A small fire and good company (Golnar)

por **Mirko Lautrec** Miér Mar 23, 2016 11:57 pm

Recuerdo del primer mensaje :

A small fire and good company

No sabía en que estaba pensando al invitar a Golnar a su casa luego del baile, de hecho no estaba seguro de que pasaba por su cabeza en esos momentos porque la verdad le seguía dando vueltas mientras viajaban de regreso en el carruaje. No hablaron mucho, principalmente porque Mirko estaba intentando no marearse con el movimiento de los caballos a través de la ciudad.

Todo el viaje fue borroso y de repente se encontró frente a la puerta de su casa. Batalló unos minutos buscando la llave y luego intentando meterla en el agujero ¿Tan ebrio estaba? se preguntaba mientras entraba en la oscura sala. La casa estaba fría y lucía lúgubre, por lo que tuvo la impresión de estar entrando en la cueva de una marmota y no en la casa de un ser humano. Se apresuró a acercarse a la chimenea para encender el fuego, de lo contrario no podrían estar cómodos. El fuego comenzó crepitar lentamente y por unos instantes pareció como si la llama no fuese a crecer, pero luego de varios minutos fue tomando una forma más estable e iluminó toda la sala esparciendo su tibieza.

- Toma asiento - Comentó aún arrodillado frente al fuego - Debes estar temblando - Agregó, la temperatura en el baile había sido agradable y el invierno estaba en su peor momento, por lo que las paredes de la casa y los objetos a su alrededor estaban gélidos. Se dejó caer en el sofá grande y cerró los ojos por unos instantes dejando escapar un suspiro, se sentía eufórico como nunca antes, sentía que tenía la energía de correr una maratón alrededor de la ciudad ¿Habían hachado algo más a la bebida? Se preguntaba mirando las caprichosas formas en la madera en el techo.

- ¿Qué quieres hacer? - Preguntó de pronto aún sin dejar de mirar el techo - No se que deba hacer en una situación así... ¿Jugar un juego de cartas? - Se le ocurrió, pues no tenía idea de el tipo de actividades que hacían los jóvenes de su edad con doncellas, definitivamente se había saltado gran parte de su juventud por estar estudiando y habían muchas cosas que no había tenido la oportunidad de experimentar.

por **Mirko Lautrec** Dom Abr 10, 2016 8:28 pm

Ella había hecho un intento por acercarse, Mirko no supo cual era su intención en el momento y sólo se quedó muy quieto y a la expectativa, luego ella pareció cambiar de idea y se hizo a un lado para que pasara. Con expresión curiosa, Mirko caminó por el corredor seguido por ella hasta la sala que se sentía mucho más caliente que el baño gracias a la cercanía de la fogata, comenzó a secarse el cabello que aún estaba mojado con la toalla cerca al fuego.

La revelación de que él fuera un motivo por el cual ella quisiera dejar su trabajo lo dejó sin habla. Se quedó mirando el fuego con ambas manos aún en la cabeza y la toalla cubriéndole media cara. La responsabilidad que conllevaban esas palabras era inconmensurable.

-No – Respondió cuando vino la pregunta – Muy a mi pesar, tengo que aceptar que esto de relacionarse con una mujer puede ser divertido – Sonrió y continuó secándose el cabello – Además he decidido que, el conocimiento no se limita solamente a los libros y la academia... hay cosas que sólo se pueden aprender experimentándolas – Continuó y carraspeó – Tu me has enseñado a bailar... eso nunca lo habría aprendido en un libro -

El cabello corto se le secó rápidamente gracias a la tibieza del fuego y le quedó un tanto despeinado y alborotado una vez estuvo seco. Mirko tomó una vara de hierro pequeña que tenía al lado de la chimenea y revolvió un poco los leños para que consumieran en el fuego por más tiempo. Quería traer a colación el tema del trabajo de Golnar, pero le daba vergüenza hondear en el asunto. Se quedó otro momento más callado, reuniendo coraje para lo que iba a decir.

