AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Dernière Danse || Mirko Lautrec
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Dernière Danse || Mirko Lautrec
Je remue le ciel le jour, la nuit
Je danse avec le vent la pluie
Un peu d'amour un brin de miel
Et je danse, danse, danse, danse, danse, danse, danse
Je danse avec le vent la pluie
Un peu d'amour un brin de miel
Et je danse, danse, danse, danse, danse, danse, danse
Golnar se vistió justo a tiempo, estaba tan nerviosa como el día anterior, quizá más nerviosa. ¿Por qué el hecho de ir a un baile le hacía estar temblando? Era el primero al que iba después de nueve largos años. Debía ser normal estar en aquel estado. Necesitaba relajarse o acabaría por decir cosas sin sentido en el baile.
Salió de su casa a la hora más adecuada, sabía que llegaría incluso más temprano y tendría que esperar pero no le importaba, odiaba ser impuntual y esta vez no era menos. ¿Qué vestido llevaría Aline aquella noche? Seguro que era mucho más espectacular que el suyo, al fin y al cabo era la anfitriona y debía impresionar a todos.
No tardó demasiado en llegar al palace royal. Aún quedaba unos minutos para la hora punta y la gente no había empezado a venir. Ella permaneció fuera hasta que pudiese ver a Mirko. A los pocos minutos, pudo ver a la joven Aline bajando de un coche de caballos, acompañada de sus padres. Sin duda alguna, su vestido era mucho mejor que el que Golnar llevaba puesto. Resopló, seguro que Mirko no podría apartar la mirada de ella, ninguno lo podría hacer. Llevaba ese recogido tan bonito y ese maquillaje, con un lunar sobre su mejilla, que la hacía totalmente apetecible. Suspiró, la noche sería más difícil de lo que había imaginado.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Fecha de inscripción : 10/09/2015
Localización : En algún lugar del mundo
Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Si su madre lo viera, usando el traje que le había comprado, bien peinado y acicalado listo para asistir a un baile ostentoso, lloraría de felicidad, siempre fue su anhelo verle en eventos sociales de la mano de una distinguida dama, claro que si su madre se enterara que quien asistiría al baile con él era una cortesana, reprobaría aquella salida al instante. Un hombre como él nacido en cuna de oro debía conseguir a una dama pura y virginal como Dios manda y tener un matrimonio tradicional lleno de hijos en una bonita mansión cerca del puerto. Tal y como lo habían hecho sus padres.
Mirko estaba tan nervioso como cuando su madre había intentado emparejarlo con la señorita Antonette, tenía 18 años y según su madre era edad para que comenzara a buscar esposa. Nunca había sido un hombre que disfrutara de las conversaciones banales o que deseara conocer nuevas personas, para él la compañía de un libro era más que suficiente para hacer una velada agradable. Habían pasado 8 años desde eso y aún continuaba tan nervioso como aquella vez ante la idea de invitar a bailar a Aline.
Mientras recorría la ciudad en el carruaje, se preguntaba porqué le resultaba tan difícil lo que para otros parecía pan comido, su padre siempre decía que empuñar armas era mucho más difícil, defender la frontera como él hacía en su navío, Mirko había intentado ambas cosas, fallando torpemente en convertirse en soldado así como en un buen marido. ¿Que estaba mal dentro de él?.
El carruaje se detuvo en la opulenta entrada del palacio Royal, era la primera vez que visitaba el sitio, si bien su familia era adinerada, ellos vivían en una pequeña ciudad costera y no en París, en la capital él era un don-nadie que se ganaba la vida como cocinero, algunas personas se quedaron reparándo pues el carruaje en el que había llegado no era para nada elegante, era simplemente un carruaje de esos que puedes contratar en los suburbios. Mirko iba vestido con el traje que le había mostrado a Golnar en noches anteriores, combinándolo con la camisa blanca como ella le había sugerido.
- ¡Golnar! - Exclamó cuando la divisó de pie cerca a la entrada y corrió hasta ella, iba vestida con espléndidamente para la ocasión ¿Ganaría mucho dinero en su oficio como para poder darse el lujo de comprar un vestido así? - ¡Estás radiante! - Comentó observándola de arriba a abajo – No soy experto en moda, pero es un vestido muy elegante, me gusta el color ¿Te he hecho esperar mucho? - Agregó.
Mirko estaba tan nervioso como cuando su madre había intentado emparejarlo con la señorita Antonette, tenía 18 años y según su madre era edad para que comenzara a buscar esposa. Nunca había sido un hombre que disfrutara de las conversaciones banales o que deseara conocer nuevas personas, para él la compañía de un libro era más que suficiente para hacer una velada agradable. Habían pasado 8 años desde eso y aún continuaba tan nervioso como aquella vez ante la idea de invitar a bailar a Aline.
Mientras recorría la ciudad en el carruaje, se preguntaba porqué le resultaba tan difícil lo que para otros parecía pan comido, su padre siempre decía que empuñar armas era mucho más difícil, defender la frontera como él hacía en su navío, Mirko había intentado ambas cosas, fallando torpemente en convertirse en soldado así como en un buen marido. ¿Que estaba mal dentro de él?.
El carruaje se detuvo en la opulenta entrada del palacio Royal, era la primera vez que visitaba el sitio, si bien su familia era adinerada, ellos vivían en una pequeña ciudad costera y no en París, en la capital él era un don-nadie que se ganaba la vida como cocinero, algunas personas se quedaron reparándo pues el carruaje en el que había llegado no era para nada elegante, era simplemente un carruaje de esos que puedes contratar en los suburbios. Mirko iba vestido con el traje que le había mostrado a Golnar en noches anteriores, combinándolo con la camisa blanca como ella le había sugerido.
- ¡Golnar! - Exclamó cuando la divisó de pie cerca a la entrada y corrió hasta ella, iba vestida con espléndidamente para la ocasión ¿Ganaría mucho dinero en su oficio como para poder darse el lujo de comprar un vestido así? - ¡Estás radiante! - Comentó observándola de arriba a abajo – No soy experto en moda, pero es un vestido muy elegante, me gusta el color ¿Te he hecho esperar mucho? - Agregó.
Mirko Lautrec- Humano Clase Media
- Mensajes : 198
Fecha de inscripción : 11/09/2015
Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Un carruaje se paró delante del palacio y la respiración de Golnar se congeló por completo. Pareció que no existía nada más que aquel carruaje del cual se bajó el hombre al que estaba esperando. Jamás pensó que aquel traje le quedase tan bien.
Él se acercó con una sonrisa en su rostro y Golnar se acordó de respirar de nuevo. Le devolvió la sonrisa y se sonrojó levemente al escuchar su cumplido. Cuando estaba a su lado, se sentía como una de esas jóvenes que no conocían cómo era compartir su vida con un hombre.
─Gracias. Tú también te ves muy bien─ le dijo sin poder dejar de sonreír. Ni siquiera se fijó en las personas que comenzaban a entrar a la fiesta─. No, no he esperado demasiado, ¿entramos?
Le mostró su brazo para que pudiera cogerlo como solía hacer los que iban a ese lugar. Se acercaron a la entrada y un hombre bien peinado y demasiado formal le pidió la invitación. Golnar miró a Mirko con una sonrisa y acercó su boca a su oído para poder susurrarle.
─¿Habrás traído la invitación, verdad?─ le dijo con una sonrisa. Intentó ver algo del interior, desde allí se podía ver algo; se veía bastante bonito y bien decorado. Las jóvenes que habían asistido iban bastante guapas y los hombres no podían envidiarlas. Todos iban bien arreglados pero de seguro que nadie iba igual que Mirko. Podía no haberle costado demasiado el traje pero lo llevaba con un estilo de lo más singular. Si Aline no lo veía seguro que no tenía gusto.
Él se acercó con una sonrisa en su rostro y Golnar se acordó de respirar de nuevo. Le devolvió la sonrisa y se sonrojó levemente al escuchar su cumplido. Cuando estaba a su lado, se sentía como una de esas jóvenes que no conocían cómo era compartir su vida con un hombre.
─Gracias. Tú también te ves muy bien─ le dijo sin poder dejar de sonreír. Ni siquiera se fijó en las personas que comenzaban a entrar a la fiesta─. No, no he esperado demasiado, ¿entramos?
Le mostró su brazo para que pudiera cogerlo como solía hacer los que iban a ese lugar. Se acercaron a la entrada y un hombre bien peinado y demasiado formal le pidió la invitación. Golnar miró a Mirko con una sonrisa y acercó su boca a su oído para poder susurrarle.
─¿Habrás traído la invitación, verdad?─ le dijo con una sonrisa. Intentó ver algo del interior, desde allí se podía ver algo; se veía bastante bonito y bien decorado. Las jóvenes que habían asistido iban bastante guapas y los hombres no podían envidiarlas. Todos iban bien arreglados pero de seguro que nadie iba igual que Mirko. Podía no haberle costado demasiado el traje pero lo llevaba con un estilo de lo más singular. Si Aline no lo veía seguro que no tenía gusto.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Fecha de inscripción : 10/09/2015
Localización : En algún lugar del mundo
Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Golnar se acercó y alargó el brazo para que lo tomara, Mirko dudó unos segundos antes de tomarla del brazo como hacían los demás caballeros alrededor suyo, inclusive esos pequeños detalles eran nuevos para él, se sentía como si hubiera aterrizado en una tierra inexplorada y misteriosa en donde él debía descubrir todo desde 0 pues nada le era familiar.
