Infierno celestial // Libre

por **Nickolae Von Hammer** Mar Oct 27, 2015 12:54 am

Llevaba aún poco tiempo en la ciudad, había venido con el propósito de encontrar a la persona que decidió darme la vida eterna y que me salvó de las garras de un licántropo, pero de momento no había encontrado nada, me había encontrado con vampiros muy agradables que no dudaron en ayudarme, pero también me había encontrado con otros... digamos... como yo con los que tuvimos alguna pelea para sacar algo de información, me dijeron que habían visto a alguien con la descripción que yo les dí pero que hacía ya unos días.

Mientras en mi mente seguía pensando en todos los acontecimientos relacionados con mi creador, mis pies andaban sin dirección alguna por las calles de la ciudad parisina, cuando llevaba unos minutos andando, el ruido de un cúmulo de gente me izo levantar la cabeza y al ver donde había llegado me quedé atónito, recordaba cuando luché en el ejército de Gengis Khan que se hablaba de un gran templo creado en occidente, puede que sea esto? o podía ser que hubiera más, me quedé mirándola de frente, impresionaba ver tal magnitud, me acerqué mirando sus formas, su estructura, la arquitectura occidental era muy distinta de la arquitectura de Mongolia, lo que caracterizaba esas estructuras eran sus bóvedas y cúpulas, pero en mi camino a París cuando iba acercándome a occidente la construcción cambiaba, era algo que en aquel tiempo pocos habían podido apreciar, era muy difícil hacer todo el recorrido que había echo para llegar a París, siempre que no fueras un vampiro con todo el tiempo del mundo claro.

Seguía mirando la catedral cuando noté una presencia tras de mi, puede que alguien me estuviera mirando, o que simplemente mirara la hermosa catedral frente a la que me encontraba, decidí darme la vuelta y mirar a la persona que había frente a mí.

por **Clara Oswald** Dom Nov 01, 2015 9:57 am

Se había perdido para llegar a la Isla del Asentamiento, pero un muchacho se había ofrecido a acompañarla por un par de francos. Ahí en medio, rodeada por el río Sena, se encontraba Notre Dame de París. Era una verdadera pena lo que la revolución le había hecho, pero era y seguía siendo una obra de arte magnífica, la mejor que Clara había contemplado jamás. Unos días antes le había mandado una carta a sus padres explicándoles cómo le iba la vida en París, sobre su trabajo y sobre su intención de visitar la catedral. Había recibido dos cartas en respuesta; la de su padre, pastor protestante, que le había escrito una epístola plagada de desvarío sobre cómo intentarían convertir a Clara al catolicismo allí, en Notre Dame, y otra carta de su madre. Una carta muy dulce, animándola a que la visitara sin dudarlo.

Francia era un país religiosamente libre. ~~más o menos~~, pero su padre insistía e insistía en que esa ciudad sólo la llevaría a los pecados y le ~~exigía~~ pedía que volviera a Blackpool antes de que fuera demasiado tarde.

La institutriz estaba quieta como una estatua, casi conteniendo el aliento ante aquella colosal y majestuosa obra de arte como lo era la catedral. Su madre se la había descrito en varias ocasiones, pero jamás la había visto hasta aquél momento.
Tenía la tarde libre y se decidió por visitarla.
A decir verdad se moría de ganas, y ahora que estaba ahí, frente a ella con toda majestuosidad, no podía dejar de observarla. Estaba con la boca entreabierta, los brazos rígidos y pegados al cuerpo. Nuestra Señora era mucho más enorme de lo que Clara se había imaginado.

Movía los ojos a toda prisa, no quería perderse un sólo detalle, pero dado a que era tan grande no alcanzaba a verlo bien. Dio unos pasos al frente decidida. El cuello empezaba a dolerle, pero no apartó la vista. Su curiosidad hablaba dentro de su cabeza con una vocecilla melosa "Deberías entrar. Entra". Pero ¿podía? Siendo extranjera y llevando tan poco tiempo allí no sabía dónde preguntar.

Se mordía el labio pensativa, quería entrar, necesitaba entrar, pasar aquellas inmensas puertas y contemplar el interior de la catedral.

por **Till Landman** Dom Nov 01, 2015 3:17 pm

Se tambaleaba de un lado a otro de la calle como una peonza mientras la gente que paseaba se cambiada de acera nada más verle venir. Iba sonriendo como un imbécil mientras mandaba besos y sacaba la lengua con un gesto obsceno a las señoras que le miraban mal. Demasiadas noches sin cacerías y la cerveza del bar de la catedral eran el resultado de aquella memorable borrachera.

- ¡Señora Violín! – dijo saludando a una vieja. Hacía unos meses había partido el cráneo a un licántropo con una hacha para ella. Parte de la fortuna que cobró por aquel trabajo estaba invertida en los litros de cerveza que ahora se estaba bebiendo. La señora como si no lo conociera, obviamente le giró la cara ignorándole. Probablemente al día siguiente Violín le recordaría el bochorno que paso al verle y Till no acordándose de lo que ocurrió se moriría de vergüenza y planearía en un primer momento matarla para que no esparciera lo ocurrido entre hervidero de las clases altas. Idea que a las pocas horas tumbaría por ser una buena clienta.

Entre otras cosas la cerveza también da ganas de mear y Till se estaba meando. Recorrió calle a bajo con dificultades hasta toparse con la catedral que se alzaba majestuosa ante él. Till buscó una farola y mientras observaba la Notre Dam se echo a mear teniendo un momento orgásmico provocado por las vistas y la sensación de alivio.

Mientras se ataba los pantalones vió a una joven mirando embobada la catedral. Esbozó una especie de sonrisa torcida, bastante inquietante y se la quedó mirando un rato al encontrarla hermosa. Bajo los efectos del alcohol decidió hacer algo que normalmente no haría, acercarse a ella para decirle algo probablemente inapropiado. Pero por fortuna para ella y desventura para otro se detuvo al parecerle ver un hombre demasiado pálido observando la catedral. Se quedó quieto unos segundos observándole pensativo hasta que lo mas sensato que se le ocurrió hacer fue apuntarle con una arma y gritar. “¡Eh, tu!”.

por Contenido patrocinado

Infierno celestial // Libre

Infierno celestial // Libre

Re: Infierno celestial // Libre

Re: Infierno celestial // Libre

Re: Infierno celestial // Libre