The way you look tonight | |Mirko Lautrec

por **Golnar Richelieu** Miér Sep 23, 2015 5:02 am

Recuerdo del primer mensaje :

Golnar había elegido el vestido que más se acercaba al de una joven de clase media. Contó el dinero que tenía y sonrió. Quizá se podría comprar algunas ropas bonitas con él pero prefería ir al restaurante. ¿Por qué? Lo ignoraba por completo pero tenía ganas de sorprender a Mirko y de probar su comida. Lo cierto era que olía muy bien y era la típica comida que entraba por los ojos y eso solo te abría aún más el apetito.

Se despidió de Narcisse con un beso en la mejilla y un abrazo y salió de su casa. Iría al restaurante y podría volver a ver a Mirko. No sabía cuán caro era pero al menos podría pedir lo más barato de la carta. El día había amanecido con unas cuántas nubes recorriendo el cielo, solo esperaba que no lloviese en el tiempo que se encontrase andando por la calle. Su barriga ya rugía, necesitaba tomar ya su almuerzo. Se acordaba perfectamente de la dirección en la que estaba y siguió su camino hasta llegar a las puertas.
Cogió todo el aire que sus pulmones le permitieron y lo soltó de golpe. Llegó el momento. Había pasado un par de días desde el tropiezo que habían tenido y no había podido aguantar más para encontrarse de nuevo. Lo que peor llevaba era que era una dama sola en un restaurante. ¿Quién iba sola a un restaurante? Pocas damas lo hacían. Pero tenía que admitir que ella ya no era una dama, ella era una mujer y punto. No se tenía que preocupar por lo que pensaban los demás sobre lo que hacía o dejaba de hacer. Entró y un hombre la recibió con una sonrisa en el rostro. La guió a una mesa y, antes de que se fuese no tardó en preguntar.

─¿Se encuentra el señor Lautrec trabajando?─ el hombre la miró extrañado, parecía que pocas personas preguntaban por él, finalmente asintió y ella le sonrió mucho más tranquila. Al menos no había ido en vano ─ ¿Podría decirle que la señorita Golnar está aquí?─ el hombre volvió a asentir y se marchó. Ella, mientras, se sentó y ojeó la carta que tenía en frente.

por **Golnar Richelieu** Dom Sep 27, 2015 5:20 am

Estaba pendiente para lograr ver a Mirko en toda aquella multitud. Algunas personas se quedaban mirándola unos segundos como si tratasen de descubrir qué hacía allí una mujer sola y a aquellas horas. A Golnar no le importaba lo que pensasen, estaba acostumbrada a ser el objeto de atención de algunos. Primero, cuando vivía con su familia, la admiraba por ser una rica soltera. Ahora, la miraban por no-sabía-qué y dudaba que lo quisiera saber.

Lo vio a lo lejos y aguardó hasta que se acercó a ella y la saludó. No podía borrar de su rostro aquella estúpida sonrisa. El joven tenía mejor aspecto que la última vez que lo había visto. Se le había quedado una marca un tanto extraña pero incluso podía darle un aire más varonil si se lo planteaba de esa manera. Sus heridas eran la prueba de que era un auténtico caballero y haría lo que fuese por defender lo que era justo.

─No, llegas a tiempo─ se reprimió a sí misma. Así no debería haberle contestado. ¿Cómo iba a ser una buena profesora si ni siquiera era capaz de poner en práctica las lecciones que había pensado?─¿Estás mejor?─ le preguntó señalando el golpe. Así no era cómo debía desarrollarse la conversación... Era igual, tendría que improvisar sobre la marcha.

Miró a su alrededor. Intentando ver algo más que un pelotón de gente. Sabía más o menos lo que buscaba pero tenía que estar bien atenta para lograr ver algo entra tantos vestidos y tantas parejas paseando juntas.

─¿Qué te parece si empezamos?─ le preguntó mostrando media sonrisa traviesa al encontrar su objetivo─¿Ves aquella joven que está sentada sola? Quiero que te acerques a ella y le digas algo bonito. Dile algo sobre su pelo, su vestido o su maravillosa sonrisa. No sé el qué, pero simplemente acércate a ella, dile algo bonito y vuelve. ¿Serás capaz?─ levantó una de sus cejas, era un reto en toda regla y solo esperaba que aceptase y fuera capaz de cumplirlo.

por **Mirko Lautrec** Dom Sep 27, 2015 9:33 pm

-Si un poco mejor – Aceptó, no quería dárselas de rudo y mentir sobre su estado, él no era ese tipo de hombre, las mentiras no se le daban bien – Fui al hospital en la tarde, la asistente de cocina prometió cubrirme para que pudiera ir – Le explicó volviendo a recordar lo nervioso que le ponía el saber que había dejado la cocina en manos de ella, no es que fuera una mala persona o que no hiciera bien su trabajo, pero esa cocina era su responsabilidad, Mirko la sentía como suya propia aunque no lo fuera.

