Adrenalina (Reservado - Consultar)

por Invitado Mar Sep 21, 2010 11:25 am

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* Más allá de los límites de la ciudad se extendía la espesura de los bosques franceses donde la fauna silvestre fluía en curso con la naturaleza. Pero como era usual la mano del hombre siempre tocaba o interrumpía de alguna manera ese curso preestablecido por la madre naturaleza mediante la caza de pieles o cosas aún más trascendentales como el contrabando nocturno y el asalto a caravanas de viajeros que iban hacia Paris. Pero algo aún mucho peor existía por las noches en el lugar, los depredadores de sangre de los bosques que eran catalogados de los más fuertes y violentos ya que la necesidad de alimentarse era la que los llevaba allí fuera del bullicio y los cazadores de la ciudad y por supervivencia se alimentarían de cualquier estuche de sangre viva que estuviese a su alcance.*

* Uno mas... Si, la capa negra que caminaba entre los rincones oscuros del bosque era solo un caminante más que desafiaba el peligro e iba de manera frontal contra cualquier paradigma solo para demostrarlo. Pero no era ningún desafío el que lo llevaba a ese lugar sino la necesidad de un componente vital para la investigación que llevaba a cabo, y solo podía obtenerla de un organismo vivo fuerte siendo inútil cualquier tipo de inmortal depredador sanguíneo. Sus botas de mosquetero le movían continuamente en una misma dirección, realmente no veía el camino que tenía delante pero sí podía sentirlo para saber cuando debía cambiar la dirección levemente y cuando estabilizar su ruta para seguir adelante, así mismo podía percatarse de manera sensorial si alguien le acompañaba o no. Él era un ejemplo de un cuerpo entrenado y avanzado, pero a la vez vulnerable y protegido de numerosas amenazas no por sus atavíos sino por su respetable conocimiento y experiencia en situaciones de riesgo potencial.*

* Su temor estaba muerto al igual que el hombre que una vez fue. El hombre muere, pero sus ideales sobreviven y el monstruo que es se mantiene relativamente vivo por esas ideas. Su historia data sobre un hombre que debio morir, pero ahora tiene una segunda oportunidad que no es para él, sino para otros que aún inmersos en la oscuridad buscan la luz... Cualquier cosa podría encontrar en una noche de bosque y estaba preparado para hacerse con lo que buscaba aunque no fuera para nada una tarea fácil.*

por **Liam McDonald** Miér Sep 22, 2010 5:07 am

Aquella noche era parecida a las muchas que había pasado en Loch Lommon, vagabundeando por los bosques. Parecida, pero no igual. Y no era igual porque el bosque escocés se diferenciaba mucho de este bosque parisino.
Tanteé el terreno, pues era mi deber para con el Clan-deber, qué palabra tan potente.-encontrar un lugar para mis hermanos los lobos. Un refugio, un territorio marcado por nosotros, los licántropos; Sí, este lugar sería Tierra de Lobos.

La noche no me daba miedo, ni tan siquiera cuando la luna llena me empujaba hacia el fulgor animal de desgarramientos, aullidos y sangre. Aquellas horas nocturnas en las que dejaba de ser Liam para transformarme en el Lobo que tenía en mi interior.
¿Por qué no me molestaba realmente convertirme en presa de la inconsciencia salvaje del lobo? Porque había sido yo el que lo había decidido así. Abandonado hacia el sentimiento de venganza que alimentaba cada fibra de mi ser. Por ello, no me arrepentía de la elección que tomé. Todo lo demás eran daños colaterales que era necesario tomar para hacer justicia. Porque mi historia no era una historia de venganza. Era justicia.

Olisqueé el ambiente en busca de un aroma desconocido...O familiar. Mis pupilas se dilataron al instante cuando mis fosas nasales se inundaron con el pestilente olor de un no-muerto. ¿Qué hacía un vampiro en los lares de los Lobos?
Corrí por entre los arbustos y los árboles que se alzaban a los lados del sendero de piedra. Mezclándome con el bosque, camaleonizándome con él. Exacto, el bosque era mi terreno y él me obedecía, al igual que yo lo obedecía a él.
Mis ojos, aquellos mismos que fueron testigos del asesinato atroz de mi familia a manos del ser de la misma especie que aquel caminante no muerto, seguían su paso firme y seguro. Tan firme y seguro que me dieron ganas de abalanzarme sobre él y arrancarle los ojos.