-Cuando me contaste a que te dedicabas por primera vez, no me importó – Comenzó sin mirarla – Pero luego de haber asistido al baile contigo y haber visto a esas parejas bailando... luego de que nos besaramos... - Se detuvo unos segundos y volvió a revolver los leños – No podía dejar de pensar en cuantos hombres te habrían besado de igual manera...-

Y se dio cuenta de que le hubiera encantado haber sido el primero que besara su boca.

por **Golnar Richelieu** Lun Abr 11, 2016 3:09 pm

Le siguió por el corredor, poco a poco la casa se había impregnado del calor del fuego pero el salón era bastante más cálido que el resto de la casa y se alegró de volver allí. Se dirigió hacia el sofá mientras él empezaba a hablar pero no llegó a sentarse.

─Estoy de acuerdo contigo─ le comentó cuando escuchó lo de que los libros no enseñaban algunas cosas. Sonrió, sí, se alegró de que se diera cuenta de ello.

Le observó secarse el cabello, lo cierto era que disfrutaba de verlo. Parecía que cualquier pequeño gesto que él hacía era como algo maravilloso. Al escucharle hablar de que sí que él importaba su profesión sintió un leve enfrentamiento. Por un lado, estaba feliz porque significaba que se preocupaba por ella y le importaba. Por otra parte, se sentía algo triste y cohibida, no quería que él se sintiera de aquella manera. No quería que él se sintiera como menos importante que el resto, como si no hubiera sido suficientemente bueno.

─Lo cierto es que…─ comenzó diciendo, intentando reunir valor para decirlo aunque con lo que ya habían pasado, debía ser una conversación normal─ eres el único que me ha hecho sentir algo. ¿Los otros hombre…? Nada, casi como si no hubieran existido. Tú has sido el primero que me ha hecho sentir algo con tan solo un beso. Da igual que no hayas sido el primero, eso no importa. Tú me has besado como nadie lo había hecho─ quería decirle que casi la había besado con amor, no con deseo. Era algo que necesitaba que supiera pero no ahora. No quería ir tan rápido, ella se había propuesto dar pequeños pasos y lo haría, poco a poco.

por **Mirko Lautrec** Mar Abr 12, 2016 12:22 am

Poco a poco se daba cuenta de que se acostumbraba a hablar de sus sentimientos. Un par de meses atrás no se habría imaginado que estaría en ese tipo de situación con una mujer y que estaría admitiendo cosas personales como lo que sentía y pensaba, se giró hacía Golnar cuando ella le explicó que lo besos de otros hombres no habían significado nada. En su ignorancia, Mirko desconocía que era posible tener sexo sin estár acompañado de un sentimiento y que podía ser simplemente eso; un intercambio físico y carnal. Para él todo aquello seguía siendo un misterio pero según lo que decía Golnar era posible.

-Yo podría decir lo mismo, que nunca nadie me había besado así... porqué eres la primera – Comentó en tono de broma, estaban en una situación muy singular, un hombre con absolutamente nada de experiencia y una mujer a la que le sobraba. Era como si se hubiesen invertido los roles de alguna forma.

-Tengo una idea – Comenzó a decir caminando hacía ella, quedando a un par de pasos frente a ella al lado del sofá - ¿Porqué no comenzamos todo de nuevo y en orden? - Preguntó y no se dio cuenta de que resultaba extraño ponerle 'orden' a una relación, pero para él, todo en la vida debía ser organizado de alguna forma, le ponía nervioso el caos, le gustaba cuando las cosas eran ordenadas y predecibles. - Dejemos de lado lo que tu has vivido antes y mi inexperiencia... ¡Y tengamos una cita!- Le propuso, desvió la mirada al fuego con nerviosismo por unos segundos antes de continuar.

- Una cita de verdad... no una salida de amigos... de esas ya hemos tenido muchas – Continuó, imaginarse en una cita no era fácil, nunca había fantaseado con una, sólo había escuchado a su hermana hablar de esas historias románticas, de como los hombres conquistaban a las mujeres invitándolas a cenar o llevándolas a un paseo por la playa, Mirko no tenía ni idea de que plan se iba a inventar para Golnar, pero era su responsabilidad planearlo y descubrió que le emocionaba la idea de tomar ese rol masculino y planear una cita para ella.

por **Golnar Richelieu** Mar Abr 12, 2016 4:09 pm

Le sonrió. Le gustaba que ya pareciera que iba hablando poco a poco, hablando con total naturalidad de los temas amorosos. Se quedaría todo el rato escuchándole hablar, de lo que fuera. Le encantaba quedarse mirándole mientras él seguía comentando cada cosa.

