Ratones de biblioteca (Nicci)

por **Soren Kaarkarogf** Mar Sep 01, 2015 2:16 am

Recuerdo del primer mensaje :

Llevaba un par de semanas de vuelta en el mundo de los vivos luego de pasar tres años enterrado bajo tierra. Volver a interactuar con humanos representaba grandes riesgos y desafíos, a pesar de que eran mucho más frágiles, podían llegar a herir de diversas maneras que no eran físicas y Soren ya había sentido de primera mano lo que era tener el corazón destrozado por un simple mortal. El amor era definitivamente un tema difícil para él, había abierto su corazón una vez amando con intensidad y ahora volvía a tener las manos vacías. La soledad le envolvía como un abrazo traquilizador, pues aunque extrañase tener pareja, al mismo tiempo disfrutaba de la solitud y deseaba más que nada dejar ese capítulo de su vida atrás.

Una de las principales motivaciones para volver al mundo de los vivos era enseñar, en su corazón seguía deseando estar rodeado de alumnos deseosos de su conocimiento, trabajar en la universidad le había permitido conocer a muchas personas interesantes y también impartir la sabiduría que había adquirido en más de 200 años. Definitivamente valía la pena volver. Lamentablemente había perdido su trabajo gracias a su ausencia y se encontraba precisamente intentando obtenerlo de vuelta. Se había vestido con las mejores ropas que le quedaban (Que seguían luciendo viejas y mustias) con sombrero de copa y listón rojo, se había presentado en la Universidad deseando tener una cita con el director. Para su desgracia el director estaba ausente por esos días y no volvería hasta la otra semana.

Soren terminó visitando la biblioteca, al parecer siempre que se deprimía sus pies le llevaban automáticamente allí. La biblioteca era tan grande, que resultaba fácil perderse entre las interminables estanterías con libros. Tomó un libro de poesía Inglesa y otro de historia del arte Medieval, no sabía con cual iba a comenzar, pero eso era lo de menos y mientras buscaba donde sentarse, vio a una joven que parecía tener la edad para ser una estudiante, calculaba que no tenía más de 25, por lo que había un gran chance de que estuviera asistiendo a la Universidad, se le ocurrió que quizás podía darle información sobre los nuevos profesores en el claustro y así prepararse mejor para su entrevista con el director.

- Disculpa, ¿Me puedo sentar contigo? - Le preguntó, consciente de que habían muchas más mesas vacías y sentarse con la chica podría parecer extraño - ¿Qué estás leyendo? - Agregó intentando hacer algo de conversación.

por **Soren Kaarkarogf** Vie Sep 11, 2015 10:17 pm

Escuchó a Nicci con atención, hacía mucho que no discutía sobre temas teológicos y a él le encantaban todos esos temas, la religión era parte inherente de la humanidad y no se podía concebir al hombre sin pensar en religión.

-Y... si existiera la posibilidad de que al hombre mortal... se le diera la inmortalidad – Se aventuró a decir – Si este hombre tuviera la eternidad para adquirir conocimiento.. ¿No cree que la fe no sería necesaria? Él podría simplemente aprender y descubrir los misterios por si mismo y encontrar a Dios sin necesidad de tener fe ciega – Aquello que decía era bastante escandalizante, especialmente en una sociedad tan católica como en la que vivían, pero tenía la certeza de que Nicci era una mujer inteligente capaz de pensar más allá de los estereotipos.

Bebió un poco más de su café, ya casi lo tenía terminado pero estaba tan entretenido con aquella mujer que no quería que se acabara y tuvieran que terminar la cena. Revolvió con la cuchara lo poco que quedaba, al fondo los chicos que comían parecían haber terminado y se despedían del hombre rechoncho que atendía y cocinaba al tiempo, el pequeño pero acogedor restaurante comenzaba a quedarse solo.

-Si... es interesante viajar, conocer personas y experimentar el cambio cultural que representa cada nuevo lugar – Aceptó, Soren había viajado principalmente por Europa en su larga vida, sin embargo viajar era bastante problemático para alguien de su especie, siempre estaba el problema de que alguien pudiera pillarle dentro del ataúd durante el día. Viajar en tren siempre era un dolor de cabeza.