-¿La invitación? ¿Había que traerla? - Exclamó con rostro sorprendido una vez estuvieron frente al hombre encargado en la entrada, Golnar se había acercado a su oído y su aliento cálido le había hecho cosquillas en la oreja, se giró hacía ella manteniendo un poco más su expresión de sorpresa – Es mentira, si la he traído – Bromeó y se llevó la mano al interior de la chaqueta – Aquí está, Monsieur Mirko Lautrec y compañía – Le indicó al portero, este tomó la invitación y la revisó para luego dejarles pasar.
Entraron en el recinto, un enorme salón se abrió frente a ellos con intrincadas lámparas probablemente de la más fina plata colgando del cielo con decenas de velas alumbrando todo el lugar de tal forma que parecía de día, sendas cortinas rojas con bordados dorados caían por las paredes cubriendo los ventanales que dejaban ver una vista increíble de los mejores barrios de París, todo parecía tan brillante desde el piso, hasta las columnas de mármol que Mirko tuvo que entrecerrar los ojos pues tuvo la impresión de que se quedaría ciego.
- Esto si que es un baile de lujo – Exclamó regresando la mirada a la invitación – Aquí dice que nos corresponde la mesa número 9 – Se giró y observó que las mesas estaban alineadas alrededor del salón cercanas a las ventanas, habían dejado el centro despejado seguramente para el baile, las parejas recién llegadas se estaban acomodando en las mesas correspondientes pues la señorita Aline aún no había hecho su primera aparición como anfitriona.
-¿La invitación? ¿Había que traerla? - Exclamó con rostro sorprendido una vez estuvieron frente al hombre encargado en la entrada, Golnar se había acercado a su oído y su aliento cálido le había hecho cosquillas en la oreja, se giró hacía ella manteniendo un poco más su expresión de sorpresa – Es mentira, si la he traído – Bromeó y se llevó la mano al interior de la chaqueta – Aquí está, Monsieur Mirko Lautrec y compañía – Le indicó al portero, este tomó la invitación y la revisó para luego dejarles pasar.
Entraron en el recinto, un enorme salón se abrió frente a ellos con intrincadas lámparas probablemente de la más fina plata colgando del cielo con decenas de velas alumbrando todo el lugar de tal forma que parecía de día, sendas cortinas rojas con bordados dorados caían por las paredes cubriendo los ventanales que dejaban ver una vista increíble de los mejores barrios de París, todo parecía tan brillante desde el piso, hasta las columnas de mármol que Mirko tuvo que entrecerrar los ojos pues tuvo la impresión de que se quedaría ciego.
- Esto si que es un baile de lujo – Exclamó regresando la mirada a la invitación – Aquí dice que nos corresponde la mesa número 9 – Se giró y observó que las mesas estaban alineadas alrededor del salón cercanas a las ventanas, habían dejado el centro despejado seguramente para el baile, las parejas recién llegadas se estaban acomodando en las mesas correspondientes pues la señorita Aline aún no había hecho su primera aparición como anfitriona.
Mirko Lautrec- Humano Clase Media
- Mensajes : 198
Fecha de inscripción : 11/09/2015
Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Golnar abrió los ojos al escucharle decir que no tenía la invitación. Estuvo a punto de regañarle al escuchar que era una broma. Resopló y se tranquilizó, soltando una risita nerviosa y mirando al hombre que esperaba la invitación.
─¡Qué bromista eres!─ le dijo cuando estaban entrando al lugar.
Era demasiado lujoso. Nunca había visto nada igual. Creyó que ya había entrado allí alguna vez pero jamás lo había visto tan bien decorado. La madre de Aline sí que tenía un buen gusto para la decoración o para mandar decorar. Era evidente que Aline no había tenido nada que ver con la decoración, era demasiado joven para preocuparse por ello.
─Sentémonos mientras esperamos a la anfitriona─ le dijo acercándose a la mesa que les había tocado. Estaba muy bien organizado y asistir a ese estilo de fiesta era una delicia, no tenía que preocuparse por si algo salía mal. Lo único que podía salir mal era el baile de Mirko pero estaba totalmente segura de que lo haría bien─. Espero que no estés nervioso. Recuerda los piropos y pedirle bailar como lo haría un caballero. Aunque con eso no tendrás problemas.
Le sonrió alargando su mano para coger la suya y darle así apoyo. Demasiado lo estaba tocando aquel día pero se había dado cuenta de que era casi adictivo. No parecía nada del otro mundo pero para ella era realmente significativo, nunca nadie había hecho hacerla sentir así con solo un leve contacto físico.
La mayoría de la gente ya habían llegado y se iban sentando mientras conversaban entre ellos. Ella se sentía como un pez fuera del agua y seguro que Mirko estaba igual. Demasiado tiempo sin asistir a un baile.
─Mira, allí llega la anfitriona─ le dijo señalando hacia una de las puertas por donde apareció la joven Aline, tan reluciente como siempre, quizá más. Muchas personas la saludaron y otras muchas le sonrieron. Deslumbraba como ninguna joven de allí, nadie llevaba con tan elegancia un vestido como ella─.Está realmente guapa, ¿no crees?─ le susurró a Mirko mientras Aline se sentaba y ordenaba a los mayordomos a comenzar a traer platos.
─¡Qué bromista eres!─ le dijo cuando estaban entrando al lugar.
Era demasiado lujoso. Nunca había visto nada igual. Creyó que ya había entrado allí alguna vez pero jamás lo había visto tan bien decorado. La madre de Aline sí que tenía un buen gusto para la decoración o para mandar decorar. Era evidente que Aline no había tenido nada que ver con la decoración, era demasiado joven para preocuparse por ello.
─Sentémonos mientras esperamos a la anfitriona─ le dijo acercándose a la mesa que les había tocado. Estaba muy bien organizado y asistir a ese estilo de fiesta era una delicia, no tenía que preocuparse por si algo salía mal. Lo único que podía salir mal era el baile de Mirko pero estaba totalmente segura de que lo haría bien─. Espero que no estés nervioso. Recuerda los piropos y pedirle bailar como lo haría un caballero. Aunque con eso no tendrás problemas.
Le sonrió alargando su mano para coger la suya y darle así apoyo. Demasiado lo estaba tocando aquel día pero se había dado cuenta de que era casi adictivo. No parecía nada del otro mundo pero para ella era realmente significativo, nunca nadie había hecho hacerla sentir así con solo un leve contacto físico.
La mayoría de la gente ya habían llegado y se iban sentando mientras conversaban entre ellos. Ella se sentía como un pez fuera del agua y seguro que Mirko estaba igual. Demasiado tiempo sin asistir a un baile.
─Mira, allí llega la anfitriona─ le dijo señalando hacia una de las puertas por donde apareció la joven Aline, tan reluciente como siempre, quizá más. Muchas personas la saludaron y otras muchas le sonrieron. Deslumbraba como ninguna joven de allí, nadie llevaba con tan elegancia un vestido como ella─.Está realmente guapa, ¿no crees?─ le susurró a Mirko mientras Aline se sentaba y ordenaba a los mayordomos a comenzar a traer platos.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Fecha de inscripción : 10/09/2015
Localización : En algún lugar del mundo
Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Se sentaron en la mesa que les correspondía, era pequeña pero cabían cuatro personas, Mirko preguntó que clase de pareja se sentaría con ellos, pero no parecía haber nadie más asignado con ellos, por lo menos no por ahora. Golnar le dijo que no se sintiera nervioso y que recordara los piropos, Mirko desvió la mirada con las manos puestas sobre las rodillas, no quería pensar en eso todavía, era inevitable, peor quería procastinar el momento lo más que pudiera, parecía más un reo que espera por la sentencia final que un caballero que espera por sacar a bailar a una dama.
-Oh... - Exclamó cuando Aline apareció en la sala luciendo un largo vestido blanco con bordados rosados y flores frescas (que por cierto no tenía idea como las habían conseguido en pleno invierno) adornado su cabellera ondulada, el vestido no traía un gran escote, apenas un pequeño corte en v que permitía apreciar su tersa piel clara. La mayoría de hombres en el sitio quedaron embelesados observándola, muchos de ellos habían asistido sin acompañante, probablemente eran todos solteros que pretendían cortejarla.
Mirko tuvo la impresión de que estaba en una sala llena de buitres que observan un animal moribundo a la espera de que esté deje escapar su último aliento y poder saltarle encima para arrancarle la piel.
Meneó la cabeza intentando alejar esos pensamientos tan oscuros de su cabeza, ¡Estaba en un precioso baile elegante nada más y nada menos que en el palacio Royal por Dios!
-Si está bonita – Murmuró aún mirándola - ¿Donde habrán conseguido las flores en pleno invierno? Las flores marchitarán casi inmediatamente si son expuestas el frío de la calle, me pregunto como las habrán conservado -
-Bienvenidos a esta gala damas y caballeros – La voz de un hombre al lado de Aline resonó en el lugar, era un hombre de edad, el mismo que habían visto en noches anteriores – De parte de nuestra familia espero sientan nuestra hospitalidad, ¡Disfrutad del banquete! - Exclamó y varios meseros aparecieron llevando bandejas hacía todas las mesas.