Se quedó un poco sorprendida, apenas escuchó la pregunta. Se quedó unos segundos pensando, procesando lo que había dicho. Sí, había escuchado la palabra cita y era algo que le encantaba oír de sus labios. Sacudió la cabeza mientras una sonrisa aparecía en sus labios. Por una vez, había sido él quien había dado el paso. Parecía que eso de esperar daba sus frutos poco a pocos.

─ Creo que es una idea muy buena─ le dijo juntando las manos y mirando al cielo, pensando en qué planes podía tener─ . Nunca he estado en una cita, ni siquiera sé qué hay que hacer en esos casos. ¿Una cena? Supongo que sí, ¿no? Lo cierto que no tengo ni idea─ admitió. Podía saber bastante de amores pero no cómo llegar a ella. Normalmente, era él quien daba los pasos, quien guiaba a las damiselas en apuros. Pero intentaría pensar en qué podrían hacer y cómo podría salir aquel pequeño experimento.

por **Mirko Lautrec** Miér Abr 13, 2016 12:02 am

Le alegró notar el semblante de Golnar, su sonrisa denotaba que la idea le gustaba, a veces sentía que ella contenía sus emociones e intenciones e intentaba mostrarse femenina y decente, quizás su pasado como prostituta le había enseñado a siempre complacer al hombre de turno, por lo que debía siempre mostrar una sonrisa y una actitud sumisa. Mirko deseo conocer más de la Golnar que se escondía tras esa actitud, una Golnar más libre quizás.

-Mmm – Se llevó una mano al mentón pensativo, la cena sonaba bien, pero le parecía demasiado cliché, demasiado acartonado, ¿Tendría que llevarla a un restaurante costoso para impresionarla con un menú exótico y un lugar elegante? La sola idea le parecía aburrida y fingida, no sentía que hubiese algo de su corazón puesto en una invitación así, ese tipo de invitaciones sólo mostraban una cosa; la cantidad de dinero en el bolsillo del caballero.

Entonces se le ocurrió una idea.

- Ya creo saber que tipo de cita podemos tener... - Comentó con expresión pícara – Pero no te lo voy a decir, será una sorpresa – Agregó con una mirada maliciosa casi como la de un niño que planea como robar las galletas de la alacena. - Este domingo es mi día libre en el restaurante, así que, ese día, te recogeré en la puerta de tu casa a las 10 de la mañana ¿Qué te parece?-

por **Golnar Richelieu** Miér Abr 13, 2016 12:05 pm

Dejó que él pensara. Al fin y al cabo era cosa de dos. Un plan en el que ambos estuvieran de acuerdo era una buena de comenzar con aquello. Quizá no sabían mucho de relaciones estables pero podrían ir aprendiendo día a día.

Le escuchó y levantó una ceja con aire divertido. Su rostro lo decía todo. Sabía que no estaba pensando en nada lascivo pero su expresión daba a entender todo lo contrario. Tanta intriga no era buena para ella. Suspiró y dejó caer sus brazos, como si fuera una niña pequeña que le acaban de negar un juguete nuevo.

─Está bien pero ¿me vas a dejar con la intriga hasta el domingo?─ le preguntó mientras ponía una mueca y se acercaba un poco a él─. Eso no se hace, señor Lautrec

Puso un dedo sobre su camisa, cerca de su corazón. Aquella actitud era más propia de Saphir que de Golnar y no sabía por qué lo había hecho. Carraspeó y dio un paso atrás, no se había dado cuenta de que se había acercado demasiado a él.

─A las diez me parece bien─ reafirmó, intentando hacerle creer que ese instante no había pasado.

por **Mirko Lautrec** Miér Abr 13, 2016 10:39 pm

La expresión de Golnar era juguetona y cuando puso un dedo sobre su pecho con ese tono de reproche, algo hizo 'click' en su cabeza. Mirko de repente sintió ganas de rodearla con sus brazos y besarla, inclusive de apretarla contra su cuerpo para sentirlo aunque fuera a través de la ropa. No sabía porqué ese gesto coqueto había desatado esos pensamientos en él y se ruborizó deseando que ella no notara nada.

