Mañanas con tormentas || Anja Yakovlev

por **Emil Ivanov** Mar Ene 12, 2016 10:58 pm

La noche más oscura y sin iluminación alguna, dentro de la densa vida de los bosques una pira enciende a un cuerpo que no le queda más remedio que la purificación de la muerte por actos atroces en contra de la vida de los seres hijos de nuestro señor, y para cumplir con su mandato estaba aquel inquisidor que ya estaba haciéndose conocer por seguir los reglamentos de la iglesia de manera rígida, uno de los pocos que aceptaba todas las misiones sin reclamar ni nada, y ahora estaba en medio del bosque con los ruidos de alguien que amenazaba el cumplimiento de su labor y para aquel hombre solo debía ser uno de los esbirros de aquel que ahora el fuego consumía.

El viento rugiendo cual fulgor de armas en plena batalla, así de fuerte y peligroso estaba en la fría noche que entre aquellos árboles los miles de peligros acechan y si no se está preparado para enfrentarlos se morirá a manos de ellos, por suerte para Emil aquello no pasaría más que solo como una presunción porque estaba armado hasta los dientes con una pistola de doble cañon con balas de plata santificadas, una cuchilla bañada en agua bendita con filo de plata y a sus pies estaba una ballesta eso sin contar que en su zurda colgaba un rosario de cuentas rojas, denominado el rosario de la preciosa sangre.

Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén

Se santigua en la santa cruz para dar sepultura, pero no era cristiana y no era en tierra santa, un cementerio, era en el bosque, y lo hacían con el fin de que su cuerpo no fuera encontrado y no tomaran venganza y más que nada era para que nadie supiera de él, borraban todo rastro de aquel hombre que una vez fue hombre y solo quede con el saber de qué “lucho por su vida”

Al terminar su tarea deja todo como si no hubiera ocurrido una masacre para alejarse del lugar hasta que un ruido hace que tome su arma de fuego, pensando que se trataba de alguna bestia cambiante que era aliado de aquel que dieron fin los inquisidores –muéstrate por tu voluntad o haré que lo hagas por la fuerza- amenaza sin importarle si es hombre o mujer y más pensando que es uno de los esbirros del mal.

Y ahí estaba aquel hombre que rezaba besando el crucifijo de su rosario, apuntando el arma hacia los arbustos y grandes árboles que erigen altivos en medio del bosque, el silencio esa fue toda la respuesta que recibió a su pregunta, Emil sabía que eso correspondía a que lo estaban cazando, de ser así solo una cuestión se le vino a su mente religiosa “Deben ser los esbirros de este infame” jaló el gatillo dispuesto a dejar el tiro correr junto a la sangre, pero antes de tomar decisiones impulsivas opto por una cacería limpia al menos el daría una muerte decente, morir peleando que como un perro; soltó el gatillo del arma enfundándola en su cinto, tomó la cuchilla de igual manera y la única que lanzo algo en contra de lo que fuera, fue la ballesta, una flecha con una punta de plata recubierta con el veneno de algunas plantas de la zona, aquella flecha se incrustó en la corteza de uno de los robles de ahí, para con eso asustar un poco a quien fuera, Emil conocía aquella zona perfectamente sabía por dónde podría atacar más rápido, pero antes de siquiera poder algún paso planeado, el sonido de un cuerpo desplomándose y tocando el suelo de forma estrepitosa evita que suelte la flecha de su arma.

por **Anja Yakovlev** Vie Ene 15, 2016 1:14 am

Creen en la vida eterna? Al comienzo nadie lo creería hasta que te conviertes en un ser de la oscuridad, lo decía por experiencia propia, uno nace como una simple humana o humano, y como una humana nunca ves más allá de las cosas que te rodean; hasta que te topas con lo más extraño que te haya ocurrido en todo lo que has vivido de vida, eso es lo que le había pasado a Anja, había nacido como un ser humana y cuando menos se lo esperaba y no recordaba como fue, solo recordaba que fue muy extraño y que se tuvo que ir adaptando a todo, el sentirse tan sedienta y por más agua que bebía aún tenía sed, tuvo que aprender a sobrevivir, pero todo eso con el tiempo no importaba, porque ya se había acostumbrado a la vida que tenía, era una mujer muy hermosa, que no envejecía, era la condesa de Rusia, acaso podía pedir más? ahora hasta disfrutaba quitar vida a personas inocentes, aunque para ella nadie era tan inocente como presumían ser, todos tenían ese lado oscuro, unos lo sacan antes que otros...

