AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Entre mascaras y disfraces - (Aldebaran Ballester) Flashback
2 participantes
Página 1 de 1.
Entre mascaras y disfraces - (Aldebaran Ballester) Flashback
Caminaba de un extremo al otro del salón de su residencia, cuando el mayordomo apareció trayendo en sus manos una charola de plata y en ella la tan ansiada carta del Duque. Había recibido una invitación para la noche siguiente, una informal reunión en la mansión del Duque español, se suponía que debía ponerle al corriente de los graves asuntos que le encargara su tío. El Virrey era un hombre sumamente precavido y dada la situación en que se encontraban las colonias, no lograba confiar en nadie, a excepción de su propia sangre. De allí que Marienne, siguiendo las órdenes de su tío, hubiera mandado una tarjeta pidiendo la cita, adjuntando la nota que su tío enviara al noble y en la que le expresaba la urgencia que ameritaba dicho encuentro.
Sonrió complacida, sosteniendo la misiva en la que el Duque la invitaba formalmente, - cuanto más crea en mi inocente propósito de ayudar al Rey, más fácil será el caer sobre ellos y obtener el poder del Virreinato, librarnos de la maldita escoria y apoderarnos de las rutas comerciales - caviló. Levantó la vista al cristal del ventanal que daba a la calle, - solo necesito encontrar la forma de conseguir un benefactor, alguien que me ayude a juntar el metálico necesario para pertrechos y vituallas que necesitaran las tropas rebeldes - su entrecejo marcó una arruga que mostraba su preocupación. Ella no conocía muchos personajes, capaces de colaborar con una causa tan utópica, a simple vista, y en tierras separadas de París por leguas interminables de océano.
Suspiró fastidiada por esa situación, pero se propuso no preocuparse antes de tiempo, todavía faltaba para necesitar aquella ayuda, - hoy por hoy, solo necesito verme lo más apetecible que pueda, debo dar una buena impresión al condenado Duquecito - Sonrió al pensar en aquel noble, no lo conocía en persona, pero su fama lo precedía, a lo que Marienne reflexionó si tales cuentos serían ciertos o pura malicia, bien sabía por experiencia propia, que en Paris las habladurías eran el pan de cada día. Ella por ser extranjera, hermosa y de un poder económico más que importante, llevaba a ser víctima de aquella comidilla, que solía menospreciarla, asegurando que solo era una niña rica, a la que le entretenían los bailes, las reuniones de sociedad y los amantes, - los que jamás pudieron confirmar … cuando la verdad es que eso sería imposible ya que no existe nadie quien logre interesarme – sonrió con un dejo de picardía, En parís ser de América, era signo de libertina, casi una prostituta, aun así, jamás se le cerraban las puertas, bien valía tener en sus venas sangre de noble.
Dispuesta a dar una buena impresión, se dispuso a salir, irá de compras, algún vestido sensual pero decoroso, un buen perfume, las alhajas necesarias para no parecer un mamarracho y voila, lo tendría todo. Entusiasmada con sus planes llamó a su cochero y se hizo llevar al centro de Paris. Unas horas más tarde, el sol comenzaba a descender, cuando Marienne abandonó el último comerció en el que se había detenido. Caminó por la calle principal, cargada de paquetes y maldiciendo por no haberle pedido a su guardaespaldas que la acompañara, pero le pareció que llevarlo a una lingerie, no era lo más atinado, aunque podría haberle sugerido, si el conjunto de seda rojo, o el de encaje negro, eran los más apropiados para usar bajo el vestido de terciopelo rojo sangre con el que iría a la reunión, ¿que era demasiado llamativo? ¿Y a quien le importaba la opinión de los demás? Ciertamente a ella, jamás le había interesado lo que los demás dijeran o dejaran de decir sobre su persona.
Sonrió complacida, sosteniendo la misiva en la que el Duque la invitaba formalmente, - cuanto más crea en mi inocente propósito de ayudar al Rey, más fácil será el caer sobre ellos y obtener el poder del Virreinato, librarnos de la maldita escoria y apoderarnos de las rutas comerciales - caviló. Levantó la vista al cristal del ventanal que daba a la calle, - solo necesito encontrar la forma de conseguir un benefactor, alguien que me ayude a juntar el metálico necesario para pertrechos y vituallas que necesitaran las tropas rebeldes - su entrecejo marcó una arruga que mostraba su preocupación. Ella no conocía muchos personajes, capaces de colaborar con una causa tan utópica, a simple vista, y en tierras separadas de París por leguas interminables de océano.
Suspiró fastidiada por esa situación, pero se propuso no preocuparse antes de tiempo, todavía faltaba para necesitar aquella ayuda, - hoy por hoy, solo necesito verme lo más apetecible que pueda, debo dar una buena impresión al condenado Duquecito - Sonrió al pensar en aquel noble, no lo conocía en persona, pero su fama lo precedía, a lo que Marienne reflexionó si tales cuentos serían ciertos o pura malicia, bien sabía por experiencia propia, que en Paris las habladurías eran el pan de cada día. Ella por ser extranjera, hermosa y de un poder económico más que importante, llevaba a ser víctima de aquella comidilla, que solía menospreciarla, asegurando que solo era una niña rica, a la que le entretenían los bailes, las reuniones de sociedad y los amantes, - los que jamás pudieron confirmar … cuando la verdad es que eso sería imposible ya que no existe nadie quien logre interesarme – sonrió con un dejo de picardía, En parís ser de América, era signo de libertina, casi una prostituta, aun así, jamás se le cerraban las puertas, bien valía tener en sus venas sangre de noble.
