AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Fragmentos de un sueño ~#Clyde
2 participantes
Página 1 de 1.
Fragmentos de un sueño ~#Clyde
Pequeños haces de luz se filtraban de forma sutil entre las copas de los árboles creando un halo de misterio a mi alrededor, mis pasos apenas audibles sobre la vegetación del bosque, eran el único sonido audible. Buscaba algo, no, mas bien a alguien, podía sentir que así era sin lugar a dudas. Mi corazón se aceleraba más y más a cada paso que iba dando, en dirección al claro bañado por la luz de la luna. Mis pasos finalmente cesaron, parando entre los árboles que marcaban el fin y en dónde este se ensanchaba mostrando el claro. Por un momento, mi respiración cesó, de igual forma que el latido de mi corazón, observando la figura masculina que ahí se encontraba. Sin que yo fuera apenas consciente, empecé de nuevo a moverme acercándome lentamente a él a la vez que un leve suspiro se escapaba de entre mis labios. Antes de que fuera capaz de llegar a su lado, cómo si él detectara que yo estaba ahí, éste se giró mirándome por primera vez desde que había llegado al claro haciendo que mi corazón volviera a latir de forma acelerada, cómo si acabara de recordar cómo se suponía que debía funcionar. Antes de que pudiera pronunciar palabra, me tendió una mano, mano que tomé sin vacilación alguna mientras que el sentimiento de sentirme a salvo me invadía juntamente a otros que no conocía con antelación. Sin mediar palabra alguna, éste tiró de mi, envolviéndome en un abrazo. Durante un momento, el silencio perduró, mientras apoyaba mi cabeza en su duro torso, antes de que, finalmente, mi mirada ascendiera, encontrándose con la suya. «Te quiero» las palabras salieron de mis labios de improvisto, una sonrisa apareció en los labios ajenos, antes de que éstos se acercaran, sellando los míos con un beso.
Mis ojos se cerraron por instinto y, en el momento en que los abrí de nuevo, me encontré, mareada y desorientada, con las paredes de mi propia habitación. Un suspiro se escapó de mis labios, observando cómo la luz del día, entrando por entre las cortinas entreabiertas, iluminaba la habitación. Por un momento, cerré de nuevo los ojos, intentando recrear mentalmente el rostro ajeno y, cómo había venido sucediendo desde hacía un par de meses desde que había empezado a tener el mismo sueño con bastante frecuencia, fui completamente incapaz de ponerle rostro; éste permanecía siempre en penumbras, borroso. Negando con la cabeza, intenté apartar el recuerdo de mi mente mientras salía de la cama y me disponía a elegir la ropa para hoy. Aunque no quisiera aceptarlo, sabía y era consciente de que iba a pasar gran parte del día pensando en ello, en que mi mente esperaría cualquier distracción para volver a eso mismo. Sabía bien que sólo había una solución, tenía que encontrarlo, quizás si tan solo le ponía nombre y rostro, éste dejaría de perseguirme en sueños. Había sido capaz de encontrar el claro, pero en ninguna de las ocasiones que había estado ahí había tenido suerte.
Era consciente de que nunca tenía un sueño dos veces si no se trataba de alguna cosa importante; de algo que tenía que suceder y ese pensamiento me ponía nerviosa, ansiosa, haciendo que me sintiera dividida puesto que por un lado deseaba ponerle rostro y dejar que los sueños dejaran de poblar mis noches y por otro lado, me encontraba deseando que apareciera, pero no para alejarme y olvidarlo, si no para que éste me retuviera a su lado, pensamiento que cada vez que hacía su aparición, nadando en mi mente, hacía que mi corazón se acelerara sin que pudiera evitarlo, se entrecortaba mi respiración y mis mejillas irradiaran en un rubor repentino. En esos momentos la percepción del tiempo cambiaba, dejaba de percibir las horas, cómo si algo hubiera borrado cualquier otra cosa de mi cabeza y no recobraba el sentido de mi misma hasta que, muchas veces, me encontraba en el claro sin que me hubiera dado cuenta de que había salido de casa y me había dirigido hacia ése lugar. Así era cómo, tras haber tenido el sueño mas de dos veces, me había encontrado en el claro y así era cómo ahora, me volvía a encontrar en el mismo lugar. Un nuevo suspiro se escapó de mis labios mientras mis pies se empezaban a mover hacia un círculo de flores situado en medio del claro, flores que había hecho crecer las veces que había estado aquí, una por cada vez. ¿Acabaría llenándolo de flores antes de que finalmente el encuentro se produjera? Esperaba que no, no cuando sentía que, hoy, podía ser finalmente EL día.
