La vida de "Blublú"

por **Blue Blues** Miér Dic 30, 2015 4:49 pm

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Blue Blues, "Blublú"

▲EDAD▲

40 (20 aparentes)

▲ESPECIE▲

Cambiante cánido

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

Ninguna

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Esclavo

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Homosexual (aunque aún no lo sabe)

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Francia, de madre francesa y padre irlandés

▲HABILIDADES/PODERES▲

A parte de los poderes y habilidades innatas que tiene su raza de por sí, presenta los siguientes poderes:

→ Visión compartida y visión remota: Habilidad de poder ver a través de los ojos de los demás o en otros casos, hacer que los demás puedan ver lo que estamos viendo en ese momento. Esta habilidad funciona únicamente cuando se toca a la persona.

→ Fortaleza: Capacidad de resistencia extrema al dolor físico.

→ Rastreo: Poder de rastrear la localización de un objeto o criatura. El personaje puede descubrir la situación de cualquier persona a la que conozca, donde quiera que esté el blanco en un radio de veinte kilómetros.

Con su habilidad innata de transformación es capaz de convertirse en los siguientes cánidos:

La valiente:

Lobo blanco:

La fiel:

Border Collie:

La salvaje:

Hiena:

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Obediente y servil como el que más. Lo han enseñado a acatar órdenes y es lo único que sabe hacer. Es un pobre diablo que no ha visto a ningún otro ser humano a parte de sus amos en treinta años, ya que nunca se lo han permitido. Si alguna vez venía una visita, su amo lo encerraba en su habitación. Pero ahora que ha enfermado sus primos son algo más permisivos y le dejan tener un poco más de libertad por la casa con todas las prohibiciones que tiene como “mascota”. Esto lo ha vuelto un ser muy curioso, que se emociona con cualquier cosa que vea diferente en su vida. Las cosas más nimias para él son algo insólito y todo le fascina.

Como buen cánido que es, es muy territorial y celoso. Aunque también es muy fiel y daría su vida por las personas que verdaderamente le importan.

Aunque tiene ciertos conocimientos (sabe leer, escribir y conoce alguna que otra cosa sobre la alquimia), no sabe demasiado acerca de cómo relacionarse con otras personas por razones obvias. Si algún día saliese de su casa, se comportaría de forma extraña y extravagante. Hay que tener en cuenta que todo su mundo a día de hoy han sido cuatro paredes, un techo y un terreno baldío y enorme donde correr.

No es para nada una persona madura, aunque tenga cuarenta años (20 en apariencia) tiene la mentalidad de un niño humano de diez. Así que no esperes de él grandes reflexiones sobre la vida ni nada por el estilo. Si se aburre mucho, lo máximo que hará será empezar a perseguirse la cola (?).

Podríamos decir de él que, pese a la vida que lleva, es un ser bastante jovial. Siempre está sonriendo . Su mente se ha trastocado de tal forma que pese al calvario que está viviendo se ha creado una barrera psicológica para protegerlo. En el fondo de su corazón, vive atormentado con su tristeza y su soledad. Las pesadillas sobre la muerte de sus padres aún lo persiguen pero ha aprendido a ignorarlas. En general, ignora todo lo malo que le ocurre en su vida. No es alguien que se enfrente a sus problemas, sino que los evita. Más que denominarlo cobarde, podríamos atribuirle cierta indiferencia ante la vida. Esto lo hace ser un poco amoral, excesivamente optimista. El sufrimiento ha sido una etapa de su vida. Ahora tiene el cerebro lavado y sólo ve arco-iris de colores donde haya sangre y destrucción. Esto en ocasiones lo puede tornar una persona bastante fría y sádica. Como no hay cosas que le causen dolor, las cosas más horrendas no le asustan, incluso le pueden llegar a parecer divertidas.

Por último, cabe informar, que está en plena edad sexual. Ha empezado a descubrir su cuerpo y a experimentar con él. Incluso se ha puesto a espiar a sus amos para descubrir más cosas. Con respecto a ese aspecto, su curiosidad en los actuales instantes de su vida, está desbordante. Si se llegase a interesar por alguien sería alguien bastante pesado y pegajoso con conceptos extraños y desorbitados del amor que él mismo se ha inventado.