- Al parecer no es bueno bailar con la panza vacía – Comentó Mirko cuando el mesero les dejó varias bandejas en la mesa, había un pollo completo horneado con especias, puré de patatas y un enorme plato de ensalada de verduras . El mesero sacó unos cuchillos para partir el pollo – Yo puedo hacerlo, no se preocupe – Le indicó Mirko, el mesero hizo una venia y se retiró, Mirko se levantó y cogió los cuchillos - ¿Que parte del pollo deseas? -
-Oh... - Exclamó cuando Aline apareció en la sala luciendo un largo vestido blanco con bordados rosados y flores frescas (que por cierto no tenía idea como las habían conseguido en pleno invierno) adornado su cabellera ondulada, el vestido no traía un gran escote, apenas un pequeño corte en v que permitía apreciar su tersa piel clara. La mayoría de hombres en el sitio quedaron embelesados observándola, muchos de ellos habían asistido sin acompañante, probablemente eran todos solteros que pretendían cortejarla.
Mirko tuvo la impresión de que estaba en una sala llena de buitres que observan un animal moribundo a la espera de que esté deje escapar su último aliento y poder saltarle encima para arrancarle la piel.
Meneó la cabeza intentando alejar esos pensamientos tan oscuros de su cabeza, ¡Estaba en un precioso baile elegante nada más y nada menos que en el palacio Royal por Dios!
-Si está bonita – Murmuró aún mirándola - ¿Donde habrán conseguido las flores en pleno invierno? Las flores marchitarán casi inmediatamente si son expuestas el frío de la calle, me pregunto como las habrán conservado -
-Bienvenidos a esta gala damas y caballeros – La voz de un hombre al lado de Aline resonó en el lugar, era un hombre de edad, el mismo que habían visto en noches anteriores – De parte de nuestra familia espero sientan nuestra hospitalidad, ¡Disfrutad del banquete! - Exclamó y varios meseros aparecieron llevando bandejas hacía todas las mesas.
- Al parecer no es bueno bailar con la panza vacía – Comentó Mirko cuando el mesero les dejó varias bandejas en la mesa, había un pollo completo horneado con especias, puré de patatas y un enorme plato de ensalada de verduras . El mesero sacó unos cuchillos para partir el pollo – Yo puedo hacerlo, no se preocupe – Le indicó Mirko, el mesero hizo una venia y se retiró, Mirko se levantó y cogió los cuchillos - ¿Que parte del pollo deseas? -
Mirko Lautrec- Humano Clase Media
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Fecha de inscripción : 11/09/2015
Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Aquel leve “oh” de Mirko le sentó bastante mal. Era lo que los caballeros decían cuando se quedaban sin palabras ante lo que sus ojos estaban contemplando. Era más que evidente que Aline iba radiante y no podía compararse con ella. Su vestido estaba bien pero no era como el de la joven... Además, con aquellas flores parecía toda una auténtica diosa.
Se rió al escuchar su comentario de las flores. Al fin y al cabo, Mirko era Mirko y no podía pensar más allá que en sus investigaciones y en sus plantas. Le agradaba esa faceta de él, aunque la había visto poco. Seguro que se veía muy atractivo investigando cualquier pequeña planta que acabase de descubrir. Sacudió su cabeza, no podía pensar en cosas semejantes, Mirko no se fijaría en ella. Estaría loco si lo hiciera, fijarse en una prostituta... no, definitivamente no.
El hombre que habló debía ser el padre de Aline. Sin duda, se veía muy bien conservado, descubrió que los ojos de la joven se los debía a él. Dejó de pensar en eso cuando escuchó la palabra banquete, eso era lo que le gustaba de los bailes: montañas de comida. Observó el pollo que traían y deseó lanzarse a él y acabarlo de un bocado pero debía actuar como una dama y sonrió cuando Mirko se ofreció a cortar el pollo. No era típico en una fiesta hacer algo por el estilo pero Golnar no sería quien se lo negase, ninguno de los dos estaban acostumbrados que un mayordomo les hiciera los honores.
─¡Joven! Baje ahora esas armas de destrucción─ una mujer apareció a su lado acompañado de un joven que andaba con la cabeza gacha─. Deje que el buen señor lo haga. Casimir, esta es nuestra mesa, siéntate─ la mujer se sentó a un lado de Golnar y le sonrió. Supuso que ella debía ser la madre del tal Casimir que había venido casi obligado a aquel baile──. Espero no molestarles. ¡Qué lugar más maravilloso! ¿no cree? Está todo demasiado bien decorado. ¿Interrumpo algún momento con su marido?
Golnar frunció el ceño ante aquella pregunta y desvió la mirada hacia Mirko, alzando una de sus cejas cuando sus ojos se encontraron. El mayordomo ya le había arrebatado los cuchillos y estaba repartiendo el pollo. Les había tocado una buena compañera, en el peor de los sentidos. Era una de esas señoras que hablaban hasta cuando se estaban ahogando. Con vestidos extravagantes y adornos exagerados. Siempre se preguntaba cómo los hijos lograban salir todo lo contrario a lo que ella era. Casimir no había abierto la boca y seguía con la mirada puesta en el suelo.
─No es mi marido. Solo soy una buena amiga que ha decidido acompañarle─le aclaró mientras se ponía la servilleta sobre su regazo y cogía los cubiertos─. Hemos venido porque la señorita Aline nos invitó en persona.─ sabía que aquello le dolería. Esa mujer quería que su hijo contrajese matrimonio con la joven.
─Mi Casimir es un conocido de la joven Aline. Casi que están destinados a acabar juntos─ el joven murmuró un “madre, por favor”. Se notaba que le avergonzaba que su madre fuese de aquella manera. ¿Por qué se empeñaban? Los hijos podían hacer lo que les placiera, nadie debía obligarles a casarse con alguien que detestaba. La mujer miró a Mirko y probó el pollo mientras le preguntaba─¿De qué familia de nobles dice que procede, señor?
Golnar no se podía esperar aquella pregunta. Esa señora iba demasiado directa. Miró a Mirko y le mostró una media sonrisa de apoyo. Tenían que pasar aquel mal trago juntos. Como le preguntase a ella, estaría totalmente acabada. Pero algo le decía que esa mujer la veía como una enemiga mortal por el simple hecho de ser guapa y joven. La cena sería larga...
Se rió al escuchar su comentario de las flores. Al fin y al cabo, Mirko era Mirko y no podía pensar más allá que en sus investigaciones y en sus plantas. Le agradaba esa faceta de él, aunque la había visto poco. Seguro que se veía muy atractivo investigando cualquier pequeña planta que acabase de descubrir. Sacudió su cabeza, no podía pensar en cosas semejantes, Mirko no se fijaría en ella. Estaría loco si lo hiciera, fijarse en una prostituta... no, definitivamente no.
El hombre que habló debía ser el padre de Aline. Sin duda, se veía muy bien conservado, descubrió que los ojos de la joven se los debía a él. Dejó de pensar en eso cuando escuchó la palabra banquete, eso era lo que le gustaba de los bailes: montañas de comida. Observó el pollo que traían y deseó lanzarse a él y acabarlo de un bocado pero debía actuar como una dama y sonrió cuando Mirko se ofreció a cortar el pollo. No era típico en una fiesta hacer algo por el estilo pero Golnar no sería quien se lo negase, ninguno de los dos estaban acostumbrados que un mayordomo les hiciera los honores.
─¡Joven! Baje ahora esas armas de destrucción─ una mujer apareció a su lado acompañado de un joven que andaba con la cabeza gacha─. Deje que el buen señor lo haga. Casimir, esta es nuestra mesa, siéntate─ la mujer se sentó a un lado de Golnar y le sonrió. Supuso que ella debía ser la madre del tal Casimir que había venido casi obligado a aquel baile──. Espero no molestarles. ¡Qué lugar más maravilloso! ¿no cree? Está todo demasiado bien decorado. ¿Interrumpo algún momento con su marido?
Golnar frunció el ceño ante aquella pregunta y desvió la mirada hacia Mirko, alzando una de sus cejas cuando sus ojos se encontraron. El mayordomo ya le había arrebatado los cuchillos y estaba repartiendo el pollo. Les había tocado una buena compañera, en el peor de los sentidos. Era una de esas señoras que hablaban hasta cuando se estaban ahogando. Con vestidos extravagantes y adornos exagerados. Siempre se preguntaba cómo los hijos lograban salir todo lo contrario a lo que ella era. Casimir no había abierto la boca y seguía con la mirada puesta en el suelo.
─No es mi marido. Solo soy una buena amiga que ha decidido acompañarle─le aclaró mientras se ponía la servilleta sobre su regazo y cogía los cubiertos─. Hemos venido porque la señorita Aline nos invitó en persona.─ sabía que aquello le dolería. Esa mujer quería que su hijo contrajese matrimonio con la joven.