Mis ojos se cerraron por instinto y, en el momento en que los abrí de nuevo, me encontré, mareada y desorientada, con las paredes de mi propia habitación. Un suspiro se escapó de mis labios, observando cómo la luz del día, entrando por entre las cortinas entreabiertas, iluminaba la habitación. Por un momento, cerré de nuevo los ojos, intentando recrear mentalmente el rostro ajeno y, cómo había venido sucediendo desde hacía un par de meses desde que había empezado a tener el mismo sueño con bastante frecuencia, fui completamente incapaz de ponerle rostro; éste permanecía siempre en penumbras, borroso. Negando con la cabeza, intenté apartar el recuerdo de mi mente mientras salía de la cama y me disponía a elegir la ropa para hoy. Aunque no quisiera aceptarlo, sabía y era consciente de que iba a pasar gran parte del día pensando en ello, en que mi mente esperaría cualquier distracción para volver a eso mismo. Sabía bien que sólo había una solución, tenía que encontrarlo, quizás si tan solo le ponía nombre y rostro, éste dejaría de perseguirme en sueños. Había sido capaz de encontrar el claro, pero en ninguna de las ocasiones que había estado ahí había tenido suerte.
Era consciente de que nunca tenía un sueño dos veces si no se trataba de alguna cosa importante; de algo que tenía que suceder y ese pensamiento me ponía nerviosa, ansiosa, haciendo que me sintiera dividida puesto que por un lado deseaba ponerle rostro y dejar que los sueños dejaran de poblar mis noches y por otro lado, me encontraba deseando que apareciera, pero no para alejarme y olvidarlo, si no para que éste me retuviera a su lado, pensamiento que cada vez que hacía su aparición, nadando en mi mente, hacía que mi corazón se acelerara sin que pudiera evitarlo, se entrecortaba mi respiración y mis mejillas irradiaran en un rubor repentino. En esos momentos la percepción del tiempo cambiaba, dejaba de percibir las horas, cómo si algo hubiera borrado cualquier otra cosa de mi cabeza y no recobraba el sentido de mi misma hasta que, muchas veces, me encontraba en el claro sin que me hubiera dado cuenta de que había salido de casa y me había dirigido hacia ése lugar. Así era cómo, tras haber tenido el sueño mas de dos veces, me había encontrado en el claro y así era cómo ahora, me volvía a encontrar en el mismo lugar. Un nuevo suspiro se escapó de mis labios mientras mis pies se empezaban a mover hacia un círculo de flores situado en medio del claro, flores que había hecho crecer las veces que había estado aquí, una por cada vez. ¿Acabaría llenándolo de flores antes de que finalmente el encuentro se produjera? Esperaba que no, no cuando sentía que, hoy, podía ser finalmente EL día.
Última edición por Eve D'Ascoli el Mar Jul 19, 2016 2:42 pm, editado 1 vez
Eve D'Ascoli- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 03/01/2016
Re: Fragmentos de un sueño ~#Clyde
¿Había atravesado el país andando solo para encontrarla?
Nicholas Sparks
Mis ideales son una locura a los ojos de todos aquellos “sensatos” que me rodean. Para ellos, un mundo donde la igualdad entre sobrenaturales y humanos sea absoluta es imposible de conseguirse, para mi, es solo un poco complicado y sin embargo, sé que la naturaleza me ha provisto de habilidades que me llevaran a culminar satisfactoriamente mi sueño, ese del que muchos dudan pero que yo sé que es posible, porque lo he vivido. Las enseñanzas de mis abuelos se quedaron grabadas a fuego en mi persona y es por ellos que comprendí, que vivir en paz e igualdad es completamente posible por más que muchos se nieguen a aceptar ese hecho.
Así como existen aquellos que se niegan a creer que mi sueño pueda cumplirse, existen otros tantos que apoyan mis ideas. He de confesar que no siempre las han apoyado desde el inicio, sino que han necesitado un pequeño empujón de mi parte para ver las cosas de la misma manera en que lo hago yo. En mis andanzas por París me he dedicado precisamente a encontrar partidarios para mi causa, sobrenaturales y humanos capaces de ayudarme, ya sea con las habilidades que ostentan o las riquezas e influencias políticas que poseen. Sé que el camino que debo recorrer para lograr mi sueño es extenso y aún así, estoy seguro de que con ayuda de todos aquellos que han sido especialmente seleccionados por mi para pertenecer a mi grupo, podremos triunfar.