Dispuesta a dar una buena impresión, se dispuso a salir, irá de compras, algún vestido sensual pero decoroso, un buen perfume, las alhajas necesarias para no parecer un mamarracho y voila, lo tendría todo. Entusiasmada con sus planes llamó a su cochero y se hizo llevar al centro de Paris. Unas horas más tarde, el sol comenzaba a descender, cuando Marienne abandonó el último comerció en el que se había detenido. Caminó por la calle principal, cargada de paquetes y maldiciendo por no haberle pedido a su guardaespaldas que la acompañara, pero le pareció que llevarlo a una lingerie, no era lo más atinado, aunque podría haberle sugerido, si el conjunto de seda rojo, o el de encaje negro, eran los más apropiados para usar bajo el vestido de terciopelo rojo sangre con el que iría a la reunión, ¿que era demasiado llamativo? ¿Y a quien le importaba la opinión de los demás? Ciertamente a ella, jamás le había interesado lo que los demás dijeran o dejaran de decir sobre su persona.
Selene Iriberry- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 61
Fecha de inscripción : 31/07/2015
Localización : Paris
Re: Entre mascaras y disfraces - (Aldebaran Ballester) Flashback
Paris. Noche de encanto bajo una luna que cubierta por estrellas se expande perfectamente por todo el terreno de la ciudad del amor. Aquella sede de grandes e importante acontecimientos históricos, económicos, políticos y hasta de farándula. Cómplice de un submundo lleno de criaturas misteriosas y personajes que por cada vida conocida, una historia llena de aventuras tiene por contar… Sin embargo, que es eso que provoca tanto atractivo en Paris? Serán sus artes? Su arquitectura? Quizás su cultura? Sus mujeres en definitiva atraen a cualquier varón… Especialmente a aquel que se proclama adicto a las faldas.
De pronto el foco protagónico se desvía totalmente a los techos del centro, donde una silueta alta va cobrando velocidad conforme a una carrera casi invisible. Son sus ropajes negros así como su habilidad atlética los factores que brindan la inminente fechoría de aquel que es cazador por criminales, políticos, banqueros y hasta la misma guardia Real.
-Pero que noche tan hermosa- un susurro llega desde aquel ser amorfo que se oculta en las alturas, observando los callejones, calles y los habitantes de aquella ciudad –Aunque parece que eso está a punto de cambiar- añade dando un paso al frente, siendo alcanzado por un halo de luz que solo delata un rostro cubierto por un antifaz negro, mismo que desaparece junto a la silueta misteriosa.
No mucho tiempo pasa después de que se puede visualizar a una hermosa mujer que caminando llena de bolsas de compras pareciese ser un blanco fácil, eso mismo pensaron dos sujetos que salen de un callejón justo delante de ella, riendo con descaro y mostrando un físico totalmente asqueroso “Hola… Creo que podemos ayudarte con esas bolsas HAHAHAHAHAHAHAHAHAHA” mostrando luego cada uno una navaja.
Una damisela en peligro.
Todo un cliché.
De pronto el foco protagónico se desvía totalmente a los techos del centro, donde una silueta alta va cobrando velocidad conforme a una carrera casi invisible. Son sus ropajes negros así como su habilidad atlética los factores que brindan la inminente fechoría de aquel que es cazador por criminales, políticos, banqueros y hasta la misma guardia Real.
-Pero que noche tan hermosa- un susurro llega desde aquel ser amorfo que se oculta en las alturas, observando los callejones, calles y los habitantes de aquella ciudad –Aunque parece que eso está a punto de cambiar- añade dando un paso al frente, siendo alcanzado por un halo de luz que solo delata un rostro cubierto por un antifaz negro, mismo que desaparece junto a la silueta misteriosa.
No mucho tiempo pasa después de que se puede visualizar a una hermosa mujer que caminando llena de bolsas de compras pareciese ser un blanco fácil, eso mismo pensaron dos sujetos que salen de un callejón justo delante de ella, riendo con descaro y mostrando un físico totalmente asqueroso “Hola… Creo que podemos ayudarte con esas bolsas HAHAHAHAHAHAHAHAHAHA” mostrando luego cada uno una navaja.
Una damisela en peligro.
Todo un cliché.
Aldebaran Ballester- Realeza Española
- Mensajes : 660
Fecha de inscripción : 06/06/2012
Edad : 32
Localización : Abrazado a las sombras
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Entre mascaras y disfraces - (Aldebaran Ballester) Flashback
Unos maleantes le cortaron el paso, y con agresiones y alarde de peligrosos delincuentes, le rodearon. Era claro lo que tenían en mente, si eran inteligente, solo sus paquetes, si eran lo bastante tontos, querrían llevarla hacia el callejón. Aunque por un momento, creyó que eran bandidos inteligentes, la desilusionaron, llevándola a empujones hacia la callejuela en penumbras. Al principio, la americana, hizo un buen papel de pobre damisela en apuros, pero ningún hombre de los que pasaba casi rosando a los delincuentes, fueron capaces de dar la cara por la mujer. En el momento que las sombras le cubrieron el rostro, Marienne cambió, se convirtió en la típica mujer de armas llevar, la hembra de las pampas, aquella que luchaba al lado de su hombre, contra los indios o contra los salvajes bandidos de los campos. – me lleva el diablo – susurró, rodando los ojos y suspirando.