- A lo mejor le suene un poco a cliché – Dijo frente a la pregunta – Pero no me interesan las posesiones materiales – Explicó alzándose de hombros – Vivir en un precioso castillo, con sirvientes y esclavos a tu servicio es como vivir en una preciosa jaula de oro, finalmente el pájaro desea es volar, así la jaula le mantenga seguro y esté bien alimentado, hay cosas más importantes que eso, el deseo de volar y descubrir nuevos parajes... eso para mi, es más importante que mi estatus social – Concluyó, además no había vuelto a Suecia desde entonces, no quería encontrarse con algún heredero de la familia Kaarkarogf y tener problemas al tener que explicar su parecido físico – Y Francia especialmente París es una ciudad extremadamente activa en cuanto al arte respecta, que es mi área de interés, así que decidí quedarme aquí por un buen tiempo... ¿Pero que hay de usted? - Le preguntó pues hablar tanto de él le parecía poco educado - ¿Porqué ha venido a París? -

por **Nicci Expósito** Dom Sep 13, 2015 6:57 pm

La inmortalidad. El rostro de Nicci se mostró serio ante aquel posible debate, de hecho pensó con bastante interés su respuesta. Desde el conocimiento que cualquier persona podría poseer la inmortalidad era solo una fantasia, un anhelo que tenían los mortales que temían perderlo todo. Pero para la iglesia lo inmortal existía, los vampiros y los nosferatus eran una prueba fehaciente de ello. A menudo un vampiro había nacido como tal ante la promesa de evitar la muerte, engañado, pues no se les contaba lo malo de su ser, o al menos eso es lo que ella había leído. ¿Cómo poder entonces hablar apropiadamente del tema sin poder desvelar de la existencia de una parte intrínseca del mismo?, seria como tratar de contar la receta del estofado que saboreaba sin hablar de su cordero.

-La inmortalidad...es interesante el debate que plantea professseur, sin embargo creo que no sería posible. - dijo con seguridad - Dios solo puede ser entendido desde la fe, desde la muerte y la resurrección en el Reino de los Cielos a su lado. Alguien inmortal es incapaz de tener fe en algo que simboliza la vida mas allá de la muerte, pues para el no existe la muerte. Alguien inmortal no podrá nunca encontrarse con Dios, ni con su conocimiento, pues no se encuentran en el mundo de los hombres. Si un hombre tuviese toda la eternidad para vivir, lo máximo que podría aspirar a entender sería todo el conocimiento de los mortales, mas no de lo Divino. Sin olvidar que con el tiempo y la falta de fe ese individuo acabaría siguiendo la senda del mal, dejándose llevar por el pecado y los instintos, ya que no debe temer a ser juzgado. Aunque algo así podría evitarse si el susodicho inmortal escogiese compañías adecuadas y se esforzase por seguir la senda del Señor, ya que ese don sería sin duda una prueba suya.

Tomó aire, sonrió y continuó comiendo. Se había explayado bastante, era interesante como ante la presencia de Soren no le importaba demasiado, es mas, le gustaba hablar. Sin embargo ahora caía en otro tema, este si cabía mas complicado que el anterior, ya que aunque era evidente no había pensado que si se interesaba por el viaje de monsieur Kaarkarogf el se interesaría por el suyo.

-Yo...- se quedo pensativa - bueno, no soy tan interesante como usted, no soy de noble cuna ni nada parecido. De hecho mi apellido es Expósito, no se lo dije antes porque no me gusta, la gente suele tratar mal a los abandonados y estar marcada por el apellido suele traerme algunas malas experiencias. - se sinceró, tal como se había descrito Soren a alguien como el no debería importarle el que ella hubiese sido abandonada recién nacida, probablemente de un embarazo no deseado.

-Pues he vivido toda mi vida en Roma, y he sido criada y educada en un par de conventos...- ahora venía el vacío en la historia, pues no podía hablar de su paso por la inquisición, aunque esta fuese el verdadero motivo de su llegada a Francia. Mentir es un pecado y a ella no le gustaba, pero lo hacía por la Iglesia, debía tener perdón. -La Madre Superiora quiso darme una vida mejor, que pudiese recibir mejor educación, así que tras mucho tiempo de hablar y negociar...me envió aquí a París bajo la tutela de una sobrina suya - dijo no excesivamente segura - Aún hay muchos sitios que tengo muchas ganas de ver en París, ¿es cierto que la catedral de Notre Dame es tan magnifica como dicen ? - carraspeó y cambió de tema.

por **Soren Kaarkarogf** Dom Sep 13, 2015 9:38 pm

Soren se quedó pensativo mientras escuchaba como Nicci explicaba que un inmortal no podría alcanzar a Dios a través de su eternidad más sólo por su fe, ¿Significaba entonces que él tendría que morir para poder comprender el significado de Dios? ¿Era un privilegio ser mortal ante los ojos de ese ser todo poderoso?, le vino otra idea a la mente, pero no podía discutirlo con Nicci sin revelar su identidad, ¿No eran acaso los vampiros también creación de Dios? Él existía en ese mundo porque Dios estaba permitiendo su existencia, eso significaba que ¿Habría redención para alguien como él?.