Seleccionar a las personas que necesitaba era una tarea ardua, requería de meses de investigación y de acercamientos cuidadosos, justo como el que planeaba hacer aquel día en particular. Eve D’Ascoli, una joven que al igual que yo posee la magia en su interior, era la siguiente objetivo a reclutar. De dicha bruja únicamente conozco el nombre y el lugar donde vive, no necesito nada más que eso para dar con ella y convencerla de unirse a mi causa. Generalmente me gustaba trabajar solo, moverme por mi cuenta y no contar con apoyo por si algo llegaba a suceder, pero desde que me enterase de la existencia de esa bruja, cuyos poderes sentía que podían servirme y ser complementarios con los míos, no me había quitado de la cabeza la necesidad casi enfermiza de tenerla para ayudarme.
Montando el más veloz de los caballos que poseía, atravesaba entonces los bosques, zona por la que se cruzaba para llegar a la residencia de la señorita D’Ascoli. Los sonidos de la naturaleza aunados al golpeteo del caballo, hicieron que mi atención se desviara el tiempo suficiente como para que mi rumbo cambiara de manera casi imperceptible de mi destino original, siendo el instante en el que un claro se vislumbraba delante de mi, el indicio de que mi camino se encontraba errado. Una maldición al aire fue lo único que atine a lanzar en el momento que le indicaba al caballo que se detuviera. Era necesario que regresara sobre mi propia andanza para volver a encontrar el camino indicado y sin embargo, fue el momento en que comenzaba a hacer a mi caballo girar, que en medio del claro, algo llamo mi atención.
Entre un circulo de flores, rodeada por un aura pura y misteriosa se encontraba una joven de cabellera rubia. Apenas mis ojos dieron con su figura, sentí en el pecho algo que me hizo cambiar esta vez voluntariamente mi rumbo y acercándome hasta donde ella se hallaba, le dedique una de mis mejores sonrisas.
– ¿Se encuentra bien? – nuestros ojos entonces se encontraron, el mundo a mi alrededor pareció detenerse por completo y nada, ni nadie importo más que ella.
Nicholas Sparks
Mis ideales son una locura a los ojos de todos aquellos “sensatos” que me rodean. Para ellos, un mundo donde la igualdad entre sobrenaturales y humanos sea absoluta es imposible de conseguirse, para mi, es solo un poco complicado y sin embargo, sé que la naturaleza me ha provisto de habilidades que me llevaran a culminar satisfactoriamente mi sueño, ese del que muchos dudan pero que yo sé que es posible, porque lo he vivido. Las enseñanzas de mis abuelos se quedaron grabadas a fuego en mi persona y es por ellos que comprendí, que vivir en paz e igualdad es completamente posible por más que muchos se nieguen a aceptar ese hecho.
Así como existen aquellos que se niegan a creer que mi sueño pueda cumplirse, existen otros tantos que apoyan mis ideas. He de confesar que no siempre las han apoyado desde el inicio, sino que han necesitado un pequeño empujón de mi parte para ver las cosas de la misma manera en que lo hago yo. En mis andanzas por París me he dedicado precisamente a encontrar partidarios para mi causa, sobrenaturales y humanos capaces de ayudarme, ya sea con las habilidades que ostentan o las riquezas e influencias políticas que poseen. Sé que el camino que debo recorrer para lograr mi sueño es extenso y aún así, estoy seguro de que con ayuda de todos aquellos que han sido especialmente seleccionados por mi para pertenecer a mi grupo, podremos triunfar.
Seleccionar a las personas que necesitaba era una tarea ardua, requería de meses de investigación y de acercamientos cuidadosos, justo como el que planeaba hacer aquel día en particular. Eve D’Ascoli, una joven que al igual que yo posee la magia en su interior, era la siguiente objetivo a reclutar. De dicha bruja únicamente conozco el nombre y el lugar donde vive, no necesito nada más que eso para dar con ella y convencerla de unirse a mi causa. Generalmente me gustaba trabajar solo, moverme por mi cuenta y no contar con apoyo por si algo llegaba a suceder, pero desde que me enterase de la existencia de esa bruja, cuyos poderes sentía que podían servirme y ser complementarios con los míos, no me había quitado de la cabeza la necesidad casi enfermiza de tenerla para ayudarme.