Es una persona pendiente de una re-educación, necesita descubrir el mundo que lo rodea y a sí mismo. Tal vez así podría volver a percibir con cordura el sufrimiento y asimilar el dolor con el que durante tantos años ha cargado. Así que ha llegado la hora de que alguien le muestre el mundo tal y como es, con sus cosas buenas y sus cosas malas, para hallar a un Blue más auténtico y sentimental en vez de ese mísero perro faldero en el que lo han convertido.

HISTORIA

Arderás en el fuego que todo lo purifica. Será el dolor quién te arrope en las noches frías y vivirás sabiendo que fue tu pecado y sólo tu pecado quién te arrebató la vida que tanto querías.

Fue aquella noche funesta cuando sus ojos azules presenciaron el emerger del infierno, paralizados y concentrados en las llamas que se alzaban como una invocación divina por encima de su cabeza morena. El suelo temblaba y los gritos agónicos de las voces a las que amaba se erguían como súplicas fantasmales provenientes del mismísimo Páramo. Él estaba de pie, alzando la mirada desde el fondo de las escaleras hacia un techo cubierto en llamas que se quebraba irremediablemente. Las lágrimas cubrían sus mejillas y el hollín se pegaba a su piel blanca como una capa de oscuras tinieblas.

El tiempo había transcurrido demasiado rápido. Recordaba, aún sobre su mejilla, el tacto suave de la mano de su madre y los labios de su padre posados en su pequeña frente. Pero todos aquellos recuerdos eran perturbados por los gritos y por el fuego una y otra vez; tras cada inspiración de aquel aire tóxico, tras cada gota de leche derramada sobre la madera vieja y quebradiza, tras cada traqueteo de las agujas del gran reloj que coronaba la sala...

Todo se había roto: la casa se había roto, sus sueños se habían roto, las nanas nocturnas, la voz melódica de una madre cariñosa... todo se había roto en miles de pedacitos de cristal sobre aquella madera centenaria y sabia que tanta historia había vivido; una historia convertida en cenizas de las cuales ya nadie hablaría.

…

No, ya nadie hablaría de los Blues. Aunque aún la gente recuerda la llegada de aquella exótica familia a las puertas de París. El hombre se llamaba Josh y su mujer, Diana. Él día que se mudaron a su nueva casa ambos vestían con ostentosos ropajes, luciendo como dos hermosos cines recién llegados al lago. Él era alto, delgado, con la barbilla afilada y la nariz pequeña. Tenía unos grandes ojos azules que lo hacían portador de una mirada curiosa y entusiasta. Además, tenía un pelo cobrizo y oxidado, típico de la zona de Irlanda de la cual provenía. En cambio ella tenía una melena negra, rizada y alborotada, la tez morena y los ojos tan oscuros como sus salvajes bucles. Vestía de forma elegante pero la gente que la veía pensaba que era una puta a la que no le había ido mal en la vida y había conseguido, de alguna u otra forma, casarse con aquel rico inglés. Y ciertamente, los hombres que la miraban, intentaban atravesar aquellos anchos ropajes con sus ojos lujuriosos. Diana poseía una belleza singular pero no elegante ni refinada, era más bien una belleza indómita y un tanto vulgar. Pero pese a ello, se la veía como una mujer orgullosa y perspicaz digna de cada vestido, cada collar y cada delicada pieza de oro que llevaba.