Escuchó la historia de Nicci y le pareció un tanto triste, no entendía como las personas podían abandonar a sus hijos ¿Para que los tenían en primer lugar? Era más común que los hijos dejaran a sus padres y no al contrario. Nicci debió pasar por muchas dificultades al haber crecido sólo al cuidado de las monjas.

-Pues me alegro de que la Madre Superiora le haya permitido venir a París – Exclamó con sinceridad – Espero que pueda estudiar y desempeñarse en lo que realmente le apasione, no hay nada mejor que trabajar en lo que a uno le gusta – En ese momento el chef regordete se acercó a ellos con expresión avergonzada.

-Lamento interrumpir vuestra conversación, pero el restaurante cerrará en 10 minutos – Comentó el Chef y Soren notó que en efecto ellos eran los últimos clientes que quedaban en el lugar, a lo mejor eran las 9 de la noche. El vampiro apuró el resto del café y se lo terminó rápidamente, el liquido ya se había enfriado de todas formas. El Chef se alejó con una venia cortés.

- Si, la catedral es muy impresionante y también le recomiendo el Museo lurve, constantemente tienen exposiciones de Escultores y Artistas de toda Europa – Explicó y agregó desviándo la mirada hacía la taza vacía de café - ¿Le gustaría que le acompañara de regreso a su casa? Se hace tarde y no es bueno para una mujer ir sola por estas calles -

por **Nicci Expósito** Mar Sep 22, 2015 5:02 pm

Desempeñar aquello que realmente le apasionase, aquello que le gustase. había tratado durante años de no tener que dedicarse a trabajar para la Inquisición, ¿podía ella dedicarse acaso a aquello que prefería ?. De hecho practicamente nadie le había preguntado sobre eso, muchísimo menos en la Santa Sede. Aunque era curioso, ya que las palabras de Soren alegrándose por su llegada a París parecían cargadas de sinceridad, un tipo encantador sin duda.

La voz del chef la sacó de sus cavilaciones, observando lo larga que había empezado a hacerse la velada, no quedaba nadie mas. -Lo siento monsieur, ya terminamos, ¿puede hacerme el favor de traerme la olla de estofado que le pagué antes ? - sonrió y se apresuró a terminar el estofado con celeridad, no quería importunar al dueño del local. Si Carmina viese la falta de modales con los que se lo tomaba seguramente le propinaría una buena regañina.

-Me encantaría poder observar algún día alguna exposición de arte o asistir a una misa en la catedral, usted...- se quedó pensando, quizás no era apropiado, ¿o si?, estaba confusa, pero finalmente no se atrevió. -¿gustaría de acompañarme a ambos lugares y hacerme de guía?- preguntó en sus pensamientos, mirándole de reojo con timidez, como si el le hubiese escuchado, aunque no era así.

-No quisiera causarle molestia - dijo en contestación a su propuesta de acompañarla. Si bien era normal pensar que una mujer sola podría tener problemas ella no tendría ninguno, podría hacer frente a cualquier tipo de eventualidad, aunque de cara a el resto de la sociedad ella debía permanecer como una chica relativamente normal. - Aunque he escuchado que las calles parisinas no son muy seguras y no me gustaría que me asaltasen de vuelta a casa - le miró - aunque antes me apetecería repartir un poco de estofado caliente entre aquellos que deben de pasar la noche a la intemperie, con este frio. Pero...no me gustaría abusar de su amabilidad, ni de su tiempo.

El chef trajo la olla con su particular sonrisa, y tras agradecer a ambos clientes su estancia empezó a recoger las cosas.

por **Soren Kaarkarogf** Mar Sep 22, 2015 9:12 pm

Nicci había pedido otra olla de estofado y mientras el chef la traía, había dejado el comentario al aire de que le gustaría visitar la catedral y el museo, Soren no era muy conocedor de los rituales católicos y al ser su familia Luterana se le estaba prohibido asistir a las eucaristías de la iglesia, sin embargo había pasado mucho tiempo desde que había estado en un templo y le pareció que esas reglas no aplicaban a los inmortales. ¿Podría entrar a la iglesia y aparentar que era un mortal? ¿O alguien se daría cuenta de que su aura era diferente? Aquel era un riesgo que debía correr si quería acompañar a Nicci, el museo por otro lado era una opción mucho más conveniente, además de ser uno de los lugares favoritos de Soren.

