Trauma - Memory in red- [Summer]

por **Louis J. Bouquet** Jue Feb 16, 2012 8:13 pm

Una mente que cae en decadencia, mientras una sonrisa, alumbra siempre el dia en el rostro del joven cambiaformas. Louis ese tipo de personas que pueden ser todo un caos de trozos de cristal por dentro, y sonreir como un niño despreocupado. La verdad, es que no podria pedirle mas a la vida. Tiene lo que siempre deseo. Una hija. Sonrie siempre coqueto a recordarla. Esa niña de mejillas rosadas y dientes de leche que siempre se asoman para hacer sentir orgulloso a papa. Cualquiera que los ve, cuando salen por las calles de Paris, seguro que creen que ha quedado viudo, o que ha robado la hija a su madre. No hay mas. Nadie sabe mucho, salvo las personas con las que hizo lazo fuerte, desde hace un año, que llego a la populosa Paris.

Ahora la pequeña esta en casa, dormida o tal ve ya este despierto el vampiro con el que comparte casa. Ahora se ha alejado demasiado de las zonas seguras, y a caminado hasta llegar a ese lugar que huele a abandono, dolor y misterio. Medio metido en el bosque, hace dos semanas que lo vio, cuando volvía a casa, cazando un ratón -si, hay cosas que como gato no sabia negarse, no podia frenar ese instinto animal que lo dominaba-. No entro, por temor a que el lugar terminara por caerse y el quedara dentro. No es que tuviera miedo a la oscuridad.

Como fuera, cruzo lo verja. Se hizo un poco de daño, nada que lamentar, solo un rasguño en la mejilla y el dorso de la mano. Empujo la puerta, que se salia de sus goznes. Todo esta cubierto por una capa de polvo. Nadie habia estado alli. Claro, habia centros mucho mas modernos y caros en el centro de la ciudad, o en las orillas. Ese estaba muy lejos. Solto una risita. Siempre se creyo un loco, y alli estaba. Aunque habia algo que fallaba. El paciente no tenia ni un solo medico a disposición. Ni modo…

Subio dos pisos, muchas puertas caidas, o cerradas. Sus pasos no se escuchaban. Solo su respiración y el rechinar de las tablas, y el viento a través de lo cristales rotos. Llego a lo que parecia una de las salas mas grandes. La ventana era enorme, y aun conservaba unas raidas cortinas, que se agitaban fantasmalmente con la brisa vespertina. Avanzo hasta una de las camas, un colchón delgadisimo, cubierto de polvo y algunos papeles. Se sento alli, juntando sus piernas en su pecho, en actitud ausente. Y cerro los ojos. Deseaba estar solo… Mentira, eso era aislarse, y la verdad, no lo queria.

por **Summer J. Abadie** Lun Mar 05, 2012 7:58 pm

Los violínes aún resonaban en mi cabeza, terminando en finas y desafinadas notas que punzaban, presionaban en mi cabeza. No podía quitarme las imágenes borrosas que confundían mi mente, la agonía de ese día. No entendía que había disparado a mi sub consciente a obligarme a recordar, en forma de horribles pesadillas, el día en que había vuelto a nacer y abandonado a mi familia humana. Era un peligro para ellos, era un peligro para ellos... aquella había sido la patética excusa que me había servido de máscara para poder huír. ¿Acaso me había parado a pensar en ellos siquiera un segundo luego de haber huído de casa? La respuesta era no.

No quería pensar en qué clase de ser me había convertido. Y no, no le echaba la culpa al vampirismo de haberme transformado en lo que era. Mi forma de ser era mi responsabilidad, mi culpa. El resultado de estar años escondiéndome detrás de una falsa máscarilla. El resultado de nunca haber parado a pensar en mis acciones y simplemente robar la sangre ajena como si fuera mi derecho.

Luego de ese atardecer paseé por las calles parisinas sin un rumbo fijo, eligiendo siempre el camino más oscuro, el menos concurrido. Mi mente estaba muy ocupada para procesar donde me encontraba. Y así de a poco llegué a ese lugar. Parecía un hospital abandonado. Me disponía a dar la vuelta y buscar otra calle cuando vi movimiento dentro. ¿Acaso era un reflejo de mi locura?

Un reflejo fue lo que me llevó a saltar la verja y antes de darme cuenta corría escaleras arriba a ver de donde había venido ese movimiento raro. Algo me impulsaba a ir más adelante, mi instinto no me alertaba peligro así que tampoco estaba muy preocupada. De pronto comencé a andar mucho más sigilosa y logré unas cuantas puertas más adelante logré oír una respiración. El lugar daba asco cuando entré, pero no reparé tanto en ello sino en la figura que se hallaba hecha un ovillo sobre uno de los delgados colchones.

-Se... se encuentra bien?- murmuré al ver que no reparaba en mi.

off. Lo siento, estaba de vacaciones :c

por **Louis J. Bouquet** Jue Mar 08, 2012 6:12 pm

Hasta que tu angustia duerma, lléname con la blancura de tu tristeza.