─Mi Casimir es un conocido de la joven Aline. Casi que están destinados a acabar juntos─ el joven murmuró un “madre, por favor”. Se notaba que le avergonzaba que su madre fuese de aquella manera. ¿Por qué se empeñaban? Los hijos podían hacer lo que les placiera, nadie debía obligarles a casarse con alguien que detestaba. La mujer miró a Mirko y probó el pollo mientras le preguntaba─¿De qué familia de nobles dice que procede, señor?
Golnar no se podía esperar aquella pregunta. Esa señora iba demasiado directa. Miró a Mirko y le mostró una media sonrisa de apoyo. Tenían que pasar aquel mal trago juntos. Como le preguntase a ella, estaría totalmente acabada. Pero algo le decía que esa mujer la veía como una enemiga mortal por el simple hecho de ser guapa y joven. La cena sería larga...
- Off:
- Siento no haberte contestado ayer (odio que no tenga tiempo ni para el rol xD) Te compenso con un post larguillo^-^
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Había creído inocentemente que estarían solos en la mesa, pero cuando madre e hijo habían aparecido, Mirko había tenido que forzar una sonrisa de cortesía y ocultar su disgusto ¿Acaso quería estar a solas con Golnar? Reflexionó mientras la señora se extendía en palabras, descubría con cada momento que pasaba a su lado que le gustaba su compañía y de que era la única mujer con la que hasta ahora le resultaba fácil expresarse, frente a otras mujeres, Mirko sentía esa necesidad de pretender lo que no era y pensar dos veces lo que decía para no irrespetarlas, pero con Golnar era distinto.
¿Era porqué Golnar era una cortesana?.
Esa pregunta quedó flotando sin respuesta en su cabeza y se vio obligado a volver a la realidad gracias a la conversación, el chico Casimir parecía muy incómodo con lo que decía su madre sobre él y Aline, Mirko simpatizó con él con una sonrisa cuando este había cruzado miradas con él.
La pregunta de la madre, le hizo girar hacía ella y aunque le pareció algo indiscreta, sabía que era el tipo de preguntas que la gente de esa clase hacía.
-No precisamente de nobles – Comentó tomando los cubiertos y cortando un pedazo del muslo que el mesero le había colocado en el plato – Los Lautrec somos una familia que tradicionalmente se ha dedicado a la fuerza naval, mi padre, Frederic Lautrec es capitán de la fuerza naval del nuestro Rey, quizás no haya escuchado de mi familia porque no reside en París, pertenecemos a la ciudad costera de Lavre – Dijo todo aquello y se llevó un trozo de pollo a la boca, lo saboreó mientras lo masticaba y le pareció que tenía demasiado comino y sal.
Sabía que su padre era conocido en los círculos de gente importante del país, conocía principalmente a hombres de negocios de exportaciones en el puerto, otros militares y muchos otros extranjeros con los que tenía que lidiar a diario en su trabajo, a Mirko le daba igual que la gente conociera a su padre o familia, él era Mirko, él era un individuo aparte, no quería que el peso de su apellido cayera sobre sus hombros, él quería escribir su propia historia.
- Golnar aquí a mi lado, es una buena amiga – Comentó tomando dándole unas suaves palmadas en el dorso de la mano - ¿Hace mucho tiempo que conoce a la señoria Aline, Monsieur Casimir? - Le preguntó directamente a él.
¿Era porqué Golnar era una cortesana?.
Esa pregunta quedó flotando sin respuesta en su cabeza y se vio obligado a volver a la realidad gracias a la conversación, el chico Casimir parecía muy incómodo con lo que decía su madre sobre él y Aline, Mirko simpatizó con él con una sonrisa cuando este había cruzado miradas con él.
La pregunta de la madre, le hizo girar hacía ella y aunque le pareció algo indiscreta, sabía que era el tipo de preguntas que la gente de esa clase hacía.
-No precisamente de nobles – Comentó tomando los cubiertos y cortando un pedazo del muslo que el mesero le había colocado en el plato – Los Lautrec somos una familia que tradicionalmente se ha dedicado a la fuerza naval, mi padre, Frederic Lautrec es capitán de la fuerza naval del nuestro Rey, quizás no haya escuchado de mi familia porque no reside en París, pertenecemos a la ciudad costera de Lavre – Dijo todo aquello y se llevó un trozo de pollo a la boca, lo saboreó mientras lo masticaba y le pareció que tenía demasiado comino y sal.
Sabía que su padre era conocido en los círculos de gente importante del país, conocía principalmente a hombres de negocios de exportaciones en el puerto, otros militares y muchos otros extranjeros con los que tenía que lidiar a diario en su trabajo, a Mirko le daba igual que la gente conociera a su padre o familia, él era Mirko, él era un individuo aparte, no quería que el peso de su apellido cayera sobre sus hombros, él quería escribir su propia historia.
- Golnar aquí a mi lado, es una buena amiga – Comentó tomando dándole unas suaves palmadas en el dorso de la mano - ¿Hace mucho tiempo que conoce a la señoria Aline, Monsieur Casimir? - Le preguntó directamente a él.
Mirko Lautrec- Humano Clase Media
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Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
La respuesta de Mirko fue una bofetada de palabras para la señora que se quedó con el tenedor a mitad de camino mientras le sonreía de manera falsa. Golnar se sintió muy orgullosa en ese momento, no porque Mirko tuviera semejante familia sino porque había respondido de lo más correctamente y dejándola sin habla.
El joven abrió la boca para responder pero su madre se le adelantó casi como si estuviera esperando esa pregunta.
─Mi Casimir es amigo de la joven Aline. Claro que no son amigos íntimos pero sí que han coincidido varias veces en lo que lleva de año─ respondió mientras cortaba su trozo de pollo. Golnar frunció el ceño y miró al joven. ¿Por qué no hablaba? Le había cortado y no ponía orden. Odiaba a las madres así.
─Perdone, creo que le ha preguntado a su hijo─ le respondió casi con enfado─¿Por qué las madres se empeñan en decirles lo que hacer a sus hijos? Ellos ya son mayores y pueden tomar sus propias decisiones.
No podía evitar recordar su pasado. Lo cierto era que aquella mujer le recordaba a su madre biológica. Ella siempre era igual. Hablando por ella, eligiendo por ella, respirando por ella. Nunca había podido hacer lo que le gustase, siempre su madre estaba detrás de ella, susurrandole lo que debían hacer.
─Creo que no es de su incumbencia lo que yo hago─ le dijo la mujer y Golnar tuvo ganas de enseñarle lo equivocada que estaba. Era bastante absurdo que siguiesen apegadas a sus hijos, que quisieran enseñarle el camino correcto. El que ellas creían correcto.
─Claro que sí. El señor Lautrec le ha preguntado a su hijo y no a usted.─ dijo intentando mantener el mismo tono de voz tranquilo.
─Déjeme decirle algo... Ocúpese de sus asuntos. ¿A caso su querido amigo la necesitaba a usted esta noche? Seguro que es más que capaz de estar aquí sin su desagradable compañía.
─Madre, pare ya. Solo empeora las cosas─ Casimir por fin habló y dejó a Golnar con la palabra en la boca, pero se alegró de que se decidiera enfrentarse a ella── Ya que mi madre respondió por mí, déjeme que sea yo quien le pregunte: ¿usted de qué conoce a la señorita Aline?
El joven abrió la boca para responder pero su madre se le adelantó casi como si estuviera esperando esa pregunta.
─Mi Casimir es amigo de la joven Aline. Claro que no son amigos íntimos pero sí que han coincidido varias veces en lo que lleva de año─ respondió mientras cortaba su trozo de pollo. Golnar frunció el ceño y miró al joven. ¿Por qué no hablaba? Le había cortado y no ponía orden. Odiaba a las madres así.
─Perdone, creo que le ha preguntado a su hijo─ le respondió casi con enfado─¿Por qué las madres se empeñan en decirles lo que hacer a sus hijos? Ellos ya son mayores y pueden tomar sus propias decisiones.
No podía evitar recordar su pasado. Lo cierto era que aquella mujer le recordaba a su madre biológica. Ella siempre era igual. Hablando por ella, eligiendo por ella, respirando por ella. Nunca había podido hacer lo que le gustase, siempre su madre estaba detrás de ella, susurrandole lo que debían hacer.
─Creo que no es de su incumbencia lo que yo hago─ le dijo la mujer y Golnar tuvo ganas de enseñarle lo equivocada que estaba. Era bastante absurdo que siguiesen apegadas a sus hijos, que quisieran enseñarle el camino correcto. El que ellas creían correcto.
─Claro que sí. El señor Lautrec le ha preguntado a su hijo y no a usted.─ dijo intentando mantener el mismo tono de voz tranquilo.
─Déjeme decirle algo... Ocúpese de sus asuntos. ¿A caso su querido amigo la necesitaba a usted esta noche? Seguro que es más que capaz de estar aquí sin su desagradable compañía.
─Madre, pare ya. Solo empeora las cosas─ Casimir por fin habló y dejó a Golnar con la palabra en la boca, pero se alegró de que se decidiera enfrentarse a ella── Ya que mi madre respondió por mí, déjeme que sea yo quien le pregunte: ¿usted de qué conoce a la señorita Aline?