Montando el más veloz de los caballos que poseía, atravesaba entonces los bosques, zona por la que se cruzaba para llegar a la residencia de la señorita D’Ascoli. Los sonidos de la naturaleza aunados al golpeteo del caballo, hicieron que mi atención se desviara el tiempo suficiente como para que mi rumbo cambiara de manera casi imperceptible de mi destino original, siendo el instante en el que un claro se vislumbraba delante de mi, el indicio de que mi camino se encontraba errado. Una maldición al aire fue lo único que atine a lanzar en el momento que le indicaba al caballo que se detuviera. Era necesario que regresara sobre mi propia andanza para volver a encontrar el camino indicado y sin embargo, fue el momento en que comenzaba a hacer a mi caballo girar, que en medio del claro, algo llamo mi atención.
Entre un circulo de flores, rodeada por un aura pura y misteriosa se encontraba una joven de cabellera rubia. Apenas mis ojos dieron con su figura, sentí en el pecho algo que me hizo cambiar esta vez voluntariamente mi rumbo y acercándome hasta donde ella se hallaba, le dedique una de mis mejores sonrisas.
– ¿Se encuentra bien? – nuestros ojos entonces se encontraron, el mundo a mi alrededor pareció detenerse por completo y nada, ni nadie importo más que ella.
Caronte- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 06/07/2016
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Fragmentos de un sueño ~#Clyde
Mis dedos tocaron con delicadeza el suelo, tras colocar y hundir la pequeña semilla de flor. No transcurrió mucho tiempo hasta que noté que ésta empezaba a brotar y, poco a poco, daba paso a una flor similar, pero a la vez distinta, a las demás. El color de los pétalos de la misma, eran de un tono mas intenso, mucho mas brillantes. ¿Quería decir esa pequeña y sutil diferencia que hoy las cosas serían distintas que el resto de días?¿Era acaso hoy EL día? Mordiéndome el labio, recorrí con la mirada el claro, siendo incapaz de detectar cualquier anomalía en éste. Con un suspiro resignado escapando de entre mis labios, mi mente reprodujo prácticamente de inmediato la escena del “sueño” de hoy, escenificando a la perfección la misma, a excepción de su rostro. Resignada, intenté centrarme por completo en su rostro e intentar que la niebla, la bruma que hacía que éste, estando yo consciente, no fuera preciso se desvaneciera. Un minuto tras otro transcurrieron, encontrándome completamente sumida en mi propia concentración, aislándome de todo aquello que me rodeaba, envuelta por la quietud del claro. Poco a poco, la imagen empezó a volverse mas y mas nítida por momentos y, justo en el momento en que prácticamente ésta era completamente clara, el sonido de un caballo acercándose al claro rompió mi concentración.
Abriendo mis ojos completamente desconcertada, mi mirada recorrió el claro de nuevo, en busca de quién había roto mi concentración. En el momento en que mis ojos finalmente dieron con el visitante del claro, apenas fui capaz de distinguir nada mas allá de él. Todo lo que me rodeaba se volvió repentinamente borroso sin ser capaz de ver nítidamente nada que no fuera él. A pesar de fuera la primera vez que el sonido de su voz la sensación de familiaridad me embargó, transportándome por momentos a la escena que, momentos antes, había estado intentando recrear en mi mente. Mis dedos, que aún acariciaban los brillantes pétalos de la flor recién nacida, se deslizaron a través de éstos antes de que se alejaran, posándose sobre mi regazo en medio de la acción de levantarme. Prácticamente antes de que me diera cuenta, y cómo en mi sueño, mis pies empezaron a moverse, haciendo que me acercara lentamente hacia dónde se encontraba él sin apartar en ningún momento mi mirada de la suya. —Finalmente puedo ponerte rostro, Clyde —musité, tan sumida en el hechizo de su mirada que no fui consciente de aquello que iba a decir hasta el momento en que el sonido de mi voz rompió tanto la quietud del claro y las palabras resonaron en mis propios oídos.