El hombre de cabellos rubios, término por dejar su cuerpo caer, siguiendo esa línea de movimiento, dejando todo su peso, sobre el costado izquierdo, la mirada ausente, miraba un punto lejano en la pared de enfrente. O, más bien, en un punto más allá de esa dimensión, de ese espacio. Dentro de él mismo, seria la respuesta o afirmación más acertada que alguien externo y el mismo, podrían dar. La verdad de toda esa maraña de pensamientos, solo la tendría un ser supremo, que se divierte sin duda, jugando con sus ingenuas creaciones.

Respira apenas, a un ritmo naturalmente lento. Desea que sus pulmones dejen de funcionar, y asi, perderse en esa blancura, que debe tener la muerte. ¿Será verdad, que vienen nuestros seres queridos, por nosotros? ¿O será aquel ángel de la muerte, un shinigami, que es el amigo más cercano que se tiene cuando uno exhala su último aliento? No importa que sea, Louis quiere verlo. Le gustaría, es curioso, y suicida. Mala combinación, sin duda. El cambiaformas que yace tumbado sobre aquel viejo trasto, es un hombre egoísta y patético.

El latido de su corazón, era perfectamente audible, para su oído, incluso, podía sentirlo. La sangre bombeaba con mas fuerza el lado que mas resguardaba aquel órgano que solo sabe hacer “bum, bum” y mantener vivo a quien muchas veces, no lo desea. Si, estaba pesimista, y que? Ahi…No, si había alguien, no solo las ratas, búhos y demás animalillos que allí hicieran su nido. Entrecerró sus ojos. Era un ser que bebía sangre, como aquel joven que calentaba su cama por las noches. Aguzo el oído, quizás, andaba de paso. Pero no. El olor se hizo intenso. Y la presencia, en la habitación, mas notoria. No atacaría, mientras aquel no lo hiciera. Y… solo una pregunta, le alcanzo. Una sonrisa sarcástica, sin moverse de esa posición.
-¿Qué es para ti, estarlo?

Nunca olvides, que estaba cautivado por ti, que conoces el dolor. Y por ti aquí esperare.

Off: no te apures, ando lento, de media ausencia u.u

por **Summer J. Abadie** Jue Mar 08, 2012 8:45 pm

Su mirada continúo perdida, apuntando hacia algún lado por detrás mío. Por un momento me pregunté si no estaría psicológicamente afectado, sino sería un ex paciente que decidió volver al lugar en donde solía estar cuando humano.

Miré lentamente alrededor al ver que no movía un músculo... era ese típico estilo de hospital mental que se le forma a uno en la cabeza, o daba ese aspecto. Las camas viejas... seguro habían atado a varios a ellas. Los drogarían? Ese lugar lleno de polvo y secretos oscuros daba miedo, el lugar donde solían habitar las mentes perturbadas. Y si alguien hubiera muerto aquí... permanecerían sus almas en pena? Un millón de preguntas sin respuestas se formaban alrededor del edificio... no había ni que mencionar alrededor del hombre delante mío.

Le miré con curiosidad ante su respuesta y ladeé mi cabeza. Pregunta filosófica. Qué era estar bien? Ja. Pues mucha gente diría que estar bien sería estar rodeado de lujos, de salud y amor... era más complejo que eso. Cualquier ser humano sufre de angustia en cualquier situación y eso ya no es estar bien. Intenté razonar un momento sin enredarme en mis propios pensamientos.

-Le veo entero, ese es un buen comienzo.-dije acercándome a él con cuidado, midiendo su reacción con cada paso hasta llegar a sentarme a su lado.-Pero si gusta contarme cual es su definición de bien, adelante. Estoy segura de que podré entenderlo... o intentar hacerlo.

por **Louis J. Bouquet** Dom Mar 11, 2012 2:58 pm

Su aroma era lo único que lo tenia alerta. Si fuera una humana normal, no se hubiera molestado siquiera en dirigirle la palabra, se haría el muerto, o un simple bulto más; y, además, estaba seguro, que no estaría esa dama allí. Era peligroso.
Louis cerró sus ojos un momento. Se hundió en los pensamientos, en su imaginativo. Ella venia por el. Ella lo haría estar bien. ¿O acaso, mentían sus ojos claros? Lo llevaría del brazo, quizás atado a una silla o a una plancha de metal. Olería el miedo y la crueldad en las paredes. Y la maldad insana de las personas de bata blanca y sonrisas demoníacas. Ahora sentía el frío de aquella mesa, sobre su espalda casi desnuda. Y las luces que enceguecen… El ruido del taladro, y…

-El cuerpo, bello empaque, no te parece? Soy… ¿te parezco lindo? Solo puedes ver eso. Es lo que importa a los demás… puedo estar sano por fuera, con las mejillas sonrojadas, mientras corro con mi hija, bajo los rayos del sol que no ven los de tu especie. -Hace una pausa, y media sonrisa automática, surge al mencionar a su pequeña Aly.

-Las personas, ocultan sus corazones destrozados. ¿O acaso, te gusta vivir de noche, para toda una eternidad? ¿No hechas de menos la tibieza del sol en tu piel? El color azul del cielo, o las nubes que son mecidas por el viento al medio dia? - menciono, con un tono bajo, mientras la veía acercarse. Entonces, dejo de hacerse un ovillo, para sentarse con la espalda apoyada de nuevo sobre la pared. Sin perderla de vista.