Cuando Golnar terminó de explicar lo que quería que hiciera, Mirko abrió los ojos de par en par ¿Estaba hablando en serio? Golnar había dicho que le ayudaría y enseñaría acerca de como conquistar a una mujer, pero pedirle algo así de repente ¿No era mejor que le diera una clase primero? Mirko no tenía idea de que le iba a decir a aquella chica, sus mejillas se habían puesto completamente rojas y sentía como si todo el calor del cuerpo se le hubiese subido a la cabeza.

- ¿Y si se enoja? - Exclamó con voz trémula - ¿No pensará que soy descarado e inapropiado en decirle algo así, sin tan siquiera conocerla? - Le preguntó a Golnar, desvió su mirada hacía la mujer que seguía sentada sola, volvió a mirar a Golnar - ¿No deberías enseñarme primero qué decir? - Se quejó, empezaba a sonar más como un niño al que le habían mandado a recoger sus juguetes y organizar el cuarto, realmente le ponían muy nervioso ese tipo de situaciones, sobre todo porque aquella sería la primera vez que le abordaría a una total desconocida de esa forma.

por **Golnar Richelieu** Lun Sep 28, 2015 5:54 am

Le sonrió al oír que estaba mejor. Al menos, no había vuelto a trabajar después del encuentro con aquel horrible hombre. Le gustó el hecho de que no dijera algo del estilo: "estoy bien, no ha pasado nada". Algunos hombres querían parecer más fuertes de lo que eran y lo único que hacían era mentir.

Parecía sorprendido ante su reto. Hasta sus mejillas se tiñeron de un tono rosado. Ladeó la cabeza con una sonrisa en el rostro. Le parecía adorable en aquel momento.

─¿Y si, y si...?─ dijo rodando sus ojos al escucharle─La vida está llena de esas preguntas que no hacen más que retenerte. Simplemente quiero ponerte a prueba. Saber qué dirías en un momento de tensión poder trabajar a partir de ahí. Ver tus fallos y arreglarlos.

Golnar se quedó unos segundos en silencio, escudriñando a la gente que pasaba por delante de ellos. Hasta que vio a un hombre andar solo por la calle, llevaba un sombrero de copa y un bastón que solo lo hacía ver como alguien que poseía dinero, sería solo un par de años mayor que Golnar. La mujer miró a Mirko y le guiñó un ojo antes de abordar al hombre que pasaba por delante de ellos.

─Perdone, monsieur, ¿le han dicho alguna vez que tiene un gusto increíble en la elección de la ropa? Es increíble cómo concuerda con su hermosa sonrisa.

El hombre, en un principio, se quedó desconcertado por aquellas palabras pero finalmente sonrió y se quitó el sombrero, haciendo una reverencia.

─Muchas gracias, se podría decir lo mismo de usted─ dijo con intención de continuar la conversación.

─Solo quería que lo supiera. Que tenga una buena noche─ hizo una reverencia y estiró si brazo, dándole a entender que deseaba que se fuera. El hombre, de mala gana, siguió su camino y Golnar se acercó a Mirko con una sonrisa─¿Has visto? No es tan difícil. A todo el mundo le viene bien escuchar algo bonito por parte de otra persona. Si se habla desde el respeto, no deberían contestarte mal, ni mucho menos. ¿Lo intentarás ahora?─ dijo asegurándose que la joven seguía sentada en el mismo sitio.

por **Mirko Lautrec** Mar Sep 29, 2015 12:54 am

Golnar quería ponerle a prueba para poder aconsejarle sobre lo que estaba bien y mal, de repente Mirko se sintió como un alumno que teme defraudar a su profesor en una importante lección, entonces ella le había picado el ojo y se había acercado a un caballero que venía caminando desprevenidamente, Mirko observó con atención la soltura con la que Golnar se dirigía a ese hombre soltándole un cumplido de una manera muy natural. No podía más que admirar las habilidades de seducción de ella ¿Las habría aprendido en el burdel o era parte de su personalidad? Mirko no estaba seguro ese tipo de cosas se aprendían o si surgían de manera natural.

-Wow – Exclamó cuando ella volvió y el caballero siguió su curso – Eso fue alucinante – Aceptó y volvió su vista a la chica que seguía sentada en la butaca como si estuviera esperando por algo o alguien. - Haces que parezca tan fácil... - Murmuró y decidió que si Golnar podía hacerlo él también podía, además ella tenía razón con respecto al respeto, si era respetuoso y educado no había razón por la cual la chica se enojase.

Aspiró con fuerza y frunció el ceño decidido, era ahora o nunca. Se dijo así mismo caminando hacía la mujer de cabellos crespo rubios y ojos verde claro, cuando estuvo frente a ella se quedó mirándola sin decir nada por lo que pareció un largo minuto.

¿Mierda que le digo? Oh... si, los ojos, ¡algo sobre los ojos!

La chica se giró hacía él y lo miró con prevención pues el continuaba allí parado sin decirle nada.