Marienne podía parecer una mujer a la que dominar fácilmente, su contextura menuda, su cuerpo pequeño pero de buen musculo, estaba oculto bajo las capas de tela, que la hacían parecer una muñequita. Mas ella no podía ser descripta como una dama de ciudad, y menos como una europea. No después de haber viviendo por años en las sierras de Córdoba, en el Virreinato del Rio de La Plata. Allí, le habían enseñado a defenderse, con pistola, daga, y cuchillo, se sintió feliz de poder usar sus conocimientos, ahora los pondría en práctica. – por favor, dejadme en paz, no deseo lastimaros - Sus paso altivo y su mirada despreocupada posada en aquellos hombres, denotaban una superioridad que los granujas no le iban a perdonar, - creo que se han equivocado de victima… señores – arrastró la ese y sonrió de costado entrecerrando los ojos, como una verdadera felina.
Uno de los hombres hizo un movimiento con su brazo, como expresando a su compañero, que le tocaba el placer de tomar primero a la dama, - me darás todo lo que llevas ahí y probaremos después de ese apetitoso cuerpo – le exigió, a lo que Marienne simplemente se echó a reír, - creo querido, que solo soñando tendrías a una mujer así -, dejó que el mal viviente se acercara y cuando intentó arrebatarle los paquetes para tomarla a ella de los brazos, ella se los tiró al rostro, para luego pisarle un pie, dándole luego un rodillazo en los genitales.
Con las manos libres, sacó de su cintura una daga larga y algo curvada, con un rápido movimiento giro su chal sobre su brazo izquierdo enrollándolo, a manera de protección por si intentaban herirla con un arma blanca. Se preparó para la envestida del segundo delincuente, pero tras contemplarla aterrado, salió corriendo, seguido por su camarada, quien agarrándose la zona afectada, le dijo una grosería y juró volver por venganza, - cuando quieras, te guardo un turno para bailar al ritmo de la resbalosa – le gritó mientras con su mano, acercaba la daga a su propio cuello, explicando gráficamente de que se trataba aquel bailecito.
Les contempló alejarse, totalmente indignada - ¿es que en éste país, los hombre son todos unos capados? - susurró, mientras suspiraba guardando la daga en su cintura. Se inclinó a levantar los paquetes, refunfuñando, - en las pampas, siempre habría un gaucho galante, un militar zalamero que sería lo bastante digno para ayudarme… pero aquí… lo único que existen son afeminados y doctorcitos de mucha labia y pocas pel… - se calló cuando vio surgir desde las sombras un individuo, vestido de negro, enarcó la ceja derecha y sonrió de lado, dispuesta a dar pelea nuevamente si era necesario.
Marienne podía parecer una mujer a la que dominar fácilmente, su contextura menuda, su cuerpo pequeño pero de buen musculo, estaba oculto bajo las capas de tela, que la hacían parecer una muñequita. Mas ella no podía ser descripta como una dama de ciudad, y menos como una europea. No después de haber viviendo por años en las sierras de Córdoba, en el Virreinato del Rio de La Plata. Allí, le habían enseñado a defenderse, con pistola, daga, y cuchillo, se sintió feliz de poder usar sus conocimientos, ahora los pondría en práctica. – por favor, dejadme en paz, no deseo lastimaros - Sus paso altivo y su mirada despreocupada posada en aquellos hombres, denotaban una superioridad que los granujas no le iban a perdonar, - creo que se han equivocado de victima… señores – arrastró la ese y sonrió de costado entrecerrando los ojos, como una verdadera felina.
Uno de los hombres hizo un movimiento con su brazo, como expresando a su compañero, que le tocaba el placer de tomar primero a la dama, - me darás todo lo que llevas ahí y probaremos después de ese apetitoso cuerpo – le exigió, a lo que Marienne simplemente se echó a reír, - creo querido, que solo soñando tendrías a una mujer así -, dejó que el mal viviente se acercara y cuando intentó arrebatarle los paquetes para tomarla a ella de los brazos, ella se los tiró al rostro, para luego pisarle un pie, dándole luego un rodillazo en los genitales.
Con las manos libres, sacó de su cintura una daga larga y algo curvada, con un rápido movimiento giro su chal sobre su brazo izquierdo enrollándolo, a manera de protección por si intentaban herirla con un arma blanca. Se preparó para la envestida del segundo delincuente, pero tras contemplarla aterrado, salió corriendo, seguido por su camarada, quien agarrándose la zona afectada, le dijo una grosería y juró volver por venganza, - cuando quieras, te guardo un turno para bailar al ritmo de la resbalosa – le gritó mientras con su mano, acercaba la daga a su propio cuello, explicando gráficamente de que se trataba aquel bailecito.
Les contempló alejarse, totalmente indignada - ¿es que en éste país, los hombre son todos unos capados? - susurró, mientras suspiraba guardando la daga en su cintura. Se inclinó a levantar los paquetes, refunfuñando, - en las pampas, siempre habría un gaucho galante, un militar zalamero que sería lo bastante digno para ayudarme… pero aquí… lo único que existen son afeminados y doctorcitos de mucha labia y pocas pel… - se calló cuando vio surgir desde las sombras un individuo, vestido de negro, enarcó la ceja derecha y sonrió de lado, dispuesta a dar pelea nuevamente si era necesario.