- Es algo que no puedes definir con palabras que se desvanecen con el tiempo, es algo que sientes en algún lugar de tu pecho… supongo.

por **Summer J. Abadie** Dom Mar 11, 2012 8:40 pm

El joven cerró los ojos y volvió a tardar en contestar. Parecía sumido en sus propios pensamientos. Me pregunté un momento que podría pasar por debajo de esa cabellera rubia en aquellos momentos. Su olor, ese olor animal... no era humano, evidentemente. También me tomó un par de segundos dar con la respuesta. En realidad, pocos conocía como él.

Sin embargo, cuando habló, remarcó lo superficial de mi comentario y las fallas que hasta yo misma le había visto antes de ponerla en palabras. No bastaba con estar bien externamente. Aún así, qué sabía yo de estarlo? Nunca había sido completamente feliz. Era siquiera posible? Siempre había problemas, más grandes o más chicos, nunca nada era perfecto. Tan mal no parecía estar cuando nombró a su hija, con una media sonrisa llena de afecto que por un momento me dio ganas de abrazarlo.

No esperaba a que mencionara algo así sobre mi. Por supuesto que lo extrañaba, y había tocado un punto débil (aunque extrañaba más el no poder tener hijos). Observé impactada como la conversación daba un giro mientras él se incorporaba. Ni siquiera reparé en su mirada.

-Por supuesto que lo extraño- musité un poco agobiada, recordando mi humanidad.-Pero es algo que no debo recordar porque jamás tendré de vuelta. La infalible memoria de un vampiro no hace más que simple daño.

Meneé mi cabeza en negación, intentando aclarar mis pensamientos. -No soy yo quién estaba hecha un ovillo en las ruinas de un hospital mental hace un par de segundos- elegí mis palabras con cuidado, chocando con su mirada color del hielo. -Qué despierta el vacío en tu pecho?

por **Louis J. Bouquet** Dom Mar 11, 2012 9:33 pm

Tarde se dio cuenta, que había hablado sin pensar. En verdad, sabía que acaba de meter la pata y hasta el fondo. Era natural en él. Era un idiota con sonrisa de niño bueno. Aunque en ese momento, pareciera una especie de vagabundo bien vestido. Poco menos que un loco, pero… ¿inspiraba temor? O solo… pena, lastima… repugnancia? ¿Qué imagen tenia de el la chica de cabellos claros? Paso saliva, antes de pegar mas sus piernas a su pecho, como un niño de mejillas sucias hiciera muchos años atrás, arrinconado en una casa que ya no era un hogar, un lugar que tenia que abandonar, mientras tenia un cadáver a solo unos metros, uno que había abrazado con desesperación durante varias horas, hasta que el calor se esfumo.

El cuerpo inerte de su madre.

Jérémie suspiro, desviando por completo la mirada de la dama, por un momento. Con un tono menos a la defensiva y si algo mas… ¿Era disculpa? No, pero, si cambiaba el color en el que le hablaba. -Perdona, no debí decirte eso. Soy un niño, eh? No se lo que es estar en un lugar como el tuyo, por mucho que me rodee de gente como tu. Jamás lograre comprenderlos, verdad? Nadie sabe hasta que experimenta en carne propia. -Miro sus rodillas, como si fueran la cosa mas interesante en ese instante, antes de volver a mirarle, mientras le mencionaba aquello.

El cambiaformas, rió, su risa reboto en las paredes como un eco fantasmal, tan poco acostumbrado ese recinto a recibir tales sonidos. Al menos, de esa manera casi pura y no llena de dementes pensamientos sin razón. Se acerco con agilidad, apoyando sus manos sobre aquel colchón, su cuerpo era flexible, y cada movimiento era cuidadoso como el de un gato. Inclino su cuerpo contra en de la chica, con una sonrisa de medio lado y una mirada perspicaz. -Touché…-Exclamo un susurro parecido a un ronroneo, su mano amago el gesto de tocar su cabello, mas sus dedos, se cerraron en el aire. -Un corazón que duda

por **Summer J. Abadie** Dom Mar 11, 2012 10:04 pm

Parecía asustado, arrepentido... quizás incluso triste cuando le vi llevarse las piernas al pecho nuevamente. Su expresión me afligía a mi también, parecía miserable, aunque su aspecto era pulcro y cuidado. No era un hombre de la calle como aquella familia humana que yo recordaba. En un reflejo y sin pensarlo llevé mis dedos al collar alrededor de mi cuello, acariciándolo y sintiéndolo entre mis manos, dejando fluir los recuerdos de aquellas personas de las que había sentido amor por primera y única vez.

Me encojí de hombros, restándole importancia a mi aspecto y condición. Cada uno tenía lo suyo y ser vampiro era bastante lejano al modelo de persona normal, debía admitir, pero eso no le restaba valor a los demás. Por ejemplo, jamás se habría querido meter en los zapatos de un licántropo habiendo presenciado sus dolorosas transformaciones a la luz de la luna.

-Si pareces un niño de a ratos, pero no por tus palabras- me acerqué con cautela y me senté a su lado en la camilla.-Tienes mucha razón, no sé que sería de mi si me pudiera convertir en diferentes animales, sin estar segura de que ser humana fuera mi condición normal- solté una pequeña risita.