Dándome cuenta de ello, mis mejillas enrojecieron repentinamente tornándose de un color carmesí a la vez que parpadeaba varias veces a pesar de que no apartara mi mirada de la suya. Volviendo a ser consciente de mi misma, una oleada de angustia me atravesó repentinamente, haciendo que, por momentos me resultara complicado respirar. Mordiéndome el labio con nerviosismo antes de agachar levemente la cabeza—, esto... yo... —musité, intentando buscar la mejor manera de explicar las palabras que había dejado escapar de forma inconsciente, a pesar de que no supiera cómo hacerlo. Tomando una respiración profunda y armándome de valor mientras las palabras pronunciadas en mi sueño resonaban en mi mente, volví a levantar la mirada, mirándole de nuevo, dándome cuenta de algo que no había notado antes: su aura. Siendo ésta indicativo de que éste pudiera ser capaz de comprender mis palabras sin que tuviera que dar detalles sobre el contenido de mi sueño—. Creo que... de una manera u otra... nuestros caminos debían encontrarse —me mordí de nuevo el labio y un leve suspiro volvió a escaparse de entre mis labios sin que pudiera hacer nada— supongo que era... cuestión de tiempo —susurré mientras, mis ojos, de nuevo, buscaban los suyos, sintiéndome inevitablemente atraída por ellos e incapaz de alejar mi mirada. ¿Era ésto acaso el destino?
Abriendo mis ojos completamente desconcertada, mi mirada recorrió el claro de nuevo, en busca de quién había roto mi concentración. En el momento en que mis ojos finalmente dieron con el visitante del claro, apenas fui capaz de distinguir nada mas allá de él. Todo lo que me rodeaba se volvió repentinamente borroso sin ser capaz de ver nítidamente nada que no fuera él. A pesar de fuera la primera vez que el sonido de su voz la sensación de familiaridad me embargó, transportándome por momentos a la escena que, momentos antes, había estado intentando recrear en mi mente. Mis dedos, que aún acariciaban los brillantes pétalos de la flor recién nacida, se deslizaron a través de éstos antes de que se alejaran, posándose sobre mi regazo en medio de la acción de levantarme. Prácticamente antes de que me diera cuenta, y cómo en mi sueño, mis pies empezaron a moverse, haciendo que me acercara lentamente hacia dónde se encontraba él sin apartar en ningún momento mi mirada de la suya. —Finalmente puedo ponerte rostro, Clyde —musité, tan sumida en el hechizo de su mirada que no fui consciente de aquello que iba a decir hasta el momento en que el sonido de mi voz rompió tanto la quietud del claro y las palabras resonaron en mis propios oídos.
Dándome cuenta de ello, mis mejillas enrojecieron repentinamente tornándose de un color carmesí a la vez que parpadeaba varias veces a pesar de que no apartara mi mirada de la suya. Volviendo a ser consciente de mi misma, una oleada de angustia me atravesó repentinamente, haciendo que, por momentos me resultara complicado respirar. Mordiéndome el labio con nerviosismo antes de agachar levemente la cabeza—, esto... yo... —musité, intentando buscar la mejor manera de explicar las palabras que había dejado escapar de forma inconsciente, a pesar de que no supiera cómo hacerlo. Tomando una respiración profunda y armándome de valor mientras las palabras pronunciadas en mi sueño resonaban en mi mente, volví a levantar la mirada, mirándole de nuevo, dándome cuenta de algo que no había notado antes: su aura. Siendo ésta indicativo de que éste pudiera ser capaz de comprender mis palabras sin que tuviera que dar detalles sobre el contenido de mi sueño—. Creo que... de una manera u otra... nuestros caminos debían encontrarse —me mordí de nuevo el labio y un leve suspiro volvió a escaparse de entre mis labios sin que pudiera hacer nada— supongo que era... cuestión de tiempo —susurré mientras, mis ojos, de nuevo, buscaban los suyos, sintiéndome inevitablemente atraída por ellos e incapaz de alejar mi mirada. ¿Era ésto acaso el destino?
Eve D'Ascoli- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 03/01/2016
Re: Fragmentos de un sueño ~#Clyde
Aquel repentino cambio de rumbo y la llamativa aparición de la joven de cabellos rubios me desviaba completamente de mi misión de ese día, más no me hacía la visión de aquella aura pura y ojos hermosos olvidarme de la causa que me llevaba hasta aquellos bosques. Podía permitirme a mi mismo perder algo de tiempo con aquella dama y descubrir que era lo que me parecía tan llamativo como fascinante de ella, pero no debía dejar que su presencia me impidiera llegar a la residencia D’Ascoli, ya que allá, se encontraba alguien a quien debía reclutar con urgencia.
