Memory [Drake]

por **Morgana S. Montague** Jue Mayo 12, 2016 1:36 pm

6:30 PM
Viernes - 16 Grados Centígrados

Midnight, not a sound from the pavement; Has the moon lost her memory? She is smiling alone.

El viento acompañaba su tarareo melancólico. No había nada más que disfrutara que la compañía de la luna y su misterio, la transportaban a otro lugar y la adormilaba con sus melodías. Los silbidos de la brisa nocturna le regalaban un concierto de notas sublimes que la hacían sentir segura y familiarizada con el ambiente; después de todo, su carrera, inspiración y vida era la música. Viví y moría por ella, pues fue quien la acuno de pequeña y la formo en la persona que hoy en día tenía el valor de presentarse ante los demás demostrando que no necesitaba nada más que su talento para resaltar.

Por supuesto que había disfrutado de lujos, y que como otras señoritas, su niñez consistió en una clase constante de cómo actuar ante un público prejuicioso e inmoral, pero claro, esto último muy a su juicio. Asistió a bailes, tardes de té, eventos en las plazas, bodas y un sin fin de jolgorios que se le pudiera ocurrir a cualquiera que poseyera más de un bien mueble e inmueble a su poder. No se arrepentía de nada que le había tocado vivir, pues la suerte la había agraciado con unos tutores acomodados que se habían enamorado de su inocencia, hasta el punto que la presentaban como su hija ante los demás.
Siempre ha tenido presente sus raíces, y quienes son sus verdaderos padres, pero desde muy niña estás personas se habían ganado a pulso un sitio en su corazón y no habría forma de sacarlos de allí.

Una parte de su infancia se basó en el estudio y la otra en lo más oscuro… En los trasnochos y fobias. Se podía decir, que nunca ha estado muy a gusto con los lagos, bañeras, mares, ríos, entre otros. Y no es por qué no le gustaran, de hecho el agua vendría siendo su segundo elemento favorito, es solo que cada vez que se sumergía en alguno de los anteriores, saltaban a ella recuerdos de una desesperación por querer salir de estos y pisar tierra firme, y lo hacía. Lo curioso de todo, es que nunca pudo bañarse sin la compañía de su madre, tutora o criada, pues una vez se introducía en el agua trataba de salir de esta aferrándose a la vida pero jamás sacaba la cabeza. Era como si su cuerpo deseaba que recordara algo, pero en su niñez nunca sufrió un accidente de ese tipo por lo que le atribuyeron todo a que le temía al agua pero ella sabía que no era del todo cierto. Sus sueños le revelaban otra cosa.

In the lamplight; The withered leaves collect at my feet,and the wind begins to moan

Se abrazó a sí misma mientras la brisa le despeinaba el cabello. Los recuerdos cuando querían podían un arma de doble filo, aun así, no se iba a permitir que le arruinaran la noche y menos después de la magnífica presentación que había dado. Medio Paris observándola, un fallo y su carrera quedaba en el olvido. Cuanto se alegraba que en vez de buches recibiera aplausos y virotes. Las hojas marchitas se acurrucaban en sus pies mientras sus pasos se hacían cada vez más lentos y su voz aumentaba el tono cada vez más. La poca gente que aun transitaba por las calles la observaban con escrutinio. Suponía que no era muy común que una dama se paseara cantando por la noche. Se detuvo en un paredón de una calle solitaria y subió la capucha de su manto para pasar desapercibida. Después de unos minutos de confirmar que nadie más iba pasar, se agacho para retirarse las botas clásicas de su vestimenta hasta que escucho unos pasos. Se incorporó violentamente para observar quien venía en dirección a ella y contuvo la respiración. No era bien visto que una mujer estuviera sola, descalza y con una manta encima y si a eso se le sumaba que era artista. El escándalo.

- ¿Buenas noches? –Pregunto sin poder aun reconocer bien quien era él o la que ahora le acompañaba en el callejón vació. - ¿Desea algo? Disculpe pero no puedo verle gracias al claro oscuro de la noche.