Quedé naturalmente impactada al oír las risas resonar en la habitación, una habitación que probablemente no había escuchado una risa genuina en siglos. Por un momento el mundo se detuvo mientras pensaba si su movimiento sería peligroso o no, sin embargo su mano se detuvo a media distancia y me quedé observándola con cierta curiosidad.

-Por qué lo hace? Por qué duda?- pregunté sin poder evitarlo, las palabras fluyendo de mis labios sin una traba, como bajo un hechizo. De pronto me sentí una niña de nuevo, la niña pequeña y curiosa que solía ser, la que preguntaba todo y por todo.

por **Louis J. Bouquet** Lun Mar 12, 2012 4:57 pm

De cierta forma, le gustaba que le dijeran que era un niño. Uno siempre es puro, solo viviendo a base de sueños. Correteando nubes de algodón dulce, en busca de un galeón hundido con un tesoro perdido. No tiene más preocupación, que el llenar el aire con sus risas. Sonrió de medio lado, dejando que el largo flequillo rubio, le cayera sobre la cara. Noto como aquel viejo colchón cedía al peso de la chica.

-Me gusta mas ser un animal que un humano. Cada noche que mi cuerpo cambia… -Levanto su mano derecha, y observo su palma, mientras la giraba, hasta que su dorso quedaba visible para su mirada.-A diferencia de los lupinos, la madre Luna, la señora de las criaturas nocturnas, como nosotros, es una decisión. Yo controlo eso, aunque, claro, no es tan simple como parece. Supone un esfuerzo… - Bajo su mano, uniéndola a la otra, para seguir sosteniendo sus piernas. Ella había reído, como si aquello fuera algo gracioso. - Uno tiene cadenas menos pesadas, sobre cuatro patas.

No se aparto, aun después de su acción. No le tenía ni pizca de miedo. Claro, Louis, eres un gatito mimado, no generas nada de terror, con tus ojos rasgados en un color imposible, brillando en medio de aquella sala en donde el tiempo pasa y no. Entonces, era seguro, seguir con sus acciones sin pena alguna. Su mano termino el trayecto, mientras la contraria, se apoyaba sobre la sabana, aguantando su peso, el se inclino, enredando sus dedos en aquel cabello tan suave, que solo por decencia, no se atrevió a olisquear. Estaba muy cerca, pero ¿eso no era invadir el espacio personal ajeno, verdad?- Mi corazón late pesadamente, y el cielo se encuentra cada vez mas lejano, mi cuerpo es débil…. Y creo que puedo desaparecer en cualquier instante. - Hizo una pausa, y suspiro. - Duda por que es un idiota, como su dueño. ¿No te parece patético, que las personas tengan tantas dudas, cuando lo tienen… cuando tienen lo que siempre soñaron? ¿Qué haces cuando ya no tienes una estrella que brille como la primera noche en que la amaste?

por **Summer J. Abadie** Lun Mar 12, 2012 6:07 pm

"Uno tiene cadenas menos pesadas, sobre cuatro patas." Esa frase quedó resonando en su cabeza, como una de esas frases, una de esas lecciones de vida que cuando se ponen en las palabras exactas se vuelven legendarias. Por un momento deseé poder tener cuatro patas, de ese modo podría escapar de Raphael apenas las cosas se complicaran. Claro, siempre estaría la desilución de al volver a ser humano tener que enfrentar de golpe todo eso que se había dejado pendiente.

Bajé mi mirada nuevamente a su mano, que se volvía a mover hacia mi. Contrastaba esa mirada de niño que tenía, en esos ojos casi blancos, con la mano huesuda y larga que se enredó en mi cabello. Su tacto se sentía inusualmente cálido contra mi piel fría. Si mi dueño hubiera estado allí probablemente le habría tenido que sacar el brazo, sin embargo nadie me veía en estos momentos y estaba harta de tanta agresión. Yo no era violenta, no era lo que ellos querían que fuera. Pero debía intentarlo. A cambio sabía que nada me lastimaría, sino él.

Ladeé la cabeza, intentando entender lo que sentía. -Bueno, a veces la gente se cansa de la normalidad de las cosas. Lo interesante es la subida, una vez en la cima puedes llegar a aburrirte. La duda es un buen signo, es algo con lo que cualquier ser humano lidia, lo exprese o no- llevé mi mano hasta la que él tenía en mi cabello, tomándola entre la mía.-Pero supongo que en ese caso puedes intentar alcanzar otra estrella.

por **Louis J. Bouquet** Vie Mar 16, 2012 11:01 pm

Ronronea, pequeño, aguza tus pupilas, avanza despacio, una patita delante de la otra, uno-dos, uno-dos. Observa, con tus pupilas sobrenaturales. Encanta, sin ser un hechicero. Así eran los felinos. Muestra de elegancia natural. Ese era Louis.
Sus movimientos eran todos gráciles, como un suspiro. El cambiaformas era demasiado delicado para ser verdad. Noto que la mira acuosa, seguía la línea de movimiento que efectuaba.

