Guiada por el tarot a un lugar incierto - Libre

por **Shlainn Ravencroft** Sáb Sep 12, 2015 10:08 pm

Era una tarde reluciente dentro del gueto gitano, parecía que la calma inundaba todo el lugar, pero algo había que no dejaba tranquila a la gitana española, pues en su pequeña cabaña, Shlainn había echado las cartas de su bajara del tarot ya 4 veces, y siempre mostraba lo mismo.

“Sendero oscuro, puertas sin salida...
La suerte y el destino se unen en una sola
Los caminos se unen a uno solo
La muerte, la única salida”

-Sendero, ¿muerte?.... esto no está bien, que me quieren decir las cartas... – la mujer se mantenía algo seria mientras analizaba aquellos cuestionamientos además de volver a echar las cartas sobre la mesa.

Así tardó varios minutos hasta que por fin se decidió ir de ahí guiada por algunas de las cartas que había tomado, entre ellas estaba la carta de la muerte, pero ¿Dónde podría encontrar un lugar cercano a ella?, solo podría haber un sitio con esas características, el cementerio.

Ya era de tarde cuando llegó al campo santo, la gitana se detuvo unos momentos en la entrada mientras contemplaba hacia el interior, tenía cierto temor pero había decidido hacerle caso a las cartas ya que era muy creyente de sus predicciones desde que estas habían sido certeras desde hacía algún tiempo.

Así lentamente entró al lugar observando el camino que recorría y las lápidas bien acomodadas que se encontraban a ambos lados de ella, cada una con una historia diferente y además con una especie de aura que emanaban que provocaban que la chica tuviera la carne de gallina.

No tenía miedo, era más como una especie de alerta para cuidarse a sí misma, no podía explicar la sensación, pero a pesar de eso no se retiraba del lugar.

por **Drazel Sarbu** Lun Sep 21, 2015 7:13 pm

El cementerio. El lugar que visitaremos todos eventualmente. Sí, todos, ¿Qué eres un vampiro y eres inmortal? No, nadie es inmortal, que no te engañen; ya es hora de oír despertando de la farsa. Los dioses puede que si lo sean, de existir en realidad. Xibalbá, eso sí que podría ser inmortal… ¿El alma muere? Si es así ¿Cuándo lo hace? La angosta materia de la que se compone, ¿Se desintegrara en algún momento? ¿Qué significa en realidad morir? ¿Es desvanecerse de alguna forma? Yo espero no acabar allí dentro sino hasta después de haber agotado lo que sea que me quede de tiempo. Acabar en acción es mejor que morir de algo y terminar tumbado en un agujero excavado sin amor.

Divagando en aquellos pensamientos fue que encontré la entrada del enrejado y frívolo cementerio, llamada “Ciudad de los Muertos” hace ya un tiempo. Mucho tiempo. Debía de estar demasiado aburrido como para dar una vuelta aquí teniendo demasiado que hacer. La luna llena se encuentra cerca, a una semana, pero no me interesa demasiado está vez. Las últimas han sido tranquilas, prefiero que sigan así. Huele a tierra, a cenizas a polvo y humedad, huele a gusanos royendo la tierra. Es un olor que conozco, algo común y normal en este sitio. Pero de pronto, se mezclaban olores diferentes, similares a aquellos que se cruzaban en mi camino mientras iba por la calle.

Justo como en esa noche. Paseaba en la barda de ladrillos que rodeaba el cementerio, un pie delate de otro, hasta que llegue a la zona deseada y descendí de un pequeño paso, sólo un alto escalón. Caminé entre las tumbas, sin ver ninguna, sin interesarme, cuando apareció el olor. El olor de un humano, una mujer para especificar un poco. ¿Qué hacía aquí y sola además? No tenía intensión de esconderme, así que no lo hice. Pise el suelo duro del camino de piedra y avance, hasta detenerme a pocos metros de ella. Fruncí el ceño de inmediato. No, no era una hechicera. Por lo menos.

— Buenas noches, señorita… — Saludé, entornando los ojos mientras inclinaba un poco la cabeza. Soy muy especial con las mujeres, completa y totalmente. Viven en un mundo en el que nunca me inmiscuiría mientras pueda evitarlo. Pero daba la causalidad de que ella parecía inmiscuirse en el mío. La noche es de los vampiros, es de los licántropos y los locos enfermos que desean que les pase algo de noche, como está joven, quizás. Tiene mucha suerte de que no sea luna llena o de que yo pueda pretender correctamente como ser un apropiado caballero.

por **Shlainn Ravencroft** Lun Sep 21, 2015 11:01 pm

La gitana continuaba caminando entre las lápidas, y mientras eso ocurría al pasar por aquellas estructuras de piedra, pasaba levemente la mano en algunas como si tratara de acariciar la más fina porcelana que al más pequeño contacto se fuese a romper. Parecía perdida en sus pensamientos a pesar de lo que significaba caminar en ese lugar durante la noche.