Selene Iriberry- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 61
Fecha de inscripción : 31/07/2015
Localización : Paris
Re: Entre mascaras y disfraces - (Aldebaran Ballester) Flashback
Ante la sorpresa de aquel hidalgo, la dama poco a poco logra librarse de una mínima amenaza. Tardo más en bajar a los callejones que ella en deshacerse de los malhechores; una daga, arma blanca y afilada… Unas expresiones poco correctas y una promesa de muerte que hizo que aquellos a los que se enfrentó no dudaran en salir corriendo.
Con toda paciencia se abrió camino entre las paredes y las tinieblas. Realmente tenia curiosidad por saber que estaba dentro de aquellas bolsas que la damisela cuidaba con tanto recelo… Joyas? Quizás, probablemente vestidos caros o inclusive algún paquete digno de robar… Que sería?
Pocos segundos se fueron de largo, ella maldijo un poco y todo llego a oídos de aquel ser amorfo. Su cuerpo se dispuso entonces a acercarse hacia donde la doncella yace y aclarando su voz con todo propósito de que ella le descubriera, musitó.
-Esas expresiones, palabras y normalmente esos actos… No son normales en una damisela- Una voz ronca de acento extranjero salió de la oscuridad. Sus facciones no se podían observar bien, sin embargo su vestimenta si, la cual constaba de un traje negro que era cubierto por una capa larga del mismo matiz –Decido venir a la salve y repentinamente usted se convierte en una guerrera capaz de hacer que dos maleantes se orinen encima… Atractivo… Raro… Pero atractivo- un énfasis en el sarcasmo de aquel ente le provoca dar un paso al frente, develando su fisionomía por completo.
Un sombrero de lado con una pluma sobresaliente en el pináculo del mismo. Una piel morena con unos ojos cafés cubiertos por un antifaz azabache. Su sonrisa ladina, perfecta y blanca. Ese porte glorioso con una seguridad no vista en todos lados, era el mismo que es buscado por las autoridades, por la corona, políticos y otros criminales. Peligro de muchos, pero cazador de aventuras… El ladrón más famoso de Europa…
-Buenas noches, mi nombre es Rosa Negra-
Con toda paciencia se abrió camino entre las paredes y las tinieblas. Realmente tenia curiosidad por saber que estaba dentro de aquellas bolsas que la damisela cuidaba con tanto recelo… Joyas? Quizás, probablemente vestidos caros o inclusive algún paquete digno de robar… Que sería?
Pocos segundos se fueron de largo, ella maldijo un poco y todo llego a oídos de aquel ser amorfo. Su cuerpo se dispuso entonces a acercarse hacia donde la doncella yace y aclarando su voz con todo propósito de que ella le descubriera, musitó.
-Esas expresiones, palabras y normalmente esos actos… No son normales en una damisela- Una voz ronca de acento extranjero salió de la oscuridad. Sus facciones no se podían observar bien, sin embargo su vestimenta si, la cual constaba de un traje negro que era cubierto por una capa larga del mismo matiz –Decido venir a la salve y repentinamente usted se convierte en una guerrera capaz de hacer que dos maleantes se orinen encima… Atractivo… Raro… Pero atractivo- un énfasis en el sarcasmo de aquel ente le provoca dar un paso al frente, develando su fisionomía por completo.
Un sombrero de lado con una pluma sobresaliente en el pináculo del mismo. Una piel morena con unos ojos cafés cubiertos por un antifaz azabache. Su sonrisa ladina, perfecta y blanca. Ese porte glorioso con una seguridad no vista en todos lados, era el mismo que es buscado por las autoridades, por la corona, políticos y otros criminales. Peligro de muchos, pero cazador de aventuras… El ladrón más famoso de Europa…
-Buenas noches, mi nombre es Rosa Negra-
Aldebaran Ballester- Realeza Española
- Mensajes : 660
Fecha de inscripción : 06/06/2012
Edad : 32
Localización : Abrazado a las sombras
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Entre mascaras y disfraces - (Aldebaran Ballester) Flashback
Lo observa acercarse cada vez más, pero no como una amenaza, al contrario, por primera vez en Paris, descubre a un hombre que le llama la atención, no por su atractivo, puesto que existen innumerables candidatos que bien podría elegir. Es su voz, ronca, masculina, sus pupilas oscuras, aquellos labios que sonreían de forma ladina, toda su estampa. Recordó un dibujo que llegara al despacho de su tío, El Virrey. La Corona española pagaría con oro la captura del peligroso delincuente, Rosa Negra, y aunque apartados de Europa, las autoridades no descartaban la posibilidad que el embustero, viajara a los virreinatos en busca de una temporada de sosiego.