Al joven asiático, le fascina la piel de esos seres. Tan desprovistas de un calor humano, y que solo podían confiar en que el calor de sus sentimientos, diera calida temperatura a su exterior. Era fascinante también, ver sus reacciones. Ellos más que nadie, parecían muñecos imitando perfectamente, a los humanos. Era una hermosa señorita congelada en una edad que rayaba en la propia del chico rubio. Permitió a sus labios curvarse hacia un lado, como si quisiera que alguna especie de hoyuelo se marcara, uno que no tenía. Era lo mejor que tenia para dar como tarjeta de presentación. Y solía funcionar bien. La expresión suya se relajo, mientras atendía cada palabra de la joven. Incluso bajo su mirada a la sabana que se encontraba debajo, cubierta de polvo, y que de moverla, quizás para acomodarla, les haría toser, por el polvo acumulado flotando en el aire. Con forme se fundían en el ambiente, Louis asintió.

-Vaya, no había pensando en ese modo. Crei… bueno, lo importante, es que atino perfectamente en el punto. - clavo su mirada clara, incisiva, profunda, mientras sentía su mano ser cubierta. Suspiro. Por un momento, pensó en aquel cambiaformas, asiático como el, que conociera días atrás. Una nueva… aventura? -Otra….? Vaya… creo… que no suena tan mal…-Una mirada traviesa, y una sonrisita, mientras se acercaba otro tanto, hasta susurrar a escasos centímetros de distancia -¿y como se llama esta estrella, tan bonita, pero que solo puede salir cuando la Luna asoma? ¿Cuál es tu nombre, querida mia?

por **Summer J. Abadie** Sáb Mar 17, 2012 3:36 pm

Parecía un poco más tranquilo cuando habló. Su piel blanca como la porcelana y tersa, según pude comprobar cuando la tomé entre las mías, como el terciopelo, fue lo que más me llamó la mirada una vez que perdí el contacto de sus ojos. Estiré mis dedos hasta su mejilla, rozándola con las yemas de mis dedos. Era muy delgado, seguramente no muy fuerte. Daba el aspecto de que una simple brisa lo volaría. En un momento me pareció tan vulnerable como el niño que me hablaba cada tanto, curioso e irreversiblemente infantil.

Su pequeña y torcida sonrisa me motivó, al menos tenía un signo de que no me temía o me odiaba o lo que varios seres sobrenaturales, sin ser vampiros, acostumbraban a hacer en la primera impresión. Mi sonrisa fue el vivo retrato del alivio. Sentí un pequeño estremecimiento cuando me volvió a mirar tan directo, como si pudiera ver a través de mi. Solté su mano. No tendría que haberme acercado tanto, no estaba bien.

Sin embargo su mirada traviesa cambió mis planes, para bien o para mal. Un rato más no haría daño. Me sonrojé levemente, sintiendo como la sangre ajena que manaba por mis venas subía a mis pómulos, reaccionando a su cercanía, a su aliento contra mi cara.

-Summer- murmuré atrapada en su mirada. No era exactamente el tipo de estrella que le convenía, pero aquel lugar tampoco era un lugar conveniente para él, quizás fuera uno de esos a quienes les atrae el peligro o romper las reglas. No, no podía serlo, no con aquellos ojos inocentes.

Extendí mi mano hasta su mejilla, tocándola con la yema de mis dedos. ¿Ronronearía de ser un gato? Me humedecí los labios, intentando pensar correctamente. -Pero usted no me ha dicho su nombre, señor... creo que me encuentro en desventaja- reclamé con una sonrisita.

por **Louis J. Bouquet** Dom Mar 25, 2012 11:34 am

Asi estaba bien. Lo que mas podia gustarle de las personas, era, aquel gesto. Una sonrisa. Una de ellas decia que algo estaba bien, que te hace sentir bien a ti mismo, y lo muestras a los demas. Como todo, puede ser inocente, dulce o sarcastica, y aun asi, no pierde su sentido original. Ese gesto da un brillo diferente a las personas. Por mucho que sea fingida, como el solia hacerlo, cuando se desmoronaba por dentro, solo para dar una buena impresion a los demas. Incluso a Benvolio, al que le dio un trato diferente al conocerlo, pero no duro gran cosa. Aun a pesar de que casi abusa de el.

La mirada del cambiante, entonces, se pinto por completo de picardia, maliciosa travesura. un asi, la dulzura no se aparto. Le causa gracia ver las mejillas de alabastro apenas espolvoreadas de un carmin natural. Era otra de las visiones que mas le gustaban de las personas. Le fascinaba provocarlo, si ser el causante le hacia sentir animalitos voladores en el vientre, y el pecho lleno de un orgullo de casanova, que no se creia, pero que de manera natural, dejaba salir. El pintor que le acogiera en Londres, una vez, mientras el armaba un puzzle tirado de panza sobre el piso del estudio, menciono que quizas eso le venia en sus venas. Herencia paterna, seguramente. Louis era segun Thomas, un ejemplar de belleza exotica.
El rubio solto un carcajada en esa ocasion, mientras, sus mejillas se tintaban, tal cual las de la vampireza en ese momento.

La sonrisa se ensancho. Saboreo el nombre. Era dulce, sencillo pero tenia ese toque de frescura. Como el verano. Sonrio una vez mas. Ella le preguntaba su nombre, mientras tocaba su mejilla, curiosa. El cerro sus ojos, y se dejo ir por la caricia. Paso saliva y ahogo un jadeo. Tomo entonces esa mano que exploraba la piel de su rostro, entre una de las suyas, y la llevo a sus labios. Un pequeño beso, mientras volvia a abrir sus ojos, lentamente, de nuevo la mirada clara del cambiante martillaba la ajena. -Todo un placer, Summer.-Sin soltar la mano que sostenia, llevo la otra detras de su cabeza, apenas, de manera superflua, y de un momento a otro, se aproximo tanto, que casi era un abrazo. A su oido susurro -¿Desventaja? Oh... no lo creo... vamos. No le dire mi nombre entonces... -Una risita traviesa-[b]-Hoy soy tu minino... llamame como desees, corazón mio.