La sonrisa que aún lucía en mis labios no pudo más que ampliarse y volverse mucho más encantadora ante la presencia femenina. La pregunta que había lanzado segundos antes al aire quedo sin respuesta durante lo que podía considerar un tiempo prudente, aún así, el transcurrir del tiempo era algo que parecía importar y no en esos momentos. Por un lado, algo en mi interior deseaba perderse en el momento, mientras que otra parte de mi me obligaba a despabilar, a pensar en lo que me llevaba al bosque en primer lugar. Sin responderme aún la rubia comenzó a avanzar en mi dirección y por un segundo, algo oscuro dentro de mi me dijo que me largara antes de que ella abriera la boca porque apenas lo hiciera, mi destino estaría sellado. Ante ese pensamiento tire las riendas de mi montura, planeando una huida que no llegó a completarse pues una voz suave fluyó de entre los labios de la fémina y el significado detrás de esas palabras me llevó a mirarle con curiosidad.
– ¿Qué dijó? – cuestione pese a saber perfectamente lo que de aquellos labios había salido – ¿Nos conocemos de antes? – estaba seguro de que nunca antes la vi y aún así, sentía conocerla de mucho tiempo, detalle que no volvía raro el que ella me hubiera llamado por mi nombre aún sin haber hecho ninguna clase de presentación.
Sabiendo que mi reunión con Eve D’Ascoli debería posponerse un poco más de tiempo, baje de caballo y camine un poco más en dirección a la joven desconocida. Con cada paso que daba para acercarme más a ella, notaba no solo el color cambiante en sus mejillas sino también el de su aura. Era un aura mágica pura pero poderosa, alguien que con el empujón adecuado podría hacer grandes cosas.
– No necesita sentirse avergonzada – asegure sonriendo nuevamente, dejando que ese encanto natural en mi hiciera su trabajo con ella. Claro que lo que no esperaba era esa manera tan decidida en la que ella me miraba fijamente a pesar de la vergüenza que parecía estar experimentando. Sus ojos sobre los míos me descolocaron hasta que ella volvió a hablar y mi mente se concentro entonces en las palabras que salían de los labios ajenos – De esa manera parece ser, porque entonces no encuentro otra explicación ni a la manera tan extraña en que he llegado a este lugar, ni la seguridad con la cual ha pronunciado mi nombre – acaricie con naturalidad el caballo que estaba a un lado de mi – Aunque ahora me siento en desventaja. Usted sabe mi nombre y yo no sé nada más que nuestra naturaleza mágica nos une, así que, ¿Puede decirme como llamarle? – pensaba obtener la mayor cantidad de datos sobre ella, descubrir lo más que pudiera sobre ese destino que nos unía de manera inesperada y una vez hecho eso, tenía claro que sería el momento de partir parta visitar a mi verdadera presa del día. Aquella bruja era interesante sin duda, pero D’Ascoli era lo que yo necesitaba a mi lado.
La sonrisa que aún lucía en mis labios no pudo más que ampliarse y volverse mucho más encantadora ante la presencia femenina. La pregunta que había lanzado segundos antes al aire quedo sin respuesta durante lo que podía considerar un tiempo prudente, aún así, el transcurrir del tiempo era algo que parecía importar y no en esos momentos. Por un lado, algo en mi interior deseaba perderse en el momento, mientras que otra parte de mi me obligaba a despabilar, a pensar en lo que me llevaba al bosque en primer lugar. Sin responderme aún la rubia comenzó a avanzar en mi dirección y por un segundo, algo oscuro dentro de mi me dijo que me largara antes de que ella abriera la boca porque apenas lo hiciera, mi destino estaría sellado. Ante ese pensamiento tire las riendas de mi montura, planeando una huida que no llegó a completarse pues una voz suave fluyó de entre los labios de la fémina y el significado detrás de esas palabras me llevó a mirarle con curiosidad.
– ¿Qué dijó? – cuestione pese a saber perfectamente lo que de aquellos labios había salido – ¿Nos conocemos de antes? – estaba seguro de que nunca antes la vi y aún así, sentía conocerla de mucho tiempo, detalle que no volvía raro el que ella me hubiera llamado por mi nombre aún sin haber hecho ninguna clase de presentación.
Sabiendo que mi reunión con Eve D’Ascoli debería posponerse un poco más de tiempo, baje de caballo y camine un poco más en dirección a la joven desconocida. Con cada paso que daba para acercarme más a ella, notaba no solo el color cambiante en sus mejillas sino también el de su aura. Era un aura mágica pura pero poderosa, alguien que con el empujón adecuado podría hacer grandes cosas.