- Sus ojos... - Murmuró al fin Mirko con los brazos a ambos lados del cuerpo como si se tratara de un soldado parado frente a su capital – Son... verdes – Continuó sintiéndose cada vez más estúpido – Y...redondos – Definitivamente no había sido bendecido con el don de la palabra y entre el nerviosismo no se le ocurría una bonita metáfora para comparar los ojos de la mujer.

- ¡Hey!- Una tercera voz le sacó de su estado inicial de congelamiento, había aparecido un hombre de alrededor de 50 años, de pronunciada barba castaña claro y ojos tan verdes como los de la chica en cuestión - ¿Está molestando a mi hija? - Mirko entonces notó que el hombre había salido de uno de los restaurantes y llevaba un cesto con panes, probablemente la mujer le estaba esperando, ahora que la observaba bien, era bastante joven, como mucho tendría 18 años.

por **Golnar Richelieu** Mar Sep 29, 2015 9:39 am

La mujer se quedó expectante mientras Mirko se acercaba al a chica. Esperaba que más o menos le saliera bien. Era la primera vez que haría una locura semejante así que sabía que no lo iba a hacer perfecto pero así podía empezar desde un punto en concreto.

Se acercó discretamente a ellos para poder oír lo que le decía. Casi se lleva la mano a la cara al oír semejante piropo. Eso ella ya lo sabía. Lo único que le había faltado decirle era que su pelo era rubio... Además, no mostraba ninguna pose relajada, su cuerpo entero estaba en tensión. Se sorprendió al oír aquella tercera voz y ver que se trataba del padre de la joven. Pensó con sarcasmo que había elegido el momento idóneo para abordar a la chica. Estuvo a punto de intervenir, no quería que por su culpa se llevase más golpes pero la chica se levantó de la silla y frenó a su padre posando suavemente su mano sobre el pecho de él.

─Tranquilo, padre. Solo me estaba preguntando la dirección de un lugar. Adelántese y enseguida estoy con usted─dijo y le sonrió de forma dulce para que cumpliera con sus deseos, y así fue. El padre se alejó de ellos refunfuñando. La joven se dirigió hacia Mirko y le sonrió─Y usted tiene unos ojos marrones y... redondos también─ se burló sin ninguna mala intención─. Gracias, es lo más bonito que me han dicho hoy. Nos vemos, monsieur.

La joven se alejó de él, corriendo para llegar hasta su padre y engancharse de su brazo. Golnar sonrió, no lo había hecho tan mal al fin y al cabo. Su inocencia y sus torpes palabras habían servido para hacer sonreír a la chica. Salió de su escondite y se puso a su lado.

─Menos mal que era una dama agradable─ le dijo con una sonrisa─¿Pero a qué ha venido eso de ojos verdes y redondos?─ le recriminó sin enfadarse y con cierta gracia─. Se supone que tienes que decirle algo que no sepa. Como que sus ojos brillan cuales estrellas. O que el campo más verde podría envidiarla... Cualquier cosa menos eso. Y tienes que relajar esos hombros

Se colocó a su lado y tocó sus hombros, haciendo un leve masaje. Sentía que en cualquier momento podía romperse si seguía así de tenso. En aquel momento, pensó que podría estar sobrepasándose. El contacto físico era muy común en su trabajo pero quizá a Mirko no le gustase. Separó sus manos justo cuando estaba a punto de tocar su cuello y giró su rostro hacia otro lado. ¿Por qué se había sonrojado? Solo esperaba que él no lo hubiera visto.

por **Mirko Lautrec** Miér Sep 30, 2015 1:27 am

Por unos instantes Mirko creyó que se ganaría la segunda tanda de golpes de esa noche pues nada peor que un padre sobre protector, aunque él comprendía completamente el sentimiento, se imaginaba a su hermana menor por ejemplo, si un hombre intentaba pasarse de listo seguro se ganaría la furia de su padre. Sin embargo la chica calmó al padre con una mentira y cuando se alejó le respondió de una forma inesperada. Mirko se sintió infinitamente estúpido al darse cuenta de lo que había dicho había sonado completamente obvio. Menos mal ella no se lo había tomado a mal.

La mujer era definitivamente el mayor misterio del universo. Siempre reaccionaban de las formas más inesperadas e incomprensibles.

Golnar salió de su escondite y Mirko se sorprendió de lo buena que era camuflándose en el sitio. Podría ser una espía infiltrada en el ejercito, pensó por unos instantes y luego volvió a la realidad al escuchar las palabras de ella. Ciertamente lo había hecho completamente mal y Mirko era consciente de ello, se fue sonrojando de nuevo mientras ella puntualizaba las cosas que debería decir, luego le había tomado de los hombros y Mirko sintió un escalofrío recorrerla la espalda, la falta de contacto físico con mujeres le hacía bastante sensible a detalles tan pequeños como ese.