Off: Xd lamento los acentos, se que me fallaron todos xD haha pero esta cosa me los pone al reves o,o

por **Summer J. Abadie** Vie Mar 30, 2012 7:00 pm

Su pícara mirada me dio, por un pequeño momento, ganas de salir corriendo. No me hubiera gustado poder leer mentes y saber secretos ajenos que no se supone que debería. Sin embargo, odiaba estar en desventaja y esa sonrisita suya me daba una sensación de mal augurio, un poco de incomódidad incluso. No saber que le provocaba aquella sonrisa tan ancha y de dientes perlados.
Observé su gesto de cortesía, disfrutando del sentir sus suaves labios contra mi piel de abalastro.

-El placer es mío...-murmuré.

No me gustó mucho sentir su mano detrás de mi nuca, me daba la impresión de que querría besarme. Por supuesto que se siguió comportando como un caballero, solo que me hizo sonrojar un poco más. La invación a la privacidad era ahora muy evidente y podría haber protestado por ello, pero en vez de eso me quedé mirando a sus ojos, ya un poco más acostumbrada a su extraño y atrayente color.

Ladeé la cabeza y acerqué mi cuerpo un poco más al de él, aún sin tocarlo. Yo podía jugar al mismo juego, me dije.

-No le aseguro que este vaya a ser de su agrado-susurré, moviendo bien los labios, cerca de los suyos.-Oh, no, mío no. Mis mininos no duran mucho, no quiero que usted dure tan poco-dije, y recorrí con mi dedo índice su pecho, para luego alejarme y volver a sentarme a la misma distancia de antes.

-Así es como le llamaré, minino...- murmuré casi para mi misma.

off. No te preocupes Wink

Y lamento la tardanza u.u

por **Louis J. Bouquet** Jue Abr 05, 2012 11:14 am

Podria reir, por que sabia perfectamente, que estaba siendo un pilluelo. Lo veia en sus ojos, no podia ocultar tal hecho. Lo sorprendente del caso, es que el cambiaformas jamas se considero un coqueto… bueno, un poco. Pocas personas despertaban en el ese deseo de… jugar con fuego. Ni siquiera pensar en el muchacho peliplata, podia mantener a raya esa especie de impulsos. Louis simplemente, dejaba todo fluir con naturalidad. ¿Acaso estas buscándole una madre a Halima? Aquel pensamiento hizo eco detrás de su cabeza. Llevaba pensándolo demasiado tiempo. Primero, como un algo que sabes que sientes, pero ignoras. Ahora con mas intensidad. Recordaba perfectamente, aquella tarde, en que, habia salido con su pequeña hija. ”No te quiero” Aun le dolian esas palabras, ero eso no era todo lo que habia dicho la pequeña. No, ella extrañaba a sus padres biológicos. Entre ellos, claro esta, la figura de una madre

Para despejar tal nube de pensamientos que lo agobiaban, sonrio, al escucharla nuevamente. ¿Era una lectora de mentes? ¿Vivia sola? ¿Cuántos años llevaba con aquella figura? Ah, si, si, Louis era un curioso gatito de mirada color de cielo matutino. -¡Ah, no este tan segura! –Exclamo en el mismo tono confidente. Realmente complacido por esa cercania, para que negarlo. Y entonces, al sentir su dedo sobre su pecho, contuvo el aliento, solo observandola con mas intensidad. ¿No durarle mucho? Por favor, Louis podria ser todo, menos un gato desafortunado. Todo lo contrario, aun no sabia como lo conseguia, pero siempre salia bien parado de las cosas. Las personas solian caer enternecidas y el claro que era compensativo. Excepto aquella vez, con aquel brujo italiano. Pero esas cosas, ya no tenian ninguna importancia. Se alejo, y el chico suspiro. ¿Minino, eh? ¿solo eso? Bueno, al menos, no me ha puesto un nombre ridiculo como FIFI o SnowBall o de esas cosas que mas que nombres para un amigo… -El chico tapo su cara, comenzando a reir. Era facilísimo imaginarse con un moño enorme en color pastel y un cascabel. ¡Dioses! ¿Vives aquí?

por **Summer J. Abadie** Jue Abr 05, 2012 12:18 pm

Solté una carcajada. No tenía una mascota desde aquel gato que solía merodear por su casa cuando era una niña pequeña. No era de ellos y la pobre gata, flacucha y vieja, cada vez que era alcanzada por las manos de mis hermanos o yo sufría varios manotazos y golpes contra el suelo. Sin embargo siempre volvía, siempre caía sobre sus patas y jamás nos había arañado. La pobre debía de estar muy vieja. Y lo único bueno que le habíamos dado era el nombre de Pelusa, que para variar era espantoso.

Tiene una risa contagiosa.-pensé. Don de pocos.