Pero no lo hice. Era plenamente consciente de que, en mi forma no lobuna, era vulnerable ante aquellas criaturas y sólo a voluntad de la luna llena podía equilibrar la batalla.
Quería mirarle a la cara, quería ver una vez más el rostro pálido de aquellos seres que habían matado a mi familia y que estuvieron a punto de acabar con mi vida también. Más les hubiera valido haberlo hecho, pues ahora no pensaba descansar hasta erradicarlos a todos.
Pero, cuán fue mi sorpresa al darme cuenta de que aquel vampiro llevaba la cara cubierta por una máscara. El deseo de luchar contra él se fue sustituyendo por una creciente curiosidad, ¿qué tenía que esconder?

por Invitado Miér Sep 22, 2010 2:10 pm

* Había sido una singular noche desde que inició su camino, un camino que en realidad no iba a ningún punto preciso, pero sí con un objetivo concreto que era buscar adrenalina... Si, el estimulante biológico natural que su cuerpo muerto ya no puede producir aunque esté envuelto en el máximo nivel de riesgo. En resumen era una noche tranquila en comparación al dia... no, noche anterior. Era difícil acostumbrarse a que el único sol existente era la luna blanca, un brillo del que estaba privada su vista por motivo de convicción. Aquel rasgo era algo que compartía en común con una de las razas sobrenaturales que respetaba más, los licántropos. Aquellos eran de alguna manera defensores naturales contra los merodeadores nocturnos y sabía del peligro que podía correr caminando en terreno de estos míticos seres.*

* Mientras reflexionaba su sentido no dejaba de informarle del entorno percibiendo extrañas variaciones en el bosque, deteniendo sus pasos al instante para poder sentir mejor aquella sensación similar a la estela de una compañía desconocida, pero le era difícil confirmar de manera concreta si alguien le estaba siguiendo o no... Fue de inmediato que se dio cuenta de que podía ser la habilidad natural de sigilo de una criatura de la luna, un admirable elemento que le hacía sentir casi en peligro como en su vida de humano buscando vampiros... Tenía algo en mente.* -Sé que estáis allí... Dejad que os vea...- * Aquella voz era clara mientras la expresión inalterada de la máscara sonriente buscaba los pocos rayos de luna que alcanzaban a iluminar entre la vegetación boscosa... Realmente sabía que algo o alguien le seguía, no conocía la cantidad de anfitriones ni realmente era algo que le importase. Su ideología de libertad iba en contra de muchos opresores y ya era costumbre en él meterse en batallas que aparentan ser desiguales.*

* Su lugar en el bosque era el de un punto negro con una mancha blanca que era su máscara y prácticamente la única manera de distinguirle entre las sombras y los rayos de luna. La capa negra rodeaba por completo el cuerpo humanoide sin dejar ver sus manos ni lo que hacían, ni siquiera se podía distinguir si las manos se movían o no, el viento movía la tela negra con levedad para hacer complicidad a ese anonimato. Con calma esperaba a que apareciera un humanoide que razonara sus palabras o a un animal que se viera atraído por el ruido que produjo al hablar. Estaba listo.*

por **Liam McDonald** Lun Sep 27, 2010 5:59 am

Un fantasma. Eso parecía. Un fantasma que caminaba flotante por el sendero de piedra. Iluminado tan sólo por la tibia luz de la luna en su cuarto creciente. Dejando ver el blanco de la máscara contrastando con toda aquella oscuridad que rodeaba el bosque. Y yo mientras tanto, observaba inamovible, con odio y con curiosidad, su recorrido. En silencio, callado. Sólo el sonido de mi respiranción, unido con los demás ruido propios del bosque y las pisadas de las botas del Inmortal rompían con el espectral silencio que imperaba en el bosque en aquella noche.

Ahora, una voz. Parecía sonar como metálica, pero no lo era. La máscara había hablado, sin mover tan siquiera un ápice sus labios, que seguían esbozando una sonrisa jactanciosa.
El vampiro había percibido mi presencia, tal como debí suponer. No quería seguir escondiéndome más. No era ninguna rata refugiándome en las alcantarillas. Así pues, aun cuando yo no era lo suficientemente fuerte en mi forma humana, salí de mi lugar entre los arbustos. Orgulloso como estaba de ser lo que era. Después de todo, ésa había sido mi elección.
-Aquí me tenéis, vampiro de la máscara.-Sin ningún rastro de temor en la voz o en mis movimientos, me coloqué frente al Inmortal.
¿Qué pasaría a continuación? ¿Nos enzarzaríamos en una pelea que no tendría fin hasta que sonasen las campanas del Juicio Final? ¿Nos quedaríamos ambas criaturas, observantes y expectantes a ver lo que hacía el otro?