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Mirko escuchó el intercambio entre ambas mujeres y continuó comiendo en silencio, las madres siempre actuaban así especialmente con los hijos varones, porque sabían que una vez se casaban los 'perderían', todo el mundo sabía que al casarse el hijo varón se iba con su esposa y la madre dejaba de ser la mujer más importante en su vida, además poco a nada importaba la opinión de una mujer en las decisiones de un varón mayor de edad. Así era como funcionaba el mundo.
Disfruta mientras puedas mujer, pues pronto estarás hablando sola con tu vaso de Whiskey.
La pregunta de Casimir lo sacó de su ensimismamiento, no tenía muchas ganas de hablar para ser franco estaba más interesado en la comida, Golnar parecía realmente molesta por la actitud de aquella madre ¿Quizás le recordaba a la suya propia? Mirko hizo nota mental de preguntarle a su amiga sobre su familia una vez tuviera la oportunidad, sabía más bien poco sobre ella.
- Nos la hemos topado la otra noche en la calle – Comentó como si no fuera nada del otro mundo – Me he acercado a ella y me ha invitado a este baile – Agregó sin darle mucha importancia, volvió su vista a la comida, la ensalada también necesitaba algo más de especias, ¿Cómo podía el chef haber olvidado algo tan importante? Demasiado aceite de oliva arruinaba los sabores y la frescura de los vegetales – Me ha dicho que podía venir acompañado, así que aquí estamos los dos – Agregó girándose hacía Golnar y sonriéndole – Es una compañía muy agradable para mi, así no lo crea Madame – Finalizó haciendo mención al comentario de la mujer momentos antes.
Disfruta mientras puedas mujer, pues pronto estarás hablando sola con tu vaso de Whiskey.
La pregunta de Casimir lo sacó de su ensimismamiento, no tenía muchas ganas de hablar para ser franco estaba más interesado en la comida, Golnar parecía realmente molesta por la actitud de aquella madre ¿Quizás le recordaba a la suya propia? Mirko hizo nota mental de preguntarle a su amiga sobre su familia una vez tuviera la oportunidad, sabía más bien poco sobre ella.
- Nos la hemos topado la otra noche en la calle – Comentó como si no fuera nada del otro mundo – Me he acercado a ella y me ha invitado a este baile – Agregó sin darle mucha importancia, volvió su vista a la comida, la ensalada también necesitaba algo más de especias, ¿Cómo podía el chef haber olvidado algo tan importante? Demasiado aceite de oliva arruinaba los sabores y la frescura de los vegetales – Me ha dicho que podía venir acompañado, así que aquí estamos los dos – Agregó girándose hacía Golnar y sonriéndole – Es una compañía muy agradable para mi, así no lo crea Madame – Finalizó haciendo mención al comentario de la mujer momentos antes.
Mirko Lautrec- Humano Clase Media
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Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Golnar se quedó mirando a Mirko que parecía estar algo distraído con la comida. Finalmente respondió a la pregunta que le había hecho el joven y le sonrió cuando le dedicó aquella mirada. Lo cierto era que cuando él hablaba, lograba relajarla. Aquella señora la estaba poniendo de los nervios y de seguro que no se callaría. La miraba de reojo y podía observar que llevaba dibujada en su rostro una sonrisa de superioridad, como si fuese mejor que el resto del mundo.
─Ya veo. Perdóneme usted, creía que era un rival para mi Casimir─ dijo volviendo a meterse el tenedor en la boca. Para ser una señora comía como un auténtico animal...
─No será por la educación que ha recibido de su madre─ susurró Golnar entre dientes. En el mundo, existían personas demasiado molestas como para pasar más de unos minutos con ellas. La comida se estaba haciendo pesada y no podía esperar a que llegase la hora del baile. Pensándolo mejor, Mirko lo tendría difícil para poder bailar con Aline. Ella tendría que bailar con todos los que se lo pidiesen y seguro que hacían cola para poder bailar con ella.
─Por sus modales, diría que es usted de una clase inferior a la mía─ le dijo, seguro que lo había escuchado y había decidido atacarla de esa manera. ¿Qué sabría ella?
Iba a responderle cuando Casimir se levantó de la mesa, dando un leve golpe con ambas manos sobre esta. Golnar se quedó en silencio mientras lo miraba. Seguro que se había cansado de aquella situación. Sin decir nada, dejó la servilleta y se alejó de ellos. Golnar lo perdió entre la multitud y luego miró a la madre del joven con una sonrisa triunfante en el rostro. La mujer estaba atónita ante la actitud de su hijo y se permaneció petrificada durante unos segundos.
─Su hijo es inteligente, señora. Debo felicitarla por ello─ le dijo antes de que se levantase y fuese en busca de su hijo, gritando su nombre. Golnar no pudo evitar reírse y dirigió la vista hacia Mirko──. Menos mal, creí que no se iría nunca. Es increíble lo que algunas madres hacen por sus hijos─ dijo, centrándose de nuevo en su comida.
─Ya veo. Perdóneme usted, creía que era un rival para mi Casimir─ dijo volviendo a meterse el tenedor en la boca. Para ser una señora comía como un auténtico animal...
─No será por la educación que ha recibido de su madre─ susurró Golnar entre dientes. En el mundo, existían personas demasiado molestas como para pasar más de unos minutos con ellas. La comida se estaba haciendo pesada y no podía esperar a que llegase la hora del baile. Pensándolo mejor, Mirko lo tendría difícil para poder bailar con Aline. Ella tendría que bailar con todos los que se lo pidiesen y seguro que hacían cola para poder bailar con ella.
─Por sus modales, diría que es usted de una clase inferior a la mía─ le dijo, seguro que lo había escuchado y había decidido atacarla de esa manera. ¿Qué sabría ella?
Iba a responderle cuando Casimir se levantó de la mesa, dando un leve golpe con ambas manos sobre esta. Golnar se quedó en silencio mientras lo miraba. Seguro que se había cansado de aquella situación. Sin decir nada, dejó la servilleta y se alejó de ellos. Golnar lo perdió entre la multitud y luego miró a la madre del joven con una sonrisa triunfante en el rostro. La mujer estaba atónita ante la actitud de su hijo y se permaneció petrificada durante unos segundos.
─Su hijo es inteligente, señora. Debo felicitarla por ello─ le dijo antes de que se levantase y fuese en busca de su hijo, gritando su nombre. Golnar no pudo evitar reírse y dirigió la vista hacia Mirko──. Menos mal, creí que no se iría nunca. Es increíble lo que algunas madres hacen por sus hijos─ dijo, centrándose de nuevo en su comida.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Continuó comiendo intentando ignorar el intercambio entre ambas mujeres, esa era una de las razones por las cuales el no tenía amigas, las mujeres podían llegar a ser tan dramáticas a veces, intentando ser disimuladas, hablando a espaldas de otros, sin enfrentar directamente a las personas, Mirko había visto muchas mujeres así en su vida, su madre invitaba regularmente a otras señoras de la clase alta a tomar el té y hablar los domingos por las tardes, cuando era más niño había sido obligado a quedarse en la sala con ellas y escuchar sus habladurías y chismes. Mirko no recordaba haber escuchado una conversación interesante en todas aquellas ocasiones y ahora mismo la conversación en la mesa se le hacía extremadamente aburrida.
Si continuaba así la velada, buscaría una excusa para llevarse a Golnar de allí así no tuviera la oportunidad de bailar con la tan aclamada Aline.
Levantó la mirada un poco sorprendido con el golpe que Casimir había dado a la mesa, dejó de masticar las verduras que tenía en la boca y se quedó unos segundos observando de reojo la situación. Eventualmente la mujer había salido tras de su hijo y ellos dos volvían a quedar solos. Mirko tragó el bocado y se limpió con una servilleta.
- No desperdicies tiempo discutiendo con ella - Le dijo al fin - Es el tipo de mujer que no cambiará de opinión así esté equivocada - Continuó con expresión molesta - Seguro que se irá a la tumba con ese mismo pensamiento, es más cuando Casimir se case con alguna dama y tengan un hijo, estoy segura que ella intentará educar a su nieto de la misma forma en como lo ha hecho con Casimir, así que ¿Para que desperdiciar tiempo en ello? -
Estaba molesto, más no con Golnar, pero quizás pareciera como si lo estaba con ella, no podía evitar tener una actitud apática en ese tipo de situaciones sociales, llevaba casi 7 años sin asistir a ese tipo de banquetes y había olvidado lo molesto que era 'socializar'. Volvió su vista a la comida.
- ¿Que te parece el pollo? - Le preguntó a su compañera para cambiar el tema - Creo que le han puesto demasiadas especias, el sabor podría ser más suave - Agregó tomando la botella de vino para llenar la copa de Golnar que ya estaba por la mitad, también tomó la jarra y le llenó otra copa con agua - Espero que no tengamos que toparnos con ellos de nuevo en el baile - Continuó con un suspiro - No pienso pelearme con Casimir por Aline, ¡Ni más faltaba! -
Si continuaba así la velada, buscaría una excusa para llevarse a Golnar de allí así no tuviera la oportunidad de bailar con la tan aclamada Aline.
Levantó la mirada un poco sorprendido con el golpe que Casimir había dado a la mesa, dejó de masticar las verduras que tenía en la boca y se quedó unos segundos observando de reojo la situación. Eventualmente la mujer había salido tras de su hijo y ellos dos volvían a quedar solos. Mirko tragó el bocado y se limpió con una servilleta.
