Dallas Lowell

Nació en cuna de oro junto a su hermana Josseleine, fue instruido de la misma forma que su hermana respecto a temas académicos, sin embargo en cuanto fueron creciendo su educación se vio bifurcada por sus diferencias de sexo, él por su parte fue instruido en lo que se podría decir: “Las labores masculinas”, en tratar con los caballos, las armas, y por supuesto, el mundo de los negocios, como buen hijo de militar retirado y exitoso, no vieron necesario que siga una carrera universitaria sabiendo que tenía total control sobre el conocimiento requerido para dedicarse a la compra y venta de armas la tranquilidad que tuvo su padre respecto a tener un “heredero” no solo en términos mágicos fue enorme, pues su hermana fue más inducida al camino hogareño y alejada del negocio familiar, por otra parte sus caminos mágicos también se vieron diferenciados pues su madre le enseñó a Josseleine y su padre le enseñó a él, de ahí a que la muchacha estuviera más orientada a la magia oscura y negativa perse y que él estuviera orientado al control, tanto del clima como de las personas, sin embargo ambos comparten habilidades negativas inherentes a su aquerrale de brujas. A pesar de las diferencias marcadas, Dallas siempre fue unido a su melliza, siempre tuvo un interés irracional para con la muchacha, uno que se notaba a edades tempranas pues el otro pasaba casi todo su tiempo libre, donde no les tenían aprendiendo a ser mujer y hombre, ni hechicero, ni hechicera, con ella. Ciertamente una relación tranquila en sus inicios, pero que sin embargo con los años fue aumentado su intensidad, probablemente a las hormonas que alteraban los sentires emocionales, desde los quince años de edad supo reconocer el amor  y el enamoramiento, ambos los reconoció gracias a su hermana, así también como el placer, la primera vez que rompieron las reglas de la moral ambos tenían quince años, esa es una experiencia que jamás olvidará, los labios dulces de su hermana sobre los propios, sus manos sobre su hombría y posteriormente esos labios sobre la misma. Este hecho los separó un poco pues aún en su juventud ya tenían la suficiente conciencia y el conocimiento para saber lo que habían hecho, sin embargo no fueron muchos los meses que ambos aguantaron el estar lejos, sin verse a hurtadillas u horas no adecuadas según los horarios de los mayores.

El tiempo fue moldeando a paso agigantado la personalidad del muchacho, que se hizo finalmente un brujo y hombre independiente, aunque siempre prefiriendo ser más hombre que brujo, y esto quedó claro cuando rechazó el ofrecimiento de que su padre le ceda la regencia del aquerrale, aquello decepcionó un poco a su gran mentor, sin embargo argumentos como: “Deseo una propia vida” y “Aún estás muy joven para dejar tus responsabilidades” fueron suficientes para calmar la ira de aquel hombre. No fue hasta los dieciocho años de edad que su vida cambió de manera brusca, y ese cambio se realizó justamente para no cambiar a la mujer que ama, meses después de haber mantenido relaciones sexuales con su hermana por primera vez, empezaron a llegar las ofertas de matrimonio, no solo para él, sino para ella también, fue entonces cuando habló con Jossie para simplemente escapar: “Padre, me iré con mi hermana a conocer el mundo, iremos a París, seré tu vinculo y voz en el negocio, pondré una sucursal y aumentaremos las ganancias mientras que Jossie sigue con sus estudios. Ese fue el cuento mejor vendido de toda la vida, pues se lo terminaron creyendo, de esta manera es como ahora los mellizos se encuentran juntos en Francia, y lo cierto es que ambos deben pagar su tiempo aquí con promesas, por su parte, él prometió a su padre, que a su regreso, aceptaría finalmente la regencia del aquerrale, hecho que todas las noches le perturba y que a veces no le deja dormir. El cuento bien vendido finalmente se hizo realidad en parte, realmente sacó las licencias para poder comerciar armas e incluso colocó un local propio con el sello de la familia, este recientemente inaugurado, pero para bienestar de los hermanos, prospero, pues de este mismo han empezado a vivir y gracias también al servicio secreto que brinda su hermana, dejando así en segundo plano el dinero recibido cada tres meses por sus padres, probablemente invertido en pecados personales de cada quien, aunque para ser justos a toda la historia de su vida, siempre gastó menos que su hermana, una de las razones sencillas: “Porque ella es la que vive adquiriendo insumos mágicos para sus tratos”. La vida parece ser sencilla en París, por el momento, pero el drama latente de una unión prohibida siempre amenaza, toca la puerta, un golpe, dos, tres, cuatro, cinco. Una tortura que desea no tenga final, sobre todo aun sabiendo las consecuencias de todo esto.