Marienne, rio con una risa cristalina y despreocupada, muy femenina y seductora, sus pupilas parecieron encenderse al igual que la sonrisa que se prendiera en sus labios. Terminó de soltar sus cabellos, dejándolos libres y salvajes, para luego con una cinta roja que desprendió de una de las cajas abiertas, atarse nuevamente el pelo, trenzándolo a lo indio, - ciertamente que no soy una dama, como están acostumbrados los señoritos parisinos, tampoco me amoldo a las normas y reglas de la etiqueta europea… a de disculparme, pero cuando una está educada para intentar por lo menos, mantenerse viva hasta que los militares lleguen, mientras un malón ataca nuestros carruajes, o morir en el intento, antes de ser vejada por indios… dos delincuentes de poca monta, no son un gran peligro – inclinó levemente la cabeza, contemplándole con un dejo de curiosidad, - tal vez , usía, está acostumbrado a salvar a damiselas en apuros y nunca se ha topado con una mujer de lucha -, luego de contemplarle unos segundos más y sonreírle, mordiéndose el labio inferior para no decir alguna barrabasada, siguió juntando sus paquetes.
Cuando los acomodó, volvió a mirarle, - sabe, de donde vengo usted sería un excelente lider, un hombre que podría avivar la llama de la libertad… su cabeza tiene un buen precio... más le podría ofrecer el doble de lo que piden por sus lindos cabellos, si se une a mi lucha, pisar la cabeza de la serpiente española y liberar el continente -, Tal vez había sido muy irreflexiva al decirle cuál era su objetivo, pero no tenía tiempo que perder, en poco debería intentar seducir a un noble español y si era descubierta, sería ella quien terminaría bailando la resbalosa. Era su deber intentar hacer el contacto, para que los compañeros de lucha, lograran convencer al bandido más temido de Europa y parte de América, a seguir sus planes.
- Por cierto, mi nombre es Marienne Liniers-, extendió la mano y esperó que él la tomara.
Marienne, rio con una risa cristalina y despreocupada, muy femenina y seductora, sus pupilas parecieron encenderse al igual que la sonrisa que se prendiera en sus labios. Terminó de soltar sus cabellos, dejándolos libres y salvajes, para luego con una cinta roja que desprendió de una de las cajas abiertas, atarse nuevamente el pelo, trenzándolo a lo indio, - ciertamente que no soy una dama, como están acostumbrados los señoritos parisinos, tampoco me amoldo a las normas y reglas de la etiqueta europea… a de disculparme, pero cuando una está educada para intentar por lo menos, mantenerse viva hasta que los militares lleguen, mientras un malón ataca nuestros carruajes, o morir en el intento, antes de ser vejada por indios… dos delincuentes de poca monta, no son un gran peligro – inclinó levemente la cabeza, contemplándole con un dejo de curiosidad, - tal vez , usía, está acostumbrado a salvar a damiselas en apuros y nunca se ha topado con una mujer de lucha -, luego de contemplarle unos segundos más y sonreírle, mordiéndose el labio inferior para no decir alguna barrabasada, siguió juntando sus paquetes.
Cuando los acomodó, volvió a mirarle, - sabe, de donde vengo usted sería un excelente lider, un hombre que podría avivar la llama de la libertad… su cabeza tiene un buen precio... más le podría ofrecer el doble de lo que piden por sus lindos cabellos, si se une a mi lucha, pisar la cabeza de la serpiente española y liberar el continente -, Tal vez había sido muy irreflexiva al decirle cuál era su objetivo, pero no tenía tiempo que perder, en poco debería intentar seducir a un noble español y si era descubierta, sería ella quien terminaría bailando la resbalosa. Era su deber intentar hacer el contacto, para que los compañeros de lucha, lograran convencer al bandido más temido de Europa y parte de América, a seguir sus planes.
- Por cierto, mi nombre es Marienne Liniers-, extendió la mano y esperó que él la tomara.
Selene Iriberry- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 61
Fecha de inscripción : 31/07/2015
Localización : Paris
Re: Entre mascaras y disfraces - (Aldebaran Ballester) Flashback
Siguió caminando con una sonrisa más que clara ante la fascinación de aquellas palabras tan aventureras y revolucionarias. Su cuerpo ejercía toda relajación una vez que la dama se mostró libre y sin ninguna clase de objeción al compartir sus deseos, sus planes, inclusive sus pensamientos que llegaron a los oídos del ladrón mas terminaron por salir directo hacia el otro lado. No es que la ignorara, simplemente la escuchaba atento.
-Un placer- es lo único que musito cuando en vez de tomar la mano de la dama, toma su cintura. Su cuerpo casi movido por la adrenalina que le provocan aquellas palabras se dispone a apegarse al de ella, su rostro se sumerge bajo la hipnosis de tan hermosa mujer y su mirada café trata de clavarse a más no poder sobre la ajena.
–Marianne, usted es muy hermosa… muy inteligente… y muy…- dice acercando su rostro con peligro hacia el ajeno, casi como si quisiera robarle los labios –Descuidada- murmura tras una risilla que le provoca separarse de golpe.
-Sus ideales revolucionarios son realmente aplaudibles, pero me insulta al intentar comprarme… Se el precio de mi cabeza y a decir verdad me ofende al ser tan bajo- ejemplifica su cinismo bien reconocido entre el círculo de amigos y no amigos –Pero sea más clara, que desea con la Corona Española?- tenía su curiosidad, ahora tiene su atención y el de piel morena se cruza de brazos observando bien a la preciosa chica.