- No desperdicies tiempo discutiendo con ella - Le dijo al fin - Es el tipo de mujer que no cambiará de opinión así esté equivocada - Continuó con expresión molesta - Seguro que se irá a la tumba con ese mismo pensamiento, es más cuando Casimir se case con alguna dama y tengan un hijo, estoy segura que ella intentará educar a su nieto de la misma forma en como lo ha hecho con Casimir, así que ¿Para que desperdiciar tiempo en ello? -
Estaba molesto, más no con Golnar, pero quizás pareciera como si lo estaba con ella, no podía evitar tener una actitud apática en ese tipo de situaciones sociales, llevaba casi 7 años sin asistir a ese tipo de banquetes y había olvidado lo molesto que era 'socializar'. Volvió su vista a la comida.
- ¿Que te parece el pollo? - Le preguntó a su compañera para cambiar el tema - Creo que le han puesto demasiadas especias, el sabor podría ser más suave - Agregó tomando la botella de vino para llenar la copa de Golnar que ya estaba por la mitad, también tomó la jarra y le llenó otra copa con agua - Espero que no tengamos que toparnos con ellos de nuevo en el baile - Continuó con un suspiro - No pienso pelearme con Casimir por Aline, ¡Ni más faltaba! -
Mirko Lautrec- Humano Clase Media
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Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Se quedó mirando a Mirko mientra hablaba. Él tenía toda la razón. No podía negarle aquello pero había cosas que no entendía y ella tenía sus razones para haberse enfrascado en semejante conversación con la mujer. Ahora que lo pensaba, no sabía mucho del pasado de Mirko ni él del suyo. Nunca le había contado su vida a nadie y, por algún motivo, quería que él lo supiera.
No le respondió enseguida. Intentó pensar en el por qué de aquellos pensamientos. En por qué si quiera se limitaba a pensar en lo que pudiera pensar Mirko si le relataba su vida. Le importaba la opinión que él tenía sobre ella. Podría sobrellevar el hecho de que otros la insultasen pero si lo hacía él, si se reía si quiera de sus palabras...
Sin embargo, quería arriesgar. Quién no jugaba era imposible que ganase. Obvió la pregunta del pollo y de la cantidad de especias que tenía. Eso no era lo que rondaba su mente en aquel instante.
─Perdoname Mirko. No es fácil ver a alguien pasando por esa situación cuando yo sé lo que se siente─ comenzó mientras se aferraba a su servilleta, lo cierto era que ya no tenía más apetito──. Mi madre era así, bueno supongo que lo seguirá siendo. Ella quería que me casara con un hombre rico, decía que quería lo mejor para mi pero se equivocaba al pensar que yo solo quería riqueza. Estuvo a punto de obligarme a casarme con alguien al que no amaba. Por eso, creí que lo más lógico era huir de ella... No entiendo por qué siempre nos obligan a hacer cosas que no queremos. Casarnos por conveniencia. Es lo más horrible que podría existir─ suspiró al terminar aquella última oración─. No debes pelearte por Aline. Ella no es un premio, sin embargo, esta noche parece que sí lo sea
Se quedó contemplando su plato. Aún le quedaba algunos restos, sin embargo, un hombre se acercó a llevárselo y a traer un segundo. Esta vez era un pescado con algunas verduras. Esperaba que después de eso llegase un postre y ya pudiera empezar el baile.
─Deberían haberte contratado a ti como cocinero, este pescado no tiene buen ver─ le comentó analizando el plato que le acababan de poner delante.
No le respondió enseguida. Intentó pensar en el por qué de aquellos pensamientos. En por qué si quiera se limitaba a pensar en lo que pudiera pensar Mirko si le relataba su vida. Le importaba la opinión que él tenía sobre ella. Podría sobrellevar el hecho de que otros la insultasen pero si lo hacía él, si se reía si quiera de sus palabras...
Sin embargo, quería arriesgar. Quién no jugaba era imposible que ganase. Obvió la pregunta del pollo y de la cantidad de especias que tenía. Eso no era lo que rondaba su mente en aquel instante.
─Perdoname Mirko. No es fácil ver a alguien pasando por esa situación cuando yo sé lo que se siente─ comenzó mientras se aferraba a su servilleta, lo cierto era que ya no tenía más apetito──. Mi madre era así, bueno supongo que lo seguirá siendo. Ella quería que me casara con un hombre rico, decía que quería lo mejor para mi pero se equivocaba al pensar que yo solo quería riqueza. Estuvo a punto de obligarme a casarme con alguien al que no amaba. Por eso, creí que lo más lógico era huir de ella... No entiendo por qué siempre nos obligan a hacer cosas que no queremos. Casarnos por conveniencia. Es lo más horrible que podría existir─ suspiró al terminar aquella última oración─. No debes pelearte por Aline. Ella no es un premio, sin embargo, esta noche parece que sí lo sea
Se quedó contemplando su plato. Aún le quedaba algunos restos, sin embargo, un hombre se acercó a llevárselo y a traer un segundo. Esta vez era un pescado con algunas verduras. Esperaba que después de eso llegase un postre y ya pudiera empezar el baile.
─Deberían haberte contratado a ti como cocinero, este pescado no tiene buen ver─ le comentó analizando el plato que le acababan de poner delante.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Cuando Golnar empezó a hablar sobre su vida personal, Mirko dejó de comer el pollo para posar su mirada en el rostro de ella, parecía avergonzada al compartirle esos eventos de su vida pasada ¿Había estado a punto de casarse? Aquello le sorprendió. Mirko sabía que era común arreglar matrimonios por conveniencia entre familias, especialmente entre las adineradas para mantener esas riquezas, su hermana por ejemplo muy pronto tendría que seguir ese mismo camino. Mirko nunca se había puesto a pensar en su propio matrimonio, ni siquiera en tener una novia, él siempre tenía la mente perdida en asuntos lejanos al amor.
El mesero trajo el pescado y no faltó que Golnar lo dijera, el mismo notó que no lucía muy fresco, para ser franco tuvo algo de miedo de probarlo en caso de que no estuviera bien cocido y luego le doliera el estómago. Mirko revisó el pescado y con un tenedor cogió un pedazo tentativamente. Lo probó y descubrió que no estaba tan mal.
- No tiene mal sabor – Comentó masticando – Pero en la culinaria como en cualquier otro arte, la presentación es muy importante – Opinó pues realmente no lucía apetitoso.
– Para nosotros los hombres... la situación no es muy diferente, también somos obligados a casarnos con una dama que sea digna de nuestra posición, así no estemos enamorados – Confesó volviendo al tema, dudaba mucho que su padre estuviera enamorado de su madre, estaba casi que seguro que ese matrimonio era el resultado de un arreglo entre ambas familias - ¿Cómo era el hombre que tu mamá quería para ti? - Le preguntó sintiéndose curioso al respecto.
Golnar había escapado de esa vida y ahora se dedicaba a la profesión más denigrante que cualquier mujer podía ejercer ¿Que tan mal hombre habría sido aquel para que Golnar prefiriera dejar su casa y enfrentarse al mundo sola?.
El mesero trajo el pescado y no faltó que Golnar lo dijera, el mismo notó que no lucía muy fresco, para ser franco tuvo algo de miedo de probarlo en caso de que no estuviera bien cocido y luego le doliera el estómago. Mirko revisó el pescado y con un tenedor cogió un pedazo tentativamente. Lo probó y descubrió que no estaba tan mal.
- No tiene mal sabor – Comentó masticando – Pero en la culinaria como en cualquier otro arte, la presentación es muy importante – Opinó pues realmente no lucía apetitoso.
– Para nosotros los hombres... la situación no es muy diferente, también somos obligados a casarnos con una dama que sea digna de nuestra posición, así no estemos enamorados – Confesó volviendo al tema, dudaba mucho que su padre estuviera enamorado de su madre, estaba casi que seguro que ese matrimonio era el resultado de un arreglo entre ambas familias - ¿Cómo era el hombre que tu mamá quería para ti? - Le preguntó sintiéndose curioso al respecto.
Golnar había escapado de esa vida y ahora se dedicaba a la profesión más denigrante que cualquier mujer podía ejercer ¿Que tan mal hombre habría sido aquel para que Golnar prefiriera dejar su casa y enfrentarse al mundo sola?.
Mirko Lautrec- Humano Clase Media
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Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Probó el pescado cuando él le dio el visto bueno. Le agradeció que no abordara de nuevo el tema tan rápidamente. Pero, como era de esperar, la curiosidad era mayor y Mirko le preguntó más al respecto. Recordar aquel hombre le produjo un escalofrío que recorrió todo su cuerpo. Odiaba pensar en que ese hombre pudiese seguir con vida.