- Es difícil pensar en esas cosas en el momento – Dijo al fin y notó que ella giraba el rostro hacía un lado pero no supo porqué – Creo que definitivamente necesito más práctica en esto – Concluyó y luego agregó – No tengo una personalidad extrovertida como podrás notar, por lo que esas cosas no me salen espontáneamente – Se excuso encogiéndose de hombros – Cuando regrese a casa voy a anotar todas esas frases que me has dicho, creo que inclusive puedo encontrar algo de poesía en los libros... por cierto ¿Te gusta la poesía? -

por **Golnar Richelieu** Miér Sep 30, 2015 9:08 am

Ella, al dejar de sentir ese calor sobre sus mejillas, le volvió a mirar y le sonrió. Era difícil sí, pero con la práctica podría acabar por ser todo un experto. Solo tenía que dejar fluir las palabras en su interior. Pero si era un hombre que se guiaba más por la técnica que por el instinto o los sentimientos, lo tendría realmente difícil.

─¿De qué te gusta hablar, Mirko? De manera general, ¿qué temas te interesan más?─ quería ver si podía sacar algún piropo de algo tan simple como lo que más le apasionara pero dudaba mucho que aquello pudiera ser posible, aún así no estaba de más intentarlo.

Si iba a ir anotando las frases lo tendría claro. Tendría que memorizarla todas y a la hora de la verdad no sería eficaz. Las mejores conquistas surgían de la improvisación. Seducir a alguien era un arte, casi tanto como la escultura o la pintura. Al menos, ella lo veía así. Había técnicas, ciertas ayudas pero, si no lo sentías, de nada te servía todo lo que pudiera aprender. Pero si valía para que Mirko llegara a sentir lo que ella ansiaba, habría hecho un digno trabajo y se vería por satisfecha.

─¿La poesía?─ la pregunta la tomó casi por sorpresa, ¿por qué podría interesarle a él saber aquello?─. Sí, me gusta. Antes solía pasar las horas leyendo toda clase de libros y la poesía me apasionaba. Lástima que a penas sepa recitar una─ dijo casi con pena, hacía tiempo que no leía nada nuevo. Quizá podría coger esos ahorros y comprar algún libro nuevo y retomar su pequeño placer en la vida.

Entonces, algo en su interior reaccionó, como si le hubieran encendido una vela que alumbraba lo que hasta ahora no había visto. Ahora parecía tan claro que no sabía cómo no se había dado cuenta. La cuestión era que Mirko necesitaba saber ese pensamiento que se había instaurado en su mente y no dudaría en compartirlo con él. Seguro que eso le animaría a continuar

─. ¿Sabes qué es lo que pienso, Mirko? A pesar de que aún no sepas cómo comenzar una conversación, creo que podrías conquistar a una mujer en menos de lo que piensas. Lo tienes ahí, solo necesitas mostrarlo y atraerás a todas como un rico pastel puesto en una ventana...─ quizá no había sido tan buena idea decirlo. Casi se avergüenza al pronunciar todo aquello en voz alta. En su mente había sonado mucho mejor. Últimamente, las palabras le estaban fallando cuando Mirko estaba presente.

por **Mirko Lautrec** Miér Sep 30, 2015 11:44 pm

Habían muchos temas que le interesaban ¿Pero le interesarían esos temas a una mujer? No sabía como podría usar temas científicos en una conversación romántica.

- Me gusta la biología, la botánica, la astronomía y la patología - Le respondió no muy seguro de como podrían usar esos temas en el arte de seducir. Le agradó escuchar que a Golnar le gustaba leer, eso siempre era un buen signo en una mujer, pocas se interesaban por el conocimiento más allá de los temas superficiales como la moda o los chismes. La poesía no era su fuerte tampoco, pero suponía que era algo que le gustaría a cualquier dama. - ¿Podría usar poesía como arma para seducir? No es que sepa mucho de poesía la verdad, pero supongo que a todas las mujeres les gusta... creo que sería buena idea empezar estudiando poetas, así podría aprender a recitar -

A lo siguiente Golnar le dijo que podría seducir a una mujer fácilmente y que podría atraerlas como un delicioso pastel, Mirko alzó una ceja intrigado con la metáfora, se imaginó el pastel y le pareció algo gracioso.

- ¿Que es lo que tengo que necesito mostrar? - Preguntó parpadeando varias veces con gesto inocente - ¿En que estás pensando ahora? - A lo mejor Golnar tenía una segunda prueba para él, habían varias chicas caminando por esa calle tan concurrida, quizás Golnar tenía otro objetivo en mente.

por **Golnar Richelieu** Jue Oct 01, 2015 4:25 am

Golnar le escuchó hablar de los temas que le gustaban y se tomó unos segundos para reflexionar sobre el asunto. La cuestión no era que hablase de ellos si no que utilizara sus conocimientos para seducir a una dama.

─Ya tienes herramientas para hacer un bello halago a cualquiera. Simplemente comparándola con una flor, con una estrella... Algo como eso la hará sonreír, seguro─ le comentó para que siguiera el hilo de sus pensamientos.