-Usted es única, no lo niego… Y permítame ser grosero si así lo considera, pero no tengo memoria… No sé a cuantas mujeres he conocido o con cuantas he hablado… Simplemente… No tengo memoria- suelta una risilla baja y le guiña su ojo diestro, algo característico en su forma tan carismática de ser y aun así, alto y bien posicionado sigue esperando la respuesta de la extranjera.
Que mujer tan fascinante.
-Un placer- es lo único que musito cuando en vez de tomar la mano de la dama, toma su cintura. Su cuerpo casi movido por la adrenalina que le provocan aquellas palabras se dispone a apegarse al de ella, su rostro se sumerge bajo la hipnosis de tan hermosa mujer y su mirada café trata de clavarse a más no poder sobre la ajena.
–Marianne, usted es muy hermosa… muy inteligente… y muy…- dice acercando su rostro con peligro hacia el ajeno, casi como si quisiera robarle los labios –Descuidada- murmura tras una risilla que le provoca separarse de golpe.
-Sus ideales revolucionarios son realmente aplaudibles, pero me insulta al intentar comprarme… Se el precio de mi cabeza y a decir verdad me ofende al ser tan bajo- ejemplifica su cinismo bien reconocido entre el círculo de amigos y no amigos –Pero sea más clara, que desea con la Corona Española?- tenía su curiosidad, ahora tiene su atención y el de piel morena se cruza de brazos observando bien a la preciosa chica.
-Usted es única, no lo niego… Y permítame ser grosero si así lo considera, pero no tengo memoria… No sé a cuantas mujeres he conocido o con cuantas he hablado… Simplemente… No tengo memoria- suelta una risilla baja y le guiña su ojo diestro, algo característico en su forma tan carismática de ser y aun así, alto y bien posicionado sigue esperando la respuesta de la extranjera.
Que mujer tan fascinante.
Aldebaran Ballester- Realeza Española
- Mensajes : 660
Fecha de inscripción : 06/06/2012
Edad : 32
Localización : Abrazado a las sombras
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Entre mascaras y disfraces - (Aldebaran Ballester) Flashback
Aquella forma de atraerla hacia su cuerpo, la deja por un instante en shock, pero pronto pone sus brazos entre el pecho masculino y su cuerpo, alejando su rostro, exponiendo peligrosamente el escote de su vestido a los ojos indiscretos del enmascarado, dejando al descubierto un poco más de su seductora figura. Pronto se aleja de ella, dejando a la fémina fascinada al ver aquellos ojos castaños, su mente divagó en las formas de aquellas pupilas, - tan parecido a piedrecillas en el lecho de mi amado rio tercero - caviló.
Su corazón aún acelerado por la sorpresiva cautividad, va tomando su ritmo habitual en cuanto la suelta, Marienne lleva su mano a la cintura y comprueba que aún tiene su daga, - bueno, por lo menos no ha intentado arrebatarla y matarme con ella – reflexionó, mientras traga saliva y se acomoda sus cabellos, algo sobresaltada y roja por la situación vivida. Sonrie, para luego acercarse a él, pero manteniendo una prudente distancia, - Disculpadme, no fue mi intención ofenderos con mi oferta, bien sé que es mínima, pero lamentablemente, no podemos contar con mas efectivo en el corto plazo, pero podría ofreceros lo que usted crea conveniente, para lograr el apoyo necesario – sus brazos aferran su propia cintura, en clara muestra de que estaba dispuesta a pactar, pero que su cuerpo no estaba en el posible pacto. Caminó hasta colocarse al lado del enmascarado, apoyó su cuerpo en la pared y buscó sus ojos, ocultos tras el antifaz, - trecientos años de esclavitud, es demasiados tiempo para aguantar silenciosamente… la sangre de nuestros hermanos ha regado nuestras pampas, nuestras montañas, es tiempo de ser libres y dirigir nuestros propios destinos, sin tener que mantener a un vil conjunto de ratas monárquicas, con las cosechas de nuestro esfuerzo - su voz se había vuelto firme, mostrando el sentimiento que la embargaba.
Inspiró profundamente, - tengo intimas cuentas que saldar con la monarquía, más bien con los soldados de ésta, pero eso no le debe interesar… la lucha de los pueblos es la importante, no las venganzas personales – le sonrió, girando su cuerpo y contemplándole, intentando volver a ver aquellos ojos seductores, - es muy galante al decir lo de no tener memoria, cuida así la virtud y el buen nombre de sus… amantes… o disculpe… parejas, debería haber dicho - una sonrisa pícara se dibujó en su rostro, mientras lo miraba a los ojos, pensando en cómo ese rostro sería sin el antifaz.
Su corazón aún acelerado por la sorpresiva cautividad, va tomando su ritmo habitual en cuanto la suelta, Marienne lleva su mano a la cintura y comprueba que aún tiene su daga, - bueno, por lo menos no ha intentado arrebatarla y matarme con ella – reflexionó, mientras traga saliva y se acomoda sus cabellos, algo sobresaltada y roja por la situación vivida. Sonrie, para luego acercarse a él, pero manteniendo una prudente distancia, - Disculpadme, no fue mi intención ofenderos con mi oferta, bien sé que es mínima, pero lamentablemente, no podemos contar con mas efectivo en el corto plazo, pero podría ofreceros lo que usted crea conveniente, para lograr el apoyo necesario – sus brazos aferran su propia cintura, en clara muestra de que estaba dispuesta a pactar, pero que su cuerpo no estaba en el posible pacto. Caminó hasta colocarse al lado del enmascarado, apoyó su cuerpo en la pared y buscó sus ojos, ocultos tras el antifaz, - trecientos años de esclavitud, es demasiados tiempo para aguantar silenciosamente… la sangre de nuestros hermanos ha regado nuestras pampas, nuestras montañas, es tiempo de ser libres y dirigir nuestros propios destinos, sin tener que mantener a un vil conjunto de ratas monárquicas, con las cosechas de nuestro esfuerzo - su voz se había vuelto firme, mostrando el sentimiento que la embargaba.