─Él... no era un buen hombre. No era lo que se dice un auténtico caballero. Era mayor que yo y, en ocasiones, se volvía bastante agresivo─ dijo pinchando repetidamente un trozo de pescado, pensar en el pasado nunca le había hecho ningún bien─. No soporté el hecho de que mi madre utilizase la violencia para obligarme a hacer algo que no estaba dispuesta. Odiaba a ese hombre. Daba igual la fortuna que tuviera, daba lo mismo si podía comprarme hasta la luna... No soportaría estar toda una vida a su lado. Por eso me escapé. Prefiero mil veces a un hombre que me haga sonreír con sus palabras antes de que intente comprarme mi perdón por sus actos─ miró a Mirko y se calló justo a tiempo. Había estado a punto de decir algo que estaba fuera de lugar, algo que él no necesitaba escuchar. O quizá sí... Aún no estaba demasiado segura. Se giró y buscó algo por la habitación. Levantó la mano y llamó a uno de los meseros que estaban cerca. Este se acercó y Golnar le sonrió─. Perdone, ¿no podría traernos algo de vino? El pescado sabe mucho mejor acompañado de una buena copa─ el hombre dudó pero Golnar utilizó su mejor sonrisa y pareció acceder a su petición. Se marchó y, a los pocos minutos, volvió con una botella de vino y la dejó sobre la mesa─¿No lo necesitabas para soltarte un poco?─ le preguntó tomando otro trozo de pescado y con una sonrisa en el rostro.
─Él... no era un buen hombre. No era lo que se dice un auténtico caballero. Era mayor que yo y, en ocasiones, se volvía bastante agresivo─ dijo pinchando repetidamente un trozo de pescado, pensar en el pasado nunca le había hecho ningún bien─. No soporté el hecho de que mi madre utilizase la violencia para obligarme a hacer algo que no estaba dispuesta. Odiaba a ese hombre. Daba igual la fortuna que tuviera, daba lo mismo si podía comprarme hasta la luna... No soportaría estar toda una vida a su lado. Por eso me escapé. Prefiero mil veces a un hombre que me haga sonreír con sus palabras antes de que intente comprarme mi perdón por sus actos─ miró a Mirko y se calló justo a tiempo. Había estado a punto de decir algo que estaba fuera de lugar, algo que él no necesitaba escuchar. O quizá sí... Aún no estaba demasiado segura. Se giró y buscó algo por la habitación. Levantó la mano y llamó a uno de los meseros que estaban cerca. Este se acercó y Golnar le sonrió─. Perdone, ¿no podría traernos algo de vino? El pescado sabe mucho mejor acompañado de una buena copa─ el hombre dudó pero Golnar utilizó su mejor sonrisa y pareció acceder a su petición. Se marchó y, a los pocos minutos, volvió con una botella de vino y la dejó sobre la mesa─¿No lo necesitabas para soltarte un poco?─ le preguntó tomando otro trozo de pescado y con una sonrisa en el rostro.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Escuchó la historia de Golnar y algo no le encajó. Si Golnar odiaba tanto a ese hombre por haber sido violento y por como la trataba, ¿Porqué se dedicaba a la prostitución a sabiendas que, como prostituta tendría que acceder a las demandas de cualquier hombre sin importar lo violentas que estas fueran? Las cortesanas eran la población más vulnerable del país, con frecuencia salía en el periódico, asesinatos de prostitutas cuyos cuerpos eran encontrados en pozos, diques o ríos. Escapar de la violencia de un sólo hombre para soportar la violencia de otros no tenía sentido.
No se atrevió a formular la pregunta que rondabas su cabeza, pues no quería ser grosero con ella, a pesar de que Golnar se había mostrado siempre muy abierta a hablar, le parecía que ese tema en específico era algo peliagudo.
Cuando el mesero trajo el fino y les sirvió, Mirko tomó la copa y asintió a lo que ella decía, no muy seguro de a que se refería. Él vino era de buena calidad, aunque el no supiera mucho de vinos, podía notar en el sabor que se trataba de un vino bien añejado, dejó la copa luego de beber y continuó comiendo el pescado, por unos momentos pareció que no iba a volver a hablar, pero al cabo de un rato (y luego de comer algo ensalada) se giró para ella con expresión curiosa.
- ¿Porqué has escogido ser cortesana? - Le preguntó directamente, no había querido sonar tan directo, pero él no era bueno dándole vueltas al asunto y adornando su discurso, le iba mejor ser directo - ¿No son los clientes también violentos a veces? - Se atrevió a preguntar.
No se atrevió a formular la pregunta que rondabas su cabeza, pues no quería ser grosero con ella, a pesar de que Golnar se había mostrado siempre muy abierta a hablar, le parecía que ese tema en específico era algo peliagudo.
Cuando el mesero trajo el fino y les sirvió, Mirko tomó la copa y asintió a lo que ella decía, no muy seguro de a que se refería. Él vino era de buena calidad, aunque el no supiera mucho de vinos, podía notar en el sabor que se trataba de un vino bien añejado, dejó la copa luego de beber y continuó comiendo el pescado, por unos momentos pareció que no iba a volver a hablar, pero al cabo de un rato (y luego de comer algo ensalada) se giró para ella con expresión curiosa.
- ¿Porqué has escogido ser cortesana? - Le preguntó directamente, no había querido sonar tan directo, pero él no era bueno dándole vueltas al asunto y adornando su discurso, le iba mejor ser directo - ¿No son los clientes también violentos a veces? - Se atrevió a preguntar.
Mirko Lautrec- Humano Clase Media
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Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Creyó que el asunto ya se quedaba por zanjado. Él había vuelto a la comida y había bebido vino. No había más que hablar. Se relajó levemente y siguió con su comida. De vez en cuando, paseaba la vista por la sala para divisar a los demás comensales que charlaban alegremente entre ellos. Juró ver a Casimir junto a Aline. Pero a penas pudo estar segura de ese hecho.
Sin embargo, la pregunta que le hizo la tomó desprevenida. Tuvo que beber un poco de vino ya que necesitaba tiempo para pensar en la respuesta pertinente. ¿Cómo explicarle algo así a alguien como él? ¿Cómo explicárselo a cualquiera? Aquel hombre que quería casarse con ella había sido violento, lo seguiría siendo de seguro pero ella no se encontraba todas las noches con ese tipo de clientes. Tragó saliva y, finalmente, habló.
─No lo elegí del todo. Cuando estaba sola en mitad de la noche, sin ningún sitio al que acudir, apareció este hombre... Él me dio cama y comida a cambio de...─ se quedó en silencio antes de continuar, no era tema para hablar en una fiesta, sin embargo, allí estaban─...bueno, ya sabes. Fue un golpe de suerte. Quizá podría haberme negado y quedarme durmiendo en la calle. Me pareció lo más sensato en ese momento... Un modo fácil y rápido de ganar dinero, ¿no?. Después, simplemente, me acostumbre a esa vida─ dijo a modo de conclusión mientras alejaba el plato del pescado─. Puede que sean violentos pero creo que no es igual. No mantengo ningún lazo matrimonial con esa gente, no mantengo ninguna promesa con ellos.
Sin embargo, la pregunta que le hizo la tomó desprevenida. Tuvo que beber un poco de vino ya que necesitaba tiempo para pensar en la respuesta pertinente. ¿Cómo explicarle algo así a alguien como él? ¿Cómo explicárselo a cualquiera? Aquel hombre que quería casarse con ella había sido violento, lo seguiría siendo de seguro pero ella no se encontraba todas las noches con ese tipo de clientes. Tragó saliva y, finalmente, habló.
─No lo elegí del todo. Cuando estaba sola en mitad de la noche, sin ningún sitio al que acudir, apareció este hombre... Él me dio cama y comida a cambio de...─ se quedó en silencio antes de continuar, no era tema para hablar en una fiesta, sin embargo, allí estaban─...bueno, ya sabes. Fue un golpe de suerte. Quizá podría haberme negado y quedarme durmiendo en la calle. Me pareció lo más sensato en ese momento... Un modo fácil y rápido de ganar dinero, ¿no?. Después, simplemente, me acostumbre a esa vida─ dijo a modo de conclusión mientras alejaba el plato del pescado─. Puede que sean violentos pero creo que no es igual. No mantengo ningún lazo matrimonial con esa gente, no mantengo ninguna promesa con ellos.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
La escuchó explicarle los motivos por los cuales se había convertido en cortesana, parecía como si hubiese sido algo del destino, salvo que, Mirko no creía en ningún tipo de destino controlado por dios o por las estrellas, el creía que cada quien se forjaba su camino con las decisiones que tomaba. Golnar había decidido ir en contra de lo que su madre quería para ella y había tenido que recurrir a la prostitución para ganarse la vida, esa era la realidad.
No entendía porqué de repente ese hecho le molestaba. Desde que la había conocido ella había sido sincera con el asunto de acostarse con hombres por dinero, así que ¿Porqué de repente se sentía molesto con el tema?.
-Es verdad... no hay ningún lazo que te una a ninguno de tus clientes – Comentó con mirada ausente, el pescado ya lo tenía casi terminado y se sentía bastante lleno – Perdona si mi pregunta ha sido algo indiscreta... pero como sabes, no tengo mucha experiencia en cuanto a relaciones se trata – Se excusó tomando su copa y bebiendo un poco de vino para pasar el sabor del pescado – Nunca he tenido una novia o eh estado prometido con alguien que mi madre escogiera para mi, así que no se lo que se siente – Dejó escapar un largo suspiro – Mi padre quería que siguiera una carrera militar como él, estuve en una escuela militar pero debido a mi físico reprobé prácticamente en todo, no soy un tipo atlético como podrás haber notado -
Ante esto último dejó escapar una risita, burlarse de uno mismo era bueno de vez en cuando.