– No necesita sentirse avergonzada – asegure sonriendo nuevamente, dejando que ese encanto natural en mi hiciera su trabajo con ella. Claro que lo que no esperaba era esa manera tan decidida en la que ella me miraba fijamente a pesar de la vergüenza que parecía estar experimentando. Sus ojos sobre los míos me descolocaron hasta que ella volvió a hablar y mi mente se concentro entonces en las palabras que salían de los labios ajenos – De esa manera parece ser, porque entonces no encuentro otra explicación ni a la manera tan extraña en que he llegado a este lugar, ni la seguridad con la cual ha pronunciado mi nombre – acaricie con naturalidad el caballo que estaba a un lado de mi – Aunque ahora me siento en desventaja. Usted sabe mi nombre y yo no sé nada más que nuestra naturaleza mágica nos une, así que, ¿Puede decirme como llamarle? – pensaba obtener la mayor cantidad de datos sobre ella, descubrir lo más que pudiera sobre ese destino que nos unía de manera inesperada y una vez hecho eso, tenía claro que sería el momento de partir parta visitar a mi verdadera presa del día. Aquella bruja era interesante sin duda, pero D’Ascoli era lo que yo necesitaba a mi lado.
Caronte- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 06/07/2016
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Fragmentos de un sueño ~#Clyde
Por un momento, la sensación de que iba a huir, a marcharse y de que me iba a volver a dejar sola me invadió haciendo que un extraño y desconocido sentimiento me atenazara el corazón y el desasosiego me embargara invadiéndome por completo, inquietud que no se empezó a desvanecer hasta que le vi desmontar su caballo y acercarse mas a mi. Dejando escapar un leve suspiro de alivio, me di cuenta de que, prácticamente, había estado conteniendo la respiración, rezando interiormente para que no se fuera y, al parecer, éstas a la vez que habían sido escuchadas me habían hecho darme cuenta tanto de mi pulso, el que se estaba acelerando a medida que éste se acercaba, y de mi respiración contenida la cual estaba volviendo lentamente a la normalidad. Por unos momentos, mi mirada se perdió por completo en la suya haciendo que fuera apenas consciente de que éste estaba esperando respuestas, mas que necesarias, por mi parte. Pestañeé un par de veces, intentando huir del hechizo de su mirada, intentando recuperar mis pensamientos coherentes con tal de que fuera capaz de responder sin acabar revelando mas de lo que deseaba, sin revelar qué era exactamente lo que “sucedía” en mis sueños.
De forma inconsciente, mis pasos se acercaron aún mas a él, haciendo que me quedara a una distancia realmente corta, lo suficientemente corta cómo para que, con tan solo alargar mi mano, pudiera acariciar su rostro. Ante el pensamiento, mis dedos cosquillearon ligeramente y mis mejillas se ruborizaron aún mas, luchando contra mi misma, intenté arrastrar todas esas reacciones instintivas e involuntarias que estaban surgiendo en mi mente de la nada. —Si se tuviera que recurrir a un razonamiento... lógico me temo que debería afirmar vehemente que no, que nuestros caminos no se habían cruzado nunca antes de hoy —me mordí ligeramente el labio a la vez que alejaba el traidor pensamiento de que tan solo le decía que le quería en sueños— pero la magia no responde ante razones y pensamientos lógicos, simplemente nace, surge, brota... sin que nada pueda impedirlo. —El silencio, como una bruma, tomó posesión del claro, pero no era un silencio denso, desagradable y que causara la necesidad de romperlo con cualquier cosa si no era mas bien cómo el mágico silencio que hacía aparición en mis sueños. Mi mente giró en torno de una gran infinidad de palabras mientras intentaba elegir cuidadosamente entre ellas antes de volver a hablar eligiendo, por ello, responder primero a su última pregunta antes de intentar explicar el resto, sabiendo que debía romper ese místico silencio a pesar de que no deseara hacerlo—. Eve, todos me conocen como Eve —musité, mientras mi mano instintivamente tocaba el colgante con una rosa grabada en él y que había llevado conmigo toda mi vida cómo si éste fuera a darme la manera idónea de explicar las cosas.