-Puedo guiarla en el museo – Dijo con inocencia, no había captado la insinuación porque Soren siempre era lento entendiendo entre líneas – Es uno de mis lugares favoritos, así que lo conozco bien – Concluyó. El chef regresó con la olla y ambos se pusieron de pie y escuchó la razón por la cual ella había pedido estofado extra.

Soren se inclinó a tomar la olla él mismo, los buenos modales siempre habían sido parte de la educación que le habían impartido cientos de años atrás y no permitiría a la dama cargarla.

- Me parece una excelente idea – Exclamó con tono jovial - ¿Piensa ir a la corte de los milagros? Es un sitio al que acuden muchas personas de la clase baja o también podríamos ir al comedor comunitario – Agregó, el vampiro conocía ambos lugares bastante bien, siendo el mismo de clase baja, se movía en esos medios y no le avergonzaba en absoluto. - Puedo guiarla en esos sitios también o ¿Ya tiene otro lugar en mente? -

por **Nicci Expósito** Vie Oct 02, 2015 5:54 am

El que Soren aceptase a guiarla por el museo la llenó de una inesperada alegría, que podía percibirse fácilmente en su sonrisa. Aunque solo había aceptado lo del museo, pero era comprensible siendo de familia no católica. Ya iría a Notre Dame con su maestra. De forma inevitable no puedo resistirse a pensar en una visita al museo con Soren, charlando sobre arte, contemplando sus magnificas obras, divirtiéndose. Para cuando se dio cuenta de que se estaba empezando a despistar negó con la cabeza y volvió su vista a Soren

-Gracias por su ayuda - sonrió al verle tomar la olla - Lo cierto es que no tenía pensado un destino, pero podríamos repartir el estofado por la corte de los milagros. Tengo entendido que allí hay bastantes pobres y que la mayoría son gitanos. Esa pobre gente es perseguida solo por ser gitana...debería ser ayudada - dijo con sinceridad, no le gustaba la situación que vivía aquella gente, incluso siendo perseguida por la iglesia, era una de los numeroso fallos que le encontraba a las decisiones que tomaba la cúpula católica - Si fuese tan amable de guiarme hasta ella.

Comenzó entonces a seguir a Soren, siempre a su lado, mirándole de reojo - Monsieur Kaarkarogf, ¿acaso usted ha frecuentado los barrios marginales a menudo?,¿les ha ayudado antes? - le miró entonces durante un par de segundos a los ojos -¿Hay algo que usted no sepa o algo que no haya hecho? - preguntó con cierto tono de admiración

por **Soren Kaarkarogf** Dom Oct 04, 2015 2:24 am

La idea de visitar la corte de los milagros a esas horas de la noche podía intimidar a cualquiera que conociera el ambiente que se vivía en esas zonas marginales de la ciudad, no todo el mundo se atrevería a entrar en ese lugar sin conocerlo o sin tener amistades dentro que le pudiesen proteger, últimamente en los periódicos que se venían en todos los rincones de París, habían estado apareciendo noticias de asaltos a mujeres que caminaban solas a indecentes horas como esas y ciertos crímenes que la policía no había logrado esclarecer aún.

- Si los he frecuentado - Aceptó y sintió como las mejillas se le tornaban rojas ante la adulación por parte de ella - Pero la razón no es la que usted cree, no hes porque les haya ayudado para ser honesto apenas tengo con que vivir por mi mismo y no tengo dinero extra para donarlo - Explicó, no se avergonzaba de que su situación económica no fuera especialmente buena, pero descubrió que quería impresionar a Nicci y el ser pobre no parecía una cualidad que una dama encontraría atractiva en un hombre - He conocido gente en ese lugar porqué solía frecuentarlo por... necesidad -

Soren no necesitaba dinero para comer como los mortales, pero en la corte de los milagros, podía buscar ancianos moribundos o enfermos de los cuales beber, ancianos que nadie extrañaría una vez muertos y quienes no les quedaba mucho tiempo de todas formas. Beber de gente de la clase alta no era una buena idea, figuras públicas como ellos representarían un grave problema si la policía comenzaba a investigar el caso.

Caminaron adentrándose en la parte fea de la ciudad, calles cada vez más estrechas y oscuras, paredes con ladrillos llenos de moho corroídos por las lluvias y restos de nieve de color café se esparcían por los rincones, las casas se volvían cada vez más humildes y la cantidad de gente en las calles iba disminuyendo cada vez más hasta el punto de que quedaban sólo ellos dos.

- La verdad es que he escuchado que han ocurrido varios crímenes en esta zona en las últimas semanas, no es un barrio al que le aconsejaría que viniera sola - Le indicó mientras continuaban caminando.

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