Guardando el futuro con llave (Libre)

por **Ophiel** Mar Mayo 16, 2017 6:59 pm

Así puestos, al ser una interesada en teorías de curar y sanear a la gente o simplemente de poder ofrecer ayuda, Ophiel se preparaba en su sala de estar para acabar su desayuno con toda la paz del mundo. Sabía y se daba cuenta del don que tenía, de lo que podría hacer con él para poder hacer del mundo un lugar mejor. Es como cuando iba por las calles paseando y se encontraba toda la miseria que en el interior de su bondadoso corazón quería aliviar con toda urgencia, pero siempre que ayudaba había otra persona que necesitaba de su ayuda, o al menos que pudiera hacer un cambio a mejor.

Esa mañana se disponía si misma a integrarse en una sociedad que comía con facilidad a los de su personalidad, personas que los tímidos temían y que se los comían apenas querían formular una palabra, consiguiendo que estos se pusieran nerviosos y se alejaran del mundo para que se cubrieran con un yelmo protector. Es por eso que (Sin saber aún porque) había hombres vestidos con túnicas raras y de colores apagados, pero el negro dominaba la vestimenta al completo. Estos decían que están para protegerla, pero simplemente, algo en si misma le advertía de tener cuidado. Les conocía un poco pero tampoco quería fortalecer alguna relación solidad que luego llevara a momentos incomodos.

- Señorita, el té –Dijo una doncella sirviendo té en la mañana
- Gracias Dorothea – dijo con una sonrisa dulce hacia la doncella, la cual esta acabó por sonreír y lo mismo sentirse orgullosamente útil.

Ophiel aun estando en el sutil camisón de noche, se recostó sobre el sillón en el que estaba sentada. Se puso a pensar ¿Qué haría entonces ahora? Siempre acompañada de uno de esos hombres de túnica elegante, eran buenos con ella, sin embargo… ¿la invadía la necesidad de salir de las ataduras en las que se pudiera encontrar? Sinceramente, estaba completamente perdida, suspiro para demostrar en el problema que estaba, aunque para ella no era un problema del todo, se levantó de la desesperación en la que en un segundo se encontró, camino por la sala, miro por la ventana y acariciando con la yema de los dedos la sólida superficie de la ventana, suspiro ahora con melancolía.

Encerrada en una prisión que no era una prisión. Estaba en una casa en alguna zona de París. Era libre de ir adonde ella quisiera pero siempre acompañada, era un completo control por estos días que corrían, en los que había desapariciones, aquellos hombres que la protegen ya se lo dejaron claro, que ella era importante no aun le dijeron que era algo mucho mayor, algo que tendría que hacer en un futuro que estaba por llegar.