No tardaron en integrarse, al menos él. Tenía una forma de hablar y una labia nunca vistas. Hablaba un perfecto francés y su sonrisa encandilaba a todo aquel que lo miraba. Al cabo de unos días todo el mundo sabía que era hijo de uno de los mayores fabricantes de locomotoras de toda Irlanda. Venía lleno de grandes e inspiradoras ideas buscando con ansia a alguien que las llevase a cabo. Al fin y al cabo, toda su fortuna venía directamente de su padre y éste no confiaba demasiado en las disparatadas ideas de su hijo. Además, le encantaba contar la historia de cómo consiguió casarse con su mujer:

“Era la hija de un duque”—decía—, “prima segunda de una princesa española”—narraba con ímpetu—. “Y ya sabéis cómo son los españoles. Un poco complicados y un tanto salvajes”—llegado a ese punto, sonreía de oreja a oreja y miraba a todo el mundo haciendo un silencio premeditado—. ¿Pero qué chica puede resistirse a un hombre como yo? La realidad es que llegué a España sin demasiados recursos. En aquel viaje me atracaron unos malditos bandidos y me presenté en la casa del duque Carlos III de Granada sin nada aparte de mi carisma. No tenía planeada aquella visita pero mi bella Diana al verme desnudo y desolado en medio de sus tierras me llevó frente a su padre para contarle mi historia. Le caí tan bien al duque que me ofreció en matrimonio la mano de su hija. Al principio se resistió un poco, pero ahora me siento afortunado de estar al lado de una de las mujeres más hermosas de toda España”.

A la gente le encantaba escuchar aquella historia. Al fin y al cabo era imposible frenar la curiosidad mórbida de los nuevos vecinos de la pareja. La contaba una y otra vez, día tras día cada vez que tenía ocasión. A veces añadía nuevos datos tales como su heroico comportamiento con los bandidos, o la forma en la que al final recuperó sus pertenencias. Parecía un trovador de la edad media contando una y otra vez el mismo cuento. A Diana aquello le molestaba bastante, y más teniendo en cuenta que todo era mentira.

“Dejad ya de inventaros un pasado para mi, Josh”—le dijo una vez—. “Ya sabéis que no he sido más que una esclava con suerte. No soy ninguna princesa”

“Pero técnicamente no os estoy mintiendo. Sois la hija del duque y también es cierto que me dio vuestra mano”—le había contestado, sonriente, como siempre.

“En propiedad, Josh; no en matrimonio...”

A Josh no le gustaba ver a su mujer triste. Se le partía el corazón al pensar que ella sólo tenía en la cabeza su pasado. Odiaba cuando se denominaba a sí misma “bastarda”. Le había costado mucho conseguir que se creyese de verdad que ahora su mundo había cambiado. Estaba casada, no solo con el heredero de una importante empresa, sino con el hombre al que amaba. Lo había dado todo por él; cambió toda su vida, hasta su nombre, para poder estar a su lado. Tenía la suerte de tener unos rasgos más europeos que el resto de mulatas. Al fin y al cabo era la hija de un blanco y otra mulata por lo que su piel, pese a ser morena, podía confundirse perfectamente con los rasgos característicos de los habitantes de la España del sur. Y sobretodo, gracias a Dios, todo el mundo se creyó aquella falacia de vida que iba contando su marido. Pero para su desgracia, no todo el mundo se creía todas las historias que contaba Josh.

…

Empezó siendo una cabra; luego, todo un rebaño. A las afueras de París los campesinos estaban consternados por las apariciones de un supuesto lobo atacando a su ganado. En París no había lobos por lo cual aquel suceso era bastante insólito. La policía empezó a investigar, sin encontrar ninguna prueba aparente. Los Blues llevaban unos quince años habitando la casa que con tanta ilusión habían comprado pero eso no los libró de las inquisidoras preguntas policiales, pese a su alto estatus social. Los extranjeros siguen siendo extranjeros y no te puedes fiar de ellos.

Pasaban los días y cada vez aquellas matanzas se hacían más y más frecuentes. Hasta que un día, la temida verdad salió a la luz. Alguien vio a un niño pequeño y ensangrentado salir de una de las granjas. Parecía algo somnoliento y en su lento caminar, frotaba sus pequeñas manos contra sus ojos cansados. Lo siguieron hasta llegar a una gran casa, algo antigua pero ostentosa. Era grande y oscura, con techos altos terminados en punta y un recubrimiento de madera grisácea. Su perseguidor la reconoció. Era la casa del señor y la señora Blues.