-Si... hasta el domingo – Murmuró y agregó – Son sólo dos días... así que sobrevivirás a la angustia – Bromeó con una sonrisa. Entonces decidió que debía darle una pista – Por cierto... intenta vestirte de manera cómoda – No quería que la pobre chica se apareciera luciendo su mejor gala o un peinado elaborado, ya que se imaginaba que podía ser incómodo llevar esos vestidos, había notado cierta molestia en la forma en como las mujeres de la fiesta de Aline movían sus vestidos e inclusive notó que algunas se tenían que sentar pues el peso y la opresión del corset las dejaba sin aliento.

Dejó escapar un bostezo y se llevó una mano a la boca para ocultarlo, toda la agitación del día en el restaurante más la intensa corrida que había dado hasta la casa se estaban manifestando en su cuerpo, porque aún a pesar del baño con agua caliente, aún seguía sintiendo sus músculos tensos y un tanto adoloridos. Definitivamente no estaba en buena forma para su edad, debía pasar más tiempo fuera de su laboratorio bajo la luz del sol y sobre todo debía de hacer más ejercicio si quería lucir más... atractivo.

¿Porqué de repente estaba pensando en esas cosas? Nunca se había puesto a pensar en su apariencia o su salud. ¿Porqué le importaba ahora?.

- Lo siento, estoy algo cansado, fue un día bastante largo – Exclamó parpadeando con ojos soñolientos – Es un poco tarde, si deseas puedo dejarte mi cama para que duermas esta noche o si lo prefieres podemos intentar buscar un carruaje en la calle- Le indicó, eran casi las 11 de la noche.

por **Golnar Richelieu** Mar Abr 26, 2016 8:42 am

Eran dos días… Bueno, parecían mucho pero seguro que con la cantidad de tareas que tendría que hacer, se le pasaba el tiempo más rápido de lo planeado. Sonrió al escuchar que se pusiera cómoda, ya averiguaría cómo hacerlo. Le pediría ropa a su madre. Por desgracia, no podía llevar un pantalón como un hombre, era algo que no estaba demasiado bien visto por la sociedad.

─Lo intentaré, pero no te prometo nada─ le dijo con un tono de broma. Sinceramente, la ropa era lo que menos le preocupaba.

Su mente comenzó a trabajar, pensando de qué se podía tratar aquella cita: un día en el campo, en el bosque, cerca del mar… Demasiadas opciones y a cada cual mejor que la anterior. Realmente no le importaba dónde estuviera si él le acompañaba. Era algo que había descubierto hacía poco. Era consciente de que si hubiera ido ella sola al baile, se hubiera aburrido demasiado. La sociedad ya no era asunto de primera importancia para ella.

Le vio bostezar y sonrio. Debía estar agotado tras todo aquel día, era lo normal, demasiado tiempo trabajando. Lo cierto era que ella también se sentía cansada. Después de todo el día pensando en lo que podía ocurrir aquella tarde, su cuerpo se había relajado tras saber la respuesta y se sentía con ganas de tumbarse en su cama y dormir hasta bien entrado el medio día. Aunque sabía que su madre no le dejaría hacer algo así. Se tensó un poco al escuchar lo de dejarle una cama. Sentía curiosidad y quería quedarse una noche en el mismo techo que él pero le parecía descortés decir que sí a aquella proposición… No sabía qué hacer, se quedó en silencio, meditando las posibilidades y mordiéndose el labio inferior.

─No quiero que pagues por un carruaje y yo no llevo dinero encima. ¿No te importaría si pasase la noche aquí?─ le preguntó con cierta vergüenza, era increíble lo inocente que parecía en ciertas ocasiones─. Puedo dormir en el sofá o donde quieras, no hace falta que me dejes tu cama si tienes solo una─ añadió rápidamente por si había dudas─. Estoy acostumbrada a dormir donde sea así que no me importa, en serio.

No quería que le dijese lo típico de que no le permitiría dormir en el suelo o en un sofá. A ella no le importaba, su cuerpo estaba acostumbrado a ello y hasta lo veía cómodo. Era cierto que no tenía dinero para un carruaje y menos a aquellas horas y se negaría rotundamente a que él le pagara el viaje vuelta a casa cuando podía irse andando. Por otra parte, no quería pisar las calles ella sola, sabía lo que se podía encontrar por allí y era lo último que quería.

Off:

por **Mirko Lautrec** Miér Abr 27, 2016 12:27 am

-Eres bienvenida a pasar la noche – Le respondió casi inmediatamente una sonrisa dibujada en sus labios, de repente sentía una emoción cálida en el pecho que creía con la idea de que ella pasara la noche con él. - Será la primera vez que una mujer duerma aquí – Agregó llevándose una mano al mentón pensando en como organizaría el lugar para que ella pudiera dormir cómodamente.

- Déjame ser caballeroso y acepta mi cama – Le pidió con su tono más respetuoso, nunca había tenido la oportunidad de tomar ese rol masculino que tan arraigadamente se le inculcaba a los niños de la clase alta desde pequeños, inclusive él había recibido ese tipo de educación cuando vivía con sus padres, aquella era la primera vez que se encontraba en una situación en donde tuviera que relucir el caballero y no el hombre.

Le indicó para que lo siguiera hasta su cuarto, él único de la casa, no era muy grande y apenas si cabía la cama de madera, un nochero con un espejo y un armario marrón, la cama estaba pulcramente hecha con dos almohadas organizadas perfectamente en la cabecera, otra muestra de la meticulosidad con la que Mirko vivía su vida. Como el cuarto quedaba directamente al lado de la sala, la chimenea alcanzaba a calentar el cuarto, aunque este se sentía un poco más frío que la sala.

-Observó el vestido de Golnar y le pareció imposible que pudiera dormir cómoda si se acostaba con él, para empezar el corsé debía sentirse abrumador apretando contra la piel toda la noche. De repente la imagen de Golnar desnudándose en la penumbra para quitarse el corsé cruzó por su mente y las mejillas se le encendieron en rojo carmín en cuestión de segundos.

- Pu...puedes usar una... de mis camisas para dormir – Tartamudeó sacando una camisa blanca del armario y ofreciéndosela con la mirada fija en el suelo.

OFF ROL: que bueno que volviste ^O^

por **Golnar Richelieu** Miér Abr 27, 2016 9:19 am

Quiso negarse, odiaba abusar de la amabilidad de las personas, no era de su agrado hacer algo así. Pero no le dio tiempo a rechazar su oferta ya que él la guio por la casa hasta llegar a la habitación. Le parecía bastante lujosa para lo que estaba acostumbrada y se notaba que le gustaba tener todo absolutamente ordenado, medido al milímetro.

Tan absorta estaba contemplando la habitación que apenas notó que Mirko se sonrojaba. Se giró para mirarle cuando le tendió la camisa y la aceptó amablemente. Se tendría que hacer a la idea de que él pensara en esos pequeños detalles que la hacían sentirse que alguien se preocupaba por ella.

─Gracias─ le dijo mientras se acercaba la camisa al cuerpo para ver cómo de grande le quedaría. Sí, podría ponérselo como un vestido muy corto─. Pero, ¿dónde vas a dormir? No quiero que estés incómodo por mi culpa y más si estás tan cansado. Hay que dormir bien para despertarse con energía y rendir en el trabajo.

Se quedó unos segundos en silencio, mirando la cama, la camisa y a Mirko. Estar en un dormitorio con alguien y saber que no iba a ocurrir nada, era una sensación grata. No es que no quisiera, pero saber que él no buscaba sólo mantener relaciones con ella, se le antojaba raro y fascinante. Al parecer no todos los hombres deseaban lo mismo. No todos se guiaban por sus instintos físicos. Se acercó un poco a él y le sonrió.

─En serio, no me importa dormir donde sea.

Sabía que se negaría, que la haría dormir en aquella cama. Lo cierto era que necesitaba descansar y no se sentía con fuerzas de intentar convencerle. Así que sacudió su cabeza y suspiró.

─ Bueno, voy a cambiarme─ le dijo. Pensó en ir al baño pero tendría que cruzar el salón para volver al cuarto y no creía que fuera la mejor idea. Así que lo mejor era preguntar─¿Dónde… dónde puedo cambiarme?

por **Mirko Lautrec** Jue Abr 28, 2016 5:44 am

Ella seguía preocupándose sobre donde dormiría y allí estaba él pensando en el corsé. Se sintió avergonzado de que sus pensamientos le hubiesen traicionado de esa manera, Golnar lucía completamente inocente al respecto y eso le hizo sentir un poco mal.

- Puedo dormir en la sala, no te preocupes por la incomodidad, ya he dormido allí antes - Le respondió moviendo las manos para acentuar lo que decía - A veces me quedo dormido en el sofá cuando estoy estudiando los libros de la estantería, no es tan incómodo como parece - Le explicó, lo cual era cierto, en muchas ocasiones se había quedado hasta más de la media noche estudiando para alguna clase en la Universidad o simplemente absorto en algún tema que le interesaba, como tenía los libros en la sala le resultaba más cómodo quedarse a leer en el sofá, además la chimenea mantenía la sala mucho más tibia que la habitación por lo que no necesitaba usar cobijas de lana.

La pregunta sobre donde podía cambiarse lo sacó de sus pensamientos y de nuevo sintió que el rojo le coloreaba las mejillas, se apresuró a correr a la puerta de la habitación para dejar a Golnar sola.

- Lo siento, lo olvidé por un momento - Se disculpó una vez afuera y se golpeó la frente pensando en su falta de tacto. Entonces recordó que no había sacado una sábana ni una almohada para dormir en el sofá y se quedó esperando a que ella terminara de cambiarse para volver a entrar.

por **Golnar Richelieu** Jue Abr 28, 2016 11:22 am

Asintió ante su explicación. A ella tampoco le importaba dormir en el sofá pero él no parecería aceptar un no por respuesta así que simplemente lo dejó estar. Vio cómo salió de la habitación y cerró la puerta antes de responder a su pregunta. Supuso que aquello era una señal clara de dónde se podría cambiar. Se le escapó una sonrisilla al pensar en lo rápido que se había marchado de allí.

Comenzó a deshacerse de su ropa y a doblarla cuidadosamente para dejarla después a un lado. A veces le costaba quitarse aquel corsé pero esta vez no pediría ayuda, tendría que apañárselas sola aunque tardase un poco más de lo esperado. Por fin consiguió deshacerse de la prenda y la dejó a un lado mientras se colocaba la camisa. Por suerte, le tapaba más de lo que había esperado, estaba más cerca de las rodillas de lo esperado, aun así seguía siendo algo demasiado corto hasta para alguien como ella. Bueno, no saldría con algo así de corto ni siquiera por las noches, le gustaba más provocar que enseñar demasiado aunque era lo que todos estaban deseando. Pero ella era más reservada y le gustaba dejar cosas a la imaginación, no dárselo todo con solo un vistazo.

Dejó su ropa en un montoncito en algún sitio que vio conveniente. Se acercó a la puerta y suspiró, no sabía por qué le avergonzaba tanto si ella ya había enseñado su cuerpo a una cantidad de hombres considerables. Quizá ninguno le importaba lo suficiente para saber qué pensaba de él pero Mirko era diferente… No sabía si lo que viese, sería de su agrado o no. Abrió levemente la puerta y le sonrió, tendría que coger algo para llevarse al sofá, una manta o cosa por el estilo.

─¿Tienes que volver a entrar, verdad?─ le preguntó aunque no esperó respuesta y abrió la puerta del tirón, escondiéndose disimuladamente tras la pared, aunque sabía que acabaría viéndola de una forma u otra─. Siento mucho las molestias que te pueda causar esta noche─ le dijo mientras esperaba a que pasara. Se recostó en la pared y apoyó ambas manos en esta, detrás de su cintura─. Te lo recompensaré de algún modo─ le dijo recordándose a sí misma que tenía que agradecerle aquel favor, quizá si cocinaba para él sería suficiente… o quizá invitarle a probar la comida casera de su madre, sabía que no había agradecimiento mejor que llenar el estómago de un hombre.

por **Mirko Lautrec** Lun Mayo 02, 2016 9:49 pm

Cuando ella terminó de vestirse y abrió la puerta, Mirko mantuvo la respiración por unos segundos, aún en la penumbra gracias a que la luz que emanaba del fuego en la sala alumbraba paulatinamente la entrada de la habitación, pudo distinguir unas esbeltas piernas bajo su camiza. Mirko nunca había visto las piernas desnudas de una mujer, en la época era toda una falta de respeto y una vergüenza que una mujer usara pantalón o un vestido que revelara más allá de sus tobillos, por lo que la vista de las piernas le impresionó lo suficiente para dejarlo sin habla por unos momentos.

-S...olo... necesito una... almohada – Tartamudeó mientras entraba rápidamente y con movimientos torpes cogía una de las almohadas que estaban alineadas en la cama, casi se olvida de la sábana por lo que cuando iba a salir por la puerta regresó y buscó en el armario de madera y al cabo de unos minutos traía una sábana doblada en sus manos.

-No es...ninguna molestia... - Concluyó dándole la espalda y acto seguido agregó – Mañana salgo temprano a trabajar... a eso de las 6, por lo que... si gustas dormir más tarde puedes hacerlo... sólo procura cerrar la puerta con candado – Le explicó sin mirarla, no sabía que podía despertar en él si volvía a ver esas piernas, se estaba sintiendo muy extraño y temía por no poder controlar lo que quiera que se estaba formando dentro de si mismo - Que tengas buena noche... - Finalizó y a paso rápido se dirigió al sofá donde se acomodó para dormir.

OFF Rol: Si te parece, podemos cerrar el tema con tu post y podemos abrir el nuevo tema para la cita que pasará en dos días^^

por **Golnar Richelieu** Mar Mayo 03, 2016 2:42 pm

Le hizo gracia su tartamudeo. Aunque lo cierto era que también sentía vergüenza por estar en una situación similar. Aun así, él ni siquiera la miró, se quedó contemplando el suelo y el armario mientras buscaba una almohada y, después, una sábana que se le había olvidado.

Le sonrió aunque seguro que ni siquiera lo notó, estaba demasiado concentrado admirando el suelo. Entendía por qué lo hacía pero no sabía si él sentía la tentación de alzar la vista para contemplarla. Le gustaba que él la respetase de esa manera, sin querer nada más, sin intentar nada más que compartir unas palabras con ella.

─Está bien, no te preocupes. Cerraré la puerta si resulta que me despierto tarde pero intentaré despertarme a esa hora ─ no lo aseguraba pues ella solía levantarse un poco más tarde de lo que debería─ . Buenas noches, Mirko. Espero que tengas dulces sueños.

Se despidió de aquella manera mientras él salía casi corriendo hacia el salón. Se quedó sola en la habitación, no solía cerrar la puerta, no le gustaba, así que la quiso dejar abierta. Se acostó y, tras varios minutos en los que no lograba conciliar el sueño, durmió.

Se despertó casi de un salto y, en un principio, no reconoció la habitación. ¿Dónde estaba…? Casi en seguida los recuerdos se agolparon en su memoria y una sonrisa apareció en su rostro. Se levantó y se acercó al salón de puntillas para ver si Mirko seguía allí. No, no estaba. Suspiró, le hubiera gustado verle antes de salir de aquella casa. Se vistió y se acercó hacia el escritorio, buscando una hoja y una pluma con la que poder escribir. Esperaba que no le importase que cogiese una hoja para poder ponerle una nota. Escribió en el papel con una caligrafía lo mejor que le salió: “Como has visto, he cerrado como me dijiste. Nos vemos el domingo, lo estaré esperando. Un abrazo, Golnar”

No sabía si la nota era la acertada, si las palabras eran correctas o si debería haber puesto algo más y obviar otras cosas. Salió de la casa y cerró como le dijo. Se alejó de la casa con una sonrisa en el rostro, la mañana se veía aún más bonita de lo que creía.

Off:

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A small fire and good company (Golnar)

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