Le sonrió a su pregunta. Eso no era algo que ella pudiese responder. Él tenía que descubrir aún muchas cosas sobre quién era Mirko. Nunca se llegaba a conocer a uno mismo. Siempre había algo nuevo que sorprendía descubrir. Los humanos eran una constante caja de sorpresa. ¿Qué estaba pensando ahora? Observó la calle, lo que se le estaba ocurriendo quizá era una mala idea y podría disgustar a Mirko pero allí estaban para aprender y divertirse un rato así que ¿por qué no intentarlo? Posó su vista sobre una joven de cabellos dorados que pasaba entre la gente con un libro que abrazaba sobre su pecho. Tenía la piel blanca por lo que se podía deducir que de clase baja no era. Aunque ella aún no sabía distinguir de qué clase era cada uno solo con la ropa o los gestos, habían muchos que podían estar fingiendo.

Esperó unos segundo y, cuando la joven estuvo a la altura de Mirko, Golnar le empujó levemente para que se produjera un choque fortuito. Ahora solo quedaba ver cómo se desenvolvía Mirko en esa situación. "La mejor lección es a base de golpes" pensó mientras sonreía.

A la joven se le había caído el libro y se llevó la mano a la cabeza algo aturdida por aquel encuentro. Miró a Mirko y le sonrió, parecía que era incapaz de agacharse a recoger el libro.

─Perdone, no veía por dónde iba─ le dijo mientras un leve rubor cubría sus mejillas─. ¿Puede recogerme el libro? Con este vestido a penas me puedo mover─ dijo y permaneció callada al observar por fin al joven que tenía delante. Mirko era atractivo, nadie podría negarlo. Incluso con aquel golpe en el ojo, parecía que la joven se había dado cuenta y ahogó un grito─. ¿Está bien? ¿No habré sido yo la que le ha producido ese golpe?

Golnar puso por un segundo los ojos en blanco. Algunas chicas hablaban con desconocidos sin preocuparle qué era lo que les contaba. Parecía algo desesperada por encontrar un hombre que las acompañase por el resto de sus vidas. No la culpaba, ella deseaba lo mismo pero sabía de sobra que no había nadie para ella. Golnar no era un buen partido para ningún hombre. Solo quedaba ver la reacción de Mirko.

por **Mirko Lautrec** Jue Oct 01, 2015 6:45 am

Mirko se quedó pensativo con lo que ella dijo, de repente pareció comprender el significado, podía utilizar su amplio conocimiento en esas ciencias para deslumbrar a una mujer, podía compararla con una flor exótica o con una hermosa estrella, aquello sin duda arrancaría una sonrisa de una dama y le cautivaría. Pensar en las posibles metáforas que podría hacer con cosas que sabía le dio un poco de autoestima.

Entonces sin esperarlo se encontró cayendo sobre una dama que pasaba por su lado, todo pasó muy rápido como para reaccionar, Golnar definitivamente lo ponía a una nueva prueba, había tumbado el libro de la mujer y él se había quedado congelado unos momentos hasta que la chica le pidió que lo recogiera, avergonzado por no haberlo hecho inmediatamente se agachó para tomar el libro, entonces pudo observar a la mujer, se trataba de una chica de piel pálido, rizos rubios y un precioso vestido que parecía muy costoso.

- No... por supuesto que no - Exclamó entregándole el libro - Disculpe mi torpeza, aquí está su libro - Se quedó mirándola sabiendo que Golnar le estaba poniendo a prueba y esperaba que el le dijera algo a la chica, se mordió el labio, tenía que pensar rápido en algo o perdería la oportunidad - Q...que vestido tan elegante... ¿Donde lo compró? -

Y de nuevo ahí estaba diciendo tonterías sin sentido.

por **Golnar Richelieu** Jue Oct 01, 2015 8:19 am

Golnar casi se lleva las manos a la cabeza. Creía que Mirko no contestaría nunca a la joven, si seguía tardando tanto ella podría llegar a pensar que era un hombre mudo o algo por el estilo. Finalmente, se atrevió a hablar. Parecía que no lo había hecho tan mal. Bueno, le había hablado del vestido, era un buen comienzo.

A la chica parece que le agradó el comentario pues levantó un poco la tela y lo miró con una sonrisa en el rostro. Recogió el libro que él le entregaba.

─Es un encargo. Me lo han hecho exclusivamente para mi. Un regalo de cumpleaños, ¿sabe usted?─ sí, no parecía que iba del todo mal. Si lograba decirle unas palabras más, habría hecho más de lo había logrado hasta ahora─Me llamo Aline, ¿y usted? No es muy común tropezarse con alguien tan amable. Otros me hubieran gritado y pedido que mirase más por dónde iba...

