Lecciones en tonos altos || Privado || Soren

por **Alessa Di Stefano** Mar Nov 03, 2015 9:03 pm

Ssiempre hay que hacer lo que se desee, de caso contrarío estarás amargado e infeliz de por vida, por eso se dice por todo lugar que no hay mejor momento para comenzar una buena charla que no sea con algo de comida en un ambiente exótico y lleno de personas que lleven el mismo estilo de vida. Dinero y posición, aspectos que viven conmigo, dos aspectos a los que puedo darme el lujo de presumir en esta vida, y por ello puedo hacer lo que quiera y desee en el lugar que me inspire para hacerlo, por eso justo en esta noche será un buen momento para poner a prueba esas ideologías.

Había quedado de acuerdo con mi pequeño corderito en un cita, una cita donde ser daría su primera clase; aún recuerdo sus nervios en conjunto con su timidez como me hace temblar ese joven sin darse cuenta, suspiro solo de recordar y por ello que estaba vez he pasado toda una semana en mi propiedad, en aquella mansión lujosa y que pocos conocen que poseo, si vivo en burdeles es verdad, pero son solo por entretenimiento para poder obtener lo que quiero, dinero y placer, algo que es a lo que me dedicaré en este momento. Me consentí demasiado en atender mi piel y cabello, así como la ropa que envié a hacer, tan sexy y elegante pero sobre todo tan característico de mí.

Al Salir de acaso apenas dejo que se me reconozca como la prostituta de un burdel o varios, en su caso, el cabello todo recogido en un ajuste alto, color apenas en el rostro, joyería fina y delicada que ayudaría a que luzca mejor aquel vestido, al estar en el carruaje de camino al lugar de nuestra cita sonrió porque será la primera vez que alguien me fuera del negocio de los burdeles, y que mejor que en aquel restaurante.

Había reservado una mesa con aire privado, aunque con cristales que ayudaría a que se viera claramente lo que ocurría, aunque claro para ello deben quedarse viendo por algo interesante y lo sería, ingresar al lugar hace que las miradas de los caballeros vaya directo a mi, como era de esperarse, pero los ignoro porque el único que quiero ahora y en ese momento es aquel jovencito que estoy esperando. Al tomar asiento pido agua y vino del mejor de la casa, un poco de carne no tan cocinada. Una cena digna pero la verdad era para jugar, era parte de mi encanto, ahora a esperar por la comida y no hablo la que ordene si no la por aquella que me hizo suspirar al punto de arreglarme con dobles intenciones.

Y eso que es solo para la primera lección, una que no olvidará por mucho tiempo.

por **Soren Kaarkarogf** Jue Nov 05, 2015 1:12 am

Las cosas se habían desarrollado demasiado rápido para su gusto, había ido al burdel por un consejo y había resultado con una cita. ¿Una cita con una cortesana? No Soren, eso no es una cita. Sabes que esa mujer se acuesta con cientos de hombres sólo por el dinero, no puedes llamar a eso una cita. Se recordó así mismo mientras caminaba hacía el restaurante que ella le había indicado. Iba vestido con el traje nuevo que había comprado en la sastrería y que ella le había aconsejado escoger, no era un traje especialmente costoso o elegante, pero lucía nuevo y a la moda. Su antiguo traje tenía más de 5 años, llevaba mucho tiempo sin cambiar de ropa ni de estilo, el dinero no era algo que tuviera en abundancia.

¿Porqué había aceptado entonces acudir a eso que ella llamaba 'primera lección'? Por qué sentía curiosidad y sólo Dios sabía que Soren era más curioso que un gato pequeño. Cualquier conocimiento era oro líquido para él, inclusive si se trataba de temas sociales como ese. El vampiro se preguntaba que clase de lección le daría ella ¿Le enseñaría de protocolo o de como comportarse en la sociedad? Aquella idea le sacó una risa corta. Una cortesana no debía tener idea de esas cosas.

Cuando llegó al sitio se dio cuenta de que se trataba de un restaurante muy elegante, se quedó unos momentos en la puerta sin saber si debía entrar, estaba completamente fuera de su alcance monetario y no sentía que estuviera vestido a la altura, los hombres eran quienes pagaban todo en una la cita ¿No?, entonces recordó que no era una cita de verdad y decidió entrar con paso decidido. Un camarero vestido de negro se acercó a tomarle el abrigo y lo colocó en un perchero junto con el sombrero.

-¿Tiene reservación Monsieur? - Le preguntó el camarero.
-Me espera la señorita Di Stefano – Respondió y el hombre se dispuso a buscar en un librito de notas que traía en el cinto, con una leve venia le indicó el camino. Soren notó que se trataba de una mesa alejada de las demás separada con una pared de vidrio, no pudo evitar notar las miradas de algunos caballeros hacía Alessandra. Su vestido era demasiado revelador para una época tan conservadora, inclusive ante sus ojos, le pareció bastante vulgar.

Soren se apresuró a acercarse a la mesa, intentando ignorar las miradas de los demás hombres que ahora se habían puesto sobre él al notar que se iba a sentar con ella. ¿Sabían todos esos hombres que ella era una prostituta?.

- Buenas noches ¿He llegado tarde? Espero no lleves mucho tiempo esperando – Exclamó haciendo una venia cortés para sentarse frente a ella – Valla... es mi primera vez en este sitio... es... demasiado elegante – Comentó observando a su alrededor con nerviosismo, no sentía que perteneciera a ese lugar, todo parecía completamente ajeno a él.

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