Fue la voz de un hombre la que hizo que aquella pusiera atención a su caminar además que se detuviera bruscamente, sus ojos se posaron en los ajenos mientras contestaba con amabilidad y cierta calma. – Buenas noches...

No pasaron ni unos segundos cuando aquella al tratar de tomar su baraja esta se le cayó al suelo, pero todas quedaron boca abajo a excepción de una pero esta había quedado de cabeza en dirección a los pies de la chica.

-La rueda de la fortuna invertida – dijo como un murmullo leve solo para que sus oídos le escuchasen, se agachó con cuidado tomando parte de su falda roja para no enredarse en ella y levantó las cartas, acumulándolas todas en una mano pero en la otra sosteniendo solo a la que había quedado boca arriba.

“La rueda de la fortuna invertida, indica sucesos inesperados, obstáculos imprevistos, riesgos...”

Quedó pensativa unos momentos mientras colocaba la carta boca abajo junto a las demás, y luego guardaba el mazo de cartas en aquella bolsita que colgaba de su cintura.

Fue que puso mayor atención a aquel hombre, siempre guardando respeto ante todo y el aura que aquel emanaba se podía notar extraña, al principio brotaba como fuego pero luego cambió la forma a la de un lobo como tratando de aullar hacia el cielo.

“Un licántropo” – por fin pudo reconocer aquella especie que se mantenía oculta en una apariencia humana, la chica se mantuvo tranquila, no quería mostrar ninguna emoción, pues no sabría si eso le causaría problemas.

por **Drazel Sarbu** Miér Oct 07, 2015 10:22 pm

Hundí las manos en los costados de mi traje, atorando mi pulgar en el borde de la costura, cerca de los bolsillos, personificando mi pantomima lo mejor posible. La verdad, es que al principio yo no noté lo que sucedía, ¿Cuál era mi intención con aquella mujer? ¿Por qué precisamente ella? Pero conforme la observaba, escuchaba su voz y la olía, lo descubrí. Era bastante sencillo. Yo estaba mirándola como una posible víctima, para mí y para mí lobo interno también.

En aquella inmovilidad que mantenía, parpadeé completamente sorprendido. No era algo que me hubiera pasado antes. Seguro recordaría esta sensación de poderío y a aparente necesidad por convertirla en un ser sin vida. Empero, no me moví. La impresión de aquel descubrimiento me había puesto helado. Una nueva sensación nunca antes sentida. De pronto la noche parecía más interesante conforme la miraba. Por supuesto, no avancé más de la cuenta, mantuve la distancia suficiente para verla, pero estando muy lejos de alcanzarla, por respeto a ambos, por precaución. Vamos lobo estúpido, no vayas a arruinar tu vida para siempre por un desliz.

El sonido de las cartas al caer me despertó, me soltó el cuerpo. Seguí el trayecto de las cartas en su camino al suelo y sutil, porque es así como los que simulan como yo deben de hacer las cosas, arqueé una ceja en cuanto la escuché. No hablaba conmigo, así que nada respondí. Pero me cansé de pronto y me salí del camino, satisfecho con la sensación del césped debajo de mis zapatos. Me encontraba algo más alejado pero no por ello mi atención pareció diluirse. Cuando sentí su mirada sobre mí me detuve y le permití examinarme. Esperé, más, sin embargo, nada pareció ocurrir.

— Señorita… — Llamé en voz baja, moviéndome despacio de nuevo al camino artificial de adoquines. — Lamento decir que me pone nervioso que me vean tanto. — Volví la mirada a su bolsita donde había guardado las cartas. — Sé lo que son esas cartas y quienes las usan en su mayoría, aunque no me gustaría especular ni adelantar conclusiones. — Levanté la mirada hasta sus ojos y sonreí, tranquilamente. — ¿Deberíamos decirlo todo directamente? ¿Por qué está aquí?

por Contenido patrocinado

Guiada por el tarot a un lugar incierto - Libre

Guiada por el tarot a un lugar incierto - Libre

Re: Guiada por el tarot a un lugar incierto - Libre

Re: Guiada por el tarot a un lugar incierto - Libre

Re: Guiada por el tarot a un lugar incierto - Libre

Re: Guiada por el tarot a un lugar incierto - Libre