces el aroma a sangre y el mismo hierro exquisito de tantas notas de flores diferentes le llego a la nariz y camino a rumbo del mismo aroma deteniéndose y acariciando con la derecha la piel de su largo cuello, ahora adornado por un hermoso collar de oro y cascabeles diminutos muy, a lo estilo de la gran y vistosa India.

-...- Alzo las cejas al escuchar algo más que solo el canto de los grillos y el zumbido de algunos mosquitos que, ni siquiera intentaban picarle, está muerto ¿no? Esa voz suave que ha llamado su presencia le hace dudar pero tan solo toma con suavidad otro rumbo cercano, y le miro entre matorrales, la luz apenas visible ilumina por muy poco su mirada felina, que lo ve de espaldas y sonríe, le deja esperar y se queda en silencio, incluso una rosa acaricia la mejilla de tan pálido rostro, y las pestañas cubren la mirada antes de abrirlos. Parece atento pero solo atina a lanzar una pequeña piedra contra un árbol que estaba al costado ajeno y se mueve de lugar, a un nuevo sitio para evitar le encuentre así de fácil.

-...Sssht ssht!...- le rehace juguetón antes de moverse aprovechando la poca luz justo tras el otro y se acerca a oler su cabello, tan floral y ahora un tanto húmedo por el ambiente tan concentrado de las mismas plantas, era tan silencioso que no parecería que le asecha y se oculta siempre a espaldas ajenas con su movimiento corporal, evitando que le encuentre en un juego infantil.- ¿Es acaso...que no tienes algo mejor que hacer?- le susurra con ese tono tan suyo de voz, dulce pero picante también, haciendo ese oído derretirse con su tono un tanto "amoroso", una voz que acaricia esa presencia como sus palabras acariciaban esa piel que ahora estaba cercano a sus labios.-...Hnm...- con carisma se aparta preparado a evitar alguna reacción y solo eso, se presenta inclinando la cabeza suavemente.

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