Ladrón que roba a ladrón [Privado]

por **Audrey de Médici** Vie Ago 05, 2016 12:26 pm

Esa noche la que camina por las calles es Audrey, en su forma plenamente humana. Por una vez decidía no andar por las calles en su forma de gato negro, esa forma que muchas personas detestaban y claro, era obvio el repudio que sufría en esa forma porque después de todo ¿No eran de mala suerte los gatos negros? Las creencias populares decían que efectivamente los gatos negros eran aliados del diablo y a ella, le era divertido siempre ver como las personas le sacaban la vuelta o hacían un montón de cosas estúpidas a su paso para que la mala suerte no llegara a ellos.
“Ingenuos” solía pensar la figura felina al andar y ver aquellas reacciones. Pero en su forma humana las cosas eran muy diferentes. Su andar es lento y seductor, todo gracias a la naturaleza felina que posee; su mirada siempre esta en alto y observa con descaro a aquellos que le miran también al andar.

A la felina siempre le resultaba mucho más practico robar en su forma animal, solo que en su forma humana le era mucho más divertido y esa noche, era diversión lo que estaba buscando. En su andanza, se topa con un hombre que le mira de manera descarada y ella decide que él, será su primera victima de la noche. Con cuidado, andando en dirección al hombre de manera seductora, Audrey finge torcerse un pie y caer sobre el individuo, que rápidamente le ofrece auxilio y toca quizás demasiado la figura de la gata.
– Lo siento y gracias por su ayuda – dice la felina entre risas bobaliconas, mientras que se apresura a incorporarse del todo y continuar su andanza, no sin antes comprobar que en su mano lleva un hermoso reloj de oro, junto con una alianza de matrimonio. Ya suficientemente lejos del sujeto, la gata comienza a andar más deprisa, ocultándose entre diversos callejones por si el hombre se da cuenta de que ha sido robado y es únicamente después de recorrer varias calles que ella se detiene y suelta una risotada al aire, nuevamente ha salido victoriosa de sus retos personales y por lo tanto sigue siendo una criatura libre. Lo que la felina desconoce es que desde las sombras alguien ha observado su acto y al igual que ella, diversión es lo que busca esa noche.

por **Taís** Vie Ago 05, 2016 6:52 pm

A la verdad cuando su amo no estaba prestando le atención, esta salia por las noche para dar una aventura por las calles de parís a pesar de no contar con ropa elegante para hace eso viaje solo intenta darse un vuelta por las calles como si fuera una mujer libre. Esta no puede dejar de pensar en lo feliz que seria si gozara de un poco de libertad como lo hacen las personas de color blanco en la piel, esta gente podía hacer lo que quiera con la vida de ellos pero también con la de ella si se lo proponían y por eso muchas veces tenia que bajar la cabeza para no terminar azotada o quizás muerta. La gente en la calle se quedaba mirándole con un poco de odio, unas con asco en su rostro y una que otras hacían como que no la veía como si ella fuera un perro rabioso que esta por la calle caminando. Tais solo intenta pasar un poco desapercibida entre la gente y poder caminar por su cuenta pero las mirada son un poco incomodas para ella.

Esta se detiene un poco en la calle para solo ver a la gente pasar y es cuando se da cuenta de como una mujer se va lenta de un hombre elegante, esto parece al principio un simple accidente pero cuando el hombre se va, ve algo brilloso en la de ella. La negra se llena de curiosidad y por eso la sigue un poco a distancia de ella para ver lo que ha tomado de ese hombre, puesto no tenia nada mejor que hacer ademas se distraía un poco de la mirada de la gente sobre ella con esta nueva misión que ha propuesto.Luego de caminar un poco ve que la mujer se detiene en un lugar, mientras esta se acerco a ella sin ser nota para ver como esta tenia algo brillo en la mano que parece de gran valor y cuando avanza un poco mas choca con una piedra la cual hace mucho ruido para que la otra persona se de cuenta de la presencia de esta en el lugar.

por **Audrey de Médici** Jue Ago 25, 2016 8:44 pm

Que hermoso era salirse con la suya, no ser atrapada y continuar siendo una felina libre, capaz de robar tanto como se le antojara. Alegre, Audrey contemplaba en una calle solitaria su botín, ese que le dará para semanas de comida, aunque claro, robaría al día siguiente solo para darse una vida de lujos que no tiene en realidad. Con curiosidad la felina examina primeramente la alianza que ha robado, en el interior tiene grabado el nombre de Leonora.
– Pobre Leonora, ¿Qué te dirá tu marido que le paso a su anillo? – cuestiona al aire antes de guardar el anillo y es mientras levanta el reloj para observarlo mucho mejor que un sonido termina por alarmarla. Asustada por el repentino sonido, la gata trata de esconder el reloj, provocando únicamente que este caiga al suelo, mientras que su mirada se posa en una mujer.

El temor que Audrey sintió ante la idea de ser descubierta y capturada pasa a segundo termino una vez que se da cuenta de la persona que la ha interrumpido. Vestida en ropas humildes y con mirada curiosa, una mujer de piel oscura es la única persona cerca de la gata, quien tras soltar un suspiro se inclina para tomar nuevamente el reloj que segundos antes dejara caer. De manera tranquila revisa el reloj para asegurarse de que no le ha pasado nada, después de todo, su botín es lo más importante. Una vez que la gata se cerciora de que el reloj no tiene más que algunos raspones, centra completamente su atención en la mujer.
– ¿Todo bien? – pregunta al tiempo que guarda el reloj y una sonrisa falsamente bondadosa se dibuja en su rostro – Lamento haberme visto tan sorprendida por tu presencia pero no es común que las mujeres suelan andar por estas calles – asegura pese a ser ella también una mujer, sin embargo, Audrey no era cualquier clase de mujer.

por **Taís** Mar Dic 13, 2016 9:04 am

Tenia cierta curiosidad en saber lo que hacia la mujer con eso brillante de ese hombre, porque sabe que fue un robo pero la manera que lo hizo en verdad fue de lo mas sorprendente y ella por mas que quisiera no podía hacerlo ya que si un negro roba eso es un gran castigo con los látigos. Esta negra ha tenido suerte de no haber tenido muchos golpes con el látigo, pero las pocas veces que su piel fue tocada por esa arma deseo estar muerta por el gran dolor que pudo sentir en esos momentos y desea no poder sentir eso nunca mas en su vida ni nadie de su mismo color. En fin que siguió a la mujer sin que se diera cuenta, para ver cual fue el gran botín que esta obtuvo del ingenuo hombre con el que se topo hace unos momentos.

- Si todo bien.- Afirmo al ser descubierta por la mujer que guarda su recompensa del desconocido y la miro fijamente para ver que es una bella mujer de una gran vestimenta.- Quizás no veas muchas mujeres de mi color saliendo por estos lados como si fuera una mujer blanca, pero siempre me gusta hacer cosas que los demás piensan no debo hacer por que nací negra.- Confirmo a la mujer por si se refería a su piel, supiera que ella esta consciente que la gente piensa que gente como ella debe estar solo en las casas de sus amos y salir a su lado nada mas porque su lugar es ser casi como la sombra de sus dueños lo cual era algo que no le gustaba mucho a ella pero debía hacerlo porque no tiene libertad de su propia vida.

por Contenido patrocinado

Ladrón que roba a ladrón [Privado]

Ladrón que roba a ladrón [Privado]

Re: Ladrón que roba a ladrón [Privado]

Re: Ladrón que roba a ladrón [Privado]

Re: Ladrón que roba a ladrón [Privado]

Re: Ladrón que roba a ladrón [Privado]