…

Desde que habían llegado a París nadie se había percatado de que Diana estaba embarazada. Sus grandes y suntuosos vestidos lo disimulaban realmente bien, por no hablar de que su tripa tampoco había crecido en gran medida. Frente al público, aquel no era un tema al que le diese demasiada importancia pero dentro de su casa era un tema un tanto... peliagudo.

—Josh, cariño, ¿qué haremos si nace como yo? No... no sabría como controlarlo. ¿Y si nos descubren? ¡Podríamos morir, Josh!

—Para eso hemos venido aquí, cariño. Es un seguro de vida. Si nos pasa algo sabremos que él estará seguro.

—Eso espero, Josh...

Los días transcurrían, lentos y pesados, mientras aquel pequeño ser se forjaba en las entrañas de la morena. El día del parto dos fuertes sentimientos salieron a la luz con una fuerza que aterrorizaba: amor por un hijo deseado y un pánico atroz que envolvía cada día y cada noche de la pareja. Los primeros años transcurrieron tranquilos, algo que dotó a la pareja de una seguridad que nunca debería haber llegado ya que una tranquila noche, el temido momento llegó. Una incontrolable bestia había salido del interior del pequeño, el cual aún era incapaz de controlar aquel poder que recientemente había despertado en su interior. No tardaron demasiado en descubrirlo cuando aprendió a ingeniárselas para salir de casa. Aunque para él aquello era un divertido y extraño juego, para su padre suponía el fin de la vida que se habían forjado en París.

…

Nunca supieron quién fue el culpable del incendio que acabó con la vida de los Blues, nadie llegó a saber del paradero de aquel niño que tanto mal había causado, pensaban que había muerto en el incendio aunque no se llegasen a encontrar sus cenizas. La gente especulaba, todos pensaban que había sido la inquisición y nadie le daba demasiada importancia al asunto. Aquellos temas acababan convirtiéndose en leyendas que pasaban de generación en generación como cuentos fantásticos con una pizca de verdad y grandes dosis de mentiras. Pero de lo que sí hablaba la gente era de la repentina fortuna que había ganado un arruinado aristócrata local, hijo de un duque que lo perdió todo en arriesgadas inversiones. Nadie lo conocía demasiado hasta que un día levantó una mansión de la nada justo sobre los escombros de la vieja y chamuscada casa de los Blues. Era un hombre joven, decían las malas lenguas que había estado casado con una fulana con la cual había tenido mellizos. Pero la única verdad era que se trataba de un pobre viudo con dos hijos a su cargo que, gracias a su nueva fortuna, había empezado a ganarse la vida honradamente. Pero había algo extraño en él, un aura misteriosa que nadie terminaba de definir.

…

El día del incendio un ángel se le apareció. Atravesaba las llamas como una mágica visión espectral. Tenía los ojos grises y un pelo rubio brillante en el cual se reflejaba el fuego dotándolo de un color más cobrizo y apagado. Se acercó al pequeño y lo agarró de la mano, acompañándolo hasta la salida de la casa. La gente a su alrededor gritaba pidiendo ayuda pero el ángel parecía tranquilo. Le hizo un gesto de silencio y comenzó a esquivar a todas las personas con las que se topaba en su tranquilo caminar. Cuando estuvieron lo suficientemente lejos abrazó con fuerza al pequeño y le susurró al oído: “bienvenido a casa, Blue”. Entonces y sólo entonces volvieron a ser visibles ante el mundo, el hechizo se había roto.

…

Es imposible saber el mal que rodea a las personas. Hay algunas que te sonríen, te cuidan y te hacen creer que aquella es la mejor vida para ti y cuando la locura se cierne sobre tu cabeza se limitan a hacerte ver que aquello es lo correcto. Para Blue aquella vida se había convertido en unas cadenas y una gran habitación, con el suficiente espacio para moverse pero demasiado pequeña para vivir. Estaba decorada al más puro estilo rococó, con grandes y recargados estampados florales, largas cortinas y muebles barrocos. Cada día el ángel venía, le acariciaba la cabeza y le daba de comer.