-No aquí, no estoy loca- sonreí de lado. Aún no podía descartar que él no lo estuviera, quizás si era de ese lugar. Aunque dudaba que pudiera tener familia viviendo aquí con él, a no ser, claro está, de que estuvieran todos igual de trastornados. De lo cual no parecía haber tanta chance.-Pero si, vivo en París desde... siempre. Aunque son muy pocos años cuando se trata de mi raza.

En realidad, casi todos los de mi raza lo primero que hacían era irse lejos, de viajes largos. Pocos eran los que no conocían algo que no fuera Francia, nunca había encontrado a nadie que no hubiera salido de París. Si era un rasgo típico se habían olvidado de pasármelo en la sangre. Tampoco había faltado oportunidad para querer irse, entre la inquisición y el terror, habían sido momentos difíciles en los que ni aún así había abandonado mi ciudad.

En el fondo quizás fuera porque lo único de familia que había conocido aún habitaba allí, o al menos sus descendencias, aunque jamás los había vuelto a visitar. Me perdonarían? La familia perdona, pero perdona a vampiros? Y si me entregaban a la iglesia? Mejor no, muy arriesgado. Pero, algún día me alejaría de todo eso... algún día superaría la pérdida de afectos. -Siempre he querido conocer como es afuera de París. Usted conoce?

por **Louis J. Bouquet** Dom Abr 08, 2012 1:34 pm

El chico la miro con una sonrisa divertida. ¿Qué no estaba loca? Menuda broma. Sino fuera asi, por que estaba alli con el, en medio de la oscuridad apenas entrecortada por los rayos de luz nocturna que entraban a través de los cristales cortados y aquellos trozos de tela, antes llamados cortinas, que se caían a pedazos? Alli, con el, un gatito coqueto, solo, lejos de casa. Lejos de miradas indiscretas? Un gato embustero desde los bigotes hasta la punta de su cola. Era bueno si, pero tambien podia ser una persona poco…

Lo se, lo se Summer-Ladeo su cabeza suspirando con teatralidad. Asi eran ellos. Los vampiros con mas de medio siglo de vida, solian exagerar con el tiempo. Un año era para ellos un respiro. Noche tras noches, ver como todo cambia y tu no… como eres olvidado, por los que te creen muerto, por que no siempre puedes estar con ellos… Debe doler. El vive con uno, y sabe, que sufrira cuando el crezca, cuando la vejez llegue a su cuerpo. Cuando Halima sea una damita, y el dia de su boda… solo este el cambiaformas a su lado, mientras los rizos rubios brillan al sol. Doloroso, si, y por eso, tanta confusion que lo tenia traumado.- Tengo contacto con gente como tu todos los dias. Si, debe ser un milagro seguir vivo para mi…

Se quedo pensando ante su pregunta, apoyo su cabeza en la pared, llevando sus manos a su rostro, tallándolo un poco, asintiendo en el acto. -¿Y por que no has ido? Como ya te lo dije, conozco a mas de tu raza. Y han viajado muchisimo, a todo lo ancho de Europa, algunos, mas alla.- eso era verdad, solo bastaban un par de precauciones, y habilidad. Solo eso. -¿Qué si yo conozco? Bueno, yo no naci en ningun lugar de Francia, aunque mi padre, mi madre me dijo que el venia de aquí. Tal vez, tenga familia, primos, quizas aun vivan mis abuelos… Pero, yo no lo se. Y ellos, de todos modos, no me aceptaria, tampoco lo hicieron mis familiares en mi tierra natal. Yo naci en un pais, un imperio, en oriente. Me fui muy niño… Pase gran parte de mi vida entre Escocia e Inglaterra. Me gustaria volver a viajar, pero, no lo se…-Hizo una pausa para proseguir mirando por la ventanilla- Viajar ahora es peligroso, al menos por trenes o barcos, con tanta vigilancia. Los caminos, son mas faciles de traspasar… Los cazadores encuentran en Paris y sus alrededores, un campo perfecto de juegos. Y no me gustaria arriesgar a mi hija. Es… tan pequeña…-susurro. Siempre que hablaba de Halima, sus ojos brillaban con una chispa especial -¿Te has topado alguna vez con uno de ellos?

por **Summer J. Abadie** Sáb Abr 14, 2012 9:54 pm

Me resultó graciosa la manera en que me miró cuando dije que no estaba loca. No supe si hacerme la enojada o dejarlo pasar. Fruncí mis labios, conteniéndome de hacer ese puchero infantil que siempre hacía, y me incliné un poco hacia adelante, pellizcando suavemente su brazo.

-Minino, te burlas de mi? Enserio no estoy loca. Te recuerdo que tú eres el que está allí sentado, todo a tus anchas, conversando con una vampira que en cualquier momento te puede saltar al cuello, en un sanatorio mental en plena noche. Aquí sería muy fácil para mi esconder tu cuerpo. No entiendo por qué no has salido corriendo ya.- me crucé de brazos, haciéndome la ofendida.

-Creo que aún no se lo suficiente como para poder arreglármelas sola fuera de mi ambiente. Apenas puedo con la situación actual en París, huyendo de la iglesia... Pero algún día lo haré. Además, París es ya parte de mi.- Lo miré como si me hablara en un idioma diferente, captando las frases sueltas. Parecía tener recuerdos borrosos o dificultad al contar su historia. Un imperio de oriente? Tan poco sabía de esos lugares que preferí no arriesgarme a demostrar mi ignorancia respecto a ellos y terminar sintiéndome una burra.