Inspiró profundamente, - tengo intimas cuentas que saldar con la monarquía, más bien con los soldados de ésta, pero eso no le debe interesar… la lucha de los pueblos es la importante, no las venganzas personales – le sonrió, girando su cuerpo y contemplándole, intentando volver a ver aquellos ojos seductores, - es muy galante al decir lo de no tener memoria, cuida así la virtud y el buen nombre de sus… amantes… o disculpe… parejas, debería haber dicho - una sonrisa pícara se dibujó en su rostro, mientras lo miraba a los ojos, pensando en cómo ese rostro sería sin el antifaz.
Selene Iriberry- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 61
Fecha de inscripción : 31/07/2015
Localización : Paris
Re: Entre mascaras y disfraces - (Aldebaran Ballester) Flashback
-No, no, no y no- dice el Caballero de la Noche mientras niega con su cabeza y ríe por los comentarios de la hermosa mujer –Ahora me está confirmando que mi cabeza vale poco… Usted sí que sabe cómo hacer amigos, no es así?- con cinismo, claridad y un carisma poco descriptible. Así es como el de antifaz no puede evitar sentir un calor dentro de su cuerpo y su piel erizada al escuchar la manera en la que habla acerca del descontento del pueblo contra la monarquía, algo que él mismo en su momento sintió.
-Le comprendo, mi hermosa Marianne- dice cambiando radicalmente su rostro y el tono de su voz. Su garganta adopta una tonalidad bastante seria y profunda, como si quisiera dejar bien implementada su idea conforme sigue hablando.
–La Corona a mí también me ha hecho y deshecho a su gusto, he sufrido injusticias, las he visto con mis propios ojos, veo gente morir de hambre y a tiranos con sobre peso que gozan de comodidades por pertenecer a una estirpe social o alguna clase de herencia sanguínea en la monarquía- sus manos se empuñan y frunce su ceño, sintiendo esa adrenalina correr por su cuerpo.
Caminando lentamente a donde está la mujer, Rosa Negra continua con su discurso –Amigos, hermanos, seres a los que apreciaba con mi alma han muerto en mis manos o han sido arrebatados de mí… Se lo que siente, esa maldita cólera al saber que esos gusanos no hacen otra cosa salvo abusar…- queda frente a ella, le toma de la mejilla y clava sus ojos cafés sobre los ajenos, detiene sus palabras unos segundos y casi como susurro finiquita –Pero son aguas peligrosas y debe saber dónde se mete-
Se queda contemplando la belleza de la mujer. Sus pupilas viajan por todo el rostro de la hermosa fémina y por ello muerde su labio inferior inconscientemente. Su respiración se agita, su corazón late fuerte y poco a poco logra ir calmando sus impulsos pues de otra manera terminaría por arrebatar un beso de esos labios tentadores.
No era el momento.
No aún.
-Supongamos que quiero ayudarle… Necesito saber bien sus planes, sus motivos y sobre todo… Quien es el que está formando esta rebelión? Soy un excelente aliado, primor… Pero con el pueblo de España y mi gente de Europa no se puede jugar… No sin hacerme enfadar-
Entonces termina por quedar ahí, viéndola directamente a sus orbes y esperando… Anhelando… Que ella de la respuesta correcta.
-Le comprendo, mi hermosa Marianne- dice cambiando radicalmente su rostro y el tono de su voz. Su garganta adopta una tonalidad bastante seria y profunda, como si quisiera dejar bien implementada su idea conforme sigue hablando.
–La Corona a mí también me ha hecho y deshecho a su gusto, he sufrido injusticias, las he visto con mis propios ojos, veo gente morir de hambre y a tiranos con sobre peso que gozan de comodidades por pertenecer a una estirpe social o alguna clase de herencia sanguínea en la monarquía- sus manos se empuñan y frunce su ceño, sintiendo esa adrenalina correr por su cuerpo.
Caminando lentamente a donde está la mujer, Rosa Negra continua con su discurso –Amigos, hermanos, seres a los que apreciaba con mi alma han muerto en mis manos o han sido arrebatados de mí… Se lo que siente, esa maldita cólera al saber que esos gusanos no hacen otra cosa salvo abusar…- queda frente a ella, le toma de la mejilla y clava sus ojos cafés sobre los ajenos, detiene sus palabras unos segundos y casi como susurro finiquita –Pero son aguas peligrosas y debe saber dónde se mete-
Se queda contemplando la belleza de la mujer. Sus pupilas viajan por todo el rostro de la hermosa fémina y por ello muerde su labio inferior inconscientemente. Su respiración se agita, su corazón late fuerte y poco a poco logra ir calmando sus impulsos pues de otra manera terminaría por arrebatar un beso de esos labios tentadores.