Por mi parte, yo no hice ningún movimiento. Pero mis músculos estaban en tensión a la espera de defenderse de un posible ataque inminente por parte del vampiro. El viento, que sacudía mi largo cabello anaranjado, me trajo de nuevo el olor a vampiro. Apreté los dientes y cerré los puños. Y en mi rostro se dibujó la expresión de la rabia contenida.
-¿Qué hacéis por estos lares? ¿Acaso no sabéis que este bosque pertenece a los licántropos?-Maldecí interiormente que, esta vez, la luna no estuviese de mi parte. Me sentía demasiado débil y frágil bajo mi forma humana. Pero eso no rebajó mis altos humos lobunos. Yo era un licántropo, tanto en mi apariencia humana como lobuna. Y defendía a mi Clan y a mi raza tanto cuando era humano como cuando era lobo.

por Invitado Vie Oct 15, 2010 1:50 am

[Lamento el retraso. Me coloqué como ausente hace semanas y no habían marcado mi ausencia.]

* Andaba con toda tranquilidad sin tentar la suerte ni agredir a nadie, pero sin embargo una figura le había acechado hace pocos momentos habiendo pedido él que saliera a la luz, ya fuera porque entendiera las palabras o porque el ruido llamara su atención depredadora. No importaba puesto que tenía maneras para defenderse en ambos casos. No podía verlo pero sus palabras podían sentirse bastante orgullosas... El simple hecho de ser llamado Vampiro en ese tono sin siquiera presentarse era un acto reconocido de orgullo y fanatismo, algo que lo delataba como un asesino de razas solo por convicción y no por razón.* -Un asesino prejuicioso... Los he visto de todas las razas.- * Sus manos bajo la capa se conservaron al expresarse. Los músculos vivos del humanoide interlocutor los sintió tensos y bastante rígidos como si una fuerza interna se manifestara en ellos sin reacción. Se había encontrado a un licano rabioso de... nada.*

* En lo que respectaba a la máscara inalterada volvió a tomar palabra en cuanto a la pregunta de lo que hacía en estos lugares que eran ''terreno de lobos'' pero en ningún lado había una señal que dijera eso ni una ley que decretara lo que pasaba a transeúntes desinformados.* -Explorar el mundo no es un pecado, y nadie tiene derecho a apropiarse de lo que pertenece a la naturaleza... Mucho menos alguien que saca conclusiones de algo que ni siquiera conoce... Esa actitud no es comparable con la generosidad de la madre naturaleza.- * Recalcó en ese hecho irónico... Si era irónico el hecho de que una entidad tan humilde estuviera protegida por arrogantes no de raza, sino corruptos de mente y de esos los hay en todas las clases.* -Dependiendo de tu próxima idea supondrá mi retiro o no.- * Sentenció dispuesto a cumplir.*

por **Liam McDonald** Miér Nov 03, 2010 5:43 am

Las palabras del enmascarado, acompañadas con aquella fluidez y serenidad , no me engañaron. No me amedranté ante tales palabras. Si no todo lo contrario, sirvieron para alimentar más mi cólera.
-Prejuicioso me llamáis, pero ¿qué puede saber alguien que oculta su rostro acerca de juicios o justicia?.-Di un paso al frente, dejando ver mi rostro iluminado vagamente por la luna. La extraña figura que tenía delante mío apenas se podía distinguir entre tanta oscuridad. Pero sí pude detectar el brillo medio azulado que desprendía el objeto metálico que le cubría el rostro. Algo que había llamado mi atención desde el primero momento.

A mi mente acudieron flashes de luz, escenas, olor a humo, sangre y huesos. Y, entre todo ese revoltijo de despojos humanos, estaban ellos. Siempre están ellos. En cada lágrima de madre derramada, en cada grito de niña asustada. Me arrebataron mi hogar una vez, no estaba dispuesto a que aquello volviera a suceder.

-Hablas de generosidad cuando vosotros arrebatáis no sólo la vida, si no también el hogar de las gentes, sin hacer distinciones entre ricos o pobres. ¿Ahora también queréis quedaros con el de los lobos?-Hice una pausa para contemplar la reacción del Inmortal. Pero aquella máscara no se movió y siguió ofreciéndo esa sonrisa arrogante. Como si se estuviera riendo de mí.-Será mejor que abandonéis el bosque y marchaos- Había sonado como una sugerencia, pero que entrañaba dentro de ella un mensaje claro y conciso; no necesitaba decirlo dos veces, si el Inmortal no se marchaba de allí, no dudaría en atacar. Sería una reacción temeraria, incluso estúpida. Pero, ¿qué más podía hacer salvo defender lo que me quedaba? Un hombre-sea o no mirad lobo-que no tiene nada por lo que luchar se convierte en cáscara vacía. ¿Era yo una cáscara vacía? No, al menos no quería serlo. Y, ¿qué más me quedaba si no era este bosque y esta rabia?

OFF: No importa, yo también estuve ausente unas semanas.

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