† La llave perdida † [Priv]

por **Beaulline** Dom Feb 28, 2016 11:05 am

Sur de París | 11:00am | Dame de danse

Beaulline despertaba esa mañana bien temprano para poder practicar mientras sus compañeras aun dormían como holgazanas. A pesar de ser ella la que llega tarde a cualquier sitio, es la primera en levantarse para practicar lo que más le gustaba hacer.

La danza.

Se estiró bien hacia atrás permitiendo que su cuerpo entero pudiera crujir sanamente, se quitó el pijama y directamente fue a la sala de baile donde podría practicar mientras tanto pero para su sorpresa, cuando llego vestida con su atuendo de práctica a la sala de baile, descubrió a un hombre que parecía herido, estaba sangrando y la sala de baile entera estaba completamente decorada con sangre. Aquella visión era demasiado sangrienta y entonces escucho como la voz de aquel hombre la llamaba incesantemente. Ella corrió hacia el hombre para socorrerle pero en cuanto llegó, el hombre se convirtió en un ente de humo y en menos de un segundo se evaporó como el humo. Su nombre entonces volvió a sonar en el eco y el ambiente iluminado por el sol se volvió oscuro y nocturno, pero su nombre no paraba de resonar.

Fue hacia donde su nombre era pronunciado, pero para cuando abrió la puerta de la sala del pasillo un tsunami comenzó a envolverla mientras aun su nombre resonaba - ¡BEAU! ¡BEAU! –Siguió la voz repitiéndose hasta que Beaulline por fin despertó de lo que era una pesadilla.

A su lado estaba Francine, una pomposa morena de ojos chocolate y mejillas sonrosadas que era su mejor amiga en el internado. Beaulline observo la zona y estaban en el carruaje todavía mientras iban de camino hacia París para su actuación en el gran teatro. Suspiro y lo primero que hizo fue besar el rosario unas tres veces. Había sido una pesadilla, estaría nerviosa por el espectáculo de ballet que su academia o bueno, que el internado y el club de danza darían dentro de dos noches en el teatro. Estaban de camino hacia la escuela de danza “Dame de Danse” quienes las acogerían para seguir practicando.

- Perdona Francine, debí haber tenido un mal sueño – Beaulline suspiró – últimamente tengo sueños extraños sobre un hombre y una sala de baile llena de sangre –se estremece, miró a su mejor amiga que la miraba extraña – Tranquila, deben de ser los nervios por el espectáculo me parece. Puede…-encogió los hombros no dando mucha importancia a los sueños que tiene cada noche y siempre, siempre son del mismo hombre.

BY ORIANI~© SAVAGE-THEMES

por **Lumier Cavelliet** Dom Feb 28, 2016 9:16 pm

En las noches de lunas rojas, los demonios danzan
Esperando tener en la caza de una inocente alma.
Los monstruos buscan el vals
Que acabe con su agonía inmortal

La danza del mal había comenzado en una mansión cuyos ocupantes parecían espíritus andantes, lo eran, lo son y siempre lo serán almas encadenadas a la asesina de sus cuerpos, una mujer, en cada historia siempre hay una fémina que acaba con todos en un momento pero en esta no cabe la palabra si no “una bestia en cuerpo de fémina”, un ser con un hambre tan voraz que no conoce el límite ni la saciedad, no está satisfecha con nada y a la vez los pocos momentos de “calma” que tiene son empañados por el añoro de la sangre. Pocos son sus amigos o aliados, pocos son lo que verdaderamente la conocen y a la vez muchos son los que hablan de ella sin saber si esos rumores son ciertos.

Un cuerpo delgado, sin color más que solo los pigmentos de un blanco óbito que se muestra cubierto por unas intimas telas que ajustan su perfil, el mismo que es marcado por las líneas de un vestido oscuro como el de su aura y en su cuello marcado una cruz en cuentas que engalana aquel cuello de cisne, tallado en marfil. Sus zapatos de tacones igual de oscuros y cerrados, tan sobria, tan galante pero sobre todo tan alejada de las personas, sus cabellos recogidos completamente en un tocado que aparenta ser el sol con el color dorado de las hebras de aquellos rizos.

Aquella noche había recibido una invitación a una academia de danza que había abierto hacia unos días atrás, una mansión muy hermosa con estilos barrocos y acabados grecorromanos que tanto le recordaban sus días antiguos, en su presencia aún tenía pequeños rastros del banquete que tuvo que servirse horas atrás en aquel teatro donde encontró lo perdido y no deseado, con una sonrisa recuerda el momento de desavenencia pero que encarceló a aquel error en su lista de habitualidades; con una sonrisa atendía los gestos amables de aquella mujer y cincos señoritas que buscaban ingresar a dicha escuela con patrocinio de alguien. Sus ojos las observa tanto que al final de la noche aquella “academia” se convirtió en un lugar de enseñanza pero de una de horror.

Al final con el sol entrando en la nueva mañana, todo había terminado en aquel sótano; los seis cuerpos que ahora conformaban una pira de descanso de aquella bestia que tenía sobre si la marca de la muerte ajena, su mentón cubierto de sangre seca, su cuerpo, su cabello, todo en ella olía a sangre, los cuerpos yacían sin vida formando lagunas de sangre alrededor de la mujer que yacía en completa oscuridad como un muerto más en aquel lúgubre y oscuro lugar, era como una escena arrancada de alguna historia de horror contada en los teatros pero que en lugar de ser fantasiosa era real.