Golnar sonrió. Seguro que lo había dicho por el comentario del vestido. No todos los hombres se fijaban en las prendas de una dama y Mirko, aunque hubiera sido en un ataque de nervios, había logrado llamar la atención de la joven. Si ya lo había dicho ella: como moscas...

por **Mirko Lautrec** Jue Oct 01, 2015 8:55 am

Se encontró entonces hablando con esa chica llamada Aline a quien le habían hecho ese vestido por encargo, Mirko no se sentía realmente interesado en lo que decía, a él poco le interesaban las modas y los vestidos, pero estaba siguiendo los consejos de Golnar y había dicho lo que le había parecido apropiado para el momento.

- Mi nombre es Mirko Lautrec - Le respondió y se apresuró a decir - No se preocupe usted, en realidad fue culpa mia el haber tropezado, así que no tengo porqué enojarme - Le explicó, estaba siendo muy franco y directo, pero así era su personalidad, le era difícil decir cosas con doble sentido o lanzar líneas pre elaboradas para agradar a otras personas. - ¿Se ha hecho daño mademoiselle Aline? -Le preguntó más por cortesía que por genuino interés.

Entonces se le ocurrió que quizás el licor le haría sentir más cómodo con todo ese asunto de aprender a seducir, él no era un hombre que solía beber con frecuencia ni frecuentar bares, sin embargo sabía que el alcohol ayudaba a inhibir ciertos comportamientos y afectaba tanto el cerebro como el cuerpo ¿Le ayudaría beber un poco de vino o ron para continuar con tan complicada lección?

- Que tenga una buena noche mademoiselle y un excelente cumpleaños - Finalizó haciéndole una cortés reverencia a Aline, para volverse hacía Golnar. ¿Encontraría Golnar adecuado que le propusiera que bebieran juntos?

por **Golnar Richelieu** Jue Oct 01, 2015 9:55 am

Golnar estaba bastante sorprendida al ver la escena que estaba protagonizando Mirko. Sabía cómo hablar, solo le faltaba un poco de confianza en sí mismo. La joven caería rendida ante él en cualquier momento. Le gustó cuándo le dio las explicaciones del choque y que le preguntase si se había hecho daño. Esa tal Aline parecía casi encantada con Mirko, seguro que no había conocido hombres buenos en lo que llevaba de corta vida.

─Estoy perfectamente. Gracias por preguntar─ le dijo mientras se tocaba coquetamente el pelo. Quizá él no veía aquellos pequeños gestos que ella estaba haciendo pero si seguía la conversación un poco más seguro que alguno acabaría por invitar al otro a algo.

Entonces fue cuando Mirko decidió terminar la conversación. Golnar negó con la cabeza para que él se diera cuenta pero parecía ser demasiado tarde. Cuando Mirko se movió para girarse y volver con ella, la joven Aline le agarró levemente de la manga.

─Espere, señor Lautrec─ dijo con las mejillas algo enrojecidas─. Le parecerá quizá demasiado repentino, al fin y al cabo nos acabamos de conocer pero mi querida madre ha organizado un baile por mi cumpleaños y ha insistido en que invite a tantos caballeros como pueda, aunque ni los conozca... ─ Golnar hizo una mueca al oír aquello, seguro que lo que su madre quería era buscarle un pretendiente a aquella joven. Ella abrió su libro y sacó una pequeña tarjeta─. Tenga, está invitado. Puede traer acompañante si lo desea. Me gustaría mucho verle allí─ le dedicó una tierna sonrisa y realizó una reverencia y le deseó unas buenas noches. Tras aquello, se alejó de ellos.

Golnar se decidió acercarse a él con una sonrisa en el rostro. Sí, sabía elegir a las chicas a la perfección. No era por piropearse a sí misma pero tenía un ojo especial en buscar jóvenes desesperadas.

─¿Ves como tienes ese algo que a todas atrae?─ le preguntó mientras dejaba caer su mano sobre el hombre de Mirko. El contacto anterior le había sabido a poco─. Te acaban de invitar a un baile y, amigo mío, de seguro que asistirás.─ y por si se negaba a ello, logró añadir─. Y estaré allí por supuesto.

Un baile era el lugar ideal para enseñar más a Mirko. Seguro que ni siquiera sabía cómo bailar. Pero ella le enseñaría a eso y a más. Elegiría también el atuendo adecuado y se presentarían allí dispuestos a todo.

por **Mirko Lautrec** Dom Oct 04, 2015 12:35 am

Aline le había insistido en prolongar ese encuentro fortuito y había terminado con una invitación a un baile, se quedó observando la tarjeta sin poderselo creer, todo había pasado demasiado rápido y era la primera vez que le invitaban a un evento social de ese tipo en París. Por supuesto en su ciudad natal debido a la posición de su familia, había sido invitado a eventos parecidos, pero la mayoría de veces había buscado la forma de evadirlos inventando excusas.

Para ser franco, los eventos sociales lo ponían increíblemente nervioso, sin mencionar que le aburría sobremanera escuchar las conversaciones superficiales ded la gente.