Todos se preguntarán que es lo que hacía la rusa tan lejos de su hogar, pues la rubia cuando la sacaban de sus casillas no pensaba con sensatez, y hace unos años todo eso se fue al carajo, cuando tuvo una discusión con sus padres, todo se salio de control tanto que desangro a sus padres, claro que no pensó bien las cosas y lo llegaba a lamentar de cierto modo, porque todo esto causaría sospechas, así que tuvo que viajar a un lugar retirados de todo eso, por lo menos hasta que todo volviera un poco a la normalidad, mientras tanto tenía que adaptarse a este país.

De hecho no le estaba yendo nada mal, fundo su propio castillo y vivía como ella quería sin tenerle que rendirle cuentas a nadie, si deseaba gente para su castillo simplemente los conseguía, si deseaba cazar solo lo hacía sin remordimiento alguno.

Eran la 12:00 de la noche aproximadamente, la hora en que los seres de la noche apenas comenzaban a salir, la hora en que las presas llegan por si solas por así decirse. La Condesa solo quería salir a caminar y ver con que presa se topaba, si era chicos o chicas jóvenes mejor, eso le vigorizaba bastante, normalmente le gustaba salir en su carruaje pero esta noche decidió no hacerlo, después de todo nadie se podía meter con ella, o por lo menos eso creía ella.

La Condesa porque así la llamaban todos, sale y camina recorriendo los lugares más oscuros, entre las caminatas la rubia se topa con arboles, ramas, césped, era como un laberinto ese lugar, pero no le preocupaba en lo más mínimo, solo siguió caminando, hasta que escuchaba unas palabras extrañas, tal vez era de esos locos de las iglesias lo más seguro pensó, la Condesa se asomo un poco con tal sigilo observando aquel ser que deseaba verla con tanto afán, cuando le miro, queda sorprendida ya que el hombre era demasiado atractivo de eso no había duda alguna, era hora de sacar sus encantos a relucir.

Spoiler:

Acomoda su vestido junto con su cabellera para salir suavemente caminando con clase como toda una señorita con clase y algo seductora, mirando al chica descaradamente de arriba hacia abajo-Porque de tan mal humor querido, simplemente soy una chica perdida-Menciono con un tono coqueto mientras se acercaba más a ese galán, como no muchos sabían uno de sus poderes era hacer que todos caigan a su disposición si ella lo deseaba.

por **Emil Ivanov** Vie Feb 12, 2016 11:15 pm

El viento invernal azotó aquel encuentro calando profundo en los huesos de todos los que se encontraban, al menos de los que fueran mortales y simples seres de la viña de nuestro señor Dios, pero para otros aquello no sería tan relevante e importante como para cubrir sus estados demoniacos. Lo supo y por ello se armó hasta los dientes para atacar a cualquier enemigo de la humanidad que se atreviera a dar su rostro por aquel lugar, pero nada lo había preparado para lo que estaba por venir.

Aquella hora, aquel momento no era algo grato para encontrase con alguien y menos con una dama, algo debía de andar mal, sobre todo al ver la belleza de la mujer, pero en un momento de debilidad de la carne humana se recordó las palabras del sacerdote y de los brujos que habían bendecido aquel rosario negro que llevaba el inquisidor, que apretó fuere cerrando los ojos completamente rezando en su mente el ave maría.

–Madame– reverencia con los ojos cerrados, la daga de plata entre la zurda y el rosario en la diestra –No es recomendable que una dama como usted ande sola por estos parajes, podría ser muy peligroso para usted y su dignidad, además debo preguntar ¿Dónde está su doncella?, por lo que pude apreciar viene sin ella así que sería un blanco fácil para atacantes insanos y dios quiera que eso no ocurra madame– abre los ojos mirando a la mujer, pero para él no había embrujo suficiente para tenerlo a los pies, ya había pasado por las manos de su esposa, la cual le dejó más que curado de ese tipo de artimañas.

El profundo suspiro sin dejar de repetir en su mente el ave maría y el ángelus, sonrió a la dama dando la espalda con la que cubría la tumba de aquel ser nocturno, o mejor dicho los pocos restos que quedaron luego de su “juicio” y “sentencia” –Como verá madame, Dios quiere que en este momento regrese a su hogar, o al menos a un sector que sea más acorde a usted– da unos pasos hacia atrás observando las cualidades físicas de la mujer –¿No lo cree, madame?, porque no reza conmigo unos momentos, quizás así pueda la bendición de nuestro señor llegar a usted – enarca una ceja porque ha encontrado ciertas características de la mujer en los seres que suele cazar.

Más no actúa imprudentemente, espera y aguarda los movimientos que delaten a aquella mujer, más ahora sabe que su voluntad se va quebrando a medida que ve y yo a la dama en cuestión, algo que la hace sudar completamente, tragando en seco y apretando más su arma física y divina.

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