Encuentros peligrosos — Abhigyan Komarov

Empezaba a anochecer en las calles de París, a veces necesitaba tomarse un descanso de todo, no podía dejar de pensar en su madrastra; una mujer realmente hermosa en todos los aspectos, sensual, era como si pudiera aún oler su perfume, como si aún pudiera tocar su cuerpo y sentirla tan cercas de él, era algo extasiante, a pesar de que estaba muerta era como si su esencia siempre estuviese dentro del ruso, pero tenía que dejar de pensar en esa hermosa mujer que ya no existía y había nuevas mujeres de las cuales podría saciar estas ganas, así que después de que estuvo trabajando en un gran caso de un asesinato y que a pesar de tener testigos había encontrado la mejor forma de que el caso se desechara por completo, solo él se las arreglaba para hacer ese tipo de cosas...

Era una gran ventaja el no dormir ya que eso le daba tiempo suficiente para corroborar unas cuantas cosas importantes...Este sería mi día de entretenimiento, cada semana iba a buscar a una chica en especifico, se preguntarán como las seleccionaba, era muy fácil primero tenía que saber todo de esa persona, y cómo la seleccioné es muy fácil también la había visto de vez en cuando salir de una iglesia, su rostro reflejaba tantas cosas y de cierta forma eso intrigaba al rubio, sabía también que esa chica no era como las demás, ella tenía algo especial que el ruso quería...

A la morena noches atrás la había vigilado, esa morena tenía un secreto y queria saber de que se trataba, esa noche sabía perfectamente que ella y otras personas estarían revisando o cuidando no lo sabía con exactitud pero lo que si sabía es que la morena estaría ahí y eso lo aprovecharía, así que el ruso manipulo un plan que estaba casi cien por ciento seguro que funcionaría, se dirige al bosque después de que el sol se metiera y al ver a los hombres rondando por el bosque empezó a asesinar a diestra y siniestra pero a uno lo dejo semi muerto, porque esa era la carnada para que esa hermosa morena viniera a verle, se escondió entre las ramas y la oscuridad que estaban de su lado, pero cuando ve y escucha lo que dice la morena, realmente le sorprendio y para que el ruso se sorprendiera era dificil y ella logro sorprenderlo al ver como ella misma terminaba mi trabajo, no pudo evitar reír por su acción, mientras escuchaba lo que decía a lo que sale haciendo el menos ruido posible y responde su pregunta un tanto arroante con un toque burlón..

-Vaya que eres una chica un tanto predecible morena, aunque debo admitir que no vi venir la acción que acabas de hacer, matar a un propio compañero tuyo, eso realmente es noble ya que no te gusta ver o escucharlos quejarse, en cambio a mi me encanta escuchar como se retuercen del dolor deseando que este termine, pero tu no le diste esa oportunidad de que rogara porque lo matara de una sola vez, eres intrigante morena, me he dado cuenta que no me equivoque al seleccionarte...

Dijo de forma arrogante mientras la miraba de pies a cabeza, estaba demasiado bien, mirando como su espada estaba llena de sangre, observando sus movimientos ante todo....

-Cuidado con esa espada, no te vayas a cortar, eso sería realmente una lastima para mi...

Rie mirando o más bien esperando una reacción de la chica, sabía que una de las opciones sería que ella intentaría atacarle y eso era lo que realmente quería.