Cuando la chica se fue, Golnar le había felicitado por conseguir la invitación y le había asegurado que lo acompañaría, ella parecía más entusiasmada con la idea que él y Mirko descubrió que le agradaba ver a Golnar alegre, su sonrisa iluminaba su rostro y le hacía sentir cómodo.

- Espero no sea mucho problema para ti y que no me esté pasando de confianzas contigo obligándote a acompañarme - Comentó, pues no sabía si lo hacía por compromiso o porque realmente lo deseara. - No se si sea por educación que me ha invitado o si realmente está interesada... es decir, no sabe quien soy ni me conoce, ¿Cómo va a sentir interés por mi? - Para Mirko pensar en sentir un interés puramente físico era prácticamente imposible, para él la personalidad era lo que realmente le podía enganchar a una persona y hasta ahora no conocía nada sobre Eline.

- Aquí dice que el baile será el próximo miércoles a las 5 de la tarde - Comentó leyendo la tarjeta - ¿Estarás libre para esa noche? - Inquirió, no sabía porqué estaba aceptando ir, pero algo en su interior le estaba diciendo que podía valer la pena.

por **Golnar Richelieu** Dom Oct 04, 2015 8:20 am

No sabía por qué pero aquella pequeña tarjeta era un auténtico logro. No pensó que las cosas fueran tan lejos con una simple chica pero al parecer así había sido. Era el momento indicado para Mirko, allí se aprendía mucho. Y, ¿para qué negarlo?, ella deseaba ir a un baile de esos.

─Hace mucho tiempo que no voy a un baile─ le dijo para que disipara todas sus dudas─. Estaré encantada de estar allí.─ escuchó su pregunta y sonrió, estaba claro pero parecía que él no lo veía─. Le has parecido atractivo, eso es todo.─ no sabía si contarle sus sospechas de un baile para encontrar pareja a la joven, sería mejor que eso se lo guardase para ella─. Y es normal que haya sentido interés por ti, aunque no te conozca. Has sido todo un caballero con ella─estaba halagando al joven y no podía parar de hacerlo. Ya había admitido en voz alta de que era un joven atractivo y ahora le decía que era lo que toda dama deseaba, claro que lo había dicho de manera muy indirecta.

Le arrebató la tarjeta con delicadeza y la examinó. Estaba escrita con una letra muy cuidada. Se aceptaban acompañantes y si eran varones mejor. Aquello disipó todas las sospechas y la transformaron en una verdad clara; la chica, o la madre de la chica, estaba buscando pretendientes.

─Podré─ le dijo asintiendo y devolviéndole la tarjeta. Ese pequeño trozo de papel había que enseñarlo para saber que estaba invitado a la fiesta─¿Sabes bailar? Podemos quedar un día para aprender un par de pasos si te parece bien. Solo para que más o menos tengas una idea─ no iba a permitir que fuese a un baile y no bailara ni una sola canción.

por **Mirko Lautrec** Dom Oct 04, 2015 10:57 pm

Golnar parecía genuinamente entusiasmada con la idea del baile, Mirko la sólo idea lo ponía nervioso, pero tenía que aceptar que ver a Golnar contenta le gustaba, era una alegría contagiosa y se salía de la monotonía en la que siempre se envolvía su vida.

- Si tu así lo crees... - Murmuró avergonzado con los halagos, no estaba acostumbrado a que las mujeres le notaran o le dijeran cosas bonitas, definitivamente una experiencia nueva para él quien pasaba más tiempo con los muertos que con los vivos, los cadáveres en la morgue por ejemplo, solía tener largas conversaciones con ellos (o más bien monólogos) y de repente se encontraba hablando con personas cuyo corazón latía.

- La verdad es que no se bailar - Comentó, eran muchas las cosas que no sabía respecto a como actuar en sociedad - Practicar me parece una excelente idea - Agregó, eso le daría más confianza a la hora de enfrentarse con el baile real, además que no quería cometer ninguna estupidez en frente de un montón de personas. Se quedó pensativo unos momentos ¿Donde podrían practicar?.

- Pero donde podremos escuchar música y practicar ¿Sin que haya muchas personas prestándonos atención? - Preguntó más que para si mismo que para ella, seguro que si fuera un hombre de clase alta, simplemente contrataría unos músicos para que fueran a su mansión a tocar un par de horas, pero él no podía darse esos lujos, los únicos sitios que se le ocurrían era el cabaret o el circo gitano, podrían encontrar músicos ambulantes que por un par de monedas tocaran algunas piezas para ellos - ¿Conoces algún sitio así? Sólo se me ocurre el cabaret o el circo gitano, sin embargo no he ido al cabaret así que no se si podamos bailar allí -

por **Golnar Richelieu** Lun Oct 05, 2015 9:57 am

Intuía que él no sabía bailar. Solo con saber lo poco que sabía de él, le bastaba para deducir que no era una persona que estaba integrado por completo en la sociedad. Eso le agradaba. Parecía una tontería pero esas personas que vivían para contentar solo a la sociedad, acababan por ser desgraciada. Como Aline, ella quería contentar a su madre pero ese no era el camino. Si Golnar hubiera hecho lo que su madre hubiera querido, estaría ahora amargada al lado de un hombre que la engañaba con cualquiera con mejor cuerpo que ella y rodeada de pequeños a los que cuidar.

