Quien a la diosa honra, ella asiste, si así lo desea...

Medea está rodeada por un aura de misterio que puede resultar una advertencia para muchos, pues las verdaderas intenciones de esta mujer pueden ser muy oscuras, pero eso a ella la tiene sin cuidado. No es que sea alguien despreocupado, es que sencillamente lo que no esté entre sus intereses, escapa de su cuidado, de su atención, de ella misma. Medea ejecuta acciones sin que le tiemble el pulso, aunque los demás la señalen y la juzguen por actos mal vistos en sus sociedades, para ella lo que haga está bien porque así es la voluntad de los dioses y ella es, en sí misma, esa voluntad.

Ha crecido de todo lo relacionado con sociedades modernas, se crió en un grupo que arrastró consigo las viejas costumbres de la Grecia arcaica, por ello desconoce las reglas morales y sus actitudes pueden pasar por mal vistas, aunque para la hechicera sea algo completamente natural. Su manera de interactuar parece de alguien antiguo y no de una mujer de veintiséis años. Habla con sabiduría y puede ser una gran aliada si se le llega a agradar, pues Medea reconoce que todo buen guerrero, debe guardar lealtad con los suyos, siempre y cuando éstos le retribuyan de la misma manera. Pero si éstos llegasen a dar la espalda y se atreviesen a clavar la daga de la traición en la piel de aquel que le sirvió, merecen el peor de los castigos, es por ello que Medea puede considerarse una persona vengativa, alguien con la cual no debe tomarse las cosas en burla sino muy en serio, pues quien ose a faltarle, sólo conseguirá una muerte segura.

Es una magnífica tutora, dispuesta a ayudar a todo aquel que lo desee. No tiene demasiado problema en aceptar a jóvenes aprendices, pues el conocimiento es compartido y si en ella está impartirlo a otros, lo hará. Pero quien no se tome en serio su práctica, será expulsado y no tendrá indulgencia de ningún tipo por parte de la hechicera. Todo esto encaja un poco, en lo que se creía, eran las actitudes que tomaban los dioses con quienes los respetaban y seguían sus dogmas, pero aquellos que faltaran a ellos, obtendrían castigos y miserias. Y esta es la forma en la que piensa Medea, pues así se le enseñó desde que empezó a tener razón del mundo. No actúa sin pensar antes en lo que hará, considera que actuar de las buenas a las primeras es un acto que puede traer consecuencias graves para lo que se desee obtener. Es una mujer dedicada a sus oficios y a su magia. Silenciosa y poco social, no suele agradarle que la molesten o se le acerquen demasiado, sólo su hermano Érebo es quien más ha permanecido a su lado, a los otros, los mira como si se trataran de una amenaza.

Y es que tratar de describir a Medea puede resultar complicado, es como si se estuviera frente a una caja de Pandora, no sabes exactamente a lo que te enfrentas, porque al igual que todos, tiene virtudes y defectos. ¿Qué ocurriría si se le hiciera enojar? Quizás lo peor. ¿Ha amado alguna vez? No se sabe y tampoco cómo reaccionaría a esto. Hay muchos enigmas en torno a la figura de esta mujer, pero su aura oscura es la viva advertencia de que no es alguien de fiar de las buenas a las primeras, pues cualquier falta hacia ella, puede traer graves consecuencias. Pero siempre estará dispuesta a premiar a los suyos.