Asentí y lo miré preocupado. -Lo entiendo. La ciudad se ha convertido en un lugar peligroso para todos, no puedo imaginar que peligroso estará para una niña pequeña, que no suelen conocer mucho de peligros- hice una mueca. -Pues sí, una vez. Me quitó sangre, aunque no sé para qué. Si mi mejor amigo no hubiera estado allí, que es un licántropo... bueno, me pegué un buen susto. Y tú te los has topado?

por **Louis J. Bouquet** Dom Abr 15, 2012 12:48 am

¿Estaba molesta? Aquella expresión no sabia del todo, como interpretarla, parpadeando con esas pestañas tan rizadas que no parecian normales, luego un pellizco en el brazo, que lo hizo soltar un ligero “auch”, y mirarla con reproche. Divertido, claro esta, el cambiaformas era bastante bipolar. Podia pasar del llanto a las risas con una facilidad que te hace dudar si realmente, no se oculta tras miles de mascaras.

Negó suavemente, acercándose un poco, haciendo círculos con su dedo índice sobre las sabanas rotas de aquella cama. Una mirada desolada, para conmoverla. Maldito gatito, eres un pillo. -No me estoy burlando de ti, querida. ¿Acaso me crees capaz de un acto tan poco caballeroso, y dicho sea de paso, decoroso? No, claro que no.-un parpadeo mas, antes de volver a sonreir, dejándose caer de costado, muy cerca de ella nuevamente. Si, una risita cantarina -Yo nunca dije que no estuviera del todo… ¿loco? Ja! Y que sepas, mi amor, que no tengo miedo. Se que no serias capaz de hacerme eso. Antes lo han intentado, y mirame. Si ese fuera tu proposito, ya no verias este cuerpo de hombre y si el de un gatito, algo desarrollado. ¿Acaso crees que me dejaria come tan facil? - Sonrio, con aire de suficiencia. Al unico vampiro al que le permitia beber de su sangre, someterlo, era a
Imre, su pareja. Solo al peliplata…
-Oh si, la Iglesia, un dolor de cabeza hasta para los propios humanos. ¿A cuantos inocentes no se llevan por no comprender los pensamientos liberales?-Murmuro. Lo miraba de una manera tal, que le recordo a esa chiquilla que se vestia de hombre. Parecia haberse ido de Paris, una pena, era una gran persona y lo hacia sonreir ¡Como olvidar la vez que le dijo que estaba embarazada de el, tan solo por abrazarla! Louis no paro de reir en esa ocasión. Tambien habia dicho que aquel lugar de donde venia el, era un invento. ¿Estaria pensado ella lo mismo? Decia que habia vivido toda su vida en Francia, no?

-¿Qué si me los he topado? Ya lo creo que si. Era un Inquisidor, si,
pero sabes? Era como tu. Ese dia no las llevaba todas conmigo… y…-¿Cómo decirle que casi lo habia deseado? Morirse en ese mismo momento, por la simple desesperación de su vida, todo se habia acumulado y el era solo un hombre, no podian culparlo.-No me quito sangre, haha, como a ti, pero si quiso hacerme cosas menos nobles sobre el suelo lodoso. -Una sonrisa de medio lado, con las mejillas algo rojas. No era culpa del cambiaformas, tener esa cara de doncel. Mas de uno habia querido poseerlo. ¿No es asi? -Pero, como puede ver, sigo vivo. Aunque la verdad dudo que si me llego a topar con otro, corra con tanta suerte.

por **Summer J. Abadie** Mar Abr 24, 2012 10:41 am

Dejé entrever una torcida sonrisa. A mi con caritas tristes no, pensé. De chiquita había tenido ese lado extraño de mi, como una segunda cara de mi personalidad que siempre estaba oculta a la que mi lado racional y sincero le temía. Ese lado al que le gustaba sentirse superior y presionar a la gente hasta el punto de quiebre. Lo tenía bajo control, siempre, pero aún solía disfrutar internamente el hacer maldades, quizás por eso el beber de la gente hasta vaciarla no me hacía sentir remordimiento alguno, solo placer y poder. Aunque incluso en ese momento, su fachada parecía un poco falsa. Pasar de ser un mimoso a ponerse mimoso y ofendido, no me conmovía en absoluto.

-Pues eso parece, la verdad.

Por un momento me pregunté si habría algo que él en verdad pudiera hacer en contra mío si qusiera matarlo. Si, era un cambiaformas... pero un vampiro era mucho más fuerte que cualquier animal. -Apuesto a que sería un desafío interesante, minino. Aunque confiarse de uno mismo nunca hace bien. Como en ese cuento de la liebre y la tortuga.

Permanecí callada ante su pequeño relato. Un brillo pasó por sus ojos y se volvió a extingir rapidamente. Ojalá pudiera leer la mente. Me costó un par de segundos comprender lo que intentaba decir. -Qué intento qué?- pregunté incrédula. -Pues la verdad preferiría que me matara a que uno de esos pusiera sus manos sobre mi. Pero parece que tenemos distintos puntos de vista- hice una mueca de disgusto.

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