Se llevó la mano a la barbilla y pensó. No, esos sitios siempre estaban llenos de gente, de alguna manera u otra, así que tendría que ser otro... Quizá, si eliminaban la música podían bailar sin más. A veces no se necesitaba nada más que un poco de imaginación. De eso vivían los de clase baja; no tenían las mejores ropas, las mejores comidas pero podía imaginarlo a la perfección, sin ningún tipo de problemas.

─¿Tienes alguna habitación amplia?─ le preguntó al joven. Supuso que más o menos podía permitirse una casa medianamente grande─. Con eso podríamos apañarnos. Quizá no hay música pero podemos imaginárnosla─ le sonrió al tiempo que le guiñaba un ojo. No sabría cómo se tomaría su propuesta, esperaba que al menos le pareciera una idea decente. No era la mejor, sin duda, pero podría ser bastante recurrente para un caso desesperado. Al fin y al cabo, quedaba poco para el miércoles.

─Podemos ensayar un par de días antes del baile y, después, concederme el primero a mi. Así bailarás con un poco de seguridad─sabía que ya se habían cogido algo de confianza, se hablaban de tú y habían mantenido conversaciones que no toda persona mantenía.

por **Mirko Lautrec** Mar Oct 06, 2015 1:00 am

Ella le había insinuado que podrían practicar en su casa, Mirko parpadeó ávidamente, ninguna mujer había pisado antes su hogar, no supo porque pero de repente se sintió nervioso al pensar que Golnar podría entrar en su casa y descubrir más cosas de él. Cosas personales que aún no había mencionado.

Todo estaba pasando muy rápido y la verdad es que no se sentía muy cómodo con la idea, sin embargo si no quería pasar una vergüenza mayor en el baile mostrando su falta de conocimientos tenía que practicar de alguna forma.

Se sintió como entre la espada o la pared.
No era que desconfiara de Golnar en el sentido de que pensara que fuera a robar algo, si no más bien le preocupaba lo que ella pudiera pensar de él al conocer su casa.

- Esta... bien - Murmuró pensativo y luego arregló - Podemos vernos el martes en la noche, es el único día que tengo libre - Y entonces se apresuró a agregar - ¿Te parece bien después de las 7? es la hora en la que salgo del restaurante ¿Donde te recojo? Puedes darme la dirección de tu residencia y puedo mandar un carruaje a recogerte - Agregó, después de todo el caballero era quien debía ir por la dama y no la dama ir a buscar al caballero.

por **Golnar Richelieu** Mar Oct 06, 2015 9:12 am

Se arrepintió en seguida de proponer la casa del joven. ¿Y si él no quería? Había hecho mal, quizá debería haber dicho otras palabras en vez de aquella pero ya estaba hecho y no había marcha atrás. Se reprochó por ese simple gesto. Estaba acostumbrada a decir lo que pensaba y, en ese momento, le había parecido buena idea.

Finalmente Mirko acabó por aceptar y ella pudo respirar un poco más tranquila. Pero quizá había descubierto ese desconcierto y esa negativa que estuvo a punto de lanzarle. Le sonrió, intentando calmar el ambiente.

─Con una habitación en lo que quepamos los dos basta. No hace falta que me enseñes toda tu casa─ recalcó para que pudiera sentirse más seguro ante aquella idea. Estuvo a punto de rechazar el coche de caballos pero ¿cuántas veces tenía esa oportunidad? Realmente pocas─.Está bien. Entonces quedaremos ese día.

No sabía si hacía bien pero el hecho era que deseaba que llegara ese día con muchas ganas. Parecía una tontería pero para ella no lo era. No sabía si era el hecho de pasar más tiempo con él o porque de verdad quería que encontrase alguien que la hiciera realmente feliz y que se olvidase de que la sociedad era algo malo. Le dijo su dirección, su casa no era la más bonita del lugar, ni la más grande pero al menos tenía un techo donde cobijarse.

─Bueno, creo que esto es una quedada más. Al final acabaremos por vernos todos los días─ bromeó─. Creo que debería irme a... bueno, a dar una vuelta y pensar en lo que te voy a enseñar ese día─ lo que de verdad le hubiera gustado decir es que se iba a buscar alguna victima a la que sacarle algo de dinero. Si se quedaba sin trabajar otro día más, iría con el agua al cuello y no podía permitirse algo así─. Siempre es un gusto pasar el tiempo contigo, Mirko─ le dijo con toda sinceridad y casi con una sonrisa triste por tener que despedirse de él tan pronto. Creía que le costaría más conseguir alguna invitación para un baile o algo parecido pero había sido mucho más sencillo gracias a la inocencia y a la desesperación de Aline.

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