—Aún no puedo dejarte salir, ¿entiendes, pequeño? Sé que sigues teniendo esas pesadillas pero tu poder es demasiado intenso para dejar que salga al exterior de una forma descontrolada. Pero entiéndeme, no podía dejarte más tiempo con tus padres. Fue una suerte que sólo yo te descubriese matando a aquellas ovejas. Pero quiero que sepas que cuidaré de ti, todo lo mío algún día será tuyo. Ahora eres mío, pequeño, soy tu nueva familia.

Los llantos y los gritos eran algo habitual. Intentaba escapar una y otra vez de aquel infierno, quería volver con sus padres pero al final desistió, como un elefante de circo que en su más tierna infancia, nunca logró de deshacerse de aquella estaca que lo ataba y lo reprimía. Así que un día, sumiso como el que más, fue liberado de aquella prisión, pero no obtuvo su ansiada libertad. Se había convertido en lo que tanto ansiaba aquel ángel tornado demonio: un perro fiel y obediente.

Los hijos de aquel hombre lo trataban como tal: le daban un cariño frío y distante, lo mantenían alejado a una distancia prudencial pero también lo envidiaban. Era una joya que había sido encerrada en un lugar donde nadie más lo podía ver.

Pero a la sombra de sus hijos, el hombre amaestró y enseñó a Blue a manejar su poder. Él tenía un fin distinto que mantenerlo ahí como un mero animal de compañía. Lo enseñó a cazar, le mostró el mundo oculto de la hechicería y de las artes oscuras. Quería hacerle ver todo su potencial, pero también deseaba investigarlo para averiguar por qué él no poseía aquel poder que tanto ansiaba.

—Tu abuelo, Blue, era mi padre y también el padre de tu madre. Él poseía el poder que tienes ahora. Tu madre habló conmigo al mudarse aquí, quería que yo te protegiese llegado el momento. Y aquí estoy, Blue. Te estoy protegiendo. Estoy usando todos los recursos de tus padres para darte una vida mejor, ¿entiendes? Pero no puedo dejar que te vayas porque yo también te necesito... Te prometo que en cuanto cumplas tu misión te dejaré ir y te devolveré todo. Quiero que me protejas de ella, Blue, y de mis hijos cuando llegue el momento. Me está buscando y Dios sabe que me encontrará. No dejes que me mate, no quiero que nadie a parte de ti conozca mi secreto...

…

La vida está llena de secretos; secretos por los cuales aprenderías el lado más oscuro de la maldad, secretos por los que matarías a tu propia familia. A veces los guardas con tanto recelo que piensas que eres la única persona que los conoce y no te percatas de que incluso los seres de los cuales desconocías su propia existencia han estado ahí para observarte y robarte aquello que pensabas que nadie jamás descubriría. Y tal vez ahora sea el momento en el que nuestro protagonista empiece a conocer esa misteriosa vida repleta de ellos.

…

Apéndice: Actualmente Blue vive con sus primos y su tío, es la mascota de la familia. La mujer de la que se habla en la historia ya ha conseguido contactar con sus primos así que hay una cierta tensión familiar. Su tío ha enfermado por razones desconocidas y sus primos no parecen demasiado preocupados por ello. Sino todo lo contrario. Así que Blue se dedica a cuidar de su dueño.

Por otro lado, gracias al lector por aguantar una historia tan larga. Espero que no se te haya hecho pesada.

DATOS EXTRA

-Sus primos son ambos esclavos de sangre
-Le tiene miedo a los gatos
-Le gusta mirar la luna y aullar (?)
-Adora los libros con ilustraciones. No es muy fan de leer cosas aunque sepa.
-Tiene un peluche que le regaló su amo con el que duerme cada noche
-Se rasca las pelotas en público (?)
-No le importa estar desnudo

por Invitado Miér Dic 30, 2015 5:23 pm

FICHA APROBADA

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*No ha sido ningún suplicio leer la historia; al contrario (;

La vida de "Blublú"

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