No era el momento.
No aún.
-Supongamos que quiero ayudarle… Necesito saber bien sus planes, sus motivos y sobre todo… Quien es el que está formando esta rebelión? Soy un excelente aliado, primor… Pero con el pueblo de España y mi gente de Europa no se puede jugar… No sin hacerme enfadar-
Entonces termina por quedar ahí, viéndola directamente a sus orbes y esperando… Anhelando… Que ella de la respuesta correcta.
Aldebaran Ballester- Realeza Española
- Mensajes : 660
Fecha de inscripción : 06/06/2012
Edad : 32
Localización : Abrazado a las sombras
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Entre mascaras y disfraces - (Aldebaran Ballester) Flashback
Lo escucha en silencio, atenta a cada palabra. Enarca una ceja cuando el enmascarado habla sobre no hacerlo enojar. La de cabellos castaños, lo fulmina con la mirada, mientras se aleja de él, con sus manos rodeando, en un abrazo, su propia cintura. Sin que se lo propusiera, ese acercarse y alejarse, parecía una de aquellas danzas típicas de su tierra, en la que dos amantes se hacen requiebros, entre giros y acercamientos. Mas no estaba en sus planes seducir de ninguna forma al enmascarado, solo hacer el contacto para que los miembros de la logia Independencia, terminaran de convencerlo.
Le miró desde una corta distancia, aún con su ceño fruncido, para terminar suspirando, algo frustrada, dejando caer sus brazos a los costados de su cuerpo. Inclinó levemente su cabeza, observando el porte de aquel que tantos intentaban dar caza, tanto o mas que a los integrantes de la organización a la que pertenecía. Sonrió un momento antes de hablar, - creo que éste no es el mejor de los lugares para hablar de algo tan importante y que poner en juego la vida de mis compañeros y los suyos - volvió a ponerse al costado del enmascarado, girando su rostro hacia la derecha, callando cuando un hombre pasa por la entrada del callejón. El extraño entra al pequeño pasillo y la americana se abraza al enmascarado, besándolo y ocultando así el antifaz de Rosa negra. Sus labios apenas rosan los ajenos, solo lo necesario como para dar la impresión de ser amantes escondidos de la sociedad. cuando vuelven a estar solos, sin testigo, Marienne se aleja del enmascarado y se asegura de que ya nadie puede oírlos.
En sus mejillas no existe ni un solo rubor, ella sabe distinguir cuando una situación es necesaria para salvar el pellejo de un cómplice, un aliado, - lo único que puedo decirle, es que con su ayuda o sin ella, los días del colonialismo español, están contados - su voz es segura, aunque apenas audible para los dos, - si quiere mas explicación, concertemos una reunión en un lugar mas tranquilo, seguro... - volvió a inclinar su rostro, con una mirada felina, seductora y algo socarrona - ¿está de acuerdo? - le pregunta mientras de entre sus faldas le muestra el arma que le ha quitado en el instante de besarle, - le prometo que nada malo le pasará -.
Le miró desde una corta distancia, aún con su ceño fruncido, para terminar suspirando, algo frustrada, dejando caer sus brazos a los costados de su cuerpo. Inclinó levemente su cabeza, observando el porte de aquel que tantos intentaban dar caza, tanto o mas que a los integrantes de la organización a la que pertenecía. Sonrió un momento antes de hablar, - creo que éste no es el mejor de los lugares para hablar de algo tan importante y que poner en juego la vida de mis compañeros y los suyos - volvió a ponerse al costado del enmascarado, girando su rostro hacia la derecha, callando cuando un hombre pasa por la entrada del callejón. El extraño entra al pequeño pasillo y la americana se abraza al enmascarado, besándolo y ocultando así el antifaz de Rosa negra. Sus labios apenas rosan los ajenos, solo lo necesario como para dar la impresión de ser amantes escondidos de la sociedad. cuando vuelven a estar solos, sin testigo, Marienne se aleja del enmascarado y se asegura de que ya nadie puede oírlos.
En sus mejillas no existe ni un solo rubor, ella sabe distinguir cuando una situación es necesaria para salvar el pellejo de un cómplice, un aliado, - lo único que puedo decirle, es que con su ayuda o sin ella, los días del colonialismo español, están contados - su voz es segura, aunque apenas audible para los dos, - si quiere mas explicación, concertemos una reunión en un lugar mas tranquilo, seguro... - volvió a inclinar su rostro, con una mirada felina, seductora y algo socarrona - ¿está de acuerdo? - le pregunta mientras de entre sus faldas le muestra el arma que le ha quitado en el instante de besarle, - le prometo que nada malo le pasará -.
Selene Iriberry- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 61
Fecha de inscripción : 31/07/2015
Localización : Paris
Temas similares
» ♪ A Pirate's Life for Me {Aldebaran Ballester}
» Paris,Je T'aime (Aldebaran Ballester)
» Sugestiones y sombras {Aldebaran Ballester}
» Aquello que quite el hastío - (Aldebaran Ballester)
» La Loba y La Rosa [Aldebaran Ballester]
» Paris,Je T'aime (Aldebaran Ballester)
» Sugestiones y sombras {Aldebaran Ballester}
» Aquello que quite el hastío - (Aldebaran Ballester)
» La Loba y La Rosa [Aldebaran Ballester]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour