Noche de sangre y lluvia / libre

Era una noche cerrada y estaba empezando a llover más, mientras yo por los suburbios buscando una victima para alimentarme, había escogido aquel sitio, ya que no era una zona muy transitada por la gente y el lugar perfecto para una pequeña caza nocturna, y quizás incluso divertida.
Las calles estaban muy oscuras y se podia oir el sonido de la lluvia contra las casas y los contenedores de basura de los alrededores, mis pisadas en los pequeños charcos formados en las callejuelas. Era una noche perfecta para mi y mis intenciones, había visto algunas personas por la calle pero no me interesaba ninguna de ellas, la mayoria eran borrachos que iban dando tumbos de un lado o vagabundos sucios tirados en algun callejón tapados con cartones, debajo de los tenderetes de las tiendas para no mojarse y lo que yo buscaba era, a poder ser, alguna víctima despistada que deambulara sola por esas calles y sorprenderla.

No debían ser mas de las diez de la noche cuando vi a una persona que caminaba velozmente por la calle tapandose con una rebeca; ¡la victima que estaba buscando desde hacía ya un rato! asi que sin perderla de vista pasé por su lado simulando chocar con ella por culpa de la lluvia. Un truco estúpido, pero efectivo:

-Perdone, con esta lluvia no me he dado cuenta de que habia alguien mas adelante.- le dije gentilmente ya que se habia asustado un poco con el choque, aunque me respondió que no me preocupara. que no pasaba nada, que era normal con esta lluvia chocarse con alguien y que por un momento pensó que yo era que era una ladrona, pero yo era un ladrona, era un vampira que queria beber de su sangre.

-No se preocupe, no soy ningun ladrona, soy algo mucho peor.- La víctima se asustó un poco con lo que le dije e intento huir, aunque yo le cortaba el paso cada vez que intentaba ir a algún lado Cuando me percaté de que no había nadie le tapé la boca y le llevé a un callejon solitario donde la estampé contra la pared.

-No se preocupe no le dolera, o tal vez si, yo no soy quien para decidir eso.- cuando me fije que no tenia marcas de ningun tipo me abalancé contra su cuello y clavé mis colmillos en este, mientras la tenia sujeta por las muñecas. Se resistia, por lo menos al principio, luego la resistencia fue mermando hasta que calló al suelo inherte, al tiempo que me limpiaba los restos de sangre con mi mano mojada.

Me encontraba en ese callejón con un cadáver del que me tenía que deshacer, y transportarlo no seria un problema para mi a no ser que alguien me viera y saliera corriendo, poco probable siendo de noche y con ese temporal, asi que la cogí como un marido a su mujer para llevarla a su habitación en su noche de bodas y empecé a caminar a la salida del callejón, pero me detuve a pocos pasos de la misma al percatarme de una presencia, una presencia que no era humana y que esperaba a las afueras de ese angosto callejón, y posiblemente mirandome.

-¿Quien eres, y que haces en una noche tan fría y lluviosa como esta?- dije alzando un poco la voz y esperando una respuesta y que no fuese un cazador u otro inquisidor. Lo único que deseaba era deshacerme del cuerpo y huir a mi guarida.