- Decidí venir a París para estudiar en la Universidad, la vida militar no era lo mio, no quería seguir los pasos de mi padre y eso causó un gran revuelo en la familia – Concluyó, en ese momento el mesero había vuelto a la mesa y comenzó a retirar los platos de lo que ya habían consumido y otro mesero se acercó con una bandeja con postres. Mirko estaba tan lleno que no le cabía un bocado más, sin embargo el mesero insistió dejando cuatro postres de nata y fresa en la mesa.
No entendía porqué de repente ese hecho le molestaba. Desde que la había conocido ella había sido sincera con el asunto de acostarse con hombres por dinero, así que ¿Porqué de repente se sentía molesto con el tema?.
-Es verdad... no hay ningún lazo que te una a ninguno de tus clientes – Comentó con mirada ausente, el pescado ya lo tenía casi terminado y se sentía bastante lleno – Perdona si mi pregunta ha sido algo indiscreta... pero como sabes, no tengo mucha experiencia en cuanto a relaciones se trata – Se excusó tomando su copa y bebiendo un poco de vino para pasar el sabor del pescado – Nunca he tenido una novia o eh estado prometido con alguien que mi madre escogiera para mi, así que no se lo que se siente – Dejó escapar un largo suspiro – Mi padre quería que siguiera una carrera militar como él, estuve en una escuela militar pero debido a mi físico reprobé prácticamente en todo, no soy un tipo atlético como podrás haber notado -
Ante esto último dejó escapar una risita, burlarse de uno mismo era bueno de vez en cuando.
- Decidí venir a París para estudiar en la Universidad, la vida militar no era lo mio, no quería seguir los pasos de mi padre y eso causó un gran revuelo en la familia – Concluyó, en ese momento el mesero había vuelto a la mesa y comenzó a retirar los platos de lo que ya habían consumido y otro mesero se acercó con una bandeja con postres. Mirko estaba tan lleno que no le cabía un bocado más, sin embargo el mesero insistió dejando cuatro postres de nata y fresa en la mesa.
Mirko Lautrec- Humano Clase Media
- Mensajes : 198
Fecha de inscripción : 11/09/2015
Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
Le restó importancia a su pregunta con un gesto de mano. Él podría hacerle todas las preguntas que desease. Golnar intentaría responder de manera más directa y sincera posible. Ocultó su media sonrisa con el trozo de servilleta al escuchar que nunca había tenido a una pareja a su lado. Eso era bueno. No estaba contaminado por ninguna otra mujer. No podría comparar a nadie.
De repente, empezó a hablar de su vida y ella lo escuchó con gusto. No sabía mucho de él y creyó que aquel momento estaba siendo perfecto para conocerse. Se alegraba de haber asistido a aquella fiesta con él. En esos instantes, Aline le daba igual. Si no veía lo buen partido que era Mirko es que estaba totalmente ciega. Observó el postre y cogió un trozo mientras él terminaba de hablar. Cortó un trozo y se lo llevó a la boca saboreando el postre. Era lo que más le gustaba de la comida.
─ Entonces sí sabes lo que se siente─ empezó diciendo─. Quiero decir, tu padre quería obligarte a seguir sus pasos. Pero tú te negaste, decidiste que ese no era tu destino y te lanzaste a la aventura. Es un poco igual que lo mío. Al final, siempre nos obligan a hacer lo que no queremos─ se quedó en silencio, volviendo a retomar su postre─. Sé que no debería preguntártelo pero…¿me darías el honor de bailar conmigo la primera pieza?─ le miró y le regaló una media sonrisa. No debería haberlo hecho pero realmente quería ser la primera que bailase con Mirko en aquella fiesta─. Cuando llegue el momento, claro está
De repente, empezó a hablar de su vida y ella lo escuchó con gusto. No sabía mucho de él y creyó que aquel momento estaba siendo perfecto para conocerse. Se alegraba de haber asistido a aquella fiesta con él. En esos instantes, Aline le daba igual. Si no veía lo buen partido que era Mirko es que estaba totalmente ciega. Observó el postre y cogió un trozo mientras él terminaba de hablar. Cortó un trozo y se lo llevó a la boca saboreando el postre. Era lo que más le gustaba de la comida.
─ Entonces sí sabes lo que se siente─ empezó diciendo─. Quiero decir, tu padre quería obligarte a seguir sus pasos. Pero tú te negaste, decidiste que ese no era tu destino y te lanzaste a la aventura. Es un poco igual que lo mío. Al final, siempre nos obligan a hacer lo que no queremos─ se quedó en silencio, volviendo a retomar su postre─. Sé que no debería preguntártelo pero…¿me darías el honor de bailar conmigo la primera pieza?─ le miró y le regaló una media sonrisa. No debería haberlo hecho pero realmente quería ser la primera que bailase con Mirko en aquella fiesta─. Cuando llegue el momento, claro está
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
- Mensajes : 240
Fecha de inscripción : 10/09/2015
Localización : En algún lugar del mundo
Re: Dernière Danse || Mirko Lautrec
La verdad es que ahora que Golnar no le mencionaba así, tenía razón. Sus historias eran similares en esencia, ambos habían sido forzados a salir del hogar gracias a que sus padres deseaban cosas para la vida de ambos que ellos no estaban de acuerdo. Sin embargo el camino que habían tomado era completamente diferente y como resultados ambos se dedicaban a profesiones distintas. Resultó que tenían algo en común después de todo.
Tenemos algo en común entonces – Comentó observando el postre sin ningún deseo de probarlo, estaba tan lleno que ni siquiera el dulce le parecía apetitoso – Fue muy difícil al comienzo ¿Sabes? Llegué a París apenas con un par de Francos en el bolsillo y en una que otra ocasión terminé pasando la noche en las calles de la corte de los milagros – Le confesó, cualquier otro hombre había evitado mencionar aquello, no era para nada atractivo contarle a una mujer que uno a sido lo suficientemente pobre como para tener que vivir en los tugurios de la sociedad por un tiempo, pero Mirko realmente no se sentía avergonzado por ello, él estaba orgulloso de las cosas que había conseguido con su trabajo honesto como cocinero así no fueran grandes lujos.
¿Y acaso lo dudas? - Le preguntó cuando ella le pidió el primer baile – Por supuesto que pensaba bailar contigo primero, no tenías porqué preguntar- Aceptó con una sonrisa. En es momento el padre de Aline se puso de pie en la mesa y golpeó la copa con el tenedor para llamar la atención de los comensales.
- Distinguidas Damas y Caballeros, me permiten su atención ¿por favor? Quiero hacer un brindis por el cumpleaños de mi bella hija Aline, una flor pura y hermosa que ha llegado al jardín de mi vida, hoy celebramos su cumpleaños número 21, que la Virgen María madre de Dios la proteja en su santísima gracia, ¡Que comience la verdadera fiesta! - La gente aplaudió y los músicos comenzaron a tocar un vals lento y un alto joven de alrededor de 30 años de cabello negro finamente peinado hacía atrás vestido con un elegante traje blanco estiró la mano con una venia, sacando a la agasajada al centro del salón para iniciar el baile. Aline bailó con gran maestría, la gente se quedó admirando la primer pareja por unos minutos antes de que otras parejas comenzaran a unirse al baile.
Tenemos algo en común entonces – Comentó observando el postre sin ningún deseo de probarlo, estaba tan lleno que ni siquiera el dulce le parecía apetitoso – Fue muy difícil al comienzo ¿Sabes? Llegué a París apenas con un par de Francos en el bolsillo y en una que otra ocasión terminé pasando la noche en las calles de la corte de los milagros – Le confesó, cualquier otro hombre había evitado mencionar aquello, no era para nada atractivo contarle a una mujer que uno a sido lo suficientemente pobre como para tener que vivir en los tugurios de la sociedad por un tiempo, pero Mirko realmente no se sentía avergonzado por ello, él estaba orgulloso de las cosas que había conseguido con su trabajo honesto como cocinero así no fueran grandes lujos.
¿Y acaso lo dudas? - Le preguntó cuando ella le pidió el primer baile – Por supuesto que pensaba bailar contigo primero, no tenías porqué preguntar- Aceptó con una sonrisa. En es momento el padre de Aline se puso de pie en la mesa y golpeó la copa con el tenedor para llamar la atención de los comensales.
- Distinguidas Damas y Caballeros, me permiten su atención ¿por favor? Quiero hacer un brindis por el cumpleaños de mi bella hija Aline, una flor pura y hermosa que ha llegado al jardín de mi vida, hoy celebramos su cumpleaños número 21, que la Virgen María madre de Dios la proteja en su santísima gracia, ¡Que comience la verdadera fiesta! - La gente aplaudió y los músicos comenzaron a tocar un vals lento y un alto joven de alrededor de 30 años de cabello negro finamente peinado hacía atrás vestido con un elegante traje blanco estiró la mano con una venia, sacando a la agasajada al centro del salón para iniciar el baile. Aline bailó con gran maestría, la gente se quedó admirando la primer pareja por unos minutos antes de que otras parejas comenzaran a unirse al baile.
Mirko Lautrec- Humano Clase Media
- Mensajes : 198
Fecha de inscripción : 11/09/2015
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