Huesos fracturados, marcas de dientes en todo los cuerpos, cortes y desmembramientos, la escena era un completo horror con aquella laguna de sangre que rodeaba a la reina de la muerte, que ha decidido descansar unos momentos antes de continuar con su paseo funesto.

por **Beaulline** Dom Mar 27, 2016 6:28 pm

Sur de París | 11:00am | Dame de danse

Y allí estaba ella con su vestidito todo de azul palo con el que acentuaba su palidez, ahí estaba la muchacha que bailaría en los alrededores de Paris empezando por un espectáculo en el teatro a la noche siguiente. Beaulline estaba aprendiendo poco a poco, situándose entre las más solicitadas y la más querida por sus instructores. Siempre obedeciendo las ordenes de cada monitor y ahora estaba ahí con su compañía de baile, en un estudio de baile para poder gozar de más habilidades artísticas.

El lugar era enorme a pesar de su pequeña apariencia externa. Las paredes decoradas de un dorado pálido estaban decoradas con lámparas de vela alargada con aguantes de cobre, las barras para practicar las posturas del ballet, los espejos en cambio demostraban que estaban en aquel lugar por algún motivo. Pensando en que todo estaba correcto, Beaulline comenzó a tener una sensación en su cuerpo que no le gustaba nada en absoluto. Se excusó un momento para ir al lavabo, pero su monitora le negó la petición así que tuvo que conformarse con quedarse con el grupo. No necesitaba ir al lavabo, pero tenía miedo de algo.

Ahora mismo, pensándolo bien si que le habían entrado ganas de hacer sus necesidades. Insistiendo en su petición Beaulline fue por fin galardonada y le permitieron ir al lavabo, pero para su sorpresa aquel sitio tenia tantas puertas y tantos lugares que abrir que le costó bastante ir al lavabo. Cuando encontró una puerta cerca de otra que te llevaba al sótano, entró a un precioso lavabo en donde pudo hacer sus necesidades. Cuando acabó la puerta del sótano estaba entre abierta. Su miedo de antes aumento solamente por el temor de lo que pudiera haber ahí abajo o si alguien habría abajo.

Como nadie la había ido a buscar ella misma quería matar su curiosidad adentrándose en las fauces de la oscuridad en donde para su sorpresa encontró a una mujer de extrema belleza, ojos cristalinos hundidos bajo un maquillaje corrido sobre una piel de porcelana. Estremeciéndose por la sensación al ver a aquella mujer en aquel estado, su cuerpo comenzó a helarse, pero en su interior sintió que estaba prácticamente valiente frente a lo desconocido que transmitía esa mujer.

-¿Esta bien? –Pregunto con delicadeza, alzando ambos brazos en señal de no hacer nada extraño ni imprudente - ¿Qué haces aquí? –Volvió a preguntar queriendo una respuesta clara.

BY ORIANI~© SAVAGE-THEMES

por **Lumier Cavelliet** Jue Jun 02, 2016 12:05 am

Y entonces la danza sangrienta acabo en segundos para dar pasa al sueño eterno donde su reina se retiraba a descansar luego de tanta diversión con la melodía de los huesos siendo separados, de los gritos de placer y horror que sus pobres victimas encontraron en sus heladas manos. Con una sonrisa terminó en aquel profundo estado, su rostro tan calmado que no parecía el de una bestia sangrienta, solo el de una bella dama que duerme apaciblemente.

Una voz interrumpe su sueño, una voz se adentra en su mente cuando los ojos cristalinos y sin vida real se abren mostrando aquellos pozos profundo de mal insaciable; una sonrisa perfecta aparecen en aquellos carmesís labios mientras se sienta sobre la cama de restos humanos que se ha dejado, el vestido toca el suelo mientras se pone de pie, pero algo le impide abrazar aquella inocente alma, algo como una cegadora luz que baña y se interpone entre su desayuno y ella. Un pequeño chasquido de lengua que se acompaña con un gruñido mientras da la espalda a la jovencilla sin decirle palabra alguna.

Los cadáveres a sus pies crujen a medida que ella los aplasta a su paso, adentrándose más a la oscuridad —Digamos que no estoy bien ¿Podrías ayudarme, pequeño ángel de la creación?— susurra pero su voz se apaga rápidamente —Soy una invitada para esta aburrida presentación de arte, lastimosamente me he cansado de esperar y ver solo cosas sin valor y sentido en cuerpos que no merecen si quiera practicar dicho arte— suspira molesta acomodando más al fondo su cama de muerte y sangre —No hay nada aquí que realmente valga la pena ver, creo que en el teatro se exhibe mejores obras que las que tratan este lugar de montar, al parecer la culpa son de las ineptas estudiantes, sin ofender— sonríe regresando la mirada a la joven con una sonrisa y el porte elegante que se acerca nuevamente a ella pero se mantiene lejos por la luz del sol.

—Es mejor que vuelvas a tus prácticas, no te gustará estar aquí conmigo hasta la noche, o quizás si, muchos lo encuentran placentero y agradable y otros no ¿por qué será?— le da la espalda volviendo a recostarse sobre su lecho sanguinario con sus ojos nuevamente cerrados y su actitud de placidez y afabilidad.

Pero ello, solo es un descanso antes de su despertar completo.

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