Tras otro breve silencio, finalmente, me atreví a hablar de nuevo, intentando ser cauta con mis palabras— nunca he creído en la casualidad, en que las cosas no pasen por alguna razón... —mis palabras frenaron, entrechocando entre ellas en el aire— las primeras veces que sucedió, me sentí confundida, completamente incapaz de comprender qué sucedía o qué podía significar —sumida en mis pensamientos, los recuerdos de las primeras veces que había soñado con él y la posterior confusión— pero empezó a repetirse, una y otra vez y empezó a ser una costumbre que me... persiguieras en sueños —me mordí el labio y bajé ligeramente la mirada, temiendo encontrar cualquier tipo de rechazo en ella— al principio era... ocasional, pero desde que mis pasos errantes me llevaron hasta este claro la frecuencia aumentó y lo que anteriormente eran meses pasó a ser semanas y las semanas en días —mi mirada se dirigió en ese momento hacia la gran cantidad de flores que había en el claro— cuando llegué por primera vez al claro no había ni una sola flor pero, desde que llegué hasta aquí, cada vez que volvías a aparecerte en mis sueños venía hasta aquí y plantaba una —un leve suspiro se escapó de mis labios— han sido tantas veces que eso ha sucedido que empiezo a tener dudas de que realmente estés aquí y no seas solo un sueño mas —musité, dejando escapar de forma involuntaria aquel pensamiento que rondaba por mi mente esperando la mas mínima ocasión para escapar y salir de mis labios.
De forma inconsciente, mis pasos se acercaron aún mas a él, haciendo que me quedara a una distancia realmente corta, lo suficientemente corta cómo para que, con tan solo alargar mi mano, pudiera acariciar su rostro. Ante el pensamiento, mis dedos cosquillearon ligeramente y mis mejillas se ruborizaron aún mas, luchando contra mi misma, intenté arrastrar todas esas reacciones instintivas e involuntarias que estaban surgiendo en mi mente de la nada. —Si se tuviera que recurrir a un razonamiento... lógico me temo que debería afirmar vehemente que no, que nuestros caminos no se habían cruzado nunca antes de hoy —me mordí ligeramente el labio a la vez que alejaba el traidor pensamiento de que tan solo le decía que le quería en sueños— pero la magia no responde ante razones y pensamientos lógicos, simplemente nace, surge, brota... sin que nada pueda impedirlo. —El silencio, como una bruma, tomó posesión del claro, pero no era un silencio denso, desagradable y que causara la necesidad de romperlo con cualquier cosa si no era mas bien cómo el mágico silencio que hacía aparición en mis sueños. Mi mente giró en torno de una gran infinidad de palabras mientras intentaba elegir cuidadosamente entre ellas antes de volver a hablar eligiendo, por ello, responder primero a su última pregunta antes de intentar explicar el resto, sabiendo que debía romper ese místico silencio a pesar de que no deseara hacerlo—. Eve, todos me conocen como Eve —musité, mientras mi mano instintivamente tocaba el colgante con una rosa grabada en él y que había llevado conmigo toda mi vida cómo si éste fuera a darme la manera idónea de explicar las cosas.
Tras otro breve silencio, finalmente, me atreví a hablar de nuevo, intentando ser cauta con mis palabras— nunca he creído en la casualidad, en que las cosas no pasen por alguna razón... —mis palabras frenaron, entrechocando entre ellas en el aire— las primeras veces que sucedió, me sentí confundida, completamente incapaz de comprender qué sucedía o qué podía significar —sumida en mis pensamientos, los recuerdos de las primeras veces que había soñado con él y la posterior confusión— pero empezó a repetirse, una y otra vez y empezó a ser una costumbre que me... persiguieras en sueños —me mordí el labio y bajé ligeramente la mirada, temiendo encontrar cualquier tipo de rechazo en ella— al principio era... ocasional, pero desde que mis pasos errantes me llevaron hasta este claro la frecuencia aumentó y lo que anteriormente eran meses pasó a ser semanas y las semanas en días —mi mirada se dirigió en ese momento hacia la gran cantidad de flores que había en el claro— cuando llegué por primera vez al claro no había ni una sola flor pero, desde que llegué hasta aquí, cada vez que volvías a aparecerte en mis sueños venía hasta aquí y plantaba una —un leve suspiro se escapó de mis labios— han sido tantas veces que eso ha sucedido que empiezo a tener dudas de que realmente estés aquí y no seas solo un sueño mas —musité, dejando escapar de forma involuntaria aquel pensamiento que rondaba por mi mente esperando la mas mínima ocasión para escapar y salir de mis labios.
Eve D'Ascoli- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 03/01/2016
Temas similares
» Yo nunca supe que tenia un sueño, hasta que ese sueño fuiste tú
» Fragmentos de la noche [Priv]
» Tardes Intreminables [Bonnie & Clyde]
» Fragmentos de una Esencia (Juliet)
» Fragmentos carmesis
» Fragmentos de la noche [Priv]
» Tardes Intreminables [Bonnie & Clyde]
» Fragmentos de una Esencia (Juliet)
